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I.- ENFERMEDAD ACTUAL.

Un gran error sería, indiscutiblemente, el comenzar el interrogatorio por


cualquier cosa que no fuera la enfermedad actual. El paciente viene por
sus síntomas y de ello quiere hablar. La mejor manera de empezar, es
pues, permitiéndole explayarse de ellos. La primera pregunta será:

a.- ¿QUÉ LE PASA?


El paciente comienza entonces a enumerar sus síntomas. Precisemos:

b.- ¿DESDE CUANDO ESTA USTED ENFERMO?


El enfermo tiene la tendencia a responder, no con la fecha en la que su
enfermedad comenzó, sino con la de la primera vez que por ella buscó un
médico. Insistimos entonces:

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c.- ¿ ESTABA USTED, COMPLETAMENTE BIEN, ANTES DE ESA
FECHA?
Es entonces cuando el enfermo recuerda que ya antes había
comenzado a sentir algo. Es el momento de preguntar:

d.- ¿ RECUERDA USTED CUANDO SINTIO EL PRIMER SÍNTOMA?


Ello es importante. No nos contentaremos con una fecha:

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e.- ¿DÓNDE ESTABA USTED CUANDO LO SINTIO?
¿QUÉ ESTABA HACIENDO?
¿QUÉ HABIA HECHO ESE DIA, EL ANTERIOR?.
Estas preguntas llevan al enfermo a situarse en el momento del comienzo.
Generalmente nos dan datos precisos respecto a coincidencias cronológicas
(infecciones, intoxicaciones, traumatismos, factores psíquicos, emociones,
cambios de situación, etc.). En este momento provocamos una pequeña
conversación tratando de “ubicar” al hombre en la situación en la que la
enfermedad comenzó. Creemos que ello es realmente importante.

f.- ¿QUÉ HIZO ENTONCES?


Esta pregunta nos informará sobre la primera actitud del paciente
frente a la enfermedad.
¿No le dio importancia? ¿Le dio tanto que abandonó el trabajo y se
puso en cama? ¿Cuál fue el primer tratamiento y sus resultados?. Es
necesario obtener aquí detalles de la actitud, no sólo del enfermo,
sino de sus familiares y amigos.

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g.- ¿CÓMO SIGUIÓ?
Debe tratar de obtener todos los datos posibles, con fechas
sobre tratamientos, mejorías, recaídas, tratando de precisar, en
el caso en el que caso de que éstas últimas hubieran ocurrido,
las condiciones en las que cada una se presentó. Ello permite
muchas veces establecer interesantes paralelismos entre
factores exteriores y enfermedad.
Una vez obtenida la historia de la enfermedad hasta el momento
actual, una última pregunta:

h.- ¿QUÉ ES LO QUE SIENTE USTED AHORA?


Que debe completarse siempre con uno o dos: ¿NADA MAS?.
Ello es importante. El paciente se queja de primera intención
de los síntomas que más le molestan, lo que no quiere decir
que sean los más importantes.

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Al terminar esta parte del interrogatorio
debemos tener una idea clara de:

-todo el desarrollo de la enfermedad,


-los tratamientos seguidos y
-la actitud del enfermo durante ella.

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II.- HISTORIA FAMILIAR

a.- ¿ DE DONDE ES USTED?


Registrar precisamente el sitio de nacimiento.

b.- ¿VIVE SU PADRE?


Si la respuesta es afirmativa ¿Cuántos años tiene? ¿Qué enfermedades
ha tenido? ¿En qué trabaja? ¿Qué carácter tiene? ¿Bebe mucho?.
Si la respuesta es negativa ¿A qué edad murió? ¿De qué? ¿Cuántos
años tenía usted entonces? ¿Qué carácter tenía?

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e.- ¿HA CONOCIDO A SUS ABUELOS?
Iguales averiguaciones.

f.- ¿HA HABIDO ENFERMOS NERVIOSOS EN SU FAMILIA?


¿Tíos, primos, etc.? ¿Suicidas? ¿Personas “raras”?. Hay una gran
tendencia a negar estos antecedentes. Si existen, tratar de conocer
detalles.
Como resultado de este interrogatorio, el médico debe tener una idea
que se completará con las preguntas siguientes, destinadas a estudiar
esa familia “dinámicamente”.

