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CONDUCTA DELICTIVA EN ADOLESCENTES

Conducta Delictiva. Concepto

Es el comportamiento o infracciones las normas jurídicas, el Estado, los bienes


materiales y las personas. Es una violación a las normas establecidas, o sea ley, que puede
hacerse de forma voluntaria e involuntaria, aunque en la mayoría de los casos, las personas
saben lo que están haciendo, de lo contrario no se proveyeran de armas para defenderse, en
caso de ser sorprendido en acción. Cualquier acto cometido en contra de propiedad ajena, está
considerada como conducta delictiva.

Son actos en contra de la ley, tipificados por la ley y merecedores de castigo por la
sociedad, en diferentes grados. Cualquier acto cometido que vaya en contra de lo que
establece la ley, está categorizado como conducta delictiva. Las personas que lo comete
tienen una conducta delictiva y está en contra de la ley, pudiendo ser perseguido o castigada
por la misma.

Se puede definir también como “una conducta por parte de una o varias personas que
no coinciden con las requeridas en una sociedad determinada, que atentas contra las leyes de
dicha sociedad. Debido a ello, la delincuencia puede diferir según el código penal de cada
país. Generalmente, se considera delincuente a quien comete un delito en reiteradas
ocasiones, llegando a ser considerado también, como un antisocial, recalcando el hecho que
este tipo de acciones atentan contra el normal funcionamiento de nuestra sociedad, poniendo
en peligros de diferente naturaleza a sus miembros.

Es las conductas rechazadas por la sociedad denominada también conductas


antisociales el que comete un único delito. No es considerado delincuente si no aquel que los
comete de forma reiterada y que es considerado antisocial por la sociedad. Entonces, es la
conducta delictiva, es aquella actuación, que es rechazada por la sociedad.

Sin duda la conducta delictiva es uno de los temas que más preocupa a la sociedad
actual, debido principalmente al aumento del número de delincuentes y a que cada vez sean
más los adolescentes que cometen delitos. La delincuencia más común es la llamada
delincuencia adolescente, que normalmente es cometida por una persona o un grupo de
personas de esta edad. Los delitos cometidos pueden ser de carácter menor o también llegar a
ser graves y clasificados, pero no son de grandes proporciones, es decir, no son cometidas por
grupos organizados ni planeadas para afectar en gran manera a la sociedad. Se incluyen aquí
delitos como asaltos, Carter ismos, robos, fraudes, violaciones, vandalismo, grafitis y pinturas
en muros y monumentos, entre otros.
Pueden los adolescentes con conducta delictiva pueden cometer delitos de la
delincuencia menor pero por ser ejecutada por grupos organizados, a los distintos delitos se
les llama industria. Así, se podría hablar de industria del robo, industria del secuestro.
Además de estar aumentando la delincuencia, cada vez es más violenta. Anteriormente era
más común que el delincuente usara la fuerza sólo en caso de necesidad, pero hoy, la mayoría
primero agrede y luego comete el delito, como en el caso de los robos con violencia y a mano
armada. Lo que más preocupa es que los menores se están volviendo los protagonistas. En
todo Latinoamérica la edad promedio del primer delito ha pasado de los 17 años a los 13
años. En Estados Unidos, 1 de cada 9 adolescentes son llevados a tribunales. Otro caso en
ascenso es el delito cometido por mujeres.

Adolescencia.
La adolescencia como un periodo en el desarrollo biologico, psicológico, sexual y
social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Su rango de
duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas,
pero generalmente se enmarca su inicio entre los 10 a 12 años, y su finalización a los 17 años.
La adolescencia es esencialmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de
transformación del niño en adultos, es un período de transición que tiene características
peculiares. En esta etapa, sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya
no son niños.

Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad psicologica, sexual, así como


de la de autonomia individual. En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia
significa la abertura de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emocines que se
identifican o tiene relación con el el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomia y
comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha
escogido a sus seres queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y
el resto de sus familiares.

Características de la Adolescencia.

La adolescencia se caracteriza por el crecimiento físico y desarrollo psicológico, y es


la fase del desarrollo humano situada entre la infancia y la edad adulta. Esta transición es
tanto física como psicológica por lo que debe considerarse un fenómeno biológico, cultural y
social. Muchas culturas difieren respecto a cuál es la edad en la que las personas llegan a ser
adultas. Aunque no existe un consenso sobre la edad en la que termina la adolescencia. Erick
Erickson considera que la adolescencia abarca desde los doce o trece años hasta los veinte o
veintiún años. Este período de los 13 a los 17 años es la búsqueda de la identidad, define al
individuo para toda su vida adulta quedando plenamente consolidada la personalidad a partir
de los 21 años. 
Adolescencia y Delincuencia.

Las actividades ilegales que desarrollan jóvenes, cuya conducta no discurre por unas
causas sociales aceptadas ni sigue las mismas pautas de integración que la mayoría, no surgen
repetidamente, sino que forman parte de un proceso gradual de socialización desviada que
poco a poco se va agravando. Este proceso se manifiesta más agudamente en la adolescencia,
cuando el adolescente está más capacitado para realizar acciones por cuenta propia. Entre
estos no se puede considerar la existencia de un solo tipo de delincuente, ya que se observan
entre ellos diferentes modos de comportamiento y actos de distinta gravedad. En algunos
individuos de esta edad, la delincuencia es algo transitoria, utilizado para llamar la atención a
falta de autodominio, mientras que para otros se convierte en norma de vida. Cuanto más
joven sea el delincuente, más probabilidades, hay de que reincida, y los reincidentes, a su vez
son quienes tienen más probabilidades de convertirse en delincuentes adultos.

