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Humanidades Médicas. ISSN 1727-8120 2018;18(3):613-633.

Artículo

Fundamentos teóricos para la intervención sicosocial en la


prevención del cáncer en el consejo popular San Juan de Dios

Theoretical basis for the psychosocial intervention in the prevention of the cancer
in the popular council San Juan de Dios

Aimee Vázquez Llanos.1* Máster en Humanidades Médicas, Licenciada en Sicología.

Norbis Díaz Campos.2 Máster en Humanidades Médicas, Licenciado en Sociología,


Profesor Asistente. Investigador Agregado.

Yudania Pérez Rondón.1 Licenciada en Sicología.

Leimis Reyes Vasconcelos.3 Licenciada en Sociología. Profesor Asistente.

1. Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech. Camagüey, Cuba


2. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Centro de Desarrollo de las
Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud. Camagüey, Cuba
3. Universidad de Camagüey. Camagüey, Cuba.

*Autora para la correspondencia: vazquez.cmw@infomed.sld.cu

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RESUMEN

El cáncer constituye un serio problema de salud y una de las primeras causas de


muerte a nivel mundial, con serias repercusiones sociales, sicológicas, y familiares.
Actualmente su prevención y control representa un reto que es necesario asumir
teniendo en cuenta todas sus dimensiones. El presente trabajo tiene como objetivo
exponer los fundamentos teóricos de la estrategia de intervención sicosocial para la
prevención y tratamiento del cáncer en el consejo popular San Juan de Dios. Se revela
la fundamentación teórica de la estrategia de intervención desde los diferentes
aparatos conceptuales de las ciencias sociales y se hace énfasis en los enfoques
sociológicos y sicológicos. Se ofrece el diseño de la estrategia con todos los aspectos
contentivos, y se describen las diferentes etapas que la comprenden.

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Palabras claves: intervención sicosocial, cáncer, prevención.

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ABSTRACT

Cancer constitutes a serious problem of health and one of the first causes of death on a
global scale, with serious social, psychological, and familiar aftereffects. At present its
prevention and control represents a challenge that is necessary to accept bearing in
mind all its dimensions. The present work has as objective to exhibit the theoretical
basis of the strategy of psychosocial intervention for the prevention and treatment of the
cancer in the popular council San Juan de Dios. It reveals the theoretical foundation of
the strategy of intervention from the different conceptual devices of the social sciences
and emphasizes on the sociological and psychological approaches. The design of the
strategy is offered with all the comprising aspects, and there are described the different
stages that comprise it.

Keywords: psychosocial intervention, cancer, prevention.

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Introducción

El cáncer es considerado como un grave problema de salud no solo por constituir una
de las principales causas de muerte a nivel mundial, sino también por las limitaciones
físicas y las repercusiones en todos los ámbitos sociales, además del estigma social
que la define, difícil de superar por formar parte de las representaciones, vivencias y
experiencias de las personas y las comunidades.

En la 58ª Asamblea Mundial de la Salud se reconocía la importancia del Programa de


Acción para el Tratamiento del Cáncer y se instaba a que los estados miembros
colaboren con la organización y la elaboración de programas integrales de control del
cáncer, y en el reforzamiento de los existentes, adaptados al contexto socioeconómico
y encaminados a reducir la incidencia y la mortalidad por esta causa, así como a
mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos y sus familias, en particular
mediante la aplicación sistemática, escalonada y equitativa de estrategias de
prevención, detección precoz, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y atención
paliativa.(1)

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La construcción de los programas para la prevención y control del cáncer significaron la


estructuración de una respuesta adecuada desde el punto de vista político y con un
fuerte enfoque preventivo a un padecimiento que en la actualidad representa una
prioridad en la salud. En el Plan de Acción Mundial para la prevención y el control de
las enfermedades no transmisibles 2013-2020 presentado por la Organización Mundial
de la Salud (OMS)(2) se exhibieron los planes y proyectos para fortalecer la gestión de
los procesos que permiten la prevención y tratamiento de las enfermedades no
transmisibles, donde el cáncer se considera una prioridad.

El documento se refería a la necesidad de fortalecer y reorientar los sistemas de salud


hacia una atención primaria centrada en las personas y en los determinantes sociales
de la enfermedad. Además se planteó la pertinencia de investigaciones comparativas,
aplicadas y operacionales que integren las ciencias sociales y las biomédicas con el fin
de expandir y maximizar el impacto de las intervenciones disponibles en la prevención
de la enfermedad.

