INTRODUCCIÓN

Aunque la ciencia tiene una larga historia de mejoramiento de la condición humana, en las últimas décadas, el

impacto de la ciencia ha influido cada vez más en los individuos y la sociedad. La historia de la ciencia y la

tecnología en México se extiende por muchos años. Las antiguas civilizaciones mexicanas desarrollaron las

matemáticas, la astronomía y el calendario, y resolvieron problemas tecnológicos de gestión del agua para la

agricultura y el control de inundaciones en el centro de México.

Tras la conquista española en 1521, la Nueva España (el México colonial) pasó a la esfera europea de la ciencia

y la tecnología. La Real y Pontificia Universidad de México, establecida en 1551, fue un centro de desarrollo

intelectual y religioso en el México colonial durante más de un siglo. Durante la Ilustración hispanoamericana

en México, la colonia hizo un progreso considerable en la ciencia, pero después de la guerra de independencia y

la inestabilidad política a principios del siglo XIX, el progreso se estancó.

A fines del siglo XIX bajo el régimen de Porfirio Díaz, se inició el proceso de industrialización en México.

Después de la Revolución Mexicana, una guerra civil de diez años, México logró un progreso significativo en

ciencia y tecnología. Durante el siglo XX, se establecieron en México nuevas universidades, como el Instituto

Politécnico Nacional, el Instituto Tecnológico de Monterrey e institutos de investigación, como los de la

Universidad Nacional Autónoma de México.

INFOGRAFÍA
 CONCLUSIONES

El avance científico no solo beneficia al individuo a un nivel micro, sino que también juega un papel

beneficioso en los asuntos mundiales. El prolífico alcance de la globalización contemporánea no habría sido

posible sin la tecnología y la ciencia. Este desarrollo apoya la conexión, la comunicación y el comercio. El auge

del mercado mundial es básicamente el resultado de este progreso. Más allá del aspecto comercial, la

globalización a través del avance tecnológico también fomenta la paz. No solo sirve para fortalecer las

relaciones comerciales y políticas, sino que une a las personas.

En conclusión, la ciencia y la tecnología no solo interactúan ampliamente con nuestra vida diaria, sino que

también influyen en los asuntos mundiales y las condiciones de salud. Es cierto que la ciencia y la tecnología

nos han hecho la vida más placentera gracias a todas las ventajas que nos ha proporcionado; ha simplificado,

acelerado, protegido y mejorado nuestras vidas. Si bien ya ha habido una gran influencia en nuestra vida diaria,

en la sociedad y en los asuntos mundiales, está claro que el impacto solo se intensifica a medida que pasa el

tiempo. Curiosamente, nos estamos volviendo más capaces y, al mismo tiempo, más dependientes de este

proceso.

Referencias

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