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g.- ¿HA VIVIDO SIEMPRE CON SUS PADRES?
Es fácilmente comprensible que, si el paciente ha sido sacado
tempranamente del seno familiar, todas las condiciones
cambian. Si la respuesta es negativa:

h.- ¿POR QUÉ?


Consignar detalles de las causas para la separación, el
tiempo, etc., así como las personas con las que el paciente
vivió, investigando acerca de ellas en la misma forma que
acerca de los familiares.

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i.- ¿CÓMO HA SIDO USTED CRIADO? ¿ENGREÍDO O EDUCADO
SEVERAMENTE?
Es la mejor manera de averiguar las condiciones dela “constelación
familiar” y de la vida infantil del paciente. En este momento se fomenta una
conversación que permite comprender el ambiente como interrelación
dinámica, orientándola hacia la obtención de los siguientes datos: ¿Ha sido
castigado? ¿Mucho? ¿Por quién? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo reaccionaba a
los castigos?.
¿Quién lo engreía más? ¿A quién quería más el paciente: a su padre o a su
madre?. Generalmente la respuesta es aquí: “A ambos”. Debe insistirse con
una sonrisa “Si, claro, pero hay una pequeña diferencia”. Si la ha habido,
¿Por qué?.
¿A quién prefería su madre? ¿Su padre?. Generalmente la respuesta es como
la anterior, “ A nadie”. Una sonriente insistencia nos permitirá acceder al
dato.

j.- ¿CÓMO SE LLEVABA USTED CON SUS HERMANOS?.


Rivalidades, rencillas, apegamiento.. ¿A cuál prefería? ¿Por qué?.

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k.- ¿ESTABA USTED CONTENTO EN SU CASA?
Esto nos permite obtener una versión sintética de la situación y
sobre todo de la reacción del paciente ante esa situación.

l.- ¿CÓMO SE LLEVABAN SUS PADRES?


Como celos, agresiones físicas y psicológicas, dificultades de
toda clase y su repercusión sobre el paciente.

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III.- NIÑEZ

Con esta sección comenzamos a conocer al enfermo en su


evolución psicológica.

a.- ¿QUÉ CLASE DE NIÑO ERA USTED?.


Tímido, agresivo, retraído, juguetón, obediente, rebelde,
caprichoso, etc.

b.- DATOS DE LA EVOLUCION.


¿Embarazo y parto normales? ¿Alimentación al pecho?
¿Artificial? ¿Por qué? Fecha del destete reacción a él. En relación
a esto debe suscitarse también una conversación que nos
informe sobre gustos y costumbres particulares, especialmente
en cuanto a la alimentación. ¿Peculiaridades y preferencias?
¿Rechazo de alimentos? Reacción de la familia.

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c.- DATOS DEL DESARROLLO PSICOSOMÁTICO.
¿A qué edad caminó? ¿A qué edad habló? ¿Enfermizo?

d.- SÍNTOMAS NEUROTICOS.


-¿Hasta qué edad se orinó en la cama?. Alrededor de este tema
averiguar la manera comoel control de esfínteres fue obtenido.
-¿Ha tenido pesadillas? .
-Terrores nocturnos y reacciones de los padres ante ellos.
-¿Hasta qué edad se chupó el dedo?
-¿Se comió las uñas?.
-Ha tenido pataletas, berrinches. ¿Con qué motivo?
-¿Masturbación infantil? ¿Fantasías sexuales?.

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IV.- EDUCACIÓN

a.- ¿A QUÉ EDAD FUE AL COLEGIO?


Al ir al colegio el niño enfrenta por primera vez la
realidad social. Fuera del ambiente familiar debe
realizar su primera real adaptación. Sus reacciones
son pues, importantísimas.

b.- ¿LE GUSTABA IR A LA ESCUELA? ¿POR QUÉ?.

c.- ¿TENIA MUCHOS AMIGOS?


¿A qué jugaba? ¿Tenía tendencia a ser el líder o a seguir
a los otros?.

