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El Poder Inexplorado de La Alabanza PDF
El Poder Inexplorado de La Alabanza PDF
EL PODER
INEXPLORADO DE
LA ALABANZA
En Canadá escriba:
Kenneth Hagin Ministries
P.O. Box. 335
Islington, Notario (Toronto)
Canadá, M9A 4X3
The Faith Shield (El escudo de la fe) es una marca de Rhema Bible Church,
AKA Kenneth Hagin Ministries, Inc. Está registrada en la Dirección de
Patentes de los EE.UU., teniendo así todos los derechos exclusivos de
edición reservados. Por esta razón está prohibida su reproducción.
Obsequio Rhema Colombia
CONTENIDO
CAPÍTULO I
LA CURA DE LAALABANZA ................................................ 5
CAPÍTULO II
SUS JERICÓ ESPIRITUALES ............................................... 25
CAPÍTULO III
ALABANZA: UN CAMINO DE VIDA ................................ 47
CAPÍTULO IV
LA ALABANZA DESATA SU FE HACIA DIOS ................. 65
CAPÍTULO V
OBTENGA LA MEDIDA COMPLETA
DE LA BENDICIÓN DE DIOS ........................................... 81
CAPÍTULO VI
ALABANZA: UN DEPÓSITO DE PODER ...........................11
CAPÍTULO I
LA CURA DE LA ALABANZA
La cura de Dios
La cura de alabanza —la cura de Dios— es una que nunca falla.
Actúa en cualquier circunstancia o situación. Tiene dos cualidades:
es agradable y efectiva. Lo que es inusual acerca de esta cura es
que se puede aprender como implementarla; ¡siempre obrará, ade-
más no tiene costo monetario!
La razón para que sea tan efectiva y dé garantía de buenos re-
sultados es que ¡está fundamentada en la Palabra de Dios! La cura
de alabanza fue comprada y puesta en acción por la sangre del
Señor Jesucristo en el calvario, cuando pagó por nuestra reden-
ción en la Cruz.
Pero aun en el Antiguo Testamento, Dios comenzó enseñando a
sus hijos acerca de ésta y sus beneficios. Necesitamos mirar algu-
La Cura de la Alabanza 9
agradecerle por las victorias que está ganando para usted ahora
mismo, aunque sólo pueda verlas con los ojos de la fe.
Mientras los israelitas marchaban y cantaban, pudieron hacer
memoria de sus victorias pasadas en Dios; cantando acerca de
cómo Él había derrocado a los grandes reyes por ellos y entregado
naciones en sus manos en tiempos pasados.
Mientras marchaban y lo alababan —saliendo a ganar una bata-
lla que nunca pelearían— y hacían memoria de sus victorias en
Dios, ¡su fe se hacía más fuerte!
Esto es exactamente lo que nos sucederá si lo alabamos cuando
enfrentamos dificultades: ¡nuestra fe crecerá fuerte! ¡No necesita-
mos pelear nuestras batallas! ¡Podemos depender del Señor para
que las pelee por nosotros!
Sólo puedo imaginar cómo los cantores israelitas proclamaban
fuertemente: «Dios nos ha redimido de nuestros enemigos, porque
su misericordia permanece para siempre. ¡No tememos a ningún
enemigo, porque nuestro Dios pelea por nosotros! ¡La lucha no es
nuestra, es de nuestro Dios!».
1
Doctora Lilian B. Yeomans, Healing from Heaven [Sanidad del cielo], Springfield,
Missouri, EE.UU., Gospel Publishing House, 1973, pp. 57–58.
CAPÍTULO II
que mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Y por cuya herida fui sana-
do! ¡Soy más que vencedor a través de Cristo! ¡Dios me lleva
siempre en triunfo en Cristo Jesús! ¡Mi Dios, pues suplirá todo lo
que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús!»
(cf. 1 Juan 4:4; Filipenses 4:13; 1 Pedro 2:24; Romanos 8:37; 2
Corintios 2:14; Filipenses. 4:19).
Después de mantenerse firme en la Palabra, demuestre su fe en
el poder milagroso de Dios, para darle la gloria que le correspon-
de, alabándolo. ¡A medida que lo alaba con todo su corazón en
fe, mire esos obstáculos o muros caer! ¡Ningún espíritu ni ninguna
circunstancia adversa pueden permanecer en su presencia cuando
aprende cómo alabar a Dios sinceramente, con todo su corazón!
