Los profesores y el saber didáctico

Sirven las teorías didácticas para la enseñanza? En realidad sí dice Camilloni, pero hay que
tener algunas consideraciones. Las teorías son herramientas, por lo tanto, deben ser
aplicables. Por ejemplo, no deben ser demasiado ambiciosas o utópicas, de tal modo que no se
logre nada. Deben ser comprensibles. Es decir, si bien tienen que tener un grado de
abstracción, no deben ser fáciles de adquirir, pero deben ser comprensibles a un grado de que
puedan ser aplicables en el aula. Tampoco deben malinterpretarse, es decir, tomar de forma
parcializada algún punto de la teoría y aplicarlo de forma general a todos los aspectos.
Camilloni dice que los docentes tienen determinadas creencias de qué y por qué enseñar, a
quien para qué, con qué objetivo, qué rol cumplen ellos dentro de la escuela y cual los
alumnos. Este tipo de creencias, se pueden definir como prácticas, es decir, forjadas en el
quehacer, subjetivas y personales no aplicables a otras situaciones y otras personas. Son, por
lo general, tácitas, es decir, que la persona no las tiene explicitadas y son ingenuas en el
sentido de que no son las que ha adquirido de la propia formación. O sea que está fueron
forjadas en los años de escolaridad del docente y no en la formación profesional. La
escolaridad recordemos que es mucho mayor que la formación profesional. Uno atraviesa casi
veinte años de escolaridad y luego cuatro o cinco años de formación profesional, siendo
también que los años de la primera infancia son más impactantes psicológicamente que los
años de la adultes. Evidentemente tienen un gran peso estos años.

Así se forma la didáctica corriente o del sentido común, dice Camilloni. Son determinadas
naturalizaciones, generalizaciones, categorizaciones. Es decir, aplico más o menos el mismo
método en todas las circunstancias por igual, con todos los alumnos. Categorizo alumnoos
buenos alumnos malos, generalizó determinadas evaluaciones y se basa muchas veces es
simplemente lemas y refranes del tipo: La letra con sangre entra o bueno, no tan negativos
como los antiguos, pero sí igual de irreflexivos, como por ejemplo la palabra proceso de
enseñanza y aprendizaje. Es decir, suponer que siempre que uno enseña el otro aprende.
Muchas veces se basan en metáforas del tipo la escuela es como un organismo o la escuela es
como una empresa o la escuela es como un mercado, etcétera. Son siempre reducciones o
simplificaciones de la realidad y de la complejidad.

Existe otro tipo de didáctica que es tan nociva como la del sentido común y tal vez aún peor. Ni
que es la didáctica, pseudocientífica o pseuderudita, la pseudoexperta. Consiste en adherir de
forma irreflexiva y dogmática en la última moda pedagógica, sin considerar en lo absoluto que
tiene de bueno sus aportes; qué tiene de malo o descartando de vamos todos los aportes
positivos que teníamos, los saberes previos u otras pedagogía que habíamos adquirido? Por
ejemplo, esto se da o se dio con el Escolanabismo en la década del veinte del treinta Y
actualmente hay un resurgir de ciertas modas pedagógicas, lo cual no hace nada bien al
ámbito profesional de la educación.

Por el contrario, tenemos una didáctica erudita, científica o experta. La didáctica es una
ciencia. La ciencia se divide en ciencias formales, por ejemplo, la lógica y la matemática y
ciencias fácticas, es decir, las que tratan sobre los hechos de las prácticas. Podemos encontrar
naturales respecto de los hechos de la naturaleza y los fenómenos de la naturaleza y las
ciencias formales, es decir, aquellas que van de lo social y como práctica social por excelencia
que encontramos en toda sociedad habida y por haber. La enseñanza o acción pedagógica es el
objeto de estudio de la didáctica, o mejor dicho, de qué modo se enseña, cuál es el mejor
modo de enseñar el diseño de una currícula o de unos contenidos, objetivos y evaluaciones
respecto de esa enseñanza. Es decir, es una ciencia de lo artificial o del diseño.

Y al igual que en cualquier otra ciencia social dice Camilloni proliferan los paradigmas, las
teorías, las interpretaciones, lo cual no quiere decir que no sea una ciencia coherente y de
sólidas bases empíricas.