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RESEÑA

BÍBLICA
EL PROFETISMO
EN EL ORIENTE BÍBLICO
Alfonso Vives Cuesta (coord.)

Nº 93
verbo divino 2017 / I
EL PROFETISMO
EN EL ORIENTE BÍBLICO
Coordinador: Alfonso Vives Cuesta

verbo divino

Nº 93 • 2017 / I

Editorial......................................................... pp. 2 Sección abierta


La legitimación profética del rey........ pp. 49
‹êÝÝĆĭģġĬģĬþʼnÂƌÝÁ
Jesús García Recio
«Escribe a tu Señor»:
los textos proféticos de Mari...................... pp. 5
José Andrés Sánchez Abarrio Sección didáctica
Del profetismo de Mari Las bibliotecas de la Biblia:
al profetismo ideal bíblico......................... pp. 15 el Estado Islámico y la arqueología
José Luis Barriocanal Gómez del próximo Oriente Antiguo..................... pp. 59
La profecía neoasiria Jaime Vázquez Allegue
en el entorno bíblico:
panorámica de conjunto.......................... pp. 23
José Antonio Castro Lodeiro Sección informativa

La profecía egipcia
ġđáʼnÿĚ ÒýÒđýġõĽ»ŻÔġˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑˑ......... pp. 70
y sus ecos apocalípticos........................... pp. 33 Noticias .......................................................... pp. 70
Alfonso Vives Cuesta Presentación de libros............................. pp. 71
como es la Biblia se hallen planteamientos afines

Editorial
al pensamiento religioso de tradiciones nacidas
en esa misma parcela de humanidad y que, en
cierto modo, anticipen la ulterior profecía bíbli-
ca. Este procedimiento de análisis que hilvana
en una misma urdimbre el devenir natural de
un fenómeno religioso, pone de relieve la secular
cohesión cultural de ambas tradiciones, meso-
potámica y egipcia, sedimentadas en el depósito
textual bíblico.
A grandes rasgos, el perfil del profeta delinea-

E
s un hecho mil veces constatado que, ob-
do en los textos proféticos orientales define a
servadas con la perspectiva que privilegia la
un teólogo vinculado a la realeza especializado
mirada histórica, las manifestaciones profé-
en la recepción, interpretación y transmisión de
ticas de la Biblia se comprenden de forma más
la revelación divina. Mediante mecanismos adi-
objetiva si se integran en el marco cultural ex-
vinatorios diversos, el profeta busca verificar el
tenso de los textos de tema profético que, desde
auténtico designio divino, reafirmando, de paso,
su redescubrimiento moderno, se han ido exhu- la legitimidad de su interlocutor principal, el mo-
mando en las principales geografías del Oriente narca. El extrañamiento inherente al lenguaje
Bíblico (Mesopotamia y Egipto). Esta retrospec- profético, que desentraña el misterioso plan divi-
tiva integradora de ambas tradiciones libera al no, se formaliza en una caracterización simbólica
mensaje profético canonizado en el Antiguo de su código lingüístico. El proceso comunicativo
Testamento de los riesgos de una lectura excesi- del mensaje profético se canaliza por varios me-
vamente autorreferencial y, sin menoscabo de la dios, que van desde la propia visión adivinatoria
innegable originalidad doctrinal del profetismo hasta la composición escrita que ofrece la posi-
de Israel, refrenda la coherencia de su mensaje bilidad de una relectura, en virtud del cual un
teológico, contribuyendo adicionalmente a la mensaje particular se puede actualizar en otros
maduración de sus expresiones constitutivas. No contextos independientes. En especial, los textos
es extraño que en un libro radicalmente oriental orientales inciden directamente en el desarrollo

2
de la institución monárquica. Originadas, mu- al encontrar en ellas el contrapunto al modelo
chas de estas profecías, con un fin legitimador de de un profetismo ideal basado en el encuentro
la persona del rey, sancionan con criterio divino directo con la Palabra de Dios revelada que se
la erección de la casa dinástica a cuyo frente se consuma en la narración de Balaán (Nm 22–24),
situará el monarca escogido con la autoridad y paradigma del rechazo a toda práctica adivina-
responsabilidad propias que le confiere su condi- toria espuria. Por su parte, José Antonio Castro
ción de hijo de Dios. A su vez, cuando el desorden Lodeiro ofrece una visión panorámica del cor-
institucional exige elevar la voz, la comunicación pus textual de la profecía del período neoasirio,
no estará exenta de la crítica constructiva de la resaltando las particularidades de uso, función
sagrada labor del que ocupa el trono. Indudable- y contenido que se detectan en esta fase evolu-
mente, el ideal de justicia garante del orden his- tiva del hecho profético mesopotámico. Alfonso
tórico aflora en todas estas manifestaciones. Vives Cuesta, cambiando de ámbito a Egipto, su-
Asumidas estas contigüidades de sentido en- braya la dimensión apocalíptica de algunos tex-
tre ambas tradiciones, para el presente número tos identificados como proféticos en la literatura
de Reseña Bíblica hemos seleccionado algunos ptolemaica, poniendo de relieve, concretamente,
hitos de la literatura profética del Oriente Bíbli- la ascendencia egipcia del oráculo contra las
co. En razón a su carácter arquetípico, al volu- naciones contenido en Is 19. Finalmente, en un
men de testimonios y a su variedad formal, el ejercicio de aplicación práctica recogido en la
rico corpus textual de la ciudad de Mari principia Sección abierta, Jesús García Recio apunta con de-
nuestro itinerario con dos contribuciones. En la talle las múltiples conexiones entre la voluntad
primera, que funge de pórtico y esquema a todo divina y la autoridad monárquica extraídas del
el volumen, José Andrés Sánchez Abarrio realiza comentario global de una antiquísima profecía
una descripción detallada de los elementos nu- de legitimación regia procedente de Uruk.
cleares que configuran la actividad profética y el
tipo de mensaje que está en el trasfondo de estas
manifestaciones literarias. En el artículo subsi-
guiente, José Luis Barriocanal desgrana las po-
sibilidades comparativas que estas tradiciones
antiguas pueden ofrecer al estudioso de la Biblia, Alfonso Vives Cuesta

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ESCRIBE A TU SEÑOR
Los textos proféticos de Mari

José Andrés Sánchez Abarrio

Medio centenar largo de tablillas cuneiformes encontradas en los archivos reales


de Mari contienen el testimonio más antiguo del fenómeno profético (siglo XVIII a. C.)
y las primeras palabras en estilo directo de las divinidades a los hombres. El estudio
de estos textos nos permite asomarnos al estadio más primitivo conocido
de la comunicación entre la divinidad y los hombres, que encontró
un desarrollo posterior en la profecía veterotestamentaria.

