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La dinámica Social y su Regulación Jurídica

Antecedentes y Origen del Pensamiento Jurídico Occidental.

Dinámica social o dinamismo social es el fluir de las costumbres, usos y


creencias de una sociedad. Más que eso, es el mecanismo que rige la
conducta de las masas frente a determinados estímulos y en determinadas
circunstancias, siempre respondiendo al condicionamiento social al que el
individuo ha sido expuesto durante el transcurso de su vida, la propia
experiencia y el subconsciente (emociones e instintos incluidos).

Dinámica Social y su regulación jurídica desde el enfoque de las Teorías del


Conocimiento

Marxista y Positivista

Para comprender la dinámica social y su regulación jurídica debemos


conocer las condiciones materiales existentes en la sociedad, partiendo desde
las definiciones que han realizado los analistas sociológicos que se han
enmarcado en las dos principales corrientes sociológicas existentes,tales como
son la positivistas y la marxista, permitiéndole una compresióncritica de estas
distintas posiciones ideológicas y cómo influyen en laconstrucción del
pensamiento jurídico Si intentamos comprender la realidadsocial nos damos
cuenta de que ocurren una serie de fenómenos socialesbásicos y tienen un
denominador Común en todas las zonas de la realidad social. Todo orden
jurídico contiene normas básicas; es decir que lasautoridades están facultades
por un orden normativo previamenteestablecido para que dichas normas
puedan ser individualizadas para suaplicación, cabe mencionar que el orden
jurídico debe ser obedecido por lacolectividad, ya que su origen es dado por
una norma básica mediante lacual ha originado a la constitución.

El orden jurídico está limitado a unespacio geográfico llamado territorio,


además que la norma básicafundamenta al orden jurídico ya que es la base de
la multiplicidad de todoese orden jurídico, que está subordinado a una
competencia espacial deaplicación. Cabe señalar que esas normas
constitucionales serán conforme alos fenómenos jurídicos de mayor relevancia
los cuales han de serinterpretados como actos de producción, y así con la
aplicación de estospreceptos jurídicos los que estarán a cargo por operadores
del derecho, elque tendrá validez ya que es producto de un proceso formal de
creación, porlo que acontece a la eficacia de ese ordenamiento normativo ya
que es lacondición de su zona misma aceptación en el conglomerado social y
ademásresuelve problemas sociales de interés general. Conforme a la doctrina
jurídica positivista, nos establece que la validez del derecho positivodescansa
en una norma fundante básica, la cual no va constituir una norma impuesta
sino constituida por el orden constitucional previamenteestablecido. El orden
jurídico estatal es decir el estrato superior jurídico positivo el cual está
representado por la constitución, es decir se entiende en un sentido material;
que designan a las normas positivas que regulan la producción de las normas
jurídicas generales cabe hacer énfasis que este tipo de constitución pudo haber
sido producida por la costumbre. De la constitución en sentido material
corresponde distinguir la constitución ensentido formal, esto contiene no sólo
normas que regulan la legislación así como también laproducción de normas
generales, que se refieren a otros objetospolíticamente importantes así como
disposiciones que están contenidas enun documento denominada Carta
Magna. Cabe hacer mención que laconstitución que regula la producción de
normas generales puede determinartambién el contenido de leyes futuras que
podrían regir la conducta de losgobernados; es decir que es aquella norma
básica que va ser la encargadade crear leyes que rijan el actuar de los diversos
poderes y de los mismosórganos de gobierno. El derecho sustantivo y el
derecho formal, las normasde carácter general producidas por la ordenanza del
legislador o de lacostumbre, tienen que ser aplicadas por órganos competentes
los cuales seencuentran debidamente facultados para ello.

