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sbl2020 2 Es
sbl2020 2 Es
Traducción y Diagramación:
Paulo Devai
Prefacio
“Dios quiere que su pueblo de estos días repase con corazón humilde y espíritu
dócil las pruebas a través de las cuales el Israel antiguo tuvo que pasar, para que
le ayuden en su preparación para la Canaán celestial.”—Patriarcas y Profetas, pág.
298.
Al continuar con la segunda de esta serie de dos partes bajo el tema “Peregrinando
por el Desierto”, estudiaremos los principales eventos que se desarrollaron desde
el pacto en el Sinaí hasta la muerte de Moisés, usando referencias de los libros de
Números y Deuteronomio. “El libro de Deuteronomio debiera ser cuidadosamente
estudiado por los que viven hoy en la tierra.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios
de E. G. de White], tomo 1, pág. 1131.
“La historia del antiguo Israel es un ejemplo patente de lo que experimentaron
los adventistas. Dios dirigió a su pueblo en el movimiento adventista, así como
sacó a los israelitas de Egipto. Cuando el gran desengaño, su fe fue probada como
lo fue la de los hebreos cerca del Mar Rojo. Si hubiesen seguido confiando en la
mano que los había guiado y que había estado con ellos hasta entonces, habrían
visto la salvación de Dios. Si todos los que habían trabajado unidos en la obra de
1844 hubiesen recibido el mensaje del tercer ángel, y lo hubiesen proclamado en el
poder del Espíritu Santo, el Señor habría actuado poderosamente por los esfuerzos
de ellos. Raudales de luz habrían sido derramados sobre el mundo. Años haría que
los habitantes de la tierra habrían sido avisados, la obra final se habría consumado,
y Cristo habría venido para redimir a su pueblo.
“No era voluntad de Dios que Israel peregrinase durante cuarenta años en
el desierto; lo que él quería era conducirlo a la tierra de Canaán y establecerlo
allí como pueblo santo y feliz. Pero ‘no pudieron entrar a causa de incredulidad’.
Hebreos 3:19. Perecieron en el desierto a causa de su apostasía, y otros fueron
suscitados para entrar en la tierra prometida. Asimismo, no era la voluntad de
Dios que la venida de Cristo se dilatara tanto, y que su pueblo permaneciese por
tantos años en este mundo de pecado e infortunio. Pero la incredulidad lo separó
de Dios.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 451.
Que Dios nos ayude a aferrarnos de Jesús como nuestro Salvador personal y
abandonar el grave pecado de la incredulidad. Confiemos en la mano que nos
ha guiado en nuestro pasado y sigamos adelante para dar el mensaje del tercer
ángel con poder. Si no hacemos la obra que Dios nos ha designado, otros serán
levantados para tomar nuestros lugares.
Francistown
Windhoek
SÁBADO, 4 DE ABRIL DE 2020
Ofrenda del Primer Sábado BOTSWANA
Para la capilla y sede de JohannesburgoN A M I B I A Gaborone Pietersburg
Pretoria
Johannesburgo es la capital comercial Luderitz Mbabane
Un Pacto de Gracia
“Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la
mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos
por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo” (Hebreos 8:10).
Domingo ^
29 de marzo
Año Bíblico: Jueces 18-19
1. UN MISTERIO ETERNO
a. ¿Por cuánto tiempo ha existido el pacto de la gracia de Dios? Romanos
16:25.
b. Bajo este pacto, ¿qué hace Dios por todos los que creen solamente en
Cristo para su salvación? Gálatas 3:8; Romanos 5:1.
“El pacto hecho con Abrahán cuatrocientos treinta años antes de que se
pronunciara la ley en el Sinaí fue un pacto confirmado por Dios en Cristo, el
mismo evangelio que se nos predica a nosotros.”—The Signs of the Times, 24
de agosto, 1891.
c. ¿Qué promesa incluía también el pacto de Dios con Abrahán, y qué hará
al ser recibido por el creyente en Cristo? Gálatas 3:14; Ezequiel 36:26, 27.
“La misma ley que fue grabada en tablas de piedra es escrita por el Espí-
ritu Santo sobre las tablas del corazón. En vez de tratar de establecer nuestra
propia justicia, aceptamos la justicia de Cristo. Su sangre expía nuestros peca-
dos. Su obediencia es aceptada en nuestro favor. Entonces el corazón renova-
do por el Espíritu Santo producirá los frutos del Espíritu. Mediante la gracia
de Cristo viviremos obedeciendo a la ley de Dios escrita en nuestro corazón.
Al poseer el Espíritu de Cristo, andaremos como él anduvo. Por medio del
profeta, Cristo declaró respecto a sí mismo: ‘El hacer tu voluntad, Dios mío,
hame agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas.’ Salmos 40:8. Y cuan-
do vivió entre los hombres, dijo: ‘No me ha dejado solo el Padre; porque yo,
lo que a él agrada, hago siempre.’ Juan 8:29.”—Patriarcas y Profetas, pág. 389.
“Esta promesa [Génesis 22:18] dirigía los pensamientos hacia Cristo. Así
la entendió Abrahán. (Véase Gálatas 3:8, 16), y confió en Cristo para obtener
4. EL PACTO EN EL SINAÍ
a. ¿Por qué se estableció otro pacto en el Sinaí y cuál era su propósito?
Deuteronomio 4:35–37.
b. ¿Por qué el pacto hecho con Abrahán es llamado un pacto “nuevo” aun-
que fue hecho antes que el del Sinaí? Hebreos 9:16–20.
“Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a
Abrahán, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en vir-
tud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad
de redención. Fue aceptado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue
llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este pacto, que era sen-
cillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la voluntad
divina, colocándolo en situación de poder obedecer la ley de Dios.
“Otro pacto, llamado en la Escritura el pacto ‘antiguo,’ se estableció en-
tre Dios e Israel en el Sinaí, y en aquel entonces fue ratificado mediante la
sangre de un sacrificio. El pacto hecho con Abrahán fue ratificado mediante
la sangre de Cristo, y es llamado el ‘segundo’ pacto o ‘nuevo’ pacto, porque
la sangre con la cual fue sellado se derramó después de la sangre del primer
pacto.”—Ibíd., pág. 387.
“Los israelitas… no comprendían que sin Cristo les era imposible guar-
b. ¿Cómo podemos estar en peligro hoy de cometer el mismo error que los
hijos de Israel cometieron en el Sinaí? Romanos 8:15.
Viernes ^
3 de abril
Año Bíblico: 1 Samuel 8-11
El Pacto Quebrantado
“Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu
pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido”
(Éxodo 32:7).
Domingo ^
5 de abril
Año Bíblico: 1 Samuel 14:24-16
b. Cuando el pueblo escuchó todas las palabras del Señor relatadas por
Moisés, ¿qué respondieron a una sola voz? ¿Qué hizo Moisés entonces?
Éxodo 24:3, 4.