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d.- ¿TERMINO LA INSTRUCCIÓN PRIMARIA?
¿A qué edad?. Si no lo hizo, ¿Por qué?. ¿Qué materia le gustaba
más?.
Sígase paso a paso la historia educacional, precisando fechas
(Secundaria, Universitaria).

e.- ¿HA SEGUIDO ESTUDIANDO DESPUÉS DE HABER


ABANDONADO EL COLEGIO?

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V.- TRABAJO

a.- ¿CUAL FUE SU PRIMER TRABAJO?


¿Cuánto tiempo estuvo en él? ¿Le gustaba? ¿Por qué lo abandonó? ¿Por qué
lo eligió?. Averígüese lo mismo de las sucesivas ocupaciones del paciente a
la actualidad.

b.- ¿LE GUSTA SU TRABAJO ACTUAL? ¿POR QUÉ?

c.- ¿CUÁLES SON SUS ASPIRACIONES?.

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VI.- CAMBIOS DE RESIDENCIA

El conocimiento de ellos, aparte de suministrarnos datos importantes


sobre los ambientes biológicos en los que el paciente ha vivido y su
relación con presente o antigua patología, nos ofrecen otra información
igualmente importante.

a.-¿CUÁNDO SALIO POR PRIMERA VEZ DE SU LUGAR NATAL?

b.-¿POR QUE HIZO ESE VIAJE?


Ello nos da datos preciosos sobre la personalidad en su relación al medio..

c.-¿CÓMO LE FUE EN SU NUEVA RESIDENCIA?


Esta respuesta nos informa sobre la capacidad de adaptación del enfermo
a situaciones y ambientes nuevos.
Estas preguntas deben repetirse si el paciente ha cambiado más de una vez
de residencia.

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VII.- ACCIDENTES Y ENFERMEDADES

Comenzamos por la averiguación de los accidente ocurridos y damos a ellos


más importancia que el considerarlos solamente desde el punto de vista de sus
efectos sobre la salud. Los modernos conocimientos sobre la “predisposición
a accidentarse” o el hábito de accidentarse, nos preparan para conocer ese
tipo de personalidad en la que los accidentes no ocurren por “accidente”, sino
que tienen una razón de ser enraizada en las características personales
mismas. Averiguamos, pues, en relación con cada uno de los accidentados:
condiciones de ocurrencia, especialmente en relación al momento psicológico
en el que tuvieron lugar, reacciones ante ellos, invalideces, etc.

Pasamos luego al interrogatorio sobre las enfermedades acaecidas durante


toda la vida. El se diferencia del corriente en que se da importancia, no solo a
los procesos patológicos que ha sufrido el paciente, sino a su reacción a ellos, a
su actitud frente a las adaptaciones a aque obligaron. No necesitamos insistir
en la importancia de ello para el estudio de la personalidad en acción.

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VIII.- VIDA SEXUAL

Esta es la parte más difícil del interrogatorio. Y es difícil, más que por la
resistencia que el paciente pueda tener para hablar de ella, por la resistencia
consciente o inconsciente que el médico mismo presenta.

Si el médico tiene frente a los problemas del sexo una actitud sana y
comprensiva, el interrogatorio no es difícil.

En nuestra organización social el tabú del sexo impide que tanto hombres
como mujeres tengan oportunidad de hablar seriamente de este tema con
alguien. En la mayor parte de los casos sufren la angustia de la ignorancia y
desearían un consejo sano y autorizado.

Por otra parte, el solo hablar de sus problemas o sus preocupaciones brinda
tranquilidad y desahogo. Es corriente ver que pacientes de ambos sexos, una
vez roto el hielo, se explayen ampliamente y digan agradecidos al final
“nunca hablé de esas cosas con nadie y me ha hecho mucho bien el decírselas”.

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Naturalmente que ello no puede producirse si la actitud del médico, no solo
la que pretende sino la que auténticamente tiene, no es claramente la justa:
benevolente comprensión, naturalidad diana.

Si hay inseguridad, falsa vergüenza, curiosidad malsana, “picardía”, interes


extramédico, ello bloquea inmediatamente al paciente. Aquí, como
siempre, el ser médico, es decir, el estar guiado por un auténtico cariño
hacia nuestros semejantes y sincero deseo de ayudarlos; el hacerlo en una
forma madura y noble, es la mejor llave para penetrar en lo más íntimo de
su vida.