Cuba no escapa a esta realidad debido a las altas tasas de incidencia y mortalidad que
registra; en el año 2017, ocupó el segundo lugar entre las 10 principales causas de
muerte con una tasa de 224.0 por 100.000 habitantes, lo que representa el 24.3 % del
total de defunciones.(3) En el 2010 se implementó el Programa Integral para el Control
del Cáncer (PICC) con mejoras y renovaciones que respondieron a las
transformaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS), y a la implementación de los
Lineamientos de la política económica y social del país, en tanto se incluyeron acciones
destinadas a la identificación de las fortalezas y debilidades existentes para establecer
un plan estratégico y determinar las prioridades del mismo, encaminado al
enfrentamiento de la enfermedad. Un aspecto que sobresale es la importancia de la
prevención de la enfermedad en el ámbito comunitario, enfocados en la promoción y
educación para la salud teniendo en cuenta la necesidad del cambio conductual
indispensable para transformar la situación actual.

Para lograr estos objetivos la intervención sicosocial constituye una herramienta


fundamental; que permite comprender las interpretaciones de los pacientes con cáncer
y sus familias, a partir de sus propias creencias, mitos, prejuicios o tabúes, de igual
forma puede favorecer la reelaboración de estas interpretaciones mediante las
acciones educativas que a su vez, propician el cambio, la participación, el
fortalecimiento de capacidades, la búsqueda de alternativas, todas ellas para mejorar la

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calidad de vida del paciente y un bienestar sicológico óptimo, con la disminución de


problemas emocionales y una adaptación más favorable a la nueva situación.

En la provincia de Camagüey, los tumores malignos constituyeron, en el 2017, la


primera causa de muerte con 1910 fallecidos, seguidos por las enfermedades del
corazón.(3) En el área de salud José Martí de la provincia de Camagüey los tumores
malignos representan la segunda causa de muerte, y es el consejo popular San Juan
de Dios el de mayor prevalencia de la enfermedad, con 137 casos dispensarizados en
el año 2017 lo cual justificó la Estrategia de intervención sicosocial en la prevención y
tratamiento del cáncer.

En el diagnóstico inicial realizado se pudo constatar que en este consejo popular no se


registran antecedentes de una intervención para la prevención y tratamiento del cáncer
con enfoque sicosocial. Los aspectos que muestran su pertinencia están relacionados a
las deficiencias en la atención sicosocial de los pacientes dispensarizados,
insuficiencias en las acciones de prevención, con una marcada necesidad de
orientación familiar y de acciones educativas, ausencia de atención sicológica
domiciliaria a los pacientes oncológicos y carencias de un enfoque social por parte del
Equipo Básico de Salud (EBS) para la atención y tratamiento del cáncer. Lo anterior
justificó la intervención sicosocial que se exhibe en el presente trabajo que tiene como
objetivo exponer los fundamentos teóricos de la estrategia de intervención sicosocial
para la prevención y tratamiento del cáncer en el consejo popular San Juan de Dios.

Desarrollo

El cáncer forma parte del grupo de enfermedades con grandes repercusiones sociales,
y sicológicas. Tiene serias implicaciones a nivel social, puesto que arrastra un estigma
difícil de superar, a la vez que forma parte del arsenal simbólico de las personas; exige
un examen diferente para afrontar la enfermedad y la capacidad de estructurar una
respuesta que integre la política de salud con el imaginario social.

Gil Villa(4) realiza un análisis que interrelaciona aspectos macro sociales y micro
sociales que permiten razonar una mirada disímil sobre la responsabilidad de enfermar,
al analizar temas como la desigualdad social, la construcción social del cáncer, la
enfermedad como etiqueta, entre otros que hacen reflexionar en su carácter social.

Lo anterior indica un acercamiento crítico a la manera en que se construyen las


estrategias de prevención y la forma en que se introduce el cúmulo de conocimientos al
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respecto. Por ejemplo, potenciar la prevención desde un enfoque biomédico


esencialmente puede influir en la idea asumida sobre la importancia de evitar los
factores de riesgos definidos tradicionalmente, sin embargo, estos en su mayoría dejan
la responsabilidad en el individuo y no en los servicios de salud, en la política desigual
o en el acceso a los servicios, entre otros.

“La lucha contra el cáncer se ha centrado en su dimensión médica, descuidando su


vertiente social”.(4) El conocimiento de los aspectos culturales que influyen en la
adaptación sicosocial al cáncer, puede facilitar las interacciones entre los miembros del
personal sanitario, el paciente y su familia, y a su vez permite la adopción de una
actitud integradora en el cuidado del enfermo oncológico al tener en cuenta sus
sistemas de creencias y los conceptos de enfermedad que son culturalmente
apropiados para él.

