Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Se trata de un bingo muy similar al tradicional, solo que en este caso los niños no
han de identificar números en los cartones sino emociones.
Objetivos de la actividad:
Materiales:
Desarrollo de la actividad:
En primer lugar, vamos a meter todas las fichas de emociones en una caja o
saquito de tela. Después, vamos a repartir los cartones de bingo entre los
jugadores.
Tras esto, podemos tapar con un recorte de cartulina la emoción “tristeza” si está
en nuestro cartón. Durante el juego podemos cantar línea cuando hagamos una
línea completa de nuestro cartón o cantar bingo cuando lo hayamos completado.
Juego de cartas con preguntas sobre las emociones para establecer vínculo
padres e hijos, terapeuta-cliente, psicólogos, educadores, trabajadores sociales..,
y quien quiera pasar un buen rato hablando de sentimientos.
Están introducidas las 4 emociones básicas: la tristeza, la alegría, la rabia y el
miedo, para que hagamos gestos y así diferenciemos las emociones.
¿Cómo se juega?
Se colocan las cartas hacia abajo de manera que se vean los colores, el niño elige
color, lee su pregunta y se desarrolla con ayuda de un adulto. Dirección agujas del
reloj le toca a la siguiente persona elegir la carta y así sucesivamente
También se puede elegir una carta cada noche antes de ir a dormir y tratar ese
tema.
La historia
Es por ello conviene que el padre invente una historia que logre concienciarlos con
respecto a la emoción de la rabia. La doctora Martín recomienda contar una
historia basada en el cuento popular “Vaya Rabieta” de Mireille d’Allancé. Este
cuento trata de un niño que, un día, pasó por malos momentos en su escuela y en
su hogar porque no conseguía lo que quería y las cosas le salían mal. Cuando el
niño finalmente rompió en una furia descontrolada, un monstruo gigante salió de
su cuerpo y destruyó todo lo que se hallaba alrededor. Al darse cuenta del
desastre que su monstruo estaba ocasionando, el niño intentó arreglar todo, con
mucha calma y paciencia, y al hacerlo, el monstruo se encogía poco a poco hasta
finalmente desaparecer.
Esta historia no solo motivará al niño a evitar el conflicto de rabia con otros niños,
sino que logrará que reaccione con paciencia ante situaciones de estrés, para
evitar la aparición del monstruo.
El dibujo
Lo que debes hacer como padre es indicarle a tu hijo que, cada vez que sienta
mucha ira, como el personaje de la historia anterior, tiene que hacer un dibujo
que exprese el enfado que sienta.
Dale al niño una hoja blanca y crayones de diferentes colores. Cuando haya
finalizado su dibujo, sin importar lo extraño que sea, indícale que debe dibujarle
ojos, manos y pies. Esto le permitirá visualizar a su propio monstruo de la ira.
La caja
La última parte del juego de La Caja de la Rabia está relacionada con el nombre
de la actividad.
El juego, apto para todos los públicos, familia, está orientado para aquellos niños
que les cuesta expresar lo que sienten, que tienen dificultades en mostrar los
sentimientos derivados de las situaciones cotidianas.
¿Cómo se juega?