Es importante resaltar el aumento experimentado por la delincuencia juvenil en los


últimos años. Unas de las razones por las que la delincuencia alcanza su máxima frecuencia
entre la adolescencia media y la final es que, en esta época, muchos jóvenes son capaces de
adaptarse por sí mismos, sin el auxilio de padres o tutores. Aunque la delincuencia continúa
ligada a la miseria, su práctica se ha extendido últimamente a los grupos socioeconómicos
medios y altos. Entre las nuevas delincuencia juvenil, estudiadas actualmente en diversas
zonas del País, cabe distinguir los casos que son producto de la aparición de nuevas
oportunidades de delincuencia, no difieren en lo esencial de las formas tradicionales.

Tipos de Actos Delictivos Cometido por los Adolescentes

En la actualidad, los actos delictivos cometido por los adolescentes es una de las
noticias que se comentan en las calles. Es común oír en los medios que comentan noticias,
como los adolescentes en edad de 13 a 17 años se involucran de manera permanente y activa
en actos delictivos. Es una situación deprimente para la familia enterarse que uno de sus
miembros está en actividades que deshonra a toda la generación.
Son diversos los tipos de actos delictivos que cometen los adolescentes en edad de 13
y 17 años. Muchos alegan que son manejados o asesorados por personas mayores, ya que
como son menores, el Código del Menor en República Dominicana, contempla una pena más
baja que si fueran adultos. Y esto tiene tanta veracidad, que se puede notar, que la pena
máxima para un menor sólo alcanza los 15 años de cárcel, mientras que en el adulto alcanza
30 años. La mayoría de los adolescentes violentos no son sentenciados a esa pena.

Son muchos los actos violentos que cometen los jóvenes en edad de 13 y 17 año, y
entre los más comunes resalta:
·         Violencia Física: Es ocasionar dolor y daño físico, corporal. Es cometida como forma de
venganza, por algún evento que tuvieran y que algo quedara pendiente, sea porque alguno de
los jóvenes anduviera solo o porque no pudo  completar la tarea, quedando pendiente para un
próximo encuentro.

·         Violencia Económica: Es lo mismo que robo. El delincuente sustrae por la fuerza algo que
no le corresponde.

·         Violencia Religiosa: Es perjudicar a otros en razón del credo que profesa o porque no lo
hace. Estos casos han ido creciendo en países radicales, donde ciertos grupos religiosos
tienen el dominio de la población creyente.

·         Violencia Sexual: Es perjudicar a otros en razón del sexo. Es tomar a una persona por la
fuerza o de forma involuntaria y practicarle sexo.

La violencia sexual tiene un alto porcentaje en la población juvenil menores de18


años, debido a la etapa de la adolescencia que están viviendo. Esto indica que es común que
jóvenes en esta edad timen o intenten tomar por la fuerza a persona del sexo opuesto.

·         Homicidio.  El homicidio en la población de 13 a 17 años de edad es la segunda causa de


muerte en Latinoamérica. Los factores de riesgo asociados con violencia y homicidio juvenil
son similares, no pudiendo escapar República Dominicana a este fenómeno.

·         Tránsito. Es uno de los más comunes, sobretodo en Latinoamérica, donde las personas
tienen poca costumbre del respeto a las leyes de tránsito. Los “jevitos” trabajan duro o hacen
malabares para comprar su passola.

·         Suicidio. los jóvenes en edad de 13 a 18 años, pasan por una serie de situaciones propia de
su etapa. Cuando se habla de suicidio en esta edad, hay que ubicarse y mencionar los
diferentes factores por lo que un joven decide que cometer tal acto.

·         Porte de Arma. Es muy común en los adolescentes en edad de 13 a 17 años, debido a que
esto representa para ellos seguridad. Lo hacen de todas formas hasta llegar a portar armas
ilegales.

·         Robo. Es un tipo de acto que se  perpetra contra el patrimonio de un individuo, grupo,


organismo, entre otros.

·         Riñas. La participación en riñas, la intimidación y portar armas son importantes


comportamientos de riesgo de violencia juvenil.
·         Secuestro. Involucrar a los jóvenes adolescentes en actos de secuestro, es una manera de
pintarle que tendrán el mundo a sus pies, con dinero y todo lo que desean.

·         Drogadicción.  La drogadicción es considerada enfermedad, debido a que cuando el


individuo, que consume las drogas, ha involucrado su psique, es incapaz de controlar sus
instintos y deseo de usarla.

·         Violaciones. Se refiere a las violaciones por parte de los adolescentes, cuando se dan el
manoseo, actos obscenos o lascivos a un/a niño/a de menos de 18 años,  coito oral, sodomía,
penetración o introducción de objetos extraños en el ano o genitales, violación, incesto y
explotación sexual.

·         Atracos. Es un tipo de acto caracterizado por violencia contra las personas, generalmente
con fines de apoderamiento ilegítimo.

Conducta Delictiva y Familia.

Desde la familia se pueden dar dos situaciones: por un lado, puede ser fuente de
bienestar, satisfacción y aprendizaje para todos sus integrantes, pero por otro, también puede
constituir un factor de riesgo que predisponga al desarrollo de problemas de desajuste en sus
miembros. Un ambiente familiar positivo, caracterizado por la comunicación abierta y por la
presencia de afecto y apoyo entre padres e hijos es uno de los más importantes garantes de
bienestar psicosocial en la adolescencia, mientras que un ambiente familiar negativo con
frecuentes conflictos y tensiones, dificulta el buen desarrollo de los hijos y aumenta la
probabilidad de que surjan problemas de disciplina y conducta
                  
·         La Familia en la Adolescencia.
La importancia de la familia es indiscutible, puesto que se trata del grupo social en el
que la mayoría de las personas inician su desarrollo, permanecen durante largo tiempo y
Conforman un entramado de relaciones y significados que les acompañarán a lo largo de toda
la vida. Además, esta relevancia de la familia permanece vigente en todos los momentos
vitales de la persona, desde la niñez hasta la vejez, y la adolescencia no constituye una
excepción. Así, el grado de apoyo, de afecto y de comunicación que el adolescente percibe en
este contexto es un elemento que contribuye de modo significativo a su bienestar psicosocial,
así como al del resto de sus integrantes.