En el contexto de un cuidado integral, la atención sicosocial adquiere un especial


significado. Es importante conocer el impacto social, sicológico y emocional que el
cáncer tiene a la hora de elaborar estrategias para la prevención y el tratamiento de la
enfermedad en los pacientes y las familias, para que esto interfiera positivamente en la
prevención primaria. Al respecto, Stagno(5) comparte que el conocimiento del impacto y
el significado social de la enfermedad puede ser útil para prevenir y desarrollar
acciones concretas que les permitan a los profesionales de la salud tener un
acercamiento asertivo con el paciente, la familia y el entorno social.

En este sentido, ocupa un papel fundamental la intervención sicosocial puesto que


favorece la integración de los factores sicosociales en el control de la enfermedad. Para
tener una visión general sobre el término intervención sicosocial, cabe citar la definición
dada por Amalio Blanco,(6) quien refiere que es un conjunto de actividades por parte de
un interventor, encaminadas a producir cambios en la conducta de individuos o grupos
diana o en algunas características de su entorno.

Por otra parte, los principales elementos que según Alvis Rizzo,(7) articulan una
definición de la intervención sicosocial están relacionados al análisis como un proceso
integral y permanente dirigido a incrementar la capacidad de desarrollo del ser humano,
la familia y la comunidad, se basa en la bidireccionalidad entre lo sicológico y lo social,
contempla la interdependencia de lo individual, lo grupal y lo comunitario que permite
que los sujetos puedan ejercer control sobre su ambiente para afrontar problemáticas y
lograr cambios en el entorno social.

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Al analizar los elementos anteriores se hace evidente que el término sicosocial admite
la influencia de los determinantes socioculturales en la configuración psíquica, esto ha
sido reafirmado por autores como Ramírez-Ramírez y Martínez-Chaparro,(8) quienes
plantean que estos determinantes alimentan la identidad, las formas de vinculación, la
construcción de significados y los referentes simbólicos. El sujeto de la intervención
debe ser asumido desde una visión integral y sistémica, es decir como parte de una
familia, una comunidad, una sociedad y una cultura, en una época determinada.

Estos autores refieren que en este tipo de intervención se asume una consideración del
otro como agente de transformación social, fomenta la participación y los procesos de
autogestión como elementos claves para la acción y se interesa por el fortalecimiento
de los recursos personales, grupales y comunitarios para actuar sobre las realidades
sociales y situaciones definidas como problemáticas por los actores involucrados.

En esta línea, la acción sicosocial implica la planificación y seguimiento de procesos


participativos intencionalmente diseñados para influir sobre el bienestar de la población
por medio del cambio en valores, políticas, programas, distribución de recursos,
diferenciales de poder y normas culturales.(9)

La participación constituye un pilar fundamental en la intervención sicosocial y se


entiende como el fomento de la auto-organización colectiva y de la autonomía personal;
es decir, como empoderamiento, que supone dotar a las personas y a los grupos de
hombres y mujeres de las herramientas básicas para poder participar: capacidad de
reflexión y auto-reflexión, debate, hablar en público, negociar, liderar…, en suma,
adquirir o reforzar capacidades.(10) Los resultados de la intervención desde esta
perspectiva no pueden ser otros que el aumento de la participación activa de los
diferentes grupos en los procesos de toma de decisiones.

Según Osorio y Díaz (11) las diferentes clasificaciones de intervención sicosocial son las
intervenciones basadas en el tiempo, las intervenciones por niveles de acción o
esferas, y las intervenciones centradas en las personas —enfoques comunitarios—.
Los modelos basados en este último tipo de intervención buscan empoderar a los
individuos y a las comunidades afectadas, con una fuerte tendencia a orientar la
intervención sicosocial hacia las potencialidades y hacia la participación comunitaria.
Esta clasificación, también ayuda a superar la bifurcación entre individuo y sociedad,
así como el debate entre determinantes internos y externos del comportamiento.
Además, permiten fortalecer el análisis macro-micro social del cáncer.

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En este sentido se orienta la fundamentación teórica de la estrategia que parte de la


integración dialéctica de los conceptos referenciales de la sociología: estructura-acción
social, objetivo-subjetivo, sociedad-individuo, como referentes explicativos que
permiten interpretar el arsenal simbólico de los individuos y los múltiples lazos que
establecen con las estructuras sociales donde interaccionan y que condicionan la
manera de actuar hacia determinado fenómeno social.

