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Manual CTO

de Medicina y Cirugía
4.ª edición

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Anestesiología
Oncología médica
y paciente terminal
Grupo (TO
•• Editorial
Manual CTO
de Medicina y Cirugía
4.ª edición

ENARM
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Anestesiología

Grupo (TO
•• Editorial
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03. Manejo de la vía aérea.... . .... .... .. .. . ...... . . . . ... . ........ 18
3.1. Valoración de la vía aérea.
Cl.)
+--' Predicción de una vía aérea difícil_____ 1a
CI) 3.2. Clasificación de Cormack-Lehane 19
Cl.)
e: 3.3. Dispositivos de manejo de la vía aérea___ 20
3.4. Manejo de la vía aérea difícil no prevista ____ 24
3.5. Manejo de la vía aérea difícil prevista ___ 24

01. Modalidades de anestesia... ...... . . . .. . ... . .... ...... 1 04. Fármacos en anestesiología.. . . . ... . . . . ..... . . . 25
1.1. Conceptos generales de anestesiología ___ 1 4.1. Hipnóticos 25
1.2. Anestesia general 1 4.2. Analgésicos 29
1.3. Anestesia regiona 3
4.3. Relajantes musculares 30
1.4. Anestesia combinad 6 4.4. Anestésicos locales 32

02. Visita preanestésica. .. .... ____ 7 05. Monitorización en anestesia... . .. . . . . ... .......... 35
2.1. Anamnesis ____________ 1 5.1. lntroducció 35
2.2. Exploración fisic__________ 1 5.2. Monitorización de la oxigenación 36
2.3. Valoración del riesgo anestésico_____ a 53. Monitorización de la ventilación 36
2.4. Pruebas complementarias_______ 9 5.4. Monitorización de la circulación 37
2.5. Valoración del riesgo cardíaco______ 10 s.s. Monitorización fisiológica discrecional 37
2.6. Valoración del riesgo
de complicaciones pulmonares_____ 12
2.7. Manejo de la medicación habitual
del paciente en la visita preoperatoria___ 13
2.8. Medicación preanestésic 1s
2.9. Ayuno preanestésico/prequirúrgico 16

VIII
Anestesiología 1 1 nd iee

06. Complicaciones relacionadas 07. Manejo del dolor agudo


con la anestesia................... ... ..... .. ... .............. ........ 40 posoperatorio .................................................................... 49
6.1. Hipertermia maligna anestésica _____ 40 7.1. Fisiopatología ___________ 49
6.2. Reacciones anafilácticas y anafilactoides . . . .. . . .. . ... 41 7.2. Estrategia de tratamiento 49
6.3. Náuseas y vómitos posoperatorios ____ 42
6.4. Despertar intraoperatorio _____ -,-_ 43
6.5. Hipotermia perioperatoria ... 44 08. Profilaxis antibiótica quirúrgica. .. ..... . 52
6.6. Complicaciones pulmonares 8.1. Tipos de intervenciones quirúrgicas ____ 52
perioperatorias __________ 44 8.2. Recomendaciones generales
6.7. Trastornos del ritmo cardíaco 45
de profilaxis antibiótica perioperatoria __ 52
6.8. Relajación o bloqueo muscular residual . .. . 45
6.9. Complicaciones relacionadas
con la postura quirúrgica _______ 45 Solucionario................................................................................................. 55

Bibliografía...................................................................................................... 56
Anestesiología

Modalidades de anestesia

Tema que ofrece una visión global de la especialidad y de los distintos tipos de anestesia.

ENARM
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Es conveniente estudiar las características propias de cada modalidad anestésica,


sus indicaciones y las complicaciones más frecuentes.

1.1. Conceptos generales jante muscular. En función de la combinación utilizada, se pueden distin­

de anestesiología guir tres tipos de anestesia general: inhalatoria, intravenosa y balanceada.

Anestesia inhalatoria
El término general de anestesia incluye la combinación de amnesia (ante­
rógrada), analgesia y relajación muscular, necesarios para permitir el desa­ Se utiliza exclusivamente anestésico inhalatorio; generalmente sevofluo­
rrollo óptimo de intervenciones quirúrgicas o técnicas intervencionistas. rano, desfluorano o isofluorano (derivados halogenados), a los que pue­
de añadirse óxido nitroso.
Los anestesiólogos también son responsables del mantenimiento de la
homeostasis del paciente durante la intervención quirúrgica. Esto incluye En la actualidad, esta técnica está reservada exclusivamente para cirugías
la monitorización y el tratamiento de los cambios que puedan producirse de muy corta duración en niños pequeños y lactantes.
a nivel de la función cardiovascular, pulmonar, renal o neurológica, resta-
bleciendo los parámetros a niveles fisiológicos, minimizando los riesgos Anestesia total intravenosa (TIVA)
asociados a la intervención quirúrgica y contribuyendo a la rápida recu-
peración del paciente. Se utilizan exclusivamente fármacos anestésicos intravenosos. La com­
binación consiste en la administración de un hipnótico, un analgésico
Otros campos relacionados con el desarrollo de la especialidad de anes- opiáceo y un relajante muscular (en caso de precisarse).
tesiología y reanimación son el tratamiento de dolor agudo y crónico, así
como las unidades de reanimación y cuidados críticos. Tras la administración inicial de una dosis de carga en bolo (inducción
anestésica), se procede a la administración continua del fármaco median­
te el uso de bombas de perfusión, consiguiéndose niveles plasmáticos
1.2. Anestesia general de fármaco constantes. Dichos niveles pueden modificarse en función
del grado de profundidad anestésica necesaria para el desarrollo de la
intervención quirúrgica.
La anestesia general constituye la técnica anestésica más frecuentemen­
te utilizada para la realización de intervenciones quirúrgicas complejas. Esta técnica anestésica precisa de fármacos de vida media corta, que per­
Debido a que produce grados variables de depresión respiratoria, así mitan su rápida eliminación una vez finalizada la perfusión del fármaco.
como la abolición de los reflejos de protección de la vía aérea, precisa de La combinación más utilizada en la actualidad es:
un soporte respiratorio. Hipnótico: propofol.
Analgésico opiáceo: remifentanilo.
Tipos de anestesia general Relajante muscular: cisatracurio o rocuronio.

En la actualidad está extendido el uso de fármacos anestésicos selectivos Anestesia balanceada


en cuanto a su mecanismo de acción. Por ello, para la realización de una
anestesia general se precisa la combinación de un hipnótico (inhalado o En esta modalidad se.utiliza la combinación de fármacos inhalados (efec-
intravenoso), un analgésico (opiáceo) y, en caso de ser necesario, un rela- to hipnótico) y fármacos intravenosos (opiáceos y relajantes musculares).

1
1■1■■■ ANESTESIOLOGÍA

ajustarse al grado de estímulo quirúrgico, a fin de evitar despertares in­


Las tres modalidades de anestesia son la inhalatoria, traoperatorios o excesiva profundización anestésica.
la intravenosa (TIVA) y la balanceada.
Puede optarse por el uso de agentes volátiles o hipnóticos intravenosos,
que se combinan con perfusión de opiáceos (anestesia balanceada o to­
Fases de la anestesia general tal intravenosa, respectivamente).

En el desarrollo de una anestesia general pueden distinguirse tres fases: El uso de relajantes musculares, durante el mantenimiento de la aneste­
inducción, mantenimiento y despertar. sia, se reserva para aquellas situaciones en las que se precisa una relaja­
ción muscular completa para el correcto desarrollo de la técnica quirúr­
Inducción gica (cirugía abdominal, traumatológica ...) o en aquellas cirugías en las
que movimientos involuntarios del paciente podrían ser muy peligrosos
La inducción generalmente se realiza mediante la administración de fár­ (neurocirugía, cirugía oftalmológica en niños ...). La presencia de un tubo
macos por vía intravenosa. endotraqueal no es, por sí misma, una indicación de uso continuado de
relajantes musculares durante la cirugía, siendo suficiente una adecuada
En ciertas situaciones, especialmente en niños, la inducción puede rea­ profundidad anestésica para que el paciente tolere el tubo endotraqueal.
lizarse por medio de anestésicos inhalados, aprovechando la pérdida de
consciencia del niño para la canalización de vías periféricas. La ventilación del paciente durante una anestesia general puede ser
espontánea o controlada (ventilación mecánica), en función, principal­
El fármaco más habitualmente utilizado en la inducción es el propofol. mente, de la profundidad de la hipnosis necesaria para el desarrollo de la
En aquellas situaciones de inestabilidad hemodinámica, suele sustituirse intervención programada.
por etomidato.
La administración de oxígeno debe ser ajustada a las características del
Junto a la administración del hipnótico, puede asociarse pequeñas dosis paciente, optándose por la menor fracción inspiratoria de oxígeno (FiO2)
de opiáceos de acción corta (tipo fentanilo), especialmente en aquellas que permita una adecuada oxigenación. La monitorización de una ade-
situaciones en las que está programada la intubación del paciente. cuada oxigenación del paciente se realiza habitualmente mediante pul­
sioximetría, siendo considerados normales valores superiores al 95%.
Durante la inducción anestésica, el control de la permeabilidad de la vía
aérea rnbra un papel decisivo. La disminución del nivel de consciencia En el caso de ventilación controlada, deben ajustarse los parámetros del
lleva asociado la pérdida del control de la vía aérea y la abolición, en ma- ventilador para asegurar una adecuada ventilación. La modalidad de ven-
yor o menor grado, de los reflejos protectores de la misma. tilación mecánica más habitual es la volumen control (ventilación con­
trolada por volumen o VCV). En este modo ventilatorio los parámetros
La vía aérea de los pacientes anestesiados se puede manejar mediante el que deben fijarse son el volumen corriente (6-8 ml/kg) y la frecuencia
uso de una mascarilla facial, mascarilla laríngea o un tubo endotraqueal. respiratoria (10-12 rpm), a b que puede añadirse presión positiva telees-
piratoria (PEEP). La monitorización de una adecuada ventilación, se realiza
Si la colocación del tubo endotraqueal es la opción elegida, una vez alcanza- mediante la valoración de los niveles de CO2 al final de la espiración (End
do un grado de hipnosis suficiente, debe comprobarse que el paciente pue- tidal CO2 o EtCO/
de ventilar fácilmente con mascarilla facial y, previamente a la realización de
la laringoscopia, debe administrarse una dosis de relajante muscular. En caso de ser necesaria una valoración más exacta del estado de oxi-
genación y ventilación del paciente, está indicada la realización de una
Un tipo de inducción especial lo constituye la llamada inducción de se- gasometría arterial.
cuencia rápida (ISR). Esta técnica está indicada en aquellos pacientes con
alto riesgo de broncoaspiración (estómago lleno, embarazadas, obstruc­ La administración del líquidos intravenosos (cristaloides o coloides) o, si
ción intestinal, hematemesis ...). Las diferencias principales respecto a la se precisa, de hemoderivados, son necesarios para el mantenimiento de
inducción en pacientes que cumplen ayuno son: la homeostasis del paciente. En este sentido se debe evitar la hipotermia,
Administración únicamente de hipnótico (no opiáceos). administrando dichos fluidos preferentemente calientes, mediante el uso
No ventilación previa con mascarilla facial (evitar insuflación de aire de calentadores.
en estómago).
Uso de relajante muscular de acción corta (succinilcolina). Con la Despertar
aparición del antagonista específico del rocuronio (sugammadex),
el uso de rocuronio en la ISR puede constituir una alternativa en un Consiste en el periodo de tiempo que transcurre durante la transición de
futuro cercano. un estado inconsciente hasta un estado consciente con recuperación de
La intubación orotraqueal es la única opción de manejo de la vía los reflejos de protección intactos.
aérea que minimiza el riesgo de broncoaspiración.
Se inicia con la disminución progresiva de la dosificación del hipnótico y
Mantenimiento opiáceo hasta su suspensión.

El mantenimiento se inicia cuando la profundidad de la anestesia es la El grado de relajación muscular debe ser el adecuado para permitir la
adecuada para proporcionar una analgesia, hipnosis y relajación muscu- respiración espontánea del paciente, pudiendo ser necesario, en algunos
lar suficientes para la cirugía. El grado de profundidad anestésica debe casos, la reversión del bloqueo muscular residual.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición________________ 01. Modalidades de anestesia

Debe asegurarse que el paciente esté caliente, mediante el uso de man- Anestesia intradural
tas térmicas.
También conocida como raquídea o subaracnoidea. El anestésico local se
En esta fase, se debe suministrar oxígeno a altas concentraciones, cercanas deposita en el espacio subaracnoideo (Figura 1).
al 100%. Típicamente la recuperación de la respiración espontánea es más Técnica. El punto de punción en piel corresponde al de intersección
rápida con el uso de agentes volátiles, precediendo incluso a la recupera- de la línea que une ambos bordes superiores de las crestas ilíacas y
ción del nivel de consciencia. En cambio, con el uso de la anestesia total la línea que une las apófisis espinosas. Dicho punto suele correspon-
intravenosa, los pacientes suelen recuperar inicialmente la consciencia y der al espacio L3-L4. En general, para la anestesia raquídea suelen
posteriormente la respiración espontánea y el control de la vía aérea. utilizarse los espacios L2-L3, L3-L4 o L4-L5, por el menor riesgo de
punción accidental de la médula.
La extubación del paciente constituye el momento crítico de la fase del La punción puede realizarse con el paciente en decúbito lateral o, si
despertar anestésico. Una extubación inadecuada puede provocar si­ la situación clínica lo permite, en sedestación.
tuaciones graves que comprometan la vida del paciente tales como la­ Una vez desinfectada una amplia superficie cutánea, se procede a
ringoespasmo y broncoespasmo. Los pacientes con gran inestabilidad la punción raquídea. Para ello, la aguja debe atravesar el ligamento
hemodinámica, insuficiencia respiratoria, hipotermia, vía aérea compro­ interespinoso, el ligamento amarillo, el espacio epidural, la durama­
metida o que han sido sometidos a cirugías muy prolongadas pueden dre y la aracnoides. Típicamente la sensación de pérdida repentina
permanecer intubados tras la cirugía, planeándose su extubación en con­ de resistencia suele delatar la entrada en el espacio subaracnoideo.
diciones óptimas durante su estancia en la unidad de reanimación. La salida espontánea de LCR claro, confirma la posición adecuada de
la aguja, permitiendo la introducción de la dosis de anestésico local
La extubación puede realizarse con el paciente despierto o bien con el pa­ deseado.
ciente todavía bajo anestesia profunda.
Extubación con paciente despierto: especialmente indicada en pacien­
tes con alto riesgo de broncoaspiración o pacientes con vía aérea difícil.
El paciente debe estar despierto, con recuperación de la respiración Médula espinal
espontánea, con adecuada ventilación y oxigenación, reflejos de pro-
tección de la vía aérea y sin bloqueo muscular residual. Una vez retirado
el tubo endotraqueal, debe vigilarse la posible aparición de complica­
ciones, hasta confirmar la capacidad del paciente de ventilar, oxigenar y
proteger la vía aérea.
Extubación con paciente dormido: su objetivo es intentar evitar
los riesgos de la estimulación de la vía aérea por la presencia del
tubo endotraqueal.
Esta técnica está especialmente indicada en niños y pacientes asmá­
ticos. También se prefiere en algunos tipos de cirugías, en los que la
aparición de tos o esfuerzos respiratorios del paciente pueden com­
prometer el resultado de la cirugía (cirugía oído medio, cirugía ocu­
lar, cirugía de pared abdominal o hernias inguinales ...).

Las tres fases de la anestesia son la inducción, el man­


tenimiento y el despertar.

Vértebra

1.3. Anestesia regional


Figura 1. Anatomía de la anestesia neuroaxial
A diferencia de la anestesia general, en la anestesia regional únicamente
se bloquea la conducción nerviosa hacia y desde el área quirúrgica. Esto Factores que influyen en el nivel de anestesia. El punto de punción
se consigue mediante el uso de anestésicos locales en la proximidad de en la anestesia intradural es fijo (entre L2-L3 y L4-L5). Sin embargo, di­
la médula espinal (anestesia regional neuroaxial) o de troncos/nervios versas características de los anestésicos locales o la realización de ciertas
periféricos (bloqueos nerviosos). Esta técnica consigue una excelente maniobras permiten alcanzar niveles más altos de anestesia (Tabla 1):
analgesia y relajación muscular del área quirúrgica. Baricidad. Se refiere al peso específico del anestésico local res­
pecto al LCR. Los anestésicos locales pueden clasificarse en:
Neuroaxial Hiperbáricos: con mayor peso específico que el LCR. Por
ello, una vez depositados en el espacio subaracnoideo, por
El anestésico local se deposita en la proximidad de la médula espinal, a la efecto de la gravedad, se dirigen hacia regiones declives
que llega por difusión. Pueden distinguirse los dos tipos que se exponen del canal medular. Se consiguen añadiendo dextrosa al
a continuación. anestésico local.
ANESTESIOLOGÍA

Isobáricos: con peso específico similar al LCR. Su distribu­ duramadre, lo que provoca una disminución de la presión del
ción será independiente de la posición del paciente. LCR y la tracción de nervios y vasos meníngeos.
Hipobáricos: con menor peso específico que el LCR. En este Factores que han demostrado relación con una mayor inciden­
caso, los anestésicos locales se dirigen hacia las regiones cia de cefalea pospunción son:
más elevadas del canal medular, en función de la posición Pacientes. jóvenes, preferentemente mujeres.
del paciente. Uso de agujas de mayor calibre.
Uso de agujas de punta afilada (Quincke), frente a menor
Cambios en la posición del paciente (posición de Trendelenburg incidencia con agujas con punta de lápiz (Sprotte o Witha­
o anti-Trendelenburg), determinarán el nivel de anestesia final. cre).
Dosis del fármaco. El nivel anestésico varía de forma directa­ Número de intentos de punción: a mayor número de inten­
mente proporcional a la dosis del anestésico local utilizada. tos, mayor probabilidad de aparición de cefalea.
Volumen del fármaco. Cuanto mayor es el volumen del anes­
tésico local, mayor es la difusión del mismo en el LCR y, por tan­ El tratamiento inicial consiste en la administración de líquidos
to, pueden alcanzarse niveles más altos de anestesia. (orales o intravenosos), analgésicos y reposo en cama en decú­
Turbulencia del LCR. La inyección rápida del anestésico local, bito supino.
provocará una mayor turbulencia en el LCR, lo que aumentará la Si la cefalea es muy intensa y/o su duración es mayor de 48 h,
difusión del fármaco y el nivel de anestesia alcanzado. puede optarse por la administración subaracnoidea de suero
La realización de barbotaje (aspiración y reínyección repetida de salino fisiológico o por la realización de un parche hemático
pequeñas cantidades de LCR a través de la jeringa de inyección epidural (para ello, se extraen 10-20 mi de sangre periférica del
del anestésico local) también aumenta la turbulencia del LCR. propio paciente y se inyecta en el espacio epidural).
Opiáceos. La combinación del anestésico local junto a peque­ Bloqueo simpático: las neuronas del sistema nervioso simpá­
ñas dosis de opiáceos (generalmente 10-20 µg de fentanilo) tico se localizan, a nivel medular, entre C8 y L2. Los anestési­
tiene un efecto sinérgico, aumentando el efecto del anestésico cos locales bloquean las fibras nerviosas sensitivas, motoras y
local. también las fibras simpáticas. Por ello, si se produce un bloqueo
Aumento de la presión intraabdominal. En aquellas situacio­ lo suficientemente extenso, la actividad simpática puede dismi­
nes clínicas en las que se produce un aumento de la presión nuir, apareciendo una clínica característica:
intraabdominal (embarazo, obesidad, ascitis . .. ) se produce una Bradicardia: por predominio del tono vagal. Se trata me­
disminución del espacio subaracnoideo y, por tanto, del volu­ diante la administración de atropina i.v. en bolo (0,5-1 mg).
men de LCR, lo que permite una mayor difusión del anestésico Si es grave y se acompaña de hipotensión, puede ser nece­
local, alcanzando un nivel anestésico más alto. sario el uso de efedrina o, incluso, adrenalina.
Hipotensión: la pérdida del tono simpático a nivel vascular
produce una vasodilatación de los vasos sanguíneos por
Área quirúrgica Nivel sensitivo-dermatoma debajo del nivel de bloqueo (típicamente en extremidades
Extremidades inferiores D12 inferiores). Esta discrepancia entre el contenido (volumen
Cadera D10 sanguíneo) y el continente (caída de las resistencias peri­
féricas) conduce a una situación de hipovolemia relativa,
.Próstata, vejiga D10
que se traduce en hipotensión, especialmente en aquellos
Vagina, útero D10 pacientes con hipovolemia o deshidratación previas al blo­
Extremidades inferiores con isquemia D8 queo intradural. La administración juiciosa de líquidos pa­
Testículos, ovarios D8 renterales y fármacos vasoconstrictores (efedrina en bolos
i.v. de 5 a 1O mg), constituyen el tratamiento de elección.
lntraabdominal bajo D8
lntraabdominales altas D4
Retención urinaria: el bloqueo de las fibras parasimpáticas del
Tabla 1. Nivel cutáneo necesario para algunos tipos de cirugías plexo sacro puede conducir a la aparición de retención urinaria
que precise de sondaje vesical descompresivo.
Fármacos utilizados. Los anestésicos locales más utlizados son bu­ Náuseas y vómitos: secundarios a hipotensión o bien al predo­
pivacaína (isobárica o hiperbárica), mepivacaína o lidocaína. minio del tono vagal. Su tratamiento consiste en la administra­
Duración del bloqueo anestésico. La duración del bloqueo anes­ ción de atropina. i.v.
tésico es característica del tipo de anestésico local utilizado. La com­ Punción hemática: la salida de sangre o una mezcla de sangre
binación con opiáceos o vasoconstrictores (adrenalina o fenilefrina) y LCR, a través de la aguja de punción intradural, puede deberse
prolonga la duración de la anestesia intradural. a la punción de una vena epidural. Si el líquido no se vuelve
Complicaciones relacionadas con la anestesia intradural. claro rápidamente, debe retirarse inmediatamente la aguja e in­
Cefalea pospunción dural: es la complicación más frecuente tentar otro punto de punción.
de la anestesia neuroaxial. Suele aparecer 24 horas después de Prurito: es característico de la administración de opiáceos a ni­
la técnica anestésica. Consiste en una cefalea occipital muy in­ vel neuroaxial. Puede ser útil para su control, la administración
tensa que se irradia hacia la región cervical posterior. Típicamen­ de antihistamínicos o naloxona.
te empeora con la bipedestación o sedestación, mejorando con Hematoma epidural: su incidencia global es baja (0,05-0,1%), si
el decúbito supino. Pued�n asociarse otros síntomas como naú­ bien constituye una urgencia neuroquirúrgica. Es más frecuente
seas, vómitos, diplopía, visión borrosa o acúfenos. Su etiología en pacientes que reciben medicación antiagregante y/o anti­
radica en la pérdida continua de LCR a través del orificio de la coagulante.

4
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición O l . Modalidades de anestesia

La cl ín ica consiste en la a parición de l u m ba l g i a aguda i ntensa se a d m i n istra un bolo de a nestésico loca l j u nto a 1 0-20 µg de adre­
j u nto a u n déficit neurológico tras la recu peración del bloqueo n a l i na. Si el catéter está en el espacio subaracnoideo, se prod ucirá un
neuroaxial o bien la a u sencia de rec u peración com p l eta de la rá pido bloq ueo intra d u ra l (5 m i n utos); sin embargo, si el catéter está
a nestesia intra d u ra l . E l diag nóstico se rea l iza media nte resonan­ en posición i ntrava sc u l a r, se prod ucirá un a u m e nto de la frecuencia
cia magnética. El trata miento consiste en la descompresión q u i­ ca rd íaca e h i pertensión, sec u n d a ria a la i nfusión de a d rena l i na.
rú rgica i n med iata. Fármacos. Los a nestésicos loca les más util izados son bu pivacaína,
Parestesias: por tra u m atismo d i recto o pu nción de los nervios levobu pivacaína y ropivaca ína. Pueden a ñ a d i rse peq ueñas dosis de
raq u ídeos. opiáceos o a d re n a l i n a para d i s m i n u i r la concentración de a nestésico
Disnea: suele a p a recer e n la a nestesia raq u ídea a lta. Se debe a l loca l a i n fu n d i r y/o prolonga r su acción.
bloqueo de las fi bras nerviosas de la musculatura a bdom i n a l e Complicaciones. Son s i m i l a res a las descritas pa ra l a a nestesia in­
i ntercosta l . No suele com prometer la ventilación del paciente, tra d u ra l :
ya que no afecta la fu nción del nervio frén ico (C3-CS), por lo que Cefa l ea pospu nción tras perforación accidental de la d u ra ma­
los movi m ientos del d iafragma está n preservados. d re.
E l ascenso del bloq ueo rad i c u l a r hasta n iveles su periores a CS, Ad m i n istración errónea del a nestésico loca l : intra d u ra l o i ntra­
provoca compromiso ventilatorio fra nco e, i n c l u so, apnea, pre­ vasc u l a r.
cisando el u so de venti lación mecá n ica. Anestesia e p i d u ra l alta.
Dolor radicular transitorio: es u n tipo de dolor neuropático de Sobredosis sistémica del a nestésico loca l .
d istri bución rad icu lar, intenso, q u e a p a rece tras la rea l ización de Tra u matismo d i recto de l a méd u l a esp i n a l : especial mente en
u n a técnica i ntra d u ra l y cuya d u ración suele ser i nferior a una catéteres colocados por encima de L2.
semana. Absceso epid u ra l .
Infección: pueden prod ucirse m e n i n g itis, a racnoiditis y a bsce­ Hematoma epid u ra l .
sos epidura l es. Sin embargo, su i ncidencia es muy baja.
Bloqueo nervioso periférico
Anestesia epidural
La técnica se basa en la a d m i n i stración de anestésico local en la proxi mi­
Consiste en la colocación de u n catéter en el espacio epid u ra l (véase la dad de los plexos nerviosos, troncos nerviosos o nervios a i slados. De esta
Figura 1). A través de d icho catéter, se a d m i n i stra el a nestésico local en forma, l a a nestesia queda l i m itada al territorio inervado por dicho plexo o
bolos o media nte perfusión conti n u a . El objetivo es conseg u i r u n blo­ nervio y particu la rmente a l territorio q u i r ú rgico, evita ndo así muchas de
queo neura l selectivo de seg mentos dorsa l es, l u m ba res o sacros, seg ú n las com p l icaciones asociadas a la a nestesia n e u roaxial.
la necesidad de a n estesia.
La i n d icación más frecuente de esta técn ica a nestésica es la cirugía de l a s
Los a nestésicos loca les a ka nza n las ra íces de los nervios espinales por extrem idades. Ejem plos de bloq ueos nerviosos s o n : bloqueo del p lexo
d ifusión a través de la d u ra m a d re desde el espacio epid u ra l donde son braq uial, nervio cu bita l, nervio med i a n o, nervio femoral, ciático, etc.
i nfu nd idos. Por el lo, el i n icio de acción es más lento (20-30 m i n u tos) que Técnica. El objetivo consiste en la a d m i n i stración peri neural de u n a
la a nestesia i ntrad u ra l (5- 1 O m i n utos). cantidad suficiente de a nestésico loca l, q u e difu n d i rá posteriormen­
te a los nervios.
Las dosis de a nestésicos locales a d m i n istradas son m ucho más a ltas q u e La loca l ización de los plexos y/o nervios puede rea l iza rse media nte:
en la a nestesia i ntrad u ral, y a que pa rte del fá rmaco escapa p o r los a g uje­ Referencias anatómicas.
ros de conj u nción o es a bsorbido por el plexo venoso epid u ra l (efectos Neuroestimulación: se acopla u n n e u roesti m u lador a la a g uja
sistémicos). de punción. U n a vez conseg uida la respuesta motora espera b l e
p o r el nervio objetivo, a l l l eva r la pu nta de la a g uja a las cerca­
Las principa les i n d icaciones de la a nestesia epid u ra l son a n a lgesia para n ías de d icho nervio (evitá ndose la pu nción d i recta del nervio),
el tra bajo del pa rto, ana lgesia posoperatoria y el trata miento de ciertos se infu n d e la dosis de anestésico loca l .
ti pos de dolor crón ico. Ultrasonidos: constituye la mejor opción, pues perm ite u n a v i ­
Técnica. El punto de pu nción más util izado es el l u m ba r (si m i l a r a l s i ó n d i recta y a tiempo rea l del trayecto de la a g uja de pu nción,
pu nto de punción en la técn ica intra d u ral), si b i e n pueden coloca rse d i s m i n uyendo el riesgo de pu nción accidental de estruct u ras ·
catéteres epid u rales a n ivel cervical, dorsa l y sacro. nerviosas o vasc u l a res. Además, perm ite d i s m i n u i r el vol u men
Util izando u n a a g uja e p i d u ra l , se ava nza lenta mente a través de las de a nestésico local a i n fu n d i r, pues se aseg u ra su depósito en la
estructuras l ig a mentosas. Al l legar a l l iga mento a m a r i l lo, se perc i be zona peri neura l .
u n a u m e nto de resistencia, mome nto en el q u e se retira el fiador de
l a a g uja y se coloca u n a jeringa son suero fisiológ ico o a i re. Se a p l ica Fármacos utilizados. Los a nestésicos loca les más util izados s o n li­
entonces u na presión constante al ém bolo de la jeringa, a l mismo doca ína y mepivacaína, y si se q u iere mayor d u ración del bloqueo,
tiempo q u e se i ntrod uce l a a g uja lenta mente. Al introd ucir el bisel bu pivaca ína y ropivaca ína.
en el espacio epid u ral, se p rod uce una m a rcada pérd i d a de resisten­ Complicaciones.
cia que perm ite desplaza r el é m bolo de la jeringa. En ese momento, Toxicidad por anestésicos locales: la anestesia de nervios
se reti ra la jeringa y se i ntrod uce el catéter epid u ra l a través de la periféricos perm ite evita r los riesgos asociados a una a n estesia
aguja, cuyo bisel se d i rige en d i rección cefá l ica. El catéter se ava nza genera l o n e u roaxia l . Sin e m b a rgo, las dosis elevadas de a nesté­
3-5 cm más a l l á de la pu nta de la a g uja. sico loca l necesa rias para el bloqueo nervioso, pueden provoca r
Una vez colocado el catéter, se ad m i n istra u n a dosis de prueba pa ra toxicidad sistém ica o del SNC si se prod uce la. i nyección i nadver­
desca rta r la colocación i ntrad u ra l o i ntravascu l a r del catéter. Pa ra el lo, tida e n espacio i ntravasc u l a r.

