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BLOQUE 6 (II) – EL SEXENIO REVOLUCIONARIO

1. Introducción.
2. La Revolución de 1868 (La Gloriosa)
2.1 Causas de la Revolución
2.2 Revolución de 1868
2.3 Gobierno provisional de Serrano (1868-1869)
2.4 Constitución de 1869
2.5 Regencia del general Serrano (1869-1871)
3. De la revolución al ensayo republicano.
3.1 La monarquía de Amadeo I (1871-1873)
3.2 La Primera República Española (1873-1874)
a. República Federal
b. República unitaria y el final de la experiencia republicana
4. Conclusión.

La revolución de septiembre de 1868 (La Gloriosa) significó el fin de la monarquía de


Isabel II. En este periodo (Sexenio Revolucionario), se sucedieron seis años de gran
inestabilidad con varios regímenes políticos. Se define como la última etapa de la
revolución liberal, caracterizada por una aguda conflictividad social con movimientos
revolucionarios como el cantonalismo, carlismo, Cuba…

Supuso el primer intento de establecer un sistema democrático, primero bajo una


monarquía (Amadeo I) y luego con la Primera República Española. Finalmente, el
Sexenio fracasó en su intento de modernización del país y se impuso de nuevo la
solución monárquica, que condujo al período de Restauración Borbónica de Alfonso
XII, el hijo de Isabel II.

Entre las causas que desencadenaron la Revolución de la Gloriosa destacamos:

- La oposición de los intelectuales, comenzaron a difundir sus ideas liberales,


anticlericales y federalistas, destacando a Emilio Castelar, Nicolás Salmerón y
Giner de los Ríos. Esta oposición se acentuó desde la Noche de San Daniel
(1865), cuando el movimiento estudiantil se oponía al catedrático Emilio
Castelar, por haber publicado en la prensa algunos artículos ofensivos para la
Reina.
- Crisis económica entre 1866-1868, se desarrolla en: el ámbito urbano, estalló
la primera crisis financiera a consecuencia de las pérdidas por las compañías
ferroviaria. En el ámbito rural, una crisis industrial (crisis algodonera) y una
crisis de subsistencias provocada por una serie de malas cosechas.
- La agitación de varios militares opuestos al régimen, como el pronunciamiento
del general Prim, o la sublevación de los sargentos del Cuartel de San Gil , que
acabó con el fusilamiento de éstos.
- La descomposición política del régimen isabelino tras la muerte de O’Donell y
Narváez y el enfrentamiento político de progresistas y demócratas contra el
Gobierno para derribar la Corona. Se materializó en el Pacto de Ostende.

En septiembre de 1868 el almirante Topete se pronunció en Cádiz junto a Prim y


Serrano y Dulce bajo el grito de ¡viva España con honra! La rebelión se extendió
rápidamente con la formación de las Juntas Revolucionarias, que armaron al pueblo
a través de los Voluntarios de la Libertad. Isabel II respondió enviando a las tropas
bajo el mando del general Pavía al encuentro de los sublevados que concluyó con la
victoria de estos en la Batalla de Alcolea. Entonces, Isabel II se exilia a Francia,
mientras que los militares sublevados se hacían con el poder dando inicio al Sexenio
Revolucionario.

Tras la revolución se formó un Gobierno Provisional presidio por el general Serrano y


Domínguez, compuesto por unionistas y progresistas, dejando a los demócratas al
margen. El general Serrano logró estabilizar la Revolución mediante el control del
Estado, abarca varios ámbitos:

- En el plano político, se dirigió a plasmar en una serie de decretos los principios


democráticos, como la ampliación de las libertades individuales, la implantación
del sufragio universal masculino y la convocatoria de elecciones a Cortes
constituyentes. Se formaron dos grupos políticos:
· El Partido Monárquico-Democrático, integrado por progresistas, miembros de
la Unión Liberal y monárquicos democráticos, partidarios de una monarquía
constitucional.
· Partido Republicano Democrático Federal, proponen el fin de la monarquía y
el federalismo político. Su líder mas conocido fue Francisco Pi y Margall.
Constituía un grupo heterogéneo donde se agrupaban tendencias
contrapuestas: unitarios y federalistas o parlamentarios o intransigentes.
- En el aspecto económico, se logró la estabilidad económica con medidas
librecambistas (Ley de Bases de Minas, que permitió la entrada de capital
extranjero para explotar los recursos mineros nacionales) con la creación de la
peseta como moneda nacional, se ha mantenido desde 2002.
- En el ámbito religioso, se produjo un conflicto con la Iglesia Católica por la
declaración de la libertad de cultos. Se publicó un decreto de disolución de la
Compañía de Jesús, expulsando a sus miembros.