Concepción iuspositivista Es una corriente de pensamientos jurídicos. La


principal tesis deliuspositivismo es la separación entre moral y derecho, que
supone unrechazo a toda relación conceptual vinculante entre ambos. El
iuspositivismoentiende que derecho y moral son conceptos distintos no
identificables. Dadoque el Derecho existe con independencia de su
correspondencia y no conuna u otra concepción moral: una norma jurídica no
tiene condicionada suexistencia a su moralidad; en todo caso, puede ésta
afectar su eficacia olegitimidad, mas eso es una cuestión distinta. El Derecho
puede ser justo einjusto, aunque lo deseable sea lo primero.El iuspositivismo
es tan antiguo como el derecho mismo, aunquealcanzó su mayor desarrollo
teórico a partir de los escritos del filósofo inglésThomas Hobbes, aplicados al
ámbito jurídico por Jeremy Bentham. Hobbes yBentham definieron la validez
del derecho por su disposición por unaautoridad competente, y negaron que las
razones morales pudieran tenerparte alguna en la decisión legal.

John Austin definió un sistema jurídicocomo aquel que está sometido a una
autoridad soberana, y la validez de lasleyes como su imposición formal por
esta autoridad a través de sus agentes.Sin embargo, el verdadero pilar del
Iuspositivismo, que define al Derechocomo un producto únicamente de la
voluntad del legislador, y a lasconsecuencias de Derecho como el mero
resultado lógico de colocarse en elsupuesto jurídico del que se trate en lo
ordenado, es el austriaco HansKelsen, autor de "Teoría pura del Derecho".
Para algunos iusnaturalistas— lapostura opuesta "inmorales" porque avalan la
existencia del derecho injusto; sin embargo,existen varias clases de
iuspositivismo, y algunos iuspositivistas tambiéncritican las leyes injustas y la
obediencia a las mismas, sólo que no dicen queno sean verdadero derecho,
sino que son derecho injusto.

Ius positivismo

De acuerdo con Norberto Bobbio (1965) son tres los aspectos que hay
queContemplar y distinguir al abordar el estudio del positivismo jurídico:

1. Como un modo de entender la ciencia jurídica. Esdelimitar si objeto


deestudio e investigación; un nivel de la problemática, una forma de abordar
elderecho. Considerar al derecho tal cual es, un mero hecho histórico.

2. Como una determinada teoría general del derecho. Hay que comprender
elconjunto de aseveraciones estrechamente ligadas, con las cuales
sedescriben e interpretan los fenómenos de la vida socialmente organizada.
Lateoría formalista del derecho es la pretensión de establecer lo que es
jurídicoy lo que no lo es. Ve al derecho como una técnica de organización de
lasociedad, como la monopolización de la fuerza dentro de una
comunidadpolítica.

3. Como una ideología de justicia. Es una toma de posición frente a


unasituación fundada en un sistema de valores, con independencia de
sucontenido. El positivismo jurídico como tendencia de interpretación
delderecho se funda en dos grandes corrientes de pensamiento, el
positivismofilosófico y el empiriocriticismo.El iuspositivismo intenta resolver una
problemática específica de lo jurídico, de ahí que conservando una base
epistemológica esté preocupadopor resolver ¿qué es el derecho y qué ha sido
en el pasado?, buscando conello certeza jurídica y en franca lucha contra la
especulación. La tarea delpositivista es descubrir únicamente su objeto de
estudio, de conocimiento oinvestigación, haciendo a un lado otras tareas como
la valoración axiológicade esos hechos

Referirse a “tradición” de Derecho en Occidente, es destacar dos hechos.


