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Lo político es de¿nido por Ranciére como “el encuentro de dos procesos heterogéneos”.

Estos
procesos son: el gobierno, la organización de los hombres en comunidad y la distribución
jerárquica de posiciones y funciones -que el autor denomina como “policía” - y por otro lado,
el proceso de la igualdad o emancipación.

La referencia al orden social, a su producción y reproducción está sintetizada en el concepto de


“policía”. lo político es el escenario donde se encuentran esos procesos heterogéneos.

“La política aparece cuando el orden de la dominación es interrumpido. Los “excluidos” e


“invisibles” hacen público “la parte de los sin parte” en el corazón de ese orden policial. Es esta
revelación la que subvierte el orden y nos ubica ante la política, bajo el argumento o

principio de igualdad: somos todos iguales. Hasta que esos excluidos no hacen público ese
argumento no representa una amenaza para el orden. “ La política aparece cuando el orden de
la dominación es interrumpido. Los “excluidos” e “invisibles” hacen público “la parte de

los sin parte” en el corazón de ese orden policial. Es esta revelación la que subvierte el orden y
nos ubica ante la política, bajo el argumento o principio de igualdad: somos todos iguales.
Hasta que esos excluidos no hacen público ese argumento no representa una amenaza para el
orden.

Una aproximación a lo politico y la poltica desde la perspectiva de Ernesto Laclau y acues


Ranciere. Aquella visibilidad marca el inicio de la política y el surgimiento de lo que Ranciére
denomina como “desacuerdo”. La política es el resultado de la puesta en escena de este
desacuerdo o conÀicto entre aquellos a los que les era negada la palabra pero la usurpan para
demostrar esa exclusión. Ranciére recurre a la noción de desacuerdo como el encuentro de
dos lógicas incompatibles que entran en conÀicto. El desacuerdo es una situación, un proceso
de argumentación, en la que está en pugna la signi¿cación y que no se reduce al acto del habla
sino a todo tipo de acto público. Lo que Laclau sintetiza en la dislocación, Ranciére en el
descuerdo: es límite y posibilidad al mismo tiempo. Sostiene Ranciére: “Hay política porque
quienes no tienen derecho a ser contados como seres parlantes se hacen contar entre estos e
instituyen una comunidad por el hecho de poner en común la distorsión, que no es otra cosa
que el enfrentamiento mismo”.

Asimismo, al igual que Laclau, la política tiene un carácter ubicuo, puede aparecer en cualquier
rincón de lo social y los sujetos políticos son “desclasi¿cados”. El surgimiento de los sujetos
políticos requiere una identidad negativa junto con la fundación de un sujeto a partir de un
daño (un sujeto negado u olvidado por la comunidad) que sostiene un argumento de igualdad.
“No ha política simplemente porque los pobres so opongan a los ricos. Antes bien hay que
decir sin duda que es la política –esto es, la interrupción de los meros efectos de la dominación
de los ricos- la que hace existir a los pobres como entidad”. Es importante señalar que para
Ranciére la igualdad es el único universal de la política y en este sentido, la política sólo
comprende a las luchas democráticas-populares que giran en torno a la igualdad y la búsqueda
de la emancipación. Esto puede ser considerado una limitación de su análisis. Este autor
denti¿ca lo político con las prácticas emancipadoras y reduce la política a un tipo especí¿co de
luchas que son aquellas que se basan en el principio de la igualdad –que se podrían denominar
luchas “democrático-populares”-.
Para que una cosa sea política, es preciso que dé lugar al encuentro de la lógica policial y la
lógica igualitaria, el cual nunca está preconstituido.40

procesos sociales como una forma de articulación hegemónica

Ranciere en su texto ““La distorsión”, en El desacuerdo. Política y filosofía” explica que la


“distribución simbólica de los cuerpos se divide en dos categorías: aquellos a quienes se ve y
aquellos a quienes no se ve, quienes tienen logos y aquellos de quienes no hay un logos,
quienes hablan verdaderamente y aquellos cuya voz, para expresar placer y pena, solo imita la
voz articulada” (Ranciere, 2007). En relación a nuestro objeto de estudio, se hace presente
esta metáfora de animales fónicos y lógicos en donde ubica a las personas marronas, pobres, a
quienes viven en villas, en una posición inferior al resto de los individuos de una sociedad.
Debido a que Argentina quiere mostrarse como una república blanca, muchas de las personas
que integran el pueblo argentino, quedan excluidas y bajo la mirada racista que predomina en
la comunidad, que se cree que no existe.