Si el interrogatorio ha sido conducido hasta aquí correctamente, el paciente


ha perdido ya la inseguridad de los primeros momentos y simpatiza con el
médico. Está dispuesto a responder a sus preguntas lo mejor que puede,
pero, aun en las condiciones más favorables, es necesario romper el hielo.

Para ello la experiencia nos ha enseñado una técnica que creemos eficaz.
Es, naturalmente, distinta frente a enfermos hombres o mujeres.
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HOMBRES

a.- ¿HA SIDO USTED MUY MUJERIEGO?


En realidad ella no es prácticamente útil. No sirve sino de
introducción, de preparación para las siguientes.

b.- ¿CUÁNDO TUVO USTED LOS PRIMEROS CONOCIMIENTOS


SEXUALES?
Generalmente se recuerdan los de la adolescencia. Debemos guiar al
enfermo hacia recuerdos previos, episodios infantiles. ¿Tuvo
curiosidad por cuestiones sexuales? ¿Presenció actividades de ese
género? ¿Cuándo se apercibió de las diferencias entre los sexos? ¿Qué
pensó de ella? ¿Qué creía acerca de “donde vienen los niños”?. Con
estas preguntas trataremos de reconstruir la actitud infantil frente a
esos problemas, así como la manera como la familia los enfrentó.

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c.- ¿A QUE EDAD COMENZO A MASTURBARSE?
Si ello no ha sido ya dicho espontáneamente durante la conversación anterior, la
pregunta debe plantearse de esa forma. Es ingenuo el interrogar: ¿Se ha masturbado
alguna vez? Ya que es casi una invitación a la negativa.

. Creemos que esa práctica en nuestro ambiente es un fenómeno normal en la pubertad.


Sin embargo, está acompañada generalmente de un profundo sentimiento de culpa y de
la convicción de que es horriblemente dañina. Se establece, pues, en el espíritu del
adolescente una lucha entre el deseo y esos sentimientos, con la correspondiente
sobrecarga emotiva, que es la que produce una serie de síntomas. Sin negar la dinámica
profunda de estas reacciones, podemos afirmar que muchas de las neurosis de los
adolescentes (neurosis generalmente clasificadas por el médico como “anemia”,
“debilidad cerebral”, “trastornos del desarrollo”, etc. y tratadas con fósforo, calcio, hierro
y vitaminas, amen de consejos y admoniciones que naturalmente agravan el problema)
son debidas al mecanismo expuesto y desaparecen con la más superficial de las
psicoterapias, que puede hacerse, inclusive, durante la entrevista amnésica.

Debemos tratar de averiguar como comenzó el paciente a masturbarse, frecuencia de las


prácticas, fantasías que la acompañaban y tiempo que continuaron. No preguntemos
nunca:
¿Hasta cuando se masturbo?, sino:

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d.- ¿SE MASTURBA TODAVÍA ALGUNAS VECES?
Lo que no solo nos dará la respuesta justa, sino que nos informará sobre
la actitud actual del paciente frente a esa práctica. En caso de una
respuesta afirmativa investiguemos detalles.

e.- ¿FUE SU PRIMERA RELACION SEXUAL CON UN HOMBRE O CON


UNA MUJER?
Es la mejor manera de provocar la confesión de prácticas homosexuales.
Si la respuesta es “con una mujer”, se puede insistir: ¿Ha tenido usted
prácticas con hombres?, ¿Las ha tenido después? En caso afirmativo
averiguar detalles.

f.- ¿CUÁNDO OBTUVO USTED ESA PRIMERA RELACION SEXUAL?


¿Con quién fue? (`prostituta, enamorada, sirvienta, etc.) ¿Cómo fue?
(impulsado por amigos, por propia iniciativa, seducido, etc.) ¿Qué le
pareció?.

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g.- ¿CÓMO HA CONTINUADO SUS PRÁCTICAS SEXUALES?
Dese aquí oportunidad para una conversación en la que el
enfermo describa su historia sexual hasta la fecha. Anótese
características de ellas.

h.- ¿CÓMO SON ELLAS ACTUALMENTE?