5
ANESTESIOLOGÍA

+
¡ '*!'"*¡
Punción nerviosa: a pesa r de la uti l ización de agujas atra u má­
ticas, pueden lesionarse estructuras nerviosas.

F@iF\M -M·MWI -- +,;;;;¡.¡;;;a


Punción vascular: ta nto venosa como a rterial.

1.4. Anestesia combinada

Esta técn ica consiste en la rea l ización de una a nestesia genera l j u nto a
cua l q u ier tipo de anestesia reg ional.

En la Figura 2 se presenta u n algoritmo con los ti pos de a nestesia que se


han desarrollado en este ca pítulo. Figura 2. Tipos de anestesia

" _La a nestesia balanceada es un tipo de a nestesia general en la


I d e a s c l a v e /./ que se uti l izan fá rmacos i n halados e i ntravenosos.

" El término de a nestesia incl uye los conceptos de a mnesia, anal­ " La anestesia neu roaxial incl uye las técnicas i ntradura l y epid u ral.
gesia y relajación muscular, necesarios pa ra el correcto desa rro­
llo de una i ntervención quirúrg ica.

" Se distinguen tres modalidades de anestesia: la a nestesia gene­


ral, la a nestesia regional (neuroaxial o periférica) y la a nestesia
combi nada (genera l y regional simu ltá neas).

6
Anestesiología

Visita prea nestésica

Se debe estudiar bien 2.1 . Anamnesis


la valoración global del riesgo
anestésico, la valoración
del riesgo cardíaco y el manejo Consiste e n l a elaboración d e una historia clínica del paciente con espe­
de la medicación habitual
cia l énfasis en detectar problemas que puedan afectar al acto anestésico.
del paciente en el periodo
perioperatorio.
Una anamnesis y exploración física correctas constituyen las herram ien­
tas más sensibles para detectar aquellos pacientes con mayor riesgo de
desarrollar complicaciones perioperatorias.
La visita preanestésica ba sa su necesida d en el diagnóstico preopera­
torio de patologías d esconocid a s por el paciente o de diversos facto­ La anamnesis debe presta r especial atención a:
res que puedan aumentar el riesgo d el paciente ante el acto a n estési­ Alergias medicamentosas.
co y la intervención quirúrgica, con objeto d e minimizarlos al máximo Consumo de tóxicos (alcohol, tabaco u otras d rogas).
mediante la ad opción de medid a s preventiva s y/o terapéuticas con­ Patología cardiovascular: hipertensión a rteria l, diabetes mellitus, car­
cretas. diopatía isquémica, stent coronarios, arritmias, etc.
Patología respiratoria: asma, EPOC, etc.
Los objetivos principales de la visita preanestésica son: Patología renal: insuficiencia rena l crónica, glomerulonefritis, mono­
Inicio de la relación anestesiólogo-paciente. Permite establecer una rreno, etc.
relación de confianza entre el paciente y el anestesiólogo, contribu­ Patología neurológica: epilepsia, ACV o AIT reciente, retraso mental,
yendo a disminuir el miedo o la ansiedad que el paciente pueda sen­ etc.
tir ante el acto anestésico. Patología hematológica: coagulopatías, etc.
Valoración objetiva, por parte del anestesiólogo, del estado de salud Patología tiroidea: hipertiroidismo o hipoti roidismo.
físico y psíquico del paciente. Para ello, se realizará una ana mnesis y Posibilidad de embarazo en mujeres en edad fértil.
exploración física completa del paciente, además de la valoración de Antecedentes quirúrgicos y anestésicos previos: tipo de i nterven­
la s pruebas complementarias necesarias. ción; tipo de anestesia realizada; efectos adversos atri buibles a l acto
Corrección, en caso necesario, de las alteraciones funcionales rever­ anestésico.
sibles de órganos vitales con el objetivo de que en la fecha de la Antecedentes fa miliares médicos, quirúrgicos y a nestésicos.
cirugía, el paciente esté en la mejor situación posible. Trata miento completo actualizado del paciente, con especial atención
Detección de riesgos específicos relacionados con el acto anestési­ a medicación antiagregante y/o anticoagulante, así como a las posi­
co: vía aérea difícil, alergias medica mentosas, coagulopatías, etc. bles interacciones medica mentosas con los fármacos anestésicos.
Revisión de la medicación habitual del paciente, con especial aten­
ción a posibles interacciones medica mentosas con los fármacos En un paciente previamente sano, de todos los datos clínicos extraíbles
anestésicos. mediante la anamnesis, la capacidad o tolerancia al ejercicio físico, es la va­
Elección de la técnica anestésica más adecuada en función de la si­ riable que más se correlaciona de forma global con el riesgo perioperatorio.
tuación clínica del paciente y la técnica quirúrgica.
Pauta de premedicación anestésica.
Obtención del consentimiento informado para el acto anestésico. 2.2. Exp loración física
La visita preanestésica debe realizarse preferentemente por el mismo
anestesiólogo que llevará a cabo la anestesia y, como muy tarde, el día La exploración física debe realizarse de forma sistemática por apa ratos.
antes de la intervención quirúrgica, con excepción de las intervenciones Deben recogerse, además, la s constantes vitales (especialmente tensión
quirúrgicas urgentes. arterial y frecuencia cardíaca), la talla y peso del paciente.

7
ANESTESIOLOGÍA

En la valoración preanestésica, cobra especial importancia: morbimortalidad de f orma global, bien refiriéndose a un sistema con-
Exploración cardiovascular: detección de arritmias, soplos card íacos, creto (escalas de riesgo cardiovascular o escalas de riesgo pulmonar),
edemas en extremidades inferiores, etc. en función del tipo de cirug ía ( riesgo quirúrgico) o bien de resultados
Exploración pulmonar: hipoventilación, ruidos respi ratorios, espira- anal íticos extra íbles de las p ruebas preoperatorias.
ción prolongada, acropaquias, etc.
Exploración de la v ía aé rea: informa sobre la posible dificultad en la Sin embargo, la escala más utilizada para la valoración del riesgo anesté -
ventilación y/o intubación del paciente en caso de que fuera nece- sico es el sistema de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American
sario (de forma p revista o no) para el desarrollo del acto anestésico. Society ofAnesthesiologists o ASA) (Tabla 1 ). Este sistema de clasificación
Ning una exploración de forma aislada es suficiente por sí misma sólo valora el estado f ísico del paciente previamente a la cirug ía, inde -
para detectar todos los casos de v ía aérea dif ícil. En cambio, la com- pendientemente del tipo de cirugía y del resultado de pruebas comple-
binación de va rias exploraciones puede ser útil para alertar sob re la mentarías. Por ello, constituye una valoración cualitativa ap roximada del
posibilidad de dificultad en la intubación, permitiendo establece r un riesgo. Sin emba rgo, múltiples estudios han demostrado que la escala
plan de abordaje de la v ía aérea. ASA presenta una correlación estad ísticamente significativa con la mor-
La valoración y el abordaje de la v ía aérea dif ícil se describen más talidad perioperato ria .
extensamente en el Capítulo 3. Manejo de la vía aérea.
Exploración de la región corporal donde previsiblemente se va a rea- Las caracte rísticas más impo rtantes a destacar de dicha escala son:
lizar el bloqueo anestésico en el caso de anestesia regional. No tiene en cuenta la edad del paciente, sino las morbilidades que
Calidad de los accesos venosos pe riféricos. presenta.
No tiene en cuenta el tipo de ci rugía a la que va a ser sometido el
paciente.
2.3. Valoración del riesgo anestésico No tiene en cuenta ningún valor anal ítico ni de pruebas funcio ­
nales que puedan realizarse al paciente en la valoración preope ­
ratoria.

-
Se han desarrollado múltiples escalas de clasificación de riesgo perio ­ Aporta u na valoración cualitativa del riesgo anestésico, no una valo­
perato rio. Muchas de ellas valoran de forma cuantitativa el riesgo de ración cuantitativa del riesgo quirúrgico global.

:::::V
Condición física

Pacie nte sano,


Situación funcional

Puede subir un piso de escaleras Paciente sa no


Ejemplos
M@fiih
< 0,03
sa lvo por el motivo o ca m i nar dos ma nza nas s i n disnea
de la cirug ía Sin ansie dad o m í n i ma res pecto
a la cirugía
11 Enfermedad sistémica Puede subir un piso de esca le ras Enfermedades sistémicas bie n controla das: 0,2
leve o moderada o ca m i na r dos manza nas pero te ndrá h i pertensión, d iabetes, EPOC leve, asma,
sin l i m itaciones q ue detenerse tras fi na l izar e l ejercicio obesidad, epile psia, a ne m ia mode rada,
f u nciona le s ASA I con ansiedad i m portante insuficiencia re na l compe n sada . . .
o m ie do
E m ba razadas e n e l tercer tr i mestre
111 Enfer medad sistémica Puede subir u n piso de escaleras Hipertensión arteria l mal controlada, diabetes 1 ,2
grave con l i m itación o ca m i nar dos ma nza nas, pero de berá mellitus mal controlada con complicaciones
f u ncional detenerse d ura nte la real ización vasculares, hipertiroidismo no controlado, episodio
de l ejercicio de insuficie ncia cardíaca > 6 meses, cardiopatía
isquémica crónica, accidente cerebrovascula r
> 6 meses, EPOC grave, insuficie ncia renal
en diá lisis, obesidad mórbida . .
IV Enfer medad sistémica No puede subir un piso de esca leras Angina i nesta ble, infarto de m iocardio o ACV 8
grave q ue constituye ni ca m i na r dos ma nza nas < 6 meses, i nsuficiencia ca rd íaca crónica g rave,
u na a me naza constante La disnea está prese nte i ncluso EPOC con oxíge no crón ico domici l ia rio,
para la vida de l paciente e n reposo cetoacidosis o coma h i perosmolar d ia bético,
crisis ti rotóxica, poli tra u matizado.. .
V Pacie nte mor i b u ndo Rotura a ne u risma de aorta a bdominal, 34
q ue no se espera embolia p u l monar, tra u matismo
q ue sobreviva > 24 h craneoe ncefá l ico o ACV con a u me nto
s i n interve nción de la presión i ntracraneal. . .
quirúrg ica
VI Donante de órga nos Paciente declarado en m ue rte ce rebra l
pe ndiente de donación d e órganos
E Sufijo que indica cirugía Rie sgo
urge nte (Emergency) a u mentado
pa ra cualquiera
de las categoría s anteriores
Tabla 1 . Clasificación de la American Society ofAnesthesiologists (ASA)

8
,___M
_anual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 02. Visita preanestésica

Estas recomendaciones tienen limitaciones añadidas:


La esca la más uti l i zada de riesgo anestésico es la de
la ASA, con seis categorías, que abarcan desde el pa­ Únicamente se refiere al tratamiento anestésico del paciente. El tra­
ciente sano al donante de órganos. tamiento quirúrgico puede requerir pruebas adicionales aunque fre­
cuentemente suelen solaparse.
Sólo se aplican a la cirugía programada o electiva (no urgente).
NO se aplican a aquellos pacientes que van a ser sometidos a cirugía
2.4. Pruebas com p l e m e ntarias mayor.
NO se aplican a aquellos pacientes que han desarrollado un proceso
agudo además de, o en relación con, el proceso quirúrgico que re­
Múltiples estudios han demostrado la escasa utilidad d e la realización in­ quiere intervención.
discriminada de pruebas preoperatorias de rutina para la detección de
patologías no conocidas previamente, en un paciente previamente sano. Son múltiples las pruebas complementarias preoperatorias que pueden
Una anamnesis y una exploración física correctas constituyen las herra- solicitarse, prácticamente cualquier prueba diagnóstica puede ser nece-
mientas más sensibles para detectar aquellos pacientes con mayor riesgo saria en la valoración preoperatoria del paciente.
de desarrollar complicaciones perioperatorias.
Entre las pruebas preoperatorias básicas se incluyen:
Por ello, la n cesidad de pruebas complementarias para una correcta va­ Hemograma completo: incluye cifras de hemoglobina (Hb) y
loración preoperatoria debe establecerse en función de distintas variables: hematocrito (Hcto), recuento leucocitaria y plaq u etario. Las ci­
Edad del paciente. fras de H b o Hcto y plaquetas son útiles en pacientes que van
Antecedentes patológicos y estado de salud clínico del paciente a ser sometidos a cirugía s en las que se espera un sangrado im­
(clasificación ASA) portante.
Tipo y/o magnitud de la intervención qui rúrgica. En el caso de anestesia regional, sobre todo neuroaxial, son necesa­
Tipo de anestesia. rias las cifras de plaquetas en la valoración preoperatoria.
Urgencia de la intervención quirúrgica. Bioquímica: cifras de glucosa, creatinina. sodio y potasio. Cuando
se sospecha disfunción hepática, pueden ser necesarias la determi­
No existen guías ni pautas globalmente aceptadas para establecer el tipo nación de cifras de bilirrubina! GOT, GPT y GGT. Al igual que la de­
y número de pruebas complementarias necesarias para cada tipo parti­ terminación de TSH en el caso de sospecha de disfunción tiroidea.
cular de paciente y cirugía, especialmente en pacientes distintos a ASA Coagulación: indicada en sospecha de coagulopatía, toma de an­
l. Por todo ello, la petición de pruebas complementarias preoperatorias ticoagulantes orales, cirugía con alto riesgo de sangrado, anestesia
suele estar sujeta a protocolos específicos de cada centro, aprobados . neuroaxial . . .
por las correspondientes comisiones de quirófano. Sin embargo, todos Electrocardiograma de 1 2 derivaciones: ciertas alteraciones elec­
ellos tierien en común el aumento del número y complejidad de pruebas trocardiográficas son especialmente importantes desde el punto de
complementarias a medida que aumenta la edad del paciente, el grado vista anestésico:
de clasificación ASA o la complejidad de la cirugía. Alteraciones del segmento ST.

-
Signos de isquemia, aguda o crónica.
En el caso de pacientes ASA 1 (sanos) se recomienda la realización de Arritmias supraventriculares: fibrilación o flutter auricular.
pruebas preoperatorias de la Tabla 2: Síndromes de preexitación.
Bloqueos AV.
Bloqueos de rama.
Varones Mujeres Hipertrofia ventricular derecha o izquierda.
N iños H b o Hcto Hb o H cto Marcapasos implantado.
< 45 años ECG ECG
Test de embarazo* Algunas indicaciones aceptadas para la realización preoperatoria de
H b y H cto en periodo un ECG son:
fértil Edad superior a 45 años, incluso ASA l.
45-65 a ños ECG ECG Pacientes con factores de riesgo cardiovascular.
Hb y Hcto Pacientes con hallazgos clínicos o exploratorios sugestivos de
Test de embarazo* patología cardiovascular.
Cirugías de riesgo moderado o alto (véase la Ta bla 3 en la pá­
> 65 años H b o Hcto Hb o H cto
gina siguiente).
ECG ECG
Creatinina Creatinina
Radiog rafía de tórax: no está indicada la realización preoperatoria
G lucosa Glucosa
sistemática de una radiografía de tórax en los pacientes ASA 1, salvo
Radiografía de tórax Radiografía de tórax
en pacientes obesos y/o fumadores de más de 20 cigarrillos/día. I n­
Obesos y fumadores > 20 cig/día de cualquier edad: radiografía de tórax dicaciones aceptadas para su realización son:
Bebedores > 500 mi/día de vino o g equivalentes de alcohol: coagulación, Edad superior a 65 años en pacientes ASA l.
plaquetas y GGT
Patología cardiopulmonar conocida o sospechada por la anam­
Hb: hemoglobina; Hcto: hematocrito nesis y/o exploración física.
* Si la paciente no puede descartar embarazo Cirugías de riesgo moderado o alto. Especialmente cirugía vas­
•ra bia 2. Pruebas preoperatorias para pacientes ASA 1 cular aórtica, cirugía abdominal o cirugía torácica.
ANESTESIOLOGÍA

Otras pruebas útiles en la valoración preoperator ia son: Tolerancia al ejercicio. La valoración del estado funcional cardía­
Pruebas de función respiratoria: en pac ientes sanos, no están co tiene va lor pronóstico, ya que los pac ientes con buena situac ión
indicadas de forma s istemática, debiendo reservarse para aquellos funcional tienen un menor r iesgo de desarrollo de complicaciones
pac ientes que presentan d isnea s in causa conocida tras una correcta card iovasculares.
anamnes is y exploración fís ica . Hallazgos clínicos tales como son i­ Exploración física. Debe incluir la toma de la tens ión arterial en am­
dos respiratorios o alargamiento de la espiración son más útiles que bos brazos, la exploración de los pulsos carotídeos en búsqueda de
los parámetros espirométricos a la hora de valorar el r iesgo de com­ soplos, la auscultación pulmonar, la palpación abdominal y el examen
pl icaciones pulmonares posoperator ias . S in embargo, en pac ientes de las extremidades en busca de edemas o s ignos de enfermedad vas­
con patología pulmonar conocida, que van a ser sometidos a c iru­ cular arterial perifér ica. El hallazgo de s ignos explorator ios de insufi­
gías de moderado y/o alto r iesgo, puede estar indicada su realiza­ c iencia cardíaca, estenosis aórtica o enfermedad vascular periférica se
c ión. Una indicación clara la constituye la valoración preoperator ia relaciona con un aumento del r iesgo ca rdíaco per ioperatorio.
de pac ientes con carcinoma pulmonar que van a ser sometidos a Electrocardiograma. Los hallazgos más importantes se relacionan
exéresis quirúrgica. con alteraciones del segmento ST (tanto elevaciones como descen­
Pruebas de función cardíaca: deben realizarse en pac ientes con sos), la presenc ia de onda Q o la detección de arr itm ias graves (véase
sospecha de patología cardíaca tras la realización de una anamne­ la Tabla 3).
s is, exploración física completa y valoración electrocardiográfica, etc.
As im ismo, pueden ser necesarias para la valoración del r iesgo car­ Predictores clínicos de riesgo cardíaco
díaco asociado a una c irugía en paciente con patología cardíaca co­ perioperatorio
nocida, especialmente en c irugías de r iesgo moderado o alto. Entre
ellas destacan :
Ecocardiografía: sospecha de d isfunción valvular, insufic iencia La guía del a ño 200 7 de la ACC/ A H A (s in cambios en una rev is ión pos­
cardíaca, etc. terior del a ño 2009) resumió aquellas situaciones clínicas con un r iesgo
Ergometría (prueba de esfuerzo): sospecha de cardiopatía is­ per ioperator io aumentado de infarto agudo de m iocardio, insuficienc ia
quémica inestable tras los hallazgos de la anamnesis o ECG. Es­ cardíaca o muerte de causa cardíaca (Tabla 3). D ichos predictores, que
pecialmente útil pues valora, además, la situación funcional del son extraídos por el clínico a través de la h istor ia clínica, la explorac ión fí­
paciente. s ica y el electrocardiograma en reposo, ayudan al méd ico a elegir a aque­
Pruebas farmacológicas de estrés cardíaco: indicadas en pa­ llos pac ientes que se beneficiarán de una evaluación cardiológica más
c ientes que no pueden realizar la ergometría por mala situación completa e, incluso, de la revascular ización m iocárd ica .
funcional y/o que presentan alteraciones del ECG basal que inter­
fieren en la interpretación correcta del trazado de la ergometría.
Factores de riesgo mayores que requieren manejo intensivo
(revascularización coronaria) y pueden precisar el retraso
2.5. Valoración del riesgo cardíaco o la cancelación de la cirugía, con excepción de la cirugía urgente
Angina i nestable

I nfarto agudo de m iocardio reciente (< 1 mes)


Las complicaciones cardiovasculares constituyen uno de los r iesgos más
I nsuficiencia card íaca descompensada i ncluida clase f u nciona l IV
importantes de los pac ientes sometidos a c irugía no cardíaca . Además, la de la NYHA, empeora miento reciente o reciente d ia gnóstico
prevalenc ia de pac ientes con patología cardíaca que deben ser someti­
Arr itm ia s significativas incl u idas bloq ueo AV avanzado, arr itmia s
dos a intervenciones quirúrg icas está aumentando progresivamente. Por
ventr icu lares si ntomáticas, arr itm ia s s u praventr iculares con frecuencia
ello, la valoración del r iesgo cardíaco es especialmente impor tante den­ card íaca > 1 00 1 p m en reposo, bradicardia si ntomática y taq u icard ia
tro de la valoración preoperator ia de este subgrupo de pac ientes. ventr icu lar de reciente diagnóstico
Enfermedad va lvu lar grave inclu ida la estenosis aórtica grave
La valoración del r iesgo cardíaco en la v is ita preoperator ia debe integrar o la estenosis mitral si ntomática
la información obtenida med iante la anamnesis, la exploración física y el
Otras situaciones clínicas que requieren una valoración cuidadosa
electrocard iog rama. Según las recomendac iones de la ACC/ A H A (Ame­
de la situación clínica actual
rican College of Cardiology and American Heart Association) del 2007, tres
H istoria de cardiopatía isquém ica
son los elementos pr inc ipales en los que debe basarse el r iesgo de even­
tos cardíacos mayores: H istoria de accidente cerebrovascu lar
Variables clínicas del pac iente. H istoria de insuficiencia card íaca compensada
Capacidad funcional o toleranc ia al ejerc ic io del pac iente.
Dia betes m e l litus
R iesgo asociado al tipo de c irugía.
I nsuficiencia renal crónica (creati n i na basa l > 2 mg/dl)
Historia clínica del paciente Tabla 3. Pred ictores clínicos de aumento de r iesgo cardiovascular
per ioperator io (muerte, infarto de m iocardio o insufic iencia cardíaca).
Anamnesis. Una h istor ia detallada de los síntomas del pac iente, Guía de la ACC/AHA, 2007
curso clínico y toleranc ia al ejerc ic io constituyen una importante
información para la valoración del r iesgo cardíaco. Especialmente Predictores mayores. Si uno de estos factores está presente, el ma-
debe interrogarse sobre patología coronar ia previa, clínica anginosa nejo intensivo del m ismo es obl igado, s iendo necesar io el retraso o
o insufic iencia cardíaca, clínica de estenosis aórtica o enfermedad suspensión de la _c irugía prev ista, salvo urgencia mayor. Entre ellos se
arterial per ifér ica. encuentran :

10
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 02. Visita preanestésica

Infarto d e miocardio reciente o angina inestable. La ACC define A rritmias graves. Se incl uyen el bloqueo AV avanzado, la taqui­
como infarto reciente aquel que se ha producido en el ú ltimo cardia ventricu lar sostenida, episodios de taq uicardia ventricular
mes. Es en este periodo cuando el riesgo card íaco es mayor, en presencia de enfermedad card íaca y a rritmias supraventricu­
por lo que, si bien no existen ensayos cl ínicos que sustenten lares con mal control de la frecuencia ventricular.
la recomendación, pa rece razonable demora r aquellas cirugías Insuficiencia cardíaca. I ncluida clase fu ncional IV de la NYHA, in­
no u rgentes a l menos cuatro o seis semanas tras el i nfa rto de suficiencia card íaca descom pensada, empeoram iento de la cla­
miocardio. se fu ncional o diagnóstico reciente.
La estratificación del riesgo card íaco en pacientes con angina La determi nación de los n iveles de péptido a u ricular natriu­
i nestable que no han sido revascularizados se basa en la rea l iza­ rético (BNP) es útil en el diagnóstico y manejo de diversas en­
ción de pruebas de estrés miocárdico. Si el resu ltado del test no fermedades card íacas. Sin embargo, en l a actua l idad no existe
revela isquemia miocárdica, la posibilidad de infarto tras cirugía evidencia de que su determinación sistemática en la valoración
no card íaca es bajo. Sin embargo, u n test de estrés positivo sue­ preoperatoria mejore la evol ución de los pacientes.
le constitu i r indicación de revascularización miocárdica. Enfermedad valvular grave. Estenosis aórtica grave o estenosis
La estratificación del riesgo card íaco o reinfa rto en pacientes m itra l sintomática.
que han sido sometidos a revascularización miocárdica con el
implante de stent metá l icos, se basa en el riesgo de trombosis
del stent asociado a la necesidad de suspensión del tratam iento
Se considera que el i nfarto de miocardio en el ú ltimo
antiagregante. El riesgo de reinfa rto o muerte de origen ca rdía­ mes obl iga a demorar las i ntervenciones q u i rúrgicas,
co está particularmente elevado en aquel los pacientes a los que salvo las urgentes.
se les ha implantado u n stent y que suspenden el trata miento
antiagregante debido a una cirugía electiva. Dicha suspensión
es pa rticularmente del icada en el caso de stent l iberadores de Otros predictores clínicos. Defi nen situaciones clínicas que requie­
fármacos. ren una valoración de la situación clín ica actual del paciente, gene­
La decisión de la suspensión de la cirugía o suspensión del tra­ ralmente mediante la rea l ización de pruebas d iagnósticas no invasi­
tam iento antiagregante, deberá real izarse en función de la "u r­ vas (determinaciones a n a l íticas, ecocard iografía, etc.).
gencia relativa" de la cirugía, los riesgos asociados al aumento Cardiopatía isquémica crónica: angina estable, infa rto agudo de
de la probabilidad de sa ngrado si se ma ntiene la medicación miocardio previo o la presencia de ondas Q patológicas en el
antiagregante y el riesgo de trombosis del stent en fu nción del electroca rdiograma.
tipo de stent (metál ico o l i berador de fá rmacos) y del _tiempo de Insuficiencia cardíaca: episodio previo o insuficiencia cardíaca
implantación del stent. compensada (estado funcional diferente de grado IV).
En relación con el tipo y tiempo de implantación del stent, las re­ Diabetes mellitus: con especial atención a la búsq ueda de posi­
comendaciones de la g u ía de 2007 de la ACC/AHA para cirugía bles compl icaciones vasculares.
programada son: Insuficiencia renal crónica: cifras de creatinina > de 2 mg/dl.
Angioplastia con balón: Enfermedad cerebrovascular: ACV o AIT previo.
< 1 4 d ías: retrasar cirugía.
> 14 d ías: real izar cirugía con AAS. Predictores menores. Son factores de riesgo conocidos pa ra e l
desarro l l o d e enfermedades ca rdiovasc u l a res pero e n l o s q u e n o
Stent metálico: se h a pod ido demostra r d e forma d efi n itiva q ue, d e forma i nde­
< 30-45 d ías: retrasar cirugía. pendiente, a u menten el riesgo card íaco perioperatorio. Por e l l o,
> 30-45 d ías: real izar cirugía con AAS. no está n i n c l u idas en las g u ía s d e m a n ejo d e l a ACC/AHA. Entre
e l l a s se encuentra n :
Stent liberador de fármacos: Edad superior a 7 0 años.
< 1 2 meses: retrasar cirugía. Alteraciones en el ECG: hipertrofia ventricular izquierda, blo­
> 1 2 meses: rea l izar cirugía con AAS. queo de ra ma izquierda o a lteraciones de la onda T.
Ritmo card íaco no sinusal (fi brilación o flutter a u ricu lar con res­
A pesa r de estas recomendaciones, el riesgo card íaco de los pa­ puesta ventricular controlada).
cientes está au mentado, si bien se desconoce la estratificación H ipertensión sistólica no controlada.
y la duración de dicho aumento de riesgo. Obesidad.
En el caso de cirugía de u rgencia en los · periodos de mayor
riesgo de trombosis del stent, debe valora rse conj untamente Riesgo asociado al tipo de cirugía
la probabilidad de trombosis j u nto al a umento de riesgo vita l
asociado a l sangrado quirúrgico. En general, se asume el riesgo El tipo y l a d u ración de l a i ntervención q u i r ú rgica constituyen dos fac­
de sangrado, manteniendo el tratam iento antiagregante a l me­ tores releva ntes del riesgo d e a parición de compl icaciones card íacas
nos con AAS, con excepción de cirugías con elevado riesgo vita l perioperatorias. La g u ía d e l a ACC/AH A de 2007 estratifica e l riesgo
asociado a la hemorragia tales como: neurocirugía, cirugía 'de q u i r ú rgico e n fu nción d e cada proced imiento (Ta b l a 4). Para e l l o, se
médula espinal y de cámara posterior ocu lar. En estos casos, la d isti n g u e n tres gru pos d e riesgo: a lto, i ntermedio y bajo. Para cada
antiagregación se suspende, reiniciándola lo más precozmente uno d e ellos l a proba b i l idad d e sufri r un evento card íaco g rave es,
posible tras la intervención quirúrgica, recomendándose inclu­ respectiva m ente, d e > 5%, 1 -5% y < 1 %. Dichos porcentajes d e ries­
so el uso de dosis de carga de AAS (250-300 mg) y clopidogrel go, pueden a u mentar o d i s m i n u i r e n fu nción d e las características de
(200-300 mg). cada centro y de l a experiencia del eq u i po q u i r ú rg i co. Para e l caso d e

ii-2
ANESTESIOLOGÍA-------------,

intervenciones urgentes, las tasas de riesgo sufren un aumento en 2-5 Las pruebas de función respiratoria deben reservarse pa ra aquel los pa­
veces respecto a cirugías programadas. cientes con disnea de origen no acla rado o con mala tolerancia al ejer­
cicio. En pacientes con diagnóstico previo de EP0C, se recomiendan en
aquellos casos en los que no puede determinarse clínicamente si la obs­
Alto riesgo (> 5% de proba bilidades de muerte de causa cardíaca trucción del flujo aéreo ha sido corregida adecuadamente con el uso de
o infarto agudo de miocard io no fatal) la medicación broncodilatadora.
Orugía de aorta o cualquier otra cirugía mayor vascular
Cirugía arterial periférica La realización de una gasometría arterial no ha demostrado utilidad para
Riesgo intermedio ( 1 -5% de proba bil idades de m uerte de causa la identificación de pacientes de alto riesgo de com plicaciones pul mona­
cardíaca o infarto agudo de miocardio no fatal) res posoperatorias.
Endarterectomía carotidea
Cirugía de cabeza y cuello
Factores de riesgo probables
Cirugía intraperitoneal o torácica Factores de riesgo
(sin evidencia significativa
Cirugía ortopédica demostrados
en la actual idad)
Cirugía prostática
Edad > 50 años Obesidad
Riesgo bajo ( < 1 % de probabil idades de muerte de causa card íaca
EPOC Anestesia general (en relación
o infarto agudo de miocardio no fatal)
con _anestesia regional)
Cirugia ambulatoria
Insuficiencia cardíaca Apnea obstructiva del sueño
Procedimientos endoscópicos
Estratificación de riesgo ASA > 11 Hipoventilación (pC02 > 45 mmHg)
Procedimientos superficiales
Cirugía de cataratas Niveles de albúmina < 3,5 g/dl Radiografía de tórax patológica
Cirugía de mama Cirugía abdominal. torácica, aórtica, Tabaquismo activo
cabeza y cuello, neurocirugía en las 8 semanas previas
Tabla 4. Estratificación del riesgo cardíaco para cirugía no cardíaca
y cirugía de aneurisma de aorta
Guia de la ACUAHA. 2007
abdominal
Duración de la cirugía > 3 horas Infección activa del tracto
respiratorio superior
2.6. Va l o ración d e l riesgo
Uso de pancuronio como relajante
de com p l icaciones p u l m o n a res muscular
Cirugía de urgencia
Las complicaciones pulmonares posoperatorias son una causa impor- Tabla S. Factores de riesgo asociado a un aumento de complicaciones
tante de morbimortalidad. La valoración pulmonar preoperatoria es un pulmonares posoperatorias
elemento importante en la visita preanestésica del paciente (Tabla 5).
La valoración preoperatoria del riesgo de desarrollo de tromboembolis-
Las complicaciones pulmonares posoperatorias más graves incluyen: mo pulmonar debe tener en cuenta factores relacionados con el pacien-
fallo respiratorio con necesidad de ventilación mecánica prolongada, te y la cirugía prevista (Tabla 6).
atelectasias, infección (bronquitis y neumonía). broncospasmo, exa-
cerbación de patología crónica pulmonar y tromboembolismo pul­
monar. Bajo riesgo
Cirugía menor en pacientes < 40 años sin factores de riesgo*
Durante la anamnesis se debe prestar especial atención a aquellos sín­
tomas que pueden sugerir la presencia de patología pulmonar desco­ Riesgo moderado
nocida, como mala tolerancia al ejercicio fisico, tos crónica o disnea de Cirugía menor en pacientes con algún factor de riesgo
origen no explicado. La exploración fisica debe basarse en la búsqueda
Cirugía en pacientes 40-60 años sin factores de riesgo
de signos sugestivos de enfermedad pulmonar tales como: ruidos res­
piratorios anormales, espiración prolongada, facies congestiva, acropa­ Alto riesgo
quias . . . La obesidad no se considera un factor de riesgo por sí mismo Cirugía en pacientes > 60 años
(en ausencia de otras comorbilidades asociadas frecuentemente a ella)
Cirugía en pacientes de 40-60 años con algún factor de riesgo
para el desarrollo de complicaciones cardiopulmonares, con excepción
del tromboembolismo pulmonar. Muy a lto riesgo
Cirugía en pacientes > 40 años con múltiples factores de riesgo
Las pruebas complementarias deben estar dirigidas por la sospecha clí­
Cirugía de cadera o rodilla
nica derivada de la anamnesis y exploración fisica previas o bien por la
necesidad de una evaluación objetiva de una patología pulmonar cono­ Politraumatizado grave o lesión de médula espinal
cida previamente. • Factores de riesgo para enfermedad tromboembólica venosa (ETEV):
edad avanzada, cáncer, ETEV previa, obesidad, insuficiencia cardíaca,
Se debe realizar una radiografia de tórax en pacientes que van a ser so­ movilidad disminuida o presencia de estado de hipercoagulabilidad
(déficit de proteína C. factor V Leiden)
metidos a cirugía de moderado o alto riesgo, o si se sospecha patología
cardiopulmonar tras la evaluación clínica del paciente. Tabla 6. Riesgo de enfermedad tromboembólica en pacientes quirúrgicos
M a n u a l CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edició n 02 . Visita preanestésica

