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María y la Iglesia

Lati noa merica na


seg ún el docu mento de Puebla

Sor Luisa Mercedes Duarte v. *


Introducción mejorada, tanto o más que en 1979,
Cuando en enero de 1979 el Papa pide que se vuelva de nuevo a María,
Juan Pablo 11 inauguraba la III Con- para que ella implore la acción del
ferencia General del Episcopado Lati- Espíritu que ilumine y acompañe el
noamericano, expresaba su alegría y camino de la reenvangelización de
su esperanza en la proyección evan- estos pueblos.
gelizadora de esta asamblea, reali-
zada bajo la mirada maternal de la La mariología en el documento de
Virgen María patrona de América. Puebla, que se fundamenta en la doc-
Luego, en la homilía pronunciada en trina de la Constitución Lumen Gen-
la Basílica de Nuestra Señora de tium del Vaticano 11, inserta a María
Guadalupe, imploraba de ella, el des- en el misterio de la Iglesia, de la que
censo del Espíritu que hiciera ver a la es Madre; en el misterio del hombre,
Iglesia los caminos de la evangeliza- del que constituye el prototipo del
ción que le permitieran hacer rena- "hombre nuevo", redimido y liberado
cer en el continente nuevamente la por Cristo y en el misterio específico
fe. de la feminidad, porque en ella Dios
dignificó y exaltó a la mujer en di-
Hoy diez años después de la confe- mensiones insospechadas (cfr. P. 299).
rencia de Puebla y en vísperas de la
conmemoración de los quinientos El objetivo de esta reflexión es
años de evangelizacion del continente, poner de relieve, según las líneas
la realidad de América Latina, des- orientadoras del documento de Pue-

Dominica de Santa Catalina de Siena. Estudiante de Maestría. Facultad de Teología. UniversidadJaveriana.

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bla, la significación que para el pro- "La exaltación machista del varón
ceso reevangelizador de los hombres vacía a la mujer de sus valores, trans-
y de los pueblos de América Latina, formándola en símbolo negativo del
tiene la presencia femenin"'¡naternal varón y en objeto de las apetencias
de la Virgen María. Ella, que acom- sexuales, prepotentes y dominantes
del macho"l.
pañó a las primeras comunidades
cristianas, sigue hoy acompañando a
la Iglesia y a las comunidades que Dentro de este esquema de ma-
luchan por hacer realidad sus anhe- chismo, el hombre lejos de dignificar
los de liberación y de salvación global. a la mujer como a su compañera, la
degrada a la calidad de objeto, que
puede usar o dejar según sean sus
Dimensiones de 1& Mariología instintos o sus caprichos. En este tipo
en Puebla de relación no sufre sólo la mujer,
sino la humanidad entera, porque se
Dentro de un marco cristológico y
contradice el plan de Dios que ha
eclesiológico tradicional en sus con-
querido obrar siempre en orden a la
tenidos, Puebla consigue dar a la
salvación de todos y con la participa-
devoción mariana perspectivas nue-
ción de todos: varones y mujeres.
vas, que la hacen cercana y creíble
para el hombre y para la Iglesia lati-
noamericana. En este contexto surge la exigen-
cia de restablecer el equilibrio del
De esta Mariología surgen cuatro binomio varón-mujer.
dimensiones: antropológica, cristoló-
gica, eclesiológica y paradigmática.
Una presentación de la Virgen María,
como la mujer nueva, plenamente
realizada, que supo asumir su rol
Dimensión antropológica
femenino con libertad y responsabi-
Uno de los problemas más serios que lidad, puede aportar mucho en este
tien la mujer para que le sea recono- proceso de recuperación de este
cida su dignidad y su puesto dentro equilibrio.
de la humanidad, es el machismo del
varón. Este problema está bastante
acentuado en América Latina, sobre El designio de Dios
todo, en los medios más pobres, en los "Creó Dios al hombre (a la humani-
sectores marginados, entre los cam- dad) a su imagen ... , varón y hembra
pesinos y entre los indígenas. Con los creó (Gen 1,27). Este relato indica
relación a este machismo anota An- que existe una igualdad fundamental
tonio González: entre el hombre y la mujer.

1. GONZALEZ DORADO. Antonio. De María Conquistadora a María Liberadora. Santander (E): Ed. Sal Terrae.
1988. pág. 66.

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El varón y la mujer tienen una En el tiempo de Jesús la mujer
misma dignidad que les viene por estaba social y religiosamente margi-
creación, y que por lo mismo, uno y nada: a ella no se le permitía formar
otra están llamados de igual manera parte de una escuela de rabinos,
a ser reflejo y presencia de Dios en la tampoco podía participar en las sina-
tierra. gogas, a no ser como oyente y en un
lugar de separación; su vida estaba
Varón y mujer conforman una pa- condicionada al varón en muchos
reja que representa la unidad del aspectos: en lo social, en lo econó-
género humano: "Unidad de vocación, mico, en lo sexual.
de condición y de destino, de inser-
ción en el plan de Dios, que tiene Jesús, en su trato con las mujeres,
como horizonte fmalla realización de rompe la tradición judía y las hace
la salvación"2. objeto de su misericordia, como en el
caso de la pecadora (Le 7,36-50) o de
A la mujer, igual que al varón, le la adúltera (Jn 7, 53 - 8,10); objeto de
corresponde hacerse camino hacia su compasión, como lo demostró a la
Dios para los demás. La capacidad de mujer encorvada (Le 13, 10-17) o a la
ternura, de paciencia y de compren- viuda de Naim (Le. 7, 11-17). Tam-
sión que la caracterizan, le ha sido bién les ofrece su amistad, como lo
dada, para que ella exprese a través hizo con Marta y María (J n 11, 5); les
de su ser femenino, la imagen del permite seguirlo y asistirlo con sus
amor de Dios, que en contacto con el bienes (Lc 8, 1-3), aunque esto estaba
mal y sobre todo con el hombre pe- reservado a los discípulos.
cador, se transforma en misericordia
yen perdón. Jesús abre a la mujer un camino y
un medio para participar en el plan
Jesús y la mujer salvífico que trae para la humanidad.
Es Jesús quien abre el camino para la Primero es María, su madre, quien
recuperación de la dignidad de la con su flat al anuncio del ángel, entra
mujer; en efecto, aunque su actividad en el plan salvador de Dios para los
estuvo mediada por la cultura de su hombres; luego también otras muje-
época, que se presentaba opresora, res estarán asociadas a la misión de
discriminatoria y antifeminista, sin Jesús: son las que permanecen fleles
embargo hay que aflrmar que Jesús hasta la cruz (Mt 27, 56) y que serán
se apartó de esa mentalidad, para luego testigos de la Resurrección.
iniciar un proceso liberador de los
marginados, de los oprimidos, entre La mujer está en la vida de Jesús no
los que se contaba como categoría de sólo como espectadora o receptora
primer orden a la mujer. pasiva de su amor, de su bondad o de

