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Autoestima:
Antes de definir la autoestima hay que definir y entender que es el autoconcepto, ya que la
autoestima se fundamenta en él. Todos tenemos una imagen mental de nosotros mismos,
es decir una percepción y una idea de cómo somos tanto física como psicológicamente,
esta autopercepción forma un concepto mental de quien y como somos.
Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra infancia.
Esta idea de nosotros mismos puede coincidir con la idea que los demás tienen de
nosotros o no, incluso esta idea puede coincidir con la realidad o no, pero cuanto más
realista sea esta idea, más adecuada será nuestra interacción con el ambiente que nos
rodea, más nos aceptaremos a nosotros mismos, mayor será nuestra capacidad de
crecimiento personal y más sólida será nuestra autoestima.
La autoestima se puede definir como el resultado emocional que surge si aceptamos y nos
gusta nuestro autoconcepto.
Contrariamente al pensamiento popular, la autoestima no surge de evaluarnos
positivamente en cada situación, sino de observarnos con objetividad y sobre todo de
estimar y aceptar nuestro autoconcepto.
Otro punto importante es que la autoestima, no es un concepto fijo y estable, se manifiesta
de forma cambiante en función de nuestra situación vital y nuestras circunstancias y se va
modificando a lo largo de nuestra vida.
Algo que tenemos que tener en cuenta es que la autoestima se puede modificar, de hecho
hemos comprobado en nuestra consulta, que es el único rasgo que siempre mejora al
hacer un tratamiento psicológico.
2) Necesidades de seguridad. La diferencia entre países ricos y países del Tercer Mundo
es que la inmensa mayoría de los habitantes de estos últimos están luchando día y a día
para satisfacer sus necesidades fisiológicas. También en los países ricos hay millones de
personas que están en el borde de la pobreza. Sin embargo, gran parte de la población
está motivada por el deseo de verse protegida contra peligros, amenazas y privaciones. El
empleo fijo es el medio más normal de conseguir seguridad. Los efectos dramáticos del
paro son muestras de cómo muchas personas se ven detenidas en su desarrollo ideal.
1. Título
Preséntate como profesionista en pocas palabras. Dile al reclutador quién eres qué sabes
hacer.
Por ejemplo:
2. Datos personales
Nombre completo, teléfono de casa o celular (un número en el cual puedan encontrarte
fácilmente) y cuenta de correo electrónico son básicos.
Crea una cuenta de email exclusiva para tus asuntos laborales. Una compuesta por tu
nombre y apellido es mil veces más profesional que una que incluya tu apodo.
3. Objetivo
Esta parte de tu CV está destinada a mostrar cuáles son tus expectativas laborales a
futuro, en qué áreas buscas desarrollarte y qué actividades te gustaría desempeñar.
En este punto, el reclutador buscará conocer si tus metas son compatibles con la empresa
y la vacante.
Un buen tip es que tomes en cuenta las necesidades de la empresa para redactar tu
objetivo.
4. Experiencia profesional
Uno de los puntos clave que atrae al reclutador. Al leerla, le quedará claro si tienes los
conocimientos y habilidades necesarias para desempeñarte en el puesto.
Inicia por tu experiencia más reciente (último empleo). Recuerda que tu experiencia debe
contener nombre de la empresa, puesto que desempeñabas, breve descripción de tus
actividades y ¡tus logros!
5. Preparación académica
La formación académica es uno de los primeros criterios que utilizan los reclutadores para
su proceso. Terminar una licenciatura, hacer una maestría, tomar un diplomado o realizar
un curso serán aspectos que le agregarán el valor y peso que tu currículum necesita para
destacarse de los demás.
6. Idiomas
El dominio de un idioma puede hacer la diferencia entre conseguir o no un empleo,
además impacta en el salario.
Indica los idiomas que conozcas y el porcentaje de dominio de forma global o por
habilidades. Si lo prefieres, reemplaza los porcentajes con indicadores gráficos.
7. Habilidades
Integra los conocimientos adquiridos que te permitirán realizar el trabajo, las competencias
que te distinguen, la paquetería (software) que dominas y las cualidades que completan tu
perfil para hacerte un candidato potencial.