¡La mayoría de cristianos necesitan que Dios los respalde con
fortaleza espiritual, porque cuando se enfrentan a una batalla espi-
ritual, del tamaño de un montón de tierra hecha por un topo, y
tropiezan en éste, sienten inmediatamente que están derrotados!
Luego se lamentan delante de Dios: «¡Oh, Dios! ¿Por qué per-
mitiste que me pasara esto a mí?».
Dios no trae adversidad a las vidas de sus hijos; Él no es el
causante de esas cosas (cf. Juan 10:10; Santiago 1:17). La Biblia
dice que Satanás es su adversario (cf. 1 Pedro 5:8). Dios nunca
dijo que no tendría ninguna prueba o tribulación en la vida, pero sí
le prometió darle la victoria en Cristo en cada una de estas.
Tiene que seguir las instrucciones así como los israelitas lo hicie-
ron: «Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros» (cf. 2
Crónicas 20:20). ¡Va a tener que creer en la Palabra de Dios antes
que pueda estar seguro y prosperado en esta vida! ¡Demuestre lo
que cree alabando a Dios en absoluta confianza en su Palabra!
«Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez,
Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la
ciudad. / Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las
bocinas, y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de
la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo
28 El Poder Inexplorado de La Alabanza
¡De hecho, no había ningún otro lugar a donde ir, en absoluto, sino
irnos contra la pared! Pero él nunca hizo pausa en su compás,
«izquier, dos tres, cuatro», a medida que nos acercábamos más y
más a esa barrera.
Seguimos marchando, «izquier, dos tres, cuatro». Miré rápida-
mente al hombre que estaba a mi lado y cuando me miró, el sar-
gento de adiestramiento gritó: «¡Ojos al frente!». ¡Y obedecimos
de prisa!
Estaba en la fila de enfrente, con todos los otros líderes de la
escuadra, que también resultaron ser de Texas. Finalmente, el muro
estaba justo en frente de nosotros, el sargento nunca nos dio la
orden de: «A la retaguardia, mar», así que marchamos justo hacía
éste.
Cuando los cuatro que estábamos en la fila de enfrente estába-
mos parados frente al muro —nuestras narices estaban presiona-
das justo contra éste—, y cada vez que el sargento decía: «¡Izquier!»,
nuestras rodillas izquierdas se levantaban y golpeaban el muro. Cada
vez que hacía el conteo de dos o cua…, nuestras rodillas derechas
se levantaban y golpeaban la pared. Pero solamente nos mantuvi-
mos marchando fuertemente, presionados contra el muro. Decidí
obedecer esa orden, hasta que el muro nos diera paso y pudiéra-
mos marchar justo por encima o hasta que el sargento nos diera la
orden: «¡A la retaguardia, mar!».
A medida que esto fue sucediendo, y después de esta prueba de
obediencia, cada uno de los que estábamos en la fila de enfrente
teníamos agujeros en nuestros uniformes y ¡tuvimos que comprar
unos nuevos! ¡Pero recibimos orden de marchar, así que no retro-
cedimos! No sé por cuánto tiempo marchamos contra el muro,
pero creo que fue mucho.
¿Lo ve? Se nos había entrenado para seguir marchando sin im-
portar qué obstáculo encontráramos. No importaba lo que se atra-
vesara en nuestro camino —camión, carro, animal o lo que fue-
ra—, teníamos orden de marchar. No debíamos detenernos por
ninguna razón, a menos que se nos diera otra orden.
Sus Jericó Espirituales 33
dijo que hiciera. Sólo manténgase marchando, pero con todas sus
fuerzas, cite la Palabra frente a cada obstáculo o barrera.
«Todas mis necesidades son suplidas de acuerdo a las riquezas
en gloria de Dios». «Mayor es el que está en mí, que el que está en
el mundo». «No puedo fallar con el Mayor dentro de mí». Y siga
marchando.
Puede parecer que su situación se hace más y más oscura mien-
tras siente que está marchando justo hacia la noche. Pero si se
mantiene haciéndolo y alabando a Dios, más pronto de lo que pien-
sa, escuchará un agrietamiento en esa barrera y la luz del día apa-
recerá.
Si es diligente para permanecer firme en la Palabra de Dios en fe
y alabándolo por su fidelidad a sus promesas, antes de lo que pien-
sa esa barrera comenzará a desmoronarse, de manera que podrá
marchar sobre la misma, ¡victorioso! Empiece a alabar a Dios por
su maravillosa fidelidad a sus promesas.
