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Cultura popular

Dunning, Kruger y los "expertos" de internet


Francisco Masse
Agosto, 2020

#CulturaPopular | #Actualidad

A estas alturas, todos nos los hemos topado: personas que, como decía un meme al principio
de esta pandemia, “no les germinó el frijol en la clase de ciencias naturales de la primaria, pero
ahora se creen expertos en epidemiología”; o bien, gente que sin más argumentos que un
video de YouTube se siente capaz de desestimar estudios científicos avalados por instituciones
de prestigio.

¿A qué se debe que, en muchas ocasiones, la gente más ignorante en algún campo del
conocimiento es la que mayor confianza siente en sus propias habilidades? Esta misma
pregunta se hicieron los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger, y lo que
descubrieron al intentar dar con la respuesta es un efecto psicológico que hoy lleva su nombre.

El llamado “efecto Dunning-Kruger” es un sesgo cognitivo que hace que una persona con
pocos conocimientos y bajo desempeño sobreestime su capacidad y habilidades en un campo
específico. ¿Y qué es un sesgo cognitivo? Una forma sistemática de razonar y plantear la
información que afecta negativamente nuestros juicios, conclusiones y nuestra toma de
decisiones.

En 1999, el estudio que dio nombre a este síndrome reunió a un grupo de voluntarios que
contestaron preguntas de lógica, gramática y percepción del humor y, tras evaluarlos, se les
pidió que se calificaran a sí mismos y al resto del grupo: así hallaron que quienes tienen las
peores calificaciones son quienes se autocalifican con notas más altas y evalúan con mayor
rigor al resto.

Este fenómeno, desde luego, es multifactorial. Pero una de las conclusiones que surgieron del
estudio fue que las habilidades necesarias para llevar a cabo con éxito una actividad a menudo
son las mismas que permiten evaluar si, en efecto, ésta fue llevada a cabo correctamente.

Un ejemplo simple sería el de una persona que no conoce las reglas de ortografía y
acentuación en la lengua española, y cree que su redacción no tiene problemas ni errores
justamente porque carece de los conocimientos que le permitirían darse cuenta de sus propias
faltas ortográficas: un punto ciego del saber.

Pero el propósito de saber esto no es, ni de lejos, burlarse o sentirse superior a quienes dan
signos de este efecto, sino entender los alcances de sus efectos en la vida real de esta parte
del siglo XXI donde, además de la batalla que libran contra una enfermedad mortal, la ciencia y
la razón tienen que imponerse a la ignorancia, las creencias políticas y religiosas, y la
desinformación.

“Teorías de conspiración, noticias falsas y otros ejemplos de desinformación son un área donde
la brecha entre el exceso de confianza de una persona y su conocimiento real puede tener
consecuencias importantes”, dice el periodista científico Greg Uyeno en un artículo para el sitio
Live Science.

Uyeno habla de una “doble carga” para las personas con efecto Dunning-Kruger y escaso
conocimiento: por un lado, no pueden desempeñarse bien o comprender cierto tema y, por la
misma razón, tampoco podrán darse cuenta de sus propias deficiencias. Por eso, muchos son
literalmente incapaces de detectar una teoría conspirativa, las fake news o cualquier otra
información tendenciosa.

Y no sólo eso: el razonamiento lógico también puede verse nublado, por ejemplo, por la
afiliación política, que puede hacer que alguien se incline a creer en aquello que confirme sus
ideologías o creencias previas, en lugar de lo que es comprobable o respaldado por hechos,
cifras y pruebas contundentes.

Y ser inteligente no es una “vacuna” contra este sesgo: de hecho, a menudo las personas con
IQ alto, pero escasos conocimientos específicos, son las más susceptibles a sobreestimar sus
propias habilidades intelectuales.

¿Qué se puede hacer entonces? El propio Dunning da una pista: tratar de ser más humilde
intelectualmente, preguntarse más a menudo “¿qué es lo que no sé?” y tener presente que
siempre hay algo que uno desconoce. Esa es, según el científico, una excelente manera de
evitar esta arrogancia cognitiva y enfocarse en temas realmente sustantivos y trascendentes.
Bicaalú

Francisco Masse

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