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Argumentación jurídica

La argumentación jurídica es un proceso cognitivo especializado (teórico o practico) que se


realiza mediante concatenación de inferencias jurídicas consistentes, coherentes, exhaustivas,
teleológicas, fundadas en la razón suficiente, y con conocimiento idóneo sobre el caso objeto
de la argumentación. La argumentación jurídica se concretiza relacionando premisas, a la luz
vinculante de los principios y demás cánones lógicos pertinentes, para obtener secuencial y
correctamente, conclusiones que, según el caso, afirme o nieguen la subsunción del hecho en
la hipótesis jurídica o afirmen o nieguen la validez o invalidez o la vigencia formal o real de la
norma jurídica dada o afirmen o nieguen la pertinencia o impertinencia, o la aplicabilidad o
inaplicabilidad o la compatibilidad incompatibilidad de la norma jurídica al caso concreto.
Cuando la argumentación jurídica este referida al aspecto – fáctico vinculado a la norma
jurídica positivizada, (por ejemplo: a su fuente real o material) ella se orientara a demostrar o
refutar la verdad o probabilidad o la falsedad o el error sobre el caso. Entonces se necesitara
como apoyo el empleo de de una o mas inferencias enunciativas para alcanzar a verdad
concreta o la probabilidad o falsedad de problema.
La argumentación jurídica consiste en esgrimir una serie concatenada de razonamientos
expuestos a persuadir al destinatario sobre la validez de una tesis que por lo general no está
demostrada. Es una serie concatenada de inferencias.
Con el empleo del concepto, la concatenación que debe existir inexcusablemente una
conexión interna entre las inferencias; de modo que, la argumentación jurídica sea siempre
una unidad sistémica (coherente), una totalidad constituida por una conexión racional de sus
componentes. La aplicación consciente de los principios de la no contradicción formal y de
coherencia tendrá como resultado la correcta concatenación de inferencias.
Excepcionalmente, la argumentación jurídica puede concretarse mediante una sola inferencia,
es decir en un solo argumento.
La exigencia de la consistencia en la argumentación implica el deber de evitar
contradicciones entre las inferencias que se concatenan y se orientan hacia una determinada
conclusión.
Esta exigencia implica el deber de cada argumentante a tener en cuenta y respetar los
principios de no contradicción formal y de identidad durante la argumentación de cada tesis
que sostiene. Esta exigencia no impide la contraposición de argumentos como ocurre con el
discurso del refutante.
En la concatenación de argumentos o realidades dadas, se respetará la exigencia de la
consistencia y de la coherencia.
Se dice que es finalista porque toda argumentación esgrimida con rigor está en razón directa
de la representación antelada del resultado que persigue el argumentante, como es la de
demostrar la verdad o probabilidad o falsedad, etc. y persuadir al destinatario, para que la
tesis sea admitida por la fuerza de los argumentos del argumentante.
Cuando decimos que esta fundada en la razón suficiente, es porque, como afirma Leibniz:
"Nada ocurre sin una razón suficiente", es decir nada ocurre sin que sea posible para un ser
que conozca las cosas suficientemente el dar una razón de ello, mostrando porqué las cosas
son así y no de otra manera. Razón en virtud del cual juzgamos que ningún hecho puede
considerarse verdadero o existente y ningún juicio veraz si n hay razón suficiente por el cual
deba ser así y no del otro modo"[3]. Dicho de otro modo, nada ocurre sin una razón de
demostrar.
Cada conclusión inferida debe indicar el fundamento del por qué es "así" o no es "así" el
significado que contiene.
La argumentación es un comunicación razonada por eso, una argumentación sea jurídica o
no, solo se concreta en una relación diádica. Es de naturaleza transitiva. Se diferencia de la
reflexión porque ésta comienza, se desarrolla y concluye en la mente del mismo sujeto
cognoscente. En la argumentación (sea jurídica o no) el conocimiento, la voluntad, el
sentimiento se proyectan a otro u otros en el afán de lograr que la tesis sea admitida.
La tesis de la argumentación es la idea nuclear a defender, sostener o refutar. Es el punto de
partida de la actividad cognitiva argumentativa. En alguna ocasión esa tesis quizá tenga la
calidad de una hipótesis; en otros casos, la tesis tiene la calidad de una afirmación o negación
categórica. El contenido de la tesis o bien es de índole netamente jurídica o bien de índole
fáctica pero regulada por la norma jurídica o que debe ser regulada. Jurídicamente, esa
realidad fáctica, esa realidad fáctica está prevista en la hipótesis jurídica o como elemento
fáctico de la consecuencia jurídica. La tesis debe ser formulada con claridad.
Es inexcusable el deber de usar adecuadamente el lenguajedurante la argumentación. Solo
y solamente e empleo correcto del lenguaje permitirá al argumentante expresar, transmitir el
sentido auténtico de lo que sostiene; además, la argumentación jurídica exige el empleo
riguroso del lenguaje técnico-jurídico pertinente a cada caso.
Elementos:

Es necesaria la coherencia entre las premisas y la conclusión.


La conclusión final de toda argumentación debe tener una conexión inescindible con las
premisas argüidas.
En casos de argumentación compleja la conclusión final es la resultante de las conclusiones
parciales (intermedias) inherentes a cada uno de los múltiples y relevantes aspectos del
problema.[4]
La conclusión debe reflejar con todo rigor y nitidez la calidad y cantidad del contenido de las
premisas; evitando, de ese modo, incurrir, por ejemplo, en la falacia, excepto el caso de una
argumentación jurídica por inducción incompleta en la que la conclusión tendrá una extensión
mayor que lo abordado en las premisas y, además ella será de grado probable, supuesto que
puede ocurrir eventualmente, por ejemplo, durante el debate jurídico para la formulación de
una norma positiva.
Para que la conclusión esté exenta de invalidez, error, falsedad, es necesario que a
argumentación haya tenido lugar sin paralogismos ni falacias.
En principio, pueden distinguirse tres distintos campos de lo jurídico en que se efectúan
argumentaciones.
El primero de ellos es el de la producción o establecimiento de normas jurídicas. Aquí, a su
vez, podría diferenciarse entre las argumentaciones que se presentan en una fase pre
legislativa y las que se producen en la fase propiamente legislativa.
Las primeras se efectúan como consecuencia de la aparición de un problema cuya solución –
total o parcial- se piensa que puede ser la adopción de una medida legislativa. Ejemplo de ello
son las discusiones sobre la despenalización o no del aborto, de la eutanasia o del tráfico de
drogas, o sobre la regulación del llamado tráfico de influencia.
Otro tipo de argumentaciones surgen cuando un problema pasa a consideración del
Parlamento o de algún órgano de la Administración, lo que haya o no discutido previamente la
opinión pública. Mientras que en la fase prelegislativa puede considerarse que los argumentos
tiene, en general, un carácter más político y moral que jurídico, en la fase legislativa los
papeles se invierten, de manera que son las cuestiones de tipo técnico – jurídico las que
pasan a un primer plano.
En todo caso, las teorías de la argumentación jurídica de que disponemos no se ocupan
prácticamente de ninguno de estos contextos de argumentación.
Un segundo campo en que se efectúan argumentos jurídicos es el de la aplicación de normas
jurídicas a la resolución de casos, bien sea esta un actividad que llevan a cabo jueces en
sentido estricto, órganos administrativos en el mas amplio sentido de la expresión o simples
particulares. Aquí a su vez, cabria distinguir entre argumentacio0nes en relación con
problemas concernientes a los hechos, o bien al Derecho.[5]
Puede decirse que la teoría de la argumentación jurídica dominante se centra en las
cuestiones relativas a la interpretación del Derecho y que se plantean en los órganos
superiores de la administración de justicia.
Finalmente, el tercer ámbito en que tienen lugar los argumentos jurídicos es el de la
dogmática jurídica. La dogmática es, desde luego, una actividad compleja en la que cabe
distinguir esencialmente estas tres funciones:
1) suministrar criterios para la producción del Derecho en las diversas instancias en que ello
tienen lugar;
2) suministrar criterios para la aplicación del Derecho;
3) ordenar y sistematizar un sector del ordenamiento jurídico.
Las teorías usuales de la argumentación jurídica se ocupan también de las argumentaciones
que desarrolla la dogmática en cumplimiento de la segunda de estas funciones. Dichos
procesos de argumentación no son muy distintos de los que efectúan los órganos aplicadores,
puesto que de lo que se trata es de suministrar a esos órganos criterios – argumentos-
dirigidos a facilitarles – en sentido amplio- la toma de una decisión jurídica consistente en
aplicar una norma a un caso.
La diferencia que, no obstante, existe entre ambos procesos de argumentación podría
sintetizarse así: Mientras que los órganos aplicadores tienen que resolver casos concretos, el
dogmático del Derecho se ocupa de casos abstractos.
Por un lado, porque el practico necesita recurrir a criterios suministrados por la dogmática, al
menos cuando se enfrenta con casos difíciles, al tiempo que la dogmática se apoya también
en casos concretos. Por otro lado, porque en ocasiones los tribunales - o cierto tipo de
tribunales- tiene que resolver casos abstractos, esto es, sus decisiones pueden no consistir en
condenar a X a pagar una cierta cantidad de dinero o en absolver a Y de determinado delito,
sino también en declarar que determinada leyes institucional, que un reglamento es ilegal o
que cierta norma debe interpretarse en cierto sentido.
Por lo demás, algunos tribunales, al decidir en caso concreto, crean jurisprudencia, lo que
significa que la regla en que basan su decisión y que viene expresada en la ratio decidiendo
del fallo tiene un carácter general y abstracto y vale, en consecuencia, para los casos futuros.
Tras un detenido estudio del asunto, la preparación del informe constituye un ejercicio
de reflexión estratégica, ya que cuando encaramos esta fase debemos sopesar todo el
material estudiado con el fin de plantear la estrategia más acorde con nuestras
pretensiones. Ya sabemos cuáles son los hechos; incluso disponemos de una idea
aproximada de cómo se va a desarrollar la prueba; también sabemos las normas
jurídicas, doctrina y jurisprudencia aplicables al caso.