“Si los israelitas hubiesen obedecido los requisitos de Dios, hubieran sido
cristianos prácticos. Habrían sido felices pues habrían estado siguiendo por
los caminos de Dios y no las inclinaciones de sus propios corazones natura-
les. Moisés no los dejó que interpretaran erróneamente las palabras del Señor
o que aplicaran mal sus requisitos. Escribió todas las palabras del Señor en
un libro para que se pudiera hacer referencia a ellas después. En el monte las
había escrito como las dictó Cristo mismo.
“Valientemente los israelitas pronunciaron las palabras que prometían
obediencia al Señor, después de escuchar el pacto divino leído a oídos del
pueblo… Dijeron: ‘Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedece-
remos’. Entonces el pueblo fue puesto aparte y sellado para Dios. Se ofreció
un sacrificio al Señor. Se asperjó sobre el altar una porción de la sangre del sa-
crificio. Esto significaba que el pueblo se había consagrado —cuerpo, mente
y alma— a Dios. Una porción fue asperjada sobre el pueblo. Esto significaba
que mediante la sangre asperjada de Cristo, Dios bondadosamente los acep-
taba como su tesoro especial. Así los israelitas entraron en un pacto solemne
con Dios.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo
1, pág. 1121.
“Dios… les dio [a los hijos de Israel] la ley, con la promesa de grandes
bendiciones siempre que obedecieran: ‘Ahora pues, si diereis oído a mi voz,
y guardareis mi pacto,… vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente san-
ta.’ Éxodo 19:5, 6. Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio
corazón, y no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la ley
de Dios; y con excesiva premura concertaron su pacto con Dios. Creyéndose
capaces de ser justos por sí mismos, declararon: ‘Haremos todas las cosas que
Jehová ha dicho, y obedeceremos.’ Éxodo 24:7.”—Patriarcas y Profetas, pág.
388.
c. ¿Qué usó Moisés para ratificar el pacto hecho en el Sinaí? Éxodo 24:8.
3. MOISÉS EN EL MONTE
a. ¿Con qué propósito fue llamado Moisés nuevamente al monte? Éxodo
24:12; 25:8, 9, 40.
“De una raza de esclavos, los israelitas fueron ascendidos sobre todos los
pueblos, para ser el tesoro peculiar del Rey de reyes. Dios los separó del mun-
do, para confiarles una responsabilidad sagrada. Los hizo depositarios de su
ley, y era su propósito preservar entre los hombres el conocimiento de sí mis-
mo por medio de ellos. En esa forma la luz del cielo había de alumbrar a todo
un mundo que estaba envuelto en tinieblas, y se oiría una voz que invitaría
a todos los pueblos a dejar su idolatría y servir al Dios viviente. Si eran fieles
a su responsabilidad, los israelitas llegarían a ser una potencia en el mundo.
Dios sería su defensa y los elevaría sobre todas las otras naciones. Su luz y su
verdad serían reveladas por medio de ellos, y se destacarían bajo su santa y
sabia soberanía como un ejemplo de la superioridad de su culto sobre toda
forma de idolatría.”—Ibíd., pág. 324.
4. EL BECERRO DE ORO
a. Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba mucho en descender del mon-
te, ¿qué dijeron mientras se reunían alrededor de Aarón? Éxodo 32:1.
“De todos los pecados que Dios castigará, ninguno es más grave ante sus
ojos que el de aquellos que animan a otros a cometer el mal. Dios quisiera
que sus siervos demuestren su lealtad reprendiendo fielmente la transgre-
sión, por penoso que sea hacerlo. Aquellos que han recibido el honor de un
mandato divino, no han de ser débiles y dóciles contemporizadores. No han
de perseguir la exaltación propia ni evitar los deberes desagradables, sino que
deben realizar la obra de Dios con una fidelidad inflexible.”—Ibíd., pág. 333.
Viernes ^
10 de abril
Año Bíblico: 1 Samuel 28-31
El Pacto Restaurado
“Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque
conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel”
(Éxodo 34:27).
Domingo ^
12 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 3-5
“Si Aarón hubiera tenido valor para sostener lo recto, sin importarle las
consecuencias, habría podido evitar aquella apostasía.”—Patriarcas y Profetas,
pág. 332.
“Era necesario castigar ese pecado para atestiguar ante las naciones cir-
cunvecinas cuánto desagrada a Dios la idolatría. Al hacer justicia en los cul-
pables, Moisés, como instrumento de Dios, debía dejar escrita una solemne y
pública protesta contra el crimen cometido. Como en lo sucesivo los israeli-
tas debían condenar la idolatría de las tribus vecinas, sus enemigos podrían
acusarlos de que, teniendo como Dios a Jehová, habían hecho un becerro y lo
habían adorado en Horeb. Cuando así ocurriera, aunque obligado a recono-
cer la verdad vergonzosa, Israel podría señalar la terrible suerte que corrieron
los transgresores, como evidencia de que su pecado no había sido sancionado
ni disculpado.
“El amor, no menos que la justicia, exigía que este pecado fuera castiga-
do. Dios es Protector y Soberano de su pueblo. Destruye a los que insisten
en la rebelión, para que no lleven a otros a la ruina.”—Ibíd., págs. 334, 335.
“Moisés comprendía cuán terrible sería la suerte del pecador; sin embar-
go, si el pueblo de Israel iba a ser rechazado por el Señor, él deseaba que su
nombre también fuese raído con el de ellos; no podía soportar que los juicios
de Dios cayeran sobre aquellos a quienes tan bondadosamente había librado.
La intercesión de Moisés en favor de Israel ilustra la mediación de Cristo en
favor de los pecadores. Pero el Señor no permitió que Moisés sobrellevara,
como lo hizo Cristo, la culpa del transgresor. ‘Al que pecare contra mí, a éste
raeré yo de mi libro,’ dijo.”—Ibíd., págs. 336, 337.
“Se levantó la tienda fuera del campamento, pero Moisés la llamó el ‘Ta-
bernáculo del Testimonio.’ A todos los que estaban verdaderamente arrepen-
tidos y deseaban volver al Señor, se les indicó que fueran allá a confesar sus
pecados y a solicitar la misericordia de Dios.
“Cuando volvieron a sus tiendas, Moisés entró en el tabernáculo. Con
ansioso interés el pueblo observó por ver alguna señal de que la mediación
de Moisés en su favor era aceptada. Si Dios condescendiese a reunirse con él,
habría esperanza de que no serían totalmente destruidos. Cuando la colum-
na de nube descendió y se posó a la entrada del tabernáculo, el pueblo lloró
de alegría, y ‘levantábase todo el pueblo, cada uno a la puerta de su tienda, y
adoraba.’”—Patriarcas y Profetas, págs. 337, 338.
c. ¿Qué seguridad obtuvo Moisés del Señor? Éxodo 33:11–17. ¿Cómo pode-
mos obtener la misma seguridad?
b. Después que Dios le reveló su gloria a Moisés, ¿sobre qué oró Moisés, y
cómo respondió Dios? Éxodo 34:8–17, 27.
b. ¿Qué trajo Moisés al bajar del monte después de cuarenta días, y cómo se
sintió el pueblo cuando lo vio? Éxodo 34:28–30, 33.