Es pertinente el análisis de los aspectos relacionados con la política de salud, el


funcionamiento de las instituciones, la construcción social de la enfermedad, la
participación social, así como los elementos simbólicos que influyen en el acceso a los
servicios de salud: patrones culturales, las relaciones de género, los significados, los
valores, las representaciones sociales e imaginario social, entre otros.

De ahí la importancia de retomar del arsenal teórico de corrientes como la


fenomenología, la cual se dirige a la esfera de conciencia del sujeto y tiene como meta
la descripción de la corriente de vivencias que se dan,(12) para poder comprender el
papel de la subjetividad en la percepción que tienen sobre la enfermedad, sobre lo que
significa, lo que representa, y a partir de ahí la manera como construyen sus creencias,
concepciones, motivaciones, que a la vez regulan su conducta y determinan su forma
de actuar y pensar.

Lo anterior representa un enfoque microsocial que valoriza el universo simbólico de los


individuos en la construcción social de la enfermedad y acerca el análisis a la
dimensión personal, aspecto que a veces queda relegado a un segundo plano en el
diseño de las políticas y programas de salud.

El interaccionismo simbólico pone así gran énfasis en la importancia del significado e


interpretación como procesos humanos esenciales, pero también plantea que el
contenido es trabajado y modificado a través de un proceso de traducción y evaluación
que el individuo usa cuando trabaja las cosas con las que se encuentra 13, que es lo que
se pretende al implementar la presente estrategia; lograr un cambio, modificar,
intervenir y mejorar la prevención y tratamiento del cáncer trabajando de manera
participativa, activa y educativa con los sujetos implicados que forman parte de la
investigación.

En la intervención tienen también, un lugar fundamental como punto de partida, los


postulados de L. S. Vigotsky, su enfoque histórico- cultural cuyo sustento teórico-
metodológico es el materialismo dialéctico e histórico, parte de la premisa dialéctico-

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materialista de que el hombre es un ser social por naturaleza, un producto de la


sociedad, y por eso las funciones psíquicas superiores tienen un origen social,(14) de
ahí la relevancia de los aspectos sociales a los que se hace referencia en la presente
investigación para contribuir con la prevención y tratamiento del cáncer.

Vigotsky considera los factores sociales como fuente del desarrollo de la persona, del
sujeto, del individuo, mientras que considera que los factores biológicos resultan la
base, la premisa para que pueda ocurrir ese desarrollo. Consideró esta interacción
como una unidad compleja, dinámica y cambiante e identificó el condicionamiento
social de las propiedades específicamente humanas de la psiquis.(14,15)

Ocupan un lugar significativo los aportes del citado autor acerca de la importancia que
ejerce el medio social en el aprendizaje, la integración de los factores sociales y
personales, su visión de la educación como fuente del desarrollo, refiere que este
desarrollo va a estar guiado por las interacciones educativas del medio; esta premisa
guarda estrecha relación a su vez con la Investigación- Acción Participativa que se
pretende como metodología a seguir en la estrategia, teniendo en cuenta que en toda
intervención sicosocial de carácter participativo como la que se propone, la educación
es un proceso de construcción que procura generar capacidad de respuesta orientada
a la resolución de los conflictos emergentes en las relaciones entre las personas, en la
familia y la comunidad en general.(16,17,18)

La construcción de la estrategia de intervención sicosocial reconoce la importancia de


las instituciones encargas de la prevención y el tratamiento del cáncer, pero pretende
fortalecer la participación social, por tanto se sustenta sobre la base de la Investigación
Acción Participativa. La misma es una metodología de la investigación cualitativa que
se “acomoda” al trabajo comunitario(17) y permite a los beneficiarios contribuir a la
solución de sus problemas a través de la investigación, la educación y la acción.

Es precisamente lo anterior uno de los nodos conceptuales de la estrategia de


intervención sicosocial; la misma se propone servir como herramienta para la
investigación de manera planificada con un fuerte carácter educativo, pero sobre todo
transformador de la realidad, aspecto esencial para explicar y contribuir a una mirada
diferente de la enfermedad.

Por tanto, la simbiosis entre la investigación, la educación y la participación es


imprescindible en la prevención del cáncer. Comprender como las personas construyen
su realidad, cual es la respuesta social ante la enfermedad y la manera en que se

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pueden movilizar para transformarla es un elemento esencial en la construcción de la


estrategia de intervención sicosocial.

