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Universidad de la guajira

LOS USOS DE LA COSTUMBRE


HACIA UNA ANTROPOLOGÍA JURÍDICA DEL ESTADO NEOLIBERAL

Estudiante:

Asignatura:
Justicia ancestral

Riohacha- la guajira

2020
Los usos de la costumbre

En el documento anterior se realizó un análisis de la problemática y los


procesos que hubo al generar un vínculo entre costumbre y ley, hacia una
antropología jurídica del estado neoliberal, para ello, se tomó de ejemplo Perú
y México, especialmente el estado Oaxaca, ubicado en el sur de México que
fue donde se llevó a cabo el primer paso para cumplir su objetivo, que era que
los indígenas fueran reconocidos constitucionalmente por lo que estaban en
condiciones de vulnerabilidad; para así poder establecer una relación entre
costumbres y estado, ya que ellos tenían el derecho de la identidad cultural
luchaban para que el estado aceptara la pluriculturalidad. Y aunque la ley no
aceptaba ciertas tradiciones debido a su continuidad y espontaneidad,
conciliaron que las tradiciones y la ley deben estar equilibradas de tal manera
que sus derechos que la equidad esté presente en todo momento y no como el
legado que ha dejado la justicia a lo largo del tiempo.
Se presenta un debate entre el derecho consuetudinario, que es una fuente del
derecho basada en las costumbres, y el sistema político estatal, donde
pretenden que haya una balanza en las prácticas cotidianas ya que la causa de
la controversia es que unos las consideran legítimas y otras ilícitas, donde
intervienen las comunidades indígenas y la antropología jurídica con la lucha
de un estado neoliberal. Por lo cual debe existir la relación entre costumbres y
ley, ya que para cumplir la reforma constitucional deben existir las costumbres
legítimas y no una soberanía jurídica parcial.
Para el estado es muy importante el derecho consuetudinario, la diversidad e
identidad cultural, siempre y cuando no haya ciertas costumbres ilegitimas,
este derecho, mencionado anteriormente relaciona la política y la cultura, sin
embargo este no fue escrito en la carta Magna en la que se fundan las leyes
jurídicas, razón por la cual fue un contra en el debate de derecho
consuetudinario y sistema político estatal, costumbre y ley.

El campo de la antropología jurídica latinoamericana ha evolucionado de


manera importante a lo largo de estos 30 años, las investigaciones sobre
derecho consuetudinario indígena hacia áreas más allá del problema étnico,
para comprender las configuraciones socioculturales del derecho en contextos
de violencia neoliberal y de violación sistemática a los derechos humanos de
poblaciones diversas, excluidas y subordinadas. No obstante, los debates
fundantes relativos al estudio del pluralismo jurídico y el derecho indígena
siguen marcando buena parte de las discusiones contemporáneas, dado que
apuntan a problemas que siguen vigentes e inspiran nuevas líneas de
investigación. Contribuyó a plantear de manera crítica rutas que abonan al
reconocimiento y la defensa de los derechos humanos de los pueblos
indígenas y otros colectivos subordinados.
Las investigaciones tuvieron dos direcciones principales: por un lado, estudiar
las formas propias del derecho consuetudinario para dar testimonio de su
vitalidad sin dejar de mostrar su relación con el Estado, y por el otro, los
escenarios y prácticas del enfrentamiento del indígena con la justicia estatal en
los que se hacían evidentes los mecanismos de la discriminación social y el
racismo judicial.
Un gran reto metodológico en el estudio de la justicia indígena ha sido
subrayar la tensión entre normas y prácticas como un referente productivo
para analizar el deber ser, propio de normas y valores, y la distancia que suele
haber con las acciones que producen los conflictos en situaciones concretas.
Esta tensión era aprovechada por las autoridades comunitarias al momento de
dirimir las controversias.
Por otro lado, el reconocimiento del derecho y la jurisdicción indígenas amplía
y enriquece la noción de Estado Social de Derecho, pues ello implica además
la participación de nuevos actores sociales (los indígenas) dentro del sistema
de administración de justicia que aplicarán formas propias de resolución de
conflictos, de acuerdo a su cosmovisión y patrones culturales. Así la justicia,
como valor superior del ordenamiento jurídico, alcanza su verdadera
dimensión para cada indígena, pues la retribución concreta que espera del
derecho (para nosotros equidad o justicia concreta) responderá de acuerdo a
sus patrones culturales y no conforme a un derecho ajeno o de terceros.
Por estas razones, las últimas reflexiones del Postmodernismo hablan de una
concepción multicultural de los derechos humanos, como factor de política
progresista y emancipadora, que cuestiona la función reguladora del Estado
moderno. Como bien señala B. De Sousa Santos, no existe un proceso de
globalización genuino, sino que existen globalizaciones que surgen en tanto en
cuanto emergen de éstas un determinado localismo, es decir, presuponen
siempre la localidad.
Debe aclararse que algunos Estados han reconocido el Derecho Indígena, más
no la posibilidad de que las autoridades puedan aplicar esas instancias de
justicia dentro del territorio. Otros Estados, en cambio, reconocen tanto el
Derecho Indígena como la competencia de las autoridades indígenas para
aplicar el derecho consuetudinario a los miembros de ese pueblo, dentro de
sus espacios territoriales.

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