PSICOANÁLISIS El enfoque metapsicológico consiste en la elaboración de modelos teóricos que no están directamente vinculados a una experiencia práctica o a una observación clínica; se define por la consideración simultánea de los puntos de vista dinámico, tópico y económico. La metapsicología se refiere en psicoanálisis a dos conceptos diferentes: *En el sentido lato, designa la forma en que Freud aislaba los aspectos teóricos centrales de su teoría psicoanalítica, distinguiéndolos de las definiciones de la psiquiatría clásica de la época por el establecimiento de su concepción innovadora acerca de la existencia de una causalidad psíquica. *En un sentido estricto, Freud describe como análisis metapsicológico una manera precisa de ver un proceso, mecanismo o fenómeno psíquico, considerando para su descripción tres aspectos: +Aspecto dinámico: Cuáles son las fuerzas en conflicto que intervienen en la dinámica de su aparición y desarrollo. +Aspecto tópico: donde acontece, es decir en qué sistema psíquico ocurre. +Aspecto económico: cómo cambian las investiduras energéticas, qué ocurre a nivel de la distribución y equilibrio de energía pulsional (aspecto económico). Freud enuncia que sólo en el psicoanálisis se atribuye el término inconsciente. La latencia sería una representación que puede estar presente en la conciencia y luego desaparecer de ella, que puede reflotar luego de un intervalo y hacerlo desde el recuerdo y no como una nueva percepción sensorial, pero no podemos afirmar nada en cuanto a la forma de existencia en cuanto a la vida anímica y era latente en cuanto a consciencia. Llama consciente a la representación que está presente en nuestra conciencia y de las que nos percatamos, en cambio las latentes están contenidas en la vida anímica las llama inconscientes (representaciones de las que no nos percatamos) a) Descriptivo: es tópico, se refiere al conjunto de contenidos no CC b) Dinámico: acción eficiente que mantiene a un pensamiento alejado de la cc (fcional). c) Sistémico: relaciones, conjuntos y procesos que se llevan a cabo. Descriptivo: se basa en el experimento hipnótico de Bernheim, donde se le da una orden al sujeto bajo hipnosis y al despertar realiza el acto que se le había ordenado aunque sin saber por qué. Queda así definida la latencia: intervalo entre el pensamiento y el acto psíquico que nos da cuenta del inconsciente descriptivo, donde el pensamiento no está a nuestra disposición, pero puede volver a emerger si es enlazado con algo, esto lleva a Freud a plantearse la dinámica del proceso. Dinámico: Existe un pensamiento que no penetra en la conciencia por más intenso que sea sin embargo la idea se transfiere a la acción tan pronto como la conciencia se percató de su presencia. Esto es que la idea no devino un mero objeto de la conciencia, sino que es eficaz (tiene el poder de realizar) y eficiente (que produjo resultados). La vida anímica de los histéricos rebosan de estas ideas eficientes pero inconscientes y de allí provienen todos los síntomas. Pueden devenir conscientes si sobrepasan la resistencia. Freud observa que todo pensamiento latente lo era a consecuencia de su debilidad, y devenía consciente tan pronto cobraba fuerza (los llamó preconscientes) y que hay otros que permanecen latentes y no penetran nunca en la conciencia por más intensos que sean y los llamó inconscientes. Confiere, de esta manera, un carácter dinámico debido a la capacidad de los pensamientos latentes de devenir conscientes o no. Define un preconsciente eficiente que pasa a la conciencia sin dificultad, y un inconsciente eficiente que permanece inconsciente y parece estar cortado de la conciencia. Al producto de lo inconsciente eficaz le es imposible penetrar en la conciencia sin realizar un gasto de esfuerzo. “Un pensamiento inconsciente es excluidos de la conciencia por unas fuerzas vivas que se contraponen en su aceptación, mientras no estorban a otros, los preconscientes”. Todo acto psíquico comienza en el Inconsciente y puede permanecer como tal o bien devenir consciente según tropiece o no con la resistencia. La defensa es la que hace el distingo entre actividad preconsciente e inconsciente (pensamientos precc que pueden acceder a la conciencia en cualquier momento y aquellos que lo tienen prohibido). Sistémico: Freud relaciona el producto psíquico del soñar, el proceso de figurabilidad del sueño, con el inconsciente. Los restos diurnos hallan conexión con deseos reprimidos excluidos de la conciencia y los pensamientos pueden devenir conscientes en la forma de sueño. Los pensamientos preconscientes, los deseos de la vida de vigilia que son atraídos por el deseo inconsciente. De esa manera afirma que el inconsciente pertenece a un sistema de actividad psíquica y lo define