En el texto, Menino Agripa reflexiona acerca de la relación de los patricios y los plebeyos en
tanto estos últimos no hablan, y no hablan porque son seres sin nombre, privado de logos, es
decir, no tienen inscripción simbólica en la ciudad. Esto mismo sucede con nuestra hipótesis
acerca de que los medios de comunicación, de no ficción, quienes hacen a un lado a las
personas marronas a la hora de comunicar noticias ya que se los nombra como una otredad
indiferente. Siguiendo con el ejemplo de Menino acerca de los plebeyos, no hay una situación
de intercambio lingüístico que pueda constituirse y tampoco reglas ni códigos para la discusión
entre el lenguaje de quienes tienen un nombre y el mugido de los seres sin nombre. Frente a
esto, los plebeyos “instituyen otro orden, otra división de lo sensible al constituirse no como
guerreros iguales a otros guerreros sino como seres parlantes que comparten las mismas
propiedades que aquellos que se las niegan”. Como sabemos, los pueblos originarios, por
ejemplo, buscan no pertenecer al sistema capitalista y se alejan de éste creando el suyo
propio, tienen las mismas necesidades que el resto de la población, pero bajo su propia lógica
de vida, oponiéndose al orden instituido. Se presenta a las personas marronas, a los pobres y
los que habitan las villas, como estos seres sin voz ni nombre, marcando diferencias y
catalogándolos como una otredad.

Por otra parte, Reanciere hace la distinción entre el concepto de política y policía. El autor
afirma que la política es “en primer lugar el conflicto acerca de la existencia de un escenario
común, la existencia y la calidad de quienes están presentes en él. Las partes no preexisten al
conflicto que nombran y en el cual se hacen contar como partes. No hay política porque
quienes no tienen derecho a ser contados como seres parlantes, se hacen contar entre éstos e
instituyen una comunidad por el hecho de poner en común la distorsión, que no es otra cosa
que el enfrentamiento mismo, la contradicción de dos mundos alojados en uno solo; el mundo
en que son y aquel en que no son, el mundo donde hay algo entre ellos y quienes no los
conocen como seres parlantes y contabilizables y el mundo donde no hay nada” (Ranciere,
2007). Como vemos en las imágenes detalladas en el anexo, la presencia de personas de color,
alejadas del estereotipo europeo, no forman parte de la television de no ficción; las ubica en la
posición de esas no personas, sin nombre ni voz, a quienes quedan excluidos bajo la mirada
social racista argentina.
La actividad política, que se explica en el texto, es la que desplaza a un cuerpo del lugar que le
estaba asignado o cambia el destino de un lugar: hace ver lo que no tenía razón para ser visto.
En la imagen 4, podemos ver cómo el presentador del programa toma una de las formas de
aparición de los mapuches para resguardar su identidad, como algo negativo y perjudicial para
la comunidad. Explica, según muestran los medios tradicionales de comunicación, cómo la
vestimenta que utilizan los pueblos originarios argentinos, pueden, según su opinión, causar
temor en la sociedad. Jones Huala corrige esta apreciación del conductor y le explica que no
tiene tal efecto en la comunidad, más bien todo lo contrario.

La distorsión, el desacuerdo, es el modo de subjetivación en el cual la verificación de la


igualdad asume la figura política. Para que una cosa sea política, es preciso que dé lugar al
encuentro de la lógica policial y la lógica igualitaria, el cual nunca esta pre construido. El único
principio de la política, la igualdad, no le es propio, sino que inscribe la verificación de la
igualdad en un conflicto, de una comunidad, que solo existe por la división, por la desigualdad;
la cual sólo es posible por la igualdad. Hay política cuando la lógica natural de dominación es
atravesada por el efecto de esa igualdad.

