Está en la página 1de 31

Aquí no duele

50 poemas
Sandra Pien

Pien, Sandra
Aquí no duele - 50 poemas. - 1a ed. - Buenos Aires: Vinciguerra, 2010.
72 p. ; 21x13 cm.

ISBN 978-950-843-808-9

1. Poesía Argentina. I. Título Aquí no duele


CDD A861
50 poemas

Obra de tapa: Silvia Flichman. Técnica mixta, s/título. Collage/óleo.


2009. 0,90 m x 1,80 m. 2009.
www.silviaflichman.com.ar

Diseño de tapa: Departamento de Arte de Editorial Vinciguerra

© SANDRA PIEN
E-mail: sandrapien@gmail.com

© 2010 by EDITORIAL VINCIGUERRA SRL


Avda. Juan de Garay 3746 (1256) Buenos Aires
Telefax 4921-1212
www.e-vinciguerra.com.ar
E-mail: contacto@e-vinciguerra.com.ar

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Impreso en Argentina. Printed in Argentina

Prohibida la reproducción total o parcial


por cualquier medio visual, gráfico o sonoro
salvo expresa autorización del editor

La presente edición se terminó de imprimir


en el mes de diciembre de 2010, año del bicentenario argentino,
en Edili, Castro 1860, Buenos Aires, Argentina. Vinciguerra / colección metáfora
A Elvira B. de Meyer
in memoriam

A los que amo


Do not go gentle into that good night,
old age should burn and rave at close of day;
rage, rage against the dying of the light.

No entres dócilmente en esa mansa noche.


La vejez debería quemarse y delirar en el final de día;
rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Dylan Thomas

9
I

Para aprender
del filo de la ausencia
pequeño surco de salobre esperanza.
Y entre el horizonte y el mar
la travesía.

11
II III

Improvisar realidades ¿Hacerle caso al obsceno hastío del día a día?


reinventar apuntes El cielo y el infierno y en el medio el ser
por un amanecer templado de besos y seguirle la huella al alarido de la luz
apostar y perder toda la llanura para atrapar el viento.
desde la puerta entornada.

12 13
IV V

Y sobre él Es la verdad del agua


juego de círculos el día que siempre ríe
la mismidad del claroscuro de mis labradas manos cortas
disperso soplo de sal y un eco distante en la piel
dibujado en la arena. espeja sólo desiertas burbujas
en despellejados oídos.

14 15
VI VII

Fosforece una árida voz Tal vez alba rocosa


cansado perro de presa de caníbal tristeza
casi vislumbre de la mañana. de andar desandando distancias
Es repetir y golpear márgenes decretando nuevos rayos de soles
y es siempre insistir fabricando otros abismos.
para poder volver
a las trampas sin memoria
al retrato en tornasol hecho trizas.

16 17
VIII IX

Qué extraña condena es el alma Sentidos y contrasentidos


curioso el dolor allí cada cambio de marea se mece
sutil punzante intangible siempre a solas
y no poder atreverse siquiera a desterrar entre escapar e insistir
los llantos de un infinito día que se alimona. casi sin palabras.
En el aire aceitunado
el pudor perfuma
polvo de tierra seca entre los dedos
y entre los resquicios
y entre las urgencias
se diluye la tarde.

18 19
X XI

Cada uno busca en su camino Desenfado y frescura


el aleteo del otro y cierta osadía afinada
la mirada murmurante y ese asomo de tristeza azul
la impiadosa ilusión. y ser adolescente asidua.
Sin parpadear encuentra Tramposa ingenuidad
el otro lado de la lluvia sonrisa llena de gracia y sol
sólo susurro de pasos eternidad de juegos seductores
el arqueo de su sombra severa soledad cantada.
en vacío y exceso. La última vez que la vi instruía quimeras
arbitrario destino pura visión de azar.
Desde la terraza del caserón
talismán de inocencia libre
encandilada al filo de la porfía
daba tiempo al tiempo
echando raíces en la incertidumbre.

20 21
XII XIII

Me dicen encender los fuegos de la casa Pero me atraen los muelles


simple temblor de felicidad inútil resistencia humana
me dicen levantar la cabeza y mirar alrededor la de los besos tormentosos noctilucos
y recibir al viajero de la arena fina en el delirio del dolor del deseo.
y dar refugio a flor de piel. Sólo yo y la noche
Y en el límite convocado y él a kilómetros y en mí.
ofrecer los pezones del poema. ¿Yo soy yo? No lo sé.
Ni penumbra ni sombra
me anudo al silencio.

