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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para Las Relaciones Interiores Justicia y Paz
Ministerio de Poder Popular para La Educación Universitaria
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad
Academia Nacional del C.I.C.P.C
Centro de Formación Anzoátegui
Barcelona - Estado Anzoátegui

TEMA 5 TANATOLOGIA FORENSE

Profesora: Integrantes:

Abg. Libia Martínez


Criminalística Víctor Rivero CI 27226850
Carla Guevara CI 25232659
Gina González CI 25694536
Daniel Venales CI 24536090
José Denis CI 26938863
Danysabel Marcano CI 23898571

Ambiente 06 Proceso I-2019

Barcelona, 20 de Mayo de 2020


INTRODUCCION

La Medicina Forense forma parte de las asignaturas que se imparten en la carrera


de derecho, cuyo estudio abarca un campo muy amplio dentro de los cuales se
encuentra la anatomía humana. En esta exposición se pretende analizar la
anatomía humana, las diferentes ramas de la medicina forense y el concepto de
muerte, el cual fue asignado por el facilitador y que despertó el interés de los
participantes que participaron en la elaboración del mismo, por la importancia que
reviste el tener conocimiento sobre dichos temas. El contenido de este trabajoes
desarrollado de la manera más entendible posible donde se enfocan conceptos y
generalidades sobre la Anatomía Humana
1. Reconocimiento de la muerte y cadáver

Un amigo del escritor mexicano Juan Villoro le contó que plasmaba su nombre
en varias partes del cuerpo para facilitar su identificación, en caso de que al morir
sus miembros quedaran dispersos. Esta medida, que pareciera exagerada, se le
ocurrió al conocido de Villoro durante su trabajo como rescatista en el terremoto
ocurrido en México en 1985, ante la posibilidad de fallecer, quedar desmembrado
y en el anonimato. Sin embargo, muy pocos tienen la posibilidad de tomar
semejante precaución antes de que la muerte ocurra y el fallecido no pueda volver
a pronunciar su nombre.

A partir de este vacío, un equipo multidisciplinario de expertos se encarga, a


través de la comparación, de darle una identidad al cadáver. Esqueleto en el stand
del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Expocriminalística,
Caracas, Venezuela. Nathali Gómez En Venezuela, esta investigación la lleva a
cabo el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) junto al
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), a través
de laboratorios biológicos, químicos y físicos considerados como los más
avanzados de América Latina.

a. ¿Cómo empieza la búsqueda?

En vivo Un caso promedio podría comenzar con alguien que se percata de


la desaparición de un familiar, tras un lapso de ausencia que enciende las
alarmas. Guiándose por las recomendaciones, visita hospitales y morgues para
dar con el desaparecido. Tras descartar la posibilidad de que esté con vida, va a la
medicatura forense, donde le harán una serie de preguntas sobre los datos
'premortem' del individuo: edad, sexo, estatura, afinidad racial, formas del rostro,
de los ojos, de la nariz y de la boca, así como color, extensión y disposición del
cabello, entre otras características físicas. Además, deberá dar cuenta de detalles
que puedan arrojar luz sobre la identidad: cicatrices, marcas, lunares, fracturas
que tuvo en vida, manchas, tatuajes, malformaciones, por citar algunas. Entre los
elementos para hacer más fácil la pesquisa pueden incluirse fotografías,
radiografías, documentación personal o impresiones dentales. Si tras la
consignación de esta información y objetos, se logra la identificación del cadáver,
retirará el cuerpo para ser inhumado. Procesos de identificación Rutinarios:
necrodactilia o reseña dactilar posmortem. No rutinarios: acondicionamiento de
pulpejos dactilares, antropología forense, odontología forense y prueba de ADN.
Un cadáver incompleto No toda investigación comienza con un cuerpo completo.
En ocasiones, la información del cadáver está difusa debido que la víctima está
calcinada, desmembrada, momificada o putrefacta. En estos casos, donde la
persona pudo haber fallecido por homicidio, en un accidente o en un siniestro, el
primer eslabón de la cadena investigativa lo tiene el departamento de Laboratorio
Fotográfico.

Recreación del laboratorio fotográfico del CICPC en Expocriminalística


2017, en Caracas, Venezuela, Álvaro Valladares, experto en fotografía del CICPC,
explica que son los primeros en ir al sitio del suceso a realizar la "fijación
fotográfica" de "todo tipo de evidencia física" que se vea involucrada en "cualquier
hecho punible". A través de su lente, capta los detalles particulares del occiso:
tatuajes, orificios, cicatrices. Para fijar la evidencia, se utiliza el llamado "testigo
flecha", que se ubica cerca de los datos de interés del cadáver y del lugar donde
fue hallado. Fijación fotográfica hecha a un cráneo por el CICPC, Venezuela. Tras
haber hecho las imágenes de interés para la pesquisa, se traslada el fallecido a la
morgue para llevar a cabo el resto de las comparaciones.

