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EL BARBERILLO
DE LAVAPIÉS,
ZARZUELA E N TRES ACTOS Y EN VERSO,
ORIGINAL D E
D. LUIS MARIANO DE L A R R A ,
MÚSICA D E L
MAESTRO BARBIERI.
NOVENA EDICION.
MADRID,
HIJOS DE A . G U L L O N , EDITORES.
OFICINAS: P O Z A S — 2 — 2 o
1879.
ADICION A L CATÁLOGO D E 1.° D E M A R Z O D E 1879.
Prop. que
TITULOS. ' Actos. AUTORES. corresponde
COMEDIAS Y DRAMAS.
acierta. a
.' caza de cuervos. Los lazos de la familia. El bien perdido. (2. ed.)a
Z A R Z U E L A S .
Un embuste y ana boda. Los órganos de Móstoles. La creación refundida. (M
(Música de Genovés.) (M. de Rogel.) (2. edi-a de Rogel.)
Todo son raptos. (M. de ción.) E l barberillo de Lavapiés.
Oudrid.) Los infiernos de Madrid. (M. de Barbieri.) (9. a
O B R A S N O D R A M A T I C A S .
Tres noches de amor y celos. Novela en dos tomos.
La gota de tinta. {Segunda edición.) Novela en dos tomos.
El libro de las mujeres. Obra traducida en un tomo.
OBIGINAL D I
MUSICA m
MAESTRO BARBIERI.
NOVENA EDICION-
MADRID.
1MÍMKTA D K JOSÉ R O D R I G U E Z . — C A L V A R I O , iS.
1879.
PERSONAJES. ACTORES.
ESCENA PRIMERA.
MÚSICA-
MAJAS. Dicen que e n el Pardo, m a d r e ,
al bendito San E u g e n i o ,
le h a n dejado s i n bellota
los señores madrileños;
y que a l v e r que los hidalgos
se v a n ya poniendo gruesos,
no h a de haber u n c o c h i n i l l o
que no se haga caballero.
— 6 —
ESTS. Dicen que las buenas mozas
en Madrid h a n decidido,
el gastar e n vez de lengua
una espada de dos filos.
Y ei hay guerra en este i n v i e r n o ,
los Walones y los Suizos
llevarán en vez de espada
guardapiés y rebocillo.
MAJAS. S i es l a lengua espada
en las madrileñas,
en los Estudiantes]
¿qué será l a lengua?
Faldas l l e v a n ellos,
faldas llevan ellas;
sólo saber falta
quiénes son más hembras.
ESTS. A pedir venimos
de Alcalá de Henares,
que las faldas quiten
á los Estudiantes.
Pues si son rebeldes
y s i son audaces,
es por llevar faldas
como las comadres.
TODOS. E S O es v e r d a d !
Estudiantes y Majas
buenos están.
¡Viva la sal!
el que quiera verdades
que venga acá.
E S C E N A II.
MAJOS, E S T U D I A N T E S y L A M P A R I L L A .
público.)
Lamparilla fui,
L a m p a r i l l a soy,
nadie paga el gasto
en donde yo estoy.
L a m p a r i l l a soy,
Lamparilla fui,
yo soy el barbero
mejor de M a d r i d .
r » os.
B L a m p a r i l l a no,
L a m p a r i l l a sí;
este es el barbero
mejor de M r d r i d .
(En cuanto acaba la música todos le rodean.)
HABLADO.
EST. Víctor L a m p a r i l l a !
TODOS. Víctor!
LAMP. Á qué merienda me acerco?
M A J A 1. Aquí hay atún frito.
a
LAMP. Malo.
M A J O i . " Aquí hay caracoles.
LAMP. Cuerno!
Es voacé casado?
MAJO. ¡Vaya!
LAMP. Pues es manjar indigesto.
EST. Ecee cunieuli multi!
LAMP. Serán gatos; no me atrevo;
fuera comerme á mí mismo
y debo ser poco tierno.
M A J A 4." E n l a Plaza de Herradores
han abierto u n horno nuevo,
la hostería de B o t i n ,
y asan allí l o s corderos
de u n modo maravilloso.
LAMP. A y e r he visto el l e t r e r o .
Se hasan, eon ache, le sobra
ese guiso por lo menos.
M A J A 2.* Pues aquí hay dos, macho y h e m b r a .
LAMP. Probaré de los dos sexos.
¿Sabe ucé cuál es más duro?
M A J A 1. Y o creo que son gemelos.
a
LAMP. E S O le pasa a l m i n i s t r o
de Estado y á l a . . .
L»PE. Silencio!
Quiere voacé que nos pongan
á l a sombra?
LAMP. N O por c i e r t o !
Pues s i e n España prendieran
al que habla m a l del gobierno,
— 1 0 -
se quedaba sin vasallos
el pobre Carlos tercero.
M A J O 1 P e r o ¿y qué quieren ahora?
No han conseguido el destierro
de Esquilache? ¿No nos dejan
las capas y los sombreros?
¿No está el marqués de G r i m a l d i
al frente del ministerio?
LAMP. (Con misterio.)
Ahí está el q u i d . A h o r a d i c e n
que ese es el ministro huero.
Que todavía hay muchísimos
italianos por el reino
que gastan en macarrones
las cargas y los impuestos.
Que el infame Sabatini
ha creado los serenos
para espiar por l a noche
lo que hacen los madrileños,
y que s i alumbra las calles,
es sólo con el objeto
de que vean bien las tropas
como acuchillan al pueblo.
Hay quien dice que se trata
de establecer este invierno
contribución de consumos
sobre el vino, el pan y el queso,
las frutas, las carnes, todo!
y emplear ese dinero
en u n almacén de bichos
que se llamará el Museo.
D i c e n que va á suprimirse
l a ronda de pan y huevo,
y el rosario de l a A u r o r a ,
m a l para mí y los vidrieros,
yo porque arreglo cabezas
y faroles rotos ellos.
Dicen que el rey sólo gusta
de cazar liebres y ciervos,
mientras cazan 1 os ministros
pensiones y sobresueldos.
Estas son noticias frescas
— d i -
ESCENA ni.
MAJOS, E S T U D I A N T E S , L A M P A R I L L A , L A P A L O M A , por «1
foro izquierda.
MUSICA-
PALOMA. Como nací en l a calle
de l a P a l o m a ,
ese nombre me dieron
de niña en b r o m a .
Y como vuelo alegre
de calle e n calle,
el nombre de Paloma
siguen hoy dándome.
A u n q u e no tengo el cuello
tornasolado,
siempre está m i cabello
limpio y rizado.
Y aunque m i pobre cuerpo
no tiene p l u m a ,
siempre está fresco y blanco
como l a espuma.
E n lo l i m p i t a
paloma soy,
y salto y brinco
por donde voy.
Y á m i nombre de Paloma
siempre fiel,
n i tengo garras
n i tengo hiél.
TMOS. Y á S U nombre de Paloma
siempre fiel,
n i tiene garras
n i tiene hiél.
E n lo que a r r u l l o
paloma soy,
que siempre canto
por donde voy;
y á m i nombre de Paloma
siempre fiel,
busco u n palomo...
¿quién será él?
HABLADO,
E S C E N A IV.
LA PALOMA, LAMPARILLA.
P A L O M A . Y es ese usté?
LAMP. Cabalito!
seis meses hace lo menos
que cambiando de bebida,
por usted bebo los vientos.
Y o la sigo cuando sale,
yo la calle l a paseo,
yo de entonarla canciones
seca la garganta tengo.
Pienso e n usté cuando como,
pienso e n usté cuando duermo,
y á más de u n desventurado,
por pensar e n ese cuerpo,
le he cortado media oreja
en vez de cortarle el pelo.
