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Demonologia - Archidoxa Magica
Demonologia - Archidoxa Magica
Si los presentes escritos ven algun dia la luz, estoy persuadido de que la
mayor parte de mis lectores quedaran grandemente asornbrados de las
insignes virtudes escondidas en estado latente deutro de Los metales
preparados mediante un artificio manual. Algunos considerarán dichas
virtudes como supersticiosas, mágicas, sobrenaturales; otros las colocarán
entre las prácticas abominabics e idolatras, como si su preparacion
necesitase de conjuros diabolicos. He aqui cual serã su razonamiento:
¿Cómo es que metales llevando grabados carácteres, letras y signos del
mismo estilo, pueden tener virtudes, si alguna obra diabolica no interviene
en su preparación? Les respondere de esta guisa: ¿Creeis, pues, como estoy
oyendo, que tales cosas Ilevadas a cabo por obra del Diablo poseerian sus
virtudes y facultades de operar? ¿No creéis acaso que el Creador de la
Naturaleza, Dios, habitando en los cielos, capaz también de inducir y de
conferir las virtudes y facultades de operar de este metal asi preparado, asi
como en las virtudes de las raices, hierbas, piedras y otras cosas semejantes?
Como si el Diablo fuese más fuerte, más ingenioso, más omnipotente, más
poderoso que el Dios Unico, eterno, omnipotente y misericordioso quien,
para la salud y el bienestar del hombre, creó e hizo surgir por gradación los
metales. las piedras, las hierbas y demás cosas semejantes, que viven y
crecen dentro y sobre la tierra, en el aire y dentro de las aguas? Además, ello
es cierto y la experiencia lo ha sacado a la luz, que el curso del tiempo ejerce
fuerzas y acciones diferentes, sobre todo si algunos metales determinados
son fundidos juntamente y trabajados en épocas especiales. He dicho ya que
esto se constata y se pone en evidencia experimentalmente de muchas
maneras. Nadie puede demostrar que los metales estén muertos y privados
de vida. En efecto, sus aceites, sus sales, sus azufres y sus quintaesencias,
-los cuales son su más pura Reserva-, tienen gran fuerza en activar y
sostener a la vida humana, y en esto los a venta- jan a todos los cuerpos
simples; es lo que pone en evidencia los remedios que usamos. En cualquier
caso, si estos cuerpos estuviesen privados de vida, ¿cómo, os lo ruego,
podrían operar la resurrección, la restitución en el umbral de la muerte,
como se diría, de una fuerza lozana y llena de vida en miembros y en
cuerpos humanos enfermos y casi moribundos’? En efecto, todo esto es
notorio, ora en gente desvanecida, ora en personas en estado de crisis, así
como en los calculosos, en los sifilíticos, en los hidrópicos, en los
epilépticos, en los maníacos, en los gotosos y en muchos otros que el afán de
ser breve me hace omitir. Ahora bien, y lo afirmo valientemente, los
metales, las piedras y las raíces, las hierbas y todos los frutos son ricos de su
propia vida, dependiendo dicha riqueza de la intervención del momento
(astrológico) que actúa en su trabajo y preparación. El tiempo posee, en
efecto, una fuerza y una eficacia manifiestas: numerosos argumentos están
ahí para mostrarlo; el conocimiento que el público tiene de ello nos permite
silenciarlos. Nos hemos propuesto, en efecto, exponer aquí no lo que es
banal y de pública notoriedad, sino solamente las cuestiones dificiles, las
incomprensibles, las que incluso chocan con el buen sentido.
También los signos, los carácteres y las letras tienen su fuerza y su eficacia.