2. Causas y maneras de muerte

La causa de la muerte es el traumatismo, enfermedad o combinación de


ambos responsable de la iniciación de la serie de trastornos fisiopatológicos,
breves o prolongados, que terminan con la vida de una persona (silencio eléctrico
cardiaco y cerebral). La causa de la muerte es única (inmediata y fundamental)
cuando la lesión o enfermedad producen la muerte tan rápidamente que no hay
lugar a secuelas o complicaciones. Cuando hay una demora entre el inicio de la
enfermedad o lesión y la muerte final, pueden distinguirse una causa inmediata o
última (la que produjo la muerte directamente) y otra fundamental, inicial o básica.
Este intervalo puede ser muy prolongado, incluso de años. Es decir, cuando la
lesión o enfermedad produce la muerte de forma inmediata (decapitación, herida
por arma de fuego en la cabeza, etc.), no procede una distinción entre causa
inmediata y fundamental, pues esencialmente son la misma. Si hay un periodo de
supervivencia y aparecen complicaciones (p. ej. neumonía) entonces ésta es la
causa inmediata y la que inició el proceso es la fundamental, siempre que exista
relación de causalidad directa entre ellas. Es decir, la causa inmediata de la
muerte es complicación de la causa fundamental o inicial.

En un caso de traumatismo abdominal cerrado con muerte tres días después


por peritonitis, la causa fundamental es el traumatismo abdominal y la peritonitis la
inmediata.

Los certificados de defunción sólo permiten una única causa fundamental,


básica o inicial a la que incluyen en el apartado de causas antecedentes, junto con
las denominadas causas intermedias, en caso de haberlas. Las causas
intermedias son los trastornos producidos por la causa fundamental y de la que
resultará la inmediata u otra causa intermedia. Es decir, una causa intermedia es
cualquiera que exista en la secuencia entre causa inmediata y fundamental. El
modelo internacional permite una causa inmediata, dos intermedias y una
fundamental que se expresarán en orden inverso al cronológico.

a. Origen de la muerte. Muerte natural y muerte violenta

La primera conclusión en las declaraciones de autopsias médico-legales debe


referirse a establecer si se trata de una muerte violenta o natural, pues en este
último caso el juez instructor archivará las diligencias de un sumario incoado a raíz
de la muerte por causa desconocida de una persona9,10 . Esto incluye todas las
muertes sospechosas: muerte súbita e inesperada, muerte sin asistencia, etc.,
cuando se concluye que obedecen a causas naturales.

El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define la muerte


natural como la que sólo se atribuye a la vejez, y violenta a la consecutiva a un
traumatismo fortuito o la que se ejecuta privando de la vida a alguien
intencionadamente. De estas definiciones, desde un punto de vista médico-legal,
quedarían excluidas todas las enfermedades como causa de muerte natural, y
como violentas todos los suicidios y los accidentes no causados por traumatismos,
como las intoxicaciones, baja temperatura ambiental, ciertas asfixias, etc. A finales
del año 2006, un grupo de médicos forenses, firmantes de este trabajo, remitimos
un escrito al Director de la Real Academia Española sugiriendo un cambio de
estas definiciones en el diccionario. Se nos contestó, en enero de 2007, por parte
del Sr. Secretario que sería estudiado por el Instituto de Lexicografía y la Comisión
de Vocabulario Científico y Técnico de la Academia, pero hasta ahora no ha
habido modificación.

No hemos encontrado, a nuestro juicio, una definición satisfactoria de muerte


natural ni de muerte violenta (no natural). La dificultad en delimitar ambos
conceptos antagónicos radica en que incluyen un aspecto médico-biológico y otro
legaladministrativo. Los criterios más utilizados en las definiciones
tradicionalescausa exógena, responsabilidad de terceros, intencionalidad, etc., o
son compatibles con ambos tipos de muertes o no abarcan todos los casos.

Definir exclusivamente la muerte violenta por su origen accidental, suicida u


homicida cumple con su aspecto legal, pero no con el médico-biológico.