¡Palomita de mis ojos!
S i al pasar por S a n Lorenzo
ve usté u n a tienda m u y cuca
pintada de verde y negro,
con dos bacías de azófar
que al sol despiden reflejos,
y una muestra que hay pintada
una l a m p a r i l l a ardiendo,
con u n letrero que dice:
SACAMBRLAS Y B A R B E R O ,
hágame u n a seña a l punto,
entremos los dos corriendo
en l a iglesia á ver al c u r a ,
y al volver de ese paseo,
Palomita, en esa casa
tiene usté su comedero.
P A L O M A , E n u n a casita blanca
de l a calle de Toledo
y frente á l a Fuentecilla,
para mí arroyo y espejo,
teDgo u n palomar que envidian
las palomitas del c i e l o .
— 16 —.
Á l a vuelta de l a calle,
y casi pared por medio,
l a V i r g e n de l a Paloma
está velando m i sueño:
y como somos vecinas
y tanto l a adoro y rezo,
me manda de cuando en cuando
tantas nubes de su incienso,
que m i cuarto huele á g l o r i a . . .
¡Si estará bonito aquello!...
Pongo en llegando el verano
en l a ventana dos tiestos
con dos albahacas redondas
cubiertas con blancos lienzos,
en una jaula pintada
de verde, que cuelgo e n medio,
viene á comer e n m i mano
migas de pan m i j i l g u e r o .
U n a p i l i l l a de loza
en m i cabecera tengo,
y del Domingo de Ramos
ramas de oliva y romero.
Como soy huérfana y sola
y á mis solas salgo y entro,
para no volverme muda
siempre coso y canto á u n tiempo,
y como murió m i madre
en la alcoba donde d u e r m o ,
si no está llena de muebles
está llena de recuerdos.
Aunque me quiera u n poquito,
dígame el señor barbero
si vale s u r i c a tienda
pintada de vesde y negro,
con sus bacías de azófar
y su lamparilla ardiendo,
lo que para u n a paloma
ávida de aire y de cielo,
vale al palomar c h i q u i t o
y claro y l i m p i o que tengo!
LAKF. L a s palomas más bonitas, (conmueho apio™».)
me lo ha dicho u n pajarero,
— Í7 —
cuando no son criadoras,
la verdad, no tienen mérito;
y l a mujer más divina,
si juega s i n compañero,
aunque tenga buenas cartas
tiene que perder el juego.
Usté h a de q u e r e r , . , ¡es claro!
algo tendrá en ese pecho,
y usté pensará e n m i l cosas,
ya despierta, y a d u r m i e n d o ;
y por m u y bien que usté borde
y tenga damas á cientos
que la conozcan y e n c a r g u e n
mallas, basquinas y vuelos,
y p o r mucho que usté valga,
mañana se pincha u n dedo
y se queda l a paloma
sin algarroba... ¿y qué hacemos!
E n cambio con u n palomo,
aunque vengan malos tiempos, 1
él buscará l a c o m i d a
y los dos la comeremos.
¿Qué tal?
PALOMA. Merece pensarse!
y s i su amor fuera cierto...
LAMP. Antes de amor dije iglesia;
si no es prueba de amor eso...
P A L O M A . Soy aún j o v e n ! . . .
LAMP. S i el casarse
n u n c a fué COSa de V i e j o s ! (Con aire despreciativo )
¡Buenos pichones saldrían!...
P A L O M A . Tiene usté gracia!
LAMP. L O creo;
y eso es antes de casarme,
luego después será e l l o !
P A L O M A . Consultaré...
LAMP. ¿Con l a almohada?
Pues dirá q u e sí al momento.
L a pobre estará rendida
de tener u n hoyo en medio,
y en habiendo dos cabezas,
(Mareando con las manos un balanceo.)
2
— 18 —
se equilibra b i e n el peso.
P A L O M A . N O digo que sí...
LAMP. Me marcho!.
P A L O M A . N O digo que no!
LAMP. Me acerco.
P A L O M A . Deje payar unos meses...
LAMP. ¡Qué gana de perder tiempo!
P A L O M A . Y a vendrá la primavera,
y con el calor veremos...
LAMP. Créame usté, ese negocio
es mejor en e l i n v i e r n o !
P A L O M A . Me quiero usté hace medio año,
esperemos otro medio.
LAMP. Y entre tanto soy su novio?...
(Queriendo abrazarla.)
PALOMA. M i amigo... basta con eso!
LAMP. ¡Qué poquito es!
PALOMA. ¡Algo es algo!
LAMP. Tengo hambre y me dan hueso!
PALOMA. ¡Pues mientras llegue l a carne
se puede i r entreteniendo!
LAMP. E S O se llama, Paloma,
tratarme á cara de p e r r o ! . . .
P A L O M A . S i al cabo nos arreglamos!... (Mny detpacio.)
LAMP. Con tal que nos arreglemos!
P A L O M A . (Con rapidez y exageración.)
¡Ay, qué mozo, el que me saque
de m i calle de Toledo!
LAMP. ¡Ay qué barbera tan r i c a
voy á darle á San Lorenzo!
(Vánae de bracero por el foro de la izquierda.)
ESCENA V.
LA M A R Q U E S I T A , disfrazada y con manto, por la izquierda,
• 0. JUAN D E PERALTA, con capa, por detrás de la «asa.
examinando ambos la escena con precaución..
MUSICA.
SARQ. Este es e l sitio!
frente á l a venta.
— 19 —
JOAN. Esta es l a hora
y estas las señas!
MARQ. Y O sirvo al'Conde.
(Acercándose á D. Juan.)
JUAN. Y O á la Princesa!
MARQ. Solos estamos!
Es él!
JUAN. E S ella!
(Hermosísima es l a dama!)
MARQ. ( N O es m a l mozo ©1 embozado!) -
JUAN. S i yo enseño una sortija!...
(Enseñándole la mano )
MARQ. O t r a igual tiene m i mano, (id.)
JUAN. U n a l i a r e deben d a r m e .
MARQ. U n a contraseña aguardo.
JUAN. Floridablanea.
MARQ. E S la m i s m a .
JUAN. Dad l a l l a v e .
MARQ. (Dándosela.) Dad el brazo. ( D . Juan s« le da.)
JUAN. Dónde vamos!
MARQ. Á esa casa.
JUAN. Y la infanta?
MARQ. Está esperando.
(Los dos se dirigen á la ventana, cuya puerta es-
lará cerrada, y D. Luis de Haro, que sale por de-
trás, se les interpone.)
ESCENA Vi.!
LA M A R Q U E S A , D . J U A N , D. LUIS.
LUIS. ( Á 1* Karquesita.)
Vos sois m u y dueña
de h u i r de mí,
pero este mozo
se queda aquí!
(Daran)c este tiempo la ventana de la bohardilla
de la venta se abre y se asoma nn hombre qne
examina la escena con cnriosidad.)
MARO.. S i insiste e n eso
repare b i e n ,
que ya no debe
volverme á v e r !
JUAN. S i insiste e n eso,
fuerza será,
que l i b r e el campo
— 21 —
me deje y a !
MARO- ( S i él á m i s palabras
crédito no d a ,
y arma aquí el escándalo
que buscando está,
qué va á ser de ese nombre?
qué será de mí?
¿qué dirá l a Infanta
esperando allí?)
HABLADO.
LUIS. A l t o ! ( Á D . Juan, que isa á retirarse.)
JUAN. Y O os juro volver!
Luis. Imposible!
SIARQ. P o r piedad!
Luis. S i no nos estorba nadie.