2.7. Manejo de la medicación habitual Sin embargo, en pacientes con a lto riesgo de desarrollo de compl ica­

del paciente en la visita preoperatoria ciones cardiovascu lares, la evidencia d isponible en la actual idad pa rece
ind icar la recomendación genérica de ma ntener la a ntiagregación con
AAS, para la g ra n mayoría de las intervenciones q u i rú rg icas, salvo aquellas
Aproximadamente la mitad de los pacientes que va n a ser sometidos a una en las que el sa ngrado pod ría ser catastrófico para el paciente: cirugía
i ntervención quirúrgica toman algún ti po de fá rmaco de forma habitual. de médula espi nal, neurocirugía y cámara posterior ocu l a r. En el resto, el
Dura nte la eval uación preanestésica, el anestesiólogo debe decidi r si dicha control de la hemorragia, debería ser q u i rú rgico y, en caso de ser necesa­
medicación debe ser suspendida o debe conti nuarse dura nte el periodo rio, media nte el uso de tra nsfusiones de hemoderivados (fu ndamental­
perioperatorio. Pa ra ello, deben tenerse en cuenta diversos factores: mente plaq uetas). No existe evidencia de que la estrategia de sustitu i r la
Patología de base que esta blece la ind icación del uso del fá rmaco. medicación a ntiagregante por heparinas (no fraccionadas o de bajo peso
Efectos adversos de los fá rmacos. molecu l a r) sea eficaz en aquellas patolog ías en las que claramente está
Posi bles interacciones med ica mentosas con los fá rmacos a nestésicos. esta blecido la necesidad de tera pia a ntiagregante.
Tipo de cirugía.
En el caso de pacientes con trata m iento a nticoagulante oral, la opción de
Como reg la general, la mayor pa rte de la medicación que forma pa rte del su sustitución por heparina de bajo peso, a dosis de a nticoagu lación, cons-
trata m iento ha bitual del paciente, debe ma ntenerse sin modificaciones tituye la mejor opción posible. Debe tenerse en cuenta la necesidad de
hasta el m ismo d ía de la i ntervención q u i rú rgica. Sin embargo, dicha indi- suspender el a nticoagula nte ora l 5 días a ntes de la cirugía, i n iciá ndose el
cación no se cúmple pa ra u n red ucido grupo de fá rmacos. tratam iento con heparina. Asi mismo, la heparina debe suspenderse 24 ho­
ras a ntes de la cirugía, pudiéndose rei niciar 24 horas tras la cirugía (retrasar
Fármacos del sistema cardiovascular (Tabla 7) i n icio si la cirugía es de alto riesgo de sa ngrado posquirúrgico). La a nticoa­
g u lación oral, debe reiniciarse lo más precozmente posible (a pa rtir de las
24 horas tras cirugía), ma nten iéndose la administración de heparina hasta
conseg u i r cifras de I N R en el ra ngo terapéutico deseado. Cualqu ier tipo de
Fármaco Recomendación cirugía electiva debería evitarse en el mes posterior de cualquier fenóme­
�-bloqueantes Continuar terapia inclu ido el d ía de la cirugía no emból ico a rterial (em bolia a rterial periférica, accidente cerebrovascu lar
Calcioantagonistas Continuar terapia incluido el d ía de la cirugía ag udo, accidente isquémico tra nsitorio) o venoso (ETEV).
I ECA Continuar terapia incluido el d ía
de la cirugía si la indicación es corno Cirugías de bajo riesgo de sangrado, tales como a rtrocentesis, cataratas
antihipertensivo (sin necesidad de anestesia retrobu l ba r) o corona riog rafía, etc., pueden
Suspender el día de la cirugía si la indicación rea l izarse sin suspensión de la a nticoagu lación ora l, aseg u ra ndo previa­
es para insuficiencia cardíaca y los niveles mente cifras de I N R en ra ngo tera péutico.
basales de tensión arterial son bajos
l n h ibidores de receptores Continuar terapia incluido el día de la cirugía
de angiotensina 1 1 si la indicación es corno antihipertensivo Fármaco Recomendación
Suspender el día de la cirugía si la indicación AAS Suspender terapia 7-1 O d ías antes de la cirugía
es para insuficiencia card íaca y los niveles
basales de tensión arterial son bajos Dipiridarnol Suspender terapia 2 d ías a ntes de la cirugía
Diuréticos Continuar terapia hasta el d ía de la cirugía, Clopidogrel Suspender terapia 7- 1 O días a ntes de la cirugía
pero no administrar la dosis de la mañana Ticlopidina Suspender terapia 7-1 O d ías a ntes de la cirugía
Agonistas a.2- Continuar terapia incluido el día de la cirugía Acecurnarol/warfarina Suspender terapfa 5 d ías a ntes de la cirugía
adrenérgicos (clonidina) I niciar terapia con H BPM a dosis
Estatinas Continuar terapia incluido el d ía de la cirugía a nticoagulantes
Suspender dosis de heparina 24 h antes
H ipolipernia ntes no Suspender un d ía previo a la cirugía de la cirugía, reiniciándose 24 h después
estatinas (fibratos; ácido si hay bajo riesgo de sangrado posquirúrgico
n icotínico . . . )
Rein iciar a nticoagulación oral una vez
Tabla 7. Fá rmacos del sistema ca rdiovascular confirmado bajo riesgo de sangrado
posquirúrg ico, conj u ntamente con H BPM
hasta alcanzar cifra de I N R en rango
Fármacos relacionados con la hemostasia Heparinas de bajo Suspender dosis de heparina 24 h a ntes
peso molecular de la cirugía, rein iciá ndose 24 h después si hay
(HBPM) bajo riesgo de sangrado postquirúrgico
Las recomendaciones expresadas en la Tabla 8, en el caso del ácido
acetilsal icílico (AAS), dipiridamol y clopidrogel, se refieren a l periodo de Antiinflarnatorios Suspender terapia 2-3 d ías antes de la cirugía
no esterojdeos
tiempo necesario para que la retirada del fá rmaco sea eficaz respecto a la
corrección de los efectos sobre la agregación plaq ueta ria. Sin embargo, Tabla 8. Fá rmacos a ntiagregantes y a nticoagula ntes
se debe recordar que la ind icación de la retirada o no de la medicación
antiagregante debe toma rse tras va lorar m i n uciosa mente la ind icación En el caso de la rea l ización de anestesia reg ional neuroaxial (intrad u ra l o
de a ntiagregación y los riesgos vita les derivados de su reti rada o del po­ epid u ral) los tiem pos de seg u ridad en relación con los distintos fá rmacos
tencial sangrado, si se ma ntiene el fá rmaco, d u ra nte la cirugía; opta ndo que afecta n la hemostasia se describen en la Tabla 9. Se debe recordar
por la opción de menor riesgo, en su conj u nto, pa ra el paciente (véase el que, de forma general, el mayor riesgo de sangrado se asocia a la coloca­
Apartado 2.5. Valoración del riesgo cardíaco). ción del catéter epid u ra l y, especialmente, a su retirada.

13
ANESTESIOLOGÍA-----------------.

Fá rmaco Recomendación
A. l ntradural A. Epidural*
HBPM (heparina de bajo peso Suspender HBPM 24 h antes de la técnica Suspender HBPM 24 h antes de la retirada
molecular) dosis_anticoagulantes Reiniciar al menos 6 h después de la técnica del catéter epidural
Reiniciar al menos 6 h después de la retirada
del catéter epidural
HBPM dosis profilácticas Suspender HBPM 12 h antes de la técnica Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
de enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) Reiniciar al menos 6 h después de la técnica Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
HNF (heparina no fraccionada) Suspender HNF 4 h antes de la técnica (TPTA Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
< 1 ,5 veces el control) Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
Reiniciar al menos 1 h después de la técnica
Acecumarol Suspender HBPM 3-5 días antes de la técnica + Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
INR < 1 ,5 Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
Reiniciar, al menos. 24 h después de la técnica
• Las recomendaciones en el momento de la realización de la técnica son las mismas que en el caso de la anestesia intradural. Los tiempos descritos en esta
columna se refieren al ·ernpo de seguridad necesario para la retirada del catéter epidural
NR: relación noona lzada internacional
TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activado
Tabla 9. Fármacos anticoagulantes ante anestesia regional neuroaxial

En l os pacientes tratados de forma crónica con AAS o


Fármacos en endocrinología
c l opidogrel se recomienda su suspensión, a l menos,
7 d ías antes de l a c i rugía. Tabla 10

Fármaco Recomendación
Hipoglucerniantes orales Continuar terapia hasta el día de la cirugía, pero no administrar dosis de la mañana, sustituyéndolos por
(excepto rnetformir>a) insulina rápida parenteral (subcutánea o intravenosa)
Reiniciar dosis habituales cuando esté asegurada la ingesta oral
Metformlna En cirugía con riesgo aumentado de hipoperfusión renal, aumento ácido láctico y/o hipoxia,
suspender 48 h antes
Sustituir por insulina rápida parenteral
Reiniciar cuando esté asegurada la integridad de la función renal y hemodinámica, así como la ingesta oral
Insulina Continuar terapia a dosis habituales hasta el día de la cirugía En la mañana de la cirugía, administrar
insulina subcutánea (NPH, glargina o detemir) o intravenosa (rápida) en función de las características
del paciente y cirugía, junto a aporte de glucosa (soluciones glucosadas o nutrición artificial)
Reanudar pauta habitual una vez. asegurada la ingesta oral
En caso de perfusión intravenosa de insulina, mantenerla hasta 2 h después de la dosis de insulina
subcutánea
Tratamientos inferiores a 3 semanas o terapias •a días alternos• tienen bajo riesgo de supresión
del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA), y deben continuar con la misma dosis de corticoides
en el periodo periopefatorio
Prednisooa > 20 rng/día o dosis equivalentes durante > 3 semanas. debe asumirse inhibición
del eje HHA. siendo necesario el aumento de la dosis de glucocorticoide en el periodo perioperatorio
Pacientes con aspecto cushingoide, debe asumirse inhibición del eje HHA, siendo necesario aumento
de la dosis de glucocorticoide en el periodo perioperatorio
Prednisooa 5-20 rng/día o dosis equivalente, durante > 3 semanas. debe realizarse test de ACTH
o asumir inhibición del eje hipotálamo-adrenal
Hormonas tiroideas Continuar terapia hasta el día de la cirugía
Anticonceptivos orales Continuar hasta el día de la cirugía para intervenciones con bajo o moderado riesgo para ETEV.
Sin embargo. debe recomendarse la adopción de otras medidas anticonceptivas por riesgo
de posibles interacciones medicamentosas con fármacos anestésicos
En cirugías de alto riesgo para ETEV, suspender 4-6 semanas antes del día de la intervención
Terapia hormonal sustitutiva Continuar hasta el día de la cirugia para intervenciones con bajo o moderado riesgo para ETEV
En cirugías de alto riesgo para ETEV. suspender 4-6 semanas antes del día de la intervención
Moduladores de receptores estrogénicos Continuar terapia para intervenciones con bajo riesgo para ETEV
(tamoxifeno/raloxifeno) En cirugías de moderado-alto riesgo para ETEV. suspender 4-6 semanas antes del día de la intervención
En el caso indicación para tratamiento de carcinoma de mama consultar con oncólogo
ETEV: enfermedad tromboembólica venosa
Tabla 1 O. Fármacos utilizados en endocrinología

14
.___"""M n u a l CTO de Med ici n a y Ci rug ía , 4 . ª ed ici_
a __
---'- ó�n-------------��-------- 0 2 . Visita preanestésica

Fármacos del sistema nervioso (Tabla 11¡ Fármacos del aparato digestivo (Tabla 14¡

Fármaco Recomendación Fármaco Recomendación


Levodopa/ca rbidopa Conti nuar tera pia hasta la noche previa l n h i bidores de la bomba Conti nuar tera pia incluido el d ía de la cirugía
a la cirugía y suspenderlo el d ía de la cirugía de protones
Agonistas dopa m i n érgicos Continuar tera pia hasta la noche previa Antagonistas H2 Conti nuar terapia i n c l u ido el d ía de la cirugía
a la cirugía y suspenderlo hasta al menos
1 2 h tras la cirugía Tabla 14. Fá rmaco s utilizado s en pato log ía del apa rato d igestivo
Anticomiciales . Conti nuar tera pia incluido el d ía
de la cirugía. En pacientes c o n mal control Fármacos en reumatología (Tabla 15¡
de crisis, puede a d m i n istrarse fen itoína
o fenoba rbita l parenteral si precisa
'
Ácido val p roico Conti nuar tera pia incluido el d ía Fármaco Recomendación
de la cirugía. En pacientes con ma l control
Fármacos a nti rreu máticos Suspender terapia 1 -2 semanas antes
de crisis puede a d m i n istrarse la solución
mod ificadóres de la cirugía
parentera l en perfusión continua
de la enfermedad Reiniciar tera pia 1 -2 sema nas después
Seleg i l i n a Suspender la tera pia la noche previa (eta nercept, rituxi mab, de la cirugía
a la cirugía i nf l iximab . . . )

Tabla 11. Fá rmaco s utilizado s en pato log ía del sistema n ervio so Metotrexato Conti nuar tera pia incluido el d ía
de la cirugía
En pacientes con i n s uficiencia renal,
Fármacos en psiquiatría (Tabla 12¡ suspender 2 semanas a ntes de la cirugía
Su lfasalazina Suspender tera pia 1 semana a ntes
de la cirugía
Fármaco Recomendación
Azatiopri na Suspender tera pia 1 semana antes
l n h i bidores Suspender la terapia 3 semanas previas de la cirugía
de la recaptación a cirugías de riesgo catastrófico de sangrado
de la serotonina (SNC), por alteración plaq ueta ria Lef l u nomida Suspender tera pia 2 semanas antes
de la cirugía
IMAO Suspender la terapia 2 semanas previas
a la cirugía ( riesgo de h i pertensión g rave H id rox icloroq u i na Conti nuar terapia incluido el d ía
y síndrome seroto n i nérgico). de la cirugía
En caso de rea l izarse anestesia sin periodo Colchici na/a lopurinol Conti n u a r tera pia inclu ido el d ía
de seg u ridad, evitar a d m i n istración de la cirugía
de efed rina, meperidina y dextrometorfano)
Tabla 15. Fá rmaco s util izado s en reumato log ía
Antidepresivos tricícl icos Conti nuar terapia incluido el d ía
de la cirugía en pacientes con tratam iento
a dosis elevadas
Medicación natural/productos
Suspender terapia 7 d ías a ntes de herbolario
de la cirugía en pacientes en trata miento
con dosis bajas
Son mú ltip l e s lo s p roducto s d e h e rbo l a rio y/u homeopático s que pue­
L itio Conti nuar terapia incluido el d ía de la cirugía
den p rovocar inte racciones con fá rmaco s anestésicos. Ademá s, muchos
Antipsicóticos Conti nuar terapia i n c l u ido el d ía de la cirugía
d e esto s p roducto s tien en efecto s que pueden resu lta r p e rjud iciales p a ra
en pacientes de a lto riesgo de crisis
el paciente en el periodo periope rato rio, ta les como aumento del riesgo
psicóticas
de h emo rrag ia, h ipog lucemia, sedación, etc. Po r el lo, en g en e ra l se reco­
Benzodiacepi nas Conti nuar terapia i n c l u ido el d ía de la cirugía
m i enda la su spen sión de este tipo de p roductos, al m eno s, una seman a
Tabla 12. Fá rmaco s util izados en p s iqu iatría antes de la fech a de la inte rvención qu i rú rgica.

Fármacos del aparato respiratorio (Tabla ni


2.8. M ed icación prea nestésica
Fármaco Recomendación
Agonistas j3-adrenérgicos Conti nuar terapia i n c l u ido el d ía L a medicación p reanestésica, comúnmente inc lu ida en e l térm ino g en e­
inhalados de la cirugía ral d e "p remedicación", tien e como objetivo fundamental la d i sm inución
Antico l inérgicos i n ha l ados Conti nuar terapia incluido el d ía de la ans i ed ad y el m i edo del paciente ante el acto anestésico y la inter­
de la cirugía vención qu i rú rg i ca ( an s ió l i s i s).
Teofi l i nas Continuar terapia hasta el d ía de la cirugía,
pero no a d m i n i strar dosis de la mañana Mú ltip l e s estud io s h an demo strado que e l estado p s íqu ico p reope rato rio
l n h i bidores de leucotrienos Conti nuar tera p ia incluido el d ía del paciente, tien e una ma rcada influencia sob re el si stema card iovascu­
de la cirugía l a r du rante la interven ción qu i rú rg ica e, incluso, sob re l a s necesidades
Tabla 13. Fá rm a co s util i zados en p a to logía d e l apa rato res p i rato rio ana lgésicas posop e rato rias. Un g rado d e an sió l is i s adecu ado, p u ede con-

15
--■
1■■■■ ANESTESIOLOGÍA

tribuir a disminuir de forma significativa respuestas vegetativas que pue­ La aspiración relacionada con el acto anestésico fue inicialmente descri­
den aparecer durante la inducción anestésica, tales como: hipertensión o ta por Mendelson en relación con el parto; en la actualidad se define el
hipotensión, reacciones vagales o alteraciones del ritmo cardíaco (princi­ síndrome de Mendelson como la aspiración pulmonar de contenido gás­
palmente taquiarritmias). trico relacionada con cualquier acto anestésico, incluidas las pacientes
obstétricas.
La medicación habitualmente utilizada para alcanzar este objetivo son
las benzodiacepinas. Son múltiples las posibilidades de elección, tanto Diversas características pueden retardar el vaciamiento gástrico, aumen­
en tipo como en dosis de fármaco, siendo necesario individualizar la elec­ tando el riesgo de broncoaspiración. Algunas de ellas son: embarazo,
ción en función de las características del paciente (especialmente en an­ obesidad, diabetes, hernia de hiato, historia de reflujo gastroesofágico,
cianos) y el tipo de cirugía prevista. íleo u obstrucción i ntestinal, alimentación enteral o cirugía de urgencia.

Son múltiples las benzodiacepinas útiles como medicación preanestési- El tipo de alimento también se relaciona con la rapidez de vaciamiento
ca; sin embargo, generalmente se prefieren áquellas de vida media corta, · gástrico; de tal forma que se distinguen varias categorías: líquidos claros
especialmente midazolam (el mismo día de la cirugía). Otras posibilida- (agua, zumo de frutas sin pulpa, té claro o café), leche materna, fórmulas
des son: lorazepam, lormetazepam, bromazepam, diazepam y clorazepa- para lactantes, leche no humana y sólidos. La ingesta de carne o fritos
to dipotásico (deben administrarse la noche previa a la cirugía). también aumenta el tiempo de vaciamiento gástrico. En el caso de leche
no humana y sólidos, la cantidad de alimento ingerido también debe te-
Existen diversas situaciones clínicas y/o características de los pacientes en nerse en cuenta a la hora de estimar el tiempo necesario en ayuno.
las debe evitarse el uso de benzodiacepinas como medicación preanes­
tésica (es decir, la ansiólisis previa a la cirugía está contraindicada): E n la Tabla 16 s e exponen las recomendaciones d e ayuno d e la ASA
Embarazadas en el tercer trimestre de gestación. ( 1 999) para pacientes sanos (ASA 1) que van a ser sometidos a cirugía pro­
Recién nacidos y lactantes en los primeros 6 meses de vida. gramada bajo anestesia general, regional o sedación/analgesia. En el caso
Edad avanzada. de enfermedades coexistentes, situaciones que disminuyan el ritmo de
Reacción paradójica previa a benzodiacepinas (valorar neurolépti­ vaciamiento gástrico, embarazo o ante la posibilidad de una vía aérea
cos). difícil, dichas recomendaciones deberían ser reevaluadas, prolongando
Coma. probablemente el tiempo de ayuno y adoptando medidas adicionales
Shock. para disminuir el riesgo de aspiración pulmonar.
Insuficiencia cardíaca congestiva aguda.
Obesidad mórbida.
Síndrome de apnea del sueño o insuficiencia respiratoria global. Recomendaciones de ASA ( 1 999)
Alimento ingerido
Traumatismo craneal o proceso expansivo intracraneal (la hipercap­ para pacientes sanos y cirugía programada
nia agrava la lesión cerebral). Líquidos claros 2 horas
Leche materna 4 horas
Otros tipos de fármacos pueden ser utilizados como medicación
Fórmula para lactantes 6 horas
preanestésica con distintos objetivos. Su uso está menos extendido, ·
debiendo individualizarse su uso en función de las características del Leche no humana 6 horas
paciente. Comida ligera* 6 horas
Profilaxis de naúseas y vómitos posoperatorios (NVPO): los fármacos Premedicación con 1 50 mi 1 hora antes
de elección son ondasetrón, dexametasona o droperidol. de agua (adultos)
Profilaxis de la broncoaspiración: el fármaco más extendido es la ra­
Premedicación 1 hora antes
nitidina. Su eficacia aumenta si se inicia su tratamiento la noche an­ con 75 mi de agua (niños)
tes de la cirugía, añadiendo una nueva dosis 2 h antes de la cirugía.
Chicles, caramelos, tabaco Evitar en las 2 horas antes
Profilaxis de reacciones anafilactoides: uso de antihistamínicos anti­
H 1 (dexclorfeniramina o dimenhidrato) y anti-H2 (ranitidina). * Comi_da ligera se define como tostada y líquidos c:laros
Uso de antisecretores: especialmente útil en aquellas situaciones en Tabla 16. Recomendaciones de la American Society ofAnesthesio!ogists
las que se va a realizar una exploración fibroscópica de la vía aérea (ASA, 1 999) para el ayuno preoperatorio
(intubación con fibroscopio o videolaringoscopio), en las que la pre­
sencia de secreciones abundantes pueden dificultar e, incluso, impe­ El uso rutinario de fármacos para disminuir el riesgo de aspiración pulmo­
dir una correcta visualización. nar (antieméticos, antiácidos, estimulantes gastrointestinales, anticolinér­
gicos o fármacos que bloquean la secreción ácida) en pacientes sin ries­
go aumentado aparente de aspiración pulmonar no está recomendado.
2.9. Ayuno
prea nestésico/preq uirú rgico En cirugía de urgencia, en pacientes con factores de riesgo de aspiración
pulmonar, pueden adoptarse diversas medidas para disminuir dicho ries­
go, tales como:
E l ayuno preanestésico tiene como objetivo minimizar e l riesgo de aspira­ I nducción de secuencia rápida para la intubación orotraqueal en el
ción pulmonar asociado a la pérdida de reflejos protectores de la vía aé­ caso de anestesia general.
rea. Este riesgo es particularmente elevado si la técnica anestésica elegida Presión cricoidea (maniobra de Sellick) durante la inducción de se­
es la anestesia general (especialmente durante la inducción e intubación cuencia rápida, que se mantiene hasta confirmar la correcta ubica­
del paciente) o sedación. ción del tubo endotraqueal.

16
M a n u a l CTO de Medicina y C i ru g ía, 4.ª edición 02. Visita preanestésica

Vaciamiento gástrico con el paciente consciente, media nte sonda Uso de ra n itid ina parentera l al menos 60 m i n utos a ntes de la ind uc­
nasogástrica y su reti rada posterior, previo a la ind ucción de secuen­ ción a nestésica, en un i ntento de d i s m i n u i r el pH del contenido gás­
cia rápida. trico.
Posición del paciente en a ntitrendelenburg hasta la correcta coloca­ Uso de procinéticos (metoclopamida, eritrom icina, etc.).
ción del tubo endotraqueal. Elección de una técn ica reg ional si es posi ble.

" El manejo perioperatorio de la medicación antiagrega nte de los


I d e a s c l a v e /" pacientes portadores de stent coronarios d ifiere dependiendo
del tipo de stent: l i berador de fá rmacos o metálico.
" La visita preanestésica es u n a medida fu nda mental para mini­
miza r el riesgo perioperatorio del paciente. " En general, la medicación habitual del paciente debe mantener­
se sin modificaciones hasta el d ía de la i ntervención quirúrgica.
" Ninguna prueba diagnóstica ofrece mayor sensibilidad diag­ Sin embargo, se deben conocer las excepciones a dicha reg la
nóstica que u n a anam nesis y u n a exploración física correctas. con fá rmacos ha bituales (antiagregantes, antidia béticos, i n h i bí­
dores selectivos de la recaptación de serotonina . . . ).
" La clasificación ASA sólo va lora el estado físico del paciente pre­
viamente a la cirugía, sin incluir ca racterísticas de la cirugía o el " Las benzodiacepinas son el grupo de fármacos más i mporta nte
resu ltado de pruebas complementarias. como medicación prea nestésica.

" El periodo de mayor riesgo perioperatorio tras un evento ca r­ " El ayuno prea nestésico tiene como principal objetivo disminuir
d iovascular (1AM o ACV) es de u n mes, debiendo evitarse las in­ el riesgo de broncoaspiración.
tervenciones no u rgentes d u ra nte dicho periodo.

1 ) Suspender toda la medicación antiagregante 1 O d ías a ntes de


Casos clínicos la cirugía.
2) Retrasar la cirugía hasta que haya n transcurrido a l menos 1 2
Una mujer de 48 años va a ser sometida a una herniorrafia ingui­ meses desde la colocación de los stent.
nal derecha de forma programada para el mes siguiente, motivo 3) Mantener toda su medicación hasta el día de la cirugía.
por el que acude a la consulta de preanestesia. Tiene anteceden­ 4) Suspender clopidogrel 1 O d ías a ntes de la cirugía, manteniendo
tes de hipertensión arterial; diabetes mellitus tipo 1 y cardiopa­ aspirina d u ra nte todo el periodo perioperatorio.
tía isquémica crónica con 1AM hace 6 meses, con colocación de
dos stent farmacoactivos en dicha fecha. Su tratamiento actual
incluye: enalapril, insulina, aspirina y clopidogrel. ¿Cuál le parece
la actitud más correcta de las expuestas a continuación?

17
Anestesiología

Manejo de la vía aerea

1
l El reconocimiento de la vía aérea difícil y su manejo son los puntos más importantes del capítulo.

ENARM
f 1 • '-'- , ••
Una lectura comprensiva del resto del capítulo permitirá conocer algunos de los dispositivos
más útiles en el manejo de la vía aérea.