Lo que nos permite preguntar: ¿Es usted muy excitable
sexualmente? ¿Cada cuanto tiempo tiene usted relaciones
sexuales?. Y luego la investigación de todos los datos
concernientes a variantes sexuales y problemas con el acto mismo
( ejeculatio precoz, impotencia, etc.).

i.- ¿CÓMO SE SIENTE DESPUÉS DE CADA RELACION SEXUAL?


La práctica nos ha enseñado el dejar para una segunda parte un
diferente enfoque del interrogatorio que completará los datos ya
obtenidos.

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j.- ¿HA SIDO USTED MUY ENAMORADOR?
Ello nos descubrirá las características de la personalidad en su relación
con el otro sexo: tímido, don juan, voluble, persistente, insatisfecho, etc.

k.- ¿CUÁL HA SIDO SU PRIMER AMOR? ¿Por qué se enamoró? ¿Cuánto


tiempo duró ese episodio? ¿Hasta donde llegaron en sus relaciones? ¿por
qué y cómo terminaron?. reconstrúyase en lo posible este episodio, es
siempre importante.

l.- ¿OTROS AMORES?


Iguales preguntas, que nos darán una idea clara de la manera como el
entrevistado encara este aspecto de su vida, así como los traumatismos
emocionales que pudieran haber ocurrido y la reacción a ellos.

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m.- MATRIMONIO.
En el curso del interrogatorio se llega, si el enfermo es casado, a tocar el
tema de su matrimonio. Es interesante averiguar en este caso los
detalles del proceso. ¿Cómo conoció a su esposa? ¿Por qué le gustó? ¿Por
qué la enamoró? Y una pregunta fundamental:

¿POR QUÉ SE CASÓ?´


la respuesta a esta interrogante es sorprendentemente fructífera en la
información relacionada no solo con el matrimonio en sí, sino con la
personalidad del enfermo. Desde el que nos responde “Porque quería a
mi novia” hasta el que se confiesa “me obligaron a hacerlo”, pasando por
el que afirma”necesitaba alguien que me cuidara”, casi cada individuo
tiene su razón para haber dado este paso.

n.- ¿SE PELEA USTED MUCHO CON SU ESPOSA?


No caigamos en el error tan común de preguntar: ¿Cómo se lleva usted
con su señora?, porque la respuesta obligada sería: “Bien”. Planteada la
pregunta en la forma sugerida nos permite obtener datos más ciertos.
Averígüese las causas de los disgustos, la importancia de ellos, etc.
Dejemos hablar al enfermo de sus problemas y mostremos simpatía por
26 ellos.
ñ.- ¿TIENE USTED HIJOS?
Si la repuesta es no, ¿Por qué?. En caso de respuesta afirmativa,
¿Cuántos? Obténgase detalles acerca de los embarazos, partos,
abortos, así como de la evolución de los hijos.

o.- ¿CÓMO SE ENTIENDE USTED SEXUALMENTE CON SU ESPOSA?


Nos lleva a averiguar acerca de desarmonías sexuales. ¿Frigidez?
¿Falta de satisfacción sexual? ¿Variantes sexuales?

p.- ¿TIENE USTED AVENTURAS FUERA DE SU MATRIMONIO?


Sea afirmativa o negativa la respuesta interróguese: ¿Por qué?
Trátese de obtener una idea clara de lo que esas aventuras
significan, las preocupaciones que causan, etc.

q.- ¿ QUE PIENSA USTED DE LAS MUJERES?


Esta pregunta final nos da la oportunidad de conocer la actitud del
enfermo frente al otro sexo, índice tan importante de la
personalidad.

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MUJERES

a.- ¿A QUE EDAD COMENZO A MENSTRUAR?