1. LA CIUDAD Y SU DESCUBRIMIENTO y Pascal Butterlin. En las más de cuarenta campa-


ñas arqueológicas se ha desenterrado una de las
La ciudad de Mari (Tel Hariri), situada en el curso grandes capitales del Próximo Oriente antiguo que
medio del Éufrates –hoy territorio de Siria, muy
se mantuvo viva casi dos mil años, desde su fun-
cerca de la frontera con Irak–, fue descubierta en
dación, en el siglo XXX a. C., hasta su abandono, a
1933. Las excavaciones, llevadas a cabo por una mi-
ŻĚºđáŁÚáđXII a. C.
sión francesa, comienzan en 1936 y hasta 1978 son
dirigidas por André Parrot y posteriormente conti- En su historia, la ciudad había conocido dos gran-
nuadas bajo la dirección de Jean-Claude Margueron des períodos de esplendor. El primero de ellos de la

5
mano de la dinastía de los šakkanakku (gobernado- pronto llamaron la atención de los biblistas (textos
res), que rigieron la ciudad durante los siglos XXIII disponibles en www.archibab.fr).
al XX a. C. e hicieron de ella la capital del noroes- Las llamadas «cartas proféticas» contienen
te de Mesopotamia. El segundo gran período mensajes de la divinidad concedidos a perso-
fue el de los reyes amorreos: la dinas- nas para que los hicieran llegar a un ter-
tía de Yaggid-Lim y sus suceso- cero, fundamentalmente el rey. Estas
res, Yahdún-Lim y Sumu-Yamán personas, que reciben diferentes
(1810-1792 a. C.), en un primer Las llamadas nombres, comunicaban ese men-
momento, y más tarde bajo «cartas proféticas» saje, la mayor parte de las ve-
Samsi-Addu (1792-1775 a. C.), ces, a los funcionarios reales
contienen mensajes
que la integra en el reino de la o gobernadores, que estaban
Alta Mesopotamia, dejando de la divinidad concedidos diseminados por todo el reino.
Ekallatum a su hijo mayor, a personas para que los hicieran Eran mensajes cortos, muy re-
Išme-Dagán, y Mari a su lacionados con las vicisitudes
llegar a un tercero, históricas del momento (ame-
hijo menor, Yasmah-Addu.
Después de su muerte, el im- fundamentalmente nazas, alianzas con otros rei-
perio se desintegra y el tro- el rey. nos…), que el funcionario man-
no de Mari recae en Zimri-Lim daba poner por escrito en tablillas
(1775-1761 a. C.), su último gober- de arcilla y hacer llegar al rey. Ade-
nante. Los amorreos hicieron de Mari más de estas cartas, el corpus de Mari
un gran reino que entró en pugna con los incluye otros documentos, la mayor parte
deseos expansionistas del rey Hammurabi de Babi- administrativos, que mencionan elementos rela-
͢
lonia, que acabó conquistándolo y destruyendo la cionados con la actividad profética y adivinatoria.
ciudad en el año 1761 a. C. La importancia de los textos proféticos de Mari
radica no solamente en que son los más antiguos
que atestiguan una actividad profética, sino tam-
2. LOS TEXTOS PROFÉTICOS bién los que nos ofrecen su transcripción. El «valor
teológico», si podemos hablar así, está en que
DEL ARCHIVO DE MARI
son las primeras palabras en estilo directo de las
)ĚʼnĽáđºŁĽŏýĚºŁÚáđºÔýŏÚºÚˋĹĽġĚʼnġŁáýÚáĚʼnýŻÔºáđ divinidades a los hombres. Esto nos hace situarlos
palacio del rey Zimri-Lim y su archivo real. Entre en el amplio fenómeno de la comunicación entre
las más de 20.000 tablillas de arcilla que salen a Dios y el hombre, que adquiere forma de adivinación,
la luz del archivo y que constituyen un tesoro pa- sueño o profecía, y cuyos primeros testimonios
ra reconstruir los acontecimientos de los últimos encontramos en Mesopotamia.
años del reino de Mari se han encontrado unas 59, El lector de la Biblia, cuando oye hablar de «tex-
conocidas como «cartas proféticas», que muy tos proféticos», podría pensar que se trata de lar-

6
gos mensajes o elaboradas composiciones, al modo profético») o a través de actos de comunicación
de las que leemos en el Antiguo Testamento. Los no verbal («actos simbólicos») a un tercero, que
textos proféticos de Mari o, mejor dicho, «los tex- constituye el verdadero destinatario del mensaje.
tos de contenido profético», a primera vista poco La correspondencia de Mari ha dejado testimonio
se parecen a aquellos. Posiblemente, en algún mo- de la existencia de tales personas, unas que po-
mento Jeremías, Isaías o Amós recibirían el men- dríamos llamar «profesionales» y otras anóni-
saje divino (en muchas o en pocas palabras), pero, mas, «no profesionales», pero que han recibido
ciertamente, no como lo encontramos hoy en la un mensaje profético.
Biblia. Los textos proféticos bíblicos han sufrido un En los textos proféticos de Mari no existe un tér-
largo proceso de escritura, redacción y reescritu- mino genérico para «profeta». Los dos apelativos
ra, han sido recogidos en un canon y han servido más comunes que reciben son muhhûm/muhhūŖŜġ
de base a otros textos sagrados para tejer la ex- (fem.), derivado de la raíz mahûm, ͓ ͓ ļŏá ŁýõĚýŻÔº
͓͓
periencia religiosa del judaísmo y del cristianismo. ͓
«estar loco», «enloquecer» o «delirar», y que
No podemos decir lo mismo de los textos profé- pone el acento en la manera como esa persona
ticos de Mari. Aun formando parte de la corriente adquiere el mensaje divino, frecuentemente tra-
del Oriente bíblico, en un momento determinado se ducido como «extático»; y ÔŅĆĚŜġ/ÔŅĆĚŖŜġ(fem.),
ĹáĽÚýáĽġĚˋĚġŁýĚºĚʼnáŁúºÒáĽÔġĚʼnĽýÒŏýÚġºÔġĚŻ- derivado de la raíz ÁŅÔĚŜġ˄ļŏáŁýõĚýŻÔº˥ĽáŁĹġĚ-
gurar el fenómeno de la comunicación con la divi- der»; para muchos, haría alusión a la actividad de
nidad que llamamos profetismo. «respondedor» en nombre de la divinidad a una
Presentamos a continuación algunos de los ele- consulta realizada, aunque no siempre se presu-
mentos más característicos de los textos proféticos ponga esta consulta previa. Entre los «no profe-
de Mari, que servirán como un primer acercamiento sionales» aparecen otros nombres como porta-
a este corpus. dores de mensajes proféticos: la qammatum, quizá
una especie de sacerdotisa; un assinnum, que en las
primeras ediciones de los textos fue traducido por
3. LA PERSONA DEL PROFETA «eunuco» y que formaría parte del personal del
templo como un caso de invertito passivo; o la alu-
€ŏýű» đº ÚáŻĚýÔýĢĚ Úá ĹĽġóáʼnº ļŏá Ę»Ł ÔġĚŁáĚ- sión a un grupo de nabû, que se ha puesto en rela-
sos ha logrado sea la formulada por M. Weippert ción con el ģÔÛĆ˥ del Antiguo Testamento; u otras
en el Neues Bibel-Lexikon (1997): una persona que, personas denominadas de modo genérico: «una
mediante una experiencia cognitiva (visión, expe- mujer, esposa de un hombre libre», que se dice
riencia auditiva, aparición audiovisual, un sueño o áĚŢýºÚº ĹġĽ $ºõ»Ěˑ )Ě ŢºĽýºŁ ġÔºŁýġĚᣠŁá ĽáŻáĽá
similar), se convierte en el sujeto de la revelación el nombre propio del sujeto, acompañado del ape-
de una divinidad, o de varios dioses, y además es lativo. Así conocemos, entre otros, a dos muhhūde
consciente de ser enviada por la divinidad o las di- nombre Hadnu-El e Iddin-Kubi, a una muh͓h͓ūŖŜġ
vinidades en cuestión para transmitir la revelación llamada H ͓͓
͢ ubatum, a un ÔŅĆĚŜġđđºĘºÚġEŁ͏ ýˣºúŏġº
en forma verbal (como «profecía» o «discurso ͢
‡ðđáÒŏĘˋŏĚassinnum que aparece en varias cartas.

