Arquidiócesis de Quito
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+ Alfredo Espinoza, sdb.
Semanario Litúrgico • Director: P. Naún Tapia, sdb. • N.º 3005 •Tiraje: 350 000
Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617
correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec
Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca
Preparen el camino del Señor
Ilustración: CGS - Cuenca
«Yo les bautizo con agua, pero él
les bautizará con el Espíritu Santo».
«Preparen el camino del Señor» es el mensa-
je central de este segundo domingo de Adviento.
Desde la primera lectura del libro de Isaías resue-
na este mensaje de esperanza: «Una voz grita en
el desierto: prepárenle un camino al Señor; alla-
nen en la estepa una calzada para nuestro Dios».
El profeta invita a un «heraldo» a proclamar
desde lo alto de los montes que el Señor está
cerca. La palabra «heraldo» tiene un significado
muy importante al referirse a san Juan Bautista,
el «heraldo del Mesías». Aunque, de hecho, to-
dos los profetas del Antiguo Testamento ejercie-
ron esta delicada tarea de anunciar la llegada del
Mesías, la figura de Juan Bautista adquiere una
trascendental relevancia por la cercanía a Jesús.
No solo por la cercanía cronológica, sino por la
cercanía de sangre (eran primos) y también por la
íntima relación de amistad y de misión que existía
entre ellos. Era tan estrecha la relación entre Juan
CUID
ME
YO
O
6 de diciembre de 2020
II DOMINGO DE ADVIENTO
Ciclo B
Bautista y Jesús que desde el seno materno el niño
saltó de alegría (Lc 1, 44); al referirse a su primo dirá
Jesús que «entre los nacidos de mujer, no hay nadie
mejor que Juan Bautista» (Lc 7, 28); a su vez el Bau-
tista dirá que «detrás de él viene uno más importante
a quien no es digno de desatarle las correas de sus
sandalias» (cfr. Jn 1, 27). El mensaje cumbre será lo
que dice Juan Bautista de Jesús: «Este es el cordero
de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1, 29).
El apóstol Pedro, en su carta, nos exhorta a que
valoremos el tiempo. Nuestra vida es corta y fugaz.
Y aunque para Dios «un día es como mil años, y mil
años como un día», para nosotros, el tiempo y la
vida son muy breves. Por ello el apóstol nos invita a
estar preparados, porque «el día del Señor llegará
como un ladrón». Por tanto, «procuren que Dios los
encuentre en paz con Él».
El Evangelio según San Marcos comienza su
relato en el desierto. Es por ello que a este evange-
lista se lo representa en la iconografía cristiana con
la figura del león. Él empieza su relato en el desierto
haciendo eco de la profecía de Isaías: «Yo envío
mi mensajero delante de ti para que te prepare el
camino. Una voz grita en el desierto: "Preparen el
camino del Señor, allanen sus senderos"». Ense-
guida asocia el evangelista al personaje de Isaías
con la persona de Juan Bautista y relaciona al Bau-
tista con este heraldo anunciado por el profeta. Mar-
cos establece de manera directa e intencionada el
cumplimiento de esta profecía en las personas del
Bautista y de Jesús.
¿Cuál es la tarea del heraldo? Un heraldo es
un mensajero o un vocero (portavoz). Y este es el
mensaje de Juan Bautista: «Detrás de mí viene el
que puede más que yo, y yo no merezco agachar-
me para desatarle las sandalias. Yo los he bauti-
zado con agua, pero él los bautizará con Espíritu
Santo». Que con Juan Bautista esperemos confia-
dos y anunciemos con alegría la próxima venida del
Señor. P. Marco Antonio Acosta
 6 de diciembre de 2020
º Ritos iniciales
Guía: Hermanos: El Señor nos ha convoca-
do, este segundo domingo de Adviento, para
hacernos su propuesta de conversión fren-
te a las ofertas del consumismo navideño.
Abramos el corazón al Señor y expresemos
con el canto la alegría de este encuentro.
1. RITO DE ENTRADA
Presidente: El Señor, que viene a salvarnos,
esté con todos ustedes.
Asamblea: Y con tu espíritu.
2. RITO PENITENCIAL
Presidente: Jesucristo, el justo, intercede
por nosotros y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepenti-
miento, para acercarnos a la mesa del Señor.
(Un momento de silencio).
Presidente: Tú que viniste a visitar a tu pue-
blo con la paz: Señor, ten piedad.