A las mujeres en general, les agrada explayarse sobre los detalles de
su función menstrual.
b.- ¿ SE ASUSTO CUANDO SE LE PRESENTO POR PRIMERA VEZ?
De esta manera entramos de una manera natural en la
investigación de la sexualidad infantil. Si la paciente no estaba
informada acerca de la menstruación, preguntamos: ¿No sabia
nada respecto al sexo?; antes, si ya lo estaba: ¿Cómo lo supo?,
insistiendo luego sobre las preguntas enunciadas respecto a la
sexualidad infantil en el interrogatorio de los hombres.
c.- ¿CÓMO HA SIDO SU MENSTRUACIÓN?
Averígüense caracteres de cronología y presentación.

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Preguntamos luego benévolamente:
d.- ¿HA TENIDO MUCHOS ENAMORADOS?
e.- ¿CUANDO TUVO EL PRIMERO?
Continúese el interrogatorio sobre la pauta ya trazada. En un gran
porcentaje de los casos, dadas las condicione ya establecidas, la enferma
habla más o menos francamente y confiesa su exploración en el campo
psicosexual. Si no lo hacen pueden usarse algunas preguntas que, hachas a
tiempo, nos brindarán información. Una de ellas es: ¿Es usted afectuosa o
fría?. Si hay resistencia manifiesta a responder, tomamos una actitud
considerada. “Perdóneme que insista en estas preguntas, pero son necesarias
para comprender perfectamente se caso. Usted sabe que muchas veces un
detalle basta para orientar un diagnóstico. Naturalmente que si usted
prefiere no hablar de ello...” Si la enferma “prefiere no hablar de ello”
podemos estar seguros de que “hay algo” de lo que no quiere hablar y lo
tendremos en cuenta.

f.- ¿TIENE USTED ENAMORADO AHORA?


Se repite el interrogatorio ya explicado.

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Si es casada se investiga, como en el caso de los hombres, las
características del proceso hasta el casamiento, repitiendo la
pregunta:
g.- ¿POR QUÉ SE CASO?

h.- ¿CÓMO LE IMPRESIONO LA NOCHE DE BODAS?

En el caso de infelicidad matrimonial, las mujeres confiesan más


fácilmente que los hombres, puede preguntarse:

i.- ¿NO HA PENSADO QUE PODRIA SER FELIZ CON OTRO


HOMBRE?
Haga esta pregunta manteniendo una actitud de benevolente
comprensión. O puede preguntar: ¿No lo ha intentado?. Ello nos
dará información sobre affaire extramatrimoniales y sobre la
actitud de la enferma acerca de ellos.

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Terminaremos con:
j.- ¿QUÉ PIENSA USTED DE LOS HOMBRES?

Como se habrá notado damos mucha importancia al


interrogatorio sexual de nuestros pacientes. Piénsese lo que se
quiera sobre las teorías psicoanalíticas, lo cierto es que el
desequilibrio de una personalidad se refleja directamente en su
actividad psico-sexual, la que puede servirnos de índice para el
conocimiento de los problemas que esa personalñidad enfrenta
y sobre su manera de resolverlos.

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IX.- HABITOS E INTERESES

a.- ¿QUÉ HACE USTED CUANDO NO TRABAJA?


Es interesante conocer las aficiones del individuo, sus diversiones,
sus hobbies, la manera como emplea su tiempo fuera de su trabajo.
Si lee, ¿Qué clase de libros?, si va al cine ¿Qué películas prefiere?, si
practica deportes ¿Cuáles?, si no hace nada ¿Por qué?.

b.- ¿TIENE USTED AMIGOS?


¿Intimos?, ¿Qué hace en compañía de ellos?. Si no los tiene, ¿Por
qué?

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c.- ¿ BEBE USTED MUCHO?
No nos contentemos con respuestas como “regular” o “como todos”.
Precisemos ¿Aperitivos?, ¿Bebidas en la comida?, ¿En fiestas?, ¿A
menudo?, ¿le causa daño?.

d.- ¿FUMA MUCHO?


Número de cigarrillos por día.

e.-¿OTRAS DROGAS?
Café, té, drogas heroicas.

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X.- ACTITUD PARA CON LA FAMILIA

Es este un tópico de real interés ya que su conocimiento nos


informa no sólo sobre la personalidad del paciente, sino sobre la
situación familiar con sus complejas reacciones y posibilidades.

a.- ¿ CON QUIEN VIVE USTED?