El primero, que a fines del siglo XI y en el curso del siglo XII, las instituciones
jurídicas en Occidente comenzaron un desarrollo que continuó por siglos; las
nuevas generaciones edificaban sus sistemas con base en los trabajos de las
anteriores. El segundo, que dicho proceso de desarrollo continuo fue concebido
como algo orgánico y no como un simple proceso de cambio. El concepto de
desarrollo orgánico se refiere especialmente a las instituciones, que en el
contexto de aquellos siglos no son sino las disposiciones estructuradas para
cumplir contareas sociales específicas. El Derecho en acción consiste en
personas que legislan, adjudican, administran, negocian y efectúan otras
actividades legales; se trata en suma, de un proceso vivo para asignar
derechos y deberes, resolver conflictos y crear canales de entendimiento. En el
marco de la tradición jurídica occidental, podemos percibir las siguientes
características: la distinción más clara entre instituciones legales y de otro tipo;
la administración de dichas instituciones es confiada a un cuerpo especial de
personas que se dedican a actividades jurídicas con una base profesional;
todos aquellos que se dedican a la profesión jurídica reciben una preparación
especial de carácter jurídico, en escuelas profesionales de jurisprudencia.
También encontramos que en la tradición jurídica occidental se concibe al
Derecho como un todo coherente, como un sistema integrado, es decir, como
un “cuerpo” o corpus iuris que se considera implícito en cada tradición jurídica,
distinto de la moral y las costumbres. A menudo se afirma que dicho concepto
no solo fue implícito, sino explícito en el Corpus Iuris Romani, pero debemos
aclarar que este enunciado no fue empleado por los romanos, sino por los
canonistas europeos de los siglos XII y XIII, quienes extendieron el mismo a la
obra de los glosadores que habían descubierto los antiguos textos de
Justiniano y los enseñaban en las universidades europeas, reconciliando las
contradicciones y derivando conceptos generales a partir de reglas y casos. El
sistema jurídico occidental pudo evolucionar gracias a su capacidad para
desarrollarse a lo largo de siglos y porque tiene una lógica interna, por lo que
los cambios no ocurren al azar, sino que obedecen a una reinterpretación del
pasado para adaptarse y satisfacer necesidades actuales y futuras. Por tanto,
la historia del Derecho va unida al concepto de supremacía sobre las
autoridades políticas. Algo que es de gran importancia es su capacidad de
coexistir y de competir, dentro de una misma comunidad, con otras
jurisdicciones y otros sistemas jurídicos, lo que hace que en semejante
pluralidad, la supremacía del Derecho sea necesaria y a la vez posible.

Estado Liberal del Derecho


El Estado liberal de derecho pronto tuvo a sus críticos, los que observaron
cómo el capitalismo liberal de pequeños propietarios autónomos carentes de
influencia en el proceso de oferta y demanda, era sustituido por un capitalismo
más organizado que negaba que los pequeños propietarios concurrieran al
mercado en condiciones de igualdad para el provecho general. Pronto
quedaron a la vista, los procesos de concentración y centralización del capital
de las grandes empresas, la asunción ideológica de que el trabajo era una
simple mercancía que degradaba el sentido de dignidad humana, el desarrollo
tecnológico de los aparatos de producción, la formación de oligopolios en el
mercado interior, la ayuda del Estado a determinadas inversiones nacionales
sobre otras, y la protección de la economía interna frente a la competencia
extranjera. Todo ello desmentía la libre competencia y el libre comercio, pilares
económicos del Estado liberal de derecho. Tras la armónica teoría liberal
quedó al descubierto la cuestión social, la que ponía en entredicho la supuesta
homogeneidad de la sociedad burguesa y sus correspondientes sistemas de
dominio económico y político. La vigencia de los derechos humanos de libertad
a favor exclusivamente de la burguesía había producido una sociedad
profundamente desigual y dividida,en conflicto entre sus clases. Las clases
trabajadoras y depauperadas fueron asumiendo discursos y conductas de
exigencia que atacaban el predominio político de la burguesía y de sus bases
de sustentación de carácter socio-económico. Los procesos de concentración
del capital eran inocultables, y aunque el Estado trataba de mantener la
apariencia de neutralidad y ejercer exclusivamente sus funciones de Estado
vigilante, en los hechos, el Estado se alió a las clases dominantes internas y se
fortaleció para auxiliar a esos sectores a conquistar los mercados exteriores.
Con ello, el Estado se volvió cada vez más agresivo e imperialista. La
expansión capitalista y el rápido desarrollo tecnológico se unieron al aumento
del aparto militar y al logro de su efectividad.
A la par que se desarrollaban las contradicciones económicas, políticas y
jurídicas del Estado liberal de derecho, diversas corrientes filosóficas y
políticas, elaboraron discursos para cuestionar a ese Estado y a sus
consecuencias. El socialismo fue una de las vertientes de crítica que hizo su
aparición. El socialismo primitivo o utópico exigió la realización de sociedades
más equilibradas e igualitarias, para lo cual, las organizaciones de trabajadores
o el propio Estado, tenían que encargarse de planificar y organizar la actividad
productiva, porque la autorregulación del mercado no les merecía confianza
alguna. Los socialistas primitivos advertían que las desigualdades sociales y la
pobreza en las sociedades decimonónicas era responsabilidad de la
concentración de la riqueza que producía el capital, y de la debilidad de las
nociones individualistas que eran incapaces de fundar a las sociedades en
términos más comunitarios y solidarios. La exclusión que promovía la cuestión
social debía combatirse recurriendo a otras formas de organización económica
y social que ellos generalmente proponían en términos utópicos, aunque
existieron intentos por parte de Robert Owen y Charles Fourier de llevar su
visión utópica a la facticidad.
Sin embargo, la mayor crítica filosófica provino de la obra de Carlos Marx
que explicaba que el desarrollo y evolución de las fuerzas productivas
determinaban el cambio social, desde el comunismo primitivo al capitalismo de
su época. La clase emergente, el proletariado, tenía que hacerse del control de
los medios de producción para vencer a la burguesía e instaurar formas
distintas de organización económica y social: el socialismo se planteaba como
una etapa intermedia y el comunismo como el tramo final. En él desaparecería
el Estado y el derecho. El comunismo sería la fase de emancipación plena del
ser humano. Para Marx, el conjunto de las relaciones de producción constituye
la estructura económica de la sociedad, la base sobre la cual se levanta la
superestructura jurídica y política. A diferencia del pensamiento de Hegel,
estimaba que el Estado no era la quinta esencia de la razón; el Estado, es una
superestructura que nace de la sociedad y de sus relaciones materiales de
producción, y por ello, el Estado y el orden jurídico, están del lado de los que
detentan las relaciones de producción porque desean perpetuarlas en su
beneficio por el mayor tiempo posible. El Estado y el derecho son instrumentos
de las clases dominantes para mantener y conservar su poder. Esta idea se
expone claramente en el Manifiesto comunista, en donde Marx y Engels se
refieren al poder político como el poder de una clase organizada para oprimir a
otra.