La práctica de una a nestesia general i m p l ica u n a disminución del n ivel de Patología maxilofacial: a n q u i losis tem poromand ibular, re­
consciencia, la pérdida del control de la vía aérea por pa rte del paciente, trognatia, micrognatia, etc.
así como la i n h i bición más o menos marcada de la mecá nica venti latoria Macrog losia: sínd rome de Down, acromegalia, h i poti roidis­
propia. Es por el lo, que deben adopta rse las medidas necesarias pa ra ase­ mo, etc.
g u ra r un adecuado a porte de oxígeno y venti lación a lveolar d u ra nte el Patología de la col u m n a cervical : fractu ra o i nestabil idad
acto a nestésico. La dificu ltad en el manejo de la vía aérea es la causa más cervica l, espondil itis, a rtrosis, a rtritis reu matoide, etc.
frecuente de compl icaciones g raves en anestesia.
Clín ica sugestiva de obstrucción de la vía aérea: disfonía, disfa­
g ia, estridor, etcétera .
3.1. Valoración de la vía aérea.
Predicción de una vía aérea difícil Exploración física: Consiste en la va loración de parámetros a ntro­
pométricos asociados a VAD, que actúan como factores pred ictivos
de i ntubación d ifícil y de ventilación d ifícil con mascari l l a facial.
Se define vía aérea d ifícil (VAD) como aquella situación cl ínica en la que N i ng u n o de el los, por sí sólo, es suficiente para detectar una VAD;
u n médico, entrenado en el manejo de la vía aérea, presenta d ificu ltades sin embargo, la combi nación de va rios de d ichos factores es de gran
para venti lar al paciente con masca rilla facial, para la intubación traq ueal uti l idad para alertar a nte la posi bil idad de VAD.
o para a m bas. La VAD puede clasifica rse en prevista, si ha sido detectada La reg la mnemotéctn ica LEMON" constituye un método de eva l ua­
previamente, o imprevista, si se presenta en el momento de la i ntubación ción pa ra la detección de VAD. Com p rende:
traqueal. L: Look externa/y
E: Evaluate
Predicción de ventilación difícil. Ca racterísticas cl ínicas asociadas a di­ M: Mallampati score
ficu ltad de venti lación con masca rilla facial son: O: Obstruction of airway
Presencia de barba. N: Neck mobility
Ausencia de dientes.
Obesidad (IMC > 30). L: Look externa/y. Consiste en la búsq ueda de las ca racterísticas ex­
Síndrome de a pnea obstructiva del sueño (SAOS). ternas de la vía aérea que se saben asociadas a VAD: a normal idades
Test de mordida clase 1 1 1 . faciales, retrognatia, obesidad, macrog losia, bocio, etc.
Edad > 5 5 a ños. E: Evaluate. Eva lúa la relación entre los ejes de la fa ringe, la laringe y la
boca y, por ta nto, la posi bil idad de una intubación sim ple. Se rea l iza
La va loración de la vía aérea se rea l iza media nte: media nte la reg la 3-3-2:
Historia clínica: La d ista ncia entre los d ientes i ncisivos del paciente debe ser a l
Antecedentes personales y/o fa m i l ia res de d ificu ltad de manejo menos de tres dedos de a nchQ
de la vía aérea. La dista ncia entre el h ueso h ioides y el mentón debe ser a l me­
Enfermedades asociadas a presencia de VAD, ta les como: nos de tres dedos de a ncho.
Patología ti roidea: bocio, tu mores tiroideos, etc. La dista ncia entre la escotadura tiroidea y el piso de la boca
Rad iotera pia cervical previa. debe ser al menos de dos dedos de ancho.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 03 . Manejo de la vía aérea

M: Mallampati score. El
test de M a l l a m pati (Fi­ -----�
��t
sión (inesta b i l idad de la col u m n a cervica l, pol itra u matizados . . . ) se

flj'
asocian a mayor riesgo de VAD.
gura 1) es una explora­ Otros test útiles en la va loración de VAD son:
ción senc i l l a y úti l en la Test de Patil o distancia tiromentoniana: con l a ca beza en

y
pred icción de VAD. Con hiperextensión máxima y la boca cerrada, se mide la d ista ncia
el paciente sentado, con entre la pu nta de l a barbi l l a y la pu nta del ca rtílago tiroideo. Si
la cabeza en posición es menor de 6,5 cm, se considera pred ictivo de VAD.
neutra, se l e pide que Test de la mordida (Figura 2): va lora la capacidad de subl uxa r
abra la boca, saq ue la la mandíbula por dela nte del maxi l a r superior. Se pide a l pacien­
lengua y fon e. Proporcio­
.
te ·q ue m uerda con su denta d u ra inferior el labio superior y se
na información sobre la Clase 1 d istinguen tres situaciones:
relación entre la cavidad Paladar blando, úvula,
fauces y pilares visibles
oral y l a lengua, así como
una estimación del espa­
cio presente pa ra la in­ Clase 1
(_"--') Los incisivos inferiores
tubación oral media nte 11 muerden el labio
laringoscopia d i recta . �) t ¡ l ¡ 1� superior, tapando
Se va loran cuatro g rados completamente
o clases, seg ú n la visua li­ la mucosa del labio

zación de (as estructuras


fa ríngeas (úvu la, pilares y
pa ladar blando): Clase 11
Clase 1: visión de Los incisivos inferiores
Clase 2 muerden el labio
pa ladar bla ndo,
Paladar blando, úvula superior, pero permiten
úvula, fa uces y pila­ y fauces visibles la visión parcial
res a m i g d a l i nas. de la mucosa
Clase 2: visión de
pa ladar bla ndo,
úvu l a y fa uces.
Clase 3: visión de
pa ladar blando y Clase 111
base de la úvu la. Los incisivos inferiores
no pueden morder
Clase 4: visión sólo el labio superior
de pa ladar d u ro.

En general, las clases 1 Clase 3 Figura 2. Test de la mordida


y 2 se asocian con una Paladar blando y base
de la úvula visibles
intu bación orotraqueal Clase l. Los incisivos inferiores m uerden el labio superior, ta­
fáci l . La clase 3 pred ice pa ndo completa mente la mucosa del labio superior.
dificu ltad pa ra la i ntuba­ Clase 11. Los incisivos inferiores muerden el labio superior,
ción, m ientras que la cla­ pero permiten la visión pa rcial de la m ucosa.
se 4, extrema d ificu ltad. Clase 1 1 1. Los incisivos inferiores no pueden morder el labio
O: Obstruction of airway. superior. La clase 111 se asocia con u n a VAD (especial­
Cualquier entidad cl ínica mente dificu ltad pa ra la venti lación).
que provoque obstruc­
ción de la vía aérea su pe­
rior interfiere con la larin­ 3.2. Clasificación de Cormack-Lehane
goscopia y la i ntu bación Clase 4
traqueal. Son ejem plos: Ún icamente
paladar duro visible
masas supraglóticas, in­ A diferencia de las exploraciones a nteriores, la clasificación de Cormack­
fecciones en territorio Figura 1. Clasificación de M a l l a m pati Lehane precisa de la rea l ización de u n a l a ri ngoscopia d i recta con la visua­
ORL y/o maxilofacia l, he­ (inspección de l a cavidad ora l) l ización de la g l otis.
matomas y tra u matismos
cervica les, etc. Se d isti nguen cuatro grados (Figura 3):
N: Neck mobility. La movi l idad cervica l constituye u n elemen­ Grado 1: visu a l ización completa de la glotis.
to i m porta nte pa ra conseg u i r u n a rápida i ntubación. Se explora Grado 1 1: ú n icamente visi ble el tercio posterior de la g l otis y la comi­
solicita ndo a l paciente q u e rea l ice u n a h i perextensión a nterior sura posterior.
y poste rior, así como movi m i e ntos latera les extremos del cuel lo. Grado 1 1 1: g l otis com pleta mente tapada, sólo se visual iza la epiglotis.
Patolog ía s q u e l i m itan l a movi lidad cervica l (artritis reu m atoide, Grado IV: sólo se visual iza n estructuras del suelo de l a boca, no se
a rtrosis g rave . . . ) o situaciones c l ín icas que i m piden l a h i perexte n- visual iza, ni siquiera la epiglotis.

19
ANESTESIOLOGÍA

Grado 1 Grado 1 1

Grado 1 1 1 Grado I V Figura 4. Ventilación ma nual con bolsa reservorio y mascarilla facial

Figura 3. Clasificación d e Cormack-Leha ne (inspección laríngea


directa)

Los grados I y 11 no ofrecen problema para la intubación. Los grados 1 1 1 y IV


se asocian con VAD, y en el grado IV la intubación con laringoscopia direc­
ta es prácticamente imposible, siendo necesarios dispositivos de ayuda
y/o técn icas fibroendoscópicas, para lograr la i ntubación.

Maniobra BU RP: consiste en el desplazamiento externo ma nual de la


lari nge hacia atrás (Back), hacia arriba (Up) y a la derecha (Right), media nte
la presión (Pressure) sobre el cartílago tiroides.

Esta ma n iobra puede ser útil para lograr la intubación en grados 1 1 o 1 1 1 de


Cormack-Leha ne.

3.3. Dispositivos de manejo Fig u ra 5. Mascarillas faciales

de la vía aérea Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas


En la actualidad se disponen de múltiples dispositivos de ma nejo de la Son dispositivos que facilita n el ma nten imiento de la permeabilidad de
vía aérea : la vía aérea superior durante la ventilación con mascarilla facial. Pueden
Mascarilla facial. ser de inserción oral o cánula de Guedel (Fig u ra 6) o de inserción nasal
Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas. o tubo de Wendl.
Dispositivos extraglóticos.
Dispositivos tra nsglóticos.
Laringoscopios.
Tubos endotraqueales.
Videolari ngoscopios.
Fibroendoscopio flexible.
Vía aérea quirúrgica.

Mascarilla facial (Figu ras 4 y 5)


La ventilación media nte mascarilla facial y bolsa autoi nflable (ambú"), es
útil en ciertas situaciones:
Fase de apnea previa a la intubación endotraqueal en el paciente en
ayunas.
Realización de a n estesia general exclusivamente media nte el uso de
mascarilla. Reservado a cirugías o técn icas exploratorias de muy cor­
ta duración.
I nducción a n estésica en niños. Figura 6. Cánulas orofaríngeas o de Guedel
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 03. Manejo de la vía aérea

Dispositivos extraglóticos
Son dispositivos que colocados a nivel extraglótico (por encima de las
cuerdas vocales), permiten la ventilación y oxigenación adecuada del
paciente. Su utilidad consiste en que evitan la intubación endotraqueal
del paciente, así como los riesgos asociados a ella. Además, también son
útiles en el protocolo de manejo de VAD, en aquellos casos en los que la
intubación orotraqueal no es posible.

Sin embargo, no proporcionan el aislamiento completo de la vía aérea,


por lo que su uso debe evitarse (salvo emergencia) en aquellos casos en
los que exista alto riesgo de broncoaspiración (estómago lleno, vómitos,
reflujo gastroesofágico importante, politraumatizado, etc.).

Entre los dispositivos extraglóticos se encuentran: Figura 9. Mascarilla laríngea Proseal•


Mascarilla laríngea (ML): consiste en un tubo orofaríngeo con un
balón de bloqueo distal que, una vez insuflado, rodea la entrada de
la laringe como si fuera una mascarilla (Figura 7).
Existen múltiples diseños, en un intento de mejorar la capacidad de
sellado de la laringe, facilitar su inserción e, incluso, permitir la intro­
ducción de �n tubo endotraqueal a través de la mascarilla (ML tipo
º
Fastrach ) (Figuras 8, 9, 1O y 1 1).

Figura 10. Mascarilla laríngea Supreme®

Figura 7. Colocación de mascarilla laríngea

Figura 8. Mascarilla laríngea clásica Figura 11. Mascarillas laríngeas Fastrach®

21
ANESTESIOLOGÍA

Combitubo o tubo esofágico multifenestrado: es un dispositi­ Introductor de Frova: es una guía similar a la de Eschmann, pero
vo de VAD que solamente se utiliza para ventilar en situaciones de con una luz interior que contiene un fiador metálico, que confiere
emergencia. La inserción es muy fácil, incluso para personal con es­ mayor rigidez al dispositivo y, una vez retirado, permite insuflar oxí­
casa experiencia. Consta de un tubo de doble luz, esofágica y tra­ geno durante la intubación.
queal, con dos balones de sellado, orofaríngeo y traqueoesofágico.
Tubo laríngeo: es un dispositivo extraglótico de una sola luz con Laringoscopios
dos balones de sellado, faríngeo y esofágico.
Son dispositivos de intubación diseñados para permitir la visualización
Dispositivos transglóticos directa de la glotis y permitir la colocación del tubo endotraqueal a través
de las cuerdas vocales. Consta de un mango, al que pueden acoplarse
En esencia son guías semirrígidas que, introducidas en el interior de un distintas hojas o palas, curvas o rectas (Figura 1 4).
tubo endotraqueal, facilitan su paso a través de la glotis. Entre ellos se
encuentran:
Fiador o mandril (Figura 1 2): es un dispositivo maleable que intro­
ducido en el interior del tubo endotraqueal permite que mantenga
una forma determinada que facilite la intubación.

Figura 1 4. Laringoscopio

Un tipo especial de laringoscopio, ampliamente utilizado en la actualidad


es el Airtraq· (Figura 1 5), que comparte características con otros dispositi­
vos más complejos como los laringoscopios (visión mejorada de la glotis).

Figura 1 2. Fiador de tubo endotraqueal

Guía de Eschmann (Figura 1 3): es una guía semirrígida de 60 cm


de longitud, con la punta con una ligera curvatura anterior. Su uso
está indicado en aquellos casos en los que la laringoscopia directa
demuestra un grado 1 1 o 1 1 1 de Cormack-Lehane. Una vez introducida
la punta de la guía a través de la glotis, se desliza el tubo endotra­
queal a través de la misma.

Figura 1 3. Guía de Eschmann Figura 1 5. Laringoscopio tipo Airtraq"

22
�__M
_a_n_u a l CTO de Medicina y Cirugía , 4.ª edición 03. Maneio de la vía aérea

Tubos endotraqueales Una vez se esté seg u ro d e l a presencia del tubo ET e n la vía aérea, se
procede rá a la fijación del tubo a l a superficie de l a cara y l a conexión a
Son tu bos de plástico flexi ble, generalmente de PVC, en cuya parte d istal ventilación mecánica.
se encuentra u n balón de neu mota ponamiento destinado a l aislamiento
de la tráq uea (Figura 16). La i nserción puede real izarse a través de la
boca (intu bación orotraq ueal) o de las fosas nasales (intu bación nasotra­
El método de elección para determinar que e l tubo
q ueal). Existen d iversos ti pos de tu bos endotraqueales, como el Magi l l, endotraquea l está posicionado en vía aérea es la de­
los a n i l lados, los preformados, etc. tección de C0 2 exhalado mediante capnografía.

Un tipo especial de tu bos endotraq ueales son los de doble l uz, q u e per-
miten la intubación selectiva del bronquio principal izqu ierdo o derecho Videolaringoscopios
y, con ello, la ventilación unipulmonar.
Son dispositivos con u n diseño similar a l l a ringoscopio tradicional que
Se define vía aérea seg u ra o aislada como la presencia de u n tubo en­ permiten una visión mejorada de la g l otis, similar a l a que se obtiene con
dotraqueal con el ba lón insuflado en la luz traq ueal. Esta oclusión de la el fibroendoscopio, pero d e uso más sencillo.
luz traqueal im pide el paso a la vía aérea i nferior de secreciones, sangre,
contenido gástrico, etc. Pueden ser útiles e n la intubación endotraqueal e n g rado IV de Cormack-
Lehane (Figura 17).
La i n se rción de un tubo e n d otra q ueal (ET) es la m a n iobra de m a n ej o
d e l a v í a a é rea d e elección e n s i t u a c i o n e s d e e m e rgencia (estóma­
g o l le n o) . Pqra m i n i miza r e l riesgo d e broncoa s p i ración, l a i n t u bación
debe rea l iza rse util izá n d ose l a téc n ica d e i n d ucción d e secuencia rá­
pida.

Figura 17. Videolaringoscopio Glidescope•

Figura 16. Tu bo endotraqueal de plástico flexible Fibroendoscopio flexible


Con la ayuda de u n l a ringoscopio, se rea l iza una laringoscopia d i recta, La i nt u bación con fi b roscopio flexi b l e tiene s u i ndicación principal en
visual iza ndo la glotis, y atravesando las cuerdas vocales con el extremo la intu bación d e una VAD prevista con paciente despierto. La técnica
dista l del tubo ET Una vez atravesada la glotis, se debe inflar el balón de consiste e n i ntrod u c i r el fi b roscopio a través d e l a g lotis h a sta situarse
neu motaponamiento, y com proba r la correcta colocación en del tubo ET e n e l i nterior d e l a l uz tra q u e a l , m o m e nto en e l que se util iza e l cordón
en vía la aérea media nte: flexi ble como g u ía pa ra desl iza r el t u b o e n d ot ra q u e a l hasta situa r e l
Auscu ltación pulmonar bilatera l y epigastrio. extremo d i sta l a 3 c m de l a c a r i n a . La i nt u bación p u e d e rea l izarse por
Visual ización de elevación simétrica de a m bos hemitórax. vía o ra l o nasal.
Detección de CO2 exhalado, media nte capnog rafía, a través del tubo
endotraqueal. Esto confirma la presencia del tubo' endotraqueal en Vía aérea quirúrgica
vía aérea, desca rta ndo la intu bación esofágica. Sin embargo, no des­
ca rta la intu bación selectiva de u n bronquio principal. Constituye la téc n ica de rescate de e m e rg e n c i a e n a q u e l los pacien­
Radiografía de tórax: a porta i nformación sobre la d ista ncia entre el tes "no i n t u ba b l es" y "no ve n t i l a bl es" con otros d i spositivos d e ma­
extremo del tubo endotraqueal y la ca rina, así como de la posible n ej o d e v ía a é rea (princi p a l m e nte l a m a sca r i l l a l a ríngea). Entre e l l a s
i ntubación selectiva bronquial. Sin emba rgo, no si rve para confi rmar se e n c u e ntra n l a c ricot i ro i d oto m ía con a g uj a y l a cricotiroidotom ía
la posición del tubo endotraqueal en vía aérea. q u i r ú rg i c a .

23
ANESTESIOLOGÍA

3.4. M a n ejo d e l a vía aérea d ifícil 3.5. M a n ejo d e l a vía aérea d ifícil
no prevista (Figura 18) prevista (Figura 19)

i
lmpos1b1ildad para la 1ntubac1on

I-
Flbrobroncoscopia
Pedir ayuda

1
lntubac1on del paciente

¡ ¡
Vent1lac1on con mascarilla facial Laringoscopia Alrtraq•
despierto

\
(ventilac1on espontanea)
Vem11adón posible Ventlladón Imposible

itf·Hé11
drugll no urgente drugla urgente Videolarlngoscoplo
t

L
Laringoscop ios especiales (Airtraq º)
Fibrobroncoscopia flexible Combitube•
Masca rilla laríngea Tubo laríngeo
Despertar al paciente V1a aerea qu1rurgica
Vía aérea quirúrgica

'Figura 18. Algoritmo de manejo de la vía aérea difíci l no prevista Figura 19. Algoritmo de manejo de la vía aérea d ifícil prevista

" Ningún test a ntropométrico tiene suficiente sensi bil idad, por sí
1 d e a s c I a v e ,/ mismo, para detecta r a todos los pacientes con riesgo de VAD.
Sin embargo, la com binación de varios de ellos es útil para a ler­
" La imposibilidad de u n manejo adecuado de la vía aérea es la ta r sobre la posibil idad de VAD.
ca usa más frecuente de complicaciones g raves en anestesia.
" El test de Mallampati es una de las exploraciones más uti l izadas
" Se define vía aérea d ifícil (VAD) como aquella situación clín ica en el cribado de VAD. Aporta i nformación de la cavidad ora l y la
en la que un médico con experiencia en el manejo de la vía aé­ lengua.
rea presenta d ificu ltades para venti lar a l paciente con mascari lla
facial, pa ra la intu bación endotraqueal o pa ra a m bas. " La clasificación de Cormack-Lehane precisa de una lari ngosco­
pia directa y proporciona i nformación de la visualización directa
" La va loración de la vía aérea constituye un apartado fu nda men­ de la glotis.
. tal en la visita preanestésica, perm itiendo identificar aquel los
pacientes con riesgo de VAD. " La técnica de i ntubación de elección en un paciente con VAD
conocida es mediante fibroendoscopio con paciente despierto.

1 ) No precisa recomendaciones diferentes de las habituales.


Casos clínicos 2) Uso de dispositivos extraglóticos para la venti lación d u ra nte la
i ntervención q u i rú rgica.
Un paciente varón de 38 años va a ser sometido a una interven­ 3) I ntubación orotraqueal tras uso de bloqueantes neurom uscula­
ción quirúrgica programada de una hernia discal L4-L5. Acude a res de acción prolongada.
la visita preanestésica para valoración. Tiene como antecedentes 4) I ntubación endotraqueal g u iada por fibroendoscopio con pa­
personales: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 y obe­ ciente despierto.
sidad mórbida con IMC de 50. En la exploración de la vía aérea se
detecta: presencia de barba, retrognatia, distancia interincisiva
menor de 2 traveses de dedo, grado 3 de Mallampati y limitación
a la extensión cervical por cirugía previa a dicho nivel. Ante estas
características de exploración de la vía aérea, usted recomendaría:
Anestesiología����---�-

Fá rmacos en anestesiología

Algunos de los fármacos se han comentado en otros capítulos del Manual. Sin embargo,

ENARM se recomienda una lectura comprensiva de los fármacos específicos de anestesia,


tales como agentes inhalados, relajantes musculares y anestésicos locales.

En este capítulo se detallan los fármacos más importantes necesa rios tesia) para transformarse en gas y combinarse con la mezcla de gases
para el desarrollo de una anestesia general y/o regional. En la actualidad administrada al paciente.
es habitual la combinación de varios fármacos, lo más selectivos posible
en su función, a fin de aumentar la eficacia de la técnica y disminuir la Este grupo de gases no tiene efecto a nalgésico. Sí tienen cierto efecto
incidencia de efectos adversos. miorrelajante.
Farmacocinética:
Se pueden distinguir cuatro grupos principales de fármacos: Absorción y distribución: la mezcla de gases (oxígeno, aire y
Hipnóticos: gas a nestésico volátil), llega a los alvéolos, mezclándose con el
Inhalados (anestesia inhalatoria). gas alveolar. La presión parcial del gas a nivel alveolar, determina
Intravenosos (anestesia intravenosa). la presión parcial del gas en sangre y, por último, en el cerebro,
que constituye la diana determinante de su efecto clínico.
Analgésicos (opiáceos). Diversos factores determinan la acción de los gases a nestésicos
Relajantes musculares. (Tabla 1):
Anestésicos locales. Solubilidad en sangre (coeficiente de partición): cuanto
más soluble es un gas en la sangre, la captación desde el
espacio alveolar es mayor, con lo que se produce un au­
4. 1 . H ipnóticos mento más lento de la presión parcial alveolar y, conse­
cuentemente, el inicio de acción del a nestésico es más lar­
go (tiempo de inducción mayor). Este efecto sería similar al
Son fármacos utilizados para la inducción y el mantenimiento anestésico. observado con otros fármacos en relación con el grado de
Son los responsables de la pérdida de consciencia y la amnesia anteró­ fijación a proteínas plasmáticas.
grada durante la anestesia general. Pueden distinguirse dos grupos: inha- Gradiente de presión entre el gas alveolar y la sangre venosa: a
lados e intravenosos. mayor diferencia de gradiente, más rápida es la difusión del gas.
Capacidad residual funcional (CRF): a menor CRF, más rápi­
Hipnóticos inhalados damente aumenta la presión parcial' alveolar del gas.
Ventilación alveolar: a mayor ventilación alveolar, más rápi­
Los agentes de este grupo terapéutico con relevancia en la práctica clíni­ damente aumenta la presión parcial alveolar del gas.
ca actual son: los derivados halogenados (isoflurano, sevoflurano y des­ Concentración inspiratoria del gas a nestésico: al aumentar
flurano) y el óxido nitroso. la concentración del gas, aumenta la presión parcial del gas
alveolar, así como la velocidad de dicho aumento.
Anestésicos halogenados Efecto "segundo gas': se refiere al aumento de la presión
parcial de un gas halogenado, cuando se administra con­
Son hidrocarburos cuya parte d e sus moléculas -han sido sustituidas por juntamente con óxido nitroso.
un átomo halógeno (flúor, bromo y cloro). Gasto cardíaco: cuanto mayor es el gasto ca rdíaco, mayor
es la cantidad de anestésico absorbido en sa ngre por uni­
A t�mperatura ambiente se encuentran en forma líquida, por lo que pre­ dad de tiempo, haciéndose más lento el aumento de la
cisan de la acción de un vaporizador (integrado en la máquina de anes- presión parcial alveolar, por lo que se retrasa la inducción.
ANESTESIOLOGÍA

Alta concentración inspiratoria del gas


Elevado flujo de gas fresco
Aumento de la ventilación alveolar
Baja CRF
Cociente
de partición
sangre/gas
- 0,42 0,68 1 ,46 0,47

Baja sol ubilidad en sangre Cociente


de partición 1 ,29 1 ,70 1 ,5 7 1,1
Gasto cardíaco bajo sangre/cerebro
Alta sol ubilidad cerebral CAM 6% 2% 1 ,2% 1 05%

Aumento del flujo cerebral Tabla 3. Com paración fa rmacoci nética de los agentes i n h a lados
Efecto "seg undo gas" (combinación con óxido nitroso)
Ta bla 1. Factores q u e a u menta n la velocidad de i n d ucción Toxicidad:
de u n a n estésico i n h a lado h a logenado Hepática: la i ncidencia de toxicidad hepática g rave es m uy
baja con los a nestésicos halogenados actua les, ha biendo sido
Eliminación: los a nestésicos i n h a l ados se e l i m i n a n en su ma­ relacionada previamente con el uso de halotano como agente
yor pa rte sin meta bol iza r por vía respi ratoria. La mayor pa rte anestésico inha lado. Sin embargo, sí pueden documenta rse ele­
de los factores q u e a u menta n la velocidad de i n d ucción, tam­ vaciones de las cifras de transaminasas y bil irrubina.
bién a u mentan la e l i m i nación del gas a nestésico (a umento Renal: la i ncidencia de toxicidad renal sign ificativa es excepcio­
de venti lación, fl ujo a lto de gases frescos, baja sol u b i l idad del n a l con los anestésicos ha logenados actuales.
a nestésico . . . ). Vómitos: todos los agentes halogenados son emetógenos, por
E n un m í n i m o porcentaje, sufren biotra n sformación h e pática: lo que deben administra rse fá rmacos antieméticos d u ra nte la
d esfl u ra n o (0,05%), sevofl u ra n o (5%) e i sofl u ra n o (0,2-0,5%). anestesia inha latoria.
Concentración alveolar mínima (CAM): este concepto se re­ Cardiovasculares: pueden prod ucir bradicardia, taquica rdia,
fiere a la concentración a lveolar del a nestésico i n h a lado (en fase depresión miocárdica o h i pertensión a rterial.
de eq u i l i brio) que evita el movim iento en respuesta a la incisión Neurológicos: cefalea, agitación y delirium. Estudios recientes
q u i rú rg ica, en el 50% de los pacientes. relacionan el uso de agentes ha logenados con el desarrollo de
Este parámetro refleja indirecta mente la presión parcial del gas déficit neurológico posoperatorio e incluso demencia en pa­
a n ivel encefá l ico y perm ite una comparación aproxi mada de la ciente con cierta pred isposición genética (a umento de la sínte­
potencia entre los distintos agentes. sis de a m i l oide).
Se ha descrito que n iveles de 1 ,3 x CAM previene el movimiento Hipertermia maligna: todos los agentes halogenados pueden
del 95% de los pacientes, y que cifras de 0,3 x CAM se relacionan prod ucirla en aquellos pacientes con suscepti bilidad genética. El
con el desperta r del paciente. riesgo aumenta con el uso de relajantes muscu lares despolarizan­
Ni la d u ración de la a nestesia general, ni el peso ni el ta maño del tes (succinilcol ina). Su uso está contraindicado en pacientes con
paciente infl uyen en los va lores de la CAM. Sin embargo, otros antecedentes personales y/o fa m i l ia res de hipertermia maligna.
factores modifican el n ivel de CAM de los a nestésicos inhalados Temblor posoperatorio.
(Tabla 2).
Uso clínico: en la actual idad el sevofl u rano y el desfl u rano son los
agentes ha logenados más uti l izados.
Factores Por ser un gas poco irrita nte de la vía aérea y de olor agrada ble, el
N i ños t servofl u rano se util iza habitual mente para la ind ucción a nestésica
Ancianos ,!, en n i ños previamente a la canal ización de vías periféricas. En a d u l­
Embarazadas ,!, tos genera l mente la ind ucción se rea l iza media nte h i pnóticos i ntra­
venosos, pudiendo util iza rse posteriormente los agentes inha lados
Alcoholismo ,!,
para el mantenim iento anestésico.
I ntoxicación etíl ica t Debido a su menor sol ubil idac;J, el desfl u rano es el agente ha logena­
Fiebre t do que más rá pidamente ind uce la pérdida de consciencia y, por el
H i potermia ,!, m ismo motivo, el gas que más rá pidamente se elimina a l final iza r su
Hipoxia (pO2 < 40 m m Hg) ,!, administración, por lo q u e el desperta r es más precoz q u e con el uso
H i percapnia (pCO 2 > 95 m mHg) ,!, de otros halogenados.
Shock ,!,
Dada la escasa sol ubil idad de los a nestésicos volátiles, por reg la ge­
neral, el desperta r es más rá pido que con el uso de agentes i ntrave­
Anemia ,!,
nosos.
Fármacos depresores SNC ,!,
Prod ucen relajación del m úscu lo liso bronquial, por lo que son útiles
Fármacos estimula ntes SNC t para la a nestesia en pacientes asmáticos o q u e sufren episodio de
Fármacos simpaticomiméticos t broncospasmo d u ra nte el acto anestésico.
Tabla 2. Factores q u e afecta n a la concentración a lveolar m ín i ma En pacientes con i nesta bil idad hemodinám ica se prefiere el uso de
(CAM) los agentes halogenados por su menor efecto depresor m iocárd ico
respecto a la anestesia tota l i ntravenosa.
La com pa rativa fa rmacocinética de los hipnóticos inhalados se m uestra Los agentes halogenados potencian el efecto de los relaja ntes m u s­
en la Tabla 3. culares no despola riza ntes.
M a n u a l CTO de Medicina y Cirugía , 4.ª edición 04. Fármacos en anestesiología

Óxido nitroso ( N O 2 o protóxido de nitrógeno) Farmacocinética: la el im inación se produce pr inc ipa lmente me­
d iante metabolismo hepát ico .
Conocido también como "el gas h ilarante", el papel del óx ido n itroso en la Tras una dos is de inducc ión, se produce la pérdida de consc iencia
práctica clínica actual es muy reduc ido. en 15-45 segundos, con una duración de acción entre 5-1 O m inutos.
La v ida med ia de el im inación (t ,12) después de una perfus ión intrave ­
Es un gas inorgánico, incoloro e inodoro. A temperatura amb iente se e n ­ nosa presenta una curva exponencial, dependiendo pr inc ipalmente
cuentra e n estado gaseoso, por l o que s e añade d irectamente a l a mezc la del t iempo de duración de la perfus ión de propofol (por ej., t 1 12 de 15
de gases admin istrados al paciente med iante la máquina de anestes ia . m inutos tras una perfus ión de 2 h).