Así pues, una definición simple y práctica desde el punto de vista médico sería
establecer como naturales las debidas exclusivamente a enfermedad y como
violentas (no naturales) las no debidas a enfermedad. Si a la muerte contribuye
cualquier traumatismo, lesión o daño, sea mecánico, químico o agente físico, la
muerte no es natural.
Algunos añaden al concepto de muerte natural como la debida exclusivamente
a enfermedad, el efecto del envejecimiento y las complicaciones del embarazo y
parto. La senilidad o edad avanzada como diagnóstico de causa de muerte
después de una autopsia sólo estaría justificada en casos de personas de más de
90 años, sin antecedentes patológicos y con hallazgos mínimos de autopsia.

La dificultad en elaborar una definición se complica porque hay casos que


según las circunstancias podrían incluirse en uno u otro tipo, es decir que si una
enfermedad, que se consideraría muerte natural, se ocasiona intencionadamente
sería una muerte violenta. Por ejemplo el Carbunco o la Peste pulmonares, si se
adquieren espontáneamente en la naturaleza serían muertes naturales, pero si se
trata de una víctima por utilización del Bacillusanthracis o YersiniaPestis como
arma biológica sería violenta (homicidio), y como accidente de trabajo también
sería violenta.

Por ello proponemos la siguiente definición:

Muerte violenta (no natural) es la causada por traumatismos de cualquier tipo


(mecánico, agente físico, etc.), asfixias, el efecto tóxico de cualquier sustancia,
elevada o baja temperatura ambiental, hambre o sed. También la causada por
otros agentes patógenos, si es a consecuencia de un accidente, homicidio o
suicidio.

En general, la causa de la muerte establece el origen natural o violento de la


muerte. Los mayores problemas surgen cuando coexisten o coinciden enfermedad
y traumatismo o violencia de cualquier tipo (apartado Traumatismo y enfermedad).

La presencia de una lesión violenta domina la determinación del origen de la


muerte. Si cualquier tipo de violencia es causa o contribuye a la muerte, la muerte
no puede ser natural; no importa que la referida lesión se consigne como causa
fundamental o como otro proceso significativo que contribuyó a la muerte16 .

Si no se puede establecer claramente este origen o no se conoce la causa de


la muerte hablamos de muerte de origen indeterminado.

También utilizamos el origen sin clasificar por complicación de la terapéutica,


como se permite en ciertos estados de Norteamérica para determinados casos.

En esta clasificación se producen algunas situaciones paradójicas, así si la


muerte se produce por intoxicación alcohólica aguda se clasifica como muerte
violenta; sin embargo, si la muerte es consecuencia del abuso crónico de alcohol
se establece tradicionalmente como natural, tal como ocurre en las cirrosis o
miocardiopatías alcohólicas, convulsiones por abstinencia alcohólica, etc.
Trastornos precipitados por una intoxicación aguda, como la hemorragia
cerebral o la ruptura de una placa de ateroma de una arteria coronaria durante una
intoxicación por cocaína, se establecen como muerte violenta (accidental),
siempre que el diagnóstico de laboratorio confirme una intoxicación aguda.

3. Los fenómenos cadavéricos

Con el nombre de fenómenos cadavéricos se designan el conjunto de cambios,


modificaciones o alteraciones que acontecen en un cadáver.

Una vez extintos los procesos bioquímicos vitales, éste sufre pasivamente la
influencia de los fenómenos ambientales. Este artículo o sección necesita
referencias que aparezcan en una publicación acreditada. Mientras un ser humano
está vivo, su organismo es capaz de defenderse de multitud de agresiones que
provienen del medio ambiente o del propio organismo, pero cuando muere el
cadáver resultante queda indefenso frente a esas agresiones.

A partir de ese momento se producen una serie de cambios que son los llamados
fenómenos cadavéricos:

Abióticos

 Palidez cadavérica pallor mortis


 Enfriamiento cadavérico o algor mortis.
 Deshidratación cadavérica.
 Livideces cadavéricas o livor mortis.
 Hipóstasis viscerales.

Bióticos

 Rigidez cadavérica o rigor mortis.


 Espasmo cadavérico.

Destructores

 Autólisis
 Tanatoquimia
 Putrefacción
4. Autopsia médico legal

Una autopsia es un proceso de investigación, lo que se entiende como la


investigación de la causa de la muerte.

Este proceso consta de varios pasos, pudiendo existir variaciones, pero en


esencia es el conjunto de operaciones de carácter manipulativo, que podemos
llamar quirúrgico, que se realizan sobre un cadáver con fines de estudio. Y lo que
se estudia es la causa de la muerte así como las condiciones que han llevado a la
muerte.

La finalidad del estudio es la que define los distintos tipos de autopsia. Así
tendremos una autopsia que se realiza con fines exclusivamente científicos, que
es la llamada autopsia clínica o anatomopatológica y una autopsia que se realiza
por motivaciones de orden social o legal, que es la autopsia judicial, forense o
médico-legal.

