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HECHO HISTÓRICO: 10 VENDÉMIAIRE III

LUIS XVI HA SIDO EJECUTADO

El día de ayer Luis XVI ha sido guillotinado en la plaza de la


Revolución tras ser sentenciado a muerte por La Convención
Nacional.

Luis XVI (1754-1793) asumió el trono de Francia en 1774.

A finales de 1780 tuvo que enfrentarse a una crisis económica que generó
enfrentamientos en el gobierno, debilitando de tal forma su poder que
precipitó el estallido revolucionario de 1789.

En julio de 1789 comienza el proceso revolucionario en Francia.

En su primer etapa, el gobierno revolucionario liderado por determinados


sectores de la nobleza y la alta burguesía, elaboraron la Constitución de
1791, en donde se establece la monarquía limitada, que tendría el poder
Ejecutivo llevado por el rey y un Legislativo constituido por la Asamblea
Legislativa, elegida a través del sufragio censitario.

Al llegar el año 1792, el gobierno revolucionario pasaba por una grave


crisis. La nobleza y el clero refractario, liderados por para entonces el rey
su esposa, María Antonieta, se organizaban para hacer caer la revolución,
en alianza con las potencias europeas absolutistas, a quienes le pidieron la
invasión a Francia.

Una serie de hechos habían puesto de manifiesto la falta de apoyo del


monarca a la revolución y su complicidad con los contrarrevolucionarios:
en junio de 1791 se lo captura en un intento de huida por la frontera
francesa hacia Austria
El 22 Brumaire I, La Convención o Asamblea Nacional francesa acusó
formalmente de traición a Luis XVI.
Tras el motín producido el 17 Vendémiaire I y que derrocó la monarquía
para dar paso a un nuevo régimen: la República.

El 24 Pluviôse II, se abrió el proceso contra el rey en la Convención


Nacional.

Los girondinos, el grupo político moderado, querían evadir su condena de


muerte porque provocaría una guerra de todas las potencias europeas
contra Francia.

En su discurso del 23 Germinal II, Robespierre respondió avisando que un


llamamiento al pueblo para discutir el tema en las asambleas primarias
derivaría en una guerra civil.

Ambos trataban de convencer a la Llanura, la mayoría moderada de la


Asamblea, no alineada con ninguno de los dos bandos.

Tras ser acusado por traición, La Convención Nacional había sentenciado a


muerte a Luis XVI, el 12 Floréal II en una votación realizada a viva voz de
los 726 diputados presentes en la sesión definitiva 387 votaron la
ejecución inmediata y 290 se pronunciaron por otras penas, siendo minoría
los que votaron por exculparlo.

El 15 Fructidor II se llevaría a cabo la ejecución.

Luis XVI se despertó a las 5:00 horas

A las 7:00 horas confesó sus últimas voluntades a Edgeworth

Al salir de la prisión del Temple, donde la familia real llevaba encerrada


desde el mes de agosto de 1792, el rey se sentó en un carruaje de color
verde, aparcado en uno de los patios del edificio.

El carruaje abandonó la prisión alrededor de las 9:00 horas.


Realizó el trayecto hasta la plaza de la Revolución siguiendo una ruta
compuesta por aproximadamente 80.000 personas, contando hombres
armados, soldados de la Guardia Nacional y sans-culottes.

A las 10:00 horas, el carruaje llegó hasta la plaza y se internó en la zona en


donde había sido puesto el cadalso.

La Ejecución:

Después de que su cabello fuese cortado y el cuello de su camisa retirado,


el rey fue subido a la horca . Una vez allí, Luis XVI intentó articular un
discurso ante la multitud, el cual no pudo ser escuchado claramente debido
al retumbe de los tambores.
El monarca fue tumbado sobre la plancha de madera de la guillotina,
colocándole un cepo sobre el cuello para mantener fija la cabeza, tras lo
cual fue inmediatamente ejecutado.

¡Pueblo, muero inocente! Fueron las últimas afirmaciones del soberano


antes de que la guillotina acabara con su vida.

Ya decapitado, un miembro de la Guardia Nacional recogió la cabeza llena


de sangre y la mostró al pueblo paseándose por el cadalso.
Se oyó un grito que proclamaba ¡Viva la República!.
La mayoría de las personas presentes comenzaron a cantar La Marsellesa.

Otros, sin embargo empezaron a bailar alrededor del degolladero. También


los había quienes se empeñaban en recoger la sangre que se había filtrado
a través de las maderas del cadalso; algunos incluso la probaban.
La muerte del soberano es altamente probable que indigne a las
monarquías europeas e incluso a Roma. Está por ver si este hecho provoca
una leva a favor de una coalición europea revolucionaria.

El rey Luis XVI minutos antes de pasar por la guillotina.


Sanson, sujetando la cabeza cortada de Luis XVI.

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