Viernes ^
17 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 17-18
Sacerdotes Infieles
“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y
lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no
limpio” (Ezequiel 44:23).
Domingo ^
19 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 21-22
“Si alguien no tiene una relación vital con Dios, su propio espíritu y
sentimientos prevalecerán. Estos pueden ser bien representados por el fuego
extraño ofrecido en lugar del fuego sagrado.”—Testimonios para los Ministros,
pág. 370.
“El poder convertidor de Dios debe dominar a los hombres que mane-
jan las cosas sagradas, y sin embargo son incapaces, por alguna causa mejor
conocida por Dios, de distinguir entre el fuego sagrado encendido por Dios
y el fuego extraño que ellos ofrecen. Ese fuego extraño es tan deshonroso
para Dios como el que presentaron Nadab y Abiú. El fuego sagrado del amor
de Dios hará que los hombres sean tiernos, bondadosos y llenos de simpatía
hacia los que están en el peligro. Los que no reprimen sus palabras hirientes
y altaneras están, en realidad, diciendo: Yo soy más santo que tú. ¿No ves mi
posición exaltada?”—Testimonios para los Ministros, pág. 356.
“Se necesitan hombres convertidos, hombres que amen y honren a Dios,
que teman actuar con su propia sabiduría, y que comprendan que sus esfuer-
zos sólo pueden tener éxito si son reconocidos por él, sin cuya bendición no
hay prosperidad. En todo momento debe combinarse el poder divino con
el esfuerzo humano, de lo contrario se ofrecerá fuego extraño en lugar del
sagrado…
“Ocuparse de las cosas sagradas como si fueran asuntos comunes es una
ofensa a Dios; porque lo que Dios ha apartado para prestar su servicio en dar
luz a este mundo es santo. Aquellos que tienen alguna conexión con la obra
de Dios no deben caminar en la vanidad de su propia sabiduría, sino en la
sabiduría de Dios, o estarán en peligro de poner las cosas sagradas y comunes
en el mismo nivel, separándose así de Dios.”—The Review and Herald, 8 de
septiembre, 1896.
“A la hora del culto, cuando las oraciones y las alabanzas del pueblo as-
cendían a Dios, dos de los hijos de Aarón tomaron cada uno su incensario,
y quemaron incienso, para que ascendiera como agradable perfume ante el
Señor. Pero violaron las órdenes de Dios usando ‘fuego extraño.’ Para quemar
el incienso se valieron de fuego común en lugar del fuego sagrado que Dios
mismo había encendido, y cuyo uso había ordenado para este objeto. A causa
de este pecado, salió fuego de delante del Señor y los devoró a la vista del
pueblo.”—Patriarcas y Profetas, pág. 373.
“En su juventud, Nadab y Abiú no habían sido educados para que desa-
rrollaran hábitos de dominio propio. La disposición indulgente del padre,
su falta de firmeza en lo recto, le habían llevado a descuidar la disciplina de
sus hijos. Les había permitido seguir sus propias inclinaciones. Los hábitos
de complacencia propia, practicados durante mucho tiempo, los dominaban
de tal manera que ni la responsabilidad del cargo más sagrado tenía poder
para romperlos. No se les había enseñado a respetar la autoridad de su padre,
y por eso no comprendían la necesidad de ser estrictos en su obediencia a los
requisitos de Dios.”—Ibíd., pág. 374.
“No puede darse demasiada importancia a la primera educación de los
niños. Las lecciones aprendidas, los hábitos adquiridos durante los años de la
infancia y de la niñez, influyen en la formación del carácter y la dirección de
la vida mucho más que todas las instrucciones y que toda la educación de los
años subsiguientes.”—El Ministerio de Curación, pág. 293.
b. ¿Qué principios bíblicos nos muestran que el vino provisto por Jesús en
la fiesta de bodas era jugo de uva sin fermentar? Proverbios 20:1; 23:32.
“Algunos han declarado que Cristo favoreció el uso moderado del vino
fermentado, en testimonio de lo cual se refieren a su milagro de convertir el
agua en vino. Pero afirmamos que Cristo nunca hizo vino embriagador; tal
acto habría sido contrario a todas las enseñanzas y ejemplos de su vida.”—
The Health Reformer, 1 de julio, 1878.
“Dios quiso enseñar al pueblo que debía acercarse a él con toda reveren-
cia y veneración y exactamente como él indicaba. El Señor no puede aceptar
una obediencia parcial. No bastaba que en el solemne tiempo del culto casi
todo se hiciera como él había ordenado. Dios ha pronunciado una maldición
sobre los que se alejan de sus mandamientos y no establecen diferencia entre
las cosas comunes y las santas.”—Patriarcas y Profetas, pág. 374.
Viernes ^
24 de abril
Año Bíblico: 1 Reyes 8
Taklimakan Desert
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TURKMENISTAN
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SÁBADO, 2 DE MAYO DE M2020
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Para una capilla en Mayiladuthurai, Tamil
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Nadu, India
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Mayiladuthurai es una ciudad impor- 25˚N
BANGLADESH
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Tamil Nadu, en la parte más meridional Maharashtra
Nagpur
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kilómetros (175 millas) de Chennai y 130 kiló-
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SRI LANKA Nicobar
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Islands
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Strait of
Malacca
ficie de 11,27 km2 (4,35 millas cuadradas). Situada a una 65˚E 90˚E 95˚E
distancia de sólo 24 kilómetros (15 millas) de la costa en la Bahía de Bengala, la 0 500 Miles
ciudad se encuentra a apenas 10 metros (33 pies) sobre el nivel del mar. El río Ka- 0 500 KM
veri la cruza y la divide en dos partes: Uttara Mayuram y Mayuram propiamente Parallel scale at 25˚S 0˚E
Domingo ^
26 de abril
Año Bíblico: 1 Reyes 12-13
“De esta tribu [cineos] procedía el cuñado de Moisés, Obab, quien había
acompañado a los israelitas en sus viajes por el desierto, y por su conocimien-
to del país les había prestado valiosos servicios.”—Patriarcas y Profetas, pág.
681.
“Dios mismo dirigió a los israelitas en todos sus viajes. El sitio en que
habían de acampar les era indicado por el descenso de la columna de nube;
y mientras habían de permanecer en el campamento, la nube se mantenía
asentada sobre el tabernáculo. Cuando era tiempo de que continuaran su
viaje, la columna se levantaba en lo alto sobre la sagrada tienda. Una invo-
cación solemne distinguía tanto el alto como la partida de los israelitas.”—
Ibíd., pág. 393.
2. QUEJÁNDOSE NUEVAMENTE
a. ¿A través de qué tipo de tierras viajó el pueblo de Israel después de dejar
el Sinaí? ¿Por qué? Deuteronomio 8:15, 16; Jeremías 2:6.