Aunque el adolescente incorpora nuevas relaciones en su red social como las


amistades y otros adultos significativos, la familia sigue constituyendo el eje central que
organiza la vida de éstos y continúa ofreciendo experiencias concretas de desarrollo que
influyen en las interacciones que los adolescentes establecen en otros contextos, como la
escuela o la comunidad más amplia. En este sentido, la familia tiene todavía el rol primordial
de transmitir a sus hijos una serie de creencias, valores y normas que les ayudarán a convivir
en la sociedad de la que forman parte, lo que se conoce como socialización.

Características de las familias de Los Adolescentes Con Conducta Delictiva

Estévez, R. (2003), plantea que “dentro de la familia, existen factores que provocan y
alimentan el adolescentes la conducta violenta. Los diferentes estilos de crianza, será
determinante en la formación del tipo de conducta que tendrá el sujeto.es por eso, que los
analistas de la situación, culpan a la familia, porque dicen que estos vienen de un sistema
familiar, que se considera la primera escuela para ellos.

La familia de los adolescentes con conducta delictiva se caracteriza por:


·         El estilo de crianza.
·         Comunicación en la dinámica
·         Nivel académico de los padres
·         Familia desintegrada
·         Padres con comportamiento social inadecuado.

Estilo de Crianza

El estilo de crianza es el conjunto de conductas que son comunicadas al niño y que


también causan un clima emocional en el cual la conducta parental se expresa. Es la forma en
la que ha sido analizada la interacción entre padres e hijos. Estas  incluyen tanto las
conductas en las cuales los padres representan sus prácticas parentales, así como las
conductas no verbales también como son: gestos, cambios en el tono de la voz, o las
expresiones emocionales espontaneas.

Existen tres tipos de estilos de crianza:

·         Estilo Autoritario.
Que se caracteriza por el excesivo control y la restricción de la autonomía del hijo, así
como por el valor de la obediencia y el castigo. El estilo crianza de este tipo hace al sujeto
violento.

Dúnker, J (2007) plantea que cuando el niño es víctima de maltrato, da como


resultado un niño miedoso. Este niño se hace joven con un sentimiento de miedo, provocando
que siempre esté listo para defenderse, respondiendo con violencia a todo evento y situación,
ya que con sus maltratadores ni puede hacerlo, lo pone en práctica en el ambiente en el que se
desarrolla.
El individuo que ha sido maltado cuando pequeño, crece con la sensación que todo es
violencia, por lo que siempre está listo para defenderse. Cuando ha sido testigos de actos
violentos en la casa, en el barrio, en la escuela, se convierte esto en un estimulante productor
de violencia en el niño que será algún día joven y por ende adulto. Es por eso que se propone
a los padres no resolver ni discutir sus diferencias delante de los niños, porque esto puede
traer consecuencia en la conducta futura, lo que podría causar dolor de cabeza a los padres en
el futuro.

·         Estilo Permisivo.
Que se caracteriza por la ausencia de control de los hijos y la concesión total de
autonomía, siempre que no se ponga en peligro la supervivencia del hijo. Esto provoca que el
sujeto se crie con un sentido poco valorativo de la vergüenza, sin importarle lo que digan los
demás. En el estilo permisivo, no se corrige ni se le advierte ciertos peligros, porque no
importa tanto al sistema.

De acuerdo a Dúnker, J. (2007), los hijos criado con este estilo, son persona que
actúan sin ninguna repugnancia por las cosas prohibida por la sociedad. En este estilo los
padres son tolerantes y aceptan los impulsos de los niños, usando un pequeño castigo como
posible, haciendo pocas o nulas restricciones en la conducta de los hijos, permitiendo un buen
control de la emociones  para los niños y así  tomar sus propias decisiones y regir actividades
tanto como sea posible, con bajas demandas de control de impulsos para su maduración.

Estos padres son poco exigentes al atender las necesidades de sus hijos tienen una
actitud tolerante a los impulsos de los hijos, no dirigen y usan muy poco el castigo como
medida disciplinaria, establecen pocas reglas de comportamiento y son afectuosos con sus
hijos. Estos padres no tratan de controlarlos mediante el ejercicio del poder que viene de su
autoridad, fuerza física. Posición o capacidad de conceder o limitar recompensas, sino que en
ocasiones apelan a la razón del niño, se sitúa en un punto intermedio entre los dos estilos
anteriores, de modo que los padres intentan controlar la conducta de sus hijos a través de la
reflexión y el diálogo, en lugar de la imposición, y conceden una autonomía supervisada a los
hijos. Con este estilo de crianza, el ordena y el resto obedece, el padre es el amo y señor de su
casa, necesita valorarse y que valoren sus acciones, saber que cuenta con él,
el  reconocimiento  de los demás, está muy orgulloso de lo bien que funciona todo.

El padre se siente Satisfecho por el orden, distanciado de  los demás, atrapado porque
en algún momento le gustaría no tener que mandar, pero desconcertado por
momento,  cuando entiende que lo que él llama respeto es que en realidad es miedo. El hijo se
siente protegido contra las agresiones externas, pero teme a su padre o madre, se torna
vigilante y controlador, teme toda manifestación de autoridad, tiene sentimientos de rebeldía
cólera, frustración.
Características de Los Hijos Con Padres Permisivos.