Con estos antecedentes, en el post de hoy vamos a examinar con detalle una opción
para la elaboración del informe oral en lo que atañe a la argumentación, o lo
que es lo mismo,  la fase en la que los abogados fundamentan las ideas centrales de
su discurso a través de un ordenado examen crítico de las pruebas y la aplicación de la
ley, doctrina y jurisprudencia, con el fin de sostener la validez de los hechos que se
hicieron durante la fase de la narración, todo ello con el fin de persuadir y convencer al
auditorio.
Dicho esto, hemos de comenzar afirmando que la elaboración del informe oral no
sigue unas reglas fijas, existiendo múltiples opciones, puesto que como afirma el
refrán «cada maestrillo tiene su librillo». Aquí es esencial el aprendizaje obtenido a
través de la práctica que nos da la experiencia. En esta materia, soy de la opinión de
que cada método será válido si con él el abogado se siente cómodo y
seguro para preparar la exposición. Por lo tanto, si bien podemos dar algunas
ideas a modo de consejo, su eficacia dependerá del provecho que pueda extraerle cada
uno.
La primera idea que hemos de transmitir reside en que la elaboración del informe va
de la mano del estudio del asunto, puesto que a través de esta fase, el abogado
puede ir obteniendo la información necesaria para la preparación del informe. Sólo a
través del conocimiento del asunto, podremos organizar correctamente las ideas,
puesto que de eso se trata, de sistematizar y organizar las ideas esenciales del
caso en cuestión.
La lectura de los documentos rectores y fundamentales del asunto es
indispensable para comenzar a elaborar el informe. Demanda y contestación; denuncia
o querella y declaraciones; demanda laboral, etc., constituyen documentos cuya
detenida lectura nos permitirá extraer sin dificultades los argumentos claves de
ambas partes. La obtención de tales argumentos se encontrará recogida de forma
expresa en dichos escritos o, en su caso, podremos intuirla gracias a esa habilidad que
disponemos los abogados para saber donde se encuentran los elementos esenciales del
debate. Una vez dispongamos de los mismos, deberán sistematizarse a través del
correspondiente esquema,cuya finalidad será ilustrarnos de forma rápida sobre los
argumentos que ambas partes sostienen.

Ya disponemos de los argumentos, pero somos conscientes de que estos se encuentran


formados o tienen su origen por hechos cuya prueba será esencial para la estimación
de los mismos. Nuevamente, espigaremos entre los escritos rectores y el resto de la
documental obrante (por ejemplo, declaraciones de imputados, testigos, etc.) y
relacionaremos los hechos vinculados de una u otra forma a los
argumentos (normalmente, disponemos de estos hechos al haberlos localizado
durante la elaboración de la narración del informe) Utilizando el mismo esquema,
enlazaremos los hechos con cada uno de los argumentos.