Lance es de u n rato no más.
(Examina la escena por todas partes.)
JUAN. (Con rapidez á la Marquesita.)
(Ved, señora, que ese hombre es
nuestro enemigo mortal!
Que es sobrino de G r i m a l d i ,
— 22 —
que Aranda con él está,
y ambos á Floridablanca
han jurado exterminar.
MARQ. Y a veis que le amo y le pie r d o ,
yo ya no puedo hacer más!) (Rumor dentro.)
Luis. Viene gente... e n otro s i t i o ! . . .
Vamos! (A. D. Juan con aire amenazador.)
MARQ. P o r Dios!
Luis. Apartad.
JUAN. (Ved á l a Infanta y decidla
lo que ocurre.
MARQ. Qué dirá?
JBAN. P r i m e r o que su secreto
l a vida me arrancarán!)
(La Marquesita se aparta de los dos, -y trata \ de
acercarse á la casa, pero entran por el foro la Pa-
loma, Lamparilla y Majos y Estudiantes.)
ESCENA VIL
D. LUIS, D . J U A H . la M A R Q U E S I T A , la P A L O M A , LAMPA-
R I L L A , MAJOS y E S T U D I A N T E S , que se quedan Hablando y
bebiendo en último término.
m e descubra!...
PALOMA. V e n , Pilar!
(Llevándosela al corre abrazada.)
Aquí hay sitio para tí.
Y tU madre? (Con fingida indiferencia.)
MARQ. Buena está.
LOPE (Quién es esa guapa moza?) ( Á ^ n a Maja.)
LAMP. Dónde he visto yo esa faz?
P A L O M A . Toma! en el Humilladero;
si es sobrina del tío J u a n ,
hermanuco de las monjas
•Trinitarias!
LAMP. Si será...
(Pero tiene u n olorcillo (Ap. ¿ írfPatonu.)
á ámbar g r i s ! . . .
PALOMA. Qué nimiedad!)
L\MP. L o s conventos tienen siempre
un olor particular....
á bazjfia .. y esta huele
á dama de calidad!
PALOMA. Silencio!
MARQ. (Mirando i la «asa.) (Con tanta gente
por aquí, cómo ha de entrar?)
JOAN. ( A p . á Luis.) (Os l o j u r o por m i h o n o r !
hasta hoy no l a v i jamás!
Luis. Dontro de media hora aquí!
JUAN. M i palabra!
Luis. B i e n está!
JUAN. A h o r a dejadme y a l i b r e ,
y aunque tengáis m u c h o áfan
por saber de esta aventura
la ignorada realidad,
si queréis á esa mujer,
no l a preguntéis jamás
n i el motivo de esta cita
n i el por qué de su disfraz.
LUIS. Cómo?
-ÍUAR. Antes que contestaros
vida y amor perderá!)
(Se dirige á la casa, donde momentos antes habrá
aparecido un hombro recostado en el quicio de
puerta.)
— 24 —
Lws. (¿Qué es esto? ¡querrá c u b r i r
con s u misterio falaz
su descubierta traición?
Pero ella ¿dónde estará?
Ha huido s i n duda alguna!)
H O M B R E . (En la puerta.)
S e os sirve en e l soportal? ( Á D . Juan.)
no hay mesas!
JUAN. ( A I hombre con misterio.) (Floridablcmca.)
(Enseñando la sortija.)
H O M B R E . (Esa es la seña, Pasad!)
(D. Juan abre la puerta de la casa y entra vol-
viendo á cerrarla. E l hombre se retira por detrás
de la casa.)
ESCENA VIH.
DICHOS, menos D . J U A N .
E S C E N A IX.
LA M A R Q U E S I T A , la P A L O M A .
ESCENA X .
LA MARQUESA, la P A L O M A , LAMPARILLA.
MUSICA.
P A L O M A . L a m p a r i l l a ! (Llamando.)
LAMP. (saliendo del foro.) S e r v i d o r .
MARQ. Vaya u n n o m b r e !
— 26 —
PALOMA. V e n acá.
LAMP. Qué se ofrece!
PALOMA. Dos minutos
de atención.
LAMP. Pues aguí están.
P A L O M A . Esta joven...
LAMP. Guapa moza!
MARQ. Muchas gracias!
LAMP. N O hay de qué!
PALOMA. E S m i amiga!
LAMP. Y a lo es m i a !
MARQ. Bien te sirve!
LAMP. Pronto y bien.
PALOMA. P o r no sé qué a v e n t u r i l l a
muy difícil de eontar,
esta moza vino al Pardo
y á disgusto en él está!
LAMP. Y a ! ya!
PALOMA. Ya! ya!
MARQ. Y a ! ya!
Los T R E S . Ya! ya!
ESCENA XI.
LA M A R Q U E S I T A , LAMPARILLA, después D. LUIS.
HABLADO.
LAMP. Cuando se le antoje, prenda. (Le da el b r « o .
Qué pareja más b i z a r r a !
MARQ. P i l a r me l l a m o !
LAMP. Pilar,
c h i c a , vamonos á casa!
Apóyate, b i e n ! . . .
MARQ. No tanto!
— 29 —
•LAMP. Qué quiere usté? algo se gana!
Vamos.
MARQ. O h ! Dios!
(Retrocediendo al ver á D. Luis, que aparece per
detrás de la venta.)
LAMP. Qué hay?
MARQ. Perdidos
somos!
LAMP. ( Y a empieza l a danza?)
Luis. Otra vez y con otro!
LAMP. Que se te va á h i n c h a r l a cara
de tanto comer bellotas!
(Queriendo llevársela.)
Luis. Qué es esto!
LAMP. Vamos.
MARQ. (Desasiéndose del brazo de Lamparilla,) PtJeVbfd!)
(Apartándose á un lado con D. Luis, eos rapidez.)
S i e n algo m i amor estimas,
si tanto e n m i amor reparas,
comprende que no es posible
tanto baldón en t u dama.
S i m i disfraz te sorprende,
si m i s parejas te a l a r m a n ,
y s i con razón te chocan
m i conducta y m i s palabras,
comprende que para tanto
tendré razones más altas
que u n vergonzoso capricho
c u y a sospecha me i n f a m a .
Más te quiero que á m i v i d a :
tienes m i oferta sagrada
de admitirte por esposo
si m i amor oculto guardas,
pero antes que hoy m i secreto
por tí de mis labios salga,
perderé t u a m o r . . . m i h o n r a :
ahora s i te atreves, h a b l a !
LAMP. ( E l aparte se prolonga,
el intruso no m e agrada,
y este oficio de discretos
me v a haciendo poca gracia!)
Lms. Vete, pues, y Dios te guarde!
— 30 —
Cuando el otro hidalgo salga,
sabré de grado ó por fuerza
la verdad de cuanto pasa.
MARQ. N O le esperes.
Luis. De salir
me ha dado mano y palabra.
MARQ. O h ! qué has hecho?
Luis. Tener celos! f.
MARQ. Imposible que me vaya
dejándole aquí!
Luis. Qué dices?
MARQ. S i se pierde por t u causa,
si por t u amor le descubren,
¡malhaya t u amor, malhaya!
Luis. ¿Tanto le amas según eso!
LAMP. Cuando usté guste, madama!
MARQ. (Cómo hacer para que huya?
T a l vez l a muerte le aguarda!)
Luis. Qué agitación!...
MARQ. ( Á Lamparilla.) O h ! Venid!
(Trayendo gente á l a casa,
y baile, y música, puede
que l a confusión...)
(Váse por el foro corriendo.)
LAMP. E n marcha!
(Esta moza es una ardilla
y yo voy á ser su jaula!)