2. GRELOT, Pierre. Hombre quién eres?Cuadernos bfblicos Nº 5, 6a. edición. Estella (Navarra) Ed. Verbo Divino.
1985, páll. 33.

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sus beneficios; sino que se convierte entra en el plan de Dios de una
en miembro activo yen colaboradora manera directa, dándole así, una n ue-
de la misión salvadora de Cristo; es el va relación entre Dios y la humanidad.
caso de la samaritana que úeva a sus
conciudadanos a creer en Jesús (Jn En esta nueva situación, María
4,39-40) o el caso de María Magda- como mujer, ayuda a la autocom-
lena, que anuncia a los apóstoles que prensión del ser humano en su rela-
Cristo ha resucitado (Jn 20,1-18). ción con Dios y con los demás. María
sirve a la h umanización del hombre y
Jesús, con su actitud frente a la del mundo, transparentando su rol y
mujer, está mostrando a la humani- su identidad de mujer, en una visión
dad, a la Iglesia y sobre todo a la evangélica.
mujer misma, que ella, a semejanza
del varón, está llamada a realizar una En María, dice el documento de
misión muy concreta y que puede y Puebla:
debe convertirse en un elemento
abierto y dinámico dentro del plan "Dios dignificó a la mujer en dimensio-
salvífico de Dios. nes insospechadas. En Maria el Evan-
gelio penetró la feminidad, la redimió
María la mujer y la exaltó ...

En la epístola a los Gálatas (4, 4) San María es garantía de la grandeza fe-


Pablo dice: "Cuando vino la plenitud menina, muestra la forma específica
del tiempo, envió Dios a su Hijo, de ser mujer, con esa vocación de ser
nacido de una mujer, nacido bajo la alma, entrega que espiritualice la carne
ley... ". y encarne el espíritu"3.

Cuando vino la plenitud del tiempo, María es grande, porque es una


es decir, cuando Dios se ha manifes- criatura asumida por Dios en su con-
tado a la humanidad, escogiendo un dición de mujer y porque ella ha dado
pueblo, educándolo y hablándole por una respuesta libre a la voluntad del
medio de los profetas portavoces Señor.
"suyos": "muchas veces y de diversas
maneras" (Heb 1, 1); se realiza dentro María, como creyente y heredera
de la historia, la etapa definitiva: "el de la Antigua Alianza, participa de la
Padre envía a su Hijo" y lo hace a fe y de la esperanza bíblicas.
través del ministerio maternal de
María. Ella asume y sintetiza la fe de
Abraham y de los profetas; y así como
Ella es la mujer que lo reviste de la el patriarca, por la fe en la Palabra de
carne humana y que por lo mismo, Yahvé, salió de su patria "sin saber a

3. Puebla Nº 299.

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dónde iba", María en actitud de fe se liberación de parte del Señor, que
coloca en las manos de Dios para mantiene su palabra y es fiel a sus
cumplir su voluntad. Ella encarna la promesas.
espiritualidad de los pobres de Yahvé,
expresada por una actitud de piedad Su "flat" la solidariza con quienes a
y de expectativa mesiánica, pero causa de la opresión de que son vic-
también encarna a las futuras gene- timas, no tienen libertad de opinar, ni
raciones en su afán de justicia y de de decidir sobre sí mismos, ni sobre el
liberación. futuro. María que formó parte de los
pobres de su pueblo, que compartió
su vida ardua y anónima, se convierte
María está en la última etapa de fe en signo y esperanza de liberación
del Antiguo Testamento, pero supera para todos los pobres y sufrientes.
esa fe; ella es el puente tendido entre
las dos alianzas, es la síntesis de toda También la opresión que nace de la
la fe del pueblo de Israel y del nuevo soberbia y del orgullo de los indivi-
pueblo fundamentado en la vida y en duos, de los grupos o de las institu-
el mensaje de su hijo, a quien le estará ciones, es liberada en María, por su
plenamente unida no sólo por el humildad y acatamiento a la volun-
vínculo de la maternidad, sino prin- tad del Señor.
cipalmente por el vínculo de la fe.
Dimensión cristológica
María, además de creyente, es una Sin entrar en un análisis de los rela-
mujer libre; ella tuvo la capacidad de tos de la infancia de Jesús, en donde
tomar decisiones. Estando desposada María está IISica y espiritualmente
y reconociendo sus compromisos, se unida a su Hijo en el protagonismo de
abrió al misterio de la vida, y aceptó los hechos, no se puede dejar de
la palabra creadora de Dios, ante el hacer alusión al relato de la Anun-
desafio de una realidad y de un con- ciación, que desarrollado, según Lau-
junto de acontecimientos que esta- rentin 4, bajo la forma literaria de
ban más allá de la inteligencia y de la midrash, constituye uno de los textos
comprensión. Ella, que pertenecía a fundamentales del Nuevo Testamen-
un pueblo que se hallaba sensibili- to, yes el que introduce toda la reve-
zado desde antiguo por el tema de la lación sobre la Virgen María, mos-
libertad, cuando por el mensaje del trando cómo su valor personal está
ángel descubrió la presencia libera- en íntima relación con Cristo.
dora de Dios, no dudó en declararse
como "la esclava del Señor" y ale- La anunciación
grarse, no sólo por ella misma, por la En el Evangelio de Lucas se lee: "¡Alé-
gracia de que era objeto, sino por grate María, el Señor está contigo!"
todos aquellos que esperaban la (Cfr Lc 1, 28).