Cuatros demandas o dimensiones son reconocidas en la estrategia que se propone: la


formación de habilidades sicológicas y sociales en el EBS, la respuesta social ante la
enfermedad, la aplicación del enfoque de género, y el fortalecimiento del trabajo del
psicólogo en el contexto comunitario.

El EBS representa la estructura de salud más cercana al contexto comunitario por tanto
ejecutora de la política de salud, así como de los programas de prevención del cáncer
al nivel más cercano a la población, donde la prevención, diagnóstico y rehabilitación
son elementos esenciales en su trabajo.

El protagonismo del médico y la enfermera de la familia está dado fundamentalmente


porque en el Sistema Nacional de Salud son los encargados de preservar y materializar
el derecho a la salud que le brinda el Estado a todos los ciudadanos, deben estar cada
día mejores preparados científica, técnica y socialmente para identificar las acciones
determinantes en el proceso salud- enfermedad y en correspondencia promover los
cambios favorables.(19)

Sin embargo, para lograr que su acción integral sea totalmente efectiva es necesario
potenciar el desarrollo de algunas habilidades asociadas a la aplicación del enfoque
social en la práctica médica. En el caso especial de la prevención del cáncer poseer las
herramientas para comunicar, movilizar y lograr la participación social puede significar
un aporte decisivo en la respuesta a la enfermedad. El EBS representa la respuesta
organizada a la enfermedad y su análisis crítico se convierte en una necesidad para
poder contribuir desde un enfoque integral a la prevención del cáncer.

La respuesta social a la enfermedad constituye una dimensión significativa para la


estrategia que se propone la misma ha sido conceptualizada como el modo de
actuación de la sociedad ante el problema de la salud- enfermedad, la forma de
concebir, organizar y controlar la actividad de atención y prevención de las
enfermedades; la educación y la promoción de la salud; el accionar de las instituciones
que propician otros servicios de sostenimiento en la sociedad y además, el accionar de
la población en el sentido más general.(20)

La caracterización de la respuesta social permite establecer las bases para la acción


social en todos los niveles al definir las maneras de hacer y pensar la prevención y el
tratamiento del cáncer tanto institucionalmente como desde la valoración de los

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individuos para poder proponer acciones que conecten las aspiraciones institucionales
y políticas de solución del problema con las motivaciones y necesidades individuales y
sociales, donde la educación para la salud y la participación se deben convertir en una
herramienta fundamental.

Otra dimensión a desarrollar en la estrategia es el enfoque de género en la práctica de


prevención del cáncer. El género incide en la manera de vivir, enfermar y morir; en la
adopción de estilos de vida y prácticas (preventivas o de riesgo), en el acceso desigual
a los servicios de salud, todo lo cual conlleva a un comportamiento desigual del
proceso salud-enfermedad y atención.

Las consideraciones de género en el análisis de la situación de salud, ha venido a


visualizar las distintas maneras en que las construcciones sociales de lo masculino y lo
femenino moldean diferencialmente los perfiles de salud y de participación sanitaria de
mujeres y hombres,(21) dígase por ejemplo los mayores riesgos de las mujeres de
padecer enfermedades crónicas no mortales, asociados a la injusta sobrecarga de
roles doméstico y reproductivo, el mantenimiento de la salud de los otros y su
incorporación al sector laboral; así también estas construcciones influyen en la
mortalidad de los hombres por causas evitables, debido a la adopción de conductas de
riesgo conformes a su identidad, a la manera de asumir las dolencias, el uso del
servicio de salud y de vivenciar la enfermedad con una implicación importante en los
niveles de prevención, en la eficacia de los tratamientos y en la calidad de vida.

La respuesta de los hombres y mujeres ante el cáncer se comporta de manera distinta


en cuanto al distanciamiento del servicio, a las dificultades para comunicar sus
malestares, solicitar ayuda y asumir la condición de enfermo condicionada por factores
de género, que tienen su alcance en los procesos institucionales, en el modo en que se
estructuran las políticas de salud (y en la que los medios juegan un rol difusor
esencial), las cuales tienden a reproducir inconscientemente el orden patriarcal
imperante en la sociedad y muchas veces dificultan la posibilidad de transformación de
la estructura de morbimortalidad.

Lo anterior reclama la construcción de indicadores, la formación de habilidades y


estrategias de manejo de la enfermedad teniendo en cuenta una arista más integral de
la misma. En el caso especial de la intervención en el consejo popular San Juan de
Dios una de las maneras de lograr potenciar estos aspectos en la prevención y
tratamiento del cáncer es a través del fortalecimiento del trabajo sicológico en el

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contexto comunitario, elemento que representa la otra dimensión a abordar en la


presente intervención.