Es el ún ico agente inhalator io con propiedades analgésicas, si b ien sus Farmacod inámica:
efectos h ipnóticos son escasos. S NC:
Toxicidad: La dos is de inducción produce pérdida de consc iencia,
Vitamina B 1 2 • Oxida de forma irreversible el átomo de cobalto m ientras que dos is infer iores son responsables de una se ­
de la v itamina B 1 2, por lo que inh ibe las enz imas que dependen dación consc iente.
de esta v itam ina . La expos ic ión prolongada a óx ido n itroso se D ism inuye la presión intracraneal.
relaciona con el desarrollo de anemia megaloblástica y ne uro ­ Carece de prop iedades analgés icas.
patía per ifér ica . T iene propiedades ant ieméticas.
Hipoxia por difusión. Se produce al suspender la admin istra­
c ión de N0 2 durante el despertar de la anestes ia . Por una acu­ Aparato cardiovascular:
mulación desproporcionada de N0 2 en el espac io alveolar se Es un depresor m iocárdico ( inotrópico negativo). Depen­
provoca el descenso de la p02 alveolar y arterial hasta n iveles d iente de la dosis, produce h ipotensión y d ism inución del
h ipóxicos. Este efecto puede ev itarse si tras suspender la ad­ gasto cardíaco.
m in istración de N 02, se adm in istra una Fi02 del 100% durante Produce vasodilatación per ifér ica .
algunos m inutos.
Difusión hacia espacios cerrados con é\ire. El N02 difunde hacia Aparato respiratorio:
el oído medio, neumotórax o asas intestinales (íleo paralít ico), lo Produce un descenso de la frecuenc ia respiratoria y del vo­
que provoca un gran aumento del volumen y la presión de dichas lumen corr iente.
cav idades, contraindicando su ut i l ización en d ichas s ituaciones. Reduce las resistencias de la vía aérea, por lo que puede ser útil
Vómitos. en la inducción en pacientes con broncospasmo o asmáticos.

Uso clínico: en la práctica clínica actual, su uso es muy l im itado. Metabólico:


Cuando se ut i l iza, se sue le adm in istrar conjuntamente con un agen­ En infusión prolongada, produce un aumento de los n ive­
te ha logenado. Aprovechando el efecto de "segundo gas''. se consi­ les séricos de tr igl icér idos, am ilasa y l ipasa pancreát icas.
gue d ism inu ir de forma s ign ificativa la CAM de ambos gases.
Al ser inodoro, también puede ut il izarse en la inducc ión anestésica Uso clínico:
en n iños, e incluso como agente anestés ico ún ico en procesos qu i­ Inducc ión anestés ica .
rúrgicos menores, aprovechando sus efectos analgés icos. Manten imiento anestés ico.
Sedac ión .
Hipnóticos intravenosos
Posología:
Los h ipnóticos intravenosos constituyen la opción más frecuentemente Dos is de inducción anestésica: 2-2,5 mg/kg i .v .
ut il izada para la inducción anestés ica. Posteriormente, puede optarse por Dos is de manten imiento : 5-1 O mg/kg/h i.v.
el manten imiento anestésico mediante h ipnóticos inhalados (anestesia Dos is de sedación: 1-5 mg/kg/h o bo los repetidos de 0,5 mg/kg
inhalatoria) o intravenosos (anestes ia total intravenosa o TIVA). cada 3-5 m inutos, ajustando según respuesta.

S i b ien todos los fármacos descritos en este grupo pueden util izarse du­ En pacientes anc ianos, deb il itados o con inestab il idad hemodiná­
rante la inducción anestésica, solamente el propofol es aceptado actual­ m ica, las dos is anteriores deben d ism inu irse. S in embargo, los n iños
mente para el desarrollo de una TIVA. y pacientes jóvenes, hab itualmente necesitan dos is superiores para
alcanzar el objetivo deseado.
A excepción de la ketamina, n inguno de estos fármacos t iene propieda­ Efectos secundarios: además de los referidos en el apartado de far­
des analgésicas, por lo que deben asociarse s iempre con un analgésico macodinámica:
potente (opiáceo) en el manten imiento anestésico mediante TIVA. Irr itación venosa a través del punto de inyecc ión .
Necrosis de tejidos tras extravasac ión .
Propofol Síndrome por infusión de propofol: es una entidad rara relacionada
en la mayoría de los casos con perfusiones prolongadas ( > 48 h) y a
Es un der ivado a lqu ifeno l presentado en una emulsión h idrooleosa que dosis elevadas de propofol en pacientes críticos. Se caracter iza por
contiene lec it ina de huevo, glicerol y ace ite de soja . desarrollo de cuadro de disfunción multiorgánica, rabdomió l isis,
Mecanismo de acción: aumenta la act iv idad en las s inapsis inh i­ acidosis metabólica, h iperpotasem ia, arritmias cardíacas y muerte
b itorias de ác ido y-am inobutír ico (GABA), produciendo sedación y súbita de or igen cardíaco. Es secundar io a alteraciones en el meta­
amnes ia . bol ismo oxidativo mitocondr ia l de ácidos grasos de cadena larga.

27
ANESTESIOLOGÍA -----���---

Etomidato Ketamina
Es un derivado imidazólico que no comparte estructura química con los La ketamina es un agente anestésico disociativo, con estructura similar a
otros anestésicos intravenosos. la fenciclidina.
Mecanismo de acción: aumenta el tono inhibidor del GABA a nivel
del SNC. De los hipnóticos intravenosos, es el único agente que posee actividad
Farmacocinética: se metaboliza a nivel hepático y por esterasas cir­ analgésica intrínseca.
culantes a metabolitos inactivos. Mecanismo de acción:
Los tiempos de pérdida de consciencia y de recuperación tras una Si bien su mecanismo de acción no está clara mente definido, l a
dosis de inducción son similares a los del propofol. ketamina actúa a nivel d e varios receptores, provocando múltiples
Farmacodinámica: efectos.
SNC: Se cree que estimula el N-metil-D-aspartato (NMDA) a nivel del re­
El etomidato carece de propiedades analgésicas. ceptor del GABA, provocando inhibición del SNC y a mnesia. Ade­
Induce pérdida de consciencia y amnesia anterógrada. más, provoca estimulación de los receptores opioides a nivel de
la corteza insular, putamen y tálamo, responsable de los efectos
Aparato cardiovascular: analgésicos.
Es el hipnótico intravenoso con mejor tolerancia a nivel del También estimula los receptores de catecolaminas y la liberación
sistema circulatorio. Por ello, es el agente de inducción de de catecolaminas, lo que provoca un aumento de la frecuencia
elección en pacientes hemodinámicamente comprometi­ cardíaca, contractilidad, presión arterial y flujo sanguíneo cere­
dos. bral.
Produce mínimos cambios sobre la frecuencia cardíaca, Farmacocinética:
tensión arterial y gasto cardíaco. Se metaboliza a nivel hepático a múltiples metabolitos, a lguno de
los cuales son activos.
Aparato respiratorio: Produce la pérdida de consciencia en 30-60 segundos después de la
Produce disminución de la frecuencia cardíaca y volumen dosis de inducción intravenosa, que puede durar entre 1 5-20 minu­
corriente. tos. La administración intramuscular retrasa el inicio de acción hasta
No tiene efecto broncodilatador e incluso, en ocasiones, los 5 minutos.
puede provocar aumentos leves de la resistencia de la vía Dosis repetidas o la infusión intravenosa continua, tienen efecto acu­
aérea. mulativo.
Farmacodinámica:
Sistema musculoesquelético: SNC:
Tras la dosis de inducción, produce mioclonías (que no de­ Produce un estado disociativo acompañado de amnesia y
ben confundirse con crisis comiciales). efectos sedantes.
Produce analgesia profunda.
Corteza suprarrenal: Aumenta la presión intracraneal.
Produce una inhibición reversible y dosisdependiente de la
síntesis de cortisol a nivel de la corteza suprarrenal. debido Aparato cardiovascular:
a la inhibición enzimática de la 1 1 -P-hidroxilasa, que con­ Aumento de la frecuencia cardíaca, inotropismo y tensión
vierté el 1 1 -deoxicortisol en cortisol. arterial sistémica debido a la liberación de catecolaminas
Debido a este efecto secundario, el etomidato no debe ser endógenas.
utilizado en perfusión continua ni en bolos sucesivos como Puede ser útil en la inducción anestésica en pacientes he­
mantenimiento anestésico tras la inducción e intubación modinámicamente inestables (hipovolemia). Sin embargo,
orotraqueal. está contraindicado su uso en pacientes con enfermedad
coronaria o hipertensión arterial de mal control.
Uso clínico:
Inducción anestésica. Aparato respiratorio:
Preserva los reflejos laríngeos de la vía aérea.
Posología: Puede ser útil para la sedación y analgesia de pacientes en
0,3-0,6 mg/kg i.v. los que no se desea actuar sobre la vía aérea o bien como
agente único para intubación con paciente despierto (con
Efectos secundarios: además de los descritos en el apartado de far­ predictores de vía aérea dificil).
macodinámica: Provoca broncodilatación por medio de sus efectos simpa­
Vómitos. ticomiméticos.
Irritación venosa en el lugar de la inyección.
Uso clínico:
Inducción anestésica. Debido a la posibilidad de su administra­
El fármaco anestésico i ntravenoso más uti l izado es el ción intramuscular, puede ser especialmente útil en pacientes
propofol, pudiéndose emplear el etomidato para la en los que no es posible el acceso intravenoso.
i nducción anestésica en los pacientes h ipotensos. Mantenimiento anestésico. Mediante bolos sucesivos o perfu­
sión continua.

28
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 04. Fármacos en anestesiología

Posología: Otros analgésicos como pa raceta mol, meta m izol o AINE, pueden util iza r­
Ind ucción anestésica: 1 -2 mg/kg i.v. o 5-1 O mg/kg i.m. se en el periodo posoperatorio, solos o en combinación con derivados
Mantenimiento a nestésico: i ,5- 4,5 mg/kg/h i.v. opiáceos (véase el Capítulo 7. Manejo del dolor agudo posoperatorio).
Sedoa na lgesia: 0,2- 1 mg/kg i.v. o 2,5-5 mg/kg i.m.
Los opiáceos más util izados en la práctica anestésica son:
Previa la administración de keta mina, debe administra rse una benzo­ Remifentan ilo.
diacepina (midazolam) pa ra evitar las reacciones psicológicas i nde­ Fentanilo.
sea bles y u n anticoli nérgico (atropina) pa ra disminuir las secreciones Alfentani lo.
respiratorias y sal iva.
Efectos secundarios: Los distintos opiáceos difieren en potencia, farmacocinética y efectos adversos.
Aumento de las secreciones respiratorias y ora les. Mecanismo d e acción:
Puede provoca r agitación psicomotriz d u ra nte el desperta r, así Los opiáceos se unen a receptores opioides específicos (µ) presentes
como a lucinaciones y sueños desag radables durante el poso­ en el cerebro (µ 1 ) y médula espinal (µ2), responsables de la potente
peratorio (con menor repercusión psicológica en los n iños). analgesia que los caracteriza como grupo.
En pacientes con a ntecedentes psiqu iátricos deben considera r­ Farmacocinética:
se otros agentes a lternativos a la ketamina. La eliminación es principa l mente hepática. La mayoría de los opiá­
Aumento del tono muscular ·y m ioclonías, especialmente en ceos tienen meta bolitos inactivos que son eliminados en la orina.
respuesta a estímu los externos. Remifentanilo: es el opiáceo de efecto más rápido y más corto.
Movimientos ocu lares, nistagmus, blefa rospasmo y a u mento de Es muy poco l i posol uble, lo que i m pl ica un menor vol u men de
la presión intraocu lar. redistri bución y una mayor aclaración. Su vida media es muy
corta, de 3-4 min utos, independientemente del tiempo de i nfu­
Benzodiacepinas ( midazolam) sión. Por el lo, tiene nulo efecto ana lgésico posoperatorio, siendo
necesa ria la admin istración de otro opiáceo de vida media más
Si bien las benzodiacepinas se util izan a menudo para la sedación, la am­ larga (fenta n ilo, alfenta nilo o morfina) previa la suspensión de la
nesia o como coadyuvantes de otros agentes a nestésicos, en la actua­ perfusión de rem ifentan ilo, pa ra asegu ra r una correcta ana lge­
l idad, sola mente el midazolam tiene algunas indicaciones de uso en la sia en el posoperatorio i nmed iato. El rem ifentanilo se meta bol i­
inducción a nestésica. za por esterasas plasmáticas y en el m úscu l o esquelético.
Fentanilo: es u n opiáceo muy l ipofílico. Presenta una marca­
Desde el punto de vista a nestésico el i nterés fa rmacodinámico se centra da redistri bución a n ivel de tejido muscular esq uelético y teji­
en: do adiposo, lo que justifica su vida media relativamente corta
SNC: efecto hipnótico, amnésico, anticonvulsivo y relajante muscu­ (0,5- 1 horas). Sin embargo, a d iferencia del remifentanilo, sí tiene
lar. No tiene propiedades analgésicas. efecto acumu lativo y proporciona ana lgesia posoperatoria. Se
Apa rato cardiovascular: l igera dismin ución del gasto cardíaco y va­ metabol iza principal mente a n ivel hepático.
sodi latación. Alfentanilo: es menos l ipofíl ico que el fentan ilo. Tiene u n i n icio
Apa rato respiratorio: provocan disminución de la frecuencia respi­ de acción similar a l remifenta ni lo. Tras su administración repe­
ratoria y del vol u men corriente. La depresión respiratoria, aumenta tida o en infusión continua, tiende a acu mularse menos que el
con el uso concomitante de opiáceos. fenta ni lo. Por el lo, a u nque tiene efecto analgésico posoperato­
Posología: rio, este es menor que el fentan ilo.
Inducción anestésica: O, 1 5-0,3 mg/kg i.v.
Sedación: 0,05-0,4 mg/kg/h i.v. Farmacodinámica:
SNC:
La perfusión conti n u a de m idazolam, como agente seda nte, está re­ Prod ucen sedación y analgesia de forma dosisdependiente.
servada pa ra pacientes de cuidados críticos, no siendo recomendada Puede aparecer euforia.
como h i pnótico de ma nten i m i e nto d u ra nte i ntervenciones q u i rú r­
g icas. Esto se debe, entre otras causa s, a su efecto acu m u lativo, q u e Sistema nervioso a utónomo:
retrasaría el despertar y la ext u bación del paciente en el periodo pos­ Simpaticól isis.
q u i rú rg ico. Aumento de la actividad vagal.

El midazolam es la ú n ica benzodiacepina que puede usarse de forma se­ Aparato cardiovascu lar:
g u ra por vía i ntra muscu lar. Prod ucen leve efecto i notrópico negativo. Este efecto pue­
de potencia rse por el uso de otros agentes a nestésicos con
El fl u mazenil antagoniza los efectos del midazolam a n ivel del SNC. efectos depresores m iocá rd icos.
Descenso de la resistencia vascular periférica, tanto arterial
como venosa.
4.2. Analgésicos Bradica rdia.

Apa rato respiratorio:


Los opiáceos son los analgésicos d e elección durante e l mantenimiento de Depresión respiratoria dosisdependiente. Disminución de
la anestesia general, por lo que se utilizan para complementar otros fárma­ la frecuencia respi ratoria y del vol u men corriente.
cos durante la inducción o el mantenimiento de la a nestesia general. Dismin ución del reflejo tusígeno.

29
ANESTESIOLOGÍA

Sistema musculoesquelético: 4.3. Relajantes m usculares


Rigidez muscular, especialmente en la musculatura de pared to­
rácica y abdominal, pudiendo comprometer de forma importan-
te la ventilación del paciente. Su aparición está relacionada con Los relajantes musculares provocan una parál isis flácida reversible de los
dosis elevadas de opiáceo, administración intravenosa rápida y músculos esqueléticos. No tienen propiedades hipnóticas ni. ana lgésicas,
el uso de óxido nitroso. La rigidez muscular puede revertirse me- por lo que siempre deben administrarse ju nto a un fá rmaco hipnótico y
diante el uso de antagonistas opiáceos y relajantes musculares. un analgésico. Su uso provoca la parálisis de la musculatura respiratoria,
por lo que es necesaria la ventilación mecánica.
Aparato digestivo:
Náuseas y vómitos: los opiáceos tienen un alto poder eme­ Su utilización facilita la intubación orotraqueal y permite el manteni­
tógeno. miento de la relajación muscular necesaria para el desarrollo de ciertas
Cól icos biliares. intervenciones quirúrgicas (por ej., intraabdominales). También son útiles
Estreñimiento. en aquellas cirugías en las que resulta imprescindible asegurar la in mo­
vilidad del paciente durante la intervención, en las que cualquier movi­
Aparato urinario: miento involuntario resultante de una superficialización inadvertida de
Retención urinaria. la anestesia, podría tener resultados catastróficos (por ej., neurocirugía).
Uso clínico:
En la práctica anestésica se utilizan para: Fisiología de la unión neuromuscular (Figura 1 )
Inducción anestésica: como analgésico e inhibidor de la respuesta
simpática a la laringoscopia necesaria para la intubación orotraqueal. La encrucijada de l a transmisión neuromuscular es la placa motora ter­
Mantenimiento a nestésico: mediante perfusión continua (remi­ minal. En este punto, los impulsos nerviosos son transmitidos al músculo
fentanilo, fentanilo o alfentanilo) o en bolos repetidos (fentanilo mediante un neurotransmisor endógeno, la acetilcolina (Ach).
o a lfentanilo).
El remifentan ilo, es el opiáceo mejor regulable y especialmente La Ach se sintetiza en la terminación nerviosa presináptica, almacenándo­
apropiado, en combinación con propofol para la real ización de se en vesículas. Cuando un potencial de acción llega al botón presináp­
una TIVA (anestesia total i ntravenosa). tico, se produce una despolarización de la membrana con la apertura de
canales de Ca ++. La entrada de Ca ++ en la motoneurona produce la unión
Posología: de las vesículas y la liberación de Ach a la hendidura sináptica. La Ach se
Remifentanilo: une a los receptores nicotínicos (colinérgicos) del terminal postsináptico
Bolo: 1 -2 µg/kg. (músculo), lo que origina la apertura del canal iónico que genera entrada
Perfusión contin ua: 0,2-0,4 µg/kg/min. de Na• al interior de la célula muscular, y salida de K•, permitiendo la pro­
pagación del potencial de acción y, por tanto, la contracción muscular.
Fentanilo:
Bolo inducción: 1 -2 µg/kg. La acetilcolinesterasa, enzima responsable de la metabolización de la Ach,
Bolos sucesivos para mantenimiento anestésico: 2-3 µg/kg/h. es sintetizada por la célula muscular, encontrándose en la membrana del
terminal postsináptico, junto a los receptores nicotínicos. La mitad de mo­
Alfentanilo: léculas de Ach son hidrolizadas antes de l legar a los receptores. Las molé­
Bolo: 1 0-20 µg/kg. culas que alcanzan los receptores son metabolizadas a los pocos micro­
Perfusión continua: 3-5 µg/kg/min. segundos. El metabolismo de la Ach genera acetato y colina. La colina se
reintegra al terminal presináptico para generar nuevas moléculas de Ach.
La naloxona es u n antagonista opiáceo competitivo en los recep­
tores µ del cerebro y médula espinal. Su administración es en bolos
intravenosos de 0,02-0,04 i.v., hasta obtener efecto deseado. Su vida
media (aproximadamente 30 minutos) es menor que la mayoría de
los opiáceos, con excepción del remifentanilo.
Efectos adversos: además de los descritos en el apartado de farma­
codinámica:
Aparato cardiovascular. en general son bien tolerados, salvo en
situaciones de i nestabilidad hemodinámica o hipovolemia, que
precisan del ajuste de su dosificación.
Fenómeno de tolerancia: en pacientes que reciben tratamiento
crónico con opiáceos o usuarios de drogas por vía parenteral,

�t
:;;;:__J��
pueden ser necesarias dosis superiores de opiáceos para conse­
Cm;M �- H-dma
guir el efecto deseado. ·
Acetato .___ sináptica
Prurito. _ Acetilcolinesterasa
....,.
Miosis.
Dependencia a opiáceos: la posibilidad de provocar depen­
dencia a opiáceos en pacientes no dependientes, tras el uso de
opiáceos durante una a nestesia general o como tratamiento del
dolor agudo posoperatorio, no tiene un papel significativo. Figura 1 . Fisiología de la unión neuromuscular

30
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª ed ición ___________ 04. Fármacos en anestesiología

Clasificación de los bloqueantes musculares Uso clínico de los relajantes musculares


Los relajantes musculares ejercen su acción, interrumpiendo la transmisión Succinilcolina
del potencial de acción a nivel de la placa motora, por un mecanismo com-
petitivo con las moléculas de Ach a nivel de los receptores nicotínicos. En la actualidad, el papel de la succinilcolina está prácticamente reserva­
do para la intubación de emergencia (intubación de secuencia rápida) o
Dependiendo del mecanismo de acción, se pueden distinguir dos tipos en aquellos casos en los que se prevea una vía aérea difícil y no pueda
de relajantes musculares: despolarizantes y no despolarizantes. realizarse con el paciente despierto (fibroscopia).

Relajantes musculares despolarizantes La dosis es de 1 ,5 mg/kg, obteniéndose condiciones óptimas de intubación


en 45-60 segundos, y con una duración global del efecto de 5- 1 O minutos.
El representante clásico es la succinilcolina. Es un agonista de la Ach,
uniéndose también al receptor nicotínico postsináptico. Dicha unión Existen ciertas situaciones clínicas en las que el uso de la succinilcolina
provoca una despolarización del músculo que, a diferencia de la Ach, es está contraindicado:
más prolongada, provocando una estimulación continua de dichos re­ Historia personal y/o familiar de hipertermia maligna.
ceptores. La succinilcolina no es metabolizada por la acetilcolinesterasa, Miopatías*.
sino por la pseudocolinesterasa o colinesterasa plasmática. Una mínima Enfermedades neurológicas que cursan con denervación muscular (es­
parte de la succinilcolina administrada por vía intravenosa alcanza la pla­ clerosis lateral amiotrófica; mielopatía transversa, esclerosis múltiple)*.
ca motora, pues la mayoría es hidrolizada por la pseudocolinesterasa. Accidente cerebrovascular en las 72 h anteriores*.
Rabdomiólisis*.
Clínicamente, el bloqueo despolarizante se manifiesta por la aparición de Hiperpotasemia.
fasciculaciones y posterior parálisis flácida. Se ha descrito una alteración ge­ Grandes quemados en las 72 h anteriores*.
nética homocigota que provoca una disminución de la actividad de la pseu­ Politraumatizados en las 72 h anteriores*.
docolinesterasa plasmática, que provoca un retraso en la metabolización de Inmovilización prolongada (pacientes UCI)*.
la succinilcolina y el mivacurio. La expresión clínica de este defecto consiste Infección productora de exotoxinas (botulismo, tétanos)*.
en una parálisis flácida prolongada tras la administración de dichos agentes. Sepsis*.

N o despolarizantes *Riesgo de hiperpotasemia grave

Compiten con la Ach por los receptores nicotínicos, pero no provocan En estos grupos de pacientes debe optarse por un bloqueante neuro­
la despolarización del músculo cuando se unen al receptor. A diferencia muscular no despolarizante para la intubación orotraqueal.
de la succinilcolina, actúan como antagonistas, provocando una parálisis
flácida, sin fasciculaciones previas. Dentro de los efectos adversos asociados a la succinilcolina, destacan: fas­
ciculaciones, rabdomiólisis, hiperpotasemia, trismos, bradicardia, aumen-
Los relajantes musculares no despolarizantes pueden dividirse en dos grupos: to de la presión intraocular y reacciones anafilactoides.
Derivados bencilisocolínicos:
Mivacurio. Relajantes musculares no despolarizantes
Atracurio.
Cisatracurio. En la actualidad, los relajantes musculares no despolarizantes más utiliza­
dos son rocuronio y cisatracurio.
Derivados de estructura esteroidea: Rocuronio: tiene indicación de uso para la intubación de secuencia
Pancuronio. rápida, siendo el fármaco de elección en aquellos pacientes en los que
Rocuronio. el uso de succinilcolina está contraindicado. Además, también puede
Vecuronio. utilizarse como relajante de intubación en cirugía programada y como

-
relajante de mantenimiento en bolos sucesivos durante la cirugía.
Las características de los relajantes musculares se muestran en la Tabla 4. La dosis de intubación de secuencia rápida es 1 mg/kg, consiguiendo un
nivel de relajación suficiente a los 60 segundos. La dosis de intubación
"programada" es 0,6 mg/kg, retrasándose la relajación óptima para la in­
Mecanismo tubación a los 90 segundos. La dosis de mantenimiento es O,15 mg/kg/h.
Metabolización
de acción Se elimina por metabolización hepática (70%) y renal (30%), por lo que
Succinilcolina Despolarizante l ü min Colinesterasa sérica debe ajustarse la dosis en pacientes con insuficiencia hepática y/o renal.
Mivacurio No despolarizante 15 min Colinesterasa sérica Los efectos adversos más frecuentes son dolor en el lugar de la admi­
Atracurio No despolarizante 45 min Reacción de Hofmann* nistración dei fármaco, taquicardia, hipotensión y bloqueo muscular
Cisatracurio No despolarizante 40 min Reacción de Hofmann* prolongado (residual). También están descritas reacciones anafilac­
Pancuronio No despolarizante l OO min Renal toides, relacionadas con la liberación de histamina.
Rocuronio No despolarizante 30 min Hepática y renal Cisatracurio: no tiene indicación de uso en la intubación de secuen­
Vecuronio No despolarizante 40 min Hepática cia rápida dado su relativamente prolongado inicio de acción. Ha­
* Metabolismo plasmático espontáneo no enzimático dependiente bitualmente se utiliza como relajante para la intubación en cirugía
de temperatura y pH (.J, su metabolismo en hipotermia y/o acidosis) "programada" y como relajante de mantenimiento en bolos sucesi­
Tabla 4. Características de los relajantes musculares vos o en perfusión continua.

31
ANESTESIOLOGÍA

Es especialmente útil en pacientes con insuficiencia hepática y/o re- mixtos en el territorio que inervan: sensibilidad, motricidad y funciones
nal, al no depender del hígado para su eliminación (que se realiza vegetativas.
mediante la reacción de Hofmann).
La dosis de intubación es 0,15 mg/kg. La dosis de mantenimiento es Pueden actuar sobre la médula espinal y los ganglios espinales (bloqueo
0,03 mg/kg, que puede repetirse cada 30-40 minutos. intradural o epidural), sobre los troncos nerviosos (anestesia de plexos),
Los efectos secundarios más frecuentes son hipotensión, bradicardia los nervios periféricos o sobre las terminaciones nerviosas de los nervios
y reacciones anafilactoides por liberación de histamina. periféricos (anestesia por infiltración o tópica).

Antagonistas de los relajantes musculares Mecanismo de acción


En la práctica clínica anestésica, se dispone de dos fármacos que antagonizan Los AL difunden a través de la membrana lipofílica de la célula nerviosa
el efecto de ciertos relajantes musculares: la neostigmina y el sugammadex. en su forma no ionizada (inactiva). Una vez en la célula nerviosa, el pH
Neostigmina: es un inhibidor de la acetilcolinesterasa. La inhibición intracelular (más bajo) disocia el AL y genera la forma ionizada del AL (ac­
de la colinesterasa provoca el bloqueo del metabolismo de la Ach, tiva), que es la responsable del bloqueo reversible de los canales de Na+ ,
con lo que se produce un aumento de las concentraciones de Ach evitando la entrada rápida de Na+, lo que provoca el bloqueo de la fase
en la placa motora, pudiendo competir con la molécula de relajante inicial del potencial de acción.
muscular por el receptor muscular.
La neostigmina revierte el bloqueo muscular provocado por los rela­ El efecto analgésico de los AL se debe al bloqueo de los estímulos nervio­
jantes musculares no despolarizantes (tanto derivados bencilisocolí­ sos a través de la fibras nerviosas amielínicas y poco mielinizadas, trans­
nicos, como de estructura esteroidea, excepto el mivacurio). misoras de estímulos dolorosos. A medida que aumenta el grosor de las
La dosis habitual es 0,03-0,8 mg/kg. Debe administrarse una vez que fibras nerviosas (fibras mielínicas), se requerirá mayores concentraciones
el paciente ha recuperado parte del bloqueo muscular (inicio de res­ de AL. Esta característica permite que, utilizando bajas concentraciones
piración espontánea), no siendo útil para la reversión de un bloqueo de AL, se pueda conseguir una analgesia selectiva sin pérdida de la sen­
muscular profundo (menor vida media que los relajantes musculares sibilidad al tacto y presión, ni de la fuerza motora, ya que estas últimas se
no despolarizantes). transmiten por fibras mielinizadas, de mayor grosor (bloqueo diferencial
La neostigmina también actúa a nivel de los receptores nicotínicos o selectivo).
de los ganglios autonómicos y los receptores muscarínicos car­
díacos, músculo liso y glándulas exocrinas. Por ello, siempre debe En la Tabla 5 se de�criben la clasificación y funciones de las distintas fi-

••... ...
administrarse junto a atropina, para evitar los efectos secundarios bras nerviosas.
parasimpaticomiméticos (bradicardia, broncoconstricción, hipersa-
livación . . . ) asociados a su uso.
El bloqueo muscular despolarizante no puede ser revertido mediante
el uso de neostigmina. Incluso, puede provocar una prolongación de la . . Fu nción

parálisis flácida, debido a que también inhibe la actividad de la pseudo­ A a Motora: 5ensibil idad
++ 12-20 +
co!inesterasa y, por tanto, el metabolismo de la succinilcolina y mivacurio. propioceptiva
Sugammadex: es un antagonista específico del rocuronio y, en me­ + ++
� 5-12 Presión táctil, vibración
nor medida, del vecuronio.
y + 3-6 ++ Tono muscular
El mecanismo de acción consiste en la inactivación de las molécu­
las de sugammadex mediante la formación de un complejo sugam­ 8 Dolor/temperatura/
+ 1-4 +++
tacto
madex-rocuronio, inactivo a nivel de la placa neuromuscular. No
tiene actividad sobre la acetilcolinesterasa, por lo que no presenta B SN simpático
+ <3 ++++
preganglionar
efectos parasimpaticomiméticos.
La dosis necesaria depende de la profundidad de bloqueo muscular e Dolor/temperatura
presente en el momento de su administración, variando desde 2 a SN simpático
0,3-1,3 ++++
16 mg/kg y consiguiendo una reversión total del bloqueo muscular. posganglionar
La duración del efecto es de 24 h, por lo que en caso de precisar nueva­ SN parasimpático
mente relajación muscular, debe optarse por un relajante muscular di­ Tabla S. Clasificación y función de las fibras nerviosas
ferente al rocuronio y vecuronio (por ej., succinilcolina y/o cisatracurio).
La posibilidad de la reversión inmediata del bloqueo muscular pro- La sensación dolorosa es transmitida por las fibras tipo A8 y las fibras tipo C.
vacado por rocuronio mediante el uso de sugammadex hace de
este relajante muscular una opción de primera lfnea en la intubación Las características de las fibras nerviosas explica la cronología del blo­
de secuencia rápida en prácticamente todos los casos. queo producido por los AL:
Aumento de la temperatura cutánea y vasodilatación (fibras B).
Pérdida de sensación de temperatura y alivio del dolor (fibras C y A8).
4.4. Anestésicos l oca les Pérdida de tono muscular (fibras Ay).
Pérdida de la sensación del tacto y presión (fibras A�).
Pérdida de la motricidad (fibras Aa).
Los anestésicos locales (AL) son un grupo de fármacos que usados en la
práctica clínica producen un bloqueo temporal y reversible de la conduc- La recuperación del bloqueo anestésico se producirá en orden inverso a
ción nerviosa. Dicho bloqueo inhibe las distintas funciones de los nervios su instauración.