Si la naturaleza y la esencia propia de los metales, la influencia y el poder
del Cielo y de los Planetas, la significación y la disposición de los
carácteres, signos y letras, se armonizan y concuerdan simultáneamente con
la observación de los chas, tiempos y horas, ¿qué es lo que impediría que un
signo o un sello fabricado convenientemente no poseyera su fuerza y su
facultad de operar? ¿Por qué todo esto, en estado normal de salud, no valdría
para la jaqueca o aquello otro no acomodaría la vista? ¿Por qué tal otra cosa
no sería bien empleada para los cálculos de riñones? Y ¿por qué, incluso, no
aliviaría de forma parecida a los que fatigan su cuerpo a fuerza de ingerir
otros remedios? Sin embargo, nada debe ser ejecutado o esperado sin la
ayuda y el socorro del mismo Padre de la medicina, Jesucristo, el verdadero
y único médico.
Los demás protestan y objetan que, salvo el de la cruz, cualquier signo y
palabra no tienen fuerza alguna y ninguno de ellos es eficaz, ya que no son
más que figuras y carácteres. Por si fuera poco, alegan que la palabra
griega(aqui va una palabra griega) significa otra cosa que en latín, serpentes
occidere, y que entre los alemanes Ignisz es la misma palabra que ardens
entre los latinos. Dime, entonces, porqué la serpiente, tanto en Helvecia
como en Argelia y en Suevia comprende la palabra griega Osr, Osva, Osv,
etc., a no ser que entre los helvéticos, entre los argelinos y entre los suevos
el griego sea un lenguaje tan vulgar que hasta las serpientes puedan llegar a
entenderlo. Mas, decidme, pues, el porqué y el cómo las serpientes
comprenden esas palabras. En qué academias las han aprendido para que,
una vez la palabra apenas oída, revuelven enseguida la cola y se tapan con
ella los oídos a fin de no escucharlas de nuevo. Apenas han oído esa palabra,
a pesar de su naturaleza y de su espíritu, quedan inmovilizadas y no hieren
ni envenenan a nadie con su mordedura ponzoñosa: otras veces, cuando un
ligero ruído de pasos humanos hiere su oído, de repente, huyen y regresan
hacia su madriguera. Váis a responderme: la naturaleza ha hecho ésto; esta
bien. Solamente os voy a pedir una cosa: La naturaleza, al haber hecho esto
con las serpientes, ¿no podría haber hecho cosas parecidas para otros
animales? Todavía váis a decirme otra cosa, que ahí entra en juego el miedo,
y que éste hace temer a las serpientes espantadas la mera visión del hombre,
las deja estu pefactas y las mantiene inmóviles; también váis a decirme que
la serpiente permanecerá igualmente inmóvil, si el hombre avanza con gran
estruendo gritando amenazando o produciendo cualquier otro ruido. De
donde resulta que los carácteres, las palabras y los sellos poseen en sí
mismos una fuerza secreta nada coñtraria a la naturaleza y que no tiene
ningún vínculo con la superstición. Continuaréis diciendo que no son las
palabras por sí mismas, sino el clamor concurrente del hombre el que
produce tales efectos. Os voy a contradecir abiertamente. Si, en tiempo
favorable (astrológico), escribes estas solas palabras sobre papel vitela,
pergamino o papel, y las impones a la serpiente, ésta quedará tan inmóvil
como si las hubieses pronunciado en voz alta. Además, no debe parecerte
extraordinariamente imposible e increíble el que la medicina pueda aliviar al
hombre, no por vía de absorción, sino llevando suspendido del cuello un
sello a manera y usanza de un medallón. Veras como se opera un hecho
semejante en la vejiga urinaria por la acción de las cantaridas. Si coges con
la mano cantáridas y las mantienes, la orina vuélvese sanguinolenta; la
vejiga, receptáculo de la orina, gusta de estar escondida dentro de lo más
profundo del cuerpo, y la mano fuera del cuerpo gusta estar muy ale;ada de
la vejiga.