4. MORI, Elios G. citando a Laurentin René en "Diccionario Mariológico". Voz: Anunciación del Señor, pág.
146.

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La invitación a la alegría hace eco puesta no se hace esperar: "El Espí-
a las antiguas profecías: "Alégrate, ritu Santo vendrá sobre ti y el poder
hija de Sión, porque Yahvé tu Dios, del Altísimo te cubrirá con su som-
está en medio de ti" (Sof. 3,14; Zc 9,9). bra... " (Lc 1,35). El Espíritu que des-
El motivo de la alegría en uno y otro ciende sobre María, es la fuerza crea-
caso es el mismo: la presencia de dora de Dios, es el espíritu principio
Yahvé. de vida, que crea la vida de este hijo
único: hijo del Altísimo e hijo de
La hija de Sión, a lacual se referían María.
los textos proféticos, es realmente
María. En ella se condensan no sólo La presencia de Yahvé en el Anti-
las esperanzas de todo Israel, sino de guo Testamento estaba indicada por
toda la humanidad, representada en la nube que cubría el tabernáculo o el
Israel. Para Sión era sólo el anuncio templo, ahora cubre a la Virgen para
de una realidad cercana, para María que sea la morada de su hijo, para
es el cumplimiento de las promesas, que se cumplan las promesas hechas
es un presente inmediato. La Buena a los patriarcas y selladas con la
Nueva anunciada al pueblo elegido, Alianza.
al resto de Israel, ha llegado ya. A
María le corresponde alegrarse, por- La respuesta de María abrirá otra
que Dios en ella visita a su pueblo. etapa en la historia de la salvación;
"Has encontrado gracia ante Dios. está próximo el cumplimiento de lo
Concebirás y darás a luz un hijo, al anunciado por el profeta: "He aquí
que pondrás por nombre Jesús" (Lc 1, que días vienen -oráculo de Yahvé-
30-31). También de otras personajes en que yo pactaré con la casa de
del Antiguo Testamento se dijo que Israel una nueva alianza..." (Jer 31,
habían encontrado gracia ante Dios: 31). En Jesús, el niño que el ángel le
Noé, Moisés, David; pero esto se les acaba de anunciar a María, Dios se-
manifestó de manera indirecta. Sólo llará la Nueva Alianza con toda la
a María se el dice directamente que humanidad; una alianza que no será
ha hallado gracia ante Dios. destruida ni cambiada ya nunca más.

Encontrar gracia es ser objeto de El mensajero de Dios espera una


predilección, es ser elegido para una respuesta de Maria y ella pronuncia
misión muy particular. María es ele- sus palabras de aceptación: "He aquí
gida para ser la Madre de Jesús, el la esclava del Señor, hágase en mí
Mesías, el enviado de Dios. según tu palabra" (Lc 1,38). María se
pone en actitud de servicio, ella se
El saludo del ángel y el anuncio de adhiere a la voluntad de Dios, mani-
la concepción de un hijo suscita en festada por medio del ángel. Con
María una emoción que la hace ex- María y en María por su hijo, se
clamar: "¿Cómo será esto, si yo no realiza la nueva alianza entre Dios y
conozco varón?" (Lc 1,34), y la res- los hombres.

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María es grande, porque fue aso- fuera y quieren verte'... " (Le 8, 20). En
ciada como ninguna otra persona al el texto de Marcos, paralelo al de
misterio de Dios. Fue invitada a la lucas, se precisa la intención de la
alegría mesiánica como verdadera familia de Jesús: lo buscan para lle-
hija de Sión, que recibió el favor de varle, porque piensan que está loco
Dios. Puede llegar a ser madre, por- (cfr. Mc 3, 20-21). Juzgan que está
que "ha econtrado gracia ante Dios". loco, porque anuncia entre las gentes
cosas que se oponen a las viejas tra-
María está en el vértice del Antiguo diciones de su pueblo.
Testamento, cuando las promesas
hechas a Abraham, a David y a sus Lucas mucho más reverente en lo
descendientes se convierten en reali- que respecta a la familia de Jesús
dad. Ella es el lugar privilegiado de la -especialmente a María- omite el
manifestación de Yahvé; el hijo de motivo de la presencia de los parien-
Dios será visto, escuchado y palpado, tes de Jesús. Sin embargo, también
porque se encarnó en el seno de parece que los parientes quieren
María. monopolizar a Jesús, utilizando los
privilegios que les ofrece su paren-
María creyente y fiel discípula de tesco. En ese contexto se comprende
Jesús la respuesta: "Mi madre y mis herma-
nos son éstos: los que escuchan la
Para María la gracia de su materni- palabra de Dios y la ponen en prác-
dad y de su asociación a la obra de tica" (Lc 8, 21).
Cristo, no se presenta como un privi-
legio o un milagro, sino como un Frente al parentesco de la sangre,
compromiso y un servicio a Jesús y a Jesús funda las bases de la nueva
sus hermanos. familia de su reino, en la que toman
parte aquéllos que reciben y cumplen
Las citas, que los evangelios traen su palabra.
sobre la presencia de María en la vida
pública de Jesús, descubren toda la El mensaje de Jesús se centra en
grandeza de la maternidad de María. estos rasgos: "escuchar la palabra", es
Estos relatos, en relación con los decir, estar abierto al don de Dios,
relatos de la infancia, muestran en que ha sido ofrecido por Cristo; y
ella un crecimiento, que la hace supe- "cumplirla", traducir con la vida que
rar los vínculos de la sangre, para se la ha escuchado. No se demerita a
convertirse por su fidelidad en la más María; al contrario, estas palabras
auténtica discípula de Jesús y cum- responden a su actitud y a su vida:
plidora de la palabra del Señor. ella escuchó la palabra de Dios, per-
severa en esa escucha y la pone en
práctica. En María se realizan las
El evangelio de Lucas trae dos epi- condiciones para ser no sólo "parien-
sodios; el primero: "Le anunciaron: te", sino la verdadera discípula de
'Tu madre y tus hermanos están ahí Jesús.