¡Alábelo porque su misericordia permanece para siempre! ¡Nada
puede detener a un hijo de Dios cuando aprende cómo alabar a
Dios desde lo profundo de su corazón!
En el ejército, cuando estábamos frente a barreras literales, tales
como aquel muro, muchas veces nos dimos cuenta que cantar ayu-
daba. Podíamos olvidar el hecho de que nuestros cuerpos estaban
cansados y adoloridos si podíamos cantar y quitar de nuestras
mentes las circunstancias tediosas.
En su vida cristiana, cuando siente que su nariz está contra el
muro, pero sigue marchando en obediencia al Comandante Celes-
tial, empiécele a cantar alabanzas a medida que marcha.
Cantarle sublimes alabanzas hará que su espíritu se eleve y ayu-
dará a traer esas circunstancias dentro de la perspectiva correcta.
Cantarle alabanzas le ayudará a concentrarse en Él y hará que esas
circunstancias disminuyan de tamaño en comparación con la gran-
deza de Dios. Su ayuda viene de Dios, así que mírelo a Él, y no lo
que está atravesando. ¡Cante alabanzas a Dios, levante sus ojos
Sus Jericó Espirituales 35
Alabanzas burbujeantes
Un día, mientras comencé a orar y alabar a Dios, tuve la expe-
riencia más refrescante. Me encerré lejos, donde nadie más pudie-
ra oírme y empecé a alabar a Dios en voz alta. Probablemente
canté y alabé a Dios durante más de una hora.
De repente, desde lo profundo de mí, las alabanzas a Dios co-
menzaron a burbujear y a brotar en una dimensión sobrenatural.
Fue como un río de alabanza sobrenatural brotando de mí median-
te el poder del Espíritu Santo.
¡Algunas veces puede empezar a alabar a Dios por sí, en lo
natural, y después el Espíritu Santo actúa de acuerdo con usted y
se encontrará dando alabanzas sobrenaturales subiendo de lo pro-
fundo de su espíritu! Exalté y alabé a Dios en una unción sobrena-
tural en el Espíritu Santo. A medida que estaba embebido, alabán-
dolo, el Señor comenzó a revelar respuestas a situaciones por las
que había estado orando desde hacía mucho tiempo.
¡Piense en eso! ¡Respuestas a problemas complicados vinieron
mientras estaba alabando a Dios! La cura de alabanza es la más
grandiosa que haya conocido la humanidad. Dios la instituyó hace
mucho tiempo y nunca ha fallado. Nada mueve más el corazón de
Dios que una sincera y sentida alabanza de corazón. Las alabanzas
del pueblo de Dios ascienden hacía Él como un dulce aroma.
42 El Poder Inexplorado de La Alabanza
hace que suba más alto y, desde el punto de vista de Dios, obtenga
una perspectiva fresca de su situación.
Si permanece en la Palabra y comienza a confesarla hacia su
situación, alabándole todo el tiempo, no importa qué tan dolorosa
parezca, ¡Dios cambiará completamente esa situación!
En la medida que lo alaba —aunque contemple esa oscuridad
que amenaza rodearle—, Dios hará que suba más alto, donde pueda
ver una tenue luz dorada de esperanza en el horizonte. ¡Mantenga
sus ojos fijos en Dios mientras lo alaba y afírmese en su Palabra!
¡Esa esperanza se hará más y más brillante hasta que pronto esté al
otro lado de esa montaña que Satanás declaró una vez que era
inamovible!
¡Mire hacia arriba!, porque su redención se acerca. Ese es el
poder de Dios que es desatado en la alabanza a favor suyo, me-
diante su fe en Jesucristo. Mientras permanece alabándolo, verá su
poder comenzando a disipar las tinieblas y desenredar las circuns-
tancias hasta que camine libre, en la brillante luz del sol de la liber-
tad de Dios.
Luego buscará a su alrededor los problemas y no los encontra-
rá. Luego buscará el pesimismo con el que el enemigo trató de
atarlo y no lo encontrará. Las sublimes alabanzas a Dios en sus
labios desatan su favor para disipar las maquinaciones del enemi-
go.
Las circunstancias adversas no pueden impedir o estorbar que
el poder de Dios se manifieste a su favor. Ningún arma puede pros-
perar contra el poder de Dios. Satanás tratará de decirle que sus
problemas no tienen solución. Pero Dios puede liberarlo de cual-
quier cosa que el enemigo trate de usar en su contra. Activa el
poder de Dios por la fe en su Palabra y por las sublimes alabanzas
de Dios en su boca. ¡Camine en obediencia a la Palabra, alábele, y
vea a Dios desenredar sus problemas! ¡Nuestro Dios es un Exper-
to solucionando problemas!