Los hijos que crecen en este tipo de familias tienen características como:
·         Falta de control de impulsos
·         Autoconfianza,
·         Agresivos e inmaduros para su edad,
·         Con pocas habilidades sociales y cognitivas;
·         Una carencia de responsabilidad
·         Independencia.

·         Estilo Democrático.
Estos padres respetan la individualidad del niño aunque hacen énfasis en los valores
sociales. Dirigen las actividades de sus hijos de un modo racional. Respetan los intereses, las
opiniones y la personalidad de sus hijos, aunque también los guían. Son cariñosos y respetan
las decisiones independientes de sus hijos, aunque se muestran firmes para mantener las
normas e imponen castigos limitados. Explican a los hijos los motivos de sus opiniones o de
las normas y favorecen el intercambio de opiniones.

En esta forma de crianza se busca que firmeza y la coherencia sean las bases en las
que se funde cualquier acto de crianza en el hogar y en el aula. En este ambiente el niño es
tomado en cuenta para el establecimiento de reglas e incluso en el momento de aplicar
castigos; los padres y maestros no son excesivamente responsables de la conducta de los
hijos, sino que buscan, a través de la aplicación de normas que ellos se regulen a sí mismos.
Por supuesto que este estilo de crianza provoca en el hijo o en el alumno sentimientos de
adecuación y confianza muy beneficiosos para su desarrollo integral.  

·         Estilo de Crianza Violento.


Puede ser una derivación del estilo de crianza autoritario, en donde la imposición se
basa en la violencia; se busca educar al niño en base al uso de agresividad tanto física como
psicológica. Es común que en este ambiente el niño viva aterrorizado y que muy pronto, a
manera de defenderse de este ambiente tan hostil, él mismo aprenda a ser violento cuando se
sienta amenazado, de tal manera que se perpetué la cadena.

·         Estilo de Crianza Sobre-protector.


Puede ser una derivación del estilo de crianza permisivo. En esta forma de crianza los
padres y los profesores buscan que sus hijos y/o alumnos no pasen por los mismos problemas
y privaciones que ellos pasaron de chicos, protegiéndolos de todo lo que a su ver representa
un peligro o problema para el niño. Por supuesto que crean hijos dependientes e inseguros,
incapaces de desarrollarse en plenitud en su medio ambiente.
Otros Estilos de Crianza
Algunas de estos es tipos son muy recientes, distingue cuatro estilos parentales de
socialización en función de dos dimensiones: implicación/aceptación y coerción/imposición.
Los padres con altos niveles de implicación/aceptación muestran afecto y cariño a su hijo
cuando se comporta adecuadamente y, en caso de que su conducta no sea la correcta, tratan
de dialogar y razonar con él acerca de lo poco adecuado de su comportamiento. Por el
contrario, los padres con bajos niveles de implicación/aceptación suelen mostrar indiferencia
ante las conductas adecuadas de sus hijos y, cuando la conducta es inadecuada, no razonan
con ellos ni les expresan sus opiniones o juicios, de modo que son padres muy poco
implicados con sus hijos, tanto si su comportamiento es correcto como si no lo es.

Comunicación Familiar.

En las familias con hijos adolescentes, los padres se ven en la necesidad de modificar
las normas y reglas familiares utilizadas hasta ese momento. En esta etapa evolutiva resulta
mucho más adecuado, como negociar con el hijo el grado de supervisión y control ejercido
por los padres dentro de un marco de afecto y apoyo, que utilizar la autoridad unilateral. Estas
son precisamente algunas de las características de los hogares democráticos que han sido
consideradas por muchos profesionales como las fuentes más importantes de bienestar y
ajuste en la adolescencia, es decir, el balance entre el control y la autonomía del hijo, y la
negociación y los intercambios comunicativos entre padres e hijos con calidez y afecto

En la infancia, la relación paterno-filial es mucho más asimétrica, de modo que los


padres utilizan su poder y autoridad para imponer sus estándares, el hijo reconoce esta
autoridad en sus padres y ajusta su conducta a lo que éstos consideran como correcto e
incorrecto. Esto entonces lleva a que, a medida que los hijos entran en la adolescencia, las
relaciones familiares se transforman y es necesario pasar de la autoridad unilateral paterna a
la comunicación cooperativa con el hijo. Debe haber entonces, mayor reciprocidad, menos
diferencias de poder, y más comunicación, como elementos clave para facilitar la formación
y el desarrollo del hijo adolescente.

En este proceso de formación y desarrollo, el adolescente hace una demanda creciente


de autonomía que deviene en ocasiones en conflictos familiares. Por un lado, surgen
desacuerdos en cuestiones sobre las que los padres quieren seguir ejerciendo control porque
entienden que los hijos no son todavía lo suficientemente maduros como para tomar
elecciones razonadas; sin embargo, los adolescentes consideran que estos temas les
conciernen directamente, como es el caso de las salidas nocturnas o las amistades. Por otro
lado, surgen conflictos debido a que los padres esperan una mayor autonomía del adolescente
en cuestiones tales como mantener la habitación ordenada o hacer las actividades escolares,
mientras que los hijos, en muchas ocasiones, no conceden importancia a estas tareas.
Normalmente, estos últimos conflictos se reducen a quejas recurrentes de los padres que,
finalmente, suelen ser atendidas por los hijos.