Ofrenda del Primer Sábado—Para una capilla en Mayiladuthurai, Tamil Nadu, India
“A medida que avanzaban, el camino se les hizo más escabroso. Iba por
hondonadas pedregosas y páramos estériles. Alrededor de ellos estaba el gran
desierto, estaban en ‘una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de
sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó
hombre.’ Jeremías 2:6. Los desfiladeros rocallosos, tanto los lejanos como los
cercanos, estaban repletos de hombres, mujeres y niños, con bestias y carros,
e hileras interminables de rebaños y manadas. El progreso de su marcha era
necesariamente lento y trabajoso; y después de haber estado acampadas por
tanto tiempo, las multitudes no estaban preparadas para soportar los peligros
y las incomodidades de la jornada.”—Patriarcas y Profetas, pág. 394.
3. DESEANDO CARNE
a. ¿De qué se quejaron los israelitas después, y con quién comenzó la mur-
muración? Números 11:4–6; Salmo 78:18–20.
“Dios dio a los israelitas lo que no era para su mayor beneficio porque
habían insistido en desearlo; no querían conformarse con las cosas que mejor
podían aprovecharles. Sus deseos rebeldes fueron satisfechos, pero se les dejó
que sufrieran las consecuencias. Comieron desenfrenadamente y sus excesos
fueron rápidamente castigados.”—Patriarcas y Profetas, pág. 401.
Ofrenda del Primer Sábado—Para una capilla en Mayiladuthurai, Tamil Nadu, India
b. ¿Qué otra lección debemos aprender del comportamiento rebelde de Is-
rael en el desierto? 1 Corintios 10:5, 6.
“Debemos luchar contra los pecados que batallan contra el alma. No po-
demos hacer esta obra con nuestras propias fuerzas, sino que debemos ir a
Jesús con fe. Él nos ayudará y nos fortalecerá para abandonar las malas ten-
dencias, y nos vestirá con la verdadera belleza de su carácter. Se nos exhorta
a revestirnos del Señor Jesús. La fe sencilla y la obediencia van de la mano.
La fe sin obediencia a la santa ley de Dios no tiene ningún valor, pero la
obediencia a Dios y la fe en el gran Sacrificio ofrecido —que su sangre fue
derramada por nosotros, y que aceptaremos la justicia de Cristo— nos hará
vencedores. Pongamos nuestra confianza en Jesucristo, y él nos hará más que
vencedores.”—The Youth’s Instructor, 18 de agosto, 1886.
5. EL VENENO DE LA ENVIDIA
a. ¿Qué sucedió en Jaserot, revelando los caracteres de Aarón y María en
contraste con el de Moisés? Números 12:1–9.
“La envidia es una de las peores características satánicas que puedan exis-
tir en el corazón humano, y es una de las más funestas en sus consecuencias.
Dice el sabio: ‘Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién parará delante
de la envidia?’ Proverbios 27:4…
“No debemos considerar como cosa baladí el hablar mal de los demás, ni
constituirnos nosotros mismos en jueces de sus motivos o acciones…
“Hemos de honrar a quienes Dios honró. El castigo que cayó sobre María
debe servir de reprensión para todos los que, cediendo a los celos, murmuren
contra aquellos sobre quienes Dios puso la pesada carga de su obra.”—Ibíd.,
pág. 405.
Viernes ^
1 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 1-3
La Rebelión en Cades
“Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y
decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y
su descendencia la tendrá en posesión” (Números 14:24).
Domingo ^
3 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 6-8
b. ¿Después de cuántos días regresaron los espías a Cades, y qué señales vi-
sibles de la fertilidad de la tierra trajeron consigo? Números 13:21–26.
“[Los diez espías] estaban resueltos a desalentar todos los esfuerzos ten-
dientes a obtener la posesión de Canaán. Tergiversaron la verdad para apoyar
su funesta influencia… Cuando los hombres entregan su corazón a la incre-
dulidad, se colocan bajo el dominio de Satanás, y nadie puede decir hasta
dónde los llevará.”—Patriarcas y Profetas, pág. 409.
3. EL PUEBLO MURMURA
a. ¿Cómo actuaron Moisés y Aarón cuando vieron que el pueblo había acep-
tado el cobarde informe y se estaba volviendo rebelde? Números 14:5.
c. Mientras Moisés suplicaba al Señor, ¿qué razón dio para que el Señor
perdonara y salvara al pueblo de Israel? Números 14:13–19.
b. ¿Cómo castigó Dios a los diez espías que dieron el mal informe? Números
14:36, 37.
Viernes ^
8 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 18-20
La Rebelión de Coré,
Datán y Abiram
“Y [Coré, Datán y Abiram] se levantaron contra Moisés con
doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes
de la congregación, de los del consejo, varones de renombre”
(Números 16:2).
Domingo ^
10 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 23:21-25
1. UNA CONSPIRACIÓN
a. ¿Qué conspiración se desarrolló entre los israelitas mientras estaban re-
sentidos por la decisión del Señor de que debían deambular por el desier-
to durante cuarenta años? ¿Quiénes fueron los principales conspirado-
res? Números 16:1–3.
“A los que yerran y merecen reprensión, nada les agrada más que recibir
simpatía y alabanza.”—Patriarcas y Profetas, pág. 419.
“El pueblo pensaba que si Coré podía guiarlos y animarlos, y hacerles
reflexionar sobre sus actos justos, en vez de recordarles sus fracasos, tendrían
un viaje muy pacífico y próspero, y sin duda él los guiaría, no hacia atrás y
hacia adelante en el desierto, sino a la tierra prometida. Expresaron que era
Moisés quien les dijo que no podían entrar en la tierra, y que el Señor no
había dicho eso.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, pág. 31.
“Los hijos no fueron condenados por los pecados de sus padres; pero
cuando, conociendo ya plenamente la luz que fuera dada a sus padres, re-
chazaron la luz adicional que a ellos mismos les fuera concedida, entonces
se hicieron cómplices de las culpas de los padres y colmaron la medida de su
iniquidad.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 27.
“Mientras Moisés suplicaba a Israel que huyera de la destrucción inmi-
nente, todavía podría haberse evitado el castigo divino, si Coré y sus asocia-
dos se hubiesen arrepentido y hubiesen pedido perdón. Pero su terca persis-
tencia selló su perdición… En su gran misericordia Dios distinguió entre los
jefes rebeldes y aquellos a quienes habían inducido a la rebelión. Al pueblo
que se había dejado engañar se le dio plazo para que se arrepintiera. Había
tenido una evidencia abrumadora de que los rebeldes erraban y de que Moi-
sés estaba en lo justo. La señalada manifestación del poder de Dios había
eliminado toda incertidumbre.”—Patriarcas y Profetas, pág. 424.
c. ¿Qué uso se le dio a los incensarios de los rebeldes? ¿Con qué propósito?
Números 16:36–40.
4. EL PUEBLO ES CASTIGADO
a. A pesar de las evidencias que fueron dadas a la congregación, ¿qué con-
ducta siguieron hacia Moisés y Aarón al día siguiente? Números 16:41.
