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Tema VI.

La Economía Social

VI.I Contexto

En el mundo y en nuestro país se están experimentando muchos cambios y


transformaciones que cobran singular importancia para explicar el
agotamiento de lo que creímos inamovible. Así, se incluye el tema de la
Economía Social como uno de especial importancia para afianzar el enfoque de
transformación hacia una sociedad con igualdad de oportunidades.

Hablar de un enfoque de transformación hacia una sociedad menos desigual y


de más de oportunidades, implica que hay un camino que recorrer para lograrlo
y pensar en formas alternativas para reducir las brechas de desigualdad y
pobreza, así como para recuperar y cuidar la naturaleza.

Actualmente, un porcentaje importante de la población mundial vive en


condiciones que le impiden o limitan el acceso a una vida digna y de calidad. La
desigualdad, la pobreza y el creciente deterioro del medio ambiente, son efectos
de un modelo económico que ha privilegiado el bienestar individual sobre el
colectivo, al dinero sobre las personas y la maximización de las ganancias a costa
de la destrucción de la naturaleza y el tejido social.

Es en este contexto, en el que la Economía Social representa una alternativa de


desarrollo socioeconómico para transitar hacia una sociedad con igualdad de
oportunidades para el acceso, generación y distribución de la riqueza; en la
construcción de tejidos sociales basados en relaciones de solidaridad,
cooperación y reciprocidad, en donde se privilegia el trabajo, al ser humano y el
cuidado del medio ambiente.
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Ahora que se ha comprendido la importancia de contar con información y
herramientas para tomar decisiones informadas al momento de gestionar
nuestro dinero, se sabe que manejar nuestros recursos adecuadamente
determina y condiciona nuestro día a día. Aunque cada persona es diferente y
tiene sus propios objetivos y planes de vida, lo que es común a todos es que
requerimos satisfacer necesidades básicas y la aspiración de tener una vida de
calidad.

Para todos es claro que se necesita alimentación, calzado, vestido y vivienda, sin
las cuales no estaríamos vivos. Pero cuando hablamos de calidad de vida, es
importante considerar otros factores. Por ejemplo, la Constitución de los
Estados Unidos Mexicanos dice que todas las mexicanas y mexicanos tienen
derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, a tener servicios
de salud, un medio ambiente sano, al agua limpia y suficiente, a una vivienda
digna, a la cultura, al deporte, y que los niños y las niñas tienen derecho a la
educación (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2012. Art. 3°
y 4º).

Se puede observar que estos artículos de la Constitución incluyen elementos de


calidad, es decir, cuando habla de la alimentación dice que debe ser nutritiva,
suficiente y de calidad. También menciona que el agua sea limpia y suficiente e
incluye la educación, la salud, la cultura y el deporte; y también agrega un
elemento fundamental, el medio ambiente, señalando que este debe ser sano.
Todos estos elementos y su calidad, se consagran en nuestra Carta Magna como
derechos de todas y todos los mexicanos. Sin embargo, es importante
preguntar si todas las personas tienen acceso a los medios y capacidades para
satisfacer, al menos, sus necesidades básicas.

VI.II Desigualdad
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De acuerdo con el informe Tiempo para cuidado: El trabajo de cuidados y la
crisis global de desigualdad, realizado por la asociación OXFAM y presentado en
el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en enero de 2020, se revela que:

 En 2019, 2.153 multimillonarios poseían más riquezas que 4.600 millones


de personas.
 El 1% de la población mundial posee el doble de riqueza que 6.900
millones de personas.
 Los 22 hombres
más ricos del
mundo son dueños
de más riquezas
que todas las
mujeres de África
juntas.
 La riqueza mundial
acumulada por las
26 personas más
ricas del mundo
equivale al presupuesto de, al menos, 3.800 millones de pobres.

Nuestro país no es ajeno a este fenómeno de desigualdad. En el mismo informe


de OXFAM, México se ubica dentro los países con más desigualdad económica
en el mundo.

En México, al 1% de las personas más ricas le corresponden el 21% de los


ingresos totales de la nación, mientras que el 10% más rico concentra el 46%
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de toda la riqueza del país.