22 23
XIV XV

Leo poesía en la calle Hay días en que estoy tan cansada


la luz del sol sobre el papel en que el mayor descubrimiento es el silencio
franquea las puertas hacia lo vertical en que se enmaraña la misteriosa entrega
en el eco de sus manos en que el mundo ordenado se desvanece.
feliz espacio fuera del afuera.
Y voces y murmullos que se abren camino
Le robo tiempo al tiempo el ojo desnudo en el antiguo arte de recordar
esperándolo. naderías y soledades.

Y el diario dice que llueve.

24 25
XVI XVII

Desde siempre amo la noche Las manos se le inventan en gala de brisa


ese estar fuera del tiempo entre millones de seres en este planeta
muda oscilación uno de porosa afinidad
memoria de la certeza de muchas aguas
de la luz de mañana de vacilación entre sonido y viento
del olor a herbaje recién cortado de matiz y goce
de que el destino es de discontinuos y continuos.
una celada de la realidad.

26 27
XVIII XIX

Sin nunca haber amanecido He venido desde tan lejos


golpe de sol en la luz y viajo y viajo
de lo incierto. con sed de búsqueda
Pero antes preguntaba. hasta que llego
Ya no hasta que viene a mí
ya no importa y estoy siempre en puerto en sus manos.
ya no pregunto
y no es que sepa las respuestas.

28 29
XX XXI

En tránsito de ilusiones Desde las palabras


perfume de piel de limón el cada día.
y sacar de debajo de la tierra A través de
cuánto de luz hay en la oscuridad pequeñas cosas
cuánto de oscuridad hay en la luz. en recovecos
con filtros y resplandores
con prodigiosos refugios de piel
compartida en la memoria.

30 31
XXII XXIII

Luminosa asume los abismos La brisa le allana las huellas


a la sombra del miedo el minucioso atuendo de cada frase
deshace su trama todavía encendido itinerario
pasajera de viaje redondo en precario equilibrio sin red
ya calla suburbios. persiste en la tregua
de seguir resguardando aromas.

32 33
XXIV XXV

Y sigue siendo lágrima Pero la escasez agudiza los sentidos


de brava marea adensa los olores a basura
tejedora de pocos rincones hostiga el alfabeto y de golpe
allí sentarse a esperar la nada
donde residen suaves que la piel ni roce la piel
los universos remotos. en el abandono.
Y ese abandono escame
las huellas del suburbio
en el cuerpo sin permiso de dolor.

34 35
XXVI XXVII

Leyendo las manchas evoco En los últimos años


la locura de Lady Macbeth el aliento fue acostumbrarse
y me repito en silencio a la distancia
somos las opciones que elegimos. brumosos indicios que titilan
Y me reitero en aúllo mientras mariposa
no hay día que no piense en él apremia en él el ansia viajera.
puro color de frágil torrente. Espejismos del desierto
Y me redundo en tregua se alejan siempre más y más.
de amor reflejado en el halo de la lluvia.
Todo en este nuevo siglo de sombras
es precario
y en este signo vences.
Para mitigar el dolor del mundo
mi abuela siempre besaba mis manos.

36 37
XXVIII XXIX

El remanso de sentir de nuevo en la piel Ante una tormenta


el silencio entendido en tan ajadas palabras. siempre el azaroso silencio
Y acariciarlas y besarlas y guarecerlas para susurrar el antiguo dolor
en quijotes abrazos. de estar viva.
El orden de lo natural y una cruda luz Los lugares las distancias
y una crónica de asir el viento los trucos de día y de noche
me habita siempre sola para sobrevivir
pero a la vez y los nombres de una o dos personas
por eternos instantes entre millones y tan poco más.
un quizá de nuevo juntos. Y lo sagrado cotidiano.

38 39
XXX XXXI

En el umbral del abismo Tristeza disfrazada de sílabas


el silencio se posa sobre los hombros transformada en insectos flores
tan libre como el agua a la deriva. fluida agua clara
Por la boca entreabierta aire azul de besos diáfanos.
se enmascara el dolor. Mudas las manos cortas
Y la luna que juguetea a la hora de cruzar fronteras
en carne propia. la tarde envidia a las golondrinas.
Tajo profundo De rodillas las palabras cansadas
el recuerdo se memorizan para asombro del dolor.
es siempre
recuerdo del recuerdo.