como “el sistema que se da a conocer por el signo distintivo de ser inconscientes los procesos singulares que lo componen” y lo define como el sentido más importante que el término inconsciente asume. Resumen Capítulo 1 de la Psicología de la Conducta de José Bleger *Enfoque de la psicología: Es muy difícil poder precisar en una definición escueta que es la psicología, tanto como delimitar el “objeto de estudio” de cualquier otra ciencia. La Psicología llega muy tarde a estructurarse como campo científico, se separa gradualmente de la filosofía (como las demás ciencias), El término empieza a ser usado en el Siglo XVI. Freud señaló las tres heridas al narcisismo humano: 1. El planeta no es el centro del universo, sino uno de los tantos, entre los que no ocupa ningún puesto de privilegio; 2. No somos reyes de la creación, sino resultado de la evolución de la especie animal; 3. No somos seres íntegramente racionales, sino que buena parte de nuestra conducta es desconocida por nosotros mismos. El desarrollo de la ciencia se halla muy vinculado al desarrollo de la sociedad humana y a la de sus necesidades técnicas o, en otros términos, a la necesidad de supervivencia de la especie. *La psicología y su objeto de estudio: Bleger, considera que el objeto de estudio de la psicología es el ser humano, pero que esto no configura ni delimita con exactitud el campo de operación, ya que hay muchas otras ciencias que tienen al hombre como objeto de estudio. Considerar que cada una de ellas toma una parte del objeto para su estudio, o bien que cada una de ellas enfoca de una manera exclusiva y privativa el mismo fenómeno. Bleger afirma que no hay tal cosa como alma, psique, mente o conciencia, sí hay fenómenos psicológicos o mentales, pero el atributo no debe ser transformado en sujeto ni en sustancia. La psicología debe estudiar seres humanos reales y concretos, y el hecho de estudiar al hombre, halla implícitamente una determinada concepción del mismo que está relacionada directamente con las características culturales y sociales de cada época. Bleger critica tres mitos: el mito del hombre natural, del hombre aislado y del hombre abstracto. Mito del hombre natural: Se postula la existencia de un estado originario del ser humano, que se ha corrompido por la influencia de la civilización, en pugna con lo socialmente adquirido que constituye lo artificial, el estado natural del hombre es sustentado como genuino o ideal. Se ha inferido que el camino correcto es el de la “vuelta a la naturaleza”, el retorno al estado originario, natural, desechando o apartando todo lo culturalmente adquirido y condicionado en el ser humano. Implica que el hombre natural es bueno y tiene cualidades que se perturban por la influencia de la organización social. El desarrollo de la cultura da un barniz superficial al ser humano que recubre su naturaleza originaria (inamovible y fija) que puede ser reencontrada o puesta nuevamente en primer término. Rousseau sostiene que las artes y las ciencias han producido una decadencia del ser primitivo, esencialmente bueno, que así se ha corrompido por la influencia cultural (antinatural). Klages habla sobre una oposición entre alma (en relación directa e inmediata con la naturaleza) y espíritu (la esfera racional, la fuerza lógica que destruye progresivamente el alma). Bidney supone el estado natural de un hombre originario universal, por el cual el mismo es, en todos los lugares y en todos los tiempos, el mismo. Crítica de Bleger (caída del mito): considera que esta teoría como una prolongación de una fantasía de carácter religioso. No existe un “hombre natural”: en el origen, el hombre no es bueno ni malo. Se ha demostrado que los individuos de culturas primitivas tampoco son seres naturales y que su personalidad está funcionalmente correlacionada con la estructura total de su respectiva organización social que es altamente compleja. Plantea que el hombre mismo es un producto de un desarrollo histórico y deviene una nueva naturaleza: la humana. Mito del hombre aislado: Afirma que el ser humano es, tanto individual como socialmente, originariamente un ser aislado no social, que asimilación esfuerzo y gradualmente la necesidad de relacionarse con otros individuos. De esta manera, un problema que se planteaba la Psicología era el de investigar cómo los seres humanos entran en relación los unos con los otros. Crítica de Bleger (caída del mito): Ligada a la idea del "hombre natural” ambas pasan por alto el hecho de que el hombre sólo es tal en función de ser social y que, el alto grado de individualidad es también producto social (“uno existe en cuanto al otro”). El hombre es en sí un producto social (por naturaleza) y que lo que se debe investigar es cómo el ser humano en tanto