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Caracas, 27 de Septiembre de 2016

Estudiante: Yeimmy C. Sánchez


Reflexión (Valor 5%).
Reflexionando sobre el capítulo 6 que se titula “Creatividad”, del profesor Pablo Ríos; he
comprendido, que el proceso creativo, se vincula directamente con mi creatividad y la
generación de ideas en torno a un problema a resolver. Seguidamente y de acuerdo con el
autor, el proceso creativo consta de tres fases:
Preparación: primera etapa del proceso creativo, en esta etapa se define el problema o reto
a lograr y se reúne la información acerca de la situación. En este momento es cuando surge
un problema que quiero resolver, para ello, reúno la información necesaria para encontrar
las posibles soluciones al mismo.
En este primer estadio, debo adentrarme en el problema, y recoger la mayor cantidad
posible de información al respecto. Pensar en el tema, sobre el que quiero producir, ideas
creativas y empaparme en él. Buscar y leer todo lo que pueda, vídeos o conferencias donde
se trate ese tema e informarme lo mejor posible.
Incubación: sería la segunda etapa, en ella se digieren los datos, se busca la solución de los
problemas. En esta etapa, y según el autor, surgió el famoso grito de Arquímedes “Eureka”,
lo cual constituye un ejemplo de gestación o descanso de las ideas.
No obstante, el paso de la preparación a la puesta en marcha o aplicación de la solución de
los problemas, no ocurre inmediatamente, las ideas y formas distintas de apreciar la
realidad tienen que dejarse en “gestación”. Lo cual no significa quedarse de brazos
cruzados; por el contrario, durante este período, debería recabar una buena cantidad de
información pertinente al tema, la cual debo acoger sin prejuicios.
Este período, tiene una duración variable, por lo que se requiere ser paciente y al mismo
tiempo perseverar hasta que llegue la luz para concretar las ideas en respuestas que se
estaban buscando. Hay que pensar, por ejemplo: en el tiempo que me tardo buscado las
respuestas de una prueba. A pesar de que trato de “sacudir mi mente”, no aparecen las
soluciones. Entonces, de repente, surge la luz, la respuesta llega a la mente.
Iluminación: sería la tercera etapa, aporta la solución a los problemas. Cuando encuentro
una respuesta para lograr mi objetivo, es cuando se presenta la iluminación, la idea que va a
permitir que encuentre la respuesta.
En ésta etapa, hay una gran satisfacción, pero el trabajo creativo aún no concluye, se
requiere de un esfuerzo adicional para llegar a la innovación, lo cual implica obtener
provecho de esa inspiración y convertirla en un producto o servicio útil, o en una forma
diferente de realizar las actividades o funciones. Sin embargo, ésta etapa, es la que menos
depende de mí, pues siendo un momento crucial del proceso creativo, aparecerá,
probablemente, cuando menos me lo espere.
Y, finalmente, la cuarta y última fase del proceso es la ejecución: ninguna persona puede
considerarse creativa si se limita a producir ideas fantásticas. La creatividad requiere
creación, en esta fase, debo llevar mi idea a la práctica, y lo más importante que debo tener
presente en este momento es la persistencia.
Aquí se permite comprobar que la idea presentada es la que va a solucionar el problema, en
caso de que no lo haga, el proceso vuelve iniciar. Aunque muchas veces la iluminación es
más rápida, porque el cerebro ya pensó el problema y seguramente permanece una segunda
o tercera alternativa para solucionar la problemática propuesta.
Normalmente, en esta etapa se participa del proceso creativo a otras personas en los
proyectos que se han venido trabajando, esta participación es esencial, porque incluso el
mejor de los inventos se podría frustrar o perder, al no obtener la retroalimentación de una
tercera persona que vea críticamente la propuesta innovadora.
Para ir concluyendo, puedo decir que, tengo una personalidad creativa en cierto grado, se
encuentra como un potencial mi personalidad, debo importante destacar, que la expresión
de la creatividad, no siempre ocurre de manera expedita, y con frecuencia hay obstáculos
no superados, a los cuales me referiré.
Estos serían, los llamados bloqueos o barreras, lo concreto es que todas ellos se interponen
para dificultar mi conducta creativa; dichos bloqueos, pueden frenar mi creatividad en
forma total o parcial, durante períodos de tiempo indefinidos, en ciertas situaciones, de
modo que una tarea propia de la estimulación de la creatividad consiste en identificarlos y
buscar fórmulas para disolver su presencia o atenuarla. Algunos tipos de bloqueos que
experimento frecuentemente, pueden ser:
1. Miedo al fracaso, que me lleva a retroceder y rechazar los riesgos, miedo a lo
desconocido, que me cierra el camino de nuevas experiencias.
2. Tendencia a la rutina, que termina asfixiando la posibilidad de descubrir
oportunidades.
3. Excesiva rigidez, que no me permite valorar y utilizar tanto la lógica como la
imaginación y la fantasía.
4. Falta de sentido crítico, que me predispone a la obediencia y al conformismo.
5. Ausencia de autoconocimiento, que entorpece el desarrollo de mi potencial.
6. Sobre exigencias hacia mí misma o hacia otros, que impide aceptar las etapas
caóticas y sin control características de la gestación creativa.
7. Obsesión perfeccionista, que dificulta el proceso de elaboración creativa y rechaza
las “ideas en proceso” aplicándoles estándares propios de las “ideas terminadas”.
Finalmente, considero que, todo proceso de creación pasa por aciertos, errores, momentos
buenos y momentos de crisis, de mi actitud y compromiso dependerá que consiga llevar mi
idea a la realidad.
Caracas, 29 de Septiembre de 2016
Estudiante: Yeimmy C. Sánchez
Reflexión (Valor 5%).
Analizando el capítulo 8 que se refiere a la “Producción Escrita”, que comúnmente
realizamos en el día a día, según el profesor Pablo Ríos, he podido comprender la
importancia de una metodología, para producir textos de calidad; e incluso he podido darme
cuenta de que debo promover la producción escrita creativa y original, entre mis alumnos, y
evitar a toda costa, la simple transcripción de la información.