Asamblea: Señor, ten piedad.
Presidente: Tú que viniste a salvar lo que
estaba perdido: Cristo, ten piedad.
Asamblea: Cristo, ten piedad.
Presidente: Tú que viniste a crear un mundo
nuevo: Señor, ten piedad.
Asamblea: Señor, ten piedad.
Presidente: Dios todopoderoso tenga miseri-
cordia de nosotros, perdone nuestros peca-
dos y nos lleve a la vida eterna.
Asamblea: Amén.
3. ORACIÓN COLECTA
Presidente: Dios omnipotente y misericor-
dioso, te pedimos que, en nuestra marcha
presurosa al encuentro de tu Hijo, no tropece-
mos con impedimentos terrenos, sino que Él
nos haga partícipes de la ciencia de la sabi-
duría celestial. Él, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
Asamblea: Amén.
Liturgia de la Palabra
Guía: Nuestra fe es la respuesta a la
llamada del Señor. Es Él quien nos invita
a estar atentos al mensaje de su enviado.
Escuchemos atentos y aceptemos su
mensaje como norma de vida.
4. PRIMERA LECTURA Is 40, 1-5.9-11
Lector: Lectura del libro del profeta
Isaías.
«Consuelen, consuelen a mi pueblo,
dice nuestro Dios. Hablen al corazón de
Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó
el tiempo de su servidumbre y que ya ha
satisfecho por sus iniquidades, porque ya
ha recibido de manos del Señor castigo
doble por todos sus pecados».
Una voz clama: «Preparen el camino del
Señor en el desierto, construyan en el pára-
mo una calzada para nuestro Dios. Que
todo valle se eleve, que todo monte y colina
se rebajen; que lo torcido se enderece y lo
escabroso se allane. Entonces se revelará
la gloria del Señor y todos los hombres la
verán». Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de
buenas nuevas para Sion; alza con fuerza
la voz, tú que anuncias noticias alegres a
Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia
a los ciudadanos de Judá: «Aquí está su
Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el
que con su brazo lo domina todo. El premio
de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo
anteceden. Como pastor apacentará su
rebaño; llevará en sus brazos a los corderi-
tos recién nacidos y atenderá solícito a sus
madres».
Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
5. SALMO DE RESPUESTA Salmo 84
Salmista: Muéstranos, Señor, tu misericor-
dia y danos al Salvador.
Asamblea: Muéstranos, Señor, tu miseri-
cordia y danos al Salvador.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra. R.
 II Domingo de Adviento - Ciclo B
La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo. R.
Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas. R.
6. SEGUNDA LECTURA 2 Pe 3, 8-14
Lector: Lectura de la segunda carta del
apóstol San Pedro.
Queridos hermanos: No olviden que para
el Señor, un día es como mil años y mil años,
como un día. No es que el Señor se tarde,
como algunos suponen, en cumplir su pro-
mesa, sino que les tiene a ustedes mucha
paciencia, pues no quiere que nadie perez-
ca, sino que todos se arrepientan.
El día del Señor llegará como los ladro-
nes. Entonces los cielos desaparecerán con
gran estrépito, los elementos serán destrui-
dos por el fuego y perecerá la tierra con todo
lo que hay en ella. Puesto que todo va a ser
destruido, piensen con cuánta santidad y
entrega deben vivir ustedes esperando y
apresurando el advenimiento del día del
Señor, cuando desaparecerán los cielos,
consumidos por el fuego, y se derretirán los
elementos. Pero nosotros confiamos en la
promesa del Señor y esperamos un cielo
nuevo y una tierra nueva, en que habite la
justicia. Por tanto, queridos hermanos, apo-
yados en esta esperanza, pongan todo su
empeño en que el Señor los halle en paz con
Él, sin mancha ni reproche.
Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
7. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Asamblea (cantando): Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos
sus senderos, y todos los hombres verán
al Salvador.
Asamblea: Aleluya, aleluya.
8. EVANGELIO Mc 1, 1-8
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
Asamblea: Gloria a ti, Señor.
Este es el principio del Evangelio de
Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del pro-
feta Isaías está escrito: He aquí que yo
envío a mi mensajero delante de ti, a prepa-
rar tu camino. Voz del que clama en el
desierto: «Preparen el camino del Señor,
enderecen sus senderos».