La autopsia anatomopatológica investiga la causa y mecanismo de la


muerte, poniendo en relación la anatomía patológica del cuerpo con la historia
clínica previamente conocida.

Finalidades e indicaciones de la autopsia clínica

Las motivaciones de la autopsia clínica son fundamentalmente: la


investigación médica y el control de calidad de la asistencia hospitalaria.

• Identifica la causa de la muerte.


• Confirma exactamente la enfermedad o la naturaleza de la enfermedad.
• Estudia la gravedad y extensión de la enfermedad, cosa que no siempre
es evidente en la evolución del enfermo.
• Estudia otras enfermedades secundarias o asociadas que haya tenido
el mismo paciente.
• Comprueba los resultados de los tratamientos médicos.

a. Autopsia forense o médico legal

La autopsia médico-legal o autopsia forense no tiene un interés sanitario,


sino que tiene una finalidad social.

Se trata de una autopsia que cubre las necesidades de investigación, en


principio judicial, aunque con el tiempo se han añadido toda una serie de
motivaciones para la práctica de la autopsia que no son estrictamente problemas
legales, sino que han aparecido motivaciones de tipo administrativo.
En cualquier caso, en la autopsia forense no prima el interés sanitario. Que
el interés sea legal y no sanitario no quiere decir que la autopsia no deba ser
exhaustiva y médicamente correcta incluso en las muertes calificadas como
naturales.

Finalidades e indicaciones autopsia forense

Los objetivos de la autopsia forense se mueven en torno a una o varias de


las siguientes finalidades:

• Establecer la identidad del cadáver.


• Determinar la hora de la muerte, o el periodo temporal en el cual puede
haberse producido.
• Determinar la naturaleza de la muerte, así se trata de una muerte
natural o violenta, y en su caso las características de violencia
homicida, suicida o accidental de la muerte.
• Determinar la causa de la muerte, tanto la causa fundamental como la
intermedia y la esencial.
• Describir toda patología secundaria que presente el cadáver, así se
trate de lesiones producidas por violencia como de patologías naturales.
• Establece gran parte de las circunstancias de la muerte, poniendo en
relación los hallazgos de la autopsia con los elementos encontrados en
el lugar de los hechos y con los datos sumariales que aportan otras
fuentes, como es el caso de la policía, testigos, etc.
• Aportar pruebas de tipo criminalístico a la investigación policial y
judicial.

Pasos que componen la autopsia judicial

La autopsia judicial posee fundamentalmente dos partes, lo que sería el


reconocimiento externo y posteriormente el reconocimiento interno con el análisis
de cavidades.

• Reconocimiento externo

Se distinguen unos pasos fundamentales en el examen externo del


cadáver.

a. Datos relativos a la identificación del cadáver. En este paso se reseñará


todo lo relativo a la talla y el peso del cadáver, así como las características
fisonómicas del mismo, color del pelo, ojos, constitución física. Se realizará
una descripción detallada de las ropas que posee el cadáver, así como si el
mismo posee alguna marca particular, como tatuajes, o como cicatrices
antiguas características. Asimismo se reseñarán los objetos personales que
porte el mismo, que serán remitidos al juzgado correspondiente.

Este paso tiene especial importancia, en el caso de cadáveres que no están


identificados, ya que cualquier dato por mínimo que parezca (como la
marca de la ropa que posee por ejemplo o el número del calzado que usa)
puede llevar a la identificación del mismo; en este sentido, también se
realizaría la ficha dental del sujeto, haciendo constar tanto piezas dentales
que falten como aquellas que han sido sometidas a tratamientos
odontológicos (empastes, puentes de porcelana)

b. Estudios de los fenómenos cadavéricos. Estos son fundamentales para


establecer la data de la muerte, o sea, para establecer a qué hora o en qué
momento aproximado se produjo la muerte del sujeto. Normalmente esto
tiene vital importancia en el momento del levantamiento del cadáver, porque
en la sala de autopsias normalmente se encuentran alterados por haber
estado sometido el cadáver a medidas de refrigeración. Se estudian la
deshidratación, las livideces, la rigidez y en cadáveres putrefactos, la
presencia de mancha verde, enfisema subcutáneo y la existencia de larvas
o gusanos.

c. Signos relacionados con la causa de la muerte y lesiones que presenta el


cadáver. Aquí estudiaríamos cualquier dato que nos pueda orientar a
establecer la causa de la muerte, por ejemplo la presencia de una cianosis
facial (color azulado o amoratado de la piel) es propia de las muertes con
falta de oxígeno o la presencia de varices o trastornos tróficos en los
miembros inferiores indicarían problemas circulatorios.