40 41
XXXII XXXIII

En lo que resta del día Los perros huelen un peligro 


la alegría fuera del mundo sube desde el mediodía
se adueña en mí un sueño inconcluso
de un saxofonista callejero un vaso de agua en la Cruz del Sur
propiciador de sentidos. por donde se inscribe el primer aire matinal
Camino entonces renovada lenta descripción de juegos.
despertada de nuevo Ante los ojos azules
colorida otra vez la piel. dolorosamente feliz
la trama de laberintos y escenarios
el jardín el mirador el río
respiración de imágenes
que siempre regresan
o que nunca se van del todo.

42 43
XXXIV XXXV

Y me quedaré aquí hasta que digas algo Porque es simple


me siento sola todo es búsqueda.
(del participio femenino singular, sí) Desde la apariencia matriz
desolada de sin sol ni Solentiname a la angustia ovillada
me voy a casa que no se da cuenta
me estoy cansada de la desesperada pesquisa
me tanto tan sola vana de abismos.
me grietas Y el ebrio faro discreto que centellea
me lágrimas. siempre en las proximidades
Quedo aquí me. cortesía al diario olvido
sin grandes relatos.
Como el horizonte
siempre a la misma distancia
del gesto infinito
sombra destinada
sólo a mantener
la desmesura del dolor.

44 45
XXXVI XXXVII

Como quien va a arrojarse al agua Entre risas y secretos


para llenar los márgenes dispersos silencios y voces
y con la boca de fuego acorralar los hijos
las ataduras de los brazos luminosas sombras
orgasmar el eco de la montaña que desertan y nombran y renombran
y estar atenta a las voces. desde una velocidad que viene de afuera.
Una ventana para calmar la sed Fugaz remolino de la vida
de las huellas abiertas tan pronto son dejan de ser.
en la penumbra.
Porque sin memoria
no hay instante
no hay nostalgia
no hay rumbo
sólo ráfagas de un puñado de hombres
dejando atrás la palabra grito
mordiéndole la lengua al silencio.

46 47
XXXVIII XXXIX

Plegaria rítmica matemática Un enano que camina entre las sombras


hermosa desde la otra orilla dice Paul Auster
de la corriente que impide y la naturaleza humana nos precede
del terror que detiene y nos va a suceder.
de las sombras de la locura Donde luces disonantes
de un parpadeo al sol. bailan en la bruma
Allí mi cuerpo es narrado metálico espejo de papeles
y es narrador furtivo derroteros de la voz sin voz
un punto de encuentro cósmico inesperada traducción de una tempestad nueva
traspasa plegado bajo mis pies que dice todo sin decir
y la tierra se vuelve ruego. en los espacios vanos.
Sólo la afonía para hacer el nuevo eco
La evocación es imagen pacificar la mente precaria
un déjà vu de develar el caos en el borde de la oscuridad
y acariciar más allá de las palabras de esas pequeñas gotas de cristal de rocío.
el puro presente
y tan efímero.
Una razón por la que vivir.

Hubiera sido tanto más fácil ser dentista.

48 49
XL XLI

Es lo que se posterga Ajena siempre en el paraíso


me digo desvestida la piedra tallada en refugio
tiempo desértico de vida apenas un poco de fe
lo que va estructurando y sólo deseos en voz insomnia
el espacio del avance de la noche. (por la misma peste de los Buendía)
de amparo en el viaje.
Sin palabras el ser
sin cuerpo sin mundo propio
Nostalgia de ausencias
sin juego libre
desterrados sabores
sin diálogos ni tonos ni registros
a antigua fiesta gentil
traspasa espacios
convertida en polvo de sangre
sin fe en la providencia
con tierra esquiva
sin lucha solitaria ni refugios
sin otro ni opuesto ni pasión resbalando entre los dedos.
sin voces ni travesía
ni verbos ni señales Aunque sé no caerá
ni comunión ni dualidad. cuando muera lluvia de flores
el luminoso encuentro con lo que soy
Sólo destrucción repite renueva refrenda redunda
vertiginosa voraz de silencios forastera siempre en el vergel.
azaroso desprecio servil
entre lo visible y lo oculto
del no ser.
50 51
XLII XLIII

A veces salva del pesar de vivir Con los ojos leales


el eco de voces ajenas en la periferia de la realidad
ofrecer las manos vacías estuve aquí siempre
los nombres del silencio al borde del miedo al abismo.
generar espacios Apariencias diluidas
respiros de dimensión de desnudez. extranjera de todo
el día fuera del tiempo
Ya aprendí que ver la solar explosión violeta aquí donde el sol minuto
de los jacarandás en la 9 de Julio calienta apenas el alma
me entristece siempre por primera vez.
si no la comparto.
La muerte sostiene despierta a la vida.