Así pues, en numerosas ocasiones el conflicto entre padres e hijos no es más que una
consecuencia asociada a la búsqueda del adolescente de una mayor libertad para tomar sus
propias decisiones, junto con la percepción de que esta libertad está amenazada por los
padres. Además, la existencia de estos conflictos familiares debe considerarse como algo
natural que no necesariamente minará las relaciones entre padres e hijos, ya que su efecto
dependerá de la intimidad, el afecto y el grado de comunicación que exista entre los
miembros de la familia

De hecho, la existencia de conflictos no es síntoma de problemas y disfunciones


familiares, sino que en realidad, cierto grado de conflicto puede resultar positivo en la medida
en que ayuda al adolescente a lograr importantes cambios en los roles y relaciones en la
familia. En este sentido, el conflicto puede suponer una buena oportunidad para que los
padres evalúen y revisen sus propias creencias, para modificar si fuesen necesarias las normas
de interacción entre los miembros de la familia, así como para que todos muestren
comprensión, respeto y aceptación por las opiniones de los demás.

Además, el conflicto resultará funcional dependiendo del contexto en el que surja, de


los comportamientos de ambas partes y de la forma en que sea solucionado. Cuando el
conflicto se resuelve de forma constructiva, puede ser una vía para que los hijos aprendan a
escuchar, a negociar, a tomar en consideración e integrar diversos puntos de vista y, en
definitiva, a solucionar los problemas interpersonales eficientemente; por el contrario, cuando
el conflicto familiar es destructivo, hostil, incoherente y con una escalada de intensidad, los
hijos se sienten abandonados, evitan la interacción con los padres y pueden surgir problemas
de ajuste emocional y comportamental importantes. En el siguiente apartado profundizamos,
precisamente, en la relación existente entre determinados elementos del sistema familiar y el
desarrollo de problemas graves de conducta en los hijos adolescentes, como la violencia y el
comportamiento delictivo.

Relación de los padres: Factores de Riesgo y Protección.

Un indicador fundamental de la existencia de un clima familiar saludable es la calidad


de la comunicación entre padres e hijos y el grado de conflicto entre los miembros de la
familia. Respecto de la comunicación familiar, se ha observado que los adolescentes
implicados en conductas delictivas y violentas informan de ambientes familiares negativos
caracterizados por pautas de escasa comunicación o de comunicación negativa, fundamentada
en mensajes críticos y poco claros. Por el contrario, la comunicación abierta y fluída, con
intercambios de puntos de vista de forma clara y empática entre padres e hijos, constituye un
factor de protección frente a la implicación en conductas delictivas y la ruptura de normas
sociales y escolares.

La relación funcional de los padres, favorece la conducta adecuada de los hijos. El


padre y la madre pueden desempeñar roles diferentes en relación con el comportamiento
desviado del hijo: se ha observado que los problemas de comunicación con la madre influyen
negativamente en la cantidad de apoyo que el adolescente percibe de su padre, y de este
modo se incrementa el nivel de riesgo para el desarrollo de conductas violentas y delictivas.
También se ha observado una relación bidireccional entre los problemas de comunicación
familiar y los problemas de conducta en los hijos, de modo que la comunicación negativa
influye en el desarrollo de conductas delictivas y violentas y estas conductas, a su vez, se
convierten en un estresor ante el cual los padres pueden reaccionar negativamente y aumentar
de ser modo los problemas de comunicación.

Respecto de la existencia de conflictos familiares, se ha visto que su frecuencia e


intensidad, así como la utilización de estrategias disfuncionales para su resolución
constituyen también un importante factor de riesgo que se relaciona con un mayor número de
conductas problemáticas y de mayor gravedad en los hijos. En este ámbito de estudio, los
procesos conflictivos de divorcio y su relación con el desajuste adolescente influye de forma
continua en la conducta delictiva del adolescente.

Nivel Académico de Los Padres y Conducta Delictiva en Adolescente.

El nivel académico es un elemento importante para la buena conducción de la vida


familiar. No quiere decir esto que los padres tienen que ser profesionales para educar a los
hijos adecuadamente, lo que se quiere hacer hincapiés es que entre más alto grado académico
hayan alcanzado, más conciencia tienen para educar a los hijos. Quizás esto tenga su punto en
contra también, en el sentido de que si son profesionales y trabajan podrían tener menos
tiempo para dedicarles a los hijos, criándose éstos con padres sustitutos o trabajadora social.

Para Álvarez, A. (2007), la escolaridad de los padres es uno de los principales factores
en la formación de conducta delictiva en los adolescentes. Se puede asumir que de los 13
años de escolaridad, la inmensa mayoría de estos, a pena sabe leer y escribir, para no
habiendo llegado ni hasta 4to. grado de la educación Básica. Las consecuencias de
analfabetismo son profundas, ya que la familia es la primera institución donde el niño
adquiere sus primeros valores espirituales, sociales, éticos, costumbres, hábitos, tradiciones y
orientación necesaria que posibilite su desarrollo integral y a la vez la continua consolidando
durante todo su desarrollo; el nivel de escolaridad de los padres de familia juega un papel
importante en la educación del hijo y el desenvolvimiento en la sociedad.
Como son padre de baja escolaridad, sólo saben hacer el trabajo de la agricultura. El
campo se ha puesto difícil, ya que la agricultura nada más da para sobrevivir en lo personal,
pero no como para comercializar y vivir de eso. Esta situación lo obliga a mudarse en barrio
de mala reputación, porque el dinero no le da para comprar casa en otro lado, o en cambio, en
esos barrios los alquileres de casas son más barato.

Mudarse a un lugar de ambiente no sano, expone a los hijos que quieran asumir el
mismo tipo de comportamiento, como forma de estar en la onda, las niñas se relacionan con
los jovencitos con conducta delictiva, igual hacen los varones, van haciendo amigos con los
jóvenes con conducta delictiva, en poco tiempo andan con aretes, pelada a la moda, ropas,
música y como los padres no tienen suficiente ingresos para cubrirle toda las cosas que le
exige el modernismos, se unen a sus amigos, quienes los convierten en jóvenes delincuentes.