Es por lo anterior mencionado que queda demostrado cómo los medios de comunicación, de
no ficción, tergiversan las realidades sociales, que varían en todo ámbito y contexto,
perjudicando a esa “otredad” sin nombre ni voz, que no puede defenderse sino en el
descuerdo entre quienes se ven y quiénes no.

Donde trata de trasladar la apropiación del pueblo en tanto a una posición

Conceptualiza a la política como el encuentro entre 2 procesos heterogéneos. Estos procesos


son: el gobierno, la organización de los hombres en comunidad y la distribución jerárquica de
posiciones y funciones -que el autor denomina como “policía” - y por otro lado, el proceso de
la igualdad o emancipación.

Política en cambio es una actividad antagónica a la primera, la política rompe la


configuración sensible donde se definen las partes. La actividad política es la que hace ver
lo que no tenía razón para ser visto. Hace escuchar discurso donde sólo había ruido.

En este sentido, la policía aparece como refuerzo de identidades y asociaciones de ciertos


nombres a determinados cuerpos; es la operación que rompe con el régimen sensible
instituido, que hace ver a quienes no han sido vistos, permitiendo la reconfiguración de las
partes de la comunidad.

Hay política cuando hay un lugar para el encuentro de dos procesos heterogéneos, el
primero es el proceso policial. El segundo es el proceso de la igualdad. Hay política cuando
se produce un choque entre la lógica policial que establece lo visible y lo decible, y la lógica
de la igualdad.
El autor afirma que en la propia definicion de politica se produce una distorsion, un
desacuerdo de la política misma, de la racionalidad del desacuerdo. Aquello que marca el
destino político del hombre es la posesión del logos, la palabra que manifiesta lo útil y lo
nocivo, en consecuencia lo justo y lo injusto. La diferencia entre hombres y animales es la
diferencia entre dos maneras de tener parte en lo sensible: placer y sufrimiento. la función
del logos, su función es justamente manifestar una configuración de lo sensible
compartida.

la distorsión, entendida como producto de un daño, como una cuenta errónea que es
constitutiva de la política misma. La política no es asunto de vínculos entre los individuos y
sus relaciones con la comunidad, es la cuenta de las partes de la comunidad, la que
siempre es una cuenta errónea.

El pueblo, la masa son propiedad, se identifica con la comunidad en nombre del daño que
no dejan de hacerle las otras partes. Es a través de la existencia de la parte de los sin parte
que la comunidad existe como comunidad política, es decir, dividida por un litigio
fundamental que refiere a la cuenta de las partes de la comunidad. El pueblo no es una
clase entre otras, es la clase de la distorsión, no hay política sino por la distorsión, la
interrupción, producto de un daño, que detiene la corriente: “La política existe cuando el
orden natural de la dominación es interrumpido por la institución de una parte de los que
no tienen parte“

En síntesis, hay política porque el orden natural es interrumpido por una libertad que
viene a actualizar la igualdad última sobre la que descansa el orden social. Hay orden en la
sociedad pq unos mandan y otros obedecer, pero para obedecer hay q comprender la
orden y comprender q se debe obedecer, para eso, es necesario se igual a quien nos
manda. Esa igualdad carcome todo orden naturalEn la política siempre hay una doble
distorsión. Hay política porque el logos nunca es solamente la palabra, siempre es también
la cuenta en que se tiene esa palabra : la cuenta por la cual una emisión sonora es
entendida como palabra y no como ruido. El litigio que funda la escena política da cuenta
de ese doble sentido del logos: 1-reconocimiento de un nuevo sujeto que tiene palabra 2-
inscripción simbólica en la comunidad.

No hay política porque los hombres ponen en común sus intereses gracias a la palabra.
Hay política pq quienes no son contados como seres parlantes se hacen contar e
instituyen una comunidad por el hecho de poner en común la distorsión

Sin embargo, debemos reconocer el contexto universal en el que se desarrolla esta lucha por la
visibilidad de los cuerpos (los visibles y los antes no visibles) y cuestionar el proceso.

EHace ver una parte que no era de ese régimen sensible(ley medios). Según Ranciere, en la
definición misma de política, hay una distorsión.

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