Normalmente, en esta fase es conveniente centrarse en los hechos que sustentan


argumentos propios y que constituyen el objeto principal de nuestro trabajo,
dejando para el final el trabajo asociado a los argumentos contrarios.
Ahora, una vez que disponemos de los argumentos y los hechos que los conforman, el
siguiente paso es determinar la valoración de la prueba que va a acreditar los
hechos y, finalmente, sustentar los argumentos. Esta fase es muy delicada, ya
que al no haberse celebrado el juicio oral, desconocemos el resultado de la prueba. No
obstante, podemos intuir el resultado de parte de la misma, especialmente la que
hemos propuesto, si bien, insisto, nos enfrentaremos a otra prueba cuyo resultado
desconocemos.
Con esta advertencia, trataremos de determinar que prueba, adecuadamente
valorada, podrá evidenciar cada uno de los hechos y/o sustentar cada
argumento. Las valoraciones dudosas o probables también pueden incluirse, si bien
deberemos ser cautelosos sobre su eficacia futura durante el procedimiento.
Nuevamente, siguiendo el esquema anterior, asociaremos cada prueba a los hechos y
argumentos.

Para completar el esquema, y en relación con la parte adversa, podemos realizar el


mismo proceso argumentos/hechos/prueba.

Una vez concluido el esquema, disponiendo de todos y cada uno de los elementos
necesarios para defender el caso y exponerlo oralmente, es cuestión de elaborar el
informe oral por escrito, siguiendo las reglas de división del informe que hemos
examinado en nuestro post 
Concluir recordando que esto no es más que una opción, y que el proceso que se siga
dependerá del estilo y experiencia de cada abogado. No obstante, en ocasiones, poner
por escrito la estructura de nuestra forma de trabajar puede ayudarnos a tener una
visión más completa y eficaz de nuestro trabajo. Espero que pueda serviros de ayuda.

En el sistema jurídico existen diversas formas para darle un significado a un


enunciado jurídico, los siguientes son algunos ejemplos de estos tipos de
argumentos:

Por analogía:
Con este argumento se colman lagunas
normativas, es decir, cuando existe un hecho que no esté contemplado en una
norma jurídica. Para esto, debe existir un hecho contemplado en una norma
jurídica y otro hecho, que no se encuentre regulado. La analogía quedaría de la
siguiente forma:

Supongamos que existe una norma jurídica “a” que regule la conducta “x” y que
existe una conducta “y” la cual no está prevista en el sistema jurídico. Si la
conducta “x” y la conducta “y” tienen una cantidad de elementos que componen
la conducta que permita considerar que son similares, es posible aplicar la norma
“a” a la conducta “y”.

Argumento analógico a fortiori

Este argumento se divide en dos: A maiori ad minus y a minori ad maius.

Estos argumentos se traducen de la siguiente manera: permitido o dado lo más,


con mayor razón se permite o se da lo menos (a maiori ad minus) y prohibido lo
menos, con mayor razón se prohíbe o niega lo más. (a minori ad maius)[1]

Argumento teleológico

Este argumento señala que los enunciados jurídicos deben ser interpretados
conforme a la finalidad por la cual fue creada. Por ejemplo, dentro de las normas
jurídicas en materia de comercio exterior, permitir el libre tránsito de mercancías,
no sería lógico interpretar una de estas normas jurídicas de tal manera que
restringa las exportaciones, a menos que el mismo sistema permita detener el
tránsito de mercancías, como el artículo XX del Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio.

Argumento de Autoridad

Este argumento permite justificar la atribución de un significado a una


disposición sugerido por alguien y por ese sólo hecho.[2]
Uno de los tipos de
este argumento es la aplicación de una tesis a otro supuesto por identidad de
razón. Un ejemplo es cuando el Órgano de Apelación de la Organización
Mundial del Comercio realiza sus informes cuando le presentan una controversia.
Generalmente el Órgano de Apelación, con el fin de interpretar las disposiciones
del Acuerdo sobre Aranceles Aduaneros y Comercio cita los informes que ha
realizado el mismo Órgano de Apelación.

