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Cómo enviar tu manuscrito a una editorial

Cuatro pasos claves:

1) Buscar editoriales afines

2) Redactar mail a la editorial

3) Carta de presentación.

4) Envío del manuscrito

1) Buscar editoriales afines:

Según el género y subgénero. Leer las bases de cada editorial. Ver si encaja con la línea
editorial y qué requisitos piden. Porque, sino queda eliminado y ni van a leer tu propuesta.

2) Redactar el mail a la editorial

No reenviar el mismo mail a todas las editoriales, que sea personalizado. Que no sea
superformal o pedante pero tampoco coloquial. Que no sea personal (“desde los 5 años
escribo y sé que nací para esto”). Que sea neutral: Buenos días, te envío esta propuesta
de cuento infantil porque creo que puede ir bien con la línea editorial. Quedo atento a tu
respuesta. El mail tiene que ir con dos archivos adjuntos: carta de presentación (pdf) y
manuscrito (pdf y Word).

3) Carta de presentación

Debe incluir:

- Nombre completo (más seudónimo, si querés)

- Datos de contacto (mail y teléfono, sí o sí. Cuantos más datos, mejor)

- Publicaciones anteriores (opcional)

- Breve currículum literario (opcional). Sean del mundo literario o periodístico. O qué
estudiaste y dónde trabajas. Si aporta valor a tu propuesta, agregalo.

- Título de la obra (y subt

- Argumento (se cuenta todo. Sin misterio.

- Sinposis
El corrector ante las normas y el estilo del autor

Desde la gramática textual, 7 propiedades de la textualidad:

- Cohesión (unidad textual, que se lea como un todo, como un universo cerrado)

- Coherencia (la articulación correcta entre las partes, que llevan a la unidad) Si no, es un
flan.

- Intencionalidad (estos 3 son los más importantes): transmitir conocimiento o alcanzar


una meta específica dentro de un plano

- Aceptabilidad: actitud del receptor a tolerar las imperfecciones textuales.a pesar del no
mantenimiento de la coherencia y la cohesión. Si prometo algo y no lo cumplo, va a haber
ruido de aceptabilidad. O si cambio de rumbo con respecto a lo que había dicho.,

- Informatividad: decir algo nuevo, si transmite información ya conocida o novedosa (uun


nivel bajo de informatividad puede perturbar).

- Situcionalidad: todos los factores que hacen que un texto sea relevante en la situación
en la que aparece. Esta norma hace que muchas cosas del texto se infieran por el
contexto.

- Intertextualidad: dependencia entre los conocimientos de textos anteriores y el texto en


cuestión.

El texto se lee en voz alta (para encontrar problemas de sonoridad, cacofonías, etc.)

Enmendar el texto sin que se note la intervención del corrector

- El estilo se intenta definir mediante propiedades lingüísticos. Es necesario un intento de


explicación del estilo, por ejemplo, aludiendo a la connotación, a la subjetividad, a la
expresividad o expresión de actitudes y sentimientos. El problema con todo esto es que el
estudio de la estilística se refería antes al estilo de las obras literarias; nada decía del
estilo de obras jurídicas o de obras académicas.

Frase de un fotógrafo conocido: cuando todo tiene lógica y hay algo que desentona, eso
se percibe como error; ahora, cuando todo desentona y toda la lógica es esa forma
desentonada, lo que se puede percibir es un estilo. Cuando tenemos UNA oración
agramatical, seguro eso sea un error. Ahora, si ese error está en un contexto y se puede
justificar, eso se vuelve una transgresión. El problema es saber cuál es cuál. Digo, si yo
corrigiera un texto dadaísta desde la lógica de un corrector te volvés loca.

Formas de reconocer el estilo (es el espíritu del texto) del autor:

- El análisis de la sintaxis (cómo compone el autor las oraciones)

- El análisis del léxico (ver las palabras que usa y cuáles son las que definitivamente no
usa. Para corregir un texto tengo que usar las palabras del autor)
- El estudio de los conjuntos semejantes (consistencia)

- La observación de las isotopías linguisticas (ver cuál es la estrategia por la cual se


compone ese texto). Topos de lugar: lugares comunes en cuanto a patrones de escritura.
Por ejemplo, poner el MNO al principio de la oración. Lamentablemente, sujeto y verbo.
En tal época, sujeto y verbo. Eso es un patrón propio de un autor en cuanto a la sintaxis.
Otro patrón podría ser la reiteración del “por ejemplo”, o de un verbo comodín: busca
analizar tal cosa, busca hacer tal cosa, busca estudiar. Otra tendencia en las isotopías
lingüísticas es la tendencia a usar demostrativos: esto es, aquello será, por lo que dice
este tema, este autor. Esto se tacha y se limpia porque se vuelve estéril, poco productivo.