Independientemente, del tipo de escrito que deba realizar, es fundamental que considere a
la escritura como un proceso, el cual tiene que pasar por una serie de fases antes de llegar a
un producto final. Las ideas iniciales, que yo pueda tener sobre un tema son válidas en la
primera fase del proceso de escritura, que es el llamado período de la Generación de ideas.

En esta etapa, se activan los conocimientos previos que yo pueda tener acerca del tema
(qué sé), es el momento para adueñarme de los conocimientos que no se posean aún (qué
necesito saber). Debo actualizar en mi memoria, la información y sistematizar la nueva
que deba consultar en las fuentes documentales.

Yo por lo general tiendo a elaborar los primeros esquemas, organizo un poco las ideas del
discurso; etc, durante esta etapa hay que dar respuestas a ciertas interrogantes como: ¿A
quién estará dirigido el texto?, ¿En qué calidad estoy escribiendo?: ¿A título personal?, ¿En
representación de alguien?, ¿A un grupo?, ¿Con qué propósito escribo?, etc.

Seguidamente, surge el proceso de Revisión, donde hay una reorganización de las ideas,
subordinadas las fases anteriores a la Crítica y/o confrontación de las ideas, se propone con
esta fase, ir sintetizando las ideas, que seguramente van a integrar tanto las ideas previas
como las nuevas, dando forma a la información en la configuración de mi pensamiento.

La fase de Revisión del texto, es esencial durante todo el proceso de expresión escrita. Una
buena forma de realizar la revisión, es que me sitúe como escritora en la posición del lector,
como si lo leyera por primera vez. La etapa de revisión incluye también la reflexión sobre
el proceso de producción textual.

En este sentido, podría afirmarse que, así como la relectura garantiza una comprensión del
texto más cabal, la reescritura y la revisión propician la escritura de un texto de mayor
calidad. Naturalmente, todo esto no es fácil y requiere tiempo: tiempo para pensar, tiempo
para hacer cambios, tiempo para pulir detalles; en definitiva, tiempo para trabajar las
palabras y el texto en su conjunto, antes de que el lector las lea. Y parte de este tiempo ha
de ser  tiempo de aprendizaje y enseñanza.

En este punto, la metacognición está abarcando todas las etapas, pues en todo momento
tenemos necesidad de corroborar si estamos haciendo bien las cosas o no. Durante las tres
etapas, debo estar preparada para afrontar problemas de tipo lexical o gramatical,
problemas de organización textual y problemas de tipo temático.

En todo caso, la idea es que yo pueda construir mis propias ideas, en ellas seguramente se
van a integrar mis conocimientos previos con el contenido del texto y, en general, con todas
las ideas posteriores que haya recibido, para llegar así a nuevas concepciones enriquecidas.

De esta manera, y de acuerdo con el autor alcanzaré un nivel más profundo de aprendizaje,
necesario para generar inferencias y para resolver problemas nuevos, todas las fases son
fundamentales, no se trata de un procedimiento lineal sino más bien circular donde las fases
de la escritura están relacionadas unas con otras.

Así, para finalizar, y teniendo en cuenta todo lo anterior, me convence la utilidad de una
metodología en etapas bien definidas, como el sistema más adecuado, en el presente
ignoraba muchos detalles, pero ahora después de realizar la lectura considero que tengo
nuevas herramientas para redactar mejor.

Considero que, para enfrentar los retos del acontecer actual, necesito seguir mi formación
como ser pensante, capaz de discernir, producir y plasmar por escrito mis propias ideas, una
buena didáctica de la escritura, tendría que suponer el establecimiento de mis objetivos
concretos, seguir una secuencia bien estructurada y organizada por etapas (es más, sería
interesante que estas etapas estuvieran reflejadas en un mural personal); siguiendo la
secuencia, podría ir obteniendo la autonomía y perfeccionamiento de mi escritura.

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