Para ilustrar el caso de México, imaginemos
que la riqueza de nuestro país fuera un gran
pastel y que la población fuera de 100
mexicanos. Si dividiéramos el pastel en 100
rebanadas, a una persona le tocarían 21
rebanadas, a las otras 10 les tocarían 46
rebanadas y las 23 rebanadas restantes le
tocarían a 89 personas.

VI.III Pobreza

Entre 2008 y 2018 el número de mexicanos en situación de pobreza pasó de 49.5


a 52.4 millones, aunque el porcentaje de personas pobres haya disminuido
mínimamente del 44.4% a 41.9%. La situación es particularmente grave en el
sureste del país donde se encuentran los estados con mayor porcentaje de
población en situación de pobreza: por cada 100 personas en Chiapas 76 viven
en una situación de pobreza, en Guerrero y en Oaxaca 66, y en Veracruz 62. Para
los indígenas la situación de pobreza se redujo en solo 1.1% al pasar de 76% a
74.9% entre 2008 y 2018, es decir, en 10 años, su situación prácticamente no ha
mejorado (CONEVAL, 2019 https://bit.ly/2vxC7cz [En línea 14/02/2020]). De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2018, el 55% de los hogares vive con
inseguridad alimentaria.

Estas cifras tienen implicaciones muy profundas y penosas en la vida de la


población afectada, se les han negado los recursos necesarios que garanticen
sus derechos humanos y constitucionales. Los mexicanos que viven en una
situación de pobreza no tienen el dinero suficiente para ingerir los nutrientes y
a las calorías mínimas que se requieren para vivir una vida sana; tampoco
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pueden acceder a servicios de salud o de educación que les permita tener


mejores oportunidades de trabajo y acercarse a una vida plena, les es casi
imposible poseer factores de producción como el capital y la tierra. Sólo cuentan
con su trabajo, normalmente mal remunerado, y es muy difícil para la mayoría
poder salir de la pobreza.

La desigualdad, la marginación y la pobreza en México juegan un rol en el


aumento de la violencia que nos lastima a todos, pobres o ricos (Namorado, Ted;
L. F. López-Calva, C. Rodríguez-Castelán y H. Winkler, 2014). El número de
crímenes y homicidios en México está muy relacionado con los bajos niveles de
educación entre los jóvenes y con la falta de oportunidades laborales. (Corona,
2014 en Esquivel, 2016 https://bit.ly/37tkZBS [En Línea 14/02/2020]).

VI.IV Degradación ambiental

Tal como se ha desarrollado el modelo capitalista, demuestra que una de sus


ideas es “crecer primero y limpiar después” ha generado impactos devastadores
en el medio ambiente, en la naturaleza y en los recursos que nos ofrecen México
y el mundo, afectando particularmente a las comunidades más pobres. Estos
recursos no sólo son la base de la economía, sino también de la vida.

Las Perspectivas del Medio Ambiente Mundial del Programa de Naciones


Unidas para el Medio Ambiente (2019) https://bit.ly/2StJjQ8 [En línea
14/02/2020]) nos muestra un panorama global:
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 La contaminación del aire es el principal factor ambiental que causa
enfermedades y ocasiona entre 6 y 7 millones de muertes prematuras
cada año en todo el mundo.

 Estamos pasando por un proceso de extinción de especies que pone en


peligro la vida en el planeta y la capacidad de la tierra de satisfacer las
necesidades humanas.

 La pérdida de diversidad biológica genera enfermedades infecciosas al


ser humano y representa una amenaza para la seguridad alimentaria y
para la producción agrícola.

 Las amenazas más importantes para la biodiversidad son la


transformación y pérdida de hábitats, las prácticas agrícolas insostenibles,
la contaminación, particularmente la presencia de plásticos, y la sobre
explotación, incluida la tala ilegal.

 Los océanos y las costas están siendo afectados por el calentamiento


global y la acidificación por contaminación y la sobreexplotación para la
producción de alimentos.

 El cambio climático está generando aumentos en el nivel del mar y la


acidificación de los océanos está acabando con los corales, fuente de vida
de muchas especies marinas.