32
----------�--�---------
Man ual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 04. Fármacos en anestesiología

Estructura química el efecto anestésico, mientras que la no ionizada es la única que puede
atravesar la membrana lipídica para penetrar en la célula nerviosa.
Todos los AL son unas aminas aromáticas de pequeño peso molecular,
bases débiles y escasamente solubles en agua. Las principales características que definen a los AL son:
Potencia anestésica:
Se clasifican en dos grupos: Viene determinada principalmente por la lipofilia del AL. Para ejercer
Tipo éster: su efecto farmacológico, los AL deben atravesar la membrana de la
Cocaína. célula nerviosa. Por ello, cuanto más lipofílico es un AL, más potente
Benzocaína. es su acción anestésica.
Tetracaína. Duración de acción:
Clorprocaína. Está relacionada con la capacidad del AL de unión a las proteínas. Los
AL con alta unión a proteínas, con una liberación más lenta, tendrán
Los AL tipo éster son rápidamente hidrolizados por la pseudocoli­ una duración mayor.
nesterasa plasmática, produciéndose ácido paraaminobenzoico Periodo de latencia:
(PABA), metabolito característico de este grupo y responsable de las El inicio de acción del AL viene determinado por el valor del pKa de
posibles reacciones alérgicas. La cocaína constituye la excepción de cada fármaco. La proporción de AL no ionizado cuando se inyecta en
este grupo, al ser metabolizada en el hígado y no producir PABA. un tejido con un pH de 7,4, es inversamente proporcional al valor del
Los AL tipo éster solamente se utilizan para su aplicación tópica y/o pKa del AL. Por ello, los AL con bajo pKa tendrán un inicio de acción
para infiltración de tejidos. más rápido, mientras que aquellos con un valor de pKa más alto ten­
drán un inicio más retardado.
Tipo amida: La alcalinización de la solución de AL se utiliza para disminuir el tiempo
Lidocaína. de latencia del AL, si bien sus resultados clínicos son controvertidos.
Mepivacaína. Otro factor que influye en la latencia de un AL es la concentración
Bupivacaína. del AL, de tal forma que a mayor concentración de AL, menor tiem­
Ropivacaína. po de latencia.
Levobupivacaína. Bloqueo diferencial:
Prilocaína. Algunos AL tienen capacidad para producir un bloqueo preferente­
mente sensitivo, con menor afectación motora, y se debe a su alto
Los AL tipo amida sufren metabolización hepática, no produciéndo­ pKa. Pocas moléculas en la forma no ionizada están disponibles para
se PABA, por lo que las reacciones alérgicas son muy poco frecuentes. atravesar las membranas lipídicas gruesas de las fibras mielinizadas
Los AL tipo amida son los utilizados en la anestesia regional, pudien­ (Aa y A�). mientras que sí son suficientes para atravesar las membra­
do administrarse para infiltración, bloqueo subaracnoideo, bloqueo nas de fibras nerviosas amielínicas. Son ejemplos de este efecto la
epidural, bloqueos de plexos o bloqueos de nervios periféricos. En el bupivacaína, la levobupivacaína y la ropivacaína.
caso de la lidocaína, también puede administrarse de forma tópica.
Las principales características fisicoquímicas de los AL tipo amida se en­
Propiedades fisicoquímicas cuentran resumidas en la Tabla 6:

Los AL son bases débiles que, en su formación acuosa, se encuentran Toxicidad


tanto en su forma ionizada (BH+) como en su forma no ionizada o base
libre (B). Ambas formas se encuentran en un equilibrio que depende del Se pueden distinguir dos grupos de toxicidades:
pH del medio y del valor de pKa del AL. El equilibrio de disociación de un Toxicidad local: todos los AL son neurotóxicos a altas concentracio­
anestésico local: nes y son capaces de producir muerte neuronal. Igualmente, todos
los AL tienen un potencial miotóxico.
Toxicidad sistémica:
Reacciones anafilácticas: los AL tipo éster producen reaccio­
El pKa de un AL es el valor de pH en que la relación entre la forma ioni­ nes alérgicas debido a la producción de PABA tras su metaboli­
zada y de la no ionizada del AL es 1 : 1 . La forma ionizada es la que ejerce zación por la pseudocolinesterasa plasmática.

Latencia (min) % Unión a proteínas Duración del efecto (min) Bloqueo diferencial
Lidocaína' 7,9 5-1 0 64 60- 1 20
Mepivacaína2 7,6 1 0- 1 5 78 90-1 50
Ropivacaína' 8, 1 5-1 0 95 1 60-290 +
Bupivacaína' 8, 1 20-30 1 50 1 80-360 +
Levobupivacaína3 8, 1 1 0- 1 5 1 50 1 80-360 +
1
AL de corta duración
2
AL de duración intermedia
3
AL de larga duración
Tabla 6. Características fisicoquímicas de los anestésicos locales

33
ANESTESIOLOGÍA

Algu nos prepa rados comerciales de AL tipo a m ida contienen les) y otras med idas de rea n i mación ca rdiopulmonar ava nzada
u n conserva nte, el meti lpara beno, de estructu ra q u ím ica similar si fuera n precisas. La i nfusión de l ípidos (l ntra l i pid") se ha uti l iza­
a l PASA, que es responsable de reacciones a lérg icas similares a do como pa rte del trata miento de aquel los cuadros g raves de
las ind ucidas por el PASA. intoxicaciones sistém icas.
SNC y c a rd i o l ógico: l a s reacciones tóxicas sisté m icas se de­ La adición de adrenalina a la solución del AL es una medida que bus­
ben a la a bsorción de a ltas dosis i n a p ropiadas de AL, o bien ca disminuir la absorción sistémica del AL, al producir vasoconstric­
a l a a d m i n i stración i ntravascu l a r accide nta l d e u n a dosis co­ ción en el tejido infiltrado; pudiéndose aumentar la dosis total de
rrecta de AL. Los pacientes m a l n utridos o d e b i l itados, con hi­ AL administrado con menor riesgo de toxicidad sistémica (Tabla 7).
poprote i n e m i a , son m á s su scepti bles a sufr i r toxicidad sisté­ Las dosis de AL deben dism i n u i rse cuando se infi ltra n tej idos
m ica, debido al a u m ento de l a fracción n o u n id a a p roteínas muy vascula rizados (mucosas). Sin embargo, la medida profi lác­
d e l AL. tica más eficaz pa ra evita r la toxicidad sistém ica de los AL es
Las man ifestaciones cl ínicas de toxicidad son genera l mente aspirar la jeringa previamente a la i nyección anestésica, a fi n de
neurológicas y cardíacas. Los efectos secu nda rios a n ivel del evita r la a d m i n istración intravascular del AL.
SNC suelen aparecen de forma más precoz que los card íacos. La bu pivaca ína es el AL más cardiotóxii:o y, a diferencia de los
Suelen d ivid i rse en tres fases: otros AL, puede provoca r cl ínica ca rd íaca sin presentar previa­
1 . Pród romos: sabor metá lico, entumecimiento peribucal, mente si ntomatología neurológica.
acúfenos, a lteraciones visuales. Las dosis máximas de util ización de los anestésicos locales se
2. Fase de excitación: agitación psicomotriz, tem blores, fasci­ recogen en la Tabla 7.
culaciones, crisis comicia les.
3. Fase de depresión de SNC y alteraciones card íacas: dismi­
n ución del nivel de consciencia, coma, arritmias card íacas Dosis máxima
Dosis máxima
(bradicard ia-asistolia hasta taq uia rritmias-fi brilación ventri­ con adrenalina
cular) y muerte. Lidocaína 4 mg/kg 7 mg/kg
Mepivaca ína 5 mg/kg 7 mg/kg
El trata m iento de la toxicidad sistém ica de los AL consiste en Ropivaca ína 2,5 mg/kg 2,5 mg/kg
med idas de sostén necesa rias (02 , suerotera pia), ordenar h i per­
Bupivaca ína 2 mg/kg 2,5 mg/kg
venti lar a l paciente (d ismin ución de la perfusión cerebral, para
red ucir el fl ujo de AL a l cerebro), benzod iacepinas, a ntia rrítm icos Levobupivaca ína 3 mg/kg 4 mg/kg
(las a rritm ias pueden ser- refracta rias a los tratamientos ha bitua- Ta bla 7. Dosis máxi mas de uti l ización de los a n estésicos l oca les

" El propofol, el etomidato, la ketamina y el midazolam son los


I deas clave ¿ hipnóticos i ntravenosos más uti l izados.

" En la práctica actual de la anestesia, se uti l iza la combinación de " E l rem ifenta n i lo, el fenta nilo y el a lfenta nilo son los opiáceos
varios fá rmacos, lo más selectivos posi ble en su meca nismo de más util izados en la práctica a nestésica.
acción, con el fi n de aseg u ra r la eficacia y mini m iza r los posibles
efectos adversos. " E l uso de propofol asociado a remifentanilo es la combi nación
actual más frecuente pa ra la rea l ización de una anestesia tota l
" Con excepción de la keta mi na, todos los fá rmacos h i p n óticos i ntravenosa (TIVA).
ca recen de propiedades a n a lgésicas.
" Las neostigmina es un a ntagonista de los bloq uea ntes muscu la­
" La CAM (concentración a lveo l a r mínima) de los agentes i n ha­ res no despola riza ntes.
lados, se refiere a la concentración a l veo l a r del a n estésico in­
halado que evita el movi miento en respuesta a un estím u l o " El sugammadex es un a ntagonista específico del rocuronio y, en
doloroso en el 50% de los pacientes. Este parámetro, permite menor med ida, del vecuron io.
u n a comparación a proximada de la potencia de los d i sti ntos
agentes i n h a lados. " Las manifestaciones clín icas de la toxicidad sistémica de los
a nestésicos locales son neurológ icas (crisis comiciales) y card ía­
" El sevofl u ra n o y el desfl u ra n o son los agentes i n halados más uti­ cas (arritmias malig nas).
l izados en la práctica c l ín ica habitual.

34
Anestesiología

M o n itoriza ción en a nestesia

' ·; :: • '1 ' 1 O r¡ Se debe conocer la monitorización mínima necesaria para cualquier intervención quirúrgica,

ENARM así como los cambios en los parámetros fisiológicos que se producen durante las complicaciones
más frecuentes durante el acto anestésico.

5.1 . I ntroducción

Los anestesiólogos son responsables del mantenimiento de la ho­


meostasis del paciente durante la intervención quirúrgica. Esto incluye
la monitorización de las constantes vitales y otros parámetros fisiológi­
cos, que permitan una rápida detección de los cambios del paciente,
así como la instauración de las medidas de soporte vital necesarias.
Los objetivos finales son la seguridad del paciente y la calidad de la
anestesia.

La sociedad de anestesiología, reanimación y terapéutica del dolor (SE­


DAR), establece unos mínimos de monitorización en todo paciente so­
metido a anestesia general:
Monitorización de la oxigenación:
Concentración de 02 en la mezcla de gas inspirado. Figura 1. Monitorización de parámetros ventilatorios y concentración
Pulsioximetría. de agentes anestésicos inhalados

Monitorización de la ventilación:
Capnografía.
Volúmenes pulmonares y presiones en la vía aérea.

Monitorización de la circulación:
Trazado continuo de ECG.
Presión arterial.

Otros parámetros fisiológicos útiles que pueden ser monitorizados du­


rante el acto anestésico son:
Relajación muscular.
Concentración de agentes anestésicos inhalados.
Profundidad de la anestesia.
Temperatura corporal.

En la actualidad, la mayoría de los parámetros de monitorización suelen


estar integrados en una o dos pantallas que facilitan una rápida interpre­ Figura 2 . Monitorización d e parámetros de oxigenación,
tación y control (Figuras 1 y 2). hemodinámicos,relajación muscular y entropía

35
ANESTESIOLOGÍA

5.2. Monitorización de la oxigenación luación clínica (auscultación) permite valorar la ventilación simétrica de
ambos hemitórax (excluyendo la introducción del tubo en un bronquio
principal, generalmente derecho), mientras que la detección de CO2 en el
El objetivo es asegurar una adecuada concentración de oxígeno en el gas aire espirado permite asegurar la presencia del tubo endotraqueal en vía
inspirado y en la sangre durante todo el acto anestésico. aérea (excluyendo la intubación esofágica).

Métodos de monitorización Durante la ventilación mecánica en una anestesia general, niveles eleva­
dos de EtCO2 reflejarían hipoventilación alveolar, mientras que cifras bajas
Monitorización de la concentración inspirada de oxígeno: se de EtCO 2 corresponden a un exceso de ve milación alveolar.
debe medir con un analizador de oxígeno en el sistema de paciente.
Debe disponer de alarma con límite de baja concentración de 02 . El ajuste del grado de ventilación alveolar se realiza a través del volumen
Pulsioximetría: método cuantitativo continuo de medición de la minuto (VM), modificando los valores del volumen corriente o tidal (Ve o
saturación de oxígeno de la hemoglobina en sangre periférica. Ade­ Vt) y/o la frecuencia respiratoria (F R).
más, informa de la frecuencia de pulso.
VM = Vc x F R

Este dispositivo consiste en un microprocesador que calcula el porcenta­ A mayor V M , mayor ventilación alveolar y descenso e n los niveles de
je de saturación de oxígeno en cada latido de sangre arterial que pasa a EtCO 2 , y viceversa.
través del sensor. Su funcionamiento se basa en la emisión de un haz de
luz de baja intensidad desde un diodo emisor de luz (LEO) hacia un foto­ Otras situaciones, diferentes al grado de ventilación alveolar, en las que
diodo receptor. La cantidad relativa de luz a bsorbida por la hemoglobina los niveles de CO 2 pueden alterarse son:
saturada de oxígeno es diferente de la hemoglobina no oxigenada. El Elevación de las cifras de EtCO2 : fiebre, hipertemia maligna, sepsis,
microprocesador mide esas diferencias y calcula el porcentaje de hemog­ etc., y en general, cualquier situación con un estado catabólico au­
lobina saturada de oxígeno. mentado, con aumento en la producción de coi -
En la cirugía laparoscópica, a pesar de que el neumoperitoneo se
Existen diferentes ti pos de sensores de pulsioximetría, adecuados para realiza mediante la introducción de CO 2 en la cavidad peritoneal,
distintos lugares donde aplicar el sensor. La punta de un dedo y el lóbulo pudiendo producirse absorción del gas, la hipercapnia asociada a
de la oreja son los más utilizados. esta técnica quirúrgica suele estar relacionada principalmente por
el compromiso de la ventilación por aumentos importantes de la
La precisión de la pulsioximetría está comprometida en diversas situacio­ presión intraabdominal.
nes que deben tenerse en cuenta a la �ora de interpretar sus resultados. Descenso de las cifras de EtCO2 : hipotensión, disminución del gas­
Una buena perfusión periférica es necesaria para una correcta lectura del to cardíaco, em bolia pulmonar, em bolia gaseosa, parada cardíaca . .. ,
sensor; por ello, situaciones tales como hipotensión, vasoconstricción pe­ y en general, disminuye las cifras de EtCO 2 cualquier situación que
riférica, inflado de manguito de tensión arterial por encima del sensor o aumente el "espacio muerto" alveolar (alvéolos ventilados pero no
hipotermia, son causas frecuentes de un funcionamiento inadecuado de prefundidos).
la pulsioximetría. La anemia grave, o niveles elevados de carboxihemog­
lobina tam bién pueden interferir en la medición. Espirometría
No debe confundirse la medición de la saturación de oxígeno de la he­ Consiste en la medida de las presiones, volúmenes y flujo en la vía aérea.
moglobina (%Sa+ O) con la presión parcial arterial de oxígeno (PaO/ Am­ Presión: los factores principales que condicionan los valores de pre­
bos parámetros están relacionados mediante la curva de disociación de sión en la vía aérea son: el volumen de aire insuflado, la resister.cia de
la hemoglobina. La gasometría arterial, aporta los valores de la PaO2 y de las vías aéreas y la distensibilidad pulmonar.
Sa+ O 2 Es imprescindible marcar unos niveles de alarma de presión:
M ínimo: permite identificar situaciones de fuga de aire del sis­
tema y/o desconexión accidental de la ventilación mecánica.
5.3. Monitorización de la ventilación Máximo: permite identificar y prevenir situaciones de riesgo
para el desarrollo de barotrauma.

El objetivo es asegurar una adecuada ventilación alveolar durante todo Ta m bién permite reconocer la presencia de la intubación selectiva
el acto anestésico. bronquial (desplazamiento tubo endotraqueal durante la cirugía) o
de un neumotórax.
Métodos de monitorización Volúmenes: aportan los valores de parámetros relacionados con la
ventilación, principalmente VM y Ve.
Capnografía La com paración de los valores de dichos parámetros en la rama ins­
piratoria respecto a la rama espiratoria, permite detectar fugas del
La medición de la concentración de CO2 al final de la espiración (End ti­ circuito respiratorio.
dal CO2 o EtCO 2 ) permite valorar una adecuada ventilación durante una Otro parámetro útil relacionado con la medida de presiones es la
¡¡nestesia general. compliance o distensibilidad pulmonar. Este parámetro relaciona el
volumen de aire espirado con la presión inspiratoria alcanzada.
La colocación correcta del tubo endotraqueal debe verificarse mediante Flujo: la medida del flujo en los ciclos respiratorios aporta informa­
la evaluación clínica y por el análisis del CO 2 en el aire espirado. La eva- ción de las resistencias de la vía aérea y la distensibilidad pulmonar.
___M
�a_
nual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 05. Monitorización en anestesia

Concentración de agentes anestésicos inhalados la aurícula derecha. Los puntos de acceso venoso más utilizados son
la vena yugular interna o la vena subclavia.
En el caso de uso de agentes anestésicos inhalados, debe monitorizarse La presión en la aurícula derecha se puede equiparar a la presión
su concentración en el circuito respiratorio {Figura 3). telediastólica del ventrículo derecho, siempre que no exista es­

o
tenosis tricuspídea significativa. Con ello, puede estimarse el lle­
nado ventricular derecho y, por tanto, la precarga del ventrículo
o 23
derecho, es decir, una medición aproximada del estado de vole­
2 mia del paciente. Pueden realizarse medidas puntuales de la PVC
B02 % Fi02 % (preferentemente al final de la espiración) e, incluso su monitori­

41
I

36 Dsct
Dsci zación continua.
0,
Los valores normales de PVC son de 3-6 mmHg, medidos en un
;? :
*
Dsci 21
--·····--------·-- - paciente sin patología cardiopulmonar previa, en decúbito supi­
Gases no y con respiración espontánea. Sin embargo, dichas condicio­
PEEP % B Fi nes no suelen producirse durante una intervención quirúrgica.
cmH20 Ose! 8.0 Por ello, la interpretación de los valores de PVC debería hacerse
Sev 1 .6 1 • 8 Dsd
5
más como "tendencia" durante la intervención quirúrgica que
Ose!
! N20 o o
------�----------- •--·•···· -- · -
como el análisis estricto respecto a unos valores de referencia
considerados como normales. Se debe recordar que en pacientes
sometidos a ventilación mecánica con uso de P E E P, debe restarse
su valor a la medida de presión de PVC obtenida, para obtener el
valor "real" de la PVC.
Figura 3. Monitorización de concentración de sevoflurano La monitorización de la PVC es útil especialmente en diversos esce­
narios:
Situaciones clínicas graves: shock, sepsis, síndrome de distrés
5.4. M o n itorización de l a circ u l a ción respiratorio del adulto, etc.
Pacientes cardiópatas con disfunción ventricular: miocardiopa­
tía dilatada, cardiopatía isquémica grave, valvulopatía grave, etc.
E l objetivo es asegurar una adecuada situación hemodinámica del pa­ Cirugía cardíaca: valvular, revascularización miocárdica, etc.
ciente. Cirugía aórtica: aneurisma aorta torácica y/o abdominal.

Métodos de monitorización Asimismo, la presencia de una vía venosa central también permite,
entre otras, la administración de fármacos vasoactivos, soluciones
Electrocardiograma continuo: mediante el registro ·continuo del electrolíticas irritantes a nivel periférico (por ej., diluciones con alto
ECG, permite detectarse y tratarse arritmias que pueden aparecer contenido en potasio) e, incluso, servir como guía para la colocación
durante el acto anestésico (bradicardia, taquiarritmias, etc.). de un marcapasos endocavitario si fuera preciso.
Tensión arterial: puede realizarse mediante método no invasivo o Otros parámetros hemodinámicos:
invasivo. Presión de la arteria pulmonar: mediante la colocación de un
No invasivo: manguito de tensión arterial que puede colo­ catéter de Swan-Ganz. La medida de la PCP (presión capilar pul­
carse en miembro superior o inferior. Permite una monitori­ monar de enclavamiento) se correlaciona con la presión tele­
zación discontinua de los valores de tensión arterial, según diastólica del ventrículo izquierdo. Este tipo de catéter también
periodos de tiempo prefijados (generalmente cada 5 o 1 O permite la medición de la PVC.
minutos). Medición del gasto cardíaco: mediante diversos métodos ta­
Invasivo: mediante la canalización de una vía arterial. Es un mé­ les como la termodilución (a través de catéter Swan-Ganz), el
todo de monitorización continua de la tensión arterial. Es más doppler (a través de una sonda esofágica) y la pletismografía de
eficaz y rápida en la detección de los cambios agudos de la si­ impedancia, o bien mediante la visualización en tiempo real del
tuación hemodinámica del paciente. Es necesaria su utilización llenado de las cavidades cardíacas y cuantificación de la fracción
en aquellas intervenciones en las que se prevén situaciones de de eyección, con la ecocardiografía transesofágica.
inestabilidad hemodinámica (como sangrado abundante, arrit­ Saturación venosa mixta de oxígeno (SvmO): obtenida a
mias graves), intervenciones quirúrgicas mayores o pacientes partir de una muestra sanguínea de la arteria pulmonar. Refleja
ASA 1 1 1-IV. la relación entre el aporte y el consumo de oxígeno. Valores in­
feriores al 70% son considerados patológicos.
Débito urinario: dentro de ciertos límites, y en pacientes con fun­
ción renal previa conservada, la diuresis es un marcador muy útil
para valorar el flujo sanguíneo renal e, indirectamente, la situación S.S. M o n itorización fisiol ógica
hemodinámica global del paciente.
La monitorización de la diuresis es horaria. En un paciente adulto,
d iscrecional
ritmos de diuresis entre 0,5-1 ml/kg/hora, reflejan una adecuada re­
posición de fluidos durante el periodo intraoperatorio. En este apartado se incluyen parámetros fisiológicos que no están inclui­
Presión venosa central {PVC): mediante la colocación de un caté­ dos en los mínimos imprescindibles de monitorización, pero que pueden
ter venoso a nivel de la desembocadura de la vena cava superior en resultar muy útiles en cierto tipo de situaciones concretas.

37
,- ANESTESIOLOGÍA

Relajación muscular Existen varias técnicas neurofisiológicas que permiten dicha monitoriza­
ción:
La monitorización del bloqueo neuromuscular tiene como objetivos Interpretación continua del electroencefalograma (EEG): los fár­
principales: macos anestésicos provocan una depresión dosis dependiente de la
Valorar la velocidad de instauración y la profundidad de la curari­ actividad cerebral, que se expresa por el desarrollo de un trazado de
zación, permitiendo un mejor ajuste de la dosificación de los blo­ EEG con mayor amplitud y menor frecuencia.
queantes neuromusculares. Esta técnica de monitorización es útil para valorar la profundidad
Mantener el grado adecuado de bloqueo neuromuscular intraope­ anestésica, así como para la detección precoz de sufrimiento cortical
ratorio en función de las necesidades quirúrgicas. por isquemia en anestesias de alto riesgo (cirugía de carótida). Sin
Elegir el momento más apropiado para la extubación. embargo, presenta dos inconvenientes importantes que limitan su
Elegir el momento más apropiado para la antagonización del blo­ utilización en la práctica clínica habitual: la complejidad de la inter­
queo neuromuscular si fuera necesario. pretación del trazado del EEG y la presencia de interferencias con
Detectar un posible bloqueo neuromuscular residual. otros dispositivos utilizados en quirófano (bisturí eléctrico).
BIS (análisis biespectral): consiste en un análisis complejo del EEG
La valoración clínica de la profundidad del bloqueo neuromuscular (aper­ y su procesamiento en un valor numérico (de O a 1 00), que refleja el
tura ocular, elevar la cabeza, sacar la lengua . .. ) es muy imprecisa y no es grado de profundidad anestésica. Valores de BIS comprendidos entre
suficiente para descartar la presencia de bloqueo neuromuscular residual. 40 y 60, son los adecuados durante la anestesia general (Figura 4).

Por todo ello, en aquellas cirugías en las que se precise mantener el blo­
queo neuromuscular intraoperatorio, es recomendable la monitorización
del bloqueo neuromuscular. Ciertas patologías, tales como la miastenia
gravis o síndromes miasténicos y las miopatías, también son subsidiarias
de monitorización. Sin embargo, en aquellas cirugías que tan sólo preci­
san la dosis de relajación necesaria para facilitar la intubación endotra­
queal, dicha monitorización no es necesaria.

La valoración objetiva de la profundidad del bloqueo neuromuscular se


basa en un neuroestimulador que produce un estímulo eléctrico periódi­
co sobre un nervio motor periférico, registrándose la respuesta contráctil
del músculo inervado. El nervio más utilizado es el nervio cubital, midién­
dose la respuesta contráctil del músculo aductor del pulgar.

El método de monitorización más extendido en la actualidad consiste


en aplicar cuatro estímulos consecutivos (TOF o train of tour) y evaluar la
respuesta. En un paciente no relajado, todas las respuestas contráctiles
tienen la misma amplitud, y el cociente respuesta número 4 (T4)/núme­ Figura 4. Monitor de análisis biespectral (BIS)
ro 1 (T l ) es del 1 00%. Sin embargo, en un paciente que sufre bloqueo
neuromuscular, la respuesta al primer estímulo es siempre mayor que al Entropía: consiste en un análisis matemático de varios segmentos
último estímulo, por lo que el cociente T4/T l es < 1 00%. Actualmente se sucesivos del EEG. El resultado es otro valor numérico que expresa
acepta que el momento más apropiado para la extubación endotraqueal el grado de profundidad anestésica. Cifras de entropía entre 40 y 60
coincide con una relación T4/Tl > 90%. son los adecuados durante la anestesia general (Figura 5).

Profundidad de la anestesia
La monitorización de la profundidad de la anestesia general tiene como
objetivo asegurar un adecuado nivel de hipnosis durante todo el acto
anestésico. Permite prevenir los despertares intraoperatorios y adminis­
trar la dosis necesarias de hipnóticos, evitando los efectos secundarios
por sobredosificación.

La vigilancia clínica (mediante control de constantes vitales como fre­


cuencia cardíaca, tensión arterial ...) es útil, pero insuficiente para asegu­
rar una correcta profundidad anestésica, especialmente en el paciente al
que se le han administrado bloqueantes neuromusculares.

Todos los agentes anestésicos deprimen, en diversos grados, la actividad


eléctrica y metabólica de las neuronas. Dicha inhibición es directamente
proporcional a la profundidad de la anestesia. Por ello, la vigilancia neu­
rofisiológica constituye el método más empleado en la actualidad para
monitorizar la profundidad anestésica. Figura 5. Monitorización de entropía

38
Manual CTO de Medicina y Ci rugía, 4.ª edición ----�---------- 05. Monitorización en anestesia

El BIS y la entropía son los métodos de monitorización de la profundidad gias con infusión de grandes volúmenes de fluidos y/o hemoderiva-
anestésica más util izados en la práctica cl ínica habitual. dos, campo quirúrgico extenso, etc.

Temperatura corporal La temperatura de .l a piel no se considera apropiada para su monitoriza­


ción durante el acto a nestésico.
La monitorización de la temperatura permite identificar de forma precoz
cam bios que pueden afectar a la homeostasis del paciente: La med ida d e la temperatura corporal debe realizarse mediante l a colo­
Hipertermia: sepsis, crisis tirotóxica, hipertermia maligna, reacción cación de una sonda de temperatura en: esófago, vejiga, recto o naso­
alérgica a hemoderivados, etc. faringe (temperatura central). La l ocalización más habitual es a nivel del
Hipotermia (más frecuente): intervenciones prolongadas, hemorra- esófago.

" La ventilación a lveolar es valorada mediante capnografía, aten­


I deas clave L diendo a los niveles de C02 en el aire espirado.

" Los mínimos de monitorización en todo paciente sometido a " La monitorización de la relajación muscular mediante la técnica
una anestesia general incluyen monitorización de: TOF es la medida más eficaz para detectar la relajación muscular
Oxigenación. residual. Se considera que el momento apropiado para la extu­
Ventilación. bación es aquel en el que la relación T4/Tl es > 90%.
Circulación.
" La vigilancia neurofisiológica (BIS o entropía) constituye el mé­
" Otros parámetros recomendables de monitorización son: tem­ todo más empleado en la actua lidad para monitorizar la p rofun­
peratu ra corporal, concentración de gases a nestésicos, relaja­ didad a nestésica.
ción muscular y profundidad anestésica.
" La monitorización de la temperatura en el p_eriodo i ntraopera­
" La pulsioximetría nos i nforma del porcentaje de saturación de torio debe ser central.
oxígeno de la hemoglobina en sangre periférica. Este concepto
no debe confundirse con la presión parcial arterial de oxígeno.