El hecho de que haya alguna fuerza incluso en las cosas muertas, el ejemplo
del alción servirá corno prueba. Si despojas de su piel al alción muerto,
verás que. aunque esté desecada, todos los años abandona sus viejas plumas
y produce unas nuevas y del mismo color. No solamente durante un año,
sino que durante muchos de ellos seguidos podrás constatar este hecho. Sé
que vas a preguntarme dónde he leído estas cosas, en qué escritor, en qué
autor he descubierto la existencia real de estos hechos. Oh. sofista,
despreciador de las cosas divinas, he aquí como voy a responderte:
Dime pues, te lo agradecerá, quién inspiró al oso cuando éste, cada vez que
nota su vista obscurecida por un aflujo inmoderado de sangre, corre de prisa
hacia los panales y busca insistentemente las heridas y los aguijonazos
producidos por las abejas, a fin de aliviar sus venas hinchadas, hasta que la
extracción de cierta cantidad de humor y de sangre le devuelva la acuidad de
la vista. (Quién enseñó al ciervo que el dictarno le era medicamento? ¿Quién
mostró la hierba serpentaria a la serpiente, al perro que la hierba’ era teriaca
y purgante? ¿Quién instruyó a la garza real para que, mediante el pico,
sacara agua del mar y se la administrase por e! ano a modo de lavativa? A
decir verdad, son numerosísimos los animales que conocen y practican cada
uno la cura de sus propias enfermedades, ¿De dónde crees que habrán
sacado tales artificios? Vas a decirme que son instintos de la naturaleza: te
alabará y te aprobará. No obstante, si la Naturaleza ayuda a los animales,
¿por qué no ayuda mucho más al hombre? Hecho a imagen del creador de
las cosas universales, el hombre recibe por añadidura un cerebro razonador a
fin de que medite y saque partido de todas las cosas. Por lo demás, es falso y
temerario el manifestar que los elementos extraños al hombre no curan en
absoluto sus enfermedades. Por ejemplo, el sol, el que nos trae esplendor y
luz, penetra de forma tal las cosas incluso escondidas, que calienta en gran
manera las cavernas y los parajes más retirados. Nadie va a negarlo, en
primavera, las partes terrestres más secretas y recónditas toman calor de
doquiera: el sol, sin embargo, esparce SU luz solamente sobre las cosas
elevadas y preeminentes. De ahí viene, en cierto modo, para todo lo que
crece, la fuerza, el jugo vital, una nueva vida. El renova miento de la
Naturaleza y la influencia reunida de los astros celestes y de los planetas,
unidos a los demás remedios que sacamos de los metales, de las hierbas, de
las piedras y otros semejantes, no podrían favorecer en el interior del cuerpo,
ora en los órganos recónditos, nervios o venas, ora en las mismas
enfermedades que se fhrrnan en la carne y la sangre del hombre y que se
producen por doquier, siguiendo causas variadas con el transcurso del
tiempo. Por lo mismo que las enfermedades y los accidentes son variables,
las curas y tratamientos que les son opuestos según la naturaleza, el tiempo y
el día, son diferentes.
Lo que es contrario a las enfermedades, por ejemplo los metales, es diferente
en tiempos diferentes en razón directa de la preparación y del uso. Si
combato la lepra mediante el oro qué o quién me va a impedir expulsar el
mal con aceite a base de oro aplicado sobre la lepra, si fricciono con aceite
de mercurio para curar la sífilis, este remedio no va a curarla. A condición,
sin embargo, de que el tiempo oportuno sea observado y calculado con sumo
cuidado. Sin esta precaución, en efecto, todas las lociones devienen inútiles.
Y aunque hubiese bañado el cuerpo entero con aceite de mercurio, es preciso
añadir todavía algunos otros remedios que las fuerzas del mercurio rechazan
en algunos casos; de lo contrario, no solamente la recta observancia del
tiempo, sino que todo el trabajo y la operación de la fricción serían nulos, y
el enfermo volvería a sufrir al igual que antes.