El papel de los océanos para la economía y alimentación nacional y global es


muy importante. En México se capturan anualmente alrededor de 1.5 millones
de toneladas de pescado. Las pesquerías son, directa o indirectamente, el
sustento de casi dos millones de familias mexicanas. Los medios de vida de
estas personas dependen de la salud de los ecosistemas costeros como los
corales, los manglares, las lagunas, los humedales, entre otros. La degradación
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de los sistemas marinos pone en riesgo la alimentación y los ingresos de estas
personas.

 La tierra de la que depende la agricultura está erosionándose y


desertificándose a tasas preocupantes.

 El suelo está perdiendo su fertilidad.

 Por su parte, la deforestación de bosques primarios, los más importantes


por su diversidad y los servicios eco sistémicos que ofrece, sigue
avanzando en todo el mundo.

Los datos oficiales más recientes muestran que México ha perdido


aproximadamente 9.4 millones de hectáreas de bosque entre 1993 y 2011. Se
estima que anualmente se deforestaron alrededor de 348,000 ha entre 2007 y
2011 (CONAFOR, 2015).

 La contaminación del agua y el desarrollo insostenible están aumentando


la presión sobre los recursos hídricos en todo el mundo, y esa presión se
agudiza por el cambio climático.

 En la mayoría de las regiones la escasez de agua, la sequía y la hambruna,


traen como consecuencia desastres y un aumento de la migración.

 La calidad del agua ha empeorado significativamente durante los últimos


30 años debido a la contaminación orgánica y química ocasionada por,
entre otras, aguas negras, fertilizantes, plaguicidas, sedimentos, metales
pesados, y desechos plásticos.
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En México el 70% de los cuerpos de agua como ríos, lagos y presas están
contaminados; más de 9 millones de mexicanos no tiene acceso al agua segura
para su salud; y el 54% de las aguas negras se descargan sin tratamiento en ríos
o arroyos.

Las causas de la deforestación y, en general, de la degradación de los recursos


naturales de manejo colectivo varían a lo largo del país, pero una de las más
importantes es que los beneficios de la explotación de los recursos (o de la
contaminación) los reciben individuos y empresas, pero los costos de la
degradación ambiental los pagamos entre todos los miembros de la sociedad y
esos costos no se consideran al momento de tomar las decisiones de
producción que maximicen las ganancias individuales.

VI.V Reflexión sobre el modelo económico predominante: Capitalismo

El capitalismo es entonces un sistema económico basado en la propiedad


privada de los medios de producción y en el libre mercado (RAE, 2020
https://dle.rae.es/). Este modelo ha priorizado la maximización de ganancias y el
crecimiento económico sin considerar los impactos en las comunidades ni en
el medio ambiente, afectando particularmente a las comunidades más
vulnerables.

Si en este momento se preguntara, ¿qué valor tiene el dinero para nosotros y en


qué lo usamos?, o cuando se usa para comprar, ¿qué consumimos, en dónde y
por qué? Ante los datos y la información que se ha presentado hasta ahora sobre
la desigualdad, la pobreza y la degradación de la naturaleza, como resultado del
capitalismo, quizás estas preguntas cobrarían una singular importancia. Sobre
todo, si pensamos que los problemas de los que hemos hablado están
relacionados y no son fáciles de resolver. Se relacionan porque resultan de un
sistema económico que predomina en el mundo y que ha conformado una
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cultura.
Cultura: conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupos social, etc. (RAE,
2020 https://dle.rae.es/)

Por ejemplo, cuando se compra un pantalón ¿sólo se hace porque se necesita o


porque el bombardeo publicitario a través de los medios de comunicación y
dispositivos móviles lo muestran todo el tiempo, como algo bueno y de una
reconocida marca y nos da ganas de tenerlo? Y si un grupo de mujeres de la
colonia tienen a la venta pantalones, que produjeron en forma cooperativa, pero
no los anuncian en los medios, sin embargo, satisface la misma necesidad ¿qué
decidiríamos comprar y por qué?