El nuevo gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal


masculino, que fueron ganadas por el Partido Monárquico-Democrático frente al
Partido Republicano Federal.

Con el triunfo del Partido-Monárquico Democrático, se promulgó una nueva


Constitución (1869), considerado el primer texto verdaderamente democrático de
nuestro país. Sus características son:

- Amplia declaración de derechos (libertad de cultos, sufragio universal


masculino)
- Reconocimiento de la soberanía nacional y la división de poderes. El poder
legislativo residía en las Cortes bicamerales, el ejecutivo en los ministros y el
judicial en los tribunales de justicia. De este modo, el rey adquirió un papel
simbólico y de mediación como jefe de Estado

Una vez aprobada la Constitución, se inició la Regencia de Serrano y Prim. Fue


nombrado jefe de gobierno con el objetivo de crear un clima propicio para la elección
de un monarca. Entre sus principales actuaciones políticas destacan: La unificación de
fueros, reforma del código penal… En política interna tuvo que hacer frente a la
insurrección republicana de 1869 y a la búsqueda de un monarca. Prim se descantó
por Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia. El atentado que hubo terminó con la vida
de Prim.

Amadeo I llegó a España pocos días después del asesinato del general Prim. Su
reinado se caracterizó por una difícil situación y una fuerte inestabilidad política por
varios motivos:

- La división del partido monárquico-democrático en dos grupos: el


Constitucionalista, dirigido por Práxedes Mateo-Sagasta, partidario de
recortar las concesiones democráticas establecidas por Prim, y el Radical,
dirigido por Manuel Ruiz Zorrilla, que se muestran descontentos con la
monarquía y cercanos a los republicanos.
- La oposición de la nobleza y de algunos sectores de la Iglesia y del ejército,
que apoyaban a los Borbones en el exilio. Todo ello se materializó en el
surgimiento del Partido Alfonsino, formado por los diputados moderados y
unionistas que se organizaron en torno a Cánovas del Castillo.
- La Tercera Guerra Carlista (1872-1876), se enfrentaron los partidarios de
Carlos y los sucesivos gobiernos de Amadeo I. La persistencia del conflicto
carlista fue: la resistencia del mundo rural, del campesinado, a la
modernización de la producción, la resistencia de los territorios forales a la
pérdida de los privilegios que suponía la extensión del centralismo liberal y la
resistencia de algunos sectores católicos al proceso de secularización.
- La oposición de los republicanos, partidarios de instaurar la República.
- El nacionalismo cubano, que se materializan en la Guerra de los Diez años.
Las causas de esta guerra fueron: el fuerte control que imponía España al
comercio de Cuba, la imposibilidad de que los cubanos ocuparan altos cargos
públicos y el mantenimiento de la esclavitud. Tras la finalización de las guerras
carlistas se envía un fuerte contingente a Cuba dirigido por el general Martínez
Campos. Se firmará la Paz de Zanjón en 1878, por la que se acordará la
deposición de las armas por parte de los cubanos a cambio de la abolición de
la esclavitud y la promesa de realizar reformas económicas y políticas.

El nombramiento del general Hidalgo para un alto cargo provocó el enfrentamiento


entre el gobierno y las Cortes con el rey. Por ello, los oficiales de artillería dimitieron en
bloque extendiéndose un ambiente de conjura. En 1873, ante estas circunstancias,
Amadeo I abandonó el país mientras se proclamaba la Primera República Española
en 1873.

La República no logró estabilizar el país (problemas de Hacienda, la guerra carlista, el


movimiento independentista cubano). En sus once meses de vida se sucedieron
cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. Los republicanos
estaban divididos en federales, partidarios de un Estado federal descentralizado como
Pi y Margall; y radicales de Zorrilla, partidarios de principios centralizadores.

Tras el gobierno de Figueras, Pi y Margall elaboró un proyecto de Constitución (1873),


que defendía la República federal. Su andadura no fue fácil y tuvieron que soportar
diversas presiones:

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