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Cuando la revelación acontece mediante un sueño, Como ocurre en los profetas bíblicos, los hom-
la mayor parte de las veces se da el nombre propio bres y mujeres de Mari recibían cierta remunera-
del vidente. ción por su servicio. Una sacerdotisa qammatum
En general, todos aparecen en relación con una solicita un vestido y un aro para la nariz (ARM
divinidad particular, lo que hace suponer que per- XXVI/1 199); una vidente, un tejido y un turbante
tenecían, de alguna manera, al templo de dicha (ARM XXVI/1 240). Tampoco faltan las quejas por
divinidad, si bien no todos los casos de revelación las condiciones de vida: el assinnum‡ðđáÒŏĘĹĽġ-
ocurrían en el templo. Así encontramos a «Abiya, testa por la carestía que sufre: «[La diosa] mora
ÔŅĆĚŜġde Dagán», o extáticos «muhhū de Ami de en el templo mientras yo estoy viviendo entre mu-
Hubšalum». ͓͓ chos excrementos y orines» (ARM XXVI/1 198). Un
͢ muhhûm de Dagán se queja por la situación en la
En los textos de Mari encontramos uno de los
que͓ se
͓ encuentra el templo que frecuenta: «¿Has-
rasgos comunes más característicos de la profecía
ta cuándo aguas puras no podré beber? Escribe a
en el Oriente bíblico: el sentido de ser enviado. La
tu señor, para que me dé a beber aguas puras»
divinidad se sirve del profeta como mediador para
(ARM XXVI/1 215).
hacer llegar su palabra, y a él le impone una mis-
sio. Así, encontramos el mandato del dios Dagán a
Malik-Dagán dado en un sueño: «Ahora ve, yo te 4. LA COMUNICACIÓN DIVINA
envío. Tú mismo hablarás de este modo a Zimri-
Lim» (ARM XXVI/1 233). La semejanza con Éx 3,10 La mayor parte de los mensajes proféticos proceden
es más que notoria: «Ahora, pues, ve; yo te envío al de las divinidades que se encuentran en los tem-
faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas, ĹđġŁÚáđºÔºĹýʼnºđˋ]ºĽý˟ĚĚŏĚĈʼnŏĘˋðđáʼnˣáĎºđđýĘ
de Egipto». Y conocemos bien otros casos de la Bi- y Ninhursag), pero también de otras ciudades del
blia donde Yahvé explicita el envío (Jr 1,7; Ez 2,1-4). reino, como Hišamta (Hišamitum), Der (Deritum),
La brevedad de los textos no nos permite conocer áĽļº ˟$ºõ»Ěˠˋ …ºõõºĽÌʼnŏĘ ˟$ºõ»Ěˠˋ ŏʼnʼnŏđ ˟$º-
muchas particularidades de la vida de los profetas. gán), Nahur (Addu). Incluso en los archivos se han
En un buen número de textos se registra la entre- encontrado textos que atestiguan actividad profé-
ga, junto con el mensaje, de un mechón de cabello tica fuera de las fronteras del reino de Mari, como
˖ŏÔʼnŖŜġ˗ y la orla del manto (sissiktum) del profe- son el caso de Andarig (Šamaš), Babilonia (Mar-
ta como prueba de autenticidad, que serán usados duk) o el reino de Alepo (Addu de Kallasu y Addu
ÚŏĽºĚʼnááđĹĽġÔáŁġÚáºŏʼnáĚʼnýŻÔºÔýĢĚÚáđºĹĽġóáÔÿº de Alepo). Alrededor de veinte divinidades apare-
mediante la extispicina (inspección de las entra- cen mencionadas en los textos proféticos de Mari,
ĠºŁ Úá ŏĚ ºĚýĘºđˠˑ )Ě ÔýáĽʼnº ġÔºŁýĢĚˋ EʼnŞĽˣŁÚŞˋ si bien los que registran mayor actividad profética
gobernador de Mari, transmite al rey un sueño de ŁġĚ$ºõ»ĚũĚĚŏĚĈʼnŏĘˑ
Malik-Dagán y concluye su carta: «Puesto que di- La revelación del mensaje podría acontecer me-
ÔúġúġĘÒĽááŁÚáÔġĚŻºĚűºˋŁŏĘáÔúĢĚÚáÔºÒáđđġũ diante una experiencia visual (visión), auditiva
su orla del manto no he cogido» (ARM XXVI/1 233). (voz) o mixta (aparición) a través de un estado de