Según Martín Alonso (“Ciencia del lenguaje y arte del estilo”), es estilo del autor se
manifiesta en tres dimensiones:

- En la superficie (fenómenos estéticos a través de los cuales presento una idea:


metáfora, recursos linguisticos). En el plano de lo oracional.

- El nivel o la altura: el modo en que se inscribe el texto, ya sea en relación con las
categorías estéticas (narrativa, descriptiva, expositiva o dialogada) y las categorías
objetivas tradicionales (lírica, épica, novela, historia, didática) y modernas (periodismo,
ensayismo, prosa musical, humorismo, traducción, géneros híbridos, etc.). Tiene que
cumplir con la forma cuenta, porque sino no se va a percibir como un cuento.

- La profundidad: el temperamento y la personalidad de la voz en el escrito. La


personalidad que se filtra en su forma de escribir. Cuanto más maduro/más trayectoria
tiene está el autor en su capacidad de escritura, mejor se va a notar esto. Con el tiempo
va apareciendo la voz propia. El corrector tiene que ayudar a encontrar la voz propia del
autor.

Decálogo sobre un buen estilo (Martín Alonso, orientado a la parte literaria pero también
sirve para otro tipo de obras):

1. Cualquier silencio o monólogo prolongado se torna orgulloso y contrario a la


sencillez.
2. La risa ablanda la rigidez y acrecienta la discreción.
3. Conviene ir a pie en el estudio para que el saber no envanezca.
4. Entre dos explicaciones, elige la más clara; entre dos formas, la elemental; entre
dos palabras, la más breve.
5. Nada de aislarnos. Respiramos tradición. (Autores no deben aislarse ni marcar
distancia ni ponerse en un pedestal porque son escritores; se puede lograr un
texto sin marcar esa distancia).
6. Apóyate en tus prejuicios para avanzar. Acaso más tarde descanses en ellos.
7. No seas miserable ni demasiado rico. (No retacear la información). No prosperes
demasiado de prisa. (No tenés que ser un escritor que tiende a la avaricia:
esconde información o da demasiada información. Muchas veces dan por sentado
cosas (todos entendemos de lo que estamos hablando...) y no es así, se necesita
cierta información que se omitió).
8. Ne quid nimis. La exquisita sobriedad en todo. (ni recargar ni retacear, pero al
mismo tiempo no adjetivar demasiado: típico de los abogados)
9. No abuses de la vida interior. No está el daño en tenerla, sino en sentirla, y el
pecado en cultivarla demasiado.
10. La sencillez exige tiempo para estar de vuelta de muchas complicaciones.
(sencillez en la escritura implica una reflexión: si el escritor vomita la información
de una es obvio que no va a ser sencilla. La forma de escribir tiene que ser
cuidada, reflexionada, tiene que haber una depuración). Es obvio que el corrector
se va a pelear con el autor porque no se entiende lo que se dice. Ese tipo de
cuestiones son las complicadas desde el estilo. Se exige tiempo, hay que leer y
releer y dialogar con el autor.

Cuestiones que tienen que ver con el estilo que hay que, sino corregir, marcar y hablar
con el autor. El autor tiene que lidiar con dos situaciones difíciles: por un lado, la
normativa (que es recontrarígida, supercuadrada) y, por otro lado, el autor, que no va
por lo cuadrado y que no le importa mucho la normativa. Corrector tiene que encontrar
un punto intermedio, una conciliación entre ambas partes. Corregir absolutamente
todo supone invadir al autor y sacarle las huellas personales, la personalidad. Hay que
buscar la forma en que se preserve la claridad/la norma/la coherencia/la cohesión en
función de esto. Tenemos que ver cuál es el estilo del autor y la corrección de la
norma debe estar filtrada por ese principio.

Aliteración de la letra d (repetición constante)

Huellas de la oralidad (es que...) Desde el punto de vista académico eso hay que
tacharlo, pero depende del estilo del autor.

Hipérbaton (alteración del orden regular de componer la oración)

Metáforas mal construidas que generan desconcierto y son difíciles de entender.

Tendencia a usar pronombres que no sabemos cuál es el antecedente.

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