Es absolutamente verídico que los astros superiores y sus influencias
infligen a los hombres la mayor parte de las enfermedades y las hacen
penetrar en el interior de sus cuerpos. Sin embargo, éstas no invaden ni
violentamente ni tan siquiera sensiblemente hasta el punto de notarlas de
golpe, tal como ocurre con la llegada de la epilepsia, con un choc o un
terror; pero se las gana insensiblemente, poco a poco, hasta que la dolencia
ganada toma cuerpo: tal como el aceite que, destilado gota a gota, solamente
llega a ser sensible cuando está lo suficientemente aniontonado para que el
peso sea apreciable. Es así como el hombre toma conciencia de su mal, ora
por la parálisis de los miembros, ora por la falta de apetito, ora por la
aversión hacia todo brebaje, en suma no importa qué afección derivada de la
naturaleza y el temperamento de cada uno, según la puesta en acción de los
astros por un largo plazo de tiempo, con el auxilio de los demás accidentes
preparados mediante la atracción del aire.
De la cefalea o dolores de cabeza
Los dolores de cabeza son múltiples: nosotros mismos pillamos los unos
comiendo o bebiendo desconsideradamente. Otros toman su origen en las
malignas exhalaciones o vapores provenientes de los alimentos mal cocIdos
y que suben del estómago al cerebro, etc.
Dejaremos a estos aparte y nos ocuparemos solamente de los dolores de
cabeza más crueles y más graves.
Contra el mal caduco o epilepsia
del
Será preciso poner la edad del enfermo. El susodicho Jacobo Seizen tenía en
efecto tantos años como indica la cifra en el signo más arriba indicado,
XXXIV. Grabarás el número de los años en cualquier ataque: de forma sin
embargo que en cualquier ataque la edad sea especialmente grabada.
Una vez la figura preparada de la susodicha manera y después del
paroxismo, afeitarás los cabellos de la cabeza del enfermo en una extensión
de la anchura de la lámina; en el momento en que veas caer al enfermo, le
darás a beber la preparación secreta más arriba descrita. Mientras esté por
los suelos, lo sujetarás fuertemente, hasta que háyasc tragado el remedio, y
le impondrás la lámina que habrás fabricado en la parte afeitada de la
cabeza; lo harás de forma que el lado correspondiente al grabado esté en
contacto con la caheia. Deshaz las ligaduras y acuesta al enfermo. Después
de este tratamiento, ya no volverá a caerse, incluso después de un intervalo
de treinta años. El enfermo conservará siempre esta lámina pegada a su
cabeza. Y si los cabellos vuelven a crecer, los afeitarás todos los meses en el
mismo sitio.
Figura para la conservación de la vista.
Oro
Estaño
Plata
Plomo
Echa todos esos metales desordenadamente en un crisol nuevo (como los
que utilizan los orfebres); funde en el día de Saturno, en la décima hora
antes de la meridiana (mediodía); estando la Luna en el ascendente, echa
dentro de la aleación en fusión salitre mezclado con tártaro, a fin de que
dicha aleación pueda ser más prontamente dúctil y separable. Cortarás y
pulimentarás el lingote en la hora Venus del día de Venus, siguiendo la
forma requerida. Al recortar la pieza, no le añadas nada No vas a soldarle ni
anula ni orejera alguna, pero labrarás ésta limando la pieza después de la
fusión. En consecuencia, harás la masa más amplia, de tal forma que la
orejera y la pieza pertenezcan al mismo pedazo. Operarás con mucha
atención para fundir hacia esta finalidad. A propósito de la aleación de los
metales, sobre todo hablando del plomo y del estaño, hay que saber que la
materia sale particularmente dura, as pera, impenetrable, dificilmente
maleable y dúctil al martillo. Una vez, llevada a término esta preparación,
esperarás la Luna llena hasta que su órbita llegue a su cenit. Luego
empezarás a grabar, durante el transcurso de esta órbita, los siguientes
signos, y apresu rarás esta operación de forma que todo esté grabado en una
hora; marcarás una de las caras de la pieza con la letra A. Conserva esta
pieza cuidadosamente hasta el día de Júpiter en el que la luna estará en buen
aspecto con alguno de los planetas siguientes,
Una vez hecho esto, sobre la cara marcada con la letra B grabarás, en la hora
de , los siguientes carácteres, tal como están representados.