Argumento psicológico

El argumento psicológico es aquel que justifica la atribución a una disposición


normativa del significado que corresponda con la voluntad del legislador que
creó dicha norma jurídica.[3]

Argumento a contrario

Este argumento se basa en la presunción de que si el legislador ha regulado


expresamente una hipótesis, entonces esa regulación se refiere a esa hipótesis y
solo a ella, rechazándose su aplicación a cualquier otro caso distinto al
expresamente contemplado por el legislador.[4]

Este caso sería el siguiente:

Supongamos que existe una norma jurídica “a” que regule la conducta “x” y que
existe una conducta “y” la cual no está prevista en el sistema jurídico. Aun
cuando las conductas “x” y “y” presentes características que se permita demostrar
la similitud entre las conductas, la norma jurídica sólo será aplicable a “x” porque
es esa conducta la que se encuentra establecida en la norma jurídica y no otra, de
querer ser aplicada la norma jurídica a la conducta “y” la misma norma debería
contemplar ese supuesto.

Argumento a coherentia

Es aquél utilizado para demostrar la compatibilidad de una norma jurídica con el


resto de normas que integran un sistema normativo. Por ejemplo, las
disposiciones de la Organización Mundial del Comercio señalan formas para
liberalizar el comercio, en caso de existir un enunciado ambiguo, la
interpretación de este debe ser compatible con todo el sistema de normas
jurídicas, así, no sería posible interpretar un enunciado, salvo excepciones, que
sea incompatible con el libre tránsito de mercancías.

Argumento a rúbrica

En este tipo de argumento se le da un significado a un enunciado jurídico


utilizando el título de un grupo de artículos.

Argumento sedes materiae

Es aquel argumento que,


para dar significado a un enunciado jurídico, se utiliza el contexto normativo
donde se ubica el término. Es decir, para interpretar un enunciado jurídico, se
debe tomar en cuenta los párrafos que se encuentran en el mismo artículo en el
que se encuentra el enunciado jurídico al cual se le desea dar un significado, entre
otros elementos.

Estos tres últimos argumentos, a saber a coherentia, a rúbrica y sedes


materiae utilizan el contexto de la norma.

Argumento histórico
El argumento histórico sirve para atribuir un significado a un enunciado jurídico
que sea acorde con la forma en que los distintos legisladores a lo largo de la
historia han regulado la institución jurídica que el enunciado actual preserva.[5]

Argumento por el absurdo

Este argumento permite justificar el rechazo el significado de un enunciado


jurídico por las consecuencias absurdas a las que conduce.

El ejemplo sería un contrato de compraventa de un bien inmueble. Supongamos


que las partes al crear su contrato señalaron que la casa se vendería en 2
“melones”. La palabra “melones” es una palabra coloquial para hacer referencia a
la palabra “millones. Si se opta por un sentido literal, el contrato de
“compraventa”[6] sería un intercambio de un bien inmueble por dos piezas de
fruta, que serían los melones. Es claro que no se puede interpretar el contrato en
un sentido literal, argumentando que sería absurdo el intercambio de una bien
inmueble por las dos piezas de fruta.

En un sistema jurídico siempre se presentarán lagunas normativas, ya que no es


posible que el legislador, al momento de crear la norma jurídica, contemple toda
posible circunstancia de hecho que se pueda presentar. Es por eso que es tarea de
los operadores jurídicos utilizar diversos tipos de razonamientos lógicos con la
finalidad de colmar dichas lagunas normativas de la manera más idónea posible.

El debate
El debate es un acto de comunicación y exposición de ideas diferentes sobre un
mismo tema entre dos o más personas. El que sea más completo a medida que
los argumentos expuestos vayan aumentando en cantidad y en solidez de sus
motivos; al final de todos los argumentos expuestos por cada una de las personas,
el intermediario deberá llegar a un acuerdo fijo.
Según su espontaneidad, el debate se clasifica en aquellos formales, los que
tienen un formato preestablecido, así como el tema específico a discutir, y que
cuentan con un moderador; y aquellos informales que no son previamente
acordados, donde no existe un moderador directo, y prima la libertad de
argumentación.

Existen diversos tipos de debates, entre los que destacan el Lincoln-Douglas, el Karl


Popper, el australiano, el político, el instructivo, el público, el formal, el informal, entre
otros.

