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Red PTR
Red PTR
PUNTO DE
EQUILIBRIO Y RED
PERT-CPM / COSTO
Alumno:
A … 2 20.000 10.000
B A 4 120.000 30.000
C A 6 30.000 5.000
D B 3 30.000 10.000
E C 4 80.000 20.000
Demanda presupuestaria en TL
1) PARA LOS NUMEROS DE CEDULA IMPAR (1, 3, 5, 7, 9) EN SU
TERMINACION, VER LA CONFERENCIA DE MIGUEL ANGEL
CORNEJO TITULADA: “EL SER EXCELENTE”.
A lo largo de nuestra vida vemos como las personas a nuestro alrededor triunfa
en los objetivos que se proponen, sin embargo no vemos los sacrificios y
esfuerzo que ponen para lograr su cometido. En su conferencia, Miguel Ángel
Cornejo nos habla de temas como la superación personal, crecimiento y
valores que podemos aprender indistintamente del ámbito donde nos
desarrollemos. Cita en su discurso a María teresa de Calcuta y su opinión de
no conformarnos con lo que la “vida nos da” insiste que aunque la situación sea
difícil podemos sacar provecho de ella, y no ser conformista por lo que pase en
el momento. También nos abre los ojos y hace un llamado sobre los más
pequeños y es que los niños son pequeños recipientes vacíos que nosotros
como sociedad estamos en la obligación de irlos moldeando para que puedan ir
logrando esos objetivos propuestos, ya que quizás de adultos vemos esos
sueños como imposibles, pero si no podemos tomar las riendas de nuestra vida
y guiarla en la dirección que queremos, es cuando el verdadero fracaso se
hace presente. Usa metáforas como la del padre alpinista, donde el niño por
primera vez escucha el eco, curioso pregunta que es, el padre como lección le
dice que es la vida, y como sea llamada, va a contestar. Con esto, Cornejo nos
dice que mientras llamemos cosas buenas, cosas buenas nos llegaran a la
vida, y con esa pasión y disciplina podemos lograr lo que queramos, o al
menos intentarlo, y es que intentarlo ya es ganancia para la experiencia.
Por último, y como opinión personal lo que más me gustó de esta conferencia y
con el consejo que me quedo es el de “No basta con desearlo, hay que trabajar
para conseguirlo” y es que muchas veces dejamos la vida a la “suerte” del
destino y culpamos a esa “suerte” de no lograr las cosas, cuando somos
nosotros quienes tenemos el poder y el deber de lograr esa meta que nos
ponemos.