Asimismo se reseñarían cualquier tipo de lesión que presentara el cadáver,


bien sean equimosis, erosiones, excoriaciones o lesiones por arma blanca o
de fuego. En muchas ocasiones de muertes muy traumáticas y en
accidentes de tráfico sobre todo, el examen externo de las lesiones que
presenta puede establecer la causa de la muerte por la existencia de
fracturas craneales o traumatismos de miembros y de cavidades que
evidencien hemorragias.

Con esto terminaría lo que se denomina reconocimiento externo del


cadáver. Antes de proceder al examen interno del cadáver con la apertura
de cavidades, si es necesario se realizarían las correspondientes
radiografías para evidenciar fracturas o poner de manifiesto la existencia de
proyectiles. En este momento igualmente se realizan la correspondiente
toma de muestras necesarias, sangre, humor vítreo, residuos de disparo en
manos, uñas del cadáver, colgajos cutáneos… cada una de ellas
dependiendo del tipo de muerte o de lo que necesitemos para la
investigación.

• Reconocimiento interno

Se realizaría con la apertura de la cavidad craneal, torácica y abdominal.

a) Craneal: Se realiza una incisión en la piel que une las dos apófisis
mastoides del cráneo y una vez se han reclinado los colgajos de piel y tejido
celular subcutáneo se procede al cierre circular de la bóveda craneal.

Al separar la calota nos encontraríamos con las meninges que recubren al


cerebro, donde se procede al análisis sistemático de los hemisferios cerebrales,
así como protuberancia, bulbo, médula y cerebelo.

b) Tórax: Se hace una incisión en la piel que transcurre por la línea media
desde el esternón o incluso desde el mentón, hasta el pubis, reclinando a ambos
lados la piel y el tejido celular subcutáneo. Se des inserta la clavícula y se procede
al corte del esqueleto costal (costillas), tras esto, se pueden observar pulmones,
corazón y todos los órganos que integran el mediastino (tráquea, esófago, laringe,
aorta…).

c) Abdomen. Con la misma incisión cutánea realizada para la apertura del


tórax, sólo resta cortar el peritoneo para evidenciar los órganos abdominales,
donde se observan hígado, bazo, estómago, riñones e intestinos, así como todos
los vasos sanguíneos.

Existen aperturas especiales de otras cavidades como la pélvica, reservada


para casos en los que se sospechen agresiones sexuales, o la raquídea, cuando
sea necesario examinar la médula espinal; se pueden realizar la autopsia de ojo o
de oído en especiales patologías o en caso de que existan traumatismos a este
nivel y las individuales de miembros cuando existan heridas necesarias a estudiar
en los mismos.

Posteriormente a esto se realizaría un informe que se remite al Juzgado


comunicando al juez la causa de la muerte y la data de la misma, a efectos de que
el juez pueda realizar la inscripción de la muerte en el Registro Civil y pueda
expedir la licencia de enterramiento para que los familiares puedan disponer del
cadáver para su inhumación.
A posterior se redacta un informe donde se detallan todos los hallazgos
encontrados durante la práctica de la autopsia y donde a continuación de exponer
tanto el reconocimiento externo e interno practicado en otro apartado denominado
consideraciones médico-legales, se explican al juez cuestiones fundamentales
relacionadas con la muerte como causa y mecanismo de producción de la misma,
origen y etiología médico legal de la misma (natural o violenta, y dentro de estas
últimas, accidental, suicida u homicida). Estas pueden ser más o menos extensas
dependiendo del tipo de muerte o de cuestiones a resolver médico-legalmente
hablando y por último se emiten las conclusiones de la autopsia, donde se hará
constar expresamente la hora de la muerte.

5. Data Postmorten

El latinismo post mortem, cuyo signicado literal es después de muerto, se


emplea para referirse a la exploración médica de los cadáveres con el de obtener
información relevante sobre las causas y las circunstancias de la muerte de un
individuo.

a. El examen de un cadáver

La medicina forense es la única rama en la que el profesional de la medicina


no intenta restablecer la salud del paciente.

Más allá de la información para determinar qué ha causado la muerte, un


médico forense tiene un amplio abanico de competencias: cooperar con la justicia
y la investigación criminal, investigar la posible responsabilidad profesional de los
médicos en relación con un fallecimiento, estudiar restos humanos en el ámbito de
la antropología forense o conocer el ADN de un cadáver con algún n, por ejemplo
para determinar una paternidad.