La respuesta dependerá de nuestra cultura de consumo, tal vez se decida no


comprarlo porque no lo necesitamos. O si se decide comprarlo, quizás se pueda
pensar en el precio y si contamos con el dinero para hacerlo. O si es perjudicial
o no para la salud; o en las implicaciones que tuvo producirlo, como los empleos
que se generaron y si éstos fueron bien remunerados o si se ocupó mano de
obra infantil. También, tal vez, podamos pensar si el proceso de producción de
ese pantalón generó contaminación de un río o requirió talar muchos árboles, o
si se hizo pensando en recuperar y cuidar la naturaleza.

Con esto, lo que se pretende es invitar a la reflexión sobre la cultura que


predomina y proponer la revisión de una alternativa que promueve el bienestar
colectivo en lugar del individual; la distribución de la riqueza de forma justa, y
que genera oportunidades de empleo digno; contribuye a la creación de
oportunidades de desarrollo en las propias comunidades y a la recuperación y
cuidado del medio ambiente.

VI.VI Economía Social


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La economía social pone al centro a las personas y al medio ambiente para que
todos podamos vivir en mejores condiciones. Es un modelo económico,
productivo y organizativo alternativo.

La economía social se refiere a un “conjunto de empresas privadas


organizadas formalmente, con autonomía de decisión y libertad de adhesión,
creadas para satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado,
produciendo bienes y servicios… y en las que la distribución entre los socios de
los excedentes, así como la toma de decisiones no están ligada directamente
con el capital o cotizaciones aportadas por cada socio”

De acuerdo a la Ley, en México la economía social, es un sistema


socioeconómico basado en relaciones de solidaridad, cooperación y
reciprocidad, en donde se privilegia al trabajo y al ser humano (Ley de Economía
social, última reforma DOF 12-04-2019, art. 3º).

La idea de poner al ser humano en el centro, por encima de las ganancias y del
crecimiento económico ha sido ya abordada por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) cuando habla de desarrollo humano. Este concepto
reconoce que crecimiento y desarrollo son cosas relacionadas pero distintas y
que lo que se busca es un desarrollo incluyente en donde nadie quede fuera. El
verdadero desarrollo incluyente intenta contribuir a una colaboración solidaria
incluyente y sostenible, para eliminar la pobreza, reducir la desigualdad y
conservar los recursos naturales, para que así todas las personas tengan
oportunidades para mejorar su vida.

De acuerdo a la Ley de la Economía Social y Solidaria, en México la economía


Social tiene los siguientes fines:
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1. Promover los derechos humanos, la inclusión social y, en general, el
desarrollo integral del ser humano;

2. Contribuir al desarrollo socioeconómico del país, participando en la


producción, distribución y consumo de bienes y servicios que son
necesarios para la sociedad;

3. Fomentar la educación y la capacitación impulsando prácticas que


fortalezcan la cultura de la solidaridad, la creatividad y el emprendimiento;

4. Contribuir al ejercicio y perfeccionamiento de la democracia participativa;

5. Participar en el diseño de planes, programas y proyectos de desarrollo


económico y social;

6. Facilitar a los asociados de los OSSE la participación y acceso a la


formación, el trabajo, la propiedad, la información, la gestión y
distribución equitativa de beneficios sin discriminación alguna;

7. Participar en la generación de fuentes de trabajo y de mejores formas de


vida para todas las personas;

8. Impulsar el potencial creativo e innovador de los trabajadores, ciudadanos


y sociedad;

9. Promover la productividad para lograr la equidad social.


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VI.VII Organismos del Sector Social de la Economía (OSSE)

En la Economía Social participan organismos de propiedad social que están


conformados y administrados en forma asociativa, para satisfacer las
necesidades de sus integrantes y de las comunidades donde se desarrollan (Ley
de Economía social, última reforma DOF 12-04-2019, art. 3º).

La forma en la que se organizan está basada en el apoyo mutuo y la cooperación.


Como los trabajadores son productores asociados, toman las decisiones entre
todos de manera democrática y logran el objetivo de sus organizaciones
participando activamente.

Para entender cómo son y cómo funcionan los Organismos del Sector Social de
la Economía, se usarán como ejemplo a unas Entidades que forman parte del
Sistema Financiero Mexicano, las Sociedades Cooperativas de Ahorro y
Préstamo (SOCAP).

Las SOCAP tienen una forma de funcionamiento que las diferencia de las
Entidades del Sector Privado, específicamente de los bancos comerciales.