En cumplimiento de esto, apareció en el
desierto Juan el Bautista predicando un
bautismo de arrepentimiento, para el per-
dón de los pecados. A él acudían de toda la
comarca de Judea y muchos habitantes de
Jerusalén; reconocían sus pecados y él los
bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de came-
llo, ceñido con un cinturón de cuero y se
alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Proclamaba: «Ya viene detrás de mí uno
que es más poderoso que yo, uno ante
quien no merezco ni siquiera inclinarme
para desatarle la correa de sus sandalias.
Yo los he bautizado a ustedes con agua,
pero Él los bautizará con el Espíritu Santo».
Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
9. PROFESIÓN DE FE
10. ORACIÓN UNIVERSAL
Presidente: Mientras esperamos la
llegada gloriosa de Jesucristo, imploremos la
misericordia de Dios, diciendo: Padre, escu-
cha nuestra oración.
Asamblea: Padre, escucha nuestra oración.
1 Por los cristianos, para que por encima
de nuestros intereses de grupo, seamos
capaces de transparentar en el mundo la
presencia única y permanente de Dios.
Oremos.
2 Para que nuestra vida personal y grupal
sea fiel reflejo del amor del Padre
manifestado en su Hijo. Oremos.
3 Por todos los que hemos escuchado la
llamada del Señor a la conversión, para
que respondamos con prontitud y lo
demostremos con obras. Oremos.
Presidente: Padre, todo esto te lo pedimos
por Jesucristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén.
 Liturgia de la Eucaristía Despedida

12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Guía: La celebración dominical en la que

Acoge, Señor, con bondad nuestras hu-
mildes oraciones y ofrendas; y al vernos
tan desvalidos y sin méritos propios, so-
córrenos con la ayuda de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén.
13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos manjares celestiales,
te suplicamos, Señor, que, por la participa-
ción en este sacramento, nos enseñes a
apreciar sabiamente los bienes terrenales,
y aferrarnos a los bienes del cielo. Por Jesu-
cristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén.
Cartelera
hemos escuchado el mensaje de Dios,
nos compromete a la conversión y a la
esperanza que nos preparan a la Navidad
cristiana, como un encuentro familiar, don-
de reine el amor y la fraternidad.
Evangelio y Vida
Seamos mensajeros de buenas nuevas
Ante las situaciones de caos y pecado que
están presentes en los diversos pueblos de
la tierra, Dios nos ofrece la posibilidad de un
cambio que conlleva salvación, liberación y
felicidad verdaderas.
• Para alcanzar eso, los hombres debemos
tomar en nuestra vida, como decía santa
Teresa de Jesús, «una determinada
determinación»: ¡Convertirnos!
• Se escuchan promesas falsas y estériles
de un supuesto respeto por el hombre y la
creación, pero en realidad vemos muchos
signos de muerte y autodestrucción.
• Por eso estamos invitados a ser mensajeros
de buenas nuevas que alienten la esperanza
de todos.
• Si de verdad confiamos en las promesas del
Señor, buscaremos su Reino y su justicia, y
tendremos un mayor empeño por construir
un mundo de justicia, paz y fraternidad.
Los bautizados con el Espíritu Santo
tenemos que salir a anunciar
que ya viene el Señor.

Tiempo Litúrgico: II Tiempo de Adviento Liturgia de las Horas: IV Semana

SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE
L 7 SAN AMBROSIO Is 35,1-10/ Sal 84/ Lc 5,17-26 Nuestro Dios viene a salvarnos.
M 8 INMACULADA CONCEPCIÓN Gn 3,9-15.20/ Sal 97/ Ef 1,3-6.11-12/ Lc 1,26-38 Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravil as.
M 9 JUAN DIEGO/NARCISA DE JESÚS Is 40,25-31/ Sal 102/ Mt 11,28-30 Bendice al Señor, alma mía.
J 10 NUESTRA, SEÑORA DE LORETO Is 41,13-20/ Sal 144/ Mt 11,11-15 Bueno es el Señor para con todos.
V 11 SAN DÁMASO Is 48,17-19/ Sal 1/ Mt 11,16-19 Dichoso el hombre que confía en el Señor.
S 12 NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Sir 24,23-31 (o Gal 4,4-7)/ Sal 66/ Lc 1,39-48 Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
D 13 III DOMINGO DE ADVIENTO Is 61,1-2.10-11/ Sal: Lc 1/ 1 Tes 5,16-24/ Jn 1,6-8.19-28 Mi espíritu, se alegra en Dios, mi salvador.