Está en la página 1de 2

Primer sacramento: Bautismo

Es el rito central con el cual se celebra: bautizar. Que significa «sumergir» en el


agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con
Él «como una nueva criatura.
Segundo sacramento: Confirmación
Su propósito es renovar las promesas bautismales y expresar públicamente el
compromiso del seguimiento del Evangelio.
Tercer sacramento: Eucaristía
El Sacramento consiste en consagrar el pan y el vino (memorial de la muerte y
resurrección de Jesús) y en su distribución entre los fieles.
Cuarto sacramento: Confesión
La confesión es una parte del sacramento de la penitencia o reconciliación, que
consiste en la declaración de los pecados cometidos ante un sacerdote. A través
de este sacramento, los creyentes reciben el perdón de Dios por dichos pecados.
Quinto sacramento: Unción de los enfermos
Con el sacramento de la Unción de enfermos (antes conocido como Extrema
Unción) la Iglesia acude en ayuda de sus hijos, que empiezan a estar en peligro
de muerte por enfermedad grave o vejez.
Sexto sacramento: Orden sacerdotal
El sacramento del Orden es aquel mediante el cual, la misión confiada por Cristo a
sus Apóstoles, sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos y
serán ordenados a la salvación de los demás.
Séptimo sacramento: Matrimonio
Es la alianza matrimonial del hombre y de la mujer, fundada y estructurada con
leyes propias dadas por el Creador, está ordenada por su propia naturaleza a la
comunión y al bien de los cónyuges, y a la procreación y educación de los hijos.

Sacramento elegido
Matrimonio
El séptimo sacramento me tocó porque para mi es un acto de fe y amor
incondicional con otra persona, jurando lealtad y amor ante la unión entre hombre
y mujer en frente de Dios. Me tocó porque es un acto de amar, respetar y cuidar ,
formando ante Dios una familia.
¿Cómo podemos santificarnos hoy en día?
Para mi santificarnos es un cambio radical que dura toda la vida, es acercarse a
Dios y a Jesús, es arrepentirse de verdad de nuestros pecados, hablar con Dios y
obrar para bien, tener paz en nuestro ser y siempre tener en cuenta que Dios todo
poderoso tiene un camino para cada uno de nosotros, un camino lleno de luz y
felicidad.

También podría gustarte