Los primeros síntomas de que los adolescentes quieren ir por camino de delictivo se
nota en que quieren parecerse a sus amigos en alhajas visibles”. Los aretes, tatuajes,
pantalones anchos o muy pegados, peladita calientes, son signos que los adolescentes ya
quieren ser como sus amigos. Como los padres no pueden  cubrirle económicamente y el
adolescente no entiende que es pobre, recurre a los medios menos adecuado, convirtiéndose
en un delincuente juvenil.

Desintegración familiar.
Concepto

La desintegración familiar es la ausencia parcial, temporal o total de uno de los


progenitores. El concepto de hogar desunido o desintegración familiar, se aplica a un número
grande de situaciones heterogéneas que provocan repercusiones psicológicas principalmente
en los hijos.

Desde el punto de vista psicológico se define la desintegración familiar como: la


distorsión o mal funcionamiento de los roles asignados, creando una situación inadecuada,
una atmósfera de insatisfacción, angustia, depresión, malestar en general y por tanto, poca o
mala comunicación entre sus miembros. La desintegración familiar es un problema en la
medida en que una estructura existente se hace disfuncional, no puede desempeñar
eficazmente su finalidad específica, creando consecuentemente un desequilibrio en sus
interrelaciones con las demás estructuras sociales.

Toda familia en la que los padres ya no viven juntos o sea porque separación, se
clasifica entre las familia desintegradas. La sociedad dominicana presenta mucha situación de
este tipo, debido a que muchos de los cónyuges se ven obligados a salir de su tierra en busca
de mejor vida, dejando atrás la familia, la cual solo vuelve a ver cada fin de mes.
Factores que inciden en la desintegración familiar

En cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados,


hay momentos difíciles en su convivencia, Pequeñas crisis que son normales porque el
hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento
individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas.
Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas. La familia queda más
unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste.

Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que
casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que
debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar. Como lo afirma
Sánchez García, estas causas pueden ser:

a)      El Alcoholismo
Mal social, es producto de cantidad de elementos que se proyectan sintomáticamente a
través de ingerir licor. Contribuye al abandono del hogar, el mal empleo de recursos
económicos y conduce a la delincuencia, miseria, accidentes, desempleo, vagancia,
prostitución, mendicidad.

b)     Prostitución
Es definida como el comercio sexual que una mujer hace, por lucro de su propio
cuerpo este comercio corporal es llevado a cabo por necesidades de gran variedad.

c)      Económicas
Cuando la función del padre, se altera ocurriendo cambios que dan como resultado el
desamparo, abandono; ocurren períodos críticos durante los cuales la mujer se ve en la
apremiante necesidad de brindar ayuda a su familia teniendo que trabajar fuera del hogar.
d)     Culturales
Por la escasa instrucción que poseen los padres en algunos hogares, dependiendo de
su nivel dentro de la sociedad; puede dar origen a la desintegración familiar ya que la
capacidad de resolver los problemas se verá limitada por la ignorancia.

e)      Familiares
La desorganización familiar es consecuencia de la falta de condiciones de la pareja
para adaptarse a la vida en común. Esta desorganización familiar puede enmarcarse dentro de
la ruptura de la unidad familiar; el divorcio, la drogadicción, separaciones prolongadas,
infidelidad, son algunos ejemplos de cómo es quebrantada la estructura familiar, y por lo
tanto se dejan de cumplir los deberes y obligaciones que a cada uno compete.
f)       La falta de amor
 Desde el amor así mismo, el amor entre dos personas, del amor a todo el género
humano, hasta el amor a Dios. Debido a que entendemos erradamente el término amor, el
cual no se resume en la atracción sexual, porque existen muchas formas de amor ajeno al
sexo y en la actualidad existen muchos casos de individuos que se atraen sexualmente, pero
son totalmente incapaces de vivir en armonía durante algún tiempo.

g)      La falta de comunicación


Similar a la falta de amor, por ser un factor fundamental de la desintegración familiar.
 Por lo tanto la falta de comunicación debilita los vínculos de unión entre los
miembros de la familia, por ser factor fundamental de la desintegración familiar.

Si existiera amor este mantendría unido a los esposos y por consiguiente existiría
adhesión emocional a otra persona como si fuera uno mismo, con la tendencia a procurarse
bien óptimo de ambos. Además se debe tener una complacencia del sentimiento y de la
voluntad, que se orientan, se abren a la posesión, al logro del bien apetecido.

Desintegración familiar y conducta delictiva

Muchas familias que no logran mantener un equilibrio emocional en sus miembros


provocan diversas reacciones. Desafortunadamente, “muchos padres de familia piensan que
sus hijos no se dan cuenta de lo que sucede y, que por lo tanto no les afecta, cuando en
realidad no sucede así, ya que los niños van buscando la manera de decir que están ahí, que
sienten y que también importan, por lo general, dicha manera suele presentarse
negativamente, con conductas totalmente diferentes a las adecuadas”.

Cuando esta desintegración se desencadena en la vida de un niño que tiene conciencia


y entiende lo que sucede, representa un golpe muy duro para él. Su familia en ese momento
es su todo, qué sentirá al verla desmoronada, es algo muy difícil, quizá no sabe, cómo será su
vida de ahora en adelante, con quien estará. Uno como adulto entiende este tipo de
situaciones y analiza los factores dando razón de ellos, pero un niño no, para él es algo
impenetrable y habitualmente busca hallar un culpable, muchas veces se culpa a sí mismo. El
rompimiento parcial o total de los vínculos afectivos entre los cónyuges y entre los padres e
hijos, origina conflictos constantes entre las familias y, en escala mayor, conflictos sociales.

