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TIPOS DE RECUERDO

Los psicólogos distinguen cuatro tipos de recuerdo: reintegración,


reproducción, reconocimiento y reaprendizaje. La ‘reintegración’ supone la
reconstrucción de sucesos o hechos sobre la base de estímulos parciales, que
sirven como recordatorios. La ‘reproducción’ es la recuperación activa y sin
ayuda de algún elemento de la experiencia pasada (por ejemplo, de un poema
memorizado). El ‘reconocimiento’ se refiere a la capacidad de identificar
estímulos previamente conocidos. Por último, el ‘reaprendizaje’ muestra los
efectos de la memoria: la materia conocida es más fácil de memorizar una
segunda vez.

El fenómeno del olvido ha sido objeto de estudio por parte de los psicólogos.
Normalmente, se da primero el olvido rápido, al que sigue una pérdida de
memoria más lenta. Sin embargo, aumentar la cantidad de información retenida
puede lograrse practicando activamente la ‘reproducción’ durante el
aprendizaje, mediante revisiones periódicas del material aprendido, y ‘sobre
aprendiendo’ el material más allá del punto de mero dominio. Una técnica
instrumental desarrollada para mejorar la memoria es la mnemotecnia, que
supone usar asociaciones y otros trucos para recordar estímulos concretos.

Tradicionalmente se han dado cuatro explicaciones del olvido: la primera es


que las huellas mnémicas se van borrando de modo natural a lo largo del
tiempo como resultado de procesos orgánicos que tienen lugar en el sistema
nervioso, supuesto del que no hay constatación empírica; la segunda es que la
memoria se va distorsionando progresivamente o modificando con el tiempo; la
tercera es que el nuevo aprendizaje interfiere o reemplaza al antiguo,
fenómeno que se conoce como inhibición retroactiva; por último, la cuarta
explicación es que la represión de ciertas experiencias indeseables para el
individuo causa el olvido de éstas y sus contextos.

Existen pocos datos sobre la fisiología del almacenamiento de la memoria en el


cerebro. Algunos investigadores sugieren que la memoria se sitúa en
localizaciones específicas, y otros que la memoria implica a amplias regiones
cerebrales que funcionan conjuntamente. De hecho, es posible que ambas
hipótesis se cumplan de forma simultánea. Los teóricos también proponen
diferentes mecanismos de almacenamiento para la memoria a corto y a largo
plazo, y que si lo aprendido no pasa del primero al segundo existe la posibilidad
de olvidar esa información.

Los estudios con animales indican que las estructuras en el sistema límbico
cerebral cumplen distintas funciones en cuanto a la memoria. Por ejemplo, un
circuito a través del hipotálamo y del tálamo podría estar relacionado con la
memoria espacial, mientras que a través de la amígdala y del tálamo podría
estar relacionado con la memoria emocional. La investigación también sostiene
que la memoria de las habilidades psicomotoras es almacenada de modo
distinto al de las actividades intelectuales.

En general, los recuerdos son menos claros y detallados que las percepciones,
pero a veces una imagen memorizada es completa en cada detalle. Este
fenómeno, conocido como memoria eidética, o imágenes eidéticas, se da con
frecuencia en los niños, quienes a veces son capaces de reconstruir una
imagen tan completa que pueden llegar a deletrear una página entera escrita
en un idioma desconocido que apenas han visto durante unos momentos.

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Tipos de memoria

A continuación se presentan varias clasificaciones o tipos de memoria en


función de criterios diferentes.

Dicha presentación no tiene carácter exhaustivo ni exclusivo. Algunos tipos de


memoria no aparecen y tipos de memoria mencionados podrían aparecer en
varias clasificaciones pero he intentado mantener una exposición los más clara
posible.

Se sabe que la memoria tiene diversos grados de retención temporal de la


información. Datos que nuestra memoria nos proporciona, desaparecen con el
paso del tiempo. Otra información nos cuesta más localizarla en nuestra
memoria y no es tan exacta como lo era antes. Otra, no sólo no es exacta, sino
que podemos notar que, en realidad, estamos reconstruyendo la información a
partir de unos pocos datos, etc.