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vigilia o de sueño, ocurrida, la mayor parte de las Antes entré en Terqa y, a mi ingreso, entré en el
veces, dentro del santuario. templo de Dagán y hacia Dagán me prosterné. Al
prosternarme, Dagán abrió su boca y me habló de
]ŏÔúºŁ ÔºĽʼnºŁ ĽáżáċºĚ đºŁ ÔýĽÔŏĚŁʼnºĚÔýºŁ ļŏá
este modo».
rodean a la revelación. El ÔŅĆĚŜġ se alza (tebûm)
y habla (qabûm) delante de la estatua divina y en Este texto nos muestra, además, un dato curio-
su nombre: «Un ÔŅĆĚŜġ en el templo de so: la divinidad habla desde su imagen. El
HýŃºĘĈʼnŏĘˋÚáĚġĘÒĽáEŁ͏ ýˣºúŏˋŁáºđűĢ profeta hace de portavoz de la divini-
y͢ dijo» (ARM XXVI/1 195), o se pone dad cuando se sitúa ante ella: «Un
en pie (izuzzum) y habla: «Ishara La revelación
muhhûm ante (igi) Dagán se alzó
͢
˝ˌ˞ÚáðđáʼnˣáĎºđđýĘˋŁáĹŏŁġáĚ del mensaje podría y ͓dijo
͓ así: “¿Hasta cuándo aguas
pie y así dijo» (ARM XXVI/1 puras no podré beber? Escri-
211). También los extáticos re-
acontecer mediante una
be a tu señor para que me dé
ciben la revelación en el san- experiencia visual (visión), a beber aguas puras”» (ARM
tuario. De algunos se dice que auditiva (voz) o mixta (aparición) XXVI/1 215).
«se alzan y hablan», pero lo
a través de un estado de vigilia Lo que comunican recibe va-
más característico del extá-
rios nombres, sin que se pueda
tico es precisamente su com- o de sueño, ocurrida, la mayor áŁʼnºÒđáÔἠŏĚ ĹºʼnĽĢĚ Żċġˑ Łÿˋ
portamiento extraño al entrar
parte de las veces, dentro «palabras» (awatum) es lo que
en trance (mahûm) y hablar:
͓ comunica un ÔŅĆĚŜġ o un extá-
˥)ĚáđʼnáĘĹđġÚáĚĚŏĚĈʼnŏĘÚáđ del santuario.
tico muhhûm. Otro término em-
interior de la ciudad Ahatum, una
pleado es ͓«oráculo»
͓ (tertûm), que
sierva de Dagán-Malik ͢cayó en éxta-
encontramos para referirse al mensaje
sis y dijo» (ARM XXVI/1 214), o proferir
profético de un muhhûm, de dos muhhūŖŜġ˄
grandes gritos: «Ahora el extático, como pre-
de un assinnum y de los͓nabû, ͓ profetas de ͓los
͓ ha-
cedentemente, rompió a gritar continuamente»
neos. Otras veces se emplea el término más ge-
(ARM XXVI/1 202). Incluso en sueños la revelación
nérico «mensaje»˖ŖùġŜģ˗˄ que encontramos para
ºÔġĚʼnáÔÿºáĚáđŁºĚʼnŏºĽýġˑ)ĚŏĚºÔºĽʼnºÚáEʼnŞĽˣ
referirse a lo proferido, quizá ya en forma escri-
ŁÚŞˋ õġÒáĽĚºÚġĽ Úá ]ºĽýˋ ºđ Ľáũ đá ʼnĽºĚŁĘýʼná
ta, por un ÔŅĆĚŜġ˄ una qammatum, un assinnum y
ŏĚŁŏáĠġÚá]ºđýĎˣ$ºõ»ĚˋŏĚúġĘÒĽáÚᇺĎĎÌ
una muhhūŖŜġ. El término egerrûm designa una
(ARM XXVI/1 233): ͓͓
«manifestación oracular», en un caso obtenida
El día que esta tablilla adonde mi señor envié, Ma- por medio de la bebida. Sin embargo, no existe un
đýĎˣ$ºõ»Ěˋ ŏĚ úġĘÒĽá Úá ‡ºĎĎÌˋ Ęá ŢýĚġ ũ Ęá úº- ʼnâĽĘýĚġ áŁĹáÔÿŻÔġ ĹºĽº ĽáóáĽýĽŁá º đº ŢýŁýĢĚ áĚ áđ
bló de este modo. Así [dijo]: «En mi sueño [estaba] sueño. La expresión más usada es «en mi sueño»
yo y un hombre conmigo [venía] desde la provincia o «en su sueño» (šuttum). Otras veces se emplean
Úá …ºõõºĽÌʼnŏĘˋ ˝áĚÔġĚʼnĽ»ĚÚġĘá˞ áĚ đº ĹĽġŢýĚÔýº los términos «ver en sueños» ˖ōÁĚÔĚŜġ˗ o «tener
de arriba, para ir a Mari, tenía dispuesto mi rostro. una visión» ˖ÁġÔʼnŜġ˗.