Y coserás estas láminas en las partes capitales del treno. Las siguientes
láminas deberán ser fabricadas en la hora de la Luna, de forma que se
encuentren en la parte anterior de la frente y en la región de la nariz.
Ungüento vulnerario.
La afinidad o armonía de las cosas es causa de muchos acontecimientos.
Hemos experimentado la verdad de este axioma con la Usnea encontrada
dentro de un cráneo humano abandonado por algún tiempo bajo los cielos.
Con la citada Usnea se compondrá el siguiente remedio:
Usnea
Mumia
Grasa humana
Aceite de linaza
Aceite de rosas
Sangre humana
Bolo arménico
Machaca todo esto en un mortero hasta que tenga la consistencia de
ungüento, y luego lo conservarás en una caja de madera. Si se te presenta
una herida, embadurna un trozo de madera con la sangre de la llaga, planta
esa madera sangrante en el ungüento, luego de que la sangre se haya secado
sobre la madera. Todas las mañanas, envuelve la herida con un lienzo nuevo
previamente mojado con la orina de la persona herida. Por grande que sea la
herida, ésta será curada, sin emplasto, sin ningún dolor. De esta forma,
podrás curar a mucha gente veinte millas alejadas de ti, siempre que puedas
procurarte cierta cantidad de sangre del enfermo. Este mismo remedio se
puede aplicar a otras enfermedades, tales como el dolor de muelas, etc.
Cualquier clase de dolor será desterrado, si plantas y dejas la madera
sangrante en esta pomada. Si un clavo demasiado profundamente hundido
hiere a un caballo, pon en el ungüento la madera teñida con su sangre; el
caballo no sufrirá ya más algún dolor. Todo esto, con toda seguridad, es
milagro y don divino.
Ungüento de las armas.
Mediante ese mismo procedimiento, puedes también preparar un ungüento
que, sin dolor, curará toda clase de heridas, siempre que embadurnes con
este ungüento las armas que habrán herido a alguien. El ungüento es el
mismo que el anteriormente indicado más arriba; en él añadirás j.de miel y
grasa de toro. Como no siempre se tienen a mano las armas causantes de la
herida, la cura con la madera es también excelente.
Contra la gota de los pies.
Primo
Mumia
Olibano,
Aguardiente
Miel
Vitriolo
Masilia, Mirra en ca rn ada
Amoniaco, Opopónaco, Bedelio
T artaro
3/4.
Con todas esas cosas destiladas, compón un aceite. Enseguida:
• Mandíbula inferior de un caballo; reducir a polvo muy fino y extraer del
mismo el aceite. De este aceite de caballo ij. Aceite superior iiij. Mezclar,
guardar a un lado y destilar. Además, fabrica los carácteres que siguen:
Orofino Plata
Limaduras de hierro. Plomo
Licúa juntos esos metales en la hora de la Luna Nueva. Procura que el fuego
sea lo bastante activo para que las limaduras de hierro puedan, en su fusión,
mezciarse debidamente con los demás metales: efectivamente esas funden
lentamente. Consecuentemente, las mezclarás con una perla -como se dice
de Bórax, a fin de hacerlas fluir más rapidamente Una vez todo el conjunto
en fusión, vierte el metal líquido encima de una losa bastante ancha, para
que la lámina resulte menos espesa. Esta no se deja batir fácilmente, ya que
las limaduras de hierro la vuelven poco maleable. Luego, a la hora exacta en
la que Saturno entra en conjunción con Marte, graba y termina las palabras,
signos o carácteres. Hay que hacer dos piezas en las cuales solamente será
grabado uno de los lados de cada una de ellas, tal como indica el dibujo
siguiente:
Cuando habrás marcado y acabado las dos piezas citadas, durante la hora de
la conjunción de Saturno y de Marte, ponlas aparte, separadas una de la otra,
a fin de que no tengan ningún contacto entre ellas. Luego, haz un sello muy
delgado de oro puro y fi- no. Los carácteres, signos y nombres que van a ir
grabados en este sello tienen que serlo durante la conjunción de Venus
celeste con Saturno y Marte. Si acercas los sellos entre sí, ve con mucho
cuidado. Cuando Venus esté en conjunción con Saturno aplica la pieza
marcada 2 sobre la cara o pieza del sello superior marcado 4. Cuando esté
Venus en conjunción con Marte, aplica el lado de la pieza marcada más
abajo 2 sobre la marcada 5. Con la Luna en el grado 6 de Cáncer, coloca las
tres citadas medallas ordenadamente y unas contra las otras, de tal manera
que la pieza de oro permanezca en medio. Luego, agujerea las tres piezas
por el centro y cuélgalas reunidas al cuello del paciente, conglutinadas, si
ello puede decirse, por un alambre de hierro que las atravesará. Extiende
sobre los miembros del enfermo aceite del ya citado más arriba.