Si el nacimiento del Estado liberal de derecho vino acompañado de


movimientos políticos revolucionarios, su ocaso también se expresó en
movimientos revolucionarios, señaladamente, la Revolución bolchevique de
1917. Este movimiento que tuvo como su líder a Vladimir Lenin apostó por una
especie de capitalismo de Estado y colocó al frente del mismo a un partido
férreamente organizado y jerarquizado. La vida política y jurídica quedó
supeditada al logro de ese objetivo y por eso se ilegalizaron los partidos
políticos y se suprimieron las libertades y los elementos jurídicos del Estado
liberal de derecho. Lenin, y posteriormente Stalin, rechazaron frente a la
socialdemocracia cualquier inclinación de condescendencia con el liberalismo
capitalista, y respecto al anarquismo, sostuvieron la importancia del Estado de
transición socialista. El socialismo real fue enemigo del Estado liberal de
derecho en todas sus manifestaciones: negó los derechos humanos, la división
de poderes, el principio de legalidad, la independencia judicial, la democracia
representativa, conformó Estados totalitarios125, y paradójicamente, creó una
nueva clase dominante de carácter burocrático que oprimió al resto de la
población con el argumento de consolidar el Estado transitorio de carácter
socialista, que había de establecer las condiciones del futuro comunismo. En
este sentido, el Estado y el derecho del socialismo real se pusieron al servicio
de esa clase dominante, que restringió las libertades, y aunque reconoció y
garantizó derechos sociales, ello no fue suficiente para reconocer y promover
la dignidad de millones de seres humanos.

Positivismo Jurídico

El positivismo jurídico plantea que el derecho es un conjunto de normas


dictadas por los seres humanos (por el soberano), a través del
Estado,mediante un procedimiento formalmente válido, con la intención o
voluntad desometer la conducta humana al orden disciplinario por el
acatamiento de esas normas Cuando hablamos de Justicia, En primer lugar, se
distingue entre un sentido subjetivo y uno objetivo de esa palabra. En un
sentido subjetivo, justicia es un término que se emplea para aludir a una virtud
de la vida personal. De este modo, puede decirse que un padre o que un
profesor son justos, o que lo son determinadas actitudes de uno o de otro. En
un sentido objetivo, justicia es una cualidad que se predica, a la vez que se
espera, de determinadas estructuras,normas e instituciones sociales, entre las
cuales figura ciertamente el derecho. De este modo, puede decirse que una ley
o que una sentencia son justas. Con todo, una distinción como esa no es
tajante, puesto que, como dice Javier deLucas, “la justicia se encuentra en la
intersección entre vida personal y vida social”. La virtud de la justicia “no se
refiere primariamente a uno mismo como las demás virtudes, sino a otro, y por
ello se orienta a lo social e institucional.