Si bien todas las Entidades Financieras se dedican a comprar y vender dinero,


las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo son organizaciones que
realizan la intermediación de dinero entre sus propios socios, es decir, sus
dueños que son las personas que usan sus servicios. Para ser socio de una
SOCAP es requisito aportar un capital.

Así los socios/dueños son los que producen beneficios (como consecuencia de
tomar créditos para producir o consumir y pagarlos con los beneficios que
reciben por su actividad económica), se los apropian (recibiendo un interés por
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su dinero ahorrado y/o beneficios de los fondos sociales).


En estas organizaciones el valor circula entre ahorrador y acreditado, dejando
una parte para que la Cooperativa pueda mantenerse y crecer, las decisiones
sobre el manejo y destino de los beneficios las toman de manera democrática
sus socios o dueños, independientemente del capital aportado.

Los socios se benefician de los fondos sociales, que pueden estar destinados a
becas estudiantiles para ellos y sus hijos, o para acciones de mejora
comunitarias (calles, escuelas, centros de salud) y otros beneficios sociales que
decidan los socios en asamblea general.

Hasta aquí algunas características de las Cooperativas de Ahorro Préstamo, que


además son comunes a cualquier organismo de la Economía Social:

 Son organizaciones, no son iniciativas individuales sino colectivas

 Las personas que las integran son socios y dueños

 Los socios/dueños son los que se apropian de los beneficios

 Las decisiones son tomadas de manera democrática por los


socios/dueños en asambleas generales. El peso de la voz y el voto de cada
socio en la toma de decisiones es igual, independientemente de la
aportación al capital de cada uno.

En suma, se puede decir que son personas que se organizan para


proporcionarse los servicios financieros que necesitan con el fin de mejorar su
calidad de vida.

Es muy importante destacar que estas organizaciones no son las únicas que
integran a la Economía Social, en México, los organismos que conforman el
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Sector Social de la Economía (OSSE) son ejidos, organizaciones de trabajadores,


cooperativas, comunidades, empresas que sean propiedad en su totalidad o en
su mayoría de los trabajadores y, en general, todas las formas de organización
social para producir, distribuir y consumir bienes y servicios que necesita la
sociedad (Ley de Economía social, última reforma DOF 12-04-2019, art. 4º).

Estos Organismos trabajan de manera autónoma y son independientes de los


partidos políticos y las religiones, toman decisiones de manera democrática y
participativa, el trabajo es autogestivo, y tienen un genuino interés por
contribuir para mejorar su comunidad (Ley de Economía Social y Solidaria,
última reforma DOF 12-04-2019, art. 9º).

Los OSSE funcionan de la siguiente manera, porque están basados en una serie
de valores que guían su actuación: 1) ayuda mutua; 2) democracia: 3) equidad;
4) honestidad; 5) igualdad; 6) justicia; 7) pluralidad; 8) responsabilidad
compartida; 9) solidaridad; 10) subsidiariedad; 11) transparencia; 12) confianza; 13)
autogestión; y 14) inclusión social (Ley de Economía Social y Solidaria, última
reforma DOF 12-04-2019, art. 10º).

Así, se ha visto que estas figuras que integran a la Economía Social se


fundamentan en principios y valores, y en consecuencia las prácticas que
siguen. Algunas diferencias entre las empresas de Economía Social y las
tradicionales o de capital, son:

1) Preeminencia del ser humano y su trabajo sobre el capital: el trabajo y no


el capital es considerado el elemento que permite el desarrollo de las
capacidades de los asociados de las OSSE para producir bienes y servicios de tal
forma que puedan satisfacer sus verdaderas necesidades y lograr su objetivo
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común. Por eso, por ejemplo, en un momento de crisis, los asociados de las
empresas de economía social están dispuestos a recibir compensaciones
menores con el objetivo de que la empresa siga operando y que todos
mantengan su trabajo.

2) Afiliación voluntaria: los trabajadores pueden adherirse a los OSSE y


retirarse de manera voluntaria, incluso como asociados. Es decir, otros pueden
participar y nadie está obligado a ser parte y a permanecer en la organización.