Seguidamente, verás operaciones de la naturaleza muy notables, a observar
incluso en los sexagenarios. Sigue a continuación la forma de la pieza de
oro.
Este sello debe ser hecho de una sola pieza. La mujer lo llevará suspendido
de un hilo que traspasará ambas orejas, de forma que la medalla quede fijada
en la espalda contra el hueso sacro, al final de la espina dorsal. Los
carácteres deben estar de cara contra el cuerpo. Hay que hacerlo a la hora de
la Luna, cuando está en su declive o ya desaparecida. Si los meses corren
más inmoderadamente de lo que la naturaleza pueda comportar, graba en la
hora del Sol estos caracteres sobre plata pura:
Además de llevar este sello sobre si mismo, podrás incluso adjuntar este
remedio.
Orégano.
Unicornio
Almizcle
Espíritu de vitriolo
Haz tomar ese medicamento con una cuchara de plata, hacia las tres de la
mañana, durante trece dias, de tal fotma que el enfermo tenga siempre una
hora para descansar.
Contra el Espasmo.
Haz una mixtura de Oro. Plata, Cobre e Hierro la cual, con el martillo,
extenderás en largo y ancho. Luego, cnnfecciona un sello en la hora de
Saturno y una vez puesto el Sol. Con los citados metales, haz también un
anillo, graba en éste los siguientes signos y colócalo inmediatamente
después en el dedc auricular izquierdo.
Todo esto hay que llevarlo en el tiempo, hora y día ya indicados. Los signos
son los siguientes:
Contra las Palpitaciones del Corazón.
El corazón del hombre algunas veces late fuertemente. Llamamos a esto
palpitación del corazón. Esta enfermedad es frecuente entre los grandes y
entre los príncipes: dificilmente acomete a la gente llana, a la gente del
pueblo. Ello prueba hasta a la evidencia que, por su admirable providencia,
Dios ha dado a cada clase sus males y sus sufrimientos particulares y no ha
tenido consideración para nadie ahorrándole molestias. Esta enfermedad
dista mucho de ser leve. Cuando acomete a las raíces de la vida, no
solamente tortura al enfermo con frecuentes síncopes, sino que al fin lo mata
completamente. Tiene su asiento en el filete que envuelve el corazón . Para
poner remedio a esta dolencia, estudiarás el tiempo y prepararás un sello en
la forma que sigue. Primo . Día de la Luna, hora de la Luna, Plata . Echa en
un crisol ae barro y deja hasta el momento de la hora del Sol, o sea a las
cuatro horas en el orden de las horas móviles. En este momento, pon la plata
al fuego y licúa. En ese me tal fundido echa de oro bueno y fino, apremia
todo el conjunto y no viertas todavía. Deja que los metales se enfríen hasta
la hora de Venus. Luégo, licúa de nuevo y echa de Cobre puro. Una vez
hecho esto, vierte, bate el lingote muy delgado y prepárale para recibir los
signos. Aguarda un buen aspecto de la Luna y Venus. Bajo este aspecto,
después de los dos primeros signos, graba la palabra pannositam y nada más.