9
Vista en el contexto de la comunicación entre la textos que nos han llegado pertenecen al archivo
divinidad y los hombres, la profecía tiene también real.
el sentido inverso: el mensaje del hombre a la di- Como representante y garante de la suerte de su
vinidad. Es lo que conocemos también en la Biblia pueblo, los acontecimientos que afectan al rey lo
como la «consulta» ˖ŏÁ˥ÔĚŜġ˗ a Dios o «profecía hacen de alguna manera también al pueblo. Así
provocada». Poseemos dos cartas de Šibtu, esposa lo muestra el oráculo de una muh h ūŖŜġ˃ «Un
del rey Zimri-Lim e hija de Yarim-Lim, rey de Ale- ͓ ͓ Pero sus
viento contra el país se va a levantar.
po, en las que le hace saber el resultado de sendas
alas y sus dos [ ] los pondré a prueba, para que Zi-
consultas a los dioses. En una de ellas, la consulta
mri-Lim y los bensimalitas hagan la cosecha. De
trata acerca de una campaña que el rey quiere em-
tu mano, Zimri-Lim, no dejes salir al país, todo
prender. Desconocemos en qué consistía la técnica,
él» (ARM XXVI/1 200). E igualmente cuando se
pero posiblemente se trata de la ingesta de bebidas
trata de un mensaje de consuelo ante la amenaza
dada a un hombre y a una mujer. De tal consulta se
de Hammurabi: «Me ha enviado Dagán. Escribe a
derivan los signos ˖ĆŖŖÔŖŜġ˗˄ que en este caso son ͢
tu señor para que no se inquiete y el país no se
favorables: «Respecto al plan de campaña que mi
inquiete» (ARM XXVI/1 210).
señor quiere emprender, acerca de los signos a un
hombre y a una mujer [a los que] acabo de consul- Las profecías pueden estar dirigidas al rey en se-
tar, haciendo[les] beber, y el augurio para mi señor gunda o en tercera persona. Pero algunas contienen
es muy bueno». La práctica de la adivinación por una condena a reinos extranjeros y una promesa
la ingesta de bebida no es muy frecuente en Mari. de prosperidad para el rey de Mari: «Babilonia,
Šibtu acude a esta práctica originaria del reino de ¿qué maquinas continuamente? Con red y daga te
Alepo y, a juzgar por sus palabras («es de esperar atraparé. Con las casas de los siete aliados y su pa-
que mi señor no hable así [diciendo] lo siguien- trimonio las manos de Zimri-Lim quiero llenar»
te: “Astutamente les hizo hablar”), no muy bien (ARM XXVI/1 209).
vista en Mari. La práctica también aparece en la También tenemos constancia de algunas pro-
Biblia, donde es criticada abiertamente (cf. Miq 2,11; fecías dirigidas a otras personas distintas del rey.
Is 28,7). Es el caso del gobernador de Terqa, Kibri-Dagán,
quien escribe al rey informándole de la profecía que
le hizo llegar un muhhûm que en reiteradas ocasio-
5. LOS DESTINATARIOS DEL MENSAJE ͓͓
nes le exhorta a reparar un portón, posiblemen-
El destinatario principal de la profecía en Mari es te de la ciudad (ARM XXVI/1 221 bis), o de la carta
el rey. Esto no quiere decir, como en ciertas oca- de Timlû, esposa de Iarip-Abba, a la reina madre,
ŁýġĚᣣáúººŻĽĘºÚġˋļŏáĹġÚºĘġŁáŁʼnºÒđáÔáĽŏĚº ÚÚŞˣÚŏĽĈˋĽáŻĽýâĚÚġđáŏĚŁŏáĠġáĚáđļŏáđºÚýġŁº
diferencia en este punto entre la profecía mariota ðđáʼnˣáĎºđđýĘ đá ÔġĘŏĚýÔº ŏĚ ĘáĚŁºċáˋ áđ Ôŏºđ Ěġ
(dirigida al rey) y la bíblica (dirigida al pueblo). No podemos llegar a comprender debido al mal estado
podemos olvidar la naturaleza de las fuentes: los de la tablilla (ARM XXVI/1 240).

10
Vista en el contexto de la comunicación entre la textos que nos han llegado pertenecen al archivo 6. LA CONSIGNA DE LA PROFECÍA Desde aquel día, nada escu[ché en el templo del
divinidad y los hombres, la profecía tiene también real. dios.].
el sentido inverso: el mensaje del hombre a la di- Una vez que la revelación se había producido y el
Como representante y garante de la suerte de su En una carta, el funcionario Nūr-Sīn justifica su
vinidad. Es lo que conocemos también en la Biblia destinatario identificado, el mensaje debía llegar a
pueblo, los acontecimientos que afectan al rey lo deber de transmitir la palabra del apīlum, pues, de
como la «consulta» (ša’ālum) a Dios o «profecía su destino. No podemos saber con seguridad si el
hacen de alguna manera también al pueblo. Así lo no hacerlo, podría ser hallado culpable en
provocada». Poseemos dos cartas de Šibtu, esposa profeta transmite el oráculo al rey directa-
muestra el oráculo de una muhhūtum: «Un viento caso de tragedia: «Si tarde o temprano
del rey Zimri-Lim e hija de Yarim-Lim, rey de Ale- mente o a través de intermediarios. El
contra el país se va a levantar.˘ Pero
˘ sus alas y sus se produjera una catástrofe, ¿no me
po, en las que le hace saber el resultado de sendas testimonio de las fuentes atestigua A menudo
dos [ ] los pondré a prueba, para que Zimri-Lim diría mi señor: “El mensaje que te
consultas a los dioses. En una de ellas, la consulta esto último, pero muchos creen
trata acerca de una campaña que el rey quiere em-
y los bensimalitas hagan la cosecha. De tu mano,
que precisamente la puesta por es el funcionario real comunicó el profeta y tu territo-
Zimri-Lim, no dejes salir al país, todo él» (ARM rio que reclama, ¿por qué a mí
prender. Desconocemos en qué consistía la técnica, escrito se debió a la imposibi- o gobernador el que escucha no me escribiste?” Por consi-
XXVI/1 200). E igualmente cuando se trata de un
pero posiblemente se trata de la ingesta de bebidas lidad de hacerlo directamen-
mensaje de consuelo ante la amenaza de Hammu- la profecía y debe hacerla llegar guiente, a mi señor he escrito.
dada a un hombre y a una mujer. De tal consulta se te, pues el rey se hallaba en
rabi: «Me ha enviado Dagán. Escribe a ˘tu señor campaña militar fuera de la al rey. Parece ser que era una Sepa esto mi señor» (A 1121 +
derivan los signos (ittātum), que en este caso son
para que no se inquiete y el país no se inquiete» A 2731).
favorables: «Respecto al plan de campaña que mi
(ARM XXVI/1 210).
ciudad. Cuando el rey se en- de las labores del funcionario,
señor quiere emprender, acerca de los signos a un contraba fuera de su palacio, Otras veces es el sacerdo-
hombre y a una mujer [a los que] acabo de consul- Las profecías pueden estar dirigidas al rey en se- la puesta por escrito del orá- especialmente en período te del templo el que informa
tar, haciendo[les] beber, y el augurio para mi señor gunda o en tercera persona. Pero algunas contienen culo resultaba la mejor manera de mayor necesidad al gobernador de la manifes-
es muy bueno». La práctica de la adivinación por una condena a reinos extranjeros y una promesa de hacerle llegar el mensaje. Esto tación oracular ocurrida en el
de prosperidad para el rey de Mari: «Babilonia, podría explicar que un gran núme- templo: «Así [dice] Ahum, sacer-
la ingesta de bebida no es muy frecuente en Mari. ˘ siervo. La
¿qué maquinas continuamente? Con red y daga te ro de textos que se conservan reflejen dote de [Annunītum], tu
Šibtu acude a esta práctica originaria del reino de
un ambiente bélico. muhhūtum Hubatum así transmitió un
Alepo y, a juzgar por sus palabras («es de esperar atraparé. Con las casas de los siete aliados y su pa-
oráculo,˘ [diciendo]»
˘ ˘ (ARM XXVI/1 200). Un
que mi señor no hable así [diciendo] lo siguiente: trimonio las manos de Zimri-Lim quiero llenar» A menudo es el funcionario real o gobernador el
caso interesante es el de la sacerdotisa Inib-šina
“Astutamente les hizo hablar”), no muy bien vista (ARM XXVI/1 209). que escucha la profecía y debe hacerla llegar al rey.
(ARM XXVI/1 197), que hace llegar al rey el testi-
en Mari. La práctica también aparece en la Biblia, También tenemos constancia de algunas pro- Parece ser que era una de las labores del funciona- monio oracular de dos tipos de personal del tem-
donde es criticada abiertamente (cf. Miq 2,11; Is fecías dirigidas a otras personas distintas del rey. rio, especialmente en período de mayor necesidad, plo:
28,7). Es el caso del gobernador de Terqa, Kibri-Dagán, como muestra claramente el siguiente testimonio
quien escribe al rey informándole de la profecía que (ARM XXVI/1 196): Así [dice] Inib-šina:
le hizo llegar un muhhûm que en reiteradas ocasio- Anteriormente, el assinnum Šēlebum
5. LOS DESTINATARIOS DEL MENSAJE ˘˘
nes le exhorta a reparar un portón, posiblemen-
A mi señor di: me había comunicado un oráculo y te lo escribí.
así [dice] Šamaš-nah˘ir, tu siervo. Ahora, una qammatum
El destinatario principal de la profecía en Mari es te de la ciudad (ARM XXVI/1 221 bis), o de la carta Cuando mi señor a la campaña dispuso su rostro, de Dagán de Terqa
el rey. Esto no quiere decir, como en ciertas oca- de Timlû, esposa de Iarip-Abba, a la reina madre, me ordenó lo siguiente: me vino y
siones se ha afirmado, que podamos establecer una Addū-durī, refiriéndole un sueño en el que la diosa Vives en la ciudad del dios. me habló de esta manera.
diferencia en este punto entre la profecía mariota Bēlet-ekallim le comunica un mensaje, el cual no [Cualquier] manifestación oracular que en el tem-
(dirigida al rey) y la bíblica (dirigida al pueblo). No podemos llegar a comprender debido al mal estado plo del dios En la Biblia encontramos el testimonio de Ama-
podemos olvidar la naturaleza de las fuentes: los de la tablilla (ARM XXVI/1 240). sucediera y escuchares, escríbeme. sías, sacerdote de Betel, que informa al rey de las