3) Administración democrática, participativa, autogestionaria y


emprendedora: los OSSE tienen iniciativa y todos los asociados o miembros
participan en la toma de decisiones de la organización. Son autogestionarias
porque se eliminan las jerarquías entre aquellos que toman decisiones y
aquellos que realizan las labores básicas de su proceso organizativo; la voz de
todos cuenta y se gobiernan a sí mismos. A través de la buena organización, la
cooperación y la confianza se movilizan para avanzar en sus objetivos.

4) Trabajo para el beneficio mutuo y de la comunidad: En este sentido, a


diferencia del modelo capitalista, los OSSE trabajan por el objetivo común con
la claridad de que así se beneficiarán sus familias y ellos como individuos.

5) Propiedad social de los medios de producción: En otras palabras, varias


personas son dueñas, de manera colectiva, de los medios de producción que,
como vimos en el módulo anterior, pueden ser: materias primas, herramientas,
maquinaria, tecnología, infraestructura, tierra o el espacio donde se lleva a cabo
el proceso y, por supuesto, de su propio trabajo, que es lo más valorado en la
economía social. Como en la propiedad privada, los asociados tienen derecho a
disponer de los bienes, pero de manera consensuada.

6) Participación económica justa: Los miembros de la OSSE reciben un pago


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justo por su trabajo. Esto no quiere decir que todos ganen lo mismo, sino que la
compensación individual depende principalmente del tipo de trabajo que
realiza cada quien. Por otro lado, se busca que no existan enormes diferencias
entre los trabajadores que más ganan y los que menos ganan, pues también
debe haber equidad económica. Asimismo, las utilidades normalmente se
reinvierten. Sin embargo, en caso que el colectivo decida repartir una parte de
estas, dicha repartición se debe hacer a partes iguales o proporcionales a la
participación de cada quien considerando que todos son dueños.

7) Destino de excedentes para la prestación de servicios de carácter social:


Las OSSE buscan generar un excedente o ganancias para poder existir pero las
ganancias son un medio para lograr el objetivo común y no un fin. Los
miembros de las OSSE destinan los excedentes al desarrollo de su propia
empresa u organismo, incluyendo la generación de reservas o ahorros, a crear
fondos educativos para fortalecer las capacidades de los asociados y de sus
familias, entre otros.

8) Incremento y repartición justa de reservas y fondos: Los miembros de las


OSSE buscan incrementar sus reservas y fondos y a reintegrar a sus asociados
parte de los mismos en proporción a su participación.

9) Educación y capacitación continua: Los asociados de las OSSE están en


un constante y continuo proceso de educación, formación y capacitación
técnica y administrativa para actualizarse y mantener el proyecto fuerte frente
al mercado y cumplir así con el objetivo común. Para esto, se crean fondos de
educación con los excedentes que se generan.

10) Cultura solidaria: Para la ES, es muy importante que los asociados den
según su capacidad y reciban según su necesidad. Esto es posible cuando los
miembros son honestos y han desarrollado confianza entre ellos. La solidaridad
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es un concepto clave de la ES y se refiere a un valor personal que muestra la


capacidad que tienen los miembros que pertenecen a una comunidad o a un
OSSE de actuar como un todo, de apoyarse unos a otros. Esto se produce porque
los miembros comparten necesidades y objetivos comunes, gracias a los lazos
sociales que les unen. La definición de solidaridad se basa en el respeto y la
empatía que nos permite entender que el otro necesita de nuestra colaboración
o apoyo (Oxfam, n.d).

11) Protección del medio ambiente: Los OSSE deberán garantizar el uso
sustentable de los recursos naturales en los procesos de producción en los que
participan;

12) Transparencia: Los asociados de las OSSE deberán compartir información


periódica de sus actividades, estados financieros y de resultados, a todos y cada
uno de sus asociados;

13) Compromiso comunitario: Las OSSE desarrollan un compromiso solidario


no sólo entre sus asociados, sino también con las comunidades que se
encuentran en el territorio donde desarrollan su actividad para contribuir con
su desarrollo;

14) Innovación: Con el fin de mantener su actividad económica y generar


ganancias para el logro del objetivo común, las OSSE desarrollan habilidades
creativas para innovar o incorporar innovaciones de otros en todos los ámbitos
y prácticas.