(Al marcharse detrás de la Marquesita, 1}¿ Lmis
le detiene con ademan amenazador.)
E S C E N A XII.
L A M P A R I L L A , D . LUIS.
E S C E N A XIII.
D. IX'IS, á poco D . PEDRO embozado, por el for« ¡zquieiila.
ESCENA XIV.
3
— 34 —
LAMP. Bueno!
MARQ. Haced que escapen a l p u n t o
la dama y el caballero
que están en el piso bajo.
LAMP. Vos!
MARQ. Y O apartarme no puedo
de aquí! S i abren esa puerta
antes que lleguéis, s o n muertos!
LAMP. A v e María Purísima!
MARQ. Esa llave á u n pozo luego.
LAMP. ( L a m p a r i l l a de m i s ojos,
te van á ahorcar sin remedio!)
(Váse con rapidez detrás de la casa.)
PALOMA. (En voa sita.)
¡Por aquí los de l a jota!
que hay sitio!
ESTÜDS. (Saliendo.) Siga el j a l e o !
ESCENA XV.
D . LUIS, medio oculto e a l a derecha. LA P A L O M A y los
MAJOS y E S T U D I A N T E S , llenando la escena; la M A R Q U E S I -
T A , observándolo.lodo desde la izquierda; los G U A R D I A S
WALONAS «airando á poco con aire indiferente; D . P E -
DRO hablando con ellos.
P A L O M A . U n baile de despedida!
LlIES. (Viendo á la Marquesita.)
( E l l a otra vez! o h , no quiero
descubrirla y descubrirme.
Sólo así salvarla puedo!
Y a van llegando!...) ( A l Yer á los Guardias.)
PEDRO, ( Á los Guardias.) Cautela.
P A L O M A . E a ! m u c h a c h o s ! á ello!
(Los Estudiantes cantan, y en medio de la escena
se arma un baile de majos. Otros majos tocan l a s
guitarras.)
MUSICA.
ESTÜDS. Y a los estudiantes, madre,
han venido de Alcalá,
— Z5 —
y antes de Noche-Buena ,
se v a n á desaminar.
Unos de l a t i n ,
otros de m o r a l ,
y otros de gazuza
experimental.
14to GENERAL. Á l a jota, j o t a ,
de los estudiantes,
que con l a botella
se pondrán más grandes.
Á la jota, jota,
tienen u n tragar,
que c o n l a bellota
van á reventar.
(Durante la copla, entran por el foro dos hombres
con una silla de manos ton cortinillas, que colo-
can en el portal sin que lo note el pueblo. Los
Guardias se agrupan alrededor de la casa tapan-
do la puerta.)
ESCENA PRIMERA.
G U A R D I A S , MANCEBOS, PARROQUIANOS.
MUSI CA.
E S C E N A II.
DICHOS, L A M P A R I L L A , por la calle dol fondo.
HABLADO.
L i M P . Gracias» Dios, oh Penates! (Mirando á m e a » . )
que os echo l a vista e n c i m a !
¡Con qué suaves movimientos
me saludan m i s bacías!
¡Con qué gozo m i s Mancebos
me sonríen y me m i r a n !
Y con qué placer tan grande
las desolladas mejillas
de m i s caros parroquianos
agradecen m i venida!
PAR. l.°
S i no vienes hoy, mañana
toda t u parroquia e m i g r a !
P A R . 2 . " E n t u casa se desuella!
P A R . 1." E n t u casa se trasquila!
P A R . 2." T u casa es el matadero!
P A R . i.' T u tienda es carnicería!
LAMP. Aquí estoy ya para todos!
P A R . 1." Pero ¿por qué á esta f a m i l i a
(Porlos Mancebos.) i
— 42 —
no l a enseñas á i m i t a r l e
en prontitud y pericia?
LAMP. Son, como españoles, gente
algo desagradecida,
y en cuanto supieran algo,
sólo por rabia y envidia,
me pondrían cuatro tiendas
frente de m i barbería,
por ver, aunque se a r r u i n a r a n
si algún perjuicio me hacían.
Así los conservo siempre
en ignorancia crasísima,
y soy sabio y ellos brutos,
con ventaja suya y m i a .
P A R . 1." ¿Y por qué te han preso?
PAR. 2.° ¿Cuándo
te echaron la mano encima?
LAMP. ( S U orden me manda ser
reservado; hay que c u m p l i r l a ! )
L a noche de San E u g e n i o ,
(inventando lo que diee.)
cuando del Pardo volvia,
se conoce algo alumbrado,
me hizo daño la l u z viva
de los faroles que h a puesto
Sabatini por l a v i l l a ,
y rompí catorce ó quince
en el b a r r i o !
P A R . i.° E S O será!
P A R . 2 . ° Ese habrá sido el pretexto,
pero la causa verídica
de t u prisión, es que saben
que hablas m a l y sin medida
del gobierno,
LÍMP. Pues entonces
equivocas las noticias.
Me han preso porque no hablo
bastante m a l todavía.
P A R . i.° D i c e n que G r i m a l d i ha estado
m u y expuesto en estos días.
P A R . 2 . ° ¡Querían asesinarle!
Y han preso á los dos Garcías,
— 45 —
los quinquilleros que tienen
su tienda en l a E s c a l e r i l l a .
LAMP. Señores, estoy cansado;
dejemos pues la política
para mañana, á la hora
de la barba, que p r i n c i p i a
m i personal ejercicio!
Raparé vuestras mandíbulas.
os echaré sanguijuelas
si alguno las necesita;
á vuestras caras esposas
haré dos ó tres sangrías,
medicina conveniente
á l a paz de las familias;
y s i traéis u n m i n i s t r o
cualquiera á m i barbería,
mis mancebos sin notarlo
le degüellan en seguida.
UNOS. ¡Lamparilla, bien venido!
OTROS. ¡Buenas tardes, L a m p a r i l l a !
LAMP. Hasta mañana. (No estoy
muy tranquilo todavía.)
(Entra en la tienda con los Mancebos. Lo» Parro-
quianos se van por distintos lados. Á poco se van
Lamparilla los Mancebos por la trastienda y
queda solo Lepe punteando la vihuela.)
E S C E N A III.
LA MARQUESITA y la P A L O M A , por el foro derecha,
recatándose.
castigando su codicia
para alejarle del r e y
desterrado le tenían.
Saben que ha escapado; temen
que le vea ó que le e s c r i b a ,
y al rey rodean de modo,
que en caza, en paseo, en misa,
que sin u n golpe de mano
nuestra causa está perdida.
Esta noche c o n u n falso
anónimo, e n que se avisa
á Grirnaldi y sus parciales
que el conde está e n la hostería
de Herradores, irán ellos:
nuestra gente se echa encima,
y mientras que maniatados
en m i sorda cueva g r i t a n ,
disfrazado entrará el conde
en Palacio por l a m i n a
del campo d e l Moro; apenas
sea ministro se firma
el destierro de G r i m a l d i .
y desde m i casa m i s m a
quedarán él y sus cómplices
en poder de la j u s t i c i a .
P A L O M A . Para mí, pobre mujer,
todos esos son enigmas.
Pero os hago falta: á nadie
se quiere quitar l a v i d a ;
disponed de mí, y decidme
qué queréis de L a m p a r i l l a .
E S C E N A IV.
LA M A R Q U E S A , D . LUÍS.
MÚSICA.
No hay s i n castigo
absolución!
LUIS. Dámele pronto,
que ya le espero.
MARQ. Á las andadas
volver no quiero.
LUIS. ¡Creerá en vos siempre
m i corazón!
MARQ. Oid primero
m i condición.