El pueblo de Dios no puede ser derrotado si mantiene sus ojos
puestos en Él y aprende a permanecer bajo su Palabra, en absoluta
44 El Poder Inexplorado de La Alabanza
Alcáncelo por fe
Muchas veces en la iglesia local, cuando está alabando y ado-
rando a Dios, el Espíritu Santo se mueve de tal forma que si se
necesita sanidad o cualquier otra cosa del Señor, sencillamente se
alcanzará por fe y por apropiarse de lo que se necesita. En una
atmósfera de verdadera alabanza y adoración, por la fe sencilla y la
alabanza, se puede apropiar de la sanidad que ya nos pertenece en
la redención.
Muchos cristianos de hoy son sanados por el poder de Dios,
simplemente por estar sentados en la congregación escuchando la
predicación de la Palabra de Dios. Ellos estarían muertos hoy si no
fuera por el toque sanador de Dios. Aquellos que son liberados de
la muerte, por así decirlo, por el poder de Dios, ¡tienen algo por
qué alabar a Dios! ¡Ellos lo alaban con todo su corazón!
Podemos aprender una lección de las personas con una vida de
alabanza dinámica. Algunos de nosotros necesitamos aprender a
expresar nuestra alabanza con todo nuestro corazón.
Muchas cosas dependen de la actitud de nuestro corazón. ¿Es-
tamos alabando a Dios en voz alta para ser vistos por los hombres
o para parecer piadosos? ¿O estamos realmente alabando a Dios
desde nuestros corazones porque lo amamos y porque creemos en
sus promesas?
Se da cuenta, la alabanza le permite poder explorar la virtud de
la sanidad del Señor. Jesucristo está siempre dispuesto a sanarlo.
¡Pero la alabanza es una demostración maravillosa de su fe, una
expresión por la respuesta que todavía no se ha manifestado! Tam-
bién, muchas veces, cuando tiene un dolor en su cuerpo y empieza
a alabar al Señor con una fe sencilla por su sanidad, todo síntoma
de dolor se irá.
La verdadera alabanza estimula y vigoriza la fe, lo capacita para
agradecerle a Dios, en fe, por su respuesta antes que la vea real-
mente. En otras palabras, la verdadera alabanza y adoración, en un
servicio, crea una atmósfera y prepara los corazones para recibir
de Dios.
Alabanza:Un camino de vida 61
Grato Olor
«Bendeciré a Jehová en todo tiempo; / su alabanza estará de
continuo en mi boca. / En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los
mansos, y se alegrarán / Engrandeced a Jehová conmigo, y exalte-
mos a una su nombre» (Salmo 34:1–3).
«Porque para Dios somos grato olor de Cristo» (2 Corintios
2:15).
Las alabanzas de los santos son como grato olor a medida que
ascienden a la presencia de nuestro Padre Celestial. Si quiere des-
atar el poder de Dios para que obre a su favor, aprenda el secreto
de sacrificar alabanza, que significa alabar a Dios aun cuando no
sienta deseos de hacerlo.
Si fuera a explorar la fuente de poder de la alabanza, se hallaría
a sí disfrutando la vida al máximo, porque la alabanza le lleva a
nuevas dimensiones de la gracia de Dios
Dios es el mismo hoy, así como lo fue en el Antiguo Testamento.
Las maravillas y milagros que realizó por los hijos de Israel, aún los
puede hacer hoy. Tenemos una fuente de poder inexplorada en el
poder de la alabanza. Necesitamos aprender del poder de la ala-
banza.
Si el diablo trata de ocultar alguna verdad a la Iglesia, es justa-
mente el secreto del poder de la alabanza. Él ha impedido a los
creyentes entender cuáles son sus derechos y privilegios en Cristo,
y una de las formas en que nos apropiamos de los beneficios de
Dios es mediante nuestra alabanza y acción de gracias, en fe,
antes que veamos la respuesta. Algo bueno de resaltar es que en
estos días la Iglesia está introduciéndose hacia el umbral de ala-
banza a Dios, con todas las bendiciones que ésta provee.
64 El Poder Inexplorado de La Alabanza
LA ALABANZA DESATA
SU FE HACIA DIOS
tanto, este verso nos está instando a que alabemos al Señor todo el
día.