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En un segundo episodio, Lucas des- bienaventurada, que por su fe se con-
cribe el sentimiento de una mujer del vierte en motivo de júbilo y de bendi-
pueblo que al oír hablar a Jesús ción para todos aquellos que como
exclama: '''Dichoso el seno que te llevó ella han creído en la Palabra del
y los pechos que te amamantaron'. Señor.
Pero Elles dijo: 'Dichosos más bien los
que escuchan la Palabra de Dios y la
guardan'" (Lc 11,27-28). La mujer del Haced lo que El os diga
pueblo alaba sobre un plano de sim- En el evangelio de Juan dos pasajes
ple biología: María viene a convertirse hacen una referencia directa a María:
en un vientre fecundo y unos pechos las bodas de Caná (Jn 2, 1-12) Y la
generosos. Esa palabra se mantiene escena del Calvario (Jn 19, 25-27),
sobre el campo del Antiguo Testa- episodios que están bastante rela-
mento, donde la mujer es ante todo la cionados entre sí.
que engendra hijos al marido.
El primer relato de Juan presenta
La respuesta de Jesús hace supo- a Jesús realizando su primer signo, el
ner que la verdadera bienaventuranza cual mueve a sus discípulos a creer
se realiza en un plano diferente: allí en El.
donde se escucha la palabra de Dios y
se vive en su misterio de gracia y de El texto dice: "Se celebraba una
exigencia. Precisamente en este plano boda en Caná de Galilea y estaba allí
de gracia y de escucha voluntad la.madre de Jesús. Fue invitado tam-
de Dios, es donde se realiza la biena- bién a la boda Jesús con sus discípu-
venturanza de María. los ... ". Al final del relato, el evangelista
concluye: "Así dio comienzo Jesús a
Las palabras de Jesús no sólo hacen sus señales. Y manifestó su gloria y
referencia a su Madre, también están creyeron en El sus discípulos".
indicando que la dignidad de la mujer,
de toda mujer, está por encima de las Durante la fiesta llega a faltar el
limitaciones y esclavitudes antiguas vino; nada extraño, teniendo en
o modernas, que los diversos contex- cuenta que la celebración de una
tos culturales le han impuesto. La bodas se prolongaba por ocho días.
mujer no se reduce alo biológico; ella Ante esta situación de verdadero
es más que un vientre y unos pechos, aprieto para aquella familia, María
es más que un sexo. La mujer es ante expone la necesidad: "No tienen vino".
todo una persona, y por lo tanto está Es una voz de esperanza y de con-
llamada a vivir su dignidad y su fe, de fianza. Pide ayuda.
manera que pueda traducirlas en
una forma de conducta. La respuesta de Jesús resulta des-
concertante, sobre todo si se tiene en
Lucas a través de su evangelio ha cuenta que el sentido de la frase no es
mostrado a María, cómo la mujer "qué nos importa a nosotros o qué

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tenemos que ver nosotros en este "Sacad ahora y llevad al mayordomo".
asunto?", sino "qué tengo yo contigo Aunque había dicho que no había lle-
mujer?" o ¿qué hay entre nosotros gado su hora, Jesús acepta dar un
dos? ¿Cómo puede un hijo decir esto anticipo de la alegría mesiánica; rea-
a su madre? liza un signo de salvación que permi-
tirá a sus discípulos creer en El.
Para entender estas palabras es
preciso considerar los diferentes pe- Será después de la resurrección
ríodos en la vida de Jesús: el primero cuando habrá claridad en la con-
corresponde a la vida oculta; durante ciencia de los discípulos sobre el sen-
ese período, María es la madre y tido verdadero del signo de Caná. A la
actúa como tal. El segu.'ldo período luz de la resurrección, entenderá que
corresponde a la vida pública, y Jesús la hora de Jesús era la realización de
quiere actuar determinado única- su misterio pascual.
mente por la voluntad del Padre, no
admite injerencias de nadie, ni si- La actitud creyente de María abre
quiera de su madre. Este período, el camino para que los demás crean
según en el evangelio de Juan, se ini- en Jesús; ella, que inició el proceso de
cia en ese momento en Caná de Gali- los signos mesiánicos de Cristo, sigue
lea. Aquí María es llamada: "Mujer"; abriendo la mente y el corazón de los
ella entra a formar parte de los segui- hombres, para que logren acercarse
dores de Jesús, no en calidad de al misterio salvador de su Hijo.
madre del rabino, sino de testigo de
sus signos. El tercer período es el de
la pasión; allí aparece María de nuevo María al pie de la cruz
junto a la cruz. En los dos episodios, que presenta el
Evangelio de Juan con referencia a
La razón que Jesús da de su res- María, ella no es llamada por su nom-
puesta es que todavía no ha llegado bre propio, sino con los títulos de
su hora. Madre de Jesús (Jn 2, 1; 19,25) y de
mujer (Jn 2, 4; 19, 26). La hora de
María, sin más comentarios, dijo a Jesús, que en Caná no había llegado,
los que servían: "Haced lo que El os en el Calvario ya está cumpliéndose.
diga". La negativa de Jesús hace pasar
a María al plano de la fe; Jesús, que El prodigio de Caná se presenta
vino a hacer la voluntad del Padre, como el inicio de los signos de Jesús;
sabe qué tiene que hacer. La fe de el Calvario es el preanuncio del gran
María se renueva y crece en cada signo: la Resurrección. En uno y otro
momento de su relación con Jesús. acontecimiento la presencia de María
es significativa para ella misma como
Jesús podía no haber ordenado creyente y para los discípulos que
nada, pero dijo a los sirvientes: "Lle- encontrarán en ella el apoyo para su
nad de aguas las tinajas", y añadió: propia fe.

