82 ESCAPE

A rocanrolear con Softail®

Adam Gregory, director del festival de rock y metal Bloodstock en Derbyshire, Reino Unido,
explica cómo su pasión inevitablemente lo llevó a poseer una Harley-Davidson® Softail®.

Fotografía: Habib Mohammed

T
rabajé durante años en la industria
automotriz, dirigí uno de los
concesionarios de flota de Toyota
más grandes del Reino Unido, y
mientras tanto, estaba trabajando en secreto
con mi familia en el primer del festival de
heavy metal del Reino Unido: Bloodstock.
Bloodstock nació de un amor al rock
pesado y al metal, así como de lo difícil que
era encontrar dónde escuchar este género
musical en la región central. Con nada más
que una inquebrantable voluntad y un deseo
de hacerlo, nació el concepto de Bloodstock.
Mi padre es artista de profesión y desde 1984,
había hecho las portadas de los discos de
la banda de heavy metal, Saxon. Habló con
el vocalista de Saxon, Biff Byford, y acordaron
encabezar el primer Bloodstock, con poco
más de 600 asistentes. Diecinueve años más
tarde, Bloodstock se ha convertido en un
festival anual de música al aire libre con
duración de cuatro días que entretiene
a más de 20,000 fanáticos de la música,
y atrae a algunos de los artistas de
mayor renombre en el mundo, incluso
Scorpions se presentará este año.
Mi padre se ha destacado en otros aspectos
también. Hizo su examen de manejo de
motocicleta cuando tenía 55 años, y verlo
regresar de esa rodada con un aspecto tan
libre y relajado, me inspiró para tramitar
mi propia licencia. Le siguió la adquisición
de una serie de potentes motocicletas
deportivas, hasta que el tráfico y los malos
conductores lo hicieron considerar dejar el
motociclismo por completo. Posteriormente,
un domingo por la tarde, apareció un amigo
en su nueva Harley-Davidson® Forty-Eight®.
Lo pude oír unos treinta segundos antes de
verlo y ¡Dios! me sentí revitalizado. El escape
de esa Harley® suena como una probadita
de cielo, por lo que quedé atrapado al
instante. ¡Tenía que comprarme una!
Casi de inmediato, tuve mi primera
Harley®, una Dyna® Super Glide®. Adoraba
el aspecto de la moto, pero me seguía
dando envidia la Breakout® de mi amigo;
yo consideraba que ésa debería ser mi
moto. Le mencioné a mi esposa la idea de
mi nueva moto y ¡estuvo de acuerdo! Acto
seguido, ya estaba en el coche (tratando
de controlarme enfrente de mi esposa e
hijos, pero dentro de mí, gritaba como un
desquiciado) de camino al concesionario
Harley-Davidson®. Tenía en mente la moto
que quería, la Harley-Davidson® Softail®
Breakout™ 2018. Media hora más tarde,
salí del concesionario con el trato hecho.
Llegó el día de la entrega ¡con una sonrisa
de oreja a oreja! Había pedido que a la
Breakout™ le instalaran puntas de escapes
desmontables antes de que me la entregaran,
y no me decepcionaron. Cuando llegó, mi
corazón se aceleró; fue un momento muy
emotivo, como tener un bebé... Tengo que
decir que incluso ahora, cada vez que salgo en
la moto, me siento como la primera vez, y se
me dibuja una auténtica sonrisa en el rostro.
Quedé inscrito al H.O.G.™ cuando compré
la moto, y de inmediato me uní a mi chapter
local, lo que me dio acceso a rodadas con
grupos tanto pequeños como numerosos,
algunos con cientos de motos. Soy
motociclista desde hace más de 20 años,
y hasta ahora puedo decir que de verdad
vivo lo que es la hermandad, una
sensación de total pertenencia y
aceptación. En cada viaje que hago
conozco nuevas personas y he hecho
algunos amigos maravillosos. Pienso
que, a diferencia de otras marcas de
motos, esto sólo pasa con Harley-
Davidson®, ¡sólo me hubiera gustado
integrarme desde hace muchos años!
Mis amigos y yo somos verdaderos
embajadores de la marca, haciendo
todo lo posible para recomendar H-D®
a otras personas. Recientemente, nos
topamos con un chico en una estación
de servicio llenando el tanque de su
Range Rover, resultó que tenía una
moto que no era Harley®, pero justo
tras una breve interacción de dos
minutos con nosotros, nos dijo que
se dirigiría directo al concesionario
Harley® a comprarse una moto.
Ninguna otra motocicleta luce como
una Harley®, ninguna otra motocicleta
suena como una Harley® y no me dejarán
mentir que tener una Harley® es una
experiencia que todo el mundo tiene
que vivir al menos una vez en la vida.
bloodstock.uk.com