La alabanza es la manera más fácil de «quitar montañas» y ven-
cer dificultades. Quitará sus ojos del conflicto y los pondrá sobre
el Vencedor. Cuando se sienta deprimido, desanimado o abatido
ese es el momento para alabar a Dios: «Alabad a Jehová … por-
que para siempre es su misericordia» (Salmos 106:1).
La alabanza nos lleva a otra dimensión en la gracia de Dios don-
de nuestra atención ya no se enfoca en el dilema sino en nuestro
Libertador, el Señor Jesucristo. El problema con la mayoría de
nosotros es que hemos puesto la atención en nuestras circunstan-
cias, en la prueba o tribulación en la que estamos. Pero nuestra
ayuda viene de Dios, así que es a Él al que debemos mirar, no a las
circunstancias.
La derrota viene cuando continuamente enfocamos nuestra mi-
rada y atención en las circunstancias. Por ejemplo, cuando Pedro
estaba caminando hacia Jesús sobre las aguas y quitó sus ojos de
Él para mirar las circunstancias, el viento y las olas, que bramaban
estrepitosamente a su alrededor, comenzaron a hundirlo (cf. Mateo
14:30). Pero en tanto mantuvo sus ojos en el Señor, lo que sucedía
no hizo ninguna diferencia; ¡no se hundió!
Cuando deja su situación en manos Jesús la alabanza no sólo le
ayudará a mantener sus ojos puestos en Él, el Señor de toda situa-
ción, sino a no fijarlos en las circunstancias. Cuando están apun-
tando al Señor de toda situación, ¡no habrá forma en que pueda
caer!
Andar en alabanza
Aprenda a caminar todos los días alabando a Dios. Andar en
alabanza es caminar en victoria. No deje pasar un día sin que le-
74 El Poder Inexplorado de La Alabanza
OBTENGA LA MEDIDA
COMPLETA DE LA BENDICIÓN
DE DIOS
Si alguien le dijera que alabar a Dios es la llave para recibir
bendiciones abundantes en su vida, ¿empezaría a hacerlo habitual-
mente?
Pienso que todos nosotros lo haríamos y aun más. Eso es exac-
tamente lo que la Biblia nos dice. Por una parte, también nos afirma
que es Dios el que habita en las alabanzas de su pueblo (cf. Salmos
22:3). Por lo tanto, si trae a Dios a escena, no importa por lo que
esté atravesando, tendrá su poder manifestado en su vida. Donde
las alabanzas de Dios abundan, su presencia, gozo y victoria tam-
bién.
La alabanza es la llave para recibir bendiciones incrementadas y
derramadas en nuestras vidas. No estoy sugiriendo que la alabanza
es una forma de manipularlo para que nos dé lo que queremos en la
vida. La alabanza no es un método para halagarlo, de modo que
nos dé lo que queremos.
La alabanza es un estilo de vida que demuestra la confianza con-
tinua en nuestro Padre Celestial. Puesto que confía en Dios, cree lo
que le prometió. El es Poderoso para cumplirle; por eso le podrá
alabar (cf. Romanos 4:21; Hebreos 10:23).
Alabarlo a pesar de las circunstancias es la forma de Dios para
mejorar cada aérea de nuestras vidas. Al alabarlo por su bondad
demostramos nuestra confianza en Él.
82 El Poder Inexplorado de La Alabanza
Todos clamaron a Jesús para ser limpios, pero sólo uno volvió a
Jesús para darle gracias; y Jesús lo elogió por esto. De hecho,
indicó que la alabanza de este leproso y su acción de gracias tuvo
algo que ver son su fe haciéndolo salvo.
En otras palabras, el verso 14 dice que todos los leprosos fue-
ron sanados, ¡pero sólo uno fue salvo! ¡Y fue salvo después que
pasó un tiempo en acción de gracias!
«Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo
nombre. / Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus
beneficios. / Él es quien perdona tus iniquidades, el que sana todas
tus dolencias; / El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de
favores y misericordias» (Salmos 103:1–4).
Este leproso recibió una inmediata retribución o recompensa por
su alabanza; fue salvó. La frase: «era un Samaritano», en Lucas
17:16, es significativa. En los días de Jesús los judíos odiaban a los
samaritanos porque consideraban que eran una raza mestiza.
De hecho, en lugar de tomar el camino corto a Jerusalén y atra-
vesar Samaria, los judíos preferían caminar millas fuera de su cami-
no, simplemente para evitar pasar por allí.