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En la escena del Calvario María no Dimensión eclesiológica
habla; es Jesús quien dice, dirigién- María es Madre de Cristo y Madre de
dose a su Madre: "Mujer, ahí tienes a la Iglesia. Una y otra maternidad
tu hijo". Luego dice al discípulo: "Ahí están estrechamente unidas, porque
tienes a tu madre" (Jn 19, 26-27). al acoger a Cristo en la Encarnación,
María también acogió a todos los
Jesús no solamente deja su madre hombres como miembros de Crist0 6•
al discípulo, sino que se dirige en
primer lugar a ella. Si hubiera que-
rido preocuparse sólo del futuro de Estas palabras del Papa Juan Pablo
María, le habría bastado con dirigirse n, dan luz sobre la maternidad espi-
al discípulo; pero Jesús intenta poner ritual de María en la Iglesia, para con
de relieve la tarea que está a punto de la humanidad. El recorrido que hizo
confiarle a María. Por eso la llama con su hijo en el tiempo de la vida
mujer, es decir, le da una significa- terrena de Jesús, le fue mostrando
ción comunitaria: mujer es la que que su acción maternal no era ni
está llamada a ser madre, la que debía ser sólo para El. Sobre la mani-
puede dar a luz, alimentar y acom- festación de Jesús resucitado a María
pañar la vida. no hablan los Evangelios; pero es de
suponer, que quien creyó y vivió los
Para María el Calvario es la nueva misterios de Jesús durante su vida
anunciación de una maternidad uni- terrenal, participara de la misma
versal. Este sentido profundo de las manera en el misterio de la Resurrec-
palabras de Jesús, será entendido ción. La vivencia del misterio pascual
más tarde por la Iglesia, cuando aclare en la vida de María y de los apóstoles,
que la estrecha relación entre Cristo alcanza su plenitud en Pentecostés.
y su madre fue más allá de una simple Es en este acontecimiento anunciado
relación fisica. Entonces, el afecto y la por Jesús, en donde se realiza pro-
relación maternal de María se exten- piamente el nacimiento de la Iglesia.
derá a todos aquellos por quienes su También aquí están presentes el Es-
Hijo ha entregado la vida. píritu Santo y María.

Por la fe en la palabra del Angel, María engendra por la fe y por la


María entró en el misterio de Jesús; acción del Espíritu, al nuevo pueblo
por la fe en la palabra de Jesús, María de Dios.
entra en el misterio de la Iglesia.
María perteneció a un pueblo, fue
María se constituye en madre de la miembro de la comunidad judía. El
familia de los redimidos, que nace del acontecimiento de Jesús la desarraiga
corazón traspasado de Crist0 5. de esa tradición, para que inicie junto

5. Cfr. Puebla Nº 287.

6. Cfr. Juan Pablo 11. "María Madre de la Iglesia", meditación dominical 3.1.88 Periódico: L'Observatore Romano,
10.1.88,1.

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a El, la peregrinación que la introdu- Maria con su presencia está demos-
cirá en otro pueblo. Ella debe pasar trando la validez del camino de la fe
de una comunidad a otra; la inter- recorrido junto a su hijo y la fidelidad
vención de Dios en su vida le ha cam- en la escucha y seguimiento del men-
biado su camino; el paso por la ale- saje predicado por Jesús.
gría de la anunciación y del nacimien-
to de su Hijo, porla expectativa de los La presencia de Cristo resucitado,
signos y del mensaje del Rabí de la efusión del Espíritu y la presencia
Nazaret, y luego la muerte de Jesús, la de María, testigo de estas realidades,
hacen traspasar el umbral del anti- hacen posible la comunidad cristiana
guo pueblo, para entrar en uno nuevo: inicial.
la Iglesia, fundamentada en Jesús y
en los apóstoles.
El acontecimiento que brota de esa
El texto de Lucas en Hechos 1,14 experiencia pascual será proclamado
sitúa a María, reunida con los apósto- a toda la humanidad por los apósto-
les y demás discfpulos, en el aconte- les y por todos aquellos que, al tener
cimiento de Pentecostés: "Todos per- la experiencia del Resucitado, se con-
severaban en la oración, con un mismo vierten en testigos de la irrupción de
espíritu en compañía de algunas mu- Dios entre los hombres, por medio de
jeres, de Maria la madre de Jesús, y de su Hijo. La fe de María, comunitaria,
sus hermanos". compartida, convocadora y expan-
siva, la hace, además de Madre,
Es muy significativo que se recuerde miembro de la comunidad eclesial.
a la Virgen con su propio nombre, "Miembro excelentísimo" corno la
acompañado del título: "la madre de proclama el Concilio Vaticano 11, reco-
Jesús". Ella no está separada de la nociéndola además, corno prototipo,
comunidad, aunque tiene una misión modelo y signo de segura esperanza
excepcional y única. "Maria está si- para la IglesiaS.
tuada en un contexto pneumático,
eclesial-comunitario y misionero"7. Maria es miembros de la Iglesia por
su asociación a Cristo Jesús, que
Con su presencia está testimonian- anticipa en ella de modo singular, los
do la acción del Espíritu en ella: pri- frutos de la redención, colocándola
mero, cuando fue cubierta con su como la primera redimida entre los
sombra, para que naciera Jesús, y hijos de Adán; yes miembro además,
ahora, cuando se está produciendo porque por su intercesión se hace
un nuevo nacimiento en el Espíritu solidaria con todos los hombres,
en el Espíritu, el del cuerpo de Jesús, hermanos de Jesús y miembros de su
que es su Iglesia. cuerpo místico, que es la Iglesia.