10 11
palabras que anda profiriendo Amós contra Jero- solicita un «escriba discreto», y además le impone gesto simbólico y las palabras, su mensaje ha lle- rrota [del enemigo] a tu lado y al lado de tu tropa
boán (Am 7,10-13). testigos (ARM XXVI/1 414): gado a todos: al rey, por medio de su gobernante, se mantuvo» (ARM XXVI/1 194.192). En algunas
En este último caso encontramos otra variante y a la población. Este episodio nos recuerda otros ocasiones la presencia divina tomaba tal protago-
Atamrum, el āpilum
posible en la transmisión: que sea el propio profe- gestos de los profetas de la Biblia (Jr 27-28), que nismo que asumía toda la responsabilidad, apar-
de Šamaš, me vino y así me dijo.
ta el que se dirija al gobernador o a alguien capaz para transmitir su mensaje van más allá de las pa- tando al rey de la batalla. Así, el rey de Mari recibe
De este modo: «Un escriba discreto
de hacerle llegar al rey el mensaje. Así encontra- labras. este mensaje por boca de una muhhūtum de parte
envíame, para que el mensaje que Šamaš ˘ ˘ no vayas en
mos una de las cartas más extensas del funciona- me mandó para el rey [le] haga escribir».
de la diosa Annunitum: «Zimri-Lim,
rio Sammētar al rey Zimri-Lim, que se encontraría Esto me dijo. [Le] mandé a Utu-kam y campaña. Permanece en Mari. Entonces yo misma
fuera de palacio, donde recoge los oráculos proce- redactó esa carta. Pero ese hombre
7. EL CONTENIDO DE LOS MENSAJES responderé continuamente [por ti]» (ARM XXVI/1
dentes de un āpilum y una qammatum: «Lupahum, presentó testigos. 237). Tal presencia divina experimentará el pue-
˘ Partiendo de que la mayor parte de las profecías
āpilum de Dagán, me vino desde Tuttul […] Después blo de Israel en medio del peligro (Ex 14,13-14; Dt
La presencia de testigos era la prueba para la van dirigidas al rey, se comprenderá que el conte-
de eso, al otro día, una qammatum de Dagán 20,1-4).
transmisión, no para la autenticidad del nido sea de carácter político, militar, social y reli-
de Terqa vino y me dijo así» (ARM XX- Dios está presente, pero también actúa a través
mensaje en sí. Es decir, una garantía gioso.
VI/1 199). de una serie de expresiones que tienen por obje-
La presencia de que el funcionario transmitía el Si consideramos la hipótesis de que las profecías
En ciertas ocasiones encontra- to mostrar su poder frente al enemigo. Así, la di-
mensaje proveniente del profeta y se pusieron por escrito en ausencia del rey, que se
mos haciendo esta labor de re- de testigos era la prueba no de su propio interés. En cier- encontraba en tareas militares, se puede explicar
vinidad «dispersa a los enemigos» (ARM XXVI/1
cepción a personas cercanas al 207), los «entrega en la mano» del rey (ARM XXVI
rey. Es el caso de Addu-dūrī,
para la transmisión, no para tas ocasiones, el rol del testigo que la gran mayoría de las cartas reflejen las su-
194.202.209.213.214.233), «reúne a los enemigos
era asumido por la audiencia. cesivas crisis que debió afrontar Zimri-Lim en su
madre del rey Zimri-Lim, la autenticidad del mensaje en sí, En este sentido, es muy sig- en una red» (ARM XXVI/1 209. 197. 192), «pone la
reinado: la rebelión de las tribus benjaminitas, la
que escribe a su hijo con un sino como una garantía de que cabeza del enemigo bajos los pies del rey» (ARM
nificativa la carta atribuida a campaña del rey de Ešnunna en territorio de Ma-
mensaje de Iṣ i-ahu, āpilum XXVI/1 207.212). La acción divina se muestra tam-
el funcionario transmitía Yaqquim-Addu, gobernador ri, la lucha contra Išme-Dagán, rey de Ekallatum,
del templo de H˘išamītum, de Saggarātum (ARM XXVI/1
bién con otro motivo bien conocido en la Biblia, la
˘ la escena contra Elam y contra Babilonia, sin olvidar los pro-
quizá presenciando el mensaje proveniente 206). Un muhhûm de Dagán desproporción de fuerzas (ARM XXVI/1 207):
blemas de la subida al trono.
(ARM XXVI/1 195), o su esposa, ˘˘
del profeta y no pide al gobernador un cordero,
A nivel político, las profecías advierten del peli- La tropa de Išme-Dagán
Šibtu, que recoge el testimonio que devora delante de la puerta
de un profeta que se puso a ha- de su propio interés de la ciudad, y explica su gesto a
gro de alianzas con reinos vecinos, como es el caso es numerosa. Pero, aunque su tropa sea numerosa,
del «hombre de Ešnunna», el rey Ibapiel: «Temo sus refuerzos se desbandarán.
blar en la puerta del palacio: «Así los ancianos del pueblo reunidos allí.
que el rey, sin consultar a Dios, con el hombre de Mis refuerzos son Dagán,
[dice] Šibtu, tu sierva. El palacio va El gesto viene acompañado de un juego Šamaš, Itūr-Mer y Bēlet-ekallim,
bien. Qīšti-Dīrītim, āpilum de Dīrītum, vino Ešnunna un tratado formalice» (ARM XXVI/1 199),
de palabras: el profeta «devora» (akâlum) así como Addu, señor de las decisiones,
el día 2 a la puerta del palacio [y] así me trans- como la «epidemia» (ukultum) hará lo propio con o a nivel interno, del peligro de revueltas: «Zimri-
que van al lado de mi señor.
mitió un mensaje» (ARM XXVI/1 208, cf. también el pueblo. El funcionario hace saber al rey, en las Lim, con una revuelta te probarán. Protégete a ti
211.213.214.236). últimas líneas de la tablilla, que el mensaje ha si- mismo» (ARM XXVI/1 213). En algunas ocasiones se ha afirmado que una di-
Evidentemente, podría haber negligencia o ma- do público: «Además, su oráculo en privado no En este ambiente de guerra y amenaza, los orá- ferencia notable entre la profecía mariota y la bíbli-
la intención en tergiversar el mensaje. Así parece me transmitió. En la asamblea de los ancianos me culos divinos vienen a calmar el corazón del rey y ca estaría en la ausencia de crítica al rey, en com-
a juzgar por las reservas de Atamrum, un āpilum transmitió su oráculo». Se pone de manifiesto así de su pueblo. Dios permanece junto al rey en medio paración con los profetas del Antiguo Testamento.
de Šamaš, quien se dirige al funcionario real y le la estrategia de comunicación del profeta. Con el de la batalla: «Nergal, rey de Hubšalum, en la de- Si leemos con atención, no faltan en Mari oráculos
˘

