¡Los vínculos familiares son indestructibles!, es la fuerza para
continuar vibrando en todas las cosas de la vida y…
¡Si te marchas de tu país, perderá s tu identidad!
Mi abuelo Antonio, gritaba histérico, cuando– ¡sin anestesia!-
le dije que me marchaba del país.
Hombre de apariencia rudo, pero simpá tico, amable,
faná tico de la Salsa (género musical) y excelente bailarín.
Pues, sí… ¡Me sentenció con esa frase!
—Mi abuelo me pregunta cuales son las razones para este
desafío personal.
—Trabajar como profesional de la salud, enviarle sus
medicinas y cuidar de su salud.
Pues, ¡Estoy convencida que tu bienestar es mi bienestar!
Me llaman, Trigal, nací en Boca de Uchire de la costa
venezolana, 23 añ os, optimista, profesional de la salud. Me encanta vestir con camisetas y blue jean. Ademá s, estoy luchando por ser ¡Una emigrante! SEGUNDO DESAFIO
Esperé varios días, hasta que mi abuelo pudo calmarse de la
impresió n recibida. Soy su ú nica nieta. É l, es mi familia.
Sé, que la soledad lo acompañ ará pero, mi propó sito, es
enviarle remesas para que pueda comprar sus medicinas. Mi abuelo, es diabético e hipertenso.
—Abuelo, ¿Có mo te sientes?
— ¡Afligido! Se me va a romper el corazó n, cuando te vayas.
— ¡No te preocupes!, no pasará nada, te adaptará s.
Es lo que me enseñ aste: ¡Acepta y adá ptate! Ademá s, me acompañ an dos grandes amigas de la infancia, Silvia y Luciana. Tres profesionales, con una excelente formació n académica, con postgrado y doctorado en el campo de la Salud. El amor y el afecto que hemos recibido de nuestras familias han hecho de cada una de nosotras lo que somos: Seres humanos, con formació n ética, profesional y solidaria.
TERCER DESAFIO
Partimos de Boca de Uchire para Atlanta, EE.UU.
3 emigrantes, eufó ricas y plenas de ilusió n por el porvenir.
Al cabo de varios meses, -las 3 emigrantes-, encontramos
trabajo, justo en el campo de la salud.
La paga era mó dica, sin embargo, nos alcanzaba para
cancelar los servicios y el alquiler. ¿Có mo lo conseguíamos? ¡Muy sencillo!
Unimos los tres salarios, como si fuera uno solo.
Fraccionamos los gastos entre las tres. Y, aú n sobraba para ir al cine y ¡comer cotufas! —Sin embargo, la tensió n, entre nosotras, comenzó a crecer. Pues, ninguna tenía la cantidad suficiente para -enviar remesas- a nuestras familias.
—De pronto, Silvia, impaciente y nerviosa, pregunta:
¿Qué haremos para enviar la remesa?
—Luciana, “la doctora corazó n” explica:
Pues, hacemos una rifa, y quien se la gane, se encarga de
enviar la remesa, de quien la recibe y, có mo debe repartirla a las tres familias.
Entre todas, hemos podido pagar nuestra estadía, acá , en
Atlanta. Pues, haremos lo mismo para enviar la remesa.
Acordamos, escribir en un papel, el nombre de cada una de
nosotras. Lo metimos en un bol de vidrio. Y una “mano inocente” sacó del bol, un papelito, de los tres.
La afortunada ganadora,… fue Trigal.
Luego, cada una colocó en el bol, el dinero que tenía reservado para enviarlo a su familia. Se reunió todo lo que se tenía y se distribuyó en tres -partes iguales-
Trigal, enviaría la remesa y el abuelo Antonio, “el salsero”
como le llama cariñ osamente, su nieta, recibiría el envío.
É l, se encargaría de entregarles a los padres de Luciana y de
Silvia la remesa -por igual- para cada familia.
Mientras tanto, Trigal, conectó con -una empresa de
remesas- hacia Venezuela, que le garantizó en cuestió n de horas, llegaría la remesa a su destino. Sin cobrarle comisió n, con la seguridad y la confianza que se requería.
Y, ¡Así fue!, en cuestió n de horas, el envío fue transferido a
la cuenta del abuelo, Antonio.
Diligentemente, el abuelo, llamó a los padres de Luciana y
Silvia. Distribuyó -por igual- la remesa, para cada familia.
Al día siguiente, Trigal habló con su abuelo y confirmó que
el -envío de la remesa- había sido entregado a cada una de las tres familias:
Tres familias, 3 desafíos saludables con nombre de mujer:
Emigrantes y -¡echadas pa’lante!
Conclusión
Amigo lector, te está s preguntando en este momento,
¿Cuá l es el propó sito de estos 3 desafíos?
¡Ya lo sabes! ¡Ya lo has sentido en tu corazó n!
¡Reconocernos en familia! ¡Aceptarnos tal cual somos!
Las 3 emigrantes (Trigal, Luciana, Silvia) promueven,
no só lo -la integració n afectiva y emocional- de sus familias sino el -poder de la unió n-, para conquistar sus desafíos, a pesar de, estar separadas por la distancia. Y, para finalizar esta historia, la joven Trigal, con su buen humor, nos recuerda que:
-¡EN LA UNIÓN ESTÁ LA REMESA!-
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