E n cuatro dias
no me verás.
LUIS. ¡Cielos!
MARQ. Ó á hablarme
no vuelvas más!
LUIS. ¡Destierro injusto!
¡fiero r i g o r !
MARQ. Corta es l a prueba
para t u amor!
¡Ni aun por m i calle
te quiero ver!
LUIS. ¡Extraña muestra
de t u querer!
MARQ. Sólo así puedo
darte el perdón.
LUIS. ¡Fiero es, Estrella
t u corazón!
(Aunque yo m u e r a
de amor por él,
l a voz es antes
de m i deber!
MARQ. Cumple hoy, E s t r e l l a ,
t u obligación,
y despedácese
m i corazón!
(áu despedirme
injusta y c r u e l ,
hay u n secreto
que aclararé.
L»IS. Quiero las pruebas
4
— 50 —
de su traición
y despedácese
m i corazón!)
L»s DOS. Aunque yo m u e r a , e t c . — E n despedirme, etc.
HABLADO
Luís. ¿Insistes, t i r a n a E s t r e l l a
en esta ausencia forzosa!
MARQ. Sólo así seré t u esposa.
Luís. ¿Tan cruel siendo t a n bella?
MARQ. Cuatro dias de tardanza
no son t a n gran sacrificio.
LUIS. Sereno y claro es t u j u i c i o .
MARQ. Impaciente es t u esperanza!
Y adiós! S i m i amor deseas,
si por mí quedas sin calma,
si m i amor vive e n t u a l m a ,
fia en mí, más no me veas.
LUIS. ¡Oye, detente!
MARQ. ¡No más! (Alejándose de él.)
LUIS. Estrella, vas á u n abismo!
MARQ. Vete!
LUIS. Repara...
MARQ. ¡Ahora m i s m o ,
ó no soy tuya jamás!
(Entra en su casa y cierra la puerta. D. Luis i
queda en el centro de la escena.)
ESCENA V.
D. LUIS.
ESCENA VI.
LA P A L O M A , por el foro derecha, á poco D . J U A N y seis
E M B O Z A D O S , por el mismo sitio.
E S C E N A VII.
MUSICA-
PALOMA. U n a mujer que quiere
ver á u n barbero.
— 52 —
LAMP. Aquí está listo y sano,
ágil y entero.
PALOMA. Acerqúese u n poquito
si verme ansia.
LAMP. ¡Abandonar no puedo
la barbería!
PALOMA. Pues volveré á marcharme
si así lo toma.
LAMP. (Saliendo á la ealle )
¡Aquí está L a m p a r i l l a !
PALOMA. ¡Con la P a l o m a !
(Destapándose l a cara.)
LAMP. V i v i r s i n l u z en u n calabocito,
comer u n rancho mezquino y fatal,
d o r m i r m u y poco en el suelo maldito,
y pensar mucho en t u cuerpo chiquito
tu labio bonito,
de grana y coral.
Beber el agua que cae cuando llueve,
oir á los presos r e i r y j u g a r ,
ver á alguaciles que el diablo se lleve,
y soñar siempre en t u pie lindo y breve,
de cutis de nieve,
de rosa y azahar.
HABLADO.
LAMP. ¡Bien haya l u z que b r i l l a
en t u cara s i n rebozo,
y bien haya el calabozo
— 0 0 —
de l a cárcel de l a V i l l a ;
si s i n que m i amor te ofenda
n i m i voz te dé recelo,
vienes á posar el vuelo
en el u m b r a l de m i tienda!
Sólo por servirte en algo
ocupé de otro hombre el puesto;
sólo por tí hubiera expuesto
cuanto soy y cuanto valgo.
S i yo cifro mis placeres
e n ese pico t a n r i c o . . .
abre. Palomita el pico
y pide más... si más quieres!
PALOMA.
¿Sabe ucé quién le libró
sobornando á u n carcelero
con audacia y c o n dinero?
¿Aquella dama?...
LAMP.
PALOMA. ¡Ella y yo!
LAMP. ¿Ella... desde aquí? (Señalando á la «asa.)
PALOMA. ¡Sí á fe!
LAMP. ¿Y tú?
PALOMA. Haciendo allí el enjuague.
LAMP. Á ella, que Dios se lo pague...
que yo á tí te pagaré.
P A L O M A . . ¿Cómo?
LAMP. Extendiendo m i capa
por donde t u planta pisa;
buscándote la sonrisa
que de tus labios se escapa.
No dándote nunca enojos,
y estando así, frente á frente,
mirándome eternamente
en el cristal de tus ojos.
Porque te amo, y porque puedo,
y e n ser tuyo tengo priesa,
iré á buscarte e n calesa
á l a calle de Toledo,
y entre gritos y canciones,
y almendras y confitura,
y refresco, el señor c u r a
nos dará las bendiciones.
Y tú m i mujer serás
— 56 —
y nos será el m u n d o estrecho,
y e n m i alma y en m i pecho
y en m i casa mandarás;
tú serás l a r e i n a aquí,
tú harás lo que te convenga,
y cuanto yo gane y tenga
siempre será para tí.
Y pues v e n t u r a y placeres
cifro e n ese p i r o r i c o . . .
abre, P a l o m i t a , e l p i c o . . .
y pide más, si más q u i e r e s !
PALOMA. Puede no ser verdadero
tal amor, n i ser profundo,
pero no he visto en el mundo
u n amor más zalamero.
LAMP.
Es que...
PALOMA. T r a t e m j s ahora
de u n importante negocio.
LAMP. ¿Por qué en tus momentos de ocio
te has hecho conspiradora?
PALOMA. Porque usté...
LAMP. E l usté me extraña;
sin TÚ me quedo en mis trece!
PALOMA. (Bajando al proscenio con mucho misterio.)
Pues tú y yo según parece...
vamos á salvar á España!
LAMP. ¡Hija! ¡Es una friolera!
PALOMA. ¡Te parece poco!
LAMP. Asaz!
¡Que l a dejemos e n paz,
eso es lo que ella q u i s i e r a !
Desde que pobres y r i c o s ,
sacerdotes y seglares,
paisanos y m i l i t a r e s ,
hombres grandes y hombres c h i c o s ,
con planes é ideas raras,
y reformistas haciéndonos,
estamos siempre metiéndonos
en camisa de once varas,
está l a patria en u n t r i s !
Con mucho menos hablar
y mucho más trabajar
— 57 —
se salvará el país!
PALOMA. U n gran filósofo eres; ¥
pero aplícate á tí el cuento, »
que jamás estás contento
con el gobierno!
LAMP. Qué quieres?
Como en España nací,
la política me apremia,
y como es una epidemia
también me h a cogido á mí!
—¡Habla! y sé coomigo franca,
¿por qué plan m i lanza euristro?
PALOMA. Porque el rey nombre m i n i s t r o
al conde F l o r i d a b l a n c a !
LAMP. ¿Y qué tienes tú que ver?
PALOMA. L a Marquesita ha pedido
t u apoyo y se le he ofrecido.
LAMP. ¡Ni que fueras mi mujer!
Pero en fin, fcien hecho está!
S i así te «grada, aquí estoy!
(Con aira t a ra aton.)
¿En dónde nos prendpn hoy?
PALOMA. Se trata de...
(Se para ál ver á lo lejos á I/. Luis y á D. Pedro.)
LAMP. Dilo y a !
PALOMA. ¡Ocultarme es necesario!
LAMP. M i casa...
PALOMA. (Parándose e» la puerta de la tienda.)
A u n q u e yo te aprecie,
no debo...
LAMP. Será una especie
de anticipo extraordinario!