El debate es una forma de comunicación en la que se discute en torno a un tema.


Involucra desacuerdo, ya que cada una de las partes que participan en el debate tiene
un punto de vista u opinión que debe defender.

Al debatir, se sigue un orden estricto: cada participante o grupo tiene el derecho a la


palabra en un momento dado y su intervención debe ser respetada por los demás
participantes.

Para velar por la organización de las intervenciones, existe la figura del moderador,
que es un individuo que no participa en la discusión sino que la guía.

Debido a que el debate tiene como objeto la presentación y defensa de las ideas de
un individuo o grupo, estos se han transformado en métodos de campaña política.

Actualmente, cuando se acercan las elecciones presidenciales, los candidatos suelen


sostener un debate para dar a conocer su plan de acción y convencer a los electores
de que su política es superior a la de sus contrincantes.
Tipos de debate de acuerdo con el formato
De acuerdo con el formato que siguen, existen diversos tipos de debates. Entre los
que destacan los siguientes.

Karl Popper

El debate Karl Popper, nombrado en honor al filósofo, es el formato de debate más


común. Se basa en una discusión clásica entre dos puntos: uno afirmativo y uno
negativo.

Este debate requiere preparación previa puesto que al presentar los argumentos,
estos se deben sustentar con estadísticas, citas, pruebas científicas, entre otros.

El formato Karl Popper consta de dos partes básicas: una ronda de discursos y una
ronda de preguntas, que pueden ser intercaladas de acuerdo con las necesidades del
debate.

Ejemplo

Debate Lincoln-Douglas

El debate Lincoln-Douglas es una de las formas más populares de debates, el cual


está inspirado en las discusiones que se dieron entre Abraham Lincoln y Stephen
Douglas en 1858.

En este debate, participan sólo dos personas que discuten en torno a temas de índole
social (valores, principios morales, entre otros).

Los oradores no requieren datos adicionales (estadísticas, cifras, entre otros) sino que
se valen de la lógica para presentar sus argumentos.

Este debate consta de siete etapas:

– Discurso del orador A

– Pregunta cruzada al orador A.

– Discurso del orador B.


– Pregunta cruzada al orador B.

– Contraargumento del orador A.

– Contraargumento del orador B.

– Cierre del debate por parte del orador A.

Ejemplo:

Final del Debate Lincoln-Douglas 2010

Debate australiano

El debate australiano se hace con dos equipos formados por tres personas, que
discuten sobre un tema llamado “proposición”.

La proposición se presenta en un formato afirmativo que se va a apoyar a o rebatir,


por ejemplo: “los gatos son mejores que los perros”.

Cada uno de los tres miembros del equipo reciben un nombre de acuerdo con el rol
que desempeñan. Los oradores son tres:

1. Primer orador: proponente (si está a favor de la proposición) u oponente (si está
en contra).
2. Segundo orador: de contraargumento.
3. Tercer orador: capitán o consejero.

Estos oradores intervienen intercalándose: uno a favor de la afirmación, uno en


contra. Así sucesivamente hasta que hayan intervenido todos.

Ejemplo:

Debate con el formato australiano sobre la pena de muerte.


Debate europeo

El debate al estilo europeo se lleva a cabo con cuatro o más grupos grupos y cada
uno de estos grupos representa una nación.

La temática a discutir es un problema que afecte a estas cuatro naciones, por


ejemplo: la implementación de formas de energía alternativa, la inmigración, la
defensa de la nación, entre otros.

Este debate presenta dos rondas. En la primera ronda, un orador de cada grupo
presenta cómo la problemática influye en su nación; en esta fase, los voceros no
pueden ser interrumpidos por los demás participantes.

Sin embargo, en la segunda ronda, los miembros de las otras “naciones” pueden
efectuar preguntas a los voceros o realizar comentarios pertinentes sobre su
intervención.

Ejemplo:

Simulacro – Modelo Naciones Unidas

Tipos de debates según el entorno en el que se desarrollan


Político

El debate político se efectúa para tomar decisionesconcernientes al gobierno. Dos de


los debates políticos más resaltantes son el presidencial y el parlamentario.

Debate entre los candidatos a la presidencia

Este tipo de debates tiene un formato rígido, que evita que los candidatos se hagan
preguntas entre ellos.