integrante de una cultura, llega a formarse como sujeto aislado. Mito del hombre abstracto: Consiste en estudiar al ser humano como determinado, aislado de las situaciones reales, históricas y presentes. Cuanto más abstracto es el hombre que se estudia más idénticas resultan todas sus características y más fijas e inmutables. Crítica de Bleger (caída del mito): lo crítica porque junto con los otros dos mitos conduce a descartar las variables sociales y culturales, consideradas simplemente como un agregado de la vida del hombre y no como variables sustanciales. La psicología moderna tiende a considerar todos los fenómenos psicológicos como derivados de determinadas relaciones interacciones concretas del ser humano, como ser social. El hombre es un ser biopsicosocial; es concreto y, por lo tanto, no abstracto. Individuo-sociedad: supone que el individuo está limitado, coaccionado, distorsionado por la organización social, supone que para lograr beneficios de la vida social, los seres humanos tienen que sacrificar la satisfacción de conductas individuales que son incompatibles con las normas sociales, este supuesto tiende a ocultar el ingrediente irracional de la organización social. Es lo contrario al Hombre Natural que supone al hombre bueno y que la sociedad lo corrompe, en este caso los impulsos instintivos primitivos o animales que subsisten en todo los individuos sobrepasa al control de la sociedad. Innato-adquirido: es una antinomia, es otra contradicción y está relacionada a las otras como la naturaleza-sociedad, todas las contradicciones están acuñadas en el formalismo y la falta de comprensión al proceso Dialectico. ANTINOMIAS/Contradicciones: Bleger cuestiona dos antinomias (aquellas afirmaciones opuestas que se prueban con la misma necesidad). La antinomia Individuo-sociedad: Supone que el individuo está limitado, distorsionado o coaccionado por la organización social. Se relaciona muy estrechamente con la concepción del hombre aislado, en cuanto supone que para lograr los beneficios de la vida social, los seres humanos hemos tenido y tenemos que sacrificar la satisfacción de tendencias individuales que son incompatibles con las normales sociales y la organización cultural en general. Se trata de salvar la sociedad atribuyéndole al hombre, malo y animal, todos los desajustes de nuestra organización. Crítica de Bleger: Bleger afirma que hay una permanente y estrecha relación entre individuo y sociedad y solo se puede comprender el uno por el otro; como seres humanos, dependemos en un alto grado de la naturaleza, de nuestros semejantes y de la organización social para satisfacer necesidades. La antinomia Innato-adquirido: Consiste en bien suponer que la naturaleza y la sociedad son fijas (“fijismo”) e inmutables, hechas de una vez y para siempre; o bien suponer que el aprendizaje, lo adquirido y el cambio es lo único que dirige el desarrollo. Crítica de Bleger: lo critica porque supone falta de comprensión intelectual, ideológica y social del proceso dialéctico en el desarrollo del ser humano. El ser humano: En contraposición a los dualismos metafísicos, la concepción dialéctica tiende a considerar en un primer plano la unidad e interdependencia de todos los fenómenos, y a ver todas las antítesis como fases o momentos de un proceso. De esta manera Pierden vigencia las discusiones e investigaciones que aíslan al ser humano, o tratan en forma abstracta una parte de sus manifestaciones, sin conexión con la naturaleza y su medio social. El mismo puede ser caracterizado por: *Pertenecer a una naturaleza peculiar: la humana. La sociedad no es un factor superficial, sino que cambia profunda y sustancialmente la primitiva condición de ser natural. *Es concreto: pertenece a una determinada cultura, clase social, grupo étnico, religioso, de forma no casual o aleatoria. *Es social: las experiencias con los demás individuos lo constituyen como tal (“uno existe en cuanto al otro”) *Es histórico: es el producto de un desarrollo dialéctico entre la naturaleza y lo social; y no se da una vez y para siempre. *El ser humano vive en un ambiente social que es una fuente de estímulos para la organización de sus cualidades psicológicas. *No puede conocerse la condición del ser humano por pura reflexión Es el único ser vivo que vive en la naturaleza pero también puede independizarse de ella: puede producir sus propios medios de subsistencia: pensarse a sí mismo, crear un lenguaje, planificar su acción, usar instrumentos y técnicas que modifican su propia naturaleza. Tiene la fuente de producción para todas las relaciones humanas en esos medios de subsistencia. El Sistema Consciente: es el que nos hace relacionarnos en forma directa con la realidad a través de todo lo que percibimos. Las