El derecho es una medida de la justicia, un medio idóneo para realizar una


concepción de la justicia; pero, a la vez, el derecho es algo que es posible de
ser medido por la justicia, o sea, de ser evaluado por ésta, ya sea con
resultados positivos o negativos. En todo caso, el derecho siempre realiza de
manera parcial la o las concepciones de la justicia que plasma, con lo cual
quiere decirse que “el derecho es mediación entre ideal de justicia y exigencias
de la vida humana asociada”, como escribe Helmut Coing. Por tanto, entre ese
ideal de justicia y el derecho se da siempre una cierta tensión. Recurriendo a
este respecto ejemplo de que se vale Javier de Lucas, el principio de que la
ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, no implica el conocimiento
real del derecho por parte de todos, puesto que se trata de una exigencia de
seguridad para que el ordenamiento jurídico pueda funcionar eficazmente. Sin
embargo, el principio democrático de publicidad de las leyes exige que el
conocimiento de las normas sea lo más real y efectivo posible.

Derecho y cambio social.

Los cambios sociales han sido siempre, eje central de la sociología, la


politología y de la psicología social; el origen y los diferentes tipos de estos son
tratados por los distintos teóricos que a su vez aportan variadas e interesantes
opiniones al respecto. Los estructuralistas han insistido en dar una definición
que en principio se ilustra acertada, pues ellos enfatizan que todo cambio tiene
su manifestación en la estructura social, partiendo de ahí para elaborar sus
criterios sobre la base de medir la intensidad del cambio. Algunos estiman que
el cambio más importante se materializa en el campo de la axiología, es decir,
de los valores que en un momento determinado presiden y se proyectan como
de mayor jerarquía dentro de la sociedad en una situación determinada. Otros
prefieren observar la intensidad y alcance del cambio a través de los factores
económicos, dándole prioridad a los elementos que reflejan la distribución del
ingreso económico y el producto interno bruto de cada país.

A la vez desde una visión sociológica, estos sitúan diversas clasificaciones


del cambio en el elenco, determinándose, los cambios que pueden ocurrir en
las personas que ocupan los puestos de mandos de un sisstema social.

Generalmente se ha tendido a situar en un primer plano del análisis la


repercusión que las transformaciones sociales suscitan en el ordenamiento
jurídico de un estado determinado. Transformaciones que habitualmente sólo
se estudian en una perspectiva cuantitativa y con la metodología estadística
preferentemente de la sociología empírica anglosajona.
-En el Derecho repercuten los cambios sociales. Gradual e indirectamente, si
se trata de cambios evolutivos. Directa y radicalmente cuando el cambio social
reviste carácter revolucionario.

-El Derecho contribuye al cambio social progresivo al consolidar jurídicamente


las modificaciones que en las instituciones, concepciones y costumbres de la
sociedad se han venido produciendo durante todo un periodo histórico. Tales
modificaciones adolecen de inestabilidad hasta que se obtiene su consagración
jurídica.

-La Historia ofrece también ejemplos de una utilización regresiva del Derecho.
Desde Dracón a Pinochet, se ha dado una amplia gama de leyes
contrarrevolucionarias. Sin embargo, en general, la propia praxis histórica ha
demostrado su ineficacia frente a las aspiraciones al cambio social que
respondían a causas objetivas ya maduras

-El Derecho constituye un instrumento eficacísimo para la promoción del


cambio social en los procesos revolucionarios. Siempre, claro está, que la
clase revolucionaria se haya hecho previamente con el poder político. Y no sólo
–como se ha considerado por quienes se han quedado en la epidermis de
estos fenómenos– como instrumento jurídico consolidador de las nuevas
relaciones sociales sino también en sus función genuinamente revolucionaria
de transformador radical de la anterior base económico-social. En tal proceso
revolucionario –que puede abarcar un periodo histórico más o menos
prolongado– deben distinguirse dos fases netamente delimitadas:

1) La imposición de la hegemonía de la nueva clase o bloque emergente


mediante la conquista del poder político. Se caracteriza por constituir una
revolución política en la terminología de la ciencia política contemporánea.

