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DEFINICIÓN DE ODONTOLOGÍA

La odontología es la especialidad médica que se dedica al estudio de


los dientes y las encías y al tratamiento de sus dolencias.
Esta disciplina se encarga de todo lo referente al aparato
estomatognático, formado por el conjunto de órganos y tejidos que se
encuentran en la cavidad oral y en parte del cráneo, la cara y el cuello.

El origen de la odontología se remonta miles de años atrás. La primera


práctica odontológica documentada tuvo lugar en Egipto hace más de
5000 años. Más cerca en el tiempo, los barberos se encargaban de
la extracción de piezas dentales hasta que la odontología se
institucionalizó.
Existen dos grandes grupos dentarios: el grupo anterior, formado por
los incisivos y los caninos, y el grupo posterior, compuesto por
los premolares y los molares. Más allá del aspecto estético, cada
diente tiene una función. Los incisivos permiten cortar los alimentos, los
caninos ayudan a desgarrar y los premolares se encargan de la
trituración, por ejemplo.
La caries es una de las enfermedades más usuales de los dientes.
Aparece por la acción de ácidos producidos por bacterias y destruye el
esmalte y la dentina. El consumo de bebidas carbonatadas incide en la
formación de caries.
Otras enfermedades usuales son la gingivitis (la inflamación y el
sangrado de las encías a causa de una infección bacteriana) y
la periodontitis (cuando se destruye el tejido que une los dientes al
hueso).
Los odontólogos recomiendan que la higiene bucal incluya el uso de
un cepillo de dientes, enjuagues bucales e hilo dental. Es su
obligación indicarles a los pacientes cómo usar todos estos productos en
detalle. También se oponen fuertemente al consumo de tabaco y al
abuso de sustancias que puedan dañar el esmalte.

Una de las características menos


evidentes de la odontología es que no es tan común en todos los países.
Mientras que en algunos forma parte de la atención médica más
consumida por el pueblo, en otros parece ser una suerte de «lujo», al que
solamente acceden quienes tienen más dinero. Esto también ocurre con
la ortodoncia, rama que se encarga de la parte estructural y estética de
la dentadura.
Por lo tanto, basta con mirar los dientes de una población para saber
cuán importante es la odontología en su territorio. Sin embargo, existe un
problema de fondo que vuelve más evidente esta diferencia cultural: el
poco respeto con el que tratamos nuestros dientes y nuestra boca. Si
bien esto cambia generación tras generación, y las dentaduras postizas
son cada vez menos comunes, da la sensación de que el ser humano no
supiera cuidar su propia higiene bucal de forma instintiva.
Esto nos lleva a preguntarnos por qué necesitamos que un especialista
en odontología nos enseñe a lavarnos los dientes, algo que debería ser
básico dadas las enfermedades que pueden surgir si lo hacemos mal.
Una de las posibles respuestas es la comodidad en la que hemos caídos
desde el surgimiento de la medicina, algo que también se da con los
cuerpos de seguridad: «si me enfermo, acudo al médico; si me asaltan, a
la policía». Pero en el pasado, cuando la estructura era mucho menos
compleja, el ser humano era más autosuficiente.
Entre los aspectos que sí tiene en común la odontología en casi
cualquier parte del mundo es que pertenece a la medicina privada, y no a
la pública. Esto quiere decir que debemos pagar para acceder a la
atención de los profesionales de esta especialidad. Este es el primer
muro que deja fuera a las personas con menos recursos económicos,
que las obliga a tener bocas en peores condiciones simplemente por no
tener tanto dinero como las demás, y no por falta de atención a su propia
salud.

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