Está en la página 1de 1

¡Vamos a trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!

Un minuto para pensar...


¿Crees que el príncipe es un caso único, o crees que todos hacemos peor las cosas

cuando estamos enfadados? ¿Por qué crees que pasa esto? Si tuvieras que hacer algún

trabajo y estás de mal humor ¿qué crees que deberías hacer? ¿Eres capaz de controlar

tus enfados? ¿Qué haces para conseguirlo, y cómo crees que podrías hacerlo mejor?

Una buena conversación


Cuéntale a tu hijo alguna historia divertida de alguna ocasión en que por actuar bajo el

enfado te hayas equivocado totalmente. Posiblemente hayas inventado castigos terribles

que luego hayas tenido que perdonar, así que además de divertiros con la situación,

puede ser un buen momento para explicar la importancia de saber pedir perdón cuando

uno se equivoca, y para que tu hijo entienda lo difícil que es acertar siempre.

¿Y si pasamos a la acción?
Vamos a tratar de convertirnos en "acertadores", evitando hacer nada cuando

estemos muy enfadados. Pero para eso hace falta la ayuda de todos, así que os

propongo tener en el congelador preparados unos cuantos hielos pequeños.

Cuando alguien en casa se enfade más de la cuenta, iréis corriendo a por un

hielo y se lo pondréis en la mano, de forma que no pueda hacer ni decir nada

hasta que el hielo se derrita. Además de ser muy divertido, seguro que

conseguiréis un ambiente más tranquilo donde todos estéis más a gusto

También podría gustarte