¡Entra. (Queriendo cogerla la eintura.)
PALOMA. ¡Sin tocar!
LAMP. Consiento,
aunque no hay n i u n comerciante
que sus fondos adelante
sin cobrar tanto por ciento!
(Entran en la barbería y hablan con interés sin
cesar, mientras los otros se adelantan.)
— 58 —
ESCENA vnr.
9. L U I S D E H A R O , D . P E D R O , en la escena, y L A P A L O M A
y L A M P A R I L L A en la tienda.
ESCENA IX.
D. LUIS, D . PEDRO, el C A P I T A N en el proscenio. L A P A -
LOMA y L A M P A R I L L A <¡» la tienda. L O P E , MANCEBOS y
O T R O S D I E Z Ó D O C E más en la puerta de la barbería; 1 M
G U A R D I A S en el foro.
MUSICA-
Lamparilla toca la vihuela y canta.
la conspiración!
L a mirada fija
y el aire m a r c i a l ,
y caer sobre ellos
al dar l a señal.
LaMP. ( Á todos los que le rodean con gran interés.)
(Por calles y plazas
y echando á correr,
todos los faroles
tenéis que romper.
G r i t a d sin descanso,
romped sin parar,
y ahí van c i e n doblones
para merendar.)
(Les da el bol silo de le Marquesita.)
(Cuando los Guardias se les acercan se abre el cor-
ro y sigue Lamparilla cantando á la vihuela,)
D i c e n que Sabatini
pone faroles,
porque no v e n los rayos
de tus dos soles;
abre tus ojos,
y él los irá apagando
poquito á poco.
LOPE y MANCS. ¡ Viva la gracia!
¡Viva el aquel
del B a r b e r i l l o
de Lavapiés!
(Lamparilla da la vihuela i Lope y éste entra e»
la tienda con ella y can la silla.)
HABLADO
CAP. ¡Alto! ( Á los Guardia».)
PEDRO. Capitán, ¡enfrente
de esta casa y de manera
que nadie pueda salir
n i entrar s i n que se le vea
que de: canse 1* p a t r u l l a ;
coloque usted centinelas,
y a l encender los faroles,
— 6i> —
adentro. (Los Guardias se retiran por la derech.
menos el Capitán, que se queda en la escena.)
LAMP. (Malditos sean!)
P A L O M A . (Se quedan aquí! Cogidos
están!)
LAMP. (Sálvese e l que pueda?)
P A L O M A . (Es que están \o¿ conjurados
en casa de l a Marquesa.)
LAMP. (Y n o nos q u i t a n los ojos!
¡Paloma! s i te interesa
t u cuello vele arreglando,
porque esta noche nos cuelgan!)
Luis. Señer d o n Pedro, palabra!
(Se retiran del Capitán, que se pone á pasear á lo
largo de la escena.)
LOPE. (¿Y nOÍOtrOS?) ( A Lamparilla.)
LAMP. Manos quietas
hasta que os avise!)
PALOMA. (¿Pero
y qué hacemos?
LAMP. Te hacen señas
desde esa ventana.)
(Una mano de mujer hace señas con Hn papel des-
de la reja última de la casa.)
P A L O M A . (Saliendo de la tienda.) (Voy!)
LAMP. (¡Un papel cae de l a reja!) (Dejan caer el papel.)
PALOMA. (¡Yo le cogeré!...)
LAMP. Cuidado:
tengamos m u c h a cautela!)
(Los dos, evitando que los vean, salen de la bar-
hería y atraviesan la escena para coger el papel
que ha caido de la reja.)
PEDRO. ¿Qué pedis?
Luis. L o que m i amor
y aun m i deber aconseja!
(Lope sale de la trastienda con u n velón de mecheros
encendido, que coloca en u n a mesilla de la tienda.)
S i de matar se tratara
á m i t i o ; s i l a empresa
fuera en lugar de una cabala
una colisión sangrienta,
yo el primero prendería
— 63 —
á esa dama, aunque perdiera
yo m i amor y eila l a vida.
(El Capitán signe paseándose.)-
Pero aquí sólo se juega
de dos primeros m i n i s t r o s
el poder, no l a cabeza.
Y a no son estos los tiempos
de Calderón, L u n a y L e r m a ,
y una mujer nada i m p o r t a
en una intriga como esta.
PEDRO. Si está en l a casa, á l a cárcel
irá con todos.
LUIS. (Oh!)
LAMP. (Al ver al Capitán.) (Quieta!
que vuelve!...)
(Se quedan i»móviles al lado de la reja.)
PEDRO. Yo siento mucho
desagradaros, mas esa
es m i orden y la c u m p l o .
LUIS. Pero si yo os respondiera
de su persona...
PEDRO. ¡Es inútil!
P A L O M A . (¡Ya está aquí!)
(Cogiendo un papel que está en el suelo.)
LAMP. (Pronto: á la tienda.)
(Vuelven corriendo á entrar en la barbaría.)
LOPE. Y a encienden los faroles... (Á Lamparilla,)
(Por el foro se ve á un gallego con sn escalera y
un haclioneillo, que mueve á un lado y á otro,
encender los últimos faroles del foro. Lo mismo
hace otro eon los de la escena, sin hacer caso de
1* que en ella pasa.)
LAMP. ¡Cuando acaben su tarea!
PALOMA. Lee.
LAMP. (Leyendo el papel.)
«Aunque estamos descubiertos,
«nos salva l a P r o v i d e n c i a .
«Hace ya u n rato que estamos
«trabajando con piquetas,
«procurando no hacer r u i d o r
MÚSICA-
LUIS y PEDRO. L a p u e r t a de esta casa
abrid de par en p a r ,
que va l a fuerza armada
por ella á penetrar.
LAMPARILLA. (¡Si acaso se resisten
perdidos á ser van!)
PALOMA. (¡En estas dilaciones
su salvación está!)
(La puerta se abre de par en par.)
CAPITÁN y GUARDIAS.
A b i e r t a está l a puerta,
no hay nadie en el zaguán,
tal vez una emboscada
armándonos están.
PEDRO. Preparen los fusiles,
y á l a menor señal,
que caigan los primeros
que intenten escapar.
CAPITÁN y GUARDIAS.
Avancen los Guardias,
y s i es menester,
por salvar el orden
arda Lavapiés.
PEDRO. E n t r e n uno á uno
con seguridad,
por s i los infames
ocultos están.
GUARDIAS. (Entrando en la casa uno tras otro.)
Vamos entrando
poquito á poco,
y así evitamos
cualquier revés.
LAMPARILLA. (Á los que suben por la trampa.)
Vamos saliendo
poquito á poco
y así se evita
5
— 66 —
cualquier traspiés.
ESCENA X .
PALOMA. ¡Marquesa!
(Viendo á la Marquesa, que sube por la trampa.)
MARQ. ¡Paloma!
E l duque y seis más
con todos los jefes.
que l i b r e s están!
CAPITÁN y GUARDIAS.
Mucho disimulo,
m u c h a precaución!
y descubriremos
l a conspiración!
P E D R O y el C A P I T Á N con G U A R D I A S .
(Entrando en casa de la Marquesita.)
Nuestro s i n d u d a
el triunfo es!
LAMPARILLA y PALOMA.
¡Víctor al b a r r i o
de Lavapiés!
(La Marquesita, la Paloma y los seis conspirada,
res huyen por la puerta de la barbería de frente
al público. Lamparilla y los Mancebos y mozos se
reúnen en el proscenio armados de palos y piedras.)
Gt'ARDIAS. (Dentro de la casa.)
Nuestro s i n duda
e l t r i u n f o es!
LAMPARILLA y MAJOS.