Además la discusión no se centra en un tema en específico sino que se tratan


diversas problemáticas. La intervención de cada participante se reduce a unos pocos
minutos en cada ronda.
Desde 1976, en Estados Unidos se llevan a cabo debates entre los candidatos a la
presidencia. Estos debates son otra manera de hacer campaña política y difundir las
ideas de los candidatos. Estos también se llevan a cabo en otras naciones.

Ejemplo:

Debate presidencial en las Primarias 2017, Chile.

Debate parlamentario

Este tipo de debate es aquel que se lleva a cabo en los Parlamentos (como en el
Parlamento Británico o el Parlamento Canadiense). En estos debates se discuten
asuntos que conciernen al gobierno del país.

El debate parlamentario se efectúa entre dos grupos: el gobierno y la oposición.


Pueden existir miembros del parlamento que sean neutrales, pero estos suelen formar
coaliciones con uno de los dos grupos principales para ganar influencia.

Debate parlamentario
 

Discusión que se suscita entre los legisladores, de manera ordenada, en el seno de


las cámaras o de sus órganos cuando fundamentan sus puntos de vista sobre los
asuntos legislativos que se abordan en las Cámaras. 

El Reglamento de la Cámara de Senadores señala que los debates en el Pleno


inician con la presentación de dictámenes, proposiciones, mociones, informes,
temas de agenda política o demás asuntos que se someten a la deliberación y, en
su caso, a votación. No son objeto de debate los asuntos meramente informativos,
ni los que se turnan a comisiones, salvo que por acuerdo del Pleno se les dispense
de dicho trámite por considerarse de urgente resolución. 

El Reglamento de la Cámara de Diputados establece que en la discusión en lo


general de los dictámenes con proyecto de ley o de decreto, en el Pleno, un
integrante de cada Grupo, en orden creciente, de acuerdo a su representatividad
en la Cámara, y un diputado o diputada independiente propuesto entre ellos,
podrán disponer de hasta cinco minutos para exponer su postura. Posteriormente,
el Presidente formulará una lista de oradores integrada por cinco diputados a favor
y cinco en contra que hablarán alternadamente hasta por cinco minutos.

Instructivo

Este es el tipo de debates que se lleva a cabo en instituciones educativas, con el


objeto de evaluar el desempeño de los estudiantes. Los formatos más utilizados en
las escuelas son el Lincoln-Douglas y el Karl Popper.

Ejemplo:

Tipos de debate de acuerdo con la preparación de los participantes


Impromptu

Debate improvisado. Se da a conocer el tema a discutir minutos antes de comienza el


debate. A lo sumo, los participantes tiene 10 o 15 minutos para prepararse.

Formal

El tema del debate se anuncia con antelación de modo que los participantes puedan
prepararse e investigar a profundidad la temática a tratar.

5. La redacción de Argumentos jurídicos

La argumentación:

Argumentar es defender una idea oportando razones que justifican nuestro punto de vista.
El propósito de la argumentación es convencer a los demás a través, de medios
racionales.

La capacidad para argumentar correctamente va relacionada con la capacidad de influir


en las demás personas probando o demostrando una idea (o tesis), refutando o
bien persuadiendo o disuadiendo  al receptor sobre determinados comportamientos,
hechos o ideas.
Elementos de la argumentación:

 El objeto: es el tema sobre el cual se argumenta.


 Tesis: postura que el argumentador tiene respecto al tema.
 Argumentos: razones en las que basamos nuestra postura . Deben estar directamente
relacionadas con el objeto de la argumentación y con la tesis que defienden.
Tipos de argumentación:

La argumentación positiva o prueba consiste en presentar argumentos que respalden nuestra


postura ante el tema objeto de la argumentación.
La argumentación negativa o refutación consiste en aportar argumentos que sirvan para
rechazar los argumentos contrarios a nuestra postura.

Clases de argumentos:

 Racionales: se basan en ideas y verdades aceptadas por la sociedad.


 De hecho: se basan en pruebas observables.


 De ejemplificación: aquellos que se basan en ejemplos concretos.
 De autoridad: están basados en la opinión de una persona reconocida.

Estructura del texto argumentativo:

 Introducción: 
Es la presentación  que da comienzo al discurso, presenta el tema e intenta captar la atención
del destinatario.
La Tesis:
Es la afirmación del tema materia de la argumentación que el autor manifiesta en su punto de
vista o idea principal.
Existen dos formas de platear una tesis:

- Tomar una posición frente al tema, es decir a favor o en contra.


