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UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO.

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD.

Dermatología.
Dra. Teresa Cervantes Medrano

Resumen de Infecciones de
transmisión sexual, Sífilis.

Abigail Zuñiga Romero.


Sexto semestre de medicina.
Sección “C”

Gómez Palacio, Durango.


SÍFILIS
Enfermedad de transmisión sexual, infectocontagiosa, sistémica, causada por Treponema pallidum.
En su evolución aguda o crónica puede afectar prácticamente todo el organismo; predominan las
manifestaciones en piel, mucosas y anexos; se manifiesta por un chancro en el sitio de inoculación;
luego hay septicemia con lesiones secundarias.

Por lo general se adquiere por contacto heterosexual con prostitutas, o heterosexual u homosexual
con personas promiscuas; menos por transfusión sanguínea, y rara vez de manera accidental en el
laboratorio o por contacto no sexual (sífilis del inocente); llega a observarse por abuso sexual, sobre
todo en los niños. En la placenta la barrera de Langerhans del corion, que se empieza a atrofiar
durante la semana 16 de gestación, puede ser una protección eficaz contra T. pallidum.

Se cree que T. pallidum evita el reconocimiento por anticuerpos al cubrir su superficie con proteínas
del huésped; ello le confiere gran resistencia a la fagocitosis, y evita que se estimulen los linfocitos
T y B hasta que ha invadido tejidos como el SNC, donde es menos accesible a anticuerpos y así el
treponema prolifera, ocasiona una carga excesiva de antígenos y produce inmunosupresión
secundaria.

Después del contacto, los treponemas se multiplican localmente, y en un promedio de 21 días


originan el chancro o lesión primaria, que dura seis semanas; hay diseminación linfática y sanguínea,
y la enfermedad pasa a una etapa latente; dos a tres meses después aparece la expresión de esta
septicemia, el secundarismo, que dura varias semanas y se manifiesta por lesiones en piel y por
síntomas generales. Cuando aún persiste el chancro se habla de primosecundarismo; en estas
etapas la transmisibilidad es alta. A continuación hay otro periodo de latencia, y en algunos
enfermos sobreviene, antes de dos años, una recaída o secundarismo limitado. Después de
aproximadamente dos años de latencia, se inicia la fase tardía, que puede durar años o de por vida.
La sífilis se divide en temprana y tardía, con base en si las
manifestaciones ocurren antes o después de dos años de la
inoculación. Se subdivide en activa o sintomática y latente o
asintomática; temprana activa y temprana latente, tardía
activa y tardía latente.

El chancro o lesión primaria es una pápula única o múltiple de 0.5 a 2 cm, de base
indurada, indolora y que se erosiona con rapidez; a la semana, los ganglios
linfáticos regionales se agrandan, son duros, y móviles en los planos profundos.
Si no hay chancro se habla de sífilis decapitada. El chancro aparece en los
genitales externos, a menudo en el surco balanoprepucial o los labios mayores o
menores, pero puede aparecer en el ano o la boca.

Las pápulas tienen distribución simétrica, son de color rojo opaco, redondeadas o
aplanadas y están cubiertas de un fi no collarete de escamas; predominan en la
piel cabelluda, la frente, los surcos nasogenianos y nasolabiales, fosa
supramentoniana, caras internas de extremidades, y palmas, plantas y región
anogenital.

En la recaída hay escasas pápulas cubiertas de costras o escamas en los surcos


nasogenianos o nasolabiales, el cuello, la piel cabelluda o la región perianal.

En la sífilis tardía benigna hay nódulos o gomas en placas circulares o


arciformes que producen grandes zonas destructivas; se presentan en
cara, cuello o extremidades; si afectan el tabique óseo nasal producen
perforación, con nariz en silla de montar. En huesos puede haber
periostitis y zonas destructivas.

La sífilis prenatal (congénita) es la que el feto adquiere a través de la placenta, sobre todo después
de las 16 a 18 semanas de gestación. Antes del cuarto mes la lesión puede producir aborto, y
después, muerte fetal, prematuridad o manifestaciones de sífilis prenatal.

• Sífilis prenatal temprana, comprende del nacimiento a los dos años de edad, se subdivide
en sífilis sintomática y latente; esta última no genera manifestaciones clínicas, se acompaña
de seropositividad, y la prueba en líquido cefaloraquídeo (LCR) resulta negativa.
• Sífilis tardía, a partir de los dos años de edad, se subdivide en neurosífilis, oculopatía y en
otras formas de sífilis congénita tardía. Las cicatrices se llaman estigmas.
La manifestación más temprana de la sífilis prenatal es el “pénfigo sifilítico” que consta de
abundantes ampollas de contenido seroso o serohemorrágico, con distribución simétrica en las
palmas y plantas, y en ocasiones en otras partes del cuerpo. Se observan pápulas erosionadas y
condilomas perianales; hay fi suras y erosiones alrededor de la boca; en esta última se forman placas
mucosas; sobreviene hepatoesplenomegalia, y en las extremidades hay periostitis y osteocondritis
(seudoparálisis de Parrot). En la sífilis prenatal tardía se pueden encontrar queratitis intersticial que
lleva a la ceguera, perforación del velo del paladar y nariz en “catalejo o silla de montar”; son menos
frecuentes la sordera y las alteraciones neurológicas, así como la hidroartrosis bilateral o
articulaciones de Clutton.

Las guías para el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual de la OMS recomiendan para
la sífilis primaria y secundaria, o temprana latente: penicilina G benzatínica, 2.4 millones de unidades
internacionales (UI) por vía intramuscular (IM) en una sola dosis; debido al volumen, esta dosis
habitualmente se administra en dos inyecciones en sitios diferentes.

Bibliografía
Arenas, R. (2013). Dermatología Atlas, diagnóstico y trataiento. En Sífilis (págs. 279-289). México,
D.F.: McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C.V.

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