7. NAVARRO PUERTO. Mercedes. "Creyente" en Nuevo Diccionario de Mariologra. pág. 533.

8. Cfr. Lumen Gentium Nº 53 Y Nº 68.

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María es prototipo de la Iglesia, María, como primicia de la reden-
porque en ella la Iglesia glorificada, ción, es también "signo de esperanza
como la describe la visión del Apoca- cierta y de consuelo para la Iglesia y
lipsis: "la mujer vestida del sol, con la para cada uno de los hombres, hasta
luna bajo sus pies y coronada de doce que llegue el día del Señor"ll.
estrellas" (Ap. 12, , ya tuvo su plena
realización. María está glorificada al María, que ya ha llegado a la meta,
lado de su hijo, porque fue fiel en "el día del Señor", a la plena luz de la
cumplir y testimoniar su palabra 9. gloria, es un signo cierto de que la
Iglesia puede alcanzar su plena reali-
María será también modelo para la zación; es garantía de la esperanza
Iglesia, principalmente como madre- del cristiano y es estímulo para ca-
virgen, entendiendo la maternidad minar hacia la transfiguración total
como fecundidad espiritual y la vir- en Dios.
ginidad como vivencia de la fe en la
fidelidad a Cristo.
Maria en la Iglesia envangelizadora
Si bien es cierto que el único modelo María es imagen y prototipo de la
ejemplar para la Iglesia y para cada Iglesia no sólo en la maternidad, en la
cristiano es Jesucristo, María por virginidad, en el amor a Cristo y al
estar íntimamente unida a El, a su hombre, en la vida espiritual, sino
obra salvífica y haber sido redimida que, a través de su acción de Maestra
de la manera más sublime, partici- de la vida, es a la vez modelo de la
pa también de su luminosa ejempla- Iglesia evangelizadora.
ridad.
María habla con su santidad; con
Además, la Virgen María, brilla por ella demuestra la verdad y la eficacia
la sublime ejemplaridad de sus virtu- de la "palabra" en su vida, enseña a
des: es modelo de la Iglesia "en el creer, a acoger, a responder humilde
orden de la fe, de la caridad y de la y plenamente a la voluntad de Dios.
unión perfecta con Cristo"lO.
En la exhortación apostólica de
La Iglesia, creciendo en las virtu- Pablo VI, "EvangeliiNuntiandi", María
des teologales yen la obediencia a la es llamada "la estrella de la evangeli-
voluntad divina, se hace cada vez zación" (N!! 82), porque su plenitud
más semejante al sublime modelo de de gracia ilumina el evangelio, al
María. evangelizador y a la Iglesia evangeli-

9. Cfr. Ap. 12, 17.

10. Consto Dogm. Lumen Gentium NQ 63.

11. Ibidem. Nº 68.

328 MARIA Y LA IGLESIA LATINOAMERICANA


zadora. María ayuda a quien lleva el cificado, a la Pasión de Cristo y a la
mensaje y a quien lo recibe, colabo- Virgen bajo diversas advocaciones
rando para hacer comprender y vivir eran parte del contenido básico de la
el evangelio. predicación y de la enseñanza cate-
quística.
Para quien escucha la buena nueva,
María sigue siendo la Virgen de la epi- Estas devociones entraron profun-
fanía, que le presenta a Jesús para damente en la religiosidad yen la cul-
que le conozca; pero también sigue tura de indios, mestizos o hispanos.
siendo la Virgen de la anunciación,
que le ayuda a pronunciar su "fiat", La devoción a la Virgen María fue
que le permita acoger al Hijo de Dios una de las más acogidas, que se
en su vida. extendió con más solidez por todos
los pueblos de América. Esta devo-
Para quien evangeliza, María es ción constituyó uno de los factores
signo de fidelidad y de fecundidad en más importantes para la evangeliza-
la fe, porque su presencia en la Iglesia ción. Las razones de esta acogida de
es de constante intercesión ante el María en el Nuevo Mundo son diver-
Señor, para que el Espíritu ilumine y sas: la herencia del catolicismo ibé-
acompañe el llamado y la respuesta rico, las diversas comunidades reli-
inherentes a la evangelización. giosas que vinieron y que en su ma-
yoría veneraban de manera especial
En el organismo de la vida de fe, a María, bajo alguna advocación, las
este carisma femenino-maternal es mismas tradiciones nativas, que es-
esencial; sin María el evangelio que- tablecían una relación especial entre
daría privado de su mejor comenta- la madre y la tierra y ciertos rasgos de
rio viviente: una mujer en quien por las culturas americanas, que le con-
su fidelidad total a Jesucristo, se die- cedían valor especial a lo afectivo, a
ron: el gozo en la apertura a la pala- lo familiar.
bra de Dios; la esperanza en el cum-
plimiento de las promesas del Señor y Lo que se quiere acentuar aquí es el
el compromiso de una respuesta que papel importante de la figura y devo-
transformó totalmente su vida. dón mariana en la extensión misma
del cristianismo en América. Esto no
se explica sólo por razones religioso-
María en la evangelización de culturales, sino que está confIrmando
América Latina un punto de la teología mariana:
Es un hecho que los primeros misio- "María conduce a Cristo; Ella, por su
neros hicieron de las devociones fun- cooperación libre en la nueva Alianza
damentales del cristianismo, un medio de Cristo, es junto a El protagonista
para evangelizar. La devoción al Cru- de la historia"12.