“Es casi imposible a los hombres infligir a Dios mayor insulto que el que
consiste en menospreciar y rechazar los instrumentos que él quiere emplear
para salvarlos. No sólo habían hecho esto los israelitas, sino que hasta se ha-
bían propuesto dar muerte a Moisés y a Aarón. No obstante, no se percataban
de la necesidad que tenían de pedir perdón a Dios por su grave pecado. No
dedicaron aquella noche de gracia al arrepentimiento y la confesión, sino a
idear alguna manera de resistir a las pruebas de que eran los mayores de los
pecadores. Seguían albergando odio contra los hombres designados por Dios,
y se preparaban para resistir la autoridad de ellos. Satanás estaba allí para
pervertir su juicio, y llevarlos con los ojos vendados a la destrucción.”—Pa-
triarcas y Profetas, pág. 425.
b. ¿Qué advertencia nos llega desde esa gran rebelión? 1 Corintios 10:10, 11.
“¿No subsisten aún los mismos males básicos que ocasionaron la ruina de
Coré? Abundan el orgullo y la ambición y cuando se abrigan estas tendencias,
abren la puerta a la envidia y la lucha por la supremacía; el alma se aparta de
Dios, e inconscientemente es arrastrada a las filas de Satanás. Como Coré y
sus compañeros, muchos son hoy, aun entre quienes profesan ser seguidores
de Cristo, los que piensan, hacen planes y trabajan tan anhelosamente por
su propia exaltación, que para ganar la simpatía y el apoyo del pueblo, están
dispuestos a tergiversar la verdad, a calumniar y hablar mal de los siervos del
Señor, aun a atribuirles los motivos bajos y ambiciosos que animan su propio
corazón. A fuerza de reiterar la mentira, y eso contra toda evidencia, llegan
finalmente a creer que es la verdad. Mientras procuran destruir la confianza
del pueblo en los hombres designados por Dios, creen estar realmente ocu-
pados en una buena obra y prestando servicio a Dios.”—Patriarcas y Profetas,
pág. 427.
Viernes ^
15 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 11-13
Domingo ^
17 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 17-20
c. ¿Cuál fue la razón principal por la cual muchos de los israelitas no pudie-
ron entrar en la tierra prometida? ¿Cómo podemos evitar de incurrir en
el mismo pecado? Hebreos 3:7–14.
“No era voluntad de Dios que Israel peregrinase durante cuarenta años
en el desierto… Asimismo, no era la voluntad de Dios que la venida de Cristo
se dilatara tanto, y que su pueblo permaneciese por tantos años en este mun-
do de pecado e infortunio. Pero la incredulidad lo separó de Dios. Como se
negara a hacer la obra que le había señalado, otros fueron los llamados para
proclamar el mensaje. Por misericordia para con el mundo, Jesús difiere su
venida para que los pecadores tengan oportunidad de oír el aviso y de en-
contrar amparo en él antes que se desate la ira de Dios.”—El Conflicto de los
Siglos, pág. 451.
“La ‘multitud mixta’ que acompañaba a los israelitas desde Egipto daba
continuamente origen a dificultades y tentaciones. Los que la componían
decían haber renunciado a la idolatría y profesaban adorar al Dios verdadero;
pero su educación y disciplina anteriores habían moldeado sus hábitos y sus
caracteres, de modo que en mayor o menor medida estaban corrompidos
por la idolatría y la irreverencia hacia Dios. Ellos eran los que más a menudo
suscitaban contiendas; eran los primeros en quejarse, y corrompían el cam-
pamento con sus prácticas idólatras y sus murmuraciones contra Dios.”—Pa-
triarcas y Profetas, pág. 433.
b. ¿Cuál era el mandato de Dios con respecto a la unión con los incrédulos?
Deuteronomio 7:3, 4; 2 Corintios 6:14. ¿Qué ocurre hoy?
“Es un error que los cristianos se asocien con aquellos cuya moral es
relajada. Un trato íntimo y cotidiano que ocupa el tiempo sin contribuir
en ninguna medida a la fuerza del intelecto o a la moral es peligroso. Si la
atmósfera moral que rodea a las personas no es pura y santificada, sino que
está contaminada con corrupción, aquellos que la respiran encontrarán que
actúa casi insensiblemente sobre el intelecto y el corazón para envenenar y
arruinar.”—Ibíd., tomo 3, pág. 141.
Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 96, No. 2 43
Miércoles ^
20 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 27-29
“En cierta ocasión el hijo de una israelita y un egipcio, uno de los miem-
bros del populacho mixto que había salido de Egipto con Israel, abandonando
la parte del campamento que le era asignada, entró en la de los israelitas y ase-
veró tener derecho a levantar su tienda allí. La ley divina se lo prohibía, pues
los descendientes de un egipcio estaban excluidos de la congregación hasta la
tercera generación. Se entabló una disputa entre él y un israelita, y habiéndose
presentado el asunto a los jueces, el fallo fue adverso al transgresor.
“Enfurecido por esta decisión maldijo al juez, y en el ardor de su ira blas-
femó contra el nombre de Dios… Dios mismo pronunció la sentencia; y por
orden divina se condujo al blasfemador fuera del campamento, y allí se le dio
muerte por apedreamiento. Los que habían presenciado el pecado colocaron
las manos sobre la cabeza de él, atestiguando así solemnemente la veracidad
del cargo que se le hacía. Luego le tiraron las primeras piedras, y el pueblo
que estaba cerca participó después en la ejecución de la sentencia.”—Patriar-
cas y Profetas, págs. 431, 432.
b. ¿Por qué fue tan severo el castigo por estas ofensas? Éxodo 20:7.
“Hay quienes expresan dudas acerca del amor y la justicia de Dios al apli-
car un castigo tan severo por un delito consistente en palabras habladas en
un momento de acaloramiento. Pero tanto el amor como la justicia exigen
que se demuestre que las palabras inspiradas por la malicia contra Dios cons-
tituyen un gran pecado. El castigo que se le impuso al primer ofensor había
de advertir a los demás que el nombre de Dios debe reverenciarse. Pero si el
pecado de este hombre hubiese quedado impune, otros se habrían desmo-
ralizado; y como resultado eventual habría sido necesario sacrificar muchas
vidas.”—Ibíd., pág. 432.
“Los niños, desde su más tierna infancia, deberían ser enseñados a obe-
decer a sus padres, a respetar su palabra y a reverenciar su autoridad… Al
respetar y obedecer a sus padres, pueden aprender a respetar y obedecer a su
Padre celestial.”—Conducción del Niño, págs. 76, 77.
“Enséñese a los jóvenes y niños a escoger para sí la vestidura real tejida en
el telar del cielo, el ‘lino fino blanco,… y puro’ (Apocalipsis 19:8) que usarán
todos los santos de la tierra. Se ofrece gratuitamente a todo ser humano esta
vestidura, el carácter inmaculado de Cristo. Pero todos los que la reciban la
han de recibir y usar aquí.
“Enséñese a los niños que, al abrir su mente a los pensamientos de pureza
y amor, y ejecutar acciones útiles y amables, se visten con la hermosa vesti-
dura del carácter de Cristo.”—Ibíd., pág. 176.
Viernes ^
22 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 4-5
La Roca Herida
“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en
mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto,
no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”
(Números 20:12).