52 53
XLIV XLV

Sólo miedo de palabras sin miedo A esa hora del ocaso


en geografías cotidianas la de antes de limarse la luz
donde está el todo que pulsa desde el mar usurpo
golpea se dilata se contrae clama vive la última fosforescencia
llanura abierta sin leyes de mercado la imagen de un arco crecido
mediocre repliegue fugaz por el estelar viento
de entramada inundación. de una estrella gigante roja
en proceso de muerte.
Pero levísimo todavía el universo está en orden
rueda de fuego que gira y gira Refugiado que se desdobla
energía cósmica sonriendo al infinito en las nervaduras de las hojas de los tilos
colibrí páramo de los sueños veloz parpadeo de ojos de sal
sólo me reconozco cuando estoy en sus manos. allí donde siempre duele
el perfume los sueños
los hijos cantan
encienden la vida alrededor.

54 55
XLVI XLVII

Las huellas de la realidad Cada tanto asoma


un puñado de arena un día soplo de primavera
apenas guijarros estela de palabras
en el rumor del silencio en impresionista luz
páramo de gota de agua y realismo sin vocación.
tenue suspiro que nunca adviene. Cuando un fuego ancestral se enciende
la gente se acerca
Abrir transfigurar a esa ventana de la vida.
escuchar los signos
bálsamo protector
de ojos de agua que miran
que esperan de la calle muda
un hueco donde fuerzas
cansadas hablen a través.

56 57
XLVIII XLIX

Se trata de que no duela tanto Sangra la desolación de las certezas


abismal quietud veloz duelen las vacilaciones de fragmentos
para que no duela tanto abordan los manotazos de mejor aire
esta noche en pleno día renuncia la respiración artificial
este azar sin fronteras. grisea el rastro humano en estéril olvido
Convierte tu muro en un peldaño decía Rilke cruje el alumbramiento de angustias.
la apariencia que asume la realidad. Sin embargo se escapa
cincuenta veces cincuenta sigue siendo
se filigrana húmeda mi escritura bajo la piel.

58 59
L

Cronista siempre
para alumbrar historias escondidas
en palabras navegantes y náufragas
habitadas desde las raíces de los ojos
inicio de lo que no inicia ni concluye
por la sola certeza de esperar el color
y así amparar el dolor en el agua
enramar el silencio
dulcificar la soledad
develar la sombra
pasionar e iluminar las nuevas manos
y ver qué nos trae hoy la marea
para salir siempre al camino.

61
Dylan Thomas /
Do not go gentle into that good night

Do not go gentle into that good night, No entres dócilmente en esa mansa noche.
old age should burn and rave at close of day; La vejez se quema y delira al final de día;
rage, rage against the dying of the light. rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Though wise men at their end know dark is right, Aunque los sabios al morir sepan que la oscuridad es lo correcto
because their words had forked no lightning they porque sus palabras no bifurcaron relámpagos,
do not go gentle into that good night. no entres dócilmente en esa mansa noche.

Good men, the last wave by, crying how bright Los buenos, tras la última ola, se lamentan por cuán luminosamente
their frail deeds might have danced in a green bay, sus frágiles sucesos pudieron haber danzado en una bahía verde;
rage, rage against the dying of the light. rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Wild men who caught and sang the sun in flight, Los salvajes que atraparon y cantaron al sol en la huida
and learn, too late, they grieved it on its way, y aprenden, ya muy tarde, que se lamentaron en su camino;
do not go gentle into that good night. no entres dócilmente en esa mansa noche.

Grave men, near death, who see with blinding sight Los serios, cercanos a la muerte, que ven con mirada enceguecedora
blind eyes could blaze like meteors and be gay, los ojos ciegos pueden arder como estrellas fugaces y ser felices,
rage, rage against the dying of the light. rabia, rabia contra la agonía de la luz.

And you, my father, there on the sad height, Y tú, padre mío, allí, en las tristes alturas
curse, bless, me now with your fierce tears, I pray. maldíceme, bendíceme, con tus intensas lágrimas, te ruego.
do not go gentle into that good night. No entres dócilmente en esa mansa noche.
rage, rage against the dying of the light. Rabia, rabia contra la agonía de la luz. 

(Traducción de SP, quien agradece efusivamente la asistencia y


revisión a la traductora e intérprete Natalia Bocassi)

62 63

También podría gustarte