Sin embargo, me imagino, a estos leprosos no les importaba que
uno fuera samaritano, porque todos ellos estaban cubiertos con
lepra y todo lo que querían era ser sanados y quedar libres
Cuando las personas están lisiadas o llegan a ser desterradas
por la sociedad, ya sea por enfermedad o dolencia, las diferencias
sociales no llegan a ser importantes. Básicamente, todas las per-
sonas en el mundo tienen la misma necesidad de estar saludables y
llenas de vida.
Este samaritano fue el único que regresó a darle gracias a Dios;
aunque a los ojos de la sociedad siguiera siendo un desterrado.
Dios no mira al hombre de la misma forma que las personas lo
hacen. Su amor no conoce límites. Se extiende a todos aquellos
que la sociedad ha relegado. Dios siempre contestará el clamor de
aquel cuyo corazón está hambriento, quienquiera que sea la per-
sona o cualesquiera que sean sus problemas.
Obteniendo La Medida Completa... 91
Dé gracias en todo
«Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
con vosotros en Cristo Jesús» (1 Tesalonicenses 5:18).
Es importante notar que la Biblia dice que debemos dar gracias
en todo, no que debemos hacerlo y orar por todo. Hay una gran
diferencia.
Hace varios años se escribió mucho respecto al tema de la ala-
banza. Como resultado, el pueblo de Dios empezó a experimentar
tremendos resultados en cuanto a oraciones respondidas, porque
Obteniendo La Medida Completa... 103
Vencer hábitos
Una vez un hombre compartió conmigo la lucha que tuvo para
dejar de fumar. Finalmente, pidió oración para ser liberado de este
hábito que lo tenía atado. Entonces, cada vez que tenía deseos por
un cigarrillo, alababa a Dios porque había sido liberado. Me contó
que, cada vez lo alababa, el deseo por el cigarrillo lo dejaba por
completo.
No mucho después, por cuanto se mantuvo fielmente alabándo-
lo, perdió todo deseo de volverlo a hacer. Después que fue libera-
do, aún se mantuvo alabándolo; ¡sólo entonces fue liberado de ese
hábito!
A veces puede que tenga que permanecer en fe en la Palabra de
Dios para que se manifieste su completa liberación. Pero si va a
agradecer y alabar a Dios diligentemente por su poder liberador, y
lo alaba por la respuesta, su Palabra lo hará libre.
Necesita alabarlo en cada circunstancia, situación y tribulación.
Dios hará un camino para liberarlo de esa tribulación abrasadora;
¡no importa lo que sea!
Si lo alabara frecuentemente, desde su corazón, su poder se
haría disponible para obrar en su favor en una forma que aún no ha
experimentado.
Obteniendo La Medida Completa... 109
ALABANZA:
UN DEPÓSITO DE PODER
Hombres de alabanza
Veamos dos hombres de fe del Antiguo Testamento que apren-
dieron el secreto de alabarlo. Por ejemplo, podemos tomar una
lección de Job; un hombre nacido bajo el Antiguo Pacto que con-
tinuamente lo alababa. La gente lo usa como ejemplo de una per-
sona que realmente tenía problemas. Pero muchos eruditos bíbli-
cos creen que sus pruebas solamente duraron alrededor de nueve
meses.
Sin embargo, aun en medio de sus problemas, él bendijo al Se-
ñor. Cuando le reportaron que su ganado, sus sirvientes y sus hijos
e hijas habían muerto, la Biblia dice que se postró delante de Dios
y lo adoró.
«Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabe-
za, y se postró en tierra y adoró, / y dijo: … sea el nombre de
Jehová bendito. / En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios
despropósito alguno» (Job 1:20–22).
Aun cuando estaba afligido con sarna, de pies a cabeza, no pecó
contra Dios. Su esposa, le dijo: «¿Aún retienes tu integridad? Mal-
dice a Dios, y muérete» (c. 2:9). Pero la Biblia dice: «En todo esto
no pecó Job con sus labios» (v. 10).
Sus amigos le dieron muchos consejos pero, cuando todo fue
dicho y hecho, se humilló delante del Señor, y Dios trajo la victoria
a su vida. La Palabra de Dios declara: «Y quitó Jehová la aflicción
de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble
todas las cosas que habían sido de Job» (c. 42:10).
El sacrificio de alabanza
«Así que, ofrezcamos siempre a Dios, y por medio de él, sacri-
ficio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nom-
bre» (Hebreos 13:15 é.a).
126 El Poder Inexplorado de La Alabanza