Domingo ^
24 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 10-13
“De la roca que Moisés hirió, brotó primeramente el arroyo de agua viva
que refrescó a Israel en el desierto. Durante todas sus peregrinaciones, do-
quiera fuese necesario, un milagro de la misericordia de Dios les proporcionó
agua. Pero las aguas no siguieron fluyendo de Horeb. Dondequiera que les
hacía falta agua en su peregrinaje, fluía de las hendiduras de las rocas y corría
al lado de su campamento.”—Patriarcas y Profetas, pág. 436.
b. ¿Qué hicieron Moisés y Aarón cuando oyeron las quejas del pueblo?
Números 20:6.
c. ¿Qué les fue ordenado hacer a Moisés y a Aarón para satisfacer las necesi-
dades del pueblo? Números 20:7, 8. ¿Qué idea equivocada, aún aceptada
por el pueblo, estaba tratando de corregir el Señor?
“Por su acto temerario Moisés restó fuerza a la lección que Dios se propo-
nía enseñar. Siendo la roca un símbolo de Cristo, había sido herida una vez,
como Cristo había de ser ofrecido una vez. La segunda vez bastaba hablar a
la roca, así como ahora sólo tenemos que pedir las bendiciones en el nombre
de Jesús. Al herir la roca por segunda vez, se destruyó el significado de esta
bella figura de Cristo.
“Más aún, Moisés y Aarón se habían arrogado un poder que sólo perte-
nece a Dios. La necesidad de que Dios interviniera daba gran solemnidad a
la ocasión, y los jefes de Israel debieran haberse valido de ella para inculcar
en la gente reverencia hacia Dios y fortalecer su fe en el poder y la bondad
de Dios. Cuando exclamaron airadamente: ‘¿Os hemos de hacer salir aguas de
esta peña?’ se pusieron en lugar de Dios, como si dispusieran de poder ellos
mismos, seres sujetos a las debilidades y pasiones humanas.”—Patriarcas y
Profetas, pág. 442.
“En esta ocasión, Dios no dictó juicios contra los impíos cuyo procedi-
miento inicuo había provocado tanta ira en Moisés y Aarón. Toda la repren-
sión cayó sobre los dos jefes… Moisés y Aarón se habían sentido agraviados,
y no habían tenido en cuenta que las murmuraciones del pueblo no eran
contra ellos, sino contra Dios. Por mirar a sí mismos y apelar a sus propias
simpatías, habían caído inconscientemente en pecado, y no expusieron al
pueblo la gran culpabilidad en que había incurrido ante Dios.
“Amargo y profundamente humillante fue el juicio que se pronunció en
seguida… Juntamente con el rebelde Israel, habrían de morir antes de que se
cruzara el Jordán.”—Ibíd., pág. 443.
“Toda la congregación sabía de la transgresión; y si se la hubiera pasado
por alto como cosa sin importancia, se habría creado la impresión de que
bajo una gran provocación la incredulidad y la impaciencia podían excusarse
entre aquellos que ocupaban elevados cargos de responsabilidad. Pero cuan-
do se declaró que, a causa de aquel pecado único, Moisés y Aarón no habrían
de entrar en Canaán, el pueblo se dio cuenta de que Dios no hace acepción
de personas, sino que ciertamente castiga al transgresor.”—Ibíd., pág. 444.
“La roca herida era una figura de Cristo, y mediante este símbolo se ense-
ñan las más preciosas verdades espirituales. Así como las aguas vivificadoras
fluían de la roca herida, de Cristo, ‘herido de Dios y abatido,’ ‘herido… por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados,’ fluye la corriente de la sal-
vación para una raza perdida. Como la roca fue herida una vez, así también
Cristo había de ser ‘ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos.’
Isaías 53:4, 5; Hebreos 9:28. Nuestro Salvador no había de ser sacrificado una
segunda vez; y solamente es necesario para los que buscan las bendiciones
de su gracia que las pidan en el nombre de Jesús, exhalando los deseos de su
corazón en oración penitente. La tal oración presentará al Señor de los ejér-
citos las heridas de Jesús, y entonces brotará de nuevo la sangre vivificante,
simbolizada por la corriente de agua viva que fluía para Israel.”—Patriarcas y
Profetas, pág. 411.
b. ¿En qué ocasión y cómo era celebrado el flujo del agua de la roca por el
pueblo judío en los días de Cristo? Juan 7:37–39.
“Por grande que sea la luz espiritual de uno, por mucho que goce del
favor y de las bendiciones divinas, debe andar siempre humildemente ante
el Señor, y suplicar con fe a Dios que dirija cada uno de sus pensamientos y
domine cada uno de sus impulsos…
“Por intensa que sea la presión ejercida sobre el alma, la transgresión es
siempre un acto nuestro. No puede la tierra ni el infierno obligar a nadie a
que haga el mal. Satanás nos ataca en nuestros puntos débiles, pero no es
preciso que nos venza. Por severo o inesperado que sea el asalto, Dios ha
provisto ayuda para nosotros, y mediante su poder podemos ser vencedo-
res.”—Ibíd., págs. 445, 446.
Viernes ^
29 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 28-30
Domingo ^
31 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 34-36
2. LA MUERTE DE AARÓN
a. En lugar de cruzar la tierra de Edom, ¿qué camino tomaron los hijos de
Israel? Números 20:21, 22; 21:4.
b. Cuando Israel llegó al monte Hor, ¿qué les dijo el Señor a Moisés y a
Aarón? Números 20:23–26.
b. ¿Qué hizo el pueblo cuando se dio cuenta de que el Señor los estaba
castigando por su conducta rebelde, y qué remedio se les proporcionó?
Números 21:7–9.
Viernes ^
5 de junio
Año Bíblico: Esdras 10
Domingo ^
7 de junio
Año Bíblico: Nehemías 4-6
“La contestación [de Sehón] fue una negativa terminante, y todos los ejér-
citos de los amorreos fueron convocados para oponerse al paso de los invaso-
res. Este ejército formidable aterrorizó a los israelitas que distaban mucho de
estar preparados para sostener un encuentro con fuerzas bien pertrechadas y
disciplinadas. Los enemigos le aventajaban ciertamente en habilidad guerre-
ra, y a juzgar por las apariencias humanas, pronto acabarían con él.
“Pero Moisés mantuvo fija la mirada en la columna de nube, y alentó
al pueblo con el pensamiento de que la señal de la presencia de Dios estaba
aún con ellos. Al mismo tiempo les mandó que hicieran todos los esfuerzos
humanos posibles a fin de prepararse para la guerra. Sus enemigos estaban
ansiosos de librar batalla, en la seguridad de que raerían de la tierra a los is-
raelitas mal preparados.”—Patriarcas y Profetas, págs. 461, 462.
“Aunque los amorreos eran idólatras que por su gran iniquidad habían
perdido todo derecho a la vida, Dios los toleró cuatrocientos años para darles
pruebas inequívocas de que él era el único Dios verdadero, el Hacedor de los
cielos y la tierra. Ellos conocían todas las maravillas que Dios había realizado
al sacar de Egipto a los israelitas. Les dio suficiente evidencia; y podrían ha-
ber conocido la verdad, si hubieran querido apartarse de su idolatría y de su
vida licenciosa. Pero rechazaron la luz, y se aferraron a sus ídolos.