Los conflictos emocionales producen angustia y tensión, lo que a su vez es causa de


todo género de enfermedades mentales. Cuando el niño carece de autoridad y amor
equilibrado de parte de los padres se va revelando progresivamente, primero contra la
autoridad paterna, contra los maestros, las autoridades civiles, las religiosas y finalmente con
la autoridad divina. Cuando este niño sea hombre carecerá de la capacidad de amar, desde sí
mismo hasta a Dios.
Los casos de agresividad por lo general tienen su origen en el seno familiar por
diversas razones, divorcio, abandono, maltrato, problemas familiares, problemas económicos.
Si el niño recibe por parte de sus padres agresiones o maltratos, se darán cambios en su
relación con la sociedad. Cuando no se atienden debidamente las necesidades de la familia,
este se desestabiliza al faltar comprensión y organización surgiendo entre los hijos el
sentimiento de culpa y la inseguridad en su actuar, al verse dañados en el aspecto emocional,
afectivo y social.

También puede convertir al individuo en un ser consumista, alienarlo e estimularlo a


la violencia, al sexo, a las drogas. Todas estas consecuencias, son producto de un desorden en
la personalidad del sujeto que atraviesa por dicha situación, además no cuentan con una
sugerencia responsable, que lo ayude a tomar o elegir el camino correcto para dar sentido a su
vida. Lo que suceda en una familia mal formada tanto psicológicamente, moralmente;
repercute en la sociedad por todas las consecuencias que esta produce, ya tratadas líneas
anteriores. La importancia sociológica de la familia implica una integración como estructura
social. Si la familia esta desintegrada no continua un proceso conforme a las exigencias del
desarrollo, dicha importancia deja de ser real para convertirse en un obstáculo.

La desintegración es un problema social en la medida en que no puede desempeñar su


finalidad y crea un desequilibrio en sus interrelaciones con las demás estructuras sociales. La
desintegración social se presenta cuando la estructura en cuestión no responde a este proceso
de cambio y se estanca o adquiere un sentido implacable. La antes mencionada, representa
uno de los fenómenos con mayor impacto en la sociedad. Este contribuye a elevar los índices
de criminalidad, pues más del ochenta por ciento de las personas, que están en las cárceles
provienen de familias disfuncionales, se nota muy claramente el problema de desintegración
familiar versus delincuencia, drogadicción y pandillaje.

Podría entonces resumirse, que entre las consecuencias más visibles de los hijos de la
desintegración se encuentra:
·         Desequilibrio emocional
·         Agresividad
·         Problema de aprendizaje
·         Delincuencia
·         Sexo a temprana edad
·         Rebeldía.
·         Divorcio
·         Baja autoestima
·         Prostitución
·         Alcoholismo
·         Lejanía de los padres
·         Problemas de integración social
·         Problemas psicológicos
·         Depresión
·         Fracasos escolares

Por los graves efectos que en el ámbito social produce la desintegración familiar, debe
aceptarse ya, que es un problema de salud pública, que pone a sus integrantes en indiscutibles
condiciones de vulnerabilidad. Es impostergable la atención que debe prestarse a la
problemática familiar desde un enfoque multidisciplinario sistemático y coherente. Las
asociaciones civiles multidisciplinarias especializadas en materia de familia deben participar
activamente en el auxilio a las instituciones públicas para atender y resolver la problemática
familiar, desde el ámbito de sus funciones educativas, formativas, consultivas y como peritos.

Comportamiento Social de Los Padres.

            Los padres son los primeros maestros de los hijos y los encargados de formar el
carácter de estos. Estos se convierten en los líderes y modelo de los hijos, tanto así, que a
ellos les gustaría llamarse igual que sus padres. Para ellos. El modelo de comportamiento
exhibido por ellos, es el estilo correcto de comportamiento, ya que lo consideran perfecto,
hasta que no llegan a los 18 años, edad en la que comienzan asumir independencia. Es por
eso, que a los padres se les pide prudencia a la hora de actuar, porque lo que ven desde la
familia, es lo que harán cuando sean ya grandes, por el hecho que la casa es la primera
escuela.

El comportamiento social de los padres, se convierte en un patrón de conducta para


los hijos, ya que lo ven como una ley de comportamiento, la que no violan, a no ser que
hayan cambiado de cultura. Puede hacerse énfasis en lo que plantea el Libro de los
Proverbios, 22:6, “Instruye al niño en el camino y cuando grande no se olvidará de él”. Indica
esto, que lo que ellos lo vean hacer durante su vida de infante, a eso aspirarán en el futuro.

Los padres delincuentes tienden a tener hijos delincuentes. Se puede destacar


entonces, la concentración de los delitos en un pequeño número de familias. Es que el hecho
de tener al padre, la madre o un hermano delincuente, lo impulsa a hacer lo mismo, a repetir
la conducta. Los padres tienen un comportamiento violento, mediante frecuentes y duros
castigos físicos, in motivo aparente o por verdaderas nimiedades, los niños aprenderán que
remedio les queda, si no han visto otro tipo de conducta.

Comportamiento Social de Los padres y Comportamiento de Los Hijos.

Los padres son el ejemplo a seguir por los hijos. Es sabido de los individuos que
vienen de una familia intachable, son, generalmente de conducta intachable. Si vienen de una
familia aislada, adoptan una actitud de aislamiento en la sociedad. Es por eso que se sigue
diciendo que los padres son los primero maestros de los hijos, en la formación de su carácter
y de su conducta.