La intervención de la sicología como especialidad que permite esclarecer, mediar y


aliviar el dolor de pacientes oncológicos y familiares, se hace imprescindible, surge así
la Sico- oncología como una subespecialidad de la Oncología, que se ocupa de las
respuestas emocionales de los pacientes, sus familias y el equipo médico. Incluye
además el estudio de las variables sicológicas, sociales y conductuales que influyen en
la prevención, riesgo y sobrevida de quienes sufren este padecimiento. Procura
también conocer y describir los diversos modos de afrontamiento de la enfermedad
oncológica, los factores que influyen sobre ella y las estrategias terapéuticas útiles.(22)

Sin embargo el accionar del psicólogo en el marco de lo social, lo comunitario debe ser
fortalecido, las principales funciones deben estar encaminadas a promover estilos de
vida saludables, prevenir desde la sensibilización para procurar un diagnóstico precoz,
evaluar las necesidades sicosociales, el tratamiento de las alteraciones sicológicas
asociadas a la enfermedad neoplásica, orientación a los familiares, mejorar las
habilidades comunicativas y la interacción de los miembros de los equipos de salud con
pacientes y familiares, y brindar apoyo emocional, entrenamiento en técnicas de
autorregulación y preparación sicológica en los equipos de salud acerca las
características de la enfermedad oncológica.

La existencia de estrategias encaminadas a lograr un estado de salud adecuado en las


comunidades y que abarquen esferas como: la preventiva y la educativa, pueden
convertirse en vías para atenuar los problemas que hoy prevalecen en salud, como es
el caso de las enfermedades neoplásicas.

Estrategia de intervención sicosocial para la prevención y tratamiento del cáncer


en el consejo popular San Juan de Dios

La estrategia de intervención sicosocial tiene como objetivo contribuir a la prevención y


tratamiento del cáncer en el consejo popular San Juan de Dios. La misma es la
herramienta organizativa y científica para llevar a cabo la intervención, sin embargo,
teniendo en cuenta las características de la investigación fundamentada en la
investigación- acción participativa, el proceso debe ser dinámico, y la evaluación y
planificación están presentes en cada una de las etapas.

En el siguiente esquema (Fig.1) se pueden apreciar las etapas y elementos más


significativos de la estrategia.

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Figura 1. Etapas de la estrategia

Etapa de planeación y diseño:

Constituye la etapa inicial para la realización del proceso de intervención sicosocial y


parte de la necesidad de contribuir con la investigación a la solución de las líneas
priorizadas de investigación en salud. En esta etapa la revisión documental es el
método fundamental, el cual se apoya esencialmente en el análisis estadístico de la
dispensarización del área de salud y la situación de salud en el consejo popular San
Juan de Dios, escogido por ser el que presenta la mayor cantidad de casos de cáncer
dispensarizados. Además, se aplicaron otros métodos de recogida de información para
justificar la propuesta.

Dentro de las acciones principales en esta fase cuentan:

Análisis documental del Programa Integral de Control del Cáncer de Cuba y de la


dispensarización del área de salud y la situación de salud en el consejo popular
San Juan de Dios

Se realiza una evaluación inicial del cumplimiento de los objetivos y aspectos


sicosociales contenidos en el programa nacional. Se identifican los datos estadísticos

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de pertinencia para la investigación y se inicia la caracterización y definición del área de


estudio para la intervención.

Un aspecto importante en esta etapa es el esclarecimiento por parte de los


investigadores del consultorio que se va utilizar para el estudio piloto el cual permitirá
reajustar la intervención y poder generalizarla a otros consultorios del consejo popular.
Además se establecen los grupos de trabajo y planifican las tareas fundamentales para
la construcción del proyecto de investigación que sustenta la intervención.

Determinación de las dimensiones e indicadores de la intervención

Se establecen el conjunto de dimensiones e indicadores a utilizar en la intervención, se


parte de la definición del problema práctico y de la situación problémica detectada. Es
preciso señalar que en el proceso de intervención de manera operativa se pueden
incluir nuevos aspectos que surgen en el transcurso de la misma teniendo en cuenta
que la prevención y tratamiento del cáncer es un tema sensible de investigación.

La variable fundamental de investigación se define como Estrategia de intervención


sicosocial para la prevención y tratamiento del cáncer que se entiende como el sistema
de acciones socioeducativas y participativas de respuesta social para afrontar la
enfermedad en todos sus niveles, con énfasis en el fortalecimiento del trabajo del
psicólogo y la formación de habilidades en el contexto comunitario.