Veamos cada una de estas clasificaciones y sus tipos de memoria con un


mayor detalle:

Procesos cognitivos conscientes  

Memoria instantánea  

Estará compuesta por toda información que es accesible en tiempo real,


inmediatamente. Aunque pueda parecer lo contrario, esta memoria es muy
grande, en ella se encuentran toda la información que utilizamos
constantemente en nuestra vida diaria, veamos algunos de sus tipos de
memoria o componentes principales:

 La información normal, como dónde están situadas las cosas, tareas


pendientes, rutinas, etc.
 Los preconceptos, que conforman una parte de nuestro carácter o
personalidad.
 Los programas de respuestas automáticas que se cargan en un corto
periodo de tiempo cuando nos despertamos. La memoria lingüística y
otras especiales también formarían parte de esta memoria instantánea
cuando se han activado.
 Programas de respuesta automática especiales como el conducir o el
correspondiente a situaciones de peligro, que se cargarán cuando se
considere que se van a utilizar.
 La memoria de trabajo asociada al funcionamiento de la lógica o
inteligencia. Ésta es muy reducida y su funcionamiento óptimo implica la
utilización de 3 o 4 variables simultáneamente, cuando pensamos en un
concepto y efectuamos operaciones lógicas con más de 5 variables nos
cuesta mucho tiempo el avanzar.
 La memoria auxiliar de trabajo, que se correspondería con todas las
variables que están disponibles para situarse en la memoria de trabajo
operativa citada en el párrafo anterior. A esta categoría pertenecería
toda la información que sabemos sobre el tema en que estamos
trabajando.

Esta configuración, por su automatismo, permite la realización simultánea de


diversas tareas; se podría asimilar el consciente humano con la interfaz del
ordenador y el inconsciente con programas residentes en la memoria
instantánea. Por lo tanto, cuanto más se automaticen los procesos cerebrales o
los programas de ordenador, más libre quedará el consciente humano o la
interfaz con el programa será más sencilla e intuitiva.

Esta sencillez, sin embargo, viene acompañada de una desventaja que es


bueno tener en cuenta. El automatismo de los ordenadores hace que, en
ocasiones, no sepamos exactamente lo que han hecho ni por qué. Siempre
será necesario tener una cultura general amplia del comportamiento de los
ordenadores y la única forma de alcanzarla es con la práctica y el tiempo.

Memoria especializada  

En esta categoría podemos incluir aquellos tipos de memoria especiales por


cargarse automáticamente en la memoria instantánea y, al mismo tiempo,
formar parte de la memoria a largo plazo; pero sin encontrarse tan comprimida
como ésta, y por tener sus propios sistemas multidimensionales de referencia.

La memoria lingüística, cierta memoria visual, el archivo de los preconceptos


y programas preestablecidos de respuestas rápidas como las emociones,
serían ejemplos típicos de memorias especializadas.

Yo diría que las emociones no se recuerdan directamente sino que se sienten


directamente. Lo que se puede hacer es recordar que se tuvo tal emoción y
reproducirla mediante el recuerdo de los factores originales. Eso sí, es muy
posible que no se produzcan los mismos sentimientos.

Persistencia de la memoria

Memoria a corto plazo

En esta memoria se encuentra toda la información que se ha tratado desde la


última vez que se hizo la labor de mantenimiento o limpieza del sistema, es
decir, desde la última que se durmió el tiempo suficiente para realizar dicha
labor.

El grado de conservación o estado de la información dependerá del tiempo


mencionado y, por supuesto, de la capacidad fisiológica o genética de cada
individuo.

Esta memoria se alimentará principalmente de la información que haya pasado


por la memoria auxiliar de trabajo, tanto proveniente de la memoria a medio y
largo plazo como de la experiencia y razonamiento del tiempo mencionado más
arriba.

Por evolución histórica, el tiempo en que esta memoria es más eficaz se


corresponde con 16 horas aproximadamente, reservando 8 horas diarias
para su mantenimiento. Seguramente, no todo el tiempo que se está dormido
se utilice en limpiar la memoria a corto plazo, también se dedicará una parte
importante al trasvase de información de la memoria a medio plazo a la
memoria a largo plazo, por expresarlo de forma simplificada, y otras funciones
de mantenimiento de carácter diverso.

Hay sistemas de limpieza de la memoria a corto plazo muy recomendables y


sistemas muy desaconsejables. Sólo señalar que los primeros no serán fáciles
de conseguir si tenemos elementos en la memoria a corto plazo que generan
tensiones y demandan la atención del individuo. Y respecto a los segundos,
señalar, como ejemplo, los efectos de la ingestión abusiva del alcohol, que a su
vez, nos pueden dar una idea de los efectos de una ingestión no abusiva pero
sí contraproducente, de forma especial para la información contenida en esta
memoria.

Memoria a medio plazo  

Una forma de optimizar la información contenida en la memoria a corto plazo


será el mantener la información lo más ordenada posible y ello nos llevará,
seguramente, a tomar muchos datos que no podemos ordenar en el momento
pero que se almacenan para tratarlos y ordenarlos posteriormente, eliminando
aquéllos duplicados y grabándolos definitivamente por referencia a datos o
conceptos similares, ahorrando de esta forma, gran cantidad de capacidad de
memoria o de archivo de datos.

Es muy probable que en el futuro los ordenadores estén siempre funcionando,


bien sea ejecutando los programas pedidos o reorganizándose.