La causa más probable de dichas alteraciones es:


C asos clínicos 1 ) I ntolerancia del paciente a la posición de prono.
Un varón de 28 años está siendo sometido a una cirugía de her­ 2) Desplazamiento del tubo endotraqueal hacia bronquio princi­
nia discal L3-L4, bajo anestesia general. A los 5 minutos de su pal derecho.
colocación en posición de decúbito prono, las alarmas de mo­ 3) Fallo del equ i po de monitorización.
nitorización ventilatoria reflejan un aumento importante de las 4) Crisis de broncospasmo.
presiones en la vía aérea. La auscultación pulmonar demuestra
la ausencia de ruidos respiratorios en hemitórax izquierdo, con
ventilación normal en el hemitórax derecho.

39
Anestesiología

Com p l ica ciones rel a ci o n a d a s


con l a a nestesia

Es un capítulo con una orientación muy clínica, por lo que una lectura comprensiva

ENARM debería ser suficiente para identificar las características más importantes de las complicaciones
perioperatorias descritas.

6.1. Hipertermia maligna anestésica L a presencia de u n episodio de H M en u n pacie nte obliga a l estudio fa­
m i l i a r pa ra detecta r otros miembros fa m i l ia res con pred isposición para
HM.
La h i pertermia maligna (HM) es el resu ltado de la combi nación de u n
paciente susceptible y la administración de u n fá rmaco desencadena nte Fármacos desencadenantes
(a nestésico halogenado y/o succi n i lcoli na).
Práctica mente l a tota l idad de los casos de HM se h a re lacionado con
Consiste en una enfermedad del músculo estriado esq uelético relacio- la a d m i n istración de age ntes h a l ogenados (halota no, sevotl u ra no, des-
nado con un trastorno de la homeostasis del calcio en el i nterior de la tl u ra no, isotl u ra no, etc.) con o s i n la a d m i n i strac ión previa de succ i n i l -
cél u l a m u scu l a r, que condiciona u n estado h i permeta bólico y u n síndro- col i na.
me muscu lar, que puede provoca r u n fa llo m u ltiorgán ico y la muerte del
paciente. Ta m bién se han descrito casos de H M tras la administración ú n ica mente
de succin i lcol i na, pero la frecuencia es mucho menor.
Fisiopatología
Sin embargo, casi la m itad de los pacientes que desarrollan H M tienen
La susceptibil idad a la HM es genética. Está provocada por la m utación de historia previa de exposición asi ntomática a dichos fá rmacos. Esta ca rac­
genes relacionados con la síntesis de proteínas impl icadas en el control terística se expl ica por la va riable penetra ncia genética, así como expre­
de los n iveles de calcio citosólico, en las cél u las m uscu l a res estriadas. siones cl ínicas l eves y/o atípicas, que condicionan la i nfraestimación de la
incidencia rea l de la HM.
Aproxi madamente la m itad de los casos está provocada por m utaciones
loca l izadas en el cromosoma l 9q, relacionados con la síntesis de las pro­ Es, por e l l o, que l a exposición p revia a fá rmacos p rec i pita ntes y/o h is­
teínas del receptor de la rianodina (RYR l ). La m utación de otros genes, toria fa m i l i a r n e gativa p a ra HM n o exi m e d e riesgo d e p resentación
loca l izados en disti ntos cromosomas, ta mbién se h a n relacionado con de HM.
la HM ( 1 7q; 7q; 3q; 1 q; S p, etc.). La transm isión, en aproxi madamente la
m itad de los casos, es a utosóm ica domina nte. Presentación clínica
En presencia de un anestésico ha logenado y/o un bloq uea nte neuro­ La presentación típica de la H M consiste en la a pa rición de:
m uscu l a r despola riza nte (succinilcoli na), se prod uce una elevación de Signos precoces:
los n iveles de calcio l i b re citoplasmático. Este aumento provocará el H i pe rca p n i a : es el signo más precoz, y se detecta por l a ele­
i n icio de una cascada bioqu ímica que final iza rá en la destrucción de la vación de l a s cifras de EtCO 2 (n iveles de CO 2 a l final de la es­
cél ula m uscu l a r: contracción permanente, l i beración de ca lor, a u men­ p i ración).
to del consumo de 0 2 y de prod ucción de CO 2 (acidosis respiratoria). Taq u ica rdia, h i pertensión, vasod ilatación y sudoración; signos
relacionados con la elevación de los n iveles de CO 2 y la necesi­
Si no se trata con da ntroleno, se prod uce un a u mento del meta bol ismo dad de e l i m i n a r calor.
a naerobio (acidosis m ixta), ra bdomiól isis, h i perpotasemia tóxica y trastor­ R i g i d ez m u s c u l a r a n ivel d e los m ú sc u los m a seteros (tris­
nos del ritmo ca rdíaco. mus).

40
Manual CTO de Medicina y Ci rugía, 4.ª edición 06. Complicaciones relacionadas con la anestesia

Rigidez muscular generalizada: su presencia en un paciente que Diagnóstico de la predisposición genética


ha recibido bloqueantes neuromusculares, se considera patog­
para hipertermia maligna
nomónico de HM, en presencia de otros signos de hipermeta­
bolismo muscular.
Alteraciones equilibrio ácido-base: acidosis respiratoria. Tras la presentación de un cuadro clínico sugestivo de HM (la clínica es
sugestiva, pero no diagnóstica), los pacientes deben ser sometidos a
Signos tardíos: pruebas diagnósticas específicas encaminadas a establecer el diagnósti­
Hipertemia: la contracción mantenida de la musculatura estria­ co de susceptibilidad para HM.
da genera más calor del que el cuerpo es capaz de disipar. La
elevación de la temperatu ra puede oscilar d esde minutos hasta El diagnóstico puede establecerse mediante:
horas después del inicio de la sintomatología. Prueba de contractura con halotano: se realiza una biopsia de
Rabdomiólisis. músculo estriado (vasto interno o externo del mus!o), exponiendo
Hiperpotasemia. posteriormente los fragmentos musculares a halotano, que provoca
Arritmias: en relación con la apa rición de hiperpotasemia, que la contractura muscular.
pueden precipita r el desa rrollo de taquica rdia ventricular y/o Estudio genético: buscando específicamente las mutaciones ge­
fibrilación ventricular. néticas relacionadas con s usceptibilidad para HM. Puede realizarse
Alteraciones del equilibrio ácido-base: acidosis mixta (respirato­ tras una prueba de contractura con halotano positiva o buscando
ria y metabólica). directamente la presencia de la mutación genética, si esta se co­
noce.
Tratamiento
Anestesia general en pacientes
La HM debe sospecha rse ante la aparición de una elevación inexplicada
con susceptibilidad genética
de los niveles de EtCO2 en un paciente que es sometido a una anestesia
general y que ha sido expuesto a anestésicos halogenados y/o succinil­ conocida a hipertermia maligna
colina. La presencia de trismus, rigidez muscular generalizada y acidosis
metabólica apoya la sospecha diagnóstica. Debe optarse por la realización de anestesia total intravenosa, eligiendo
un bloqueante neuromuscular no despolarizante (cisatracurio o rocuro-­
El tratamiento de la hipertermia maligna se basa en: nio) pa ra la intubación orotraqueal.
1. Suspensión del agente halogenado: si la intervención puede
ser suspendid a, se ha rá; si no es posible, d ebe realiza rse lo más Los anestésicos hal og enados y la succinilcolina está n contraindica­
rápid a m ente posible, continuando la anestesia general con la dos.
a d m inistración d e fá r m a cos a nestésicos intravenosos (propo­
fol). No está indicad a la a d m inistración profi láctica d e d antroleno. Debe
2. Asegurar una adecuada oxigenación y ventilación: a seg urarse la d i s poni bilidad d e p rovisión suficiente de dantroleno.
Intubación endotraqueal del paciente (si no lo estaba).
Administra r oxígeno al 100%. Monitorización completa, incluida capnografía y temperatura central.
Ajusta r la ventilación alveola r (frecuencia respiratoria y volumen
corriente) para intenta r disminuir los niveles de EtCO2 . Evitar la hipotermia perioperatoria, responsable de los escalofríos en el
desperta r del paciente.
3. Dantroleno: es el único antídoto conocido para la HM. Actúa dete-
niendo la acumulación de calcio intracelular, revirtiendo el estado
hipermetabólico muscular. 6.2. Reacciones anafilácticas
Se administra un bolo inicial de 2,5 mg/kg intravenoso, pudiendo
repetirse en bolos sucesivos hasta dosis de 30 mg/kg.
y anafilactoides
El descenso de los niveles de CO2 y el control del resto de la sintoma­
tolog ía, suele conseguirse a los pocos minutos de la administración Múltiples fá rmacos administrados durante l a realización d e una anestesia
del antídoto. Una vez resuelto el episodio agudo, deben administra r­ general pueden prod ucir una reacción alérgica.
se bolos sucesivos de 1 mg/kg/4 h durante, al menos, las primeras
24 h. Fisiopatología
4. Tratamiento de la hiperpotasemia tóxica: según medidas habi-
tuales (bicarbonato sódico, cloruro cálcico, perfusión de insulina- Si bien la presentación clínica no permite distinguirlos, se distinguen dos
glucosa, etc.). mecanismos responsables de reacciones alérg icas en el contexto de una
5. Tratamiento de la acidosis mixta: mediante la optimización de la anestesia general:
ventilación-oxigenación y la administración de bicarbonato. Inmunológico: constituyen las reacciones anafilácticas reales.
6. Tratamiento de las arritmias: habitualmente responden al trata­ Mediado por inmunoglobulinas específicas tipo lgE. Precisan de
miento de la acidosis y la hiperpota semia. En el resto de los casos exposición previa al alérgeno responsable. Se trata de una reac­
deben aplica rse los protocolos habituales. ción de hipersensibilidad inm ediata tipo l. Un eje mplo típico es
7. Tratamiento de la hipertermia: mediante la administración de la alergia al látex o a derivados sang uíneos. Sin embarg o, prácti­
suero salino frío intravenoso, hielo sobre la superficie corporal, lava­ ca m ente cualquier fá rmaco utilizado en anestesia está descrito
do de cavidades con suero frío, etc. com o causa potencial de reacciones anafilácticas.

41
ANESTESIOLOGÍA

Histaminoliberación no específica: constituyen las reacciones La adrenalina también es el tratamiento de elección del broncospasmo
anafilactoides. En este mecanismo, el agente implicado produce una asociado a la reacción anafilactoide.Sin embargo, también pueden utilizar­
liberación de histamina por acción directa, no específica, sobre los se � 2-adrenérgicos inhalados, en aquellos casos en los que el broncospas­
basófilos y los mastocitos. No está mediada inmunológicamente ni mo persiste tras la administración de adrenalina, o bien si el cuadro inicial­
precisa de una exposición previa al agente para inducir la salida de mente no se presenta con signos cardiocirculatorios (hipotensión o shock).
histamina.
Además, deben realizarse medidas de soporte tales como: asegurar per­
Son múltiples los fármacos utilizados en anestesia que pueden provocar meabilidad de la vía aérea, oxígeno a alto flujo e infusión de volumen
reacciones anafilactoides: intravascular.
Morfina, meperidina.
Propofol.
Bloqueantes neuromusculares bencilisocolínicos: atracurio y miva­ 6.3. N á useas y vómitos
curio. Sin embargo, el cisatracurio, se ha relacionado con una inci­
dencia mucho menor de histaminoliberación.
posoperatorios
Antibióticos: vancomicina.
Las náuseas y los vómitos posoperatorios (NVPO), constituyen una com­
Presentación clínica plicación frecuente (20-30%) asociada a la anestesia general. Son respon-
sables de la necesidad de un aumento de cuidados en el posoperatorio
La presentación clínica es indistinguible entre los dos mecanismos fisio- inmediato, así como de fuente de incomodidades e insatisfacción por
patológicos, si bien las reacciones anafilactoides suelen tener una presen- parte del paciente. Además, su aparición puede ser responsable de com-
tación menos grave. plicaciones graves en el paciente posquirúrgico (hemorragia digestiva,
dehiscencia de suturas, alteraciones del equilibrio ácido-base, etc.).
Los signos y síntomas pueden clasificarse en:
Cardiovasculares: hipotensión, shock, arritmias, paro cardíaco, etc. Fisiopatología
Respiratorios: tos, laringospasmo, broncospasmo, etc.
Cutáneos: eritema, urticaria, edema, etc. El SNC juega un papel determinante en la fisiología de la náusea y el vó­
mito. Recibe los impulsos eméticos aferentes desde distintos puntos y
En las reacciones anafilácticas (más graves) son más frecuentes los sínto­ genera las señales eferentes responsables del vómito. Los impulsos afe­
mas cardiovasculares y respiratorios. Sin embargo, en las reacciones ana­ rentes pueden provenir del tubo digestivo, orofaringe, peritoneo, pelvis
filactoides (más leves) son más frecuentes los síntomas cutáneos. renal y en el SNC, de la corteza cerebral, laberinto u otros componentes
del oído.
Diagnóstico
Se han identificado múltiples receptores relacionados con el reflejo emé­
El diagnóstico inicial es clínico, siendo imposible la distinción entre am­ tico; entre ellos destacan los receptores histamínicos H1, dopaminérgicos
bos mecanismos patogénicos. Por ello, se debe establecer el diagnóstico D2, opiodes, muscarínicos M 1 y serotoninérgicos 5-HT3 .
de una reacción anafilactoide hasta que se demuestre mecanismo inmu­
nológico. Factores de riesgo
Todo paciente que sufre una reacción anafilactoide, debe someterse a La etiología de las NVPO es multifactorial, habiéndose identificado una
estudios de laboratorio para descartar mecanismo inmunológico e i¡:Jen­ serie de .factores predictores independientes de riesgo de presentar
tificación del agente casual. Dichos estudios son: NVPO. Dichos factores se clasifican en:
Estudios inmediatos: deben realizarse una vez controlada la situa­ Factores relacionados con la anestesia:
ción clínica del paciente, idealmente en la hora posterior del inicio Uso de anestésicos volátiles.
de la sintomatología. Incluye la determinación de los niveles de his­ Uso de opioides intraquirúrgicos o posquirúrgicos.
tamina, triptasa y la búsqueda de lgE específicas que permitan iden­ Óxido nitroso.
tificar el agente responsable. Administración de neostigmina.
Estudios diferidos: recogida de todos los fármacos utilizados du­ Hipotensión y/o hipercapnia durante la intervención.
rante la anestesia, su relación temporal con los síntomas, etc. Ade­
más, deben realizarse pruebas cutáneas (prick test) a los fármacos Factores dependientes del paciente:
anestésicos más habituales, incluidos los bloqueantes neuromus­ Niños y adolescentes.
culares. Mujeres.
No fumadores.
Tratamiento Historia previa de NVPO.
Ayuno demasiado corto ( < 4 horas) o prolongado (> 12 horas)
Ante el inicio de clínica sugestiva, debe suspenderse la administración Ansiedad preoperatoria.
del fármaco sospechoso.
Factores relacionados con la cirugía:
El fármaco de elección en el tratamiento de las reacciones anafilactoides Tipo de cirugía: laparotomía, tiroides, mama, estrabismo, maxi­
es la adrenalina. Su administración puede realizarse subcutánea, intrave­ lofacial, urológica, ORL, etc.
nosa o, incluso, a través del tubo endotraqueal. Duración de la cirugía: a mayor duración, mayor riesgo de NVPO.

42
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 06. Complicaciones relacionados con lo anestesio

Tratamiento Uso de bloqueantes neuromusculares: el movimiento involuntario


del paciente durante la intervención quirúrgica es un signo de infra­
El manejo actual del tratamiento de NVPO incluye su profilaxis y el trata­ dosificación de la anestesia, que puede preceder al despertar intrao­
miento del cuadro agudo. Los fármacos utilizados son para ambos casos peratorio. Sin embargo, con el uso de bloqueantes neuromusculares
similares e incluyen los siguientes grupos: los movimientos están abolidos, perdiendo dicho signo de alarma.
1. Antagonistas de los receptores de serotonina 5-HT 3 : ondasetrón, gra­ Además, la relajación muscular completa puede provocar un retraso
nisetrón, tropisetrón y palonosetrón. en el reconocimiento del DIO, con aparición posterior de secuelas
2. Corticoesteroides: dexametasona. más graves.
3. Antagonistas de los receptores dopaminérgicos D2: droperidol y ha­ Resistencia individual a los agentes anestésicos: la presencia de
loperidol. factores genéticos o metabólicos (inducción e nzimática por fár­
4. Antagonistas de los receptores histamina H1: dexclorfeniramina y la macos, alcohol, consumo crónico de benzodiacepinas u opiodes,
prometazina. etc.) pueden condicionar la n ecesidad de aumentar la dosifica­
5. Hipnóticos: propofol y midazolam. ción de los fármacos para conseguir un efecto hipnótico y anal­
gésico adecuado.
Los fármacos de los grupos 1 ,2 y 3 son considerados de "primera línea" en Tipo de cirugía: algunos tipos de intervenciones quirúrgicas se han
la profilaxis y el tratamiento de las NVPO. relacionado con una mayor incidencia de DIO:
Cirugía del paciente politraumatizado.
Profilaxis Cirugía cardíaca.
Cesárea.
I ndicada en aquellos pacientes de riesgo para NVPO. I ncluye:
Administración de fármacos antieméticos en monoterapia o combi­ Probablemente la necesidad de mantener estable el estado hemodi-
nación, en función del riesgo global de NVPO: ondasetrón, dexame­ námico de 'este tipo de pacientes se relacione con una infradosifica­
tasona o droperidol. ción de fármacos, a fin de evitar la hipotensión inducida por los agentes
Evitar anestesia general, realizando técnica regional si es posible. anestésicos.
En caw de anestesia general, evitar uso de agentes inhalados, eli-
giendo TIVA con propofol en la inducción y el mantenimiento anes- Estrategias de prevención
tésico.
Administración suficiente de agentes anestésicos: tanto intrave­
Evitar hipotensión, hipercapnia, hipoxia, hipoglucemia y dolor posope­ nosos como inhalados, ajustando su dosificación a las características
ratorio. individuales de cada paciente.
Los fármacos inhalados permiten una monitorización, a tiempo real,
Tratamiento de su dosificación a través de la CAM (concentración alveolar míni­
ma). Sin embargo, se debe conocer que la CAM es diferente depen­
Debe evitarse el uso del mismo fármaco utilizado como profilaxis, op­ diendo de cada agente halogenado y que, dentro del mismo agente,
tándose por un fármaco de primera línea diferente. En caso necesario, es diferente dependiendo de las características del paciente, tales
pueden ser útiles fármacos "de segunda línea" tales como propofol, mida­ como la edad.
zolam o antihistamínicos H1. En la práctica clínica actual, no existe posibilidad de determinar
concentraciones séricas continuas de fármacos intravenosos, por lo
El tratamiento de elección de las náuseas inducidas por la administración que su dosificación se basa en dosis que han demostrado eficacia
de opiáceos son los antagonistas de los receptores dopaminérgicos D2 en ensayos clínicos previos. El ajuste de dosificación de los fármacos
(droperidol y haloperidol). intravenosos, se realiza en función de los datos que aportan los dis­
positivos de monitorización de la profundidad anestésica.
Monitorización de profundidad anestésica: los signos clínicos
6.4. Despertar intraoperatorio clásicos que aportan información sobre una profundidad anesté­
sica inadecuada (hipertensión, taquicardia . . . ) no son suficientes
para una correcta monitorización de la profundidad anestésica. Di­
El concepto de despertar intraoperatorio ( D I O) se refiere a la recu­ chas respuestas pueden aparecer en ciertos pacientes en situación
peración de la consciencia durante el periodo i ntraoperatorio y el de una profundidad anestésica suficiente o bien estar ausentes en
recuerdo explícito de detalles ocurridos durante la i ntervención qui­ pacientes que toman fármacos que anulan la respuesta simpática
rúrgica. (�-bloqueantes).
En la actualidad, la monitorización de la profundidad anestésica se
Es una complicación grave por el riesgo potencial de desarrollo de secue­ realiza mediante dispositivos que cuantifican el grado de inhibición
las psiquiátricas (trastornos de ansiedad, estrés postraumático, etc.). de la actividad cerebral. Entre ellos destacan :
Electroencefalograma procesado: mediante un ordenador, se
Factores de riesgo procesa la información obtenida a partir de un EEG.
índice biespectral (BIS): realiza un análisis de las ondas cerebra­
Dosificación insuficiente de los agentes anestésicos: es el factor más les, con el cálculo posterior de un índice que informa. de la pro­
importante. fundidad anestésica.
Técnica de TIVA: tiene una incidencia mayor de DIO comparado con Entropía: similar a BIS.
la anestesia inhalatoria. Potenciales evocados auditivos.

43
ESTESIOLOG ÍA----���----

6.5. H ipotermia perioperatoria 2) Despertar anestésico: complicaciones relacionadas con los efectos
residuales de los agentes anestésicos, tanto hipnóticos como rela­
jantes musculares y con la técnica quirúrgica realizada:
E l desarrollo d e hipotermia perioperatoria, e n l a mayoría d e los casos, es Riesgo de broncoaspiración.
moderada (> 34-35,5 oC) y es habitual si no se adoptan medidas preven­ Hipoxemia del despertar: en relación con varios factores:
tivas. Atelectasias intraoperatorias: secundarias a los cam bios en
la relación ventilación/perfusión (V/0) pulmonar asociadas
La presencia de hipotermia condiciona un aumento de la mortalidad y a la ventilación mecanica; uso de una Fi02 elevada duran­
morbilidad perioperatoria: escalofríos, coagulopatía, trastornos del ritmo te la ventilación mecanica; obesidad mórbida, etc. El uso
cardiaco, isquemia miocardica, aumento de riesgo de infección y retraso de niveles bajos de presión positiva al final de la espiración
en la cicatrización de la herida quirúrgica. (PEEP) durante la ventilación, disminuye su incidencia.
Hipoventilación alveolar secundaria a los efectos residuales
Los factores relacionados con la aparición de hipotermia son: de los agentes anestésicos.
Alteración de la capacidad reguladora de la temperatura debido a Aparición de apnea obstructiva secundaria a la depresión
los agentes anestésicos. La vasodilatación inducida por muchos de los músculos faringolaríngeos.
farmacos anestésicos o mediante la anestesia neuroaxial (bloqueo
simpatico), condiciona un aumento de la pérdida de calor corporal Alteración de la función muscular respiratoria inducida por la ci­
que no puede ser controlado mediante los mecanismos reguladores rugía, con reducción de los volúmenes pulmonares (capacidad
habituales (vasoconstricción). rE!s idual funcional, capacidad vital, VEMS, etc.).
Administración de soluciones intravenosas o hemoderivados fríos. Dolor relacionado con los movimientos respiratorios. Condicio­
Sobre todo en aquellas situaciones que requieren la infusión rapida na una disminución de la ventilación alveolar, marcada por un
de fluidos (sangrado abundante intraoperatorio). aumento de la frecuencia respiratoria y una disminución del vo­
Exposición del campo quirúrgico. Especialmente en cirugía abdo­ lumen corriente.
minal, con un amplio campo quirúrgico expuesto a la temperatura
ambiente. 3) Periodo posoperatorio tardío: caracterizado por la alteración se­
cundaria a la cirugía de los volúmenes ventilatorios, que se prolonga
Las medidas preventivas mas eficaces para evitar la hipotermia son: hasta varias semanas tras el acto quirúrgico.
Calentamiento cutaneo con mantas térmicas durante la cirugía. De-
ben cubrir la mayor parte de superficie corporal posible. Factores de riesgo
Calentamiento de las soluciones intravenosas o de los derivados san­
guíneos, previamente a su infusión. Se describen dos grupos de factores de riesgo:
Control eficaz y rapido de las hemorragias. Factores dependientes del paciente:
Edad.
Dichas medidas profilacticas estan indicadas de manera universal para Presencia de EPOC
todos los tipos de cirugías con el objetivo de mantener la normotér­ Tabaquismo activo.
mia. La única excepción la constituyen las situaciones en las que se Alcoholismo crónico.
busca la hipotermia para minimizar los efectos deletéreos de la isque­ Insuficiencia ventricular izquierda.
mia cerebral. Clasificación ASA > 11.

Factores dependientes del acto anestésico y quirúrgico:


6.6. Complicaciones pulmonares Cirugía aórtica, vascular, toracica, abdominal, neurocirugía u
otorrinolaringológica.
perioperatorias Tiempo de cirugía > 3 horas.
Cirugía urgente.
Las complicaciones respiratorias son las complicaciones posoperatorias Anestesia general vs locorregional: claramente se objetiva un
mas frecuentes. contribuyendo de forma importante a la morbimortali­ aumento de riesgo en la anestesia general.
dad asociada al acto quirúrgico y anestésico.
Complicaciones perioperatorias
Fisiopatología
Entres ellas destacan:
Para entender la fisiopatologia de las complicaciones pulmonares perio­ Broncoaspiración relacionada con la inducción/intubación endotra­
peratorias resulta útil d!ferenciar tres periodos de riesgo en el acto anes­ queal (síndrome de Mendelson), o bien en el periodo del despertar.
tésico: Episodios de broncospasmo: pueden aparecer tras la intubación en­
1 ) Inducción anestésica: la pérdida de los reflejos faringolarin­ dotraqueal, durante el mantenimiento anestésico y durante el des­
geos protectores de la vía aérea, secundaria a la pérdida de pertar anestésico (extubación).
consciencia inducida por los farmacos hipnóticos y- la relajación Hipoxemia del despertar.
muscular, a umenta el riesgo de broncoaspiración, especial men­ Atelectasias posoperatorias.
te en aquellas situaciones que se conocen como ·estómago lle­ Neumonías en el posoperatorio.
no• (ausencia de ayuno, cirugía urgente, obstrucción intestinal, Insuficiencia respiratoria posoperatoria: de origen multifactorial, apa­
embarazadas, etc.). rece frecuentemente en pacientes con patología pulmonar previa.
M a n u a l CTO de Medicina y C i r u g ía , 4.ª edición ________ 06. Complicaciones relac ionadas con la anestesia

Puede precisar del inicio de modos artificiales de ventilación invasiva Factores relacionados
(intubación endotraqueal) o ventilación mecánica no invasiva.
Varios factores se han relacionado con la apar ic ión de trastornos del ritmo
Manejo de las compl icaciones per ioperatorio:
peri operatorias Cardiopatía previa, conocida o no.
Estímulos s impáticos durante la cirugía y/o acto anestésico: lar ingos­
cop ia, intubación endotraqueal, dolor, etc.
Se pueden d ist inguir diferentes etapas en el manejo de las complicacio­ Alteraciones del intercambio gaseoso: h ipox ia o h ipercapn ia.
nes pulmonares perioperatorias: Alteraciones h idroelectrolít icas o del equ ilibr io ác ido-base: hiperpo­
Preventivas: tasemia, h ipopotasemia, acidos is, etc.
Identificación de los factores de r iesgo asociados al paciente en H ipotermia.
la v is ita preanestés ica y su corrección en la medida de lo posible
(abandono de consumo de tabaco y/o alcohol, mejoría del es­ Un tratamiento adecuado de los factores favorecedores (dolor, h ipoxia,
tado nutricional, etc.). acidos is, etc.) resulta esencial en el tratamiento de los trastornos del ritmo
Estrateg ias de vent ilac ión pulmonar "protectoras" durante la cardíaco.
c irugía: elecc ión de volumen corr iente bajo (6 ml/kg), con
pres iones valle < 30 cm Hp y asoc iado a una PEEP baja (5-1O Tratamiento farmacológico
cm Hp).
Elección de Fiü 2 lo más baja posible para asegurar una adecua­ El tratamiento de la arritmia en el per iodo per ioperator io, no d ifiere del
da ox igenación (SatO2 > 95%). tratamiento indicado fuera de dicho periodo.
Elección de la técnica quirúrgica: si bien no existen estudios
comparativos de técnicas abiertas frente a laparoscópicas para
cada t ipo de intervención de cirugía abdominal, los datos fis io­ 6.8. Relajación o bloq ueo
patológicos espirométricos están a favor del abordaje laparos­
cópico.
muscular residual
El uso de la sonda nasogástrica tras la c irugía abdominal, du­
rante un corto periodo de t iempo se ha demostrado eficaz en Es el bloqueo producido por una recuperación incompleta del efecto de
una recuperación más ráp ida de la mot il idad intestinal y una los bloqueantes musculares en el periodo perioperator io.
reducción s ign ificativa de las complicaciones pulmonares po­
soperatorias. Su presencia se relaciona con un aumento de la inc idenc ia de complica­
ciones pulmonares posoperatorias, pudiendo provocar : h ipoventilación,
Posoperatorias: hipoxemia, obstrucción de la vía aérea superior y disminuc ión de los re­
Oxigenoterapia. flejos protectores de la vía aérea.
Ejercicios con incentivador respirator io (k inesiterapia).
Tratamiento del bloqueo muscular residual. La mon itor izac ión de la relajación muscular es la med ida más eficaz
Analgesia posoperator ia: de forma global, una correcta analge­ para ev itar el bloqueo muscular res idual. Esta s ituac ión se correlacio­
s ia disminuye la inc idencia de compl icaciones pulmonares en na con una relac ión de T 4/T 1 en el TOF infer ior a 0,9 en el aductor del
el posoperatorio. S in embargo, el uso de la vía epidural ha de­ pulgar.
mostrado ampliamente su superior idad, respecto a la analges ia
intravenosa, tanto a n ivel de eficacia como de menor inciden­ El tratam iento cons iste en la reversión del bloqueo muscular, med ian­
cia de complicaciones pulmonares posoperatorias. Además, las te la adm inistración de antagon istas de los bloqueantes neuromus­
modalidades de analgesia a demanda del paciente (PCA), tanto culares : neostigmina en el caso de haber ut il izado bloqueantes neu­
intravenosa como epidural, también han demostrado una me­ romusculares no despolar izantes o sugammadex como antagon ista
nor incidenc ia de compl icaciones pulmonares. específico del rocuron io y del vecuron io.
Ant ib ioterap ia : indicada en aquellos casos en los que se de­
muestra infección pulmonar.
Ventilación mecánica invasiva o no invasiva: en aquellos casos 6.9. Complicaciones relacionadas
graves de insuficiencia respiratoria posoperatoria.
con la postura q uirúrgica
6.7. Trastornos del ritmo cardíaco La pos ic ió n del paciente en la mesa de operac iones es impresc indible
para un correcto desarrollo de la intervenc ión qu irúrg ica, perm it iendo
al c irujano un fác il acceso a las estructuras que va a operar.
Los trastornos del r itmo son una compl icación frecuente en el periodo
perióperatorio. Sin embargo, la mayoría de las ocasiones son de carácter Sin embargo, la pos ic ión del pac iente provoca alterac iones fis iopa-
leve. tológ icas, sobre todo en la mecán ica card iopulmonar del pac iente,
que deben tenerse en cuenta durante el periodo intraoperator io.
Muchos de los agentes anestésicos utilizados, producen alteraciones de
la conducción cardíaca. Además, el periodo perioperator io se caracteriza Además, también pueden aparecer lesiones irreversibles de estructuras
por un aumento del n ivel de catecolaminas circulantes. anatómicas.