Determinación de métodos, técnicas e instrumentos de obtención de


informaciones

En la investigación se incluyeron entre otras:

La observación: para observar comportamientos y actitudes de los pacientes durante


las diversas acciones de la intervención relacionadas con la prevención y tratamiento
del cáncer, así como evaluar las interacciones y dinámicas que se dan entre pacientes
y familiares.

Análisis documental: revisar y analizar documentos normativos, el Programa Nacional


de Prevención y Control del Cáncer, resoluciones que rigen la práctica médica, así
como textos especializados que se utilizan para constatar la información ofrecida en los
mismos y la eficiencia de los servicios médicos.

Encuestas: a los pacientes, familiares y población de riesgo para identificar


necesidades sentidas a fin de cumplir su tratamiento, determinar el nivel de
conocimiento de los factores de riesgo de su patología.

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Entrevistas: a los psicólogos del área de salud y centro de salud mental, al EBS y
demás especialistas relacionados con la atención del paciente oncológico.

Legitimación del proyecto de investigación a través de su aprobación en el


Consejo Científico Provincial

Se presenta el proyecto por los todos canales científicos establecidos para la


certificación del mismo. Este es un elemento esencial porque permite fortalecer a partir
de la crítica científica el resultado final teórica y metodológicamente.

Es necesario señalar que este momento implica un acercamiento práctico a la


intervención; se establecen las primeras interacciones de trabajo y se constituyen los
espacios de socialización necesarios, es fundamental la obtención de avales de los
clientes que se benefician de la investigación y permiten la apertura al análisis
estructural y organizativo de la intervención.

Los principales órganos científicos a evaluar el proyecto son: el Comité de Ética del
Centro de Desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud (CENDECSA) y
Comité de Ética provincial de Salud, el Consejo Científico del CENDECSA y Consejo
Científico provincial de Salud, y el Programa Nacional de Cáncer

Ejecución de la intervención

En esta fase se aplican los métodos de recogida de información, se tabulan los


resultados y se ejecuta la intervención.

Por tanto, las acciones fundamentales son:

Coordinación del proceso de intervención con los diferentes agentes


comunitarios relacionados con la investigación

En este momento se coordina el proceso de ejecución de la intervención; gradualmente


se incorporan los diversos actores a la misma. La inclusión del EBS es fundamental en
el éxito de las intervenciones relacionadas con la prevención de enfermedades,
además la propuesta aborda los aspectos sicosociales del cáncer por lo que se debe
incluir a los especialistas (psicólogos) en la estrategia y a las diferentes organizaciones
de masa.

Establecer el sistema de trabajo del grupo gestor:

Se determinan los elementos organizativos y de trabajo de la estrategia en


coordinación con todos los actores involucrados, se establece el lugar, horario de
reuniones, consultas, charlas y dinámicas familiares, etc.
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Informar al EBS, Comités de Defensa de la Revolución (CDR), y al Consejo


popular sobre la estrategia que se propone:

Se socializa la estrategia con las diferentes instancias involucradas, para lograr de esta
forma una sensibilización de los actores principales, fundamentalmente el EBS, para
obtener el apoyo, la participación y compromiso necesarios en las diferentes acciones a
realizar.

Análisis de los aspectos estructurales y de los servicios de Salud en la


comunidad respecto a la prevención del cáncer

Las intervenciones sicosociales para que sean efectivas no solo deben abordar las
subjetividades de los individuos; además deben estudiar los procesos que estructuran
la práctica social. En este momento se interviene en los procesos de prevención y
tratamiento del cáncer desde el análisis institucional y de los servicios médicos para
reconocer debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, así como generar los
espacios para la autocrítica y la reflexión. Se pueden utilizar técnicas grupales y de
capacitación como talleres, lluvias de ideas, entre otras.

Algunas acciones fundamentales están dirigidas a:

 Entrenamiento al EBS para el manejo integral de los pacientes oncológicos y sus


familiares.

Se capacita o entrena al EBS para el manejo del paciente oncológico y en el desarrollo


de habilidades sicológicas y sociales para llevar a cabo dicha labor en la cual la
comunicación, el rapport, la empatía y demás habilidades son primordiales, además del
abordaje integral de los aspectos sicosociales involucrados.

 Verificación de los datos estadísticos en correspondencia con la realidad:

Es fundamental crear mecanismos que permitan el registro y control de las estadísticas


para que tengan mayor nivel de confiabilidad y correspondencia con los datos reales.
Para esto se deben llevar a cabo acciones en conjunto con el EBS y demás decisores
del área de salud, incluido el departamento de estadísticas.