Grábalas según la forma prescrita. A continuación, en el momento del
Novilunio, graba debajo los tres signos inferiores siguientes, de tal manera
que los dos superiores los sobrepujen. Una vez transcurrido el Novilunio,
guarda aparte hasta el próximo Plenilunio. Por fin, y de nuevo en Luna
Nueva, encima de todos los signos, graba en el mismo lado las palabras que
encontrarás en la figura que sigue:
Todo esto realizado, aguarda el paso del Sol por Leo; durante la primera
entrada del Sol, graba en el otro lado esos carácteres y signos. Es
indispensable que todas estas operaciones sean emprendidas y terminadas en
la hora ya citada. Suspenderás este sello preparado y acabado en el pecho
desnudo del enfermo, a la hora y en el punto de cambio de la Luna Llena.
Contra la palpitación del corazón, existe un arcano muy poderoso, así como
nuestro oro potable, y la quintaesencia de perlas preparada según nuestra
fórmula.
Preparación de Aceite de Coral y de Succino
Coral
Sal común
Triturar todo junto y reducirlo a polvo muv fino. Meter enseguida en un
alambique y recubrir con la pasta siguiente:
Barro corriente o arcilla.
Hueso de cabeza de cuadrúpedo.
Limaduras de hierro,
vidrio,
sal común,
albayalde, todo el conjunto baldeado juntamente.
A continuación, coloca el vidrio impregnado de arcilla en una “capella”
(como se dice) llena de arena, somete a fuego lento. Luego sostiene éste
gradualmente hasta que los espíritus y las radiaciones suban en el recipiente.
Atiza el fuego a fin de evaporar toda el agua. Este aceite de coral es un
remedio admirable para las palpitaciones de corazón, a condición de ser
empleado sin coadyudante.
Para la fractura de los huesos.
Sea cual sea la forma en que los huesos sean rotos, contusionados o
machacados, embadúrnalos, una vez reajuntados y unidos de nuevo, con el
siguiente ungüento. De esta forma, todos los fragmentos serán de nuevo
consolidados.
Miel
Antimonio, Aceite de Vitriolo .
Grasa de tejón
Sebo de ciervo
Cera
Jabón
Tereben tina
Grasa de oso
Este ungüento cura admirablemente si, en un sitio caliente, es una mano
cálida la que lo extiende, a fin de hacerlo penetrar.
LIBRO II
ARIES
Hierro Oro
Plata Cobre
Estos cuatro metales deben ser fundidos juntamente, al entrar el Sol en Aries
-eso ocurre el diez de marzo- en el punto de entrada del Sol; es preciso
operar la fusión con fuego potente y fuerte. Es necesario que los metales
sean reducidos a limaduras, ya que de otra manera su licuefacción no se
operaría de forma óptima. Una vez todas las materias fundidas y preparadas,
el día de Marte, la Luna en el signo de Aries (cosa que solamente ocurre una
vez) alrededor del grado 9 ó 10 de Aries, hay que grabar y acabar este sello a
la misma hora, y finalmente suspenderlo cuando Marte, en el noveno día del
domicilio celeste, se encuentra en el octavo cielo. Mas arriba están indicados
los sellos y carácteres.
Este sello es un remedio seguro contra todo derrame descen diendo de la
cabeza hacia la nuca y las espaldas. Su efecto es el de purgar al cerebro y
desecarlo enteramente de su flema. Se obtienen resultados llevándolo día y
noche en contacto con la cabeza, con el signo de Aries vuelto hacia la parte
baja del cerebro.