El médico forense realiza un examen post mortem detallado, en el cual es


preciso recopilar información muy concreta: el rigor mortis del cadáver, su
temperatura corporal, parasitismo en la piel, etc. Por otra parte, los enfermeros se
ocupan de los denominados cuidados post mortem con la intención de preparar el
cadáver y atender a los familiares del fallecido.

El examen anatómico de un cadáver, conocido popularmente como autopsia,


se realiza normalmente en casos de muerte violenta o cuando hay indicios
razonables de un acto criminal

Desde un punto de vista histórico, los primeros exámenes post mortem de


la medicina forense tuvieron lugar 3000 a. C en el contexto de la civilización
egipcia, en la que los investigadores han encontrado pruebas que ponen de
manifiesto los vínculos existentes entre medicina y ley.
6. Intervalo postmortem

Intervalo post mortem (PMI) es el tiempo que ha transcurrido desde que una
persona tiene murió. Si no se conoce el tiempo en cuestión, una serie de técnicas
médico/científico se utiliza para determinarlo. Esto también puede referirse a la
etapa de descomposición del cuerpo.

a. Tipos de cambio después de la muerte

Muchos tipos de cambios a un cuerpo se producen después de la muerte.


Algunas de las que puede utilizarse para determinar la post mortem intervalo son:

• Algor mortis -cuerpo de refrigeración


• Livor mortis -establecimiento de sangre en las partes más bajas-se
coloca del cuerpo
• El rigor mortis -rigidez de las extremidades
• Entomología forense -insectos (especialmente mosca) actividad en el
cadáver
• Humor vítreo cambios - química del ojo
• Estado de descomposición- autólisis (proceso de digestión del uno
mismo) y putrefacción (proceso causado por bacterias que se
encuentran dentro del cuerpo).

b. Etapas de descomposición tradicional

Una persona que juzga a la hora de la muerte por medio de descomposición


puede referirse a un simple proceso de cinco etapas:

Etapa 1: Caries inicial - bacterias ubicadas principalmente en el intestino


comienzan descomposición, dándole un color verdoso en la parte inferior del
abdomen.

Etapa 2: Putrefacción - las bacterias crecen en todo el cuerpo, liberando gases,


que hincharán el cuerpo y causan olores desagradables.

Etapa 3: Putrefacción negra - esta etapa trae más decoloración al cuerpo. Los
gases de la descomposición bacteriana empiezan a escapar, provocando
fuerte olor.

Etapa 4: Fermentación butírico - licuarían los órganos internos y el cuerpo


comienza a secarse.
Etapa 5: Momificación - este es el más lento de las cinco etapas. En un clima
caliente y seco puede deshidratar el cuerpo, inhibiendo la descomposición
bacteriana; la piel se seca a un oscuro aspecto coriáceo

7. Entomologia forense

La entomología forense o médico legal, es el estudio de los artrópodos


asociados con cadáveres, se utiliza, entre otros propósitos, para estimar el tiempo
trascurrido desde la muerte o intervalo postmortem (IPM) y la identificación de los
posibles traslados del cuerpo, así como las características de las zonas de
procedencia. Los episodios entomológicos postmortem, de modo resumido, inician
con los dípteros, a continuación suelen aparecen los coleópteros y durante un
tiempo convivirán en nichos diferentes coleópteros y dípteros, por ultimo
convivirán, también en nichos diferentes, coleópteros, ácaros y lepidópteros. Pero
la propia secuencia de colonización y las especies implicadas variarán en función
de múltiples parámetros, entre los que destacan la región biogeográfica, la época
del año y las características ambientales particulares del hábitat en que se
encuentre el cadáver.

El tiempo transcurrido desde la muerte es un asunto de crucial importancia


desde el punto de vista legal, para establecer culpabilidad o para identificar a la
persona desaparecida. Uno de los métodos para determinarlo es la observación
externa del cadáver, que incluye factores como temperatura corporal, livideces
cadavéricas, rigidez, signos de deshidratación, lesiones externas, acción por
animales e invasión de insectos. En cuerpos humanos es estimado por varios
métodos: histológico, químico y zoológico. Sin embargo, transcurridas 72 horas, la
entomología forense es usualmente el mejor método y en muchos casos el único
para establecer el intervalo postmortem. Existen dos métodos para determinar el
tiempo transcurrido desde la muerte usando la evidencia de los artrópodos, el
primero utiliza la edad y tasa de desarrollo de larvas; el segundo método utiliza la
sucesión de artrópodos en la descomposición del cuerpo. Ambos métodos se
pueden utilizar por separado o conjuntamente siempre dependiendo del tipo de
restos que se están estudiando. Por lo general, en las primeras fases de la
descomposición las estimaciones se basan en el estudio del crecimiento de una o
dos especies de insectos, particularmente dípteros, mientras que en las fases más
avanzadas se utiliza la composición y grado de crecimiento de la comunidad de
artrópodos encontrada en el cuerpo y se compara con patrones conocidos de
sucesión de fauna para el hábitat y condiciones más próximas.
8. Muerte a determinar

La muerte del hombre es el término de su vida biológica e implica la


desintegración irreversible de su organismo. A la medicina le compete determinar,
en forma concreta, que la muerte de una persona ha ocurrido, a través de un
método que sea a la vez práctico, pronto y seguro.