“Cuando Dios condujo a su pueblo por segunda vez a la frontera de
Canaán, proporcionó evidencias adicionales de su poder a aquellas naciones
paganas. Vieron que Dios había estado con Israel en la victoria que obtuvo
sobre los ejércitos del rey Arad y de los cananeos, y en el milagro obrado para
salvar a los que perecían por las mordeduras de las serpientes… Los israelitas
no habían manifestado hostilidad en todos sus viajes y campamentos frente
a las tierras de Edom, de Moab y de Amón, ni habían hecho daño alguno a
la gente o a sus propiedades. Al llegar a la frontera de los amorreos, Israel ha-
bía solicitado permiso para atravesar directamente el país, prometiendo que
observaría las mismas reglas que habían regido su trato con otras naciones.
Cuando el rey amorreo rehusó lo pedido con cortesía, y en señal de desafío
congregó a sus ejércitos para la batalla, se colmó la copa de la iniquidad de
ese pueblo, y ahora Dios iba a ejercer su poder para derrocarlo.”—Patriarcas y
Profetas, págs. 462, 463.
3. CONFIANDO EN DIOS
a. ¿Cómo describe David acertadamente la actitud que habría tenido Moi-
sés al oír hablar de los grandes ejércitos de Canaán? Salmo 112:7, 8.
“Los que viven en medio de los peligros de los últimos días deben com-
prender que, justamente al comienzo de su experiencia, la verdad los unió
al Salvador, de manera que él, que es el autor y consumador de su fe, perfec-
cionará la obra que ha comenzado por ellos. Dios es fiel, y mediante él han
sido llamados al compañerismo con su Hijo. Como hombres y mujeres que
cooperan con Dios haciendo la obra que él les ha encomendado, avanzan
de fortaleza en fortaleza. Mientras ejercitan su fe sencilla, creyendo día a
día que Dios no fallará en afirmarlos en Cristo, Dios les dice, como le dijo al
antiguo Israel: ‘Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios: Jehová tu Dios
te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que
están sobre la haz de la tierra’. Deuteronomio 7:6.”—Nuestra Elevada Vocación,
pág. 26.
“Todo esto encierra una lección para nosotros. El poderoso Dios de Israel
es nuestro Dios. En él podemos confiar, y si obedecemos sus requerimientos,
obrará por nosotros tan señaladamente como lo hizo por su antiguo pueblo.
Todo el que procure seguir el camino del deber se verá a veces asaltado por la
duda e incredulidad. El camino estará a veces tan obstruido por obstáculos
aparentemente insuperables, que ello podrá descorazonar a los que cedan al
desaliento; pero Dios les dice: Seguid adelante. Cumplid vuestro deber cueste
lo que costare. Las dificultades de aspecto tan formidable, que llenan vuestra
alma de espanto, se desvanecerán a medida que, confiando humildemente en
Dios, avancéis por el sendero de la obediencia.”—Patriarcas y Profetas, pág. 466.
Viernes ^
12 de junio
Año Bíblico: Ester 1-3
Apostasía en el Jordán
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”
(1 Corintios 10:12).
Domingo ^
14 de junio
Año Bíblico: Ester 8-10
c. ¿Qué hecho acerca del estado espiritual de Israel era otra razón por la
cual no podían ser maldecidos? Números 23:21. ¿Cómo es esto muy alen-
tador para nosotros?
c. ¿Qué profetizó Balaam sobre el destino de las naciones que entonces ha-
bitaban en la Tierra Prometida? Números 24:17–23.
“Dios da a las naciones un determinado tiempo de gracia. Les envía luz
y evidencias que las salvarían si las recibieran. Pero si las rechazan como los
judíos rechazaron la luz, pronto caerán sobre ellas la indignación y el castigo.
Si los hombres rehúsan recibir la gracia y escogen las tinieblas antes que la
luz, cosecharán los resultados de su elección.”—Comentario Bíblico ASD [Co-
mentarios de E. G. de White], tomo 4, pág. 1166.
“Con infalible exactitud, el Ser Infinito sigue llevando una cuenta con
todas las naciones. Mientras ofrece su misericordia, con invitaciones al arre-
pentimiento, esta cuenta permanece abierta; pero cuando las cifras llegan
a cierta cantidad que Dios ha fijado, comienza el ministerio de su ira. La
cuenta se cierra. Cesa la paciencia divina. Entonces ya no intercede la mise-
ricordia en su favor.
“Al profeta [Ezequiel], mientras miraba a través de las edades, se le presen-
tó este tiempo en visión. Las naciones de esta época han recibido misericor-
dia sin precedentes. Les han sido dadas las bendiciones más selectas del cielo,
pero el orgullo intensificado, la codicia, la idolatría, el desprecio de Dios y la
vil ingratitud, son cosas anotadas contra ellas. Están cerrando rápidamente
su cuenta con Dios.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 194.
b. ¿Qué hicieron los moabitas para alejar aún más a Israel de Dios? Núme-
ros 25:2, 3.
“Por consejo de Balaam, el rey de Moab decidió celebrar una gran fiesta
en honor de sus dioses, y secretamente se concertó que Balaam indujera a
los israelitas a asistir. Ellos le consideraban profeta de Dios, y no le fue difícil
alcanzar su fin. Gran parte del pueblo se reunió con él para asistir a las festi-
vidades. Se aventuraron a pisar terreno prohibido y se enredaron en los lazos
de Satanás. Hechizados por la música y el baile y seducidos por la hermosura
de las vestales paganas, desecharon su lealtad a Jehová. Mientras participa-
ban en la alegría y en los festines, el consumo de vino ofuscó sus sentidos y
quebrantó las vallas del dominio propio. Predominó la pasión en absoluto; y
habiendo contaminado su conciencia por la lascivia, se dejaron persuadir a
postrarse ante los ídolos. Ofrecieron sacrificios en los altares paganos y parti-
ciparon en los ritos más degradantes.
“No tardó el veneno en difundirse por todo el campamento de Israel,
como una infección mortal. Los que habían vencido a sus enemigos en ba-
talla fueron vencidos por los ardides de mujeres paganas. La gente parecía
atontada. Los jefes y hombres principales fueron los primeros en violar la ley,
y fueron tantos los culpables que la apostasía se hizo nacional. ‘Allegóse el
pueblo a Baal-peor.’”—Patriarcas y Profetas, pág. 485.
c. ¿Qué rápido castigo envió Dios a los desobedientes? ¿Por qué? Números
25:4, 5, 9.
4. LA TRAMPA DE LA SENSUALIDAD
a. ¿Qué pecados hay entre las obras de la naturaleza humana pecaminosa?
Gálatas 5:19. ¿Qué tan frecuente es la lascivia o libertinaje, en nuestros
días?