¡Quédese á oscuras
el Lavapiés!
(Gran gritería.—Tiran la escalera del Sereno y
empiezan á romper los faroles.—Ruido de crie*
tales, voces, etc.)
ESCENA PRIMERA.
LA PALOMA, COSTURERAS.
MUSICA.
TODAS. (Cosiendo.)
E l noble gremio
de costureras
_ 68 —
permite sólo
niñas solteras,
que se reúnen
una semana
en l a vivienda
de cada hermana
para que puedan
al trabajar...
coser y cantar,
coser y cantar.
P u n t a d a corta
y buen estilo;
garganta fresca
y fuerte e l h i l o .
V o z incansable
y buena v i s t a ;
perfecto oido,
muñeca l i s t a ,
y aunque haya mucha
que trabajar
coser y cantar;
coser y c a n t a r .
HABLADO.
Mientras la escena que sigue, toda costurera retira su silla
y la coloca en la pared para que quede desembarazado el
pioscenio.
y esto no es curiosidad,
sino interés, ya no coses
á l a gente p r i n c i p a l ,
y no sales de t u cuarto
n i u n solo dia?
PALOMA. ¡Ahí verás!
COST. 1. Tú tienes gato encerrado...
A
C O S T . 1. A
¡La verdad!
P A L O M A . S i en m i casa no hay ratones...
¿á qué quiero ese animal?
COST. 2 . S i sabemos que te gustan
A
el aire y la l i b e r t a d ,
y que c o n e l Barberillo
ibas á m a t r i m o n i a r ,
y bordabas á marquesas
y á damas de calidad,
¿cómo hace u n mes que te ocultas
y que no sales jamás
y que no se te ve e l pelo?
P A L O M A . Pues hija, á l a vista está;
y que es todo mió... m i r a ! . . .
COST. 1. N o nos lo quiere contar;
A
déjalo!...
PALOMA. ¡Si no hay m i s t e r i o ! . . .
COST. 2 . A
¿No?
PALOMA. ¡Tengo u n pié m a l o ! . . .
COST. i . a
(Con sorna. ) ^Cuál?
P A L O M A . ¡Éste!... L a otra noche d i
u n traspiés!...
COST. 2 . A
¡Así sabrán
pronto de qué pie cojeas
t u novio y la vecindad!
P A L O M A . Aunque me he torcido el,pie
no he llegado á cojear.
C O S T . 1. ¡Pues es raro! A
de sanguijuelas t u novio!
— 72 —
P A L O M A . ¡Gracias! ya me las pondrá!
COST. 2 . ¡ Y con mucha y e s c a ! . . . N o
A
te vayas á desangrar!
P A L O M A . ¡Estáis de h u m o r !
C O S T . 1. a
¡No te t u e r z a
el otro pie!...
COST. 2 . A
No andes más!
PALOMA. Buenastardes!...
C O S T . 1. a
(Que se g u a r d e
su secreto!
COST. 2 . A
¿Qué? No t a l !
No nos lo dice? Nosotras
lo vamos á averiguar.)
P A L O M A . (Algo traman!) Observándolas.)
C O S T . 1. a
(Pero...
COST. 2 . A
Chito.)
¡Que sigas s i n novedad!
hasta mañana!
C O S T . 1. a
(¿Mañana?
eso después se verá!)
(Se van por la pnerta de la escalera, con el r i -
tornelo de sn canción en la orquesta.)
E S C E N A II.
LA PALOMA.
N i yo sé cómo he podido
ocultarles l a v e r d a d
tanto tiempo por fortuna,
hoy mismo se ha de efectuar
la marcha, y cuando ellas vuelvan
volado e l pájaro habrá.
¡Un mes de encerrona! Y gracias
que se han podido b u r l a r
hasta hoy todas las pesquisas
de alguaciles y demás
uñas larga3, q u e s i no,
Dios sabe!... Haré l a señal.
(Se acerca á la puerta de la derecha y da dos
galpes separados y un repique an las hojas.)
— 73 —
¡Señora! ya estaraos solas!
MARQ. (Dentro.) ¡No he concluido?
PALOMA. Mirad
que es tarde.—¡Ah! qué distracción!
se me olvidaba c e r r a r
la puerta de l a escalera.
Esperaos!
(Se dirige á cerrar la puerta de la escalera y apa-
rece Lamparilla.)
LAMP. ¡Alto allá!
que soy yo!
PALOMA. ¡Pues entra y c i e r r a !
LAMP. ¡Maldita casualidad!
(Entra con rapidez y cierra la puerta con cerrojo.
Trae una bacía debajo del brazo.)
ESCENA ni.
LA P A L O M A , LAMPARILLA.
que es u n peligro!
LAMP. S Í tal;
mas ya ves, nadie hasta hoy
la h a venido aquí á b u s c a r .
L a policía en España
tiene el talento especial
de prender siempre á los tontos,
pero á los pillos, jamás:
conque mientras tengas pillos
en t u casa, bueno va!
(Cada vez que Lamparilla hace alguna alusión
lítica, la Paloma da muestras de impaciencia.)
PALOMA. ¡LO mejor es la del h u m o !
LAMP. D o n L u i s l a quiere salvar
de las iras del ministro
su tio, á quien Dios no da
n i u n tabardillo siquiera
para bien de España.
MARQ. (Dentro.) ¿Estás
sola aún?
LAMP. Conque hasta luego,
voy á don L u i s á buscar
y venimos.
P A L O M A , ( Á la puerta de la derecha.) ¡Ahora v o y !
LAMP. Quedan en seguridad
mañana, y nosotros dos
en l a tartana de Blas
— 76 —
nos volvemos á casarnos
e l dia de Navidad.
P A L O M A . ¡Mucha prisa tienes!
LAMP. Hija,
tanto subir y bajar,
tanto i r y v e n i r , me tienen
que no voy pudiendo más!
Tú llevas u n mes también
encerrada en t u desván,
¡conque á v e r ! . . . s i nos da el a i r e .
PALOMA. ¡De d i a ! (Retirándose- á la derecha.)
LAMP. ¡Pues claro está!
L o que es de noche e n casándonos...
(Hablando solo.)
el aire es p e r j u d i c i a l .
(Váse por la puerta de la escalera, que la Paloma
cierra y corre á la de la derecha. Ésta se abre y
sale la Marquesa vestida de Maja lujosa.)
E S C E N A IV.
LA P A L O M A , la MARQUESITA.
MUSICA.
MARQ. i L a planta es b u e n a :
reas s i hay que hablar
yo temo echarlo
todo á rodar!
PALOMA. ¡La cosa es fácil!
y ahora verá
para ser maja
cómo hay que hablar.
HABLADO.
ESCENA V.
M A R Q U E S I T A , la P A L O M A , D . L U I S , L A M P A R I L L A , que en-
tran por la izquierda y cierran la puerta, vestido» de maje
con sombrero y capa.
PALOMA ¿Don L u i s !
PUI?. ¡El m i s m o !
LAMP. ¡Ahí va u n majo
con todas sus circunstancias!
LUIS. ¡Estrella!
MARQ. ¡Luis!
LAMP. ¡Pues tampoco
parece falsificada!
LUIS. Y a va á ser pronto l a h o r a .
MARQ. E s c u c h a antes dos palabras!
LAMP. (A Paloma.) ¿No has visto nunca comedias?
P A L O M A . Y a lo creo, he visto varias.
Por el sótano y el torno,
La niña boba, el Tetrarca
de Jerusalen.
LAMP. ¡Atiza!
P A L O M A . La villana de la Sagra;
Doña Isabel la Católica
pisando hielos y escarchas
para batir á los moros
en la vega de Granada,
ó el Avemaria en triunfo
LAMP. Título de siete cuartas.
