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Estar cerca
Casi cien años después, el brote de ébola. Desde la primavera de 2014 hasta el 27 de marzo
de 2016 se contabilizaron 11.323 fallecidos de 28.646 contagios. Los países más afectados
fueron Liberia, Sierra Leona y Guinea, además de algunos casos sueltos en otros países.
Mientras que en Liberia fallecieron casi uno de cada dos infectados, en Sierra Leona
murieron menos de un tercio. «Por falta de conocimiento del virus, como nos está pasando
también aquí». Lo recuerda José María Viadero desde Madrid. A través de su cargo en la
Fundación Juan Ciudad, siguió muy de cerca la realidad del hospital de de San Juan de
Dios en Monrovia (Liberia). Lo primero que hicieron fue enviar, en agosto de 2014, una
expedición para intentar abrir el hospital: dos religiosos y un laico. No pudieron cumplir
con su objetivo, pero Viadero hace un balance muy positivo de aquella toma de contacto:
«Los que estaban allí dijeron “no nos han abandonado, no les ha importado cómo estaba la
situación”. Entonces, hago una metáfora: nosotros no solo hacíamos puentes, sino que los
cruzábamos. Cuando hemos ido a un país no ha sido para un proyecto y ya está, sino para
quedarnos con la gente». Viadero viajó en octubre a Liberia. Finalmente, consiguieron
abrir el hospital a finales de 2014, que funcionó como maternidad y pediatría. «Eran las
áreas más vulnerables, creíamos. El objetivo era que, tras abrir el hospital, no entrase
ningún caso infectado. Hubo que cambiar, formar a la gente, crear circuitos seguros. Si
entraba un sospechoso, debía quedar en observación fuera del recinto hospitalario hasta
que iban a hacerle el test. Si eran positivos, se les llevaba al centro de internamiento»,
explica Viadero. De esta manera, con medios y conocimiento, participaron en la respuesta
al brote de ébola permitiendo la atención a madres y niños en un entorno seguro. La
decisión de tratar estos casos fue resultado de una coordinación con el resto de entidades
que participaron en la respuesta. Viadero recuerda, entre otras instituciones, lo positivo
que fue trabajar con Cruz Roja, «daban mucha experiencia y seguridad». Ellos se ocuparon
:
del área de maternidad en el hospital de Liberia de los hermanos de San Juan de Dios. A
nivel estatal, en Liberia se organizó un comité de crisis en el que participaba la Iglesia. Al
mismo tiempo, la Iglesia tenía su propio comité que se reunía «prácticamente todos los
días» y, con las informaciones transmitidas desde el gobierno, la Orden de San Juan de
Dios «iba haciendo e implementando protocolos».
Otra de las lecciones que saca Viadero de la epidemia de ébola para la actual es «que
tenemos que estar alerta desde el principio». Por eso explica cómo, en otros países, los
hermanos de San Juan ya se están preparando, «y que no les coja el toro».
ECCLESIA
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