12. Puebla N2 293.

SOR LUISA MERCEDES DUARTE V. 329


María es protectora y educadora países: en México la VIrgen de Guada-
de la fe de los hijos de la Iglesia; esta lupe; en Chile la Virgen del Carmen;
gracia maternal se ha revelado mu- en Colombia, Nuestra Señora de Chi-
chas veces en la historia de las misio- quinquirá.
nes en los pueblos.
Estas devociones se han ido conso-
La fuerza de la devoción mariana lidando a lo largo de los años y así la
no tuvo el mismo impulso en todos Virgen María entra a formar parte de
los pueblos desde el principio. Se van la identidad de los pueblos en Amé-
dando etapas: en México se da casi rica Latina. Ella es parte integrante
desde el comienzo de la conquista, del catolicismo en nuestra tierra.
con las apariciones de la Virgen de
Guadalupe al indio Juan Diego (1531). La mariología en Puebla tiene un
La imagen impresa en la tilma del doble contexto: uno amplio que es el
indio despierta en los nativos la más bíblico-eclesial y otro más restringido
pura y arraigada devoción: "Noble que es el religioso-popular, en el cual
indita, noble indita, Madre de Dios! se ha desarrollado la devoción maria-
Noble indita, toda nuestra" 13, grita- na de los pueblos latino-americanos.
rán los indios al ver la imagen de
Maria Estos dos contextos no están abso-
lutamente separados, sin que se inte-
Es un momento privilegiado para rrelacionan mutuamente.
los nativos de América, que tienen en
el indio Juan Diego el símbolo de la El misterio de Cristo y de la Iglesia,
situación de opresión y humillación incluida en ella la Virgen María, se
de la raza, pero que también encuen- vive en comunidades concretas de
tran en María a la Madre que se mani- hombres, que manifiestan su fe cris-
fiesta acogedora, tierna y amorosa tiana a través de la religiosidad y de
Con la manifestación de la Virgen la piedad popular; entendiendo por
María en el Tepeyac comienza una religiosidad popular la manifestación
nueva historia de la mariología en externa que se expresa en palabras,
América Latina acciones, gestos y comportamientos;
y por piedad popular, lo escondido, la
En otros países esta devoción apa- fuente interior de laque proceden las
rece más fuerte durante las épocas manifestaciones externas 14• Son dos
de la colonia y de la independencia. aspectos integrados de la misma
En efecto, muchos padres de la patria realidad: el pueblo o el hombre reli-
invocaron la protección de María, gioso. Una religiosidad denominada
según la devoción más popular de los popular, porque las manifestaciones

13. (;ONZALEZ DORADO. De MarIa Conquistadora. Pág. 38.

14. Cfr. AGOSTINO G. "Piedad popular" en Nuevo Dic. de Mariologla.

330 MARIA Y LA IGLESIA LATINOAMERICANA


más significativas se dan en los gru- Para la pastoral de América Latina,
pos o pueblos pobres y sencillos. que enfrenta hoy el desafio de evan-
gelizar de nuevo a las multitudes mar-
Los pueblos de Latinoamérica han ginadas, la religiosidad popular ma-
vivido su cristianismo en íntima rela- riana constituye un punto de partida
ción con la devoción mariana. En y una gran esperanza de hallar el
Puebla se afirma que María perte- camino que lleve a los hombres y a las
nece a la "identidad propia de estos culturas a reencontrarse con el Dios
pueblos" 16; de modo que todos los de Jesucristo.
santuarios marianos latinoamerica-
nos, comenzando por el de Guada-
La Virgen María, con su carisma
lupe, "son signos del encuentro de la
femenino-maternal, rico en valores
fe de la Iglesia con la historia lati-
evangélicos, puede nutrir de una
noamericana" 16.
manera nueva la fe cristiana y el
compromiso del pueblo en la bús-
Con frecuencia en estos pueblos la queda de justicia y de liberación inte-
piedad mariana ha sido el único gral.
vínculo que los ha mantenido fieles a
la Iglesia, sobre todo en sectores que
carecían de atención pastoral ade- Dimensión paradigmática
cuada. Puebla presenta a la Virgen María
como "la figura concreta en la que
La Virgen María, bajo los diversos culmina toda liberación y santifica-
rostros de sus advocaciones, preside ción en la Iglesia" 17. Liberación y
y acompaña la religiosidad del pue- santificación dos aspectos de un
blo, que reconoce en ella a la Madre mismo ideal, al cual está llamado
de Cristo, pero también tiene la cer- todo hombre.
teza de que es la madre de todos y de
cada uno. El tema de María en la liberación
cristiana e integral de los pobres y
Esta relación afectiva y vital del oprimidos surge como el resultado
pueblo con la Virgen María ha propi- del encuentro entre la devoción po-
ciado su devoción y ha hecho que el pular mariana y la aspiración de esos
pueblo elabore su propia "teología mismos pobres en busca de su digni-
mariana", que incluye grandezas y dad, de sus derechos y de su libertad,
limitaciones, valores y antivalores, violados por sistemas socialmente
expresiones de fe auténtica y tam- injustos y muchas veces políticamente
bién incoherencias. opresivos.