Ya se pueden citar bastantes ejemplos reales de programas que se pueden


ejecutar automáticamente: desfragmentación y mantenimiento del disco duro,
limpieza del registro de Windows, búsqueda y descarga de noticias o cualquier
tipo de programas, compresión de información, antivirus, etc.

La expresión de memoria a medio plazo es útil pero no refleja con precisión la


naturaleza de su contenido.
En esta memoria se encontrará la información que se retiene durante bastante
tiempo. Pero este tiempo será mayor en la medida que la información sea más
relacional y contenga menos de datos concretos. Es decir, si la información se
puede obtener no sólo directamente, sino por su relación con otra información
también grabada en la memoria.

En este sentido, con independencia de que ciertos datos se grabarán en la


memoria en su estado original, como la fecha de nacimiento de una persona
próxima, la memoria a medio plazo tiende a ser más fija en la medida en que
los datos se van transformando en conceptos y éstos se definen sobre la base
de un sistema de referencias multidimensional.

Con el paso del tiempo, sólo irán quedando los conceptos en la forma indicada,
pues los datos normalmente dejan de ser útiles o pasaran a forma parte de la
memoria instantánea y las relaciones memorizadas tenderán a incorporarse al
sistema multidimensional citado; en caso de ser necesario se crearía una
dimensión más del sistema.

Todos estos procesos no están exentos de errores, los mecanismos que son
buenos en la mayoría de los casos, pueden resultar totalmente inadecuados
para algunos de ellos.

Una de las circunstancias que más me preocupan se produce cuando un hecho


o una idea se repite muchas veces a lo largo de cierto tiempo, y de forma
especial cuando se aparece o se propone como una hipótesis que se desarrolla
de diversas formas. De acuerdo con los mecanismos normales, en el cerebro
se irá grabando dicho hecho o idea en capas cada vez más profundas de
nuestra memoria.

Posteriormente, cuando nuestra memoria acceda a esta información tendrá una


gran tendencia a interpretar dicha información como propia y ya asumida por
encontrarse en una capa profunda.

¡El error puede ser importante, una idea ajena está suplantando nuestro
verdadero conocimiento o sentimiento!

Se llama lavado de cerebro y, por ejemplo, es posible que ocurra cuando se


lee un libro que repite miles de veces la misma idea. El cerebro, por ser
bastante más rápido que los ojos leyendo, tiene tiempo de memorizar la idea o
llevarla a una capa más profunda. Por supuesto, este efecto depende de las
ideas y de los individuos.

Memoria a largo plazo  

Esta expresión es más acertada que la anterior por cuanto implica claramente
el largo plazo, pero también necesita algunas precisiones en cuanto a su
naturaleza.

Si la memoria a medio plazo se va configurando como un sistema


multidimensional, la memoria a largo plazo está formada, independientemente
de la famosa fecha del cumpleaños, por un sistema exclusivamente
multidimensional en el cual existen menos dimensiones que en el anterior, y
éstas son la base del carácter esencial de una persona y no de sus
conocimientos. Me refiero a lo que comúnmente se denominan principios
personalizados de los generales, como justicia, igualdad, libertad, respeto,
educación, beneficio de la duda, etc.

Los conocimientos o conceptos se encontrarán ordenados en las capas más


profundas de la memoria a medio plazo, o lo que es lo mismo, en las capas
más superficiales de la memoria a largo plazo.

Un efecto curioso que se da en el crecimiento y desarrollo de la personalidad,


es la necesidad de adaptar estos principios en mayor o menor medida.
Obviamente, al inconsciente no le gusta la idea, pues cambiar estos principios
supone, en alguna medida, reconocer ciertos errores en los mismos, y un gran
trabajo pues toda la memoria restante se verá modificada y necesitará
reajustarse. Seguramente serán etapas en las que la persona dormirá más de
lo que estaba acostumbrada.

Al hilo de la cuestión, esta visión es coherente con el hecho de dormir menos


según avanza la edad, en condiciones normales.

Memoria vital  

Aquí, no me refiero a la memoria visual o emocional sino a un tipo muy especial


de memoria, de carácter visual-emocional, que se ve en forma de película de
cine ultrarrápida en momentos en que uno piensa que existe una posibilidad
cierta de morir en cuestión de segundos. El contenido varía con las personas
pero suele tender a ser una secuencia de imágenes emotivas en orden
cronológico y de carácter muy simbólico.

Otro tipo de memoria súper especial y súper persistente podría ser la memoria
genética, que contendría toda la información genética a transmitir a los
descendientes.

Documento recuperado el 15 de febrero de 2008 de


http://www.molwick.com/es/memoria/133-memoria-corto-plazo.html#texto

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