representaciones conscientes son todo lo que registramos ya sea afuera nuestro (lo que vemos, escuchamos, hacemos, etc.) como lo que pasa dentro (lo que recordamos, deseamos, sentimos, etc.). El Sistema Preconsciente: Es el sistema situado entre el inconsciente y el consciente, separándole de aquél, la censura. Está formado por aquellos sentimientos, pensamientos, fantasías, etc. que no están presentes en la conciencia, pero que pueden hacerse presentes de manera fácil. Cuando decimos por ejemplo: “Lo tengo en la punta de la lengua” casi siempre estamos haciendo referencia sin saberlo, a algo que está representado en nuestro preconsciente. El Sistema Inconsciente: Lo inconsciente está separado, escindido, del pensar consciente. El inconsciente, es el nivel donde se encuentran todos los contenidos, emociones, deseos, ideas, vivencias y conflictos reprimidos que no tienen lugar en la conciencia, debido a que la intensidad que poseen produce displacer (sufrimiento) a la persona cuando los recuerda, por ello los reprime y permanecen por fuera de la consciencia. SEGUNDA TÓPICA: ELLO – YO – SUPERYÓ Modelo estructural del aparato psíquico regido por las instancias ello – yo – superyó. ELLO: El Ello es la parte primitiva, desorganizada de la personalidad, cuyo único propósito es reducir la tensión creada por pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irracionales. Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más elementales. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños. Representa la necesidad básica del ser de cubrir sus necesidades fisiológicas inmediatamente y sin considerar las consecuencias. Para Freud, la mayor parte del Ello es desconocida e inconsciente. Reservorio primero de la energía psíquica. La necesidad imperiosa de la satisfacción pulsional rige el curso de sus procesos. Sus contenidos inconscientes son de diferentes orígenes. Por una parte, se trata de tendencias hereditarias, de determinaciones innatas, de exigencias somáticas, y, por otra parte, de adquisiciones, de lo que proviene de la represión. De forma sucinta, se puede definir al Ello como el reservorio pulsional del hombre. El Ello, sin embargo, no es sinónimo de inconsciente. También las otras dos instancias, el Yo y el Superyó, tienen amplios sectores no asequibles por la conciencia. El Ello tiene una relación estrecha y conflictiva con las otras dos instancias. SUPERYÓ: El Superyó es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la “conciencia moral” y el ideal del yo. La “conciencia moral” se refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche, basándose en lo que está bien o mal en la cultura y sociedad en la que vivimos. El ideal del yo es una autoimagen (imagen de uno mismo) ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas. El Superyó es una instancia que no está presente desde el principio de la vida del sujeto, sino que surge a consecuencia de la internalización y resolución del complejo de Edipo. YO: El Yo tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del Ello con el mundo exterior, a la vez conciliándose con las exigencias del Superyó. El Yo evoluciona según la edad y sus distintas exigencias del Ello actuando como un intermediario contra el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del Ello de una manera apropiada. Utiliza razonamiento realista característico de los procesos secundarios que se podrían originar. Como ejecutor de la personalidad, el Yo tiene que mediar entre las tres fuerzas que le exigen: el mundo de la realidad, el Ello y el Superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de su organización integrada. Es un sistema de funciones psíquicas tales como el examen de realidad, defensa psíquica, funciones cognitivas e intelectuales (síntesis de la información, memoria y similares). Es la entidad que actúa como regulador entre las demandas del Ello y del Superyó. No es cien por ciento consciente, en particular, los contenidos referentes a las funciones yoicas de defensa son esencialmente inconscientes. Segunda tópica freudiana. Yo – Ello – Superyó. Freud no desarrollo este esquema que podríamos llamar “Iceberg”, pero nos sirve como metáfora de cómo en estos sistemas se encuentra lo consciente, lo preconsciente y lo inconsciente. El Yo: es CONSCIENTE PRECONCIENTE E INCONSCIENTE (los mecanismos de defensa puestos en marcha por el Yo, como la negación, la represión, etc., son esencialmente inconscientes). El Superyó: es INCONSCIENTE, PRECONCIENTE, y algunos contenidos pueden volverse CONCIENTES El Ello: es todo INCONSCIENTE. Aquí hay como dijimos, dos tipos de inconsciente: el que nunca fue consciente, y el reprimido (es decir el contenido que alguna vez fue consciente y luego, producto de la represión, se volvió inconciente).