Esta exigencia práctica que se hace a la medicina no implica ignorar que el


concepto de muerte alude a cuestiones de diverso orden y de gran significación:
antropológicas, éticas, religiosas y jurídicas. Independientemente de la idea que
cada uno se haga acerca de la vida y de la muerte, ésta constituye para los seres
humanos un acontecimiento emocionalmente impactante y cargado de
significaciones. Toda comunidad humana desarrollada tendría que ser capaz de
reconocer y aquilatar la importancia de un adecuado enfrentamiento individual y
social de la muerte y de respetar con delicadeza las diversas variantes que
pudieran darse en el modo de enfrentarla. Los médicos estan en contacto casi a
diario con la presencia de la muerte y, por la naturaleza de su profesión, tienen
que asumirla con estricta responsabilidad técnica, ética y humana.

Al médico clínico, en el ámbito de sus responsabilidades profesionales y


legales, le corresponde reconocer (diagnosticar) la muerte de un individuo y
certificar su defunción en un documento de carácter legal (certificado de
defunción). En circunstancias más bien excepcionales, puede ser requerido por un
juez para emitir un informe médico-legal.

A través del tiempo, y en función del progreso de los conocimientos, la


Medicina ha sistematizado el criterio diagnóstico de muerte, ligándolo al cese
irreversible de funciones vitales respiratorias, cardiovasculares y neurológicas
(signos negativos de vida). Así mismo, la tanatología ha precisado los fenómenos
cadavéricos consecutivos o mediatos a la muerte: ej: rigidez cadavérica (signos
positivos de muerte) y los fenómenos cadavéricos más tardíos: ej: putrefacción
(fenómenos cadavéricos transformativos). Al médico clínico, en la inmensa
mayoría de los casos, le toca comprobar los signos negativos de vida y, menos
frecuentemente, los fenómenos cadavéricos consecutivos a la muerte.

El criterio diagnóstico de muerte basado en la comprobación del cese


irreversible de funciones vitales cardiorrespiratorias, se ha mantenido en Medicina
como criterio único de muerte desde tiempos inmemoriales. No obstante, hacia
fines de la década de los 60, en EE.UU se describe y legaliza un nuevo criterio de
muerte: la «muerte encefálica» («braindeath») y se sistematizan los elementos
requeridos para su diagnóstico. El diagnóstico de muerte encefálica surge,
fundamentalmente, por las necesidades de los trasplantes de órganos, además de
razones de orden económico. Este criterio diagnóstico se ha extendido en todo el
mundo y se ha legalizado en muchos países, incluido el nuestro.

En consecuencia, en la sociedad contemporánea coexisten dos criterios


diagnósticos de muerte: el criterio clásico o cardiorrespiratorio y el criterio de
muerte encefálica. Este último criterio se aplica en la práctica en aquellos casos,
generalmente personas jóvenes, en que está prevista la utilización de algunos de
sus órganos para ser trasplantados a otras personas que los necesitan por
razones médicas. El trasplante de órganos es una importante conquista de la
ciencia al servicio del hombre y la donación de órganos constituye un acto de gran
generosidad. Lo que se ha prestado a discusión es el concepto de muerte
encefálica: aun cuando es aceptado en la mayoría de los países, muchos médicos
objetan su validez como diagnóstico de muerte del individuo.

En el presente documento sobre diagnóstico de la muerte, se describen los dos


criterios vigentes y, luego, se hace un análisis crítico, desde un punto de vista
médico y ético, de este crucial y delicado tema de la práctica clínica. Se trata de
una reflexión intelectual que apunta a la necesaria rigurosidad intelectual que, a
nuestro parecer, se debe aplicar en las definiciones médicas, particularmente
aquellas que tienen gran trascendencia en la práctica profesional, las que
requieren una discusión de alto nivel.

9. Inhumación

La acción de enterrar los restos mortales de un individuo es conocida como


inhumar, un término procedente del vocablo latino inhumāre. Al acto y resultado de
inhumar, en tanto, se lo denomina inhumación.