 Análisis de las acciones comunitarias encaminadas a la prevención del cáncer:

En conjunto con el EBS y teniendo en cuenta sus propuestas y opiniones es necesario


el análisis de las acciones comunitarias que están planificadas o establecidas para la
prevención del cáncer, en la medida en que se valore la inclusión del enfoque sicosocial
para que no solo aborden factores de riesgo o conductas de riesgo, sino que encierren
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una perspectiva más integral de la enfermedad y contemplen elementos como enfoque


de género, representación social, creencias y la respuesta social, etc.

 Incorporación de la intersectorialidad como herramienta en la intervención:

Se involucra en las acciones a mayor cantidad de actores sociales, pues es relevante la


participación en la intervención de los diferentes sectores de la comunidad, y las
acciones deben tener carácter intersectorial, para ellos se coordinan actividades en
conjunto con los CDR, Sectorial de Cultura, Instituto Nacional de Deporte, Educación
Física y Recreación (INDER), etc.

 Actualización científica del EBS en la prevención del cáncer:

Verificar la tenencia por parte del EBS de los documentos normativos que rigen el
Programa Integral para el Control del Cáncer en Cuba, así como el propio programa, de
igual manera es necesario que el EBS tenga dominio de los principales conceptos que
se manejan actualmente en relación a la enfermedad, a su prevención y tratamiento,
con un enfoque integral que incluya los aspectos sicológicos y sociales del cáncer.

Ejecución de las acciones dirigidas a los pacientes y sus familiares

Después de definir las prioridades de intervención (pacientes con diagnóstico de cáncer


y sus familiares y familias de riesgo) se comienza la intervención a partir de la
caracterización sicológica y médica.

Esta constituye la etapa fundamental de la intervención sicosocial y la misma se lleva a


cabo a través de la atención sicológica domiciliaria, orientación familiar y dinámicas
familiares, charlas educativas, talleres etc. Las principales acciones a llevar a cabo son:

 Atención sicológica domiciliaria a los pacientes oncológicos:

Se proporciona apoyo sicológico a los pacientes en todas las etapas de la enfermedad:


diagnóstico, tratamiento, período libre de enfermedad, recidiva y final de la vida, así
como potenciar estrategias de afrontamiento, que lo ayuden a la adaptación a la
enfermedad, a la canalización adecuada de las emociones, etc. Evaluar y abordar las
necesidades sicosociales del paciente, desarrollando y estimulando estrategias de
autorregulación. Realizar, de ser necesario, evaluación sicológica de los pacientes
oncológicos.

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 Orientación y apoyo familiar:

Brindar apoyo emocional a los familiares de los pacientes oncológicos, orientándolos


sobre los aspectos fundamentales de la enfermedad.El trabajo familiar implicará
averiguar el efecto que tiene la enfermedad sobre cada uno de los familiares más
cercanos del paciente; identificar al cuidador principal y brindarle apoyo y pautas de
cuidado; identificar las distintas maneras que tiene cada miembro de la familia de
afrontar la situación y las dificultades de relación que han surgido o se han acentuado a
raíz del diagnóstico e intentar aliviar las situaciones anteriormente descritas, para esto
pueden emplearse charlas o dinámicas familiares.

Evaluación

En esta etapa se evalúa la intervención a partir de los resultados obtenidos en cada


una de las acciones, y se establecen los indicadores que permitan dar sistematicidad a
la estrategia enfocados en la prevención de la enfermedad. Se realizan las propuestas
metodológicas a partir de los resultados recogidos. Por último, se presenta el informe
final de la investigación a los órganos establecidos para su evaluación.

Conclusiones

La enfermedad oncológica no debe ser considerada un asunto exclusivo de las ciencias


biomédicas, su prevención y tratamiento requiere de una atención multidisciplinaria que
contemple las necesidades físicas, sociales y sicológicas tanto del paciente, como de
su familia, la población de riesgo y el personal de salud. La intervención sicosocial
constituye una herramienta importante para el abordaje holístico del cáncer. En este
sentido la estrategia de intervención que se presenta, pretende dar una mirada
diferente a la enfermedad, al integrar los fundamentos de las ciencias sociológicas y
sicológicas en la prevención y tratamiento de la misma, a la vez que contribuye desde
la atención sicológica domiciliaria al manejo integral del paciente oncológico en la
atención primaria de salud.

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Conflicto de intereses

Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses con este texto.

Recibido: 22/5/2018

Aprobado: 9/11/2018

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