15. Puebla Nº 283.

16. Puebla N2 282.

17. Puebla Nº 333.

SOR LUISA MERCEDES DUARTE V. 331


¿Pero cómo influye la piedad y El Magníficat es la constatación de
espiritualidad popular mariana en que las promesas de Dios, que se han
las aspiraciones y tareas de libera- comenzado a realizar con la venida
ción de los pobres? El papel de María de Cristo, por las que María da gra-
en la liberación es revelar por el tes- cias al haber sido elegida como h umil-
timonio de su vida, las actitudes cris- de instrumento, incluyen la realiza-
tianas que deben acompañar a todo ción de un reino de justicia entre los
proceso de liberación. Ella, a la vez hombres. Un reino que enaltece a los
que es signo de esperanza en la libe- humildes y derriba a los poderosos,
ración total de los pobres y sufrien- que colma de bienes a los hambrien-
tes, muestra el camino auténtico de tos y despide vacíos a los ricos (Lc 1,
libertad de toda forma de servidum- 51-53). Esta promesa forma parte de
bre humana. la esperanza de los pobres, de la cual
María es un testigo privilegiado.
María testimonia, por su pobreza y
humildad, que la verdadera libera- Pero la liberación no se queda en
ción no está en hacerse rico, ni en un plano meramente material-socio-
buscar poder para abusar de otros lógico; la liberación toma al hombre
más débiles, ni en acceder al desa- total, para llevarlo a su plenificación
rrollo para caer en servidumbres nue- como "hijo de Dios", para hacer de él
vas como el materialismo y el consu- un hombre "nuevo".
mismo.
Los dogmas de la Inmaculada Con-
La verdadera liberación cristiana cepción y de la Asunción iluminan la
es aquélla en que se llega a la plenitud auténtica condición del hombre, lla-
de la dignidad humana, reconocida y mado a realizarse como nueva cria-
respetada; liberación que se funda- tura.
menta en la solidaridad fraterna,
porque cada persona reconoce y res- El dogma de la Inmaculada Con-
peta la dignidad de otro, a la vez que cepción nos ofrece en María el rostro
descubre el rostro de Dios en el her- del hombre nuevo redimido por Jesu-
mano. La verdadera liberación hace cristo. La Virgen Inmaculada es la
de cada hombre y de todos los hom- creación íntegra; ella es el modelo
bres: "hombres nuevos", hombres deseado por Dios para la creación
recreados, hombres bienaventurados. entera.

Esta actitud de María está conden- La Inmaculada es el ejemplo de la


sada en el Magníficat, que se ha cons- perfecta realización del hombre mo-
tituido en un texto clave para enten- vido por la gracia; es el prototipo del
der la actitud de la Virgen en la hombre y de la mujer, que en una
liberación de los pobres 18 . respuesta sincera a la voluntad de

18. Puebla Nº 297.

332 MARIA Y LA IGLESIA LATINOAMERICANA


Dios, recorren el camino de las biena- terrena de Jesús, encuentra su sen-
venturanzas propuesto por Jesucris- tido pleno en la configuración con
to. En la Inmaculada es posible ver la Cristo resucitado y glorioso 19.
cumbre a la que ha llevado Dios a La Asunción celebra el pleno cum-
María e intenta llevar a todos los plimiento del misterio pascual de
hombres. Cristo en la Virgen María.
En María la Iglesia conoce con
Ella es lámpara sobre el candelero,
gozosa anticipación el fmal feliz de su
"ciudad en lo alto del monte", no sólo
historia; ella es "imagen y primicia de
para los cristianos, sino a través de
la Iglesia, que habrá de alcanzar su
ellos, para todos los hombres. El cris-
propia perfección en el mundo fu-
tianismo puede presentar ante el
turo"20.
mundo a María Inmaculada, corno la
mujer en quien se han cumplido todos María asunta al cielo significa para
los deseos de integridad y plenitud, cada hombre la posibilidad de su
de quienes buscan sinceramente a propio destino en la gloria.
Dios. Ella es la síntesis de todas las
peticiones existenciales nacidas del María en toda la integridad de su
corazón de los hombres y es también misterio, pero principalmente como
la sín tesis de la respuesta que Dios ha Inmaculada y como Asunta al cielo,
dado a esas peticiones. aparece ante el pueblo latinoameri-
cano, como un gran carisma, como
También el dogma de la Asunción un regalo de Dios, que El ofrece para
trae. un mensaje particular para el llegar a la realización en Cristo.
hombre de hoy; mensaje de espe-
ranza, porque en María se ha reali- El pueblo, que así lo ha entendido,
zado ya lo que Jesús prometió a sus busca a María en la Iglesia católica,
discípulos y en ellos a cada uno de porque reconoce que allí encuentra a
nosotros: "Cuando haya ido yos haya la familia de los bautizados que tie-
preparado un lugar, volveré y os to- nen por Padre a Dios, por hermano a
maré conmigo, para que donde esté Cristo y por madre a la Virgen María 21.
yo, estéis también vosotros" (Jn 14,3).
Conclusión
La Asunción significó para María el La evangelización tiene como meta al
encuentro defmitivo con su hijo, que hombre en su proceso de liberación
la precedió en la gloria. Ella, que de todas las esclavitudes, para que se
estuvo asociada al misterio de la vida transforme en un "hombre nuevo" y a

19. Clr. Puebla Nº 298.

20. Lumen Gentium Nº 68.

21. Clr. Puebla Nº 285.

SOR LUISA MERCEDES DUARTE V. 333


su vez, constituya sociedades y pue- ción sobre la división y del hombre
blos nuevos. María, identificada con nuevo sobre sus esclavitudes.
la cultura y con los pueblos de Amé-
rica Latina, es en su fidelidad, en su Justicia, paz y reconciliación se
pobreza y en su compromiso el signo presentan hoy como prioridades en
y la esperanza de que ello es posible. el contexto de la situación de Amé-
rica Latina. Cuando María en el Mag-
En esa mujer de Nazaret los pobres níficat espera en un Dios que derriba
ven a una de su raza vencer el des- a los ricos y poderosos y ensalza a los
concierto, la angustia y la sensación pobres y débiles, está proclamando el
de fracaso, tentaciones que acecha- surgimiento de una nUeva humani-
ron a María desde la aceptación de su dad donde se rompe el orgullo de los
compromiso en la Anunciación hasta grandes, para abrir camino a los
su consumación en el monte del Cal- humildes y oprimidos.
vario.
De esta manera María se consti-
Como en ella siempre estuvo latente tuye en signo y modelo de libertad y
"la perspectiva escatológica del cris- de liberación.
tiano", puede encarnar para todas
las generaciones sufrientes la espe- La Iglesia, mirando hacia María,
ranza en el triunfo de la justicia y de puede descubrir y comprender mejor
la paz; en el triunfo de la reconcilia- el sentido de su misión salvadora.

334 MARIA Y LA IGLESIA LATINOAMERICANA

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