“A través de los siglos pueden verse los casos de caracteres arruinados que
encallaron en las rocas de la sensualidad. Mientras nos acercamos al fin del
tiempo, mientras los hijos de Dios se hallan en las fronteras mismas de la
Canaán celestial, Satanás, como lo hizo antaño, redoblará sus esfuerzos para
impedirles que entren en la buena tierra. Tiende su red para prender toda
alma. No sólo los ignorantes y los incultos necesitan estar en guardia; él pre-
parará sus tentaciones para los que ocupan los puestos más elevados en los
cargos más sagrados; si puede inducirlos a contaminar sus almas, podrá, por
su intermedio, destruir a muchos. Emplea ahora los mismos agentes que hace
tres mil años. Por las amistades mundanas, los encantos de la belleza, la bús-
queda del placer, la alegría desmedida, los festines o el vino, tienta a los seres
humanos a violar el séptimo mandamiento.”—Patriarcas y Profetas, pág. 488.
“La sensualidad debilita la mente y degrada el alma. La satisfacción de las
propensiones animales entorpece las facultades morales y no puede el esclavo
de las pasiones comprender la obligación sagrada impuesta por la ley de Dios,
apreciar el sacrificio expiatorio, o justipreciar el alma. La bondad, la pureza, la
verdad, la reverencia a Dios y el amor por las cosas sagradas, todos estos afec-
tos sagrados y deseos nobles que vinculan al hombre con el mundo celestial,
quedan consumidos en el fuego de la concupiscencia.”—Ibíd., pág. 489.
b. ¿Qué podemos hacer para evitar la inmoralidad? 1 Pedro 1:13; Filipenses 4:8.
“Los que no quieren ser víctimas de las trampas de Satanás deben guar-
dar bien las avenidas del alma; deben evitar el leer, mirar u oír lo que puede
sugerir pensamientos impuros. No debe permitirse que la mente se espacie
al azar en cualquier tema que sugiera el enemigo de nuestras almas.”—Los
Hechos de los Apóstoles, pág. 413.
“Por la gracia de Cristo, toda tendencia errónea puede ser reprimida, no
en una forma lánguida e irresoluta, sino con un firme propósito, con la ele-
vada resolución de convertir a Cristo en el Modelo. Diríjase vuestro amor a
aquellas cosas que Jesús amaba, y apártese de aquellas cosas que no darán
fortaleza a los impulsos correctos.”—A Fin de Conocerle, pág. 136.
Viernes ^
19 de junio
Año Bíblico: Job 17-20
La Muerte de Moisés
“Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como
siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo
como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si
retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la
esperanza” (Hebreos 3:5, 6).
Domingo ^
21 de junio
Año Bíblico: Job 25-29
“Mientras el pueblo miraba a aquel anciano, que tan pronto le sería qui-
tado, recordó con nuevo y profundo aprecio su ternura paternal, sus sabios
consejos y sus labores incansables. ¡Cuán a menudo, cuando sus pecados
habían merecido los justos castigos de Dios, las oraciones de Moisés habían
prevalecido para salvarlos! La tristeza que sentían era intensificada por el
remordimiento. Recordaban con amargura que su propia iniquidad había
inducido a Moisés al pecado por el cual tenía que morir.
“La remoción de su amado jefe iba a ser para Israel un castigo mucho
más severo que cualquier otro que pudieran haber recibido sobreviviendo él
y continuando su misión. Dios quería hacerles sentir que no debían hacer la
vida de su futuro jefe tan difícil como se la habían hecho a Moisés. Dios ha-
bla a su pueblo mediante las bendiciones que le otorga, y cuando éstas no son
apreciadas, le habla suprimiendo las bendiciones, para inducirlo a ver sus pe-
cados, y a volverse hacia él de todo corazón.”—Patriarcas y Profetas, pág. 503.
“[Dios] requiere a los padres que disciplinen a sus hijos y los eduquen con
diligencia incesante respecto a las demandas de la Ley divina y los instruyan
en el conocimiento y el temor de Dios. Estos preceptos que Dios colocó sobre
los judíos con tanta solemnidad, descansan con igual peso sobre los padres
cristianos.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pág. 324.
b. ¿Cuál era el plan de Dios para Israel? ¿Cuáles eran las condiciones para
que esta promesa se cumpliera? Deuteronomio 28:12–14.
“Estas promesas dadas a Israel son también para el pueblo de Dios ac-
tual.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág. 353.
“A los hijos de Israel, después de que fueron sacados de Egipto, se les or-
denó que tuvieran una simple cinta azul en el borde de sus vestiduras, que
los distinguieran de las naciones que los rodeaban, y que indicara que eran
el pueblo peculiar de Dios. El pueblo de Dios no está obligado a tener una
marca especial en sus vestiduras. Pero en el Nuevo Testamento a menudo nos
referimos al antiguo Israel como ejemplo. Si Dios dio instrucciones tan de-
finidas a su pueblo antiguo con respecto a su indumentaria, ¿no se fijará en
la vestimenta de su pueblo en esta época? ¿No debería haber en su forma de
vestir una distinción de la del mundo? ¿Acaso no debería el pueblo de Dios,
que es su tesoro peculiar, buscar aun en su vestido glorificar a Dios? ¿Y no
deberían ser ejemplos en cuanto a la manera de vestir, y con su estilo sencillo
reprender el orgullo, la vanidad y la extravagancia de los profesos mundanos
y amantes del placer? Dios requiere esto de su pueblo. El orgullo es reprendi-
do en su Palabra.”—The Review and Herald, 23 de enero, 1900.
c. ¿En qué sentido este himno fue planeado para ayudar al pueblo?
Deuteronomio 31:19–22. ¿Qué podemos aprender de esto?
“Existen personas que profesan creer y enseñar las verdades del Antiguo
Testamento mientras rechazan el Nuevo. Pero al rehusar recibir las enseñan-
zas de Cristo, demuestran no creer lo que dijeron los patriarcas y profetas.
‘Si vosotros creyeseis a Moisés—dijo Cristo—, creeríais a mí; porque de mí
escribió él’. Juan 5:46. Por ende, no hay verdadero poder en sus enseñanzas,
ni aun del Antiguo Testamento.
“Muchos de los que pretenden creer y enseñar el Evangelio caen en un
error similar. Ponen a un lado las escrituras del Antiguo Testamento, de las
cuales Cristo declaró: ‘Ellas son las que dan testimonio de mí’. Juan 5:39.
Al rechazar el Antiguo Testamento, prácticamente rechazan el Nuevo; pues
ambos son partes de un todo inseparable. Ningún hombre puede presentar
correctamente la ley de Dios sin el Evangelio, ni el Evangelio sin la ley. La ley
es el Evangelio sintetizado, y el Evangelio es la ley desarrollada. La ley es la
raíz, el Evangelio su fragante flor y fruto.”—Palabras de Vida del Gran Maestro,
pág. 99.
b. ¿Cómo hizo Dios para que Moisés volviera a la vida, y qué clases de san-
tos representaban Moisés y Elías en el monte de la transfiguración? Judas
9; Mateo 17:1–5.
Viernes ^
26 de junio
Año Bíblico: Salmos 1-9