Tienes todo u n repertorio!
P A L O M A . ¿Y qué?
LAMP. Pues sigue l a pauta.
Frente á l a concha se quedan
siempre el galán y l a dama,
y e l gracioso y l a graciosa
á l a derecha se apartan;
los primeros se echan flores
en relaciones m u y largas
de picadillo... y los otros;
cuando los amos acaban,
— Si —
un barbero L a m p a r i l l a ,
como el que siempre de broma
vivió de amor en las redes,
con el permiso de ustedes,
abrazando á la Paloma!
¡Ahora tú!... ( Á la Paloma.)
PALOMA. Barbero i n d i n o ,
gatera de mano inquieta,
con pretensión de profeta
y con puntas de adivino,
que corta, desuella y raja
atrepellando por todo,
y afeita del mismo modo
con l a lengua y la navaja,
sin defenderme no puedo
de t u amante algarabía,
¿por qué pasastes u n dia
por l a calle de Toledo,
y sin dejarme después
por plaza, arroyo y acera,
quieres hacerme barbera
del barrio de Lavapiés?
LAMP. ¿Por qué ha de ser, alma mia?
Porque haces falta y a ,
porque s i n mujer no está
completa la barbería,
porque tu cara asomando
en la tienda de repente,
hará olvidar al paciente
que le están despellejando.
Sé que no faltarán pillos
que por t u rostro hechicero
acudan, pero u n barbero
nunca repara en pelillos,
y menos si su mujer
no deja que otro se explique:
y ahora basta de palique,
que falta mucho que hacer.
¡Es l a hora!
Luis. ¡Vamos y a !
LAMP. ¿Estás dispuesta? ( Á la Paloma.)
PALOMA. Por mí...
— 84 —
[MÚSICA-
HABLADO.
ESCENA XI.
MÚSICA.
GUARDIAS. Aquí están los que buscamos;
entrad, pues, s i n dilación.
COST. (¡Cuando está l a jaula abierta
es que el pájaro ya voló!)
GUARDIAS. ¡Las vecinas que conocen
el terreno guiarán!
COST. U n a mísera bohardilla
tiene poco que enseñar.
GUARDIAS. ¡Registremos!...
COST. ¡Registremos!
GUARDIAS. (Entrando á la derecha.)
¡Dos cuartitos hay aquí!
COST. (¡La Paloma conspiraba!
' ¡quién lo había de decir!)
GUARDIAS. (Saliendo.)
¡Aquí no hay nadie!
OTROS. (De la escena.)
¡Tampoco acá!
TODOS. ¡Irá á la cárcel
la vecindad!
COST. ¿Pero á quién buscan?
vamos á ver.
GUARDIAS. Á tres bribones
de mala ley.
Á una Marquesa
que se escapó
y á una Paloma
que l a escondió.
COST. Pues uno falta
para ser tres.
GUARDUS. Y á u n barberillo
de Lavapiés.
HABLADO-
GüARDS. ¡Pues aquí n o hay nadie!
PEDRO. ¿No?
(Ha entrado por la izquierda mientras el coro.)
Esto ya de broma pasa.
Vamos á quemar la casa.
Voz. (Dentro del cuarto, de varios Guardias.)
¡Hay u n sobradillo!
TODOS. (Corriendo a l a derecha.) ¡Oh!
PEDRO. ¡Dos veces nos han burlado;
a la tercera caerán!
G U A R O S , ¡En el sobradillo están!
PEDRO. L a m i t a d . . . vista al tejado!
(Varios Guardias se asoman á la ventana.)
Rendios á discreción
(Alto á la puerta de la derecha.)
ó se os abrasa la piel!
(D. Luis aparece en la puerta.)
E S C E N A XII.
DICHOS, D . LUIS D E H A R O .
E S C E N A VIII.
DICHOS, la M A R Q U E S I T A , la P A L O M A , por la derecha.
GUAIÍDS. Gracias á D i o s !
COSTS. ¡Paloma?
PEDRO. Presas las dos.
¿Y el Barberillo?
PALOMA. ¡Se fué!
PEDRO. ¿Por dónde? S i hemos estado
desde l a pared de enfrente
dejando entrar á la gente?
P A L O M A . ¡Se escapó... por e l tejado!
PEDRO. ¡Corta será su alegría!
la pista l e seguirán
y prendiéndole estarán
tal vez en su barbería.
C O S T . 1. a
( Á la Paloma.)
(Si nos lo hubieras contado
en vez de andar con tapujos!...)
PEDRO. ¡Ea! ¡basta de dibujos!...
MARQ. Nos vais á llevar...
PEDRO. ¡Y atados!
Luís. ¡Eso no!
PEDRO. ¡La culpa es suya!
V a n ya dos!
Luis. ¡De ningún modo!
COST*. ¡Paloma! (Abrazándola.)
PEDRO. ¡Codo con codo!
COSTS. Eso...
LAMP. (Dentro.) ¡Aleluya! ¡Aleluya!...
TODOS. ¡El barbero!
PEDRO. ¡Chilla! ¡chilla!
¡Como se escape le abraso!
LAMP. ¡Aleluya! (Entrando.;
.7
— 90 —
PEDRO. ¡Quieto!
LAMP. ¡Paso
al barbero L a m p a r i l l a !
ESCENA IX.
DICHOS, L A M P A R I L L A , por la izquierda.
PEDRO. ¿Cómo?
PALOMA. ¿Qué ocurre?
MARQ. ¡Qué afán!
P A L O M A . (¿Habrá inventado u n ardid?)
I^MP. ¡Que está revuelto M a d r i d ;
» que á palacio todos v a n ;
que vale e l rey u n imperio;
que tenéis la puerta franca;
que el conde Floridablanca
ha subido al M i n i s t e r i o !
PAI.OMA. ( Á D . Pedro.)
¡La única vez que acertasteis,
llegasteis tarde también!
Luis. ¡Adiós, E s t r e l l a , m i b i e n !
MARQ. ¡Recordad lo que jurasteis!
LLIS. M i deber es compartir
la desgracia del vencido.
MARQ. ¡ T U mano me has ofrecido
y yo te l a iré á pedir!
Lois. Entonces...
MARQ. ¡ Y O soy t u esposa
sin que m i triunfo me i m p o r t e !
Nada me llama e n l a corte
si dejo á España dichosa.
LAMP. (Con rapidez.)
¡Ay, señora, qué ilusión
creer que porque ha cambiado
el secretario de Estado
será feiiz la nación!
Aunque suban á millares
á enmendar pasados hierros,
siempre son los mismos perros
con diferentes collares...
PALOMA. (interrumpiéndole.)
— 91 -
¡Mira... si te has de casar
conmigo, ten entendido
que de hablar has concluido...
LAMP. ¿Pues qué he de hacer?
PALOMA. ¡Afeitar!
LAMP. España...
PALOMA. Oírte no quiero.
LAMP. Y O aspiro...
PALOMA. ¡Á l a barbería!
LAMP. Mis principios...
PALOMA. ¡La bacía!
LAMP. M i s planes...
PALOMA. E l navajero.
LAMP. Mas el p a i s . . .
PALOMA. ¡Acallar!
LAMP. ¡Pero cuando esté afeitando!...
PALOMA. ¡Nada... afeitarás callando!
¡Será el primer ejemplar!...
MUSICA.
TODOS. Y es necesario
pedir perdón
á quien lo escucha
por lo que habló,
para que acabe
prontito y bien
EL BARBERILLO
DE LAVAPIÉS.
FIN DE LA ZARZUELA.