2) El proceso, más o menos prolongado, en el que tiene lugar las


transformaciones radicales en la estructura de las relaciones de producción. Se
caracteriza por constituir una revolución económico-social, o revolución social
en sentido estricto.
La función revolucionaria del Derecho se desarrolla plenamente una vez
finalizada la primera fase y antes de que acaba la segunda.

V Coterrell señala que para que se pueda hablar de cambio social ha de


producirse una alteración no repetitivita en los modos de conductas
establecidos dentro de una sociedad. Por lo que se define que existe el cambio
social cuando se modifica la estructura social: pautas de relaciones; normas y
roles. El cambio puede tener diferente intensidad, pueden cambiar solo las
pautas individuales de conducta, o un cambio en las normas y pautas del grupo
o, por ultimo un cambio en los valores básicos de la sociedad en conjunto.

Es un hecho real desde un análisis histórico-doctrinal, que las sociedades a


través de toda la historia hasta la actualidad convulsiva de hoy, han estado
sometidas a diferentes cambios, que en consecuencia esos cambios han de
ser institucionalizados, y la manera más importante para ello, es a través del
Derecho, que también pasa a ser un Derecho en transformación, por supuesto
condicionado por lo que en otros puntos ya vimos dada su interrelación con los
demás subsistemas sociales.

Dentro de todo el proceso cambiante, se materializa una marcada incidencia


del cambio social en el Derecho, a como debe de ser adecuada la norma con
respecto a los cambios sociales. Pues así se asegura la cuestión de la
efectividad de estas, en relación a su grado de realización y la práctica social
de las diferentes conductas enunciadas por el Derecho.

Como bien plantea el ya citado Añón, con relación a este punto, la gran
parte de los autores muestran: que si la norma no tiene efectos previstos, o en
un momento determinado deja de tenerlos, puede ser entonces un indicador la
necesidad de introducir cambios en el sistema jurídico, para que pueda ser
eficaz y, en este caso, estos cambios vienen a ser una consecuencia de
cambios sociales.

Con respecto a esto, debemos precisar que cuando se manifiesta un


cambio de las normativas jurídicas a raíz del imperativo de determinados
cambios sociales, este Derecho modificado puede darse tanto en el campo de
su producción como en el de la toma de decisiones, o ambos a la vez.
No debemos dejar de tener en cuenta tampoco, que los cambios pueden
surgir por nacimiento de una nueva legislación, o porque el Derecho se adapte
a las nuevas exigencias sociales sin modificar su estructura o forma, ya que los
conceptos jurídicos pueden mantenerse inalterados.

El Derecho tiene una función permanente dentro de la vida social del


hombre, dando respuestas a las necesidades y relaciones que dentro del
actuar de este realiza en su medio social, organizándolo, limitándolo en su
conducción y legitimando también el poder público político que se ejerce dentro
de la sociedad civil por parte del Estado. Se considera entonces al Derecho
como un efectivo mecanismo capaz de promover y desarrollar los cambios que
ocurren dentro de la sociedad; claro una vez legitimado tales cambios el
Derecho se transforma de límite al cambio a promotor del cambio, de ahí su
importancia en cuanto al ejercicio de su aplicación acorde a la realidad
exigente e imperante.
Bibliográfica

Novoa Monreal, Eduardo. El Derecho como Obstáculo al Cambio Social, Siglo


Veintiuno Ediytores, 7° edición, México, 1985.

Chinoy, Ely. La Sociedad. Introducción a la Sociología, México: Fondo de


Cultura Económica. 1966.

Peter L. Berger Y Thomas Luckmann. La Construcción Social de la Realidad,


Amorrortu editores. Buenos Aires. 1997.

Egaña, Simón, Notas de Introducción al Derecho, Ediciones Liber, Car

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