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palabras que anda profiriendo Amós contra Jero- solicita un «escriba discreto», y además le impone gesto simbólico y las palabras, su mensaje ha lle- rrota [del enemigo] a tu lado y al lado de tu tropa
boán (Am 7,10-13). testigos (ARM XXVI/1 414): gado a todos: al rey, por medio de su gobernante, se mantuvo» (ARM XXVI/1 194.192). En algunas
En este último caso encontramos otra variante y a la población. Este episodio nos recuerda otros ocasiones la presencia divina tomaba tal protago-
Atamrum, el āpilum
posible en la transmisión: que sea el propio profe- gestos de los profetas de la Biblia (Jr 27-28), que nismo que asumía toda la responsabilidad, apar-
de Šamaš, me vino y así me dijo.
ta el que se dirija al gobernador o a alguien capaz para transmitir su mensaje van más allá de las pa- tando al rey de la batalla. Así, el rey de Mari recibe
De este modo: «Un escriba discreto
de hacerle llegar al rey el mensaje. Así encontra- labras. este mensaje por boca de una muhhūtum de parte
envíame, para que el mensaje que Šamaš ˘ ˘ no vayas en
mos una de las cartas más extensas del funciona- me mandó para el rey [le] haga escribir».
de la diosa Annunitum: «Zimri-Lim,
rio Sammētar al rey Zimri-Lim, que se encontraría Esto me dijo. [Le] mandé a Utu-kam y campaña. Permanece en Mari. Entonces yo misma
fuera de palacio, donde recoge los oráculos proce- redactó esa carta. Pero ese hombre
7. EL CONTENIDO DE LOS MENSAJES responderé continuamente [por ti]» (ARM XXVI/1
dentes de un āpilum y una qammatum: «Lupahum, presentó testigos. 237). Tal presencia divina experimentará el pue-
˘ Partiendo de que la mayor parte de las profecías
āpilum de Dagán, me vino desde Tuttul […] Después blo de Israel en medio del peligro (Ex 14,13-14; Dt
La presencia de testigos era la prueba para la van dirigidas al rey, se comprenderá que el conte-
de eso, al otro día, una qammatum de Dagán 20,1-4).
transmisión, no para la autenticidad del nido sea de carácter político, militar, social y reli-
de Terqa vino y me dijo así» (ARM XX- Dios está presente, pero también actúa a través
mensaje en sí. Es decir, una garantía gioso.
VI/1 199). de una serie de expresiones que tienen por obje-
La presencia de que el funcionario transmitía el Si consideramos la hipótesis de que las profecías
En ciertas ocasiones encontra- to mostrar su poder frente al enemigo. Así, la di-
mensaje proveniente del profeta y se pusieron por escrito en ausencia del rey, que se
mos haciendo esta labor de re- de testigos era la prueba no de su propio interés. En cier- encontraba en tareas militares, se puede explicar
vinidad «dispersa a los enemigos» (ARM XXVI/1
cepción a personas cercanas al 207), los «entrega en la mano» del rey (ARM XXVI
rey. Es el caso de Addu-dūrī,
para la transmisión, no para tas ocasiones, el rol del testigo que la gran mayoría de las cartas reflejen las su-
194.202.209.213.214.233), «reúne a los enemigos
era asumido por la audiencia. cesivas crisis que debió afrontar Zimri-Lim en su
madre del rey Zimri-Lim, la autenticidad del mensaje en sí, En este sentido, es muy sig- en una red» (ARM XXVI/1 209. 197. 192), «pone la
reinado: la rebelión de las tribus benjaminitas, la
que escribe a su hijo con un sino como una garantía de que cabeza del enemigo bajos los pies del rey» (ARM
nificativa la carta atribuida a campaña del rey de Ešnunna en territorio de Ma-
mensaje de Iṣ i-ahu, āpilum XXVI/1 207.212). La acción divina se muestra tam-
el funcionario transmitía Yaqquim-Addu, gobernador ri, la lucha contra Išme-Dagán, rey de Ekallatum,
del templo de H˘išamītum, de Saggarātum (ARM XXVI/1
bién con otro motivo bien conocido en la Biblia, la
˘ la escena contra Elam y contra Babilonia, sin olvidar los pro-
quizá presenciando el mensaje proveniente 206). Un muhhûm de Dagán desproporción de fuerzas (ARM XXVI/1 207):
blemas de la subida al trono.
(ARM XXVI/1 195), o su esposa, ˘˘
del profeta y no pide al gobernador un cordero,
A nivel político, las profecías advierten del peli- La tropa de Išme-Dagán
Šibtu, que recoge el testimonio que devora delante de la puerta
de un profeta que se puso a ha- de su propio interés de la ciudad, y explica su gesto a
gro de alianzas con reinos vecinos, como es el caso es numerosa. Pero, aunque su tropa sea numerosa,
del «hombre de Ešnunna», el rey Ibapiel: «Temo sus refuerzos se desbandarán.
blar en la puerta del palacio: «Así los ancianos del pueblo reunidos allí.
que el rey, sin consultar a Dios, con el hombre de Mis refuerzos son Dagán,
[dice] Šibtu, tu sierva. El palacio va El gesto viene acompañado de un juego Šamaš, Itūr-Mer y Bēlet-ekallim,
bien. Qīšti-Dīrītim, āpilum de Dīrītum, vino Ešnunna un tratado formalice» (ARM XXVI/1 199),
de palabras: el profeta «devora» (akâlum) así como Addu, señor de las decisiones,
el día 2 a la puerta del palacio [y] así me trans- como la «epidemia» (ukultum) hará lo propio con o a nivel interno, del peligro de revueltas: «Zimri-
que van al lado de mi señor.
mitió un mensaje» (ARM XXVI/1 208, cf. también el pueblo. El funcionario hace saber al rey, en las Lim, con una revuelta te probarán. Protégete a ti
211.213.214.236). últimas líneas de la tablilla, que el mensaje ha si- mismo» (ARM XXVI/1 213). En algunas ocasiones se ha afirmado que una di-
Evidentemente, podría haber negligencia o ma- do público: «Además, su oráculo en privado no En este ambiente de guerra y amenaza, los orá- ferencia notable entre la profecía mariota y la bíbli-
la intención en tergiversar el mensaje. Así parece me transmitió. En la asamblea de los ancianos me culos divinos vienen a calmar el corazón del rey y ca estaría en la ausencia de crítica al rey, en com-
a juzgar por las reservas de Atamrum, un āpilum transmitió su oráculo». Se pone de manifiesto así de su pueblo. Dios permanece junto al rey en medio paración con los profetas del Antiguo Testamento.
de Šamaš, quien se dirige al funcionario real y le la estrategia de comunicación del profeta. Con el de la batalla: «Nergal, rey de Hubšalum, en la de- Si leemos con atención, no faltan en Mari oráculos
˘