La inhumación se concreta cuando el cadáver de una persona es enterrado. Se


trata del método más usual para disponer el cuerpo tras la muerte: los restos se
colocan en un ataúd, el cual se ubica en un nicho, en una cripta o se lo sepulta.
También existe la posibilidad de la incineración.

Es importante mencionar que el fallecimiento da lugar a diversas ceremonias


que dependen de la cultura y que suelen variar con la época. Muchas veces se
realiza un velatorio, que es una reunión de los seres queridos del difunto, quienes
se juntan para rendirle homenaje y despedirlo. Una vez que el velatorio concluye,
el muerto es trasladado al cementerio para su inhumación o cremación.

De todas formas, los rituales funerarios pueden diferir mucho entre sí. La
religión juega un papel muy importante: en algunas el cadáver es amortajado e
inhumado directamente.
Los momentos previos a la inhumación, en definitiva, tienen mayor o menor
relevancia según factores culturales, históricos, religiosos e incluso personales.
Hay individuos que dejan constancia de su decisión de no tener velatorio y que
hasta piden evitar la inhumación, optando por ser cremados.

En un sentido práctico y desprovisto de implicancias más profundas, la


inhumación supone una medida que define el destino de los restos del fallecido. Al
ser inhumado en un determinado cementerio, el sujeto reposará ahí para siempre
a menos que alguien decida lo contrario y lo lleve a otro sitio.

10. Exhumación

La exhumación es el acto de desenterrar y es un término que se usa


especialmente cuando se trata de un cadáver. Esto se hace más a menudo para
trasladar un cuerpo a un lugar de entierro diferente, por diversas razones. Las
familias pueden tomar esta decisión para localizar al difunto en un lugar más
pertinente o conveniente. En los lugares de entierro familiares compartidos (por
ejemplo, una pareja casada), si la persona fallecida anteriormente ha sido
enterrada por un período de tiempo insuficiente, el segundo cuerpo puede ser
enterrado en otro lugar hasta que sea seguro moverlo a la tumba solicitada.

En la mayoría de las jurisdicciones una exhumación legal por lo general


requiere una orden judicial o permiso por parte de los familiares del fallecido.
También en muchos países los permisos son requeridos por alguna agencia
gobernante como la junta de salud para realizar legalmente un desinterés, es
decir, demostrar a través de un acuerdo armado que se tiene conocimiento de la
exhumación del cuerpo.

La exhumación de restos humanos se produce por una serie de razones no


relacionadas con el lugar del entierro, incluida la identicación del fallecido o como
parte de una investigación penal. Si una persona muere en circunstancias
sospechosas, la policía puede solicitar la exhumación para determinar la causa o
la razón de la muerte. Las exhumaciones también pueden ocurrir como parte del
robo de tumbas, o como un acto de profanación para mostrar falta de respeto. En
raros casos históricos (por ejemplo, el Papa Formosus o Oliver Cromwell), un
cuerpo puede ser exhumado para la ejecución, disección o gibbétamiento
póstumo, es decir, castigar a la persona luego de la muerte por actos cometidos
en vida. Los individuos notables pueden ser exhumados para responder preguntas
históricas. Muchas momias egipcias han sido removidas para su estudio y
exhibición pública. La exhumación permite a los arqueólogos buscar los restos
para comprender mejor la cultura humana.
CONCLUSION

Las ciencias forenses, el poder identificar que son la ciencias forenses resulta un
tanto difícil por diversos problemas de tipo jurídico filosóficos los cuales
abarcaremos en esta breve y modesta introducción, él porque tomar el tema de la
criminalística y de la medicina legal tiene una historia muy larga, durante mucho
tiempo se ha intentado el hacer tanto de la criminalística como de la medicina legal
una ciencia diferente, que fuera independiente que no fuera monopolio de la
dogmática jurídica, pero que sin en cambio formara parte de su aplicación, pero
las interrogantes de porque o con qué objetivo, se abarca desde el inicio de ambas
disciplinas, tomando el ejemplo de la criminalística la cual durante mucho tiempo
fue confundida diciendo las aun actuales aberraciones a la razón de que la
criminalística depende o es una disciplina de la criminología, lo cual es
absolutamente una barbaridad, ya que la criminología como ciencia que estudia al
el delincuente y tiene características, reales de ciencia empírica, social, no puede
asemejarse a la criminalística, comenzando desde la metodología ya que la
criminología usa un método deductivo, y la criminalística usa tanto una deductivo
como inductivo aunado a que una es ciencia causal y la otra es causal explicativa,
esta entre muchas otras diferencias.

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