Dependiendo del tipo de comportamiento que tengan los padres en la sociedad, será el
comportamiento de los hijos. Esto es así. Cuando los padres son personas que practican los
valores religiosos, que van a la iglesia, que viven involucrado en asuntos sociales, los hijos
son excelentes líderes comunitarios o religioso. En cambio, cuando los padres son de
conducta reprochable para la sociedad, los hijos tienen igual comportamiento.

Comportamiento Social de Los Padres y Conducta Delictiva de Los Hijos.

Existe un tipo de familia que se puede llamar típicamente criminógena, la cual es la


unidad básica de las conductas antisociales, la cual formará la personalidad violenta y
agresiva, así como la manera incorrecta de relacionarse con el medio o la sociedad,
agrediendo a los demás por las causas de sus conflictos internos” En esta familia es casi
imposible que los hijos no lleguen a delinquir, ya que generalmente sus primeros delitos son
dirigidos por los mismos padres. Estas familias viven en un ambiente de absoluta
promiscuidad, donde no es extraño el incesto, donde impera la miseria y el hambre, donde los
niños son mandados por los padres a delinquir o a pedir limosna, y cuando son mayores a
prostituirse.

Conductas Antisocial de Los Padres Imitada Por Los Hijos.

Las conductas no adecuadas de los padres, que los hijos más suelen repetir son:

·         Alcoholismo. Los padres que usan alcohol delante de sus hijos, o en el caso son alcohólicos,
exponen a los hijos a este tipo de vicio. Es una conducta que repiten, porque para ellos es
normal andar borracho en la calle. Si es el ejemplo que han visto de los padres, quién le podrá
decir lo contrario.

·         Drogadicción. El uso de sustancia controlada es otra de las conductas que los hijos repiten
de sus padres.

Es tan repetitiva, porque el padre lo manda a los puntos a buscarla, con el propósito de
protegerse de la ley. Las personas que usan drogas, labora en los oficios más bajos y
miserables como recoger basura, cargador, pepenador, es delincuente habitual y de poca
monta, ladrón; su inteligencia es escasa, es un sujeto instintivo y altamente agresivo.

La madre por lo común, está viviendo en unión libre, los hijos que tiene provienen de
diversas uniones, y en más de una ocasión no podría identificar ciertamente quién es el padre
de sus hijos. Estas familias habitan en barrios peligrosos y de altos riesgos, donde la policía
no se atreve a entrar. El menor que sale de estas familias es más difícil para tratamiento, pues
tiene en contra todo, herencia, familia, formación, ambiente. No toda la familia donde el
padre es delincuente es una escuela del crimen, pero estas excepciones no son muy comunes,
y dependen del contrapeso de la madre, del ocultamiento de las actividades del padre, o de
otros poderosos inhibidores.

·         Violencia. Los hijos de padres violentos son generalmente igual.

Dentro de los actos violentos llevado a cabo por los adolescentes esta:

·         Riñas. Son típicas entre los adolescentes en edad de 13 y 17 años. Lo hacen por defender la
chica que le gusta, por mantener el control de un territorio, por la venta de drogas o por
cualquier otra situación, que para ellos sea necesario usar la violencia. Este tipo de conducta
lo aprenden de su familia mayormente. Su padre y madre se involucran siempre en este tipo
de evento, siendo criado en un ambiente violento.

·         Atracos. El cual ocurre ya para poder sobrevivir y conseguir dinero para los vicios.
De la violencia, surge el reforzamiento, porque según su padre, hombre no come hombre,
diciéndole que todo el mundo es inferior a ellos. El deseo de atracar, es un instinto, que según
la situación del momento, lo ayudaría a salir de una situación. Su padre, en algún momento
ha sido atracador, por eso para ellos no es una conducta inadecuada, aunque si penado por
la ley 
Robos. Los padres de estos hijos, han empeñado varias veces los ajuares de la casa o
han sido procesados en varias ocasiones por robos. Los hijos de padres ladrones, son
ladrones. Comienzan cosas insignificantes para ellos y se convierten en ladrones
profesionales. Aquí no solo lo hacen en su casa, sino también en el vecindario y fuera de allí.

·         Porte de Arma. Es muy común en los jóvenes en edad de 13 a 17 años, debido a que esto
representa para ellos seguridad. Lo hacen de todas formas hasta llegar a portar armas ilegales.
Al sentirse protegido por un arma, no barajan pleito y hasta lo provoca con la finalidad de
darse a respetar, pero lo peor no lo meditan, que es la consecuencia, por lo que pueden
terminar en la cárcel o muerto.

·         Violaciones. Las violaciones por parte de los jóvenes adolescentes, cuando se dan el


manoseo, actos obscenos o lascivos a un/a niño/a de menos de 18 años,  coito oral, sodomía,
penetración o introducción de objetos extraños en el ano o genitales, violación, incesto y
explotación sexual. En los jóvenes se da de manera permanente, debido a que están viviendo
una etapa del desarrollo en la que a veces no pueden tener autocontrol y hasta culpan a la
persona de haberlo provocado. Las violaciones son más comunes en adolescentes en edad de
13 a 17 años.

A modo de resumen que el comportamiento delictivo en hijos adolescentes se


relaciona con un clima familiar negativo, caracterizado fundamentalmente por los siguientes
aspectos:
·         Carencia de afecto, apoyo e implicación de los padres.
·         Permisividad y tolerancia de la conducta agresiva del hijo.
·          Disciplina inconsistente, inefectiva y demasiado laxa o demasiado severa.
·         Estilo parental autoritario y uso excesivo del castigo.
·         Problemas de comunicación familiar.
·         Conflictos frecuentes entre cónyuges.
·         Utilización de la violencia en el hogar para resolver los conflictos familiares.
·         Rechazo parental y hostilidad hacia el hijo.
·         Falta de control o control inconsistente de la conducta de los hijos.

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