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que reprochan al rey descuido en las actividades
de culto; por ejemplo: «Zimri-Lim, incluso si
La relación del profetismo bíblico con el de Mari
debe ser situada en el continuum cultural y religio-
DEL PROFETISMO DE MARI
me tienes olvidada, yo a ti te acariciaré»
(ARM XXVI/1 214), o que reclaman una
Los textos
proféticos de Mari
so de lo que llamamos el Próximo Oriente
antiguo o, desde el punto de vista del
biblista, desde el Oriente bíblico.
AL PROFETISMO IDEAL BÍBLICO
propiedad: «Puesto que al trono de
su casa paterna le he hecho vol- permiten el estudio del La lectura de estos textos del
ver, quiero coger la propiedad de segundo milenio a. C. nos per-
fenómeno profético en su
su patrimonio. Si no me la da, mite situar el fenómeno del
el dueño del trono, de las tie-
estadio más inicial. Se trata profetismo y la adivinación en
rras y de la ciudad soy yo, y lo de textos breves que casi no han el contexto más amplio de la
comunicación con la divini-
que le he concedido se lo qui- sufrido proceso redaccional alguno
dad. Si bien pudiera parecer
taré» (A 1121 + A 2731). Tam-
poco falta la llamada a ejercer
y que han sido conservados entre que entre los textos de Mari
y los primeros textos proféti-
su responsabilidad de adminis- la documentación real, cos de la Biblia existe un hiato
trador de justicia: «Escucha esta constituyendo el primer insalvable de cerca de mil años, José Luis Barriocanal Gómez
única palabra mía: cuando alguien hay que recordar otros testimonios
tenga un pleito y apele a ti de este
testimonio del fenómeno
como las profecías de Ešnunna, los
modo: “He sido perjudicado”, ponte en profético textos proféticos neoasirios descubiertos ¿Quién no ha oído o leído acerca de la comparación entre el profetismo del antiguo
pie y juzga su causa. Respóndele rectamente. en Nínive u otros textos semíticos occidenta-
Oriente Próximo y el bíblico? Revelamos el peligro de esta comparación y la falta
Esto es lo que te pido» (A 1968). les, como El viaje de Unamón (Wenamon), la Estela
de Zakkur, rey de Hamat (ca. 800 a. C.) o la Inscrip- de solidez argumentativa a la hora de señalar las diferencias entre uno y otro. Son
ción de Deir ‘Alla (ca. 700 a. C.), entre otros, o, ya los términos «continuidad» y «evolución» los más apropiados para abordar la
8. LA APORTACIÓN DE LOS TEXTOS en Palestina, los textos hallados en Laquis (siglo
vii a. C). Todos ellos, unidos a los textos bíblicos,
relación entre el profetismo de Mari y el bíblico.
DE MARI AL ESTUDIO nos permiten hablar de una ausencia de ruptura del
DEL PROFETISMO BÍBLICO fenómeno profético en el Oriente bíblico.
Al principio pensé titular este artículo de un modo otro, de tal modo que las referencias proféticas que
Los textos proféticos de Mari permiten el estudio
Desde que en la década de los años cincuenta del del fenómeno profético en su estadio más inicial. semejante al título del apartado final: «El profetis- encontramos en Mari nos permiten comprender
pasado siglo se comenzaran a publicar los textos Como hemos visto, se trata de textos breves que mo de Mari y el profetismo ideal bíblico». La dife- mejor el fenómeno profético bíblico.
proféticos de Mari, un considerable número de pu- casi no han sufrido proceso redaccional alguno y rencia no se encuentra tanto en los términos –tan Durante un largo período de siglos se pensó que
blicaciones dan testimonio de la importancia de que han sido conservados entre la documentación solo se produce un cambio de preposiciones, en vez el profetismo era un fenómeno casi exclusivo del
estos textos para la comprensión del fenómeno real, constituyendo el primer testimonio del fenó- del artículo, y de la conjunción copulativa– cuanto mundo bíblico. La opinión comienza a cambiar a
profético, y en particular para la profecía bíblica. meno profético. l
en el significado. El titulo final responde más fiel- partir del siglo xix con los descubrimientos de tex-
mente al horizonte y contenido del presente escrito, tos pertenecientes a las antiguas civilizaciones del
pues muestra la continuidad existente entre uno y Oriente bíblico.

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