45
ANESTESIOLOGÍA

Posiciones quirúrgicas Posición en decúbito prono (Figura 4).

Las principales posiciones quirúrgicas son:


Decúbito supino (Figura 1 ).
Faja de sujección

Los pies no cuelgan del borde Faja de sujección

Los pies no cuelgan


del borde

Figura 4. Posición en decúbito prono


Abrazadera de seguridad
Posición en decúbito lateral (Figu ra 5).
Figura 1 . Posición de decúbito supino

Posición de Trendelenburg .(Figura 2).


Cinta adhesiva de 1 O cm ancho
Toalla enrollada
protegiendo
Faja de sujección plexo braquial

a nivel de las rodillas


Abrazadera de seguridad

Figura 2. Posición de Trendelenburg Flanco elevado y acolchado

Posición de l itotomía (Figura 3}. Figura 5. Posición en decúbito lateral

Posición genupectoral (Figura 6).

Rodillas flexionadas

Soporte acolchado Acolchado


Faja de sujección

Abrazadera
de seguridad

Abrazadera de seguridad

Jiigura 3. Posición de litotomía Figura 6. Posición gen u pectoral

46
M a n u a l CTO de Medicina y Cirugía , 4.ª edici ón _________ 06. Complicaciones relacionadas con la anestesia

Posición sentada (Figura 7). Lesiones nerviosas


Las neu ropatías pe rifé ricas son las complicaciones ne rv iosas más f re­
Cuello cuentes asociadas a la pos ic ión qu i rú rg ica .

Faja de sujección
Los mecanismos de lesión m ás hab ituales son la compresión d i recta o
el est i ram ie nto del ne rv io pe rifé rico. E n el m iemb ro supe rio r, las lesiones
más f recuentes son las del plexo b raquial (est i ram iento) y las del ne rv io
cubital (compresión d i recta). En el m iemb ro inferio r, el ne rv io pe roneo
común es la lesión más habitual (compresión d i recta).

El uso de apoyos flexibles (almohad illados) y evita r las posic iones de h i­


pe rextensión, son medidas eficaces pa ra d ism inu i r la incidencia de estas
lesiones.

para apoyar los pies Lesiones oculares


Son lesiones que pueden p roduc i rse mediante la compresión d i recta del
globo ocula r, o b ien secunda riamente a ot ros facto res como h ipovole­
Figura 7. Pos ición sentada m ia, h ipe rvolemia, h ipoxia, h ipe rtensión, etc.

Complicaciones mecánicas pulmonares Incluyen desde lesiones leves (erosiones co rneales) hasta lesiones g raves
po r la g ran incapacidad que gene ran (cegue ra defin itiva) .
La pos ic ión del paciente altera los volúmenes pulmona res y la relac ión
entre la ventilación y la pe rfusión pulmonar. Ent re ellas se incluyen :
Obstrucción de la arteria central de la retina: p roducida po r me­
Los efectos p rinc ipales dependiendo de la pos ic ión qu i rú rg ica son: canismo de compresión d i recta del globo ocular. P roduce cegue ra
Decúb ito sup ino : d ism inuc ión de la capacidad residual funcional un ilate ral del ojo afectado.
(CRF), apa ric ión de atelectasias en las zonas decl ives de ambos pul­ Neuropatía isquémica: secunda ria a anemia aguda, h ipotensión, po­
mones. sic ión de T rendelenbu rg . . . P roduce gene ralmente cegue ra b ilateral.
Trendelenburg/l itotomía: d isminuc ión del volumen co rriente, de la Edema corneal: en s ituaciones de h ipe rvolemia relat iva a n ivel c ra­
CRF (mayo r que el decúbito supino) y de la d istens ib il idad pulmonar. neal (pos ición de T rendelenbu rg).
Aumento del volumen sanguíneo pulmonar. Erosiones corneales: resultado de una inadecuada oclusión pa rpe­
Decúbito p rono y pos ic ión genupecto ral : h ipoventilación po r com- b ral du rante la intervención qu i rú rg ica .
p resión abdominal.
Decúb ito late ral: alte rac ión de la relac ión ventilac ión/perfusión, Lesiones articulares
con p redom inio del efecto espac io mue rto en el pulmón supe rio r
y apa ric ión de atelectasias y efecto shunt en el pulmón inferio r. Las lesiones a rt icula res son muy infrecuentes. Las a rt ralg ias es la sintoma­
tología más f recuente asociada a la pos ic ión qu i rú rg ica .
Complicaciones cardiovasculares
La medida p reventiva más eficaz es adecua r la posición qu i rú rgica lo más
Las alteraciones hemodinám icas relacionadas con la pos ic ión del pacien­ posible a la anatómica en reposo a rt icular. Respeta r las cu rvaturas fisiológi­
te están relacionadas con la fue rza de la g ravedad y con los cambios que cas de la columna ve rteb ral, es esencial pa ra p reven i r los dolores raquídeos.
esta p roduce en la d ist ribución del volumen sanguíneo a n ivel del com-
pa rt imento venoso. Los efectos hemod inám icos desapa recen al recupe - Lesiones musculocutáneas
rar el pac iente la pos ic ión de decúbito sup ino.
Las lesiones cutáneas y muscula res se p roducen p rinc ipalmente median-
La anestesia general o regional neuroaxial, dism inuye los mecanismos de te un mecanismo de compresión d i recta. Las zonas anatómicas que se
compensación fisiológica de las alteraciones p rovocadas po r los cambios encuent ran junto a las p rominencias óseas son las más suscept ibles. La
posturales. inestab il idad hemod inám ica, responsable de h ipope rfusión t isula r, es
otro facto r relac ionado con d ichas lesiones.
El uso ju ic ioso de líq � idos int ravenosos y/o fá rmacos vasop reso res es út il
en e l manejo de las complicaciones hemod inám icas relac ionadas con las La medida p rofiláctica más eficaz es el uso de d isposit ivos flexibles y al-
postu ras qu i rú rg icas. mohadillados en las zonas de apoyo.

47
ANESTESIOLOGÍA

a ntagonistas de los receptores de serotonina 5-HT3, la dexame­


I deas clave ¿ tasona y el droperidol.

" Las complicaciones respiratorias son las compl icaciones poso­ " El desperta r intraoperatorio (DIO) es una compl icación grave
peratorias más frecuentes. por el riesgo potencial de desarrollo de secuelas psiqu iátricas

" La hi pertermia maligna es una enfermedad genética del " El factor de riesgo más importa nte para el desarrollo de DIO es
músculo estriado esquelético que apa rece tras la exposición la dosificación insuficiente de los agentes a nestésicos.
a u n agente desencadena nte: succi n i lcolina y/o a nestésico ha­
logenado. " Se defi ne el síndrome de Mendelson como la broncoaspiración
de contenido gástrico d u ra nte la ind ucción anestésica y/o i ntu­
" La elevación en las cifras de C02 espirado, taqu icardia, hi perten­ bación endotraqueal.
sión, sudoración, trismus y rigidez muscu lar generalizada son
signos precoces de hipertermia maligna. " La relajación muscu lar residual se relaciona con u n a u mento de
la i ncidencia de complicaciones pulmonares posoperatorias.
" La hipertermia es u n signo ta rdío de la hi pertermia maligna.
" La mon itorización del bloqueo neuromuscular es la medida más
" E l dantroleno es el trata miento de elección de la hi pertermia eficaz para evitar el bloqueo muscular residual. Esta situación se
maligna. relaciona con una relación T4/T1 menor del 90%.

" Los fá rmacos considerados de pri mera l ínea para la profi laxis " E l trata miento del bloqueo neuromuscular residual son los an­
y trata miento de las náuseas/vóm itos posoperatorios son: los tagonistas de los bloquea ntes neuromusculares.

reflejan un aumento importante de los niveles de CO2 espirado y


C asos clínicos taquicardia. A la exploración la paciente está sudorosa y rígida.
La causa más probable de dicha clínica es:
Una mujer de 32 años va a ser sometida a una cirugía repara­
dora de mama derecha. Es asmática en tratamiento crónico con 1 ) Reacción a lérgica a desflura no.
combinación de corticoides y �2-inhalados, con buen control y 2) Episodio de hi pertermia maligna.
sin agudizaciones recientes. Tras la inducción anestésica, con 3) Dosificación insuficiente de agentes a nestésicos, especial mente
propofol, fentanilo y succinilcolina, se intuba sin incidencias. Se del opiáceo.
opta por una técnica anestésica balanceada con desflurano y re­ 4) Episod io de despertar intraoperatorio.
mifentanilo como mantenimiento. A los 10 minutos del inicio de
la intervención, las alarmas de los sistemas de monitorización

48
Anestesiología

M a nejo del d o l o r a g u d o
posoperatorio

'
. ..
ENARM
,
Comparte conceptos con el tratamiento del dolor, que se estudia en el Apartado 6. 3. de Oncología
médica y paciente terminal. Una lectura comprensiva del capítulo es suficiente.

La importancia del dolor agudo posoperator io radica en su alta incide ncia y al a sta dor sal de la médula e sp i nal, donde se real iza la s i nap sis con la
e n las repercusiones que t ie ne en la evolució n y recuperació n del pacie nte. segu nda neurona, que cruza al lad o opue st o de la médula y ascie nde
Un manejo adecuado del dolor posoperatorio m i n im iza el sufr im ie nto del a travé s del haz e sp i notalá m ico ha sta el si stema ret icular a sce nde nte
paciente, contr ibuye a u na movil izació n precoz, dism i nuye la esta ncia y los y el tálamo. El proce sam ie nto del e stímulo doloroso, re specto a su sig­
costes hospitala rios e incrementa la satisfacció n de los pacie ntes. n ifi cado y local izació n se real iza poster iorme nte a n ivel de la corteza
somatose n sor ial .
Se estima que el 40% de los pacientes sometidos a u na interve nció n quir úr­
gica, presentan dolor posoperator io grave y que más del 50% de los pacie n­ La s e strateg ia s d e ma nejo del dolor agudo se ba sa n e n l a ut ilizació n
tes presentan un i nadecuado control de dolor e n el periodo posoperator io. d e difere nte s fárma cos que act úa n a d i st i ntos n ivele s d e l a vía afere nte
El dolor posoperator io es más frecuente y más grave tras cirugía torácica, ab­ de la tra n sm isió n del dolor. La b ú squeda del si nerg ismo e n tre d i st i ntos
dominal, l umbar, cirugía extensa de columna y ortopédica de huesos largos. fármacos, con d i st i ntos meca n i smos de acció n, perm ite reducir la s do­
sis nece sar ia s para consegu ir el efecto de seado y, con ello, la i n c ide ncia
El tratamie nto del dolor posoperator io debe ser indiv idualizado e n fu n- de efectos adver sos asociados al u so de dosis alta s de un ú n ico age nte
ció n de m últiples factores: procedim ie nto qu ir úrgico, edad, a ntecede nte s a nalgé sico.
médicos, n ivel de ansiedad . . .
El dolor agudo posoperator io t ie ne u na duració n l im itada, re solv ié ndo­
El objetivo p rincipal del tratamiento e s conseguir u na adecuada a nalgesia con se progre sivame nte tra s un per iodo var iable de día s a sema na s. Repu n­
las mínimas dosis de fármacos posibles, minimizando la apar ició n de efectos te s en la i nte nsidad del dolor o dolor que per s i ste var ios me se s tra s la
adversos. Para ello, es habitual la combinació n de var ios t ip os de fármacos e, agre sió n qu ir úrg i ca obliga a de scartar compl icaciones i nmed iata s ( i n ­
incluso, la combinació n de distintas vías de administración de analgésicos. fecció n, deh isce n c ia d e suturas, etc.) o cró nicas ( neur i noma a n ivel de
la i n c i sió n, etc.).

7.1. Fisiopatología
7.2. Estrategia de tratamiento
El d olor posope ratorio e stá provocado p or la i n flama c ió n secu ndar ia
a la les ió n del tejido (incisió n qu ir úrg ica, d i secció n de tej idos, le sió n La base del tratam ie nto del dolor agudo posoperator io e s el tratam ie nto
v isce ral, q ue mad u ra . . . ) o por les ió n d irecta de fibras nerv iosa s . farmacológico. S i n embargo, a difere ncia del ma nejo del dolor cró n ico, e n
e l dolor agudo posoperator io la s vías más adecuadas para la adm i n i stra-
El dolor agudo posoperatorio más frecuente es el dolor nocicept ivo ( so- ció n de los fármacos son la vía i ntrave nosa y la ep idural.
mático y/o visce ral). En algunos tipos concretos de cirugías puede añadir-
se c ie rto componente de d olor neu ropático, pero su incide ncia e n la fase Los fármacos más ut il izados son los op iáceos y los Al N E para la adm i n i s-
aguda, es mucho menor. tració n por vía i ntrave nosa. La vía ep idural se ut il iza para la adm i n i stració n
d e a ne stésicos locales, c o n o sin op iáceos.
La l ib eración de mediadore s i nflamatorios (susta ncia P, p rostagla nd i-
nas, se rotonina y a cetil col i na ) provoca u na estimula c ió n de los recep- Fármacos adyuva ntes, tales como corticoides, a nt idepresivos, a nt iconvul-
tores nocice ptivos. El impul so doloroso se tra n sm ite p oster iorme nte sivos, a ntie spasmód icos o miorrelaja ntes, tamb ié n puede n ser út iles.

49
ANESTESIOLOGÍA

Modalidades de analgesia Vía intravenosa

I ndepend ientemente de la vía de admin istración, los fá rmacos pueden Los fá rmacos util izados son:
administrarse de diversas formas: Opiáceos. Proporcionan u n efecto analgésico rá pido y potente
Bolos: consiste en la administración de peq ueñas dosis de ana lge­ cuando se a d m i n istra n por vía i ntravenosa. Los opiáceos más uti l i­
sia, a i nterva los preesta blecidos y aj ustados a la vida med ia de los zados en el trata miento del dolor posoperatorio son la morfina y el
fá rmacos util izados. fenta n i lo.
Perfusión continua: consiste en la administración conti nua del El fenta n i l o es 1 00 veces más potente que la morfi na, tiene u n i n icio
fá rmaco ana lgésico. Con esta técn ica se logra un efecto analgésico de acción más rá pido, siendo excepcional la aparición de si ntomato­
conti n uo. logía relacionada con la l i beración de h ista m i na.
Analgesia controlada por el paciente o PCA: perm ite la a utoadmi­ La meperid ina no se recomienda para el trata miento de dolor pos­
nistración de peq ueñas dosis de analgésico a demanda del paciente. q u irúrgico.
Esta técn ica perm ite ajusta r la dosis de analgésico a la i ntensidad del La administración de opiáceos en bolos se util iza habitualmente en
dolor y a las necesidades del paciente, consig u iéndose la red ucción los casos de dolor moderado posoperatorio.
de la dosis g lobal de analgésico y u n mejor a l ivio del dolor. Req uie­ La PCA con i nfusión conti nua de opiáceos es la modalidad más ade­
ren cola boración por pa rte del paciente (n ivel de consciencia, n ivel cuada en los casos de dolor posq uirúrg ico moderado y g rave. Debe
cogn itivo, etc.) (Figura 1). prog ra ma rse el ritmo de i nfusión basa l del opiáceo (por ej., 1 mg/h
Infusión continua con PCA: esta técnica asocia una perfusión basa l de morfina), la dosis del bolo ( 1 mg), el tiempo de bloqueo hasta
de analgésico ju nto a la posibilidad de la administración de bolos del el sigu iente bolo (1 O m i n utos) y una dosis máxima por interva lo de
fá rmaco en fu nción de las necesidades del paciente. Ofrece ventajas tiempo (30 mg morfina/4 h).
respecto a la PCA en cuanto al control ana lgésico dura nte las horas de AINE. Su administración a islada se reserva pa ra los casos de dolor po­
sueño y una dismin ución del número de bolos. Sin embargo, se asocia soperatorio leve. Sin embargo, en casos de dolor moderado o g rave
a u n mayor consumo tota l de analgésico y a un mayor riesgo de de­ pueden administra rse j u nto a opiáceos, permitiendo un mejor control
presión respiratoria en el caso de la util ización de opiáceos (Figura 1). analgésico y una disminución de las necesidades de opiáceos.

Vía epidural

Req uiere la colocación de u n catéter epid u ra l para la admin istración con­


ti nua o en bolos de los fá rmacos ana lgésicos. Ha bitua lmente el catéter
epid u ra l se posiciona a ntes de la cirugía, pudiendo uti l iza rse d u ra nte la
i ntervención q u i rú rg ica, posibilitando así una dismin ución de los req ueri­
mientos analgésicos incl uso d u ra nte la propia i ntervención.

La inserción ha bitual de los catéteres suele rea l iza rse a n ivel l u m ba r o


dorsal bajo. Cua nto más cercana sea la i nserción respecto a l dermatoma
donde se rea l iza la incisión q u i rú rg ica, más proba ble es que se prod uzca
un control analgésico eficaz.

Se ha demostrado un máximo beneficio de esta técnica analgésica en el


trata miento del dolor posoperatorio de: cirugía torácica, cirugía a bdomi­
nal a lta, cirugía ortopédica de miem bros inferiores (prótesis de rod i ll a),
pacientes obesos o con enfermedad p u l monar previa.

Las moda l idades de a d m i n istración de los fá rmacos por vía epid u ra l son
en bolos, perfusión conti nua o PCA con infusión conti nua.

Los fármacos util izados son:


Anestésicos locales. Se prefiere fá rmacos con capacidad de blo­
queo diferencial (bloqueo sensitivo con escaso bloqueo motor), q u e
no i nterfieren en la posibil idad de movil ización precoz del paciente.
Los anestésicos locales más uti l izados son la bi.Jpivaca ina, la levobu­
pivacaína y la ropivaca ína.
Pueden añadirse dosis bajas de opiáceos (morfi na o fenta n i lo) a la
d i l ución de anestésicos loca les para potencia r su efecto y dism i n u i r
las dosis necesa rias.
En ocasiones, si el bloqueo analgésico es incompleto y/o pa rcheado,
debido a la latera l ización del catéter epid u ra l (a lternancia de derma­
tomas anestesiados con dermatomas que ma ntienen sensibil idad),
puede ser útil combi nar la vía epid u ra l con una PCA de opiáceo in­
Figura 1. Bombas de perfusión PCA travenosa.
Manual CTO de Med i c i n a y Cirugía, 4.ª edición --�------- 07. Manejo del dolor agudo posoperatorio

La util ización de la vía epid u ra l pa ra el control analgésico poso pera- Otros fá rmacos. Son mú ltiples los fármacos administrados por vía epi-
torio req uiere de una monitorización cuidadosa de los pacientes en dura 1: ketamina, meperidi na, alfentanilo, hidromorfona, clonidina, etc.
bGsqueda de la a pa rición de efectos adversos y/o complicaciones
de la técnica: excesivo bloq ueo motor, control ana lgésico adecuado, Bloqueos nerviosos periféricos y d e p l exos
presencia de náuseas o vómitos, signos de i nfección a n ivel de la nerviosos
inserción del catéter, etc.
Opiáceos. Pueden administrarse conju nta mente con los anestési­
cos loca les (PCA con infusión conti nua) o bien de forma aislada (ge­ Pueden ser útiles pa ra el control analgésico posoperatorio de cirugías de
nera l mente en bolos). extremidades, especia lmente cuando se coloca u n catéter a n ivel del ple­
Los más uti)izados son la morfi na y el fenta n i lo. xo nervioso, que permite la infusión conti nua o en bolos de anestésicos
U n efecto adverso típico de la administración neuroaxial (intrad u ra l locales.
o epid u ral) y m á s frecuente que c o n la admin istración pa rentera l del
opiáceo es el prurito. Vía ora l
Tras la admin istración neuroaxia l de un opiáceo, puede prod ucirse
una depresión respiratoria diferida respecto a la i nfusión del fá rmaco. Está n especialmente indicados en el dolor leve-moderado. S e pueden
Es debido a la d ifusión rostra l del opiáceo, alcanzá ndose a ltas con­ util izar fá rmacos a ntiinflamatorios no esteroideos (AI N E), analgésicos
centraciones a nivel del centro respiratorio, y puede aparecer hasta opiáceos, como la codeína o el tra mado!, o analgésicos convencionales
1 2-24 horas tras la i nyección. como el pa racetamol o el meta mizol.

I deas clave �
" L a b a s e del trata m iento del dolor posoperatorio es el trata­
m iento fa rmacológico. Sin embarg o, a d iferencia del manejo
del dolor cró n ico, en el dolor agudo posoperatorio las vía s más
" El manejo adecuado del dolor posoperatorio es u n factor i m por­ adecuadas pa ra la a d m i n istración de los fá rmacos son la vía i n ­
tante pa ra d i s m i n u i r la morbilidad en el periodo perioperatorio. travenosa y la epidural.

" El objetivo pri ncipal del trata m iento del dolor posoperatorio es " La a n a lgesia controlada por el paciente ( PCA), ta nto por vía i n ­
conseg u i r una adecuada a n a lgesia con las mínimas dosis de fá r­ travenosa c o m o p o r v í a epidural, es la modalidad de a n a lgesia
macos posibles, m i n i m izando la a pa rición de efectos adversos. posoperatoria más adecuada en los casos de dolor posq u i rú rgi­
Pa ra ello, es habitual la combinación de varios ti pos de fá rmacos co moderado y g rave.
e, i n c l u so, la combinación de d istintas vías de a d m i n istración.
Anestesiología

Profilaxis antibiótica q uirú rgica

Tema relacionado con el En general, la profilaxis antibiótica perioperatoria no está indicada en la


capítulo de antibióticos de cirugía contaminada hi en la cirugía sucia, ya que en estos casos, debe
enfermedades infecciosas, tratarse específicamente la infección presente.
donde se encontrará de forma
más extensa el espectro de los En la cirugía limpia-contaminada, la profilaxis está claramente indicada.
distintos antibióticos y el de
Sin embargo, en la cirugía limpia, la profilaxis antibiótica debe evitarse en
complicaciones posoperatorias
aquellos casos en los que se cumplan los siguientes factores de forma
de la cirugía general.
completa (todos ellos):
Edad menor de 65 años.
Duración prevista de la cirugía inferior a dos horas.
La profilaxis antibiótica quirúrgica perioperatoria se utiliza para evitar la No está prevista la colocación de material protésico.
proliferación de los microorganismos que, inevitablemente, contamina­ No se prevé la necesidad de transfusión.
rán la herida quirúrgica, disminuyendo la morbimortalidad de las infec­ No existen factores de riesgo adicionales en el paciente, tales como:
ciones asociadas a los procesos quirúrgicos. obesidad, diabetes, desnutrición, inmunodepresión, cirrosis hepáti­
ca, insuficiencia renal, etc.
No existe infección activa en otro lugar distante de la incisión qui­
8.1. Tipos de intervenciones rúrgica.

q uirúrgicas De producirse infección de la herida quirúrgica, esta no será poten­


cialmente grave.

En función del grado de contaminación bacteriana y, por tanto, con el


riesgo de infección de herida quirúrgica posterior, los distintos tipos de 8.2. Recomendaciones generales
cirugía se clasifican en:
Cirugía limpia (riesgo de infección de la herida quirúrgica entre
de profilaxis antibiótica
1-5%, sin profilaxis antibiótica). Cirugía programada sin pérdida de perioperatoria
asepsia quirúrgica, sin evidencia de inflamación activa y en ausencia
de sección del tracto gastrointestinal, biliar, urinario o de la vía aérea.
Cirugía limpia-contaminada (riesgo de infección del 5-15%, sin 1. La administración del antibiótico debe realizarse siempre dentro de
profilaxis antibiótica). Cirugía urgente considerada limpia; trauma­ las dos horas antes del inicio de la intervención quirúrgica. La induc­
tismos cerrados; reintervenciones en la primera semana o cirugías ción anestésica es el momento más recomendable.
con sección de la vía aérea, tracto genitourinario o gastrointestinal 2. La vía intravenosa es la vía de elección de administración del anti­
(salvo colon y recto), ·con escasa liberación de su contenido. biótico.
Cirugía contaminada (riesgo de infección entre el 15-40%, sin 3. La dosis de antibiótico administrada debe ser alta, próxima al rango
profilaxis antibiótica). Cirugía colorrectal; cirugía limpia-contami­ superior de la dosis terapéutica.
nada en la que existe un proceso inflamatorio agudo no purulen­ 4. El antibiótico elegido debe mantener el efecto a ntibiótico du­
to; traumatismos abiertos en las primeras cuatro horas; cirugías con rante toda la intervención . Por ello, se elegirán los de vida media­
sección de tracto gastrointestinal, biliar o urológico con abundante larga. Si la intervención se prolonga o se produjeran pérdidas
liberación de su contenido. sanguín eas abundantes (> 1-1,5 litros), debe considerarse la ad­
Cirugía sucia (riesgo de infección superior al 40%, sin profilaxis ministración de una n ueva dosis de antibiótico durante la inter­
antibiótica). Cirugías con abscesos, pus o tejido necrótico; perfora- · vención.
ción del tracto gastrointestinal, biliar o urológico; traumatismo abier- 5. El antibiótico elegido debe ser activo frente a la mayoría de los
to pasadas cuatro horas. microorganismos contaminantes en función del tipo de interven-

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-
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nual CTO de Medicina y Cirugía, 4.ª edición 0 8 . Profilaxis antibiótica quirúrgica

ción. Para la mayoría de las intervenciones quirúrgicas en las que I n icio


Anti microbiano
está indicada la profilaxis antibiótica, existe consenso sobre la uti­ d e a d m i n istración
lización de una cefalosporina de 1 .ª o 2.ª generación. En caso de Amoxic i l i n a-ácido 2 g i.v. 1 nducción anestésica
clavulán ico
alergia a P-lactámicos, puede emplearse vancomina.
Ampici l i n a 1 g i.v. I nducción anestésica
6. En aquellos centros en los que las tasas de infección por Staphylo­
Aztreonam 1 g i.v. I nducción anestésica
coccus aureus resistente a meticilina (SARM) son muy prevalentes (>
Cefazo l i n a 2 g i.v. Inducción anestésica
30%) está indicado el uso de vancomicina en la pauta de profilaxis
antibiótica. Los portadores nasales de 5. aureus deben descontami­
Cefon icida 2 g i.v. I nducción anestésica
narse previamente a la cirugía. Cefotaxima/ceftriaxona 1 g i.v. Inducción anestésica
7. La duración óptima de la profilax is antibiótica no está clara­ Cefoxiti na 2 g i.v. I nducción anestésica
mente definida. En función de la duración de la cirugía, siem pre Cefu roxi m a 1,5 g i.v. I nducción anestésica
que sea posible, la profilaxis debe limitarse a una única dosis C l i ndamicina 600 mg i.v. 30 min antes
de la i nducción anestésica
elevada del antibiótico. En todo caso, no está recomendada u n a
Genta m icina 3-5 mg/kg i.v. 30 min antes
duración superior a 24 horas tras la finalización del acto quirúr­
de la inducción anestésica
gico.
Levofloxacino 500 mg i.v. I n ducción anestésica
8. En pacientes con patología valvular cardíaca y riesgo de endocarditis
Metron idazol 1 g i.v. 60 min antes de la
infecciosa, no está indicada la profilaxis perioperatoria de la herida inducción anestésica
quirúrgica, sino que deben aplicarse los protocolos específicos para Teicoplanina 600 mg i.v. • 60 min antes de la
la prevención de endocarditis bacteriana. inducción anestésica
Va ncomicina 1 g i.v. 60 min antes de la
En las Ta b l a s 1 y 2 se recogen las recomendaciones de profilaxis an- inducción anestésica
tibiótica perioperatoria en función del ti po de cirugía planteada y las Ta bla 1 . Dosis de antibióticos recomendadas en la profilaxis
dosis de antibióticos recomendadas en las citadas profilaxis. perioperatoria

Tipo de ci rugía Antibiótico de elección Alergia a f\-lactá m icos


Cirugía ca rd íaca Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Cirugía vascu l a r Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Cirugía torácica Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Neuroci rugía Colocación shunt Teicoplanina/vancomicina + cefotaxima Vancomicina +/- gentamicina
Craneotomía
Trauma penetrante Cefotaxima + metronidazol Clindamicina + cotrimoxazol
Cirugía a través de senos paranasales Amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
o mucosas
Cirugía maxilofacial y otorri nolari n gológica Amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentam icina
Cirugía general Apendicectomía Cefoxitina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
y digestiva Cirugía colorrectal o ileal
Colecistectomía abierta o laparoscópica Cefazolina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
Mastectomía Cefazolina Vancomicina o teicoplanina
Herniorrafia
I mplantes mamarios
Trasplante hepático Ampicilina + cefotaxima Vancomicina + aztreonam
Cirugía g i n ecológica Cesárea (urgente o tras > 6 h de rotura de Cefazolina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina o metronidazol +
y obstétrica bolsa) gentamicina
Histerectomía
Aborto en l .er o 2.0 trimestre
Cirugía u rológ ica Prostatectomía Ceftriaxona Levofloxacino
Biopsia prostática transrectal
Plastias vesicales Amoxicilina-ácido clavulánico Levofloxacino
Trasplante renal Cefazolina o cefonicida Vancomicina + gentamicina
Nefrectomía
Implantación material protésico
(pene, esfínter vesical, etc.)
Cirugía ortopédica y traumatológica Cefazolina o cefonicida Vancomicina + gentamicina
o amoxicilina-ácido clavulánico
Cirugía ofta l m ológica · Cefuroxima 1 mg en cámara anterior Linezolid i.v.
Tabla 2. Características fisicoquímicas de los anestésicos locales

53
ANESTESIOLOGÍA

" El antibiótico elegido se admin istra en dosis a ltas y debe ser ac­
I deas clave ✓ tivo a los conta minantes habituales seg ú n la i ntervención q u i­
rúrg ica.
" Las i ntervenciones quirúrg icas se clasifican segú n el riesgo de
i nfección de la herida sin la utilización de antibióticos en: cirugía " En la mayoría de los casos el antibiótico elegido es una cefa los­
l i m pia ( 1 -5%), cirugía l i mpia-contaminada (5-1 5%), cirugía con­ porina de 1 .ª o 2.ª generación, siendo de elección la va ncomici­
tami nada ( 1 5-40%) y cirugía sucia (> 40%). na en los pacientes a lérgicos a p-lactá micos.

" La administración de antibióticos pa ra la profi laxis perioperato­


ria se rea l iza de preferencia en la inducción a nestésica.

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Solu cionario
Casos clínicos/Case study

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