  Ejemplo: asuntos polémicos.
- Calificar positiva o negativamente, de lo más intrascendente a lo más serio.
  Ejemplo:  la comida que disfrutamos, el nuevo jefe  de nuestro trabajo es eficiente,
desorganizado, 
Argumentación:

Son afirmaciones probatorias de la tesis de forma clara y convincente.

 Conclusión: es la parte final, resume lo expuesto y recoge la tesis y los argumentos


principales.
La lógica argumentativa:

Para que una argumentación sea correcta, los razonamientos deben estar sujetos a las leyes
de la lógica. Una mala argumentación se produce muchas veces como consecuencia de la
ignorancia del argumentador. Pero en ocasiones se recurre de forma consciente.

Errores en la argumentación:
 Los argumentos incorrectos se derivan de la mala utilización de la lógica argumental:
o Elevar lo particular a la categoría de general.
o Incurrir en círculos viciosos.
o Establecer falsas relaciones de causa-efecto.
 Los falsos argumentos son modos de persuasión ajenos a la lógica argumental:
o Apelar a los sentimientos del destinatario.
o Apelar a la importancia, al prestigio o a la autoridad del emiso
 CARACTERÍSTICAS DE LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA
 La argumentación tiene las siguientes características:
 
  
 Coherencia 
 , toda argumentación es coherente, esto es, se funda en laexistencia de pre
misas antecedentes, las cuales son capaces deprovocar una respuesta o re
solución no absurda, entendiéndose poresta, aquella que no vulnera regla o 
principio alguno de laargumentación, ni produce una conclusión contradictor
ia.
 
  
 Razonabilidad 
 , toda argumentación no solo debe ser capaz de produciruna conclusión, sin
o que es conclusión debe ser proporcional al fin quebuscan del mismo mod
o que es proporcional a los medios empleadospara demostrar las premisas 
que provocan la consecuencia.
 
  
 Suficiencia 
 , con la nota de suficiencia lo que se exige de unaargumentación es la perti
nencia en las premisas que fundamentan unatesis. Así, pues, una argument
ación debe poseer las premisas (ni más nimenos) capaces de producir la co
nsecuencia, ya no otras. En el casoque la argumentación considere premis
as no necesarias, estas seríanimpropias y podrían hacer confusa la argume
ntación.
 
  
 Claridad,
  toda tesis argumentativa debe ser clara. En esto no hace faltadecir demasi
ado, si un argumento necesita ser interpretado para quesea entendido, signi
fica que no es claro. La claridad radica,precisamente, en que un argumento 
no necesita ser interpretado.
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 Comunicabilidad 
 , la argumentación es un proceso de comunicación quese da entre dos o m
ás partes mediante el intercambio de ideas y puntosde vista, por lo tanto es 
una técnica para la comunicación.
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 Alteridad 
 , la argumentación pretende convencer o persuadir, no esposible realizar to
da la actividad sin no es pensando en función del otroa quien se pretende c
onvencer; es orientar una determinada conductaen el otro, es decir intentar 
generar un cambio en el comportamiento dela persona o personas a quien 
se dirige la argumentación para que seadhieran a las propuestas.
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  
 Procedimental 
 , porque es un proceso que está constituido por una serieunitaria de secuen
cias racionales y con ella se propone a otros a queingresen a un proceso ra
cional interactivo o puramente de dialogo. Esuna práctica sometida a reglas
, en la que los sujetos se comprometen arespetar ciertas pautas de comuni
cación por ejemplo: un debate.
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 Gramatical 
 , porque un sujeto cuando argumenta es a través dellenguaje, y sus reglas 
gramaticales como son sus elementos, su
estructura y significado, comunica su punto de vista para tratar deconocer el 
de los otros

[1] Cisneros Farías, Germán, Lógica Jurídica, México, Porrúa, 2010, p. 95.

[2] Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentación interpretativa en la


justicia electoral mexicana, México, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, 2006, [10 de Mayo de 2016] Disponible en
internet: http://www.te.gob.mx/documentación/publicaciones/Libros

Argumentación jurídica- willy ramirez chavarry y jorge herrero pons

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