Si el paciente es soltero, ¿Vive con sus padres? , en caso negativo
¿Por qué? , ¿Con quién vive?. Si es casado, ¿Con quienes vive? (con
sus padres, con la familia de su esposa, etc.) . ¿Con qué otras
personas vive? ¿Por qué?.

b.- ¿VIVE USTED TRANQUILO EN SU CASA?


Estudiemos la dinámica de la vida familiar en una conversación que
nos permita interiorizarnos en los detalles de esta interrelación.

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c.- ¿DÓNDE VIVE USTED?
Sepamos las condiciones materiales de vida, lo que al mismo
tiempo nos informará indirectamente sobre la distribución
del dinero y nos permitirá apreciar la actitud del paciente
frente a sus deberes familiares.

d.- ¿ QUE RELACIONES TIENE USTED CON EL RESTO DE LA


FAMILIA?

e.- ¿QUÉ HACEN SUS HIJOS?


Importante para apreciar proyectos, esperanzas,
preocupaciones, etc.
Este grupo de interrogantes deben dejarnos con una clara
idea sobre la vida actual de los enfermos en todo su valor
psico-social.

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XI.- ACTITUD FRENTE A LA ENFERMEDAD

He aquí un tópico que el médico olvida casi siempre y que nos


parece de fundamental importancia. La actitud del paciente ante
su dolencia es decisiva, no solo para el conocimiento de su
personalidad y para el diagnóstico, sino para la conducción y el
éxito del tratamiento.

a.- ¿A QUE CREE USTED QUE SE DEBE SU ENFERMEDAD?


Las respuestas a esta pregunta son realmente ilustrativas.
Posiblemente nada hay que nos diga más sobre los conceptos del
enfermo acerca de su esquema corporal, sobre sus creencias,
temores, supersticiones, etc. Constituyen su versión de la
enfermedad, quizás más importante, desde muchos puntos de
vista, que la del médico.

b.- ¿ COMO CREE USTED QUE PODRIA CURARSE?.


Ello nos permite completar las informaciones ya obtenidas y nos
descubre mucho de la actitud del enfermo.

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c.- ¿QUÉ HARA USTED CUANDO SE CURE?
He aquí una pregunta sugerida por Alfred Adler, que
creemos interesante. Adler asegura que, considerada la
enfermedad como una huída frente a los problemas que la
realidad plantea, la respuesta nos indica, precisamente lo
que el enfermo no quiere hacer, de lo que está huyendo.
La experiencia nos ha confirmado ampliamente ese punto
de vista.

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XII.- SUEÑOS
Muy a menudo el relato de los sueños nos provee de una inapreciable
información sobre las preocupaciones, complejos, actitudes.
a.- ¿DUERME USTED BIEN?
Sino, ¿Por qué?.

b.- ¿TIENE USTED PESADILLAS?


En caso afirmativo hágase que el enfermo los relate y anótese, si es
posible, sus propias palabras.

c.- ¿SUEÑA USTED?


Muchas veces la respuesta es negativa. Hay una resistencia
inconsciente a recordar sueños ante el médico. Insistamos , ¿Nunca?.
Generalmente, de esa manera, obtenemos datos. Algo que ocurre
muy a menudo es que el paciente nos responda:” sueño doctor, pero
no recuerdo que”. Insistamos también: “¿No recuerda ningún sueño?,
¿Ninguno?, Cuénteme cualquiera. Es muy raro el caso en el que no
hemos podido obtener un relato y, cuanto más trabajo noha costado,
más interesante es el sueño obtenido.

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CON ESTO HEMOS TERMINADO EL
INTERROGATORIO, QUE, SI HA SIDO BIEN
CONDUCIDO, NOS DARÁ UNA IDEA CLARA
DE LA PERSONALIDAD EN SUS RELACIONES
CON EL AMBIENTE Y NOS PERMITIRÁ
ENCARAR CON LAS OTRAS PARTES DE LA
HISTORIA CLÍNICA, EL DIAGNÓSTICO, EL
PRONÓSTICO Y LA TERAPÉUTICA EN
FUNCIÓN DEL HOMBRE COMO TAL.

39
GRACIAS

40

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