VI.VIII Importancia de la Economía social en el mundo y en México

Pero ¿la Economía Social funciona?, la respuesta es que, como cualquier


organización o emprendimiento, el éxito depende de muchos factores. Sin
embargo, hay evidencia que muestra que tanto estados como organismos que
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la practican han logrado impulsar prosperidad, eficiencia, equidad y
sostenibilidad.

De acuerdo con datos del Monitor Cooperativo Internacional


www.monitor.coop las 300 cooperativas de mayor facturación representan la
sexta economía mundial.

Por ejemplo, actualmente, la Economía Social es el orden económico vigente


en Alemania, reconocido e implementado por el gobierno en 1990 a partir de
la reunificación de ese país. No cabe duda que Alemania tiene una de las
economías más fuertes y dinámicas del mundo. Es un país próspero, pero
también uno de los más equitativos, líder en la adopción de tecnologías
innovadores y en la protección del medio ambiente.

En México, de acuerdo a un estudio realizado por el INEGI y con datos


preliminares, se identificó que la Economía Social participa con el 1.22% en el
Producto Interno Bruto y que ocupa a 4.1 millones de personas (18% mujeres y
82% hombres).

Es probable que estos datos no sean del conocimiento común, pero si


mencionamos que un ejemplo de empresa de la Economía Social es la
Cooperativa Cruz Azul, dedicada principalmente al cemento, pero que tal vez
por lo que la conozcamos sea por su equipo de futbol.

Otro ejemplo es la Cooperativa Pascual, de la que seguramente todos hemos


consumido alguno de sus refrescos.

Hay cooperativas integradas por jóvenes profesionistas con actividades muy


innovadoras como la gestión ambiental, es el caso de la Cooperativa Alux que
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se encuentra ubicada en la Ciudad de México.


También existen ejemplos que están en las zonas rurales, como el caso de la
Cooperativa Tosepan Titataniske, ubicada en la Sierra Norte del estado de
Puebla. Esta cooperativa cuenta con una trayectoria de alrededor de 40 años de
trabajo en los que han desarrollado alternativas de vivienda, consumo,
educación, turismo, producción (café, pimienta, miel), ahorro y préstamo, entre
otras, todas en beneficio de su comunidad.

Presentar diferentes ejemplos de organismos que integran a la Economía Social


en México, nos sirve para identificar que éstos pueden desarrollarse en todos los
sectores económicos y en muy diversas actividades productivas.

En el caso de México, por ejemplo, un estudio reciente muestra que los


cooperativistas son de los grupos ocupacionales sin protección social formal,
que tienen menos carencias: en comparación con otro tipos de empresas
como pequeños propietarios, o empresarios, los cooperativistas tienen menos
rezago educativo, menos carencia por acceso a salud, menos carencia por
acceso a seguridad social, menos carencia por acceso a servicios básicos de
vivienda, menos carencia por calidad y espacios en la vivienda, y menos
carencia por acceso a la alimentación (Terruel et al., 2018).

La idea de que la acumulación máxima de riquezas materiales es sinónimo de


felicidad ha demostrado en general ser falsa.

La ciencia muestra también que el crecimiento económico de las últimas


décadas en los países desarrollados ha generado un limitado incremento en la
felicidad de las personas (también conocido como bienestar subjetivo) y que las
personas de ingresos medios que valoran los bienes materiales más que otras
cosas como las experiencias tienden a ser mucho más infelices. Tener más
dinero incrementa la felicidad y el bienestar sólo si ayuda a las personas en
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pobreza a satisfacer sus necesidades.


Es evidente que el dinero y los bienes materiales son fundamentales para cubrir
las necesidades básicas de la vida de todos y lograr el bien vivir. Para las
personas que no tienen nada, un poco de dinero genera mucho bienestar.

Sin embargo, tener calidad de vida no se reduce al consumo de productos. Para


practicarlo, es necesario entender la manera en la que la mercadotecnia, con
prácticas muy potentes y persistentes, nos hace creer que comprando una cosa
o la otra lograremos la felicidad. Pero esto rara vez es así.
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