TAURO
Este sello se fabrica con, los metales a continuación indicádos:
Venus Júpiter
Marte Sol
Estos metales deben ser reunidos y licuados todos juntos, al entrar el Sol en
Tauro, todos los años alrededor del 8 de abril. Es preciso haberlo
directamente a la entrada del Sol en este signo. En el mismo momento, hay
que haber empezado, grabado y completamente acabado este sello. De otra
forma, éste permanecería sin eficacia alguna. La hora de suspender este sello
es cuando la Luna está en el grado 10 de Tauro. Es necesario fabricar
matrices o moldes de hierro semejantes a aquéllos de los que se sirve para
forjar las monedas. En estas matrices serán grabados los signos adecuados:
ello es debido a que, enseguida después de la fundición del sello, de alguna
manera en el mismo momento, se le puedan imprimir los carácteres más
abajo prescritos. Así de esta forma, la obra avanza más rápidamente. Puede
hacerse igualmente para los demás sellos.. Efectivamente, a veces las horas
corren demasiado rápidamente para poder preparar los sellos. De donde
resulta un grave inconveniente: hay que tener en cuenta que el momento
preciso es de gran eficacia en esos menesteres. La figura:
Por su naturaleza y propiedad, este sello es un remedio eficaz para aquéllos
que se han visto arrebatar su virilidad. Suspendido de forma que toque en el
ombligo y que el signo de Tauro esté en contacto directo con el cuerpo, es
una ayuda segura tanto para hombres como para mujeres.
GEMINIS
El sello de Géminis debe prepararse con ¡os siguientes metales:
Oro y Plata, peso igual j; a través del sello, habrá que pasar una caña corta
de las dimensiones de una pluma de escribir. He aquí cómo tiene ésta que
pasar estando las figuras de la pieza en sentido vertical, se pasará la caña que
se obturará del otro lado mediante masilla y que se llenará de mercurio vivo
antes de obturar el orificio superior. Ante todo, hay que hacer esto, una vez
la puesta en marcha de la confección de la pieza. El oro y la plata ya citados
serán licuados conjuntamente, al entrar el Sol en el signo de Géminis, según
el año, hacia el 10 u 11 de mayo, fecha que puede variar. Se prestará pues
mucha atención a la condición (astrológica) del año, a fin de ejecutarlo de
forma eficaz. Cuando la Luna atravesará el signo de Leo y de Piscis,
grabarás los siguientes signos y carácteres:
Lo suspenderás al entrar el Planeta Mercurio en la primera Casa del cielo;
presentándose este mismo cielo claro, puro, límpido. Al llevarlo, el 4gno de
Géminis estará vuelto del lado del cuerpo. El Mercurio deberá ser vertido
dentro de la caña el día , a la hora del mismo Planeta, la Luna en menguante.
CANCER
Este sello se fabrica con buena Plata, escogida y refinada, del tamaño que
quieras, a la hora de la entrada del Sol en el signo de Cáncer. Esto ocurre
hacia el 10 ó 12 de junio. Sino acaece ningún mal aspecto entre la Luna y los
demás planetas, grabarás este signo a la hora de la Luna. Hay que hacerlo en
Luna creciente, y a la misma hora debe haber el comienzo y fin de la
operación. De otra forma esto seria inútil.
Suspenderás este signo en el día de la Luna, a la hora de la Luna decreciente.
Hay que conservarlo y llevarlo correctamente. Para el peregrino es un fiel
compañero, un remedio seguro para el hidrópico. Sirve para todas las
afecciones del cuerpo causadas por el exceso de humores y de la flema.
LEO
El sello de Leo se hace de oro puro y refinado durante sólo el mes de julio,
cuando el Sol entra en su propia Casa, a saber la de Leo y hacia el 13 ó 14 de
dicho mes: sin embárgo, conviene fundirlo durante el primer grado del
citado signo y en la misma hora.
Luego,estando el planeta Júpiter en su propia Casa, o sea en Piscis, esas
figuras deben ser grabadas en un solo lado. Mas, en este caso, todos los
signos del otro lado deben ser hechos cuando la Luna vaya declinando hacia
la Casa de Júpiter , o sea la de Piscis. Conviene dtar muy atento para no
volver de nuevo al fuego el sello después de la fusión. De otra forma las
operaciones y el trabajo serían inútiles.
El otro lado debe ser marcado de la forma prescrita en la figura. Se
suspenderá este sello en el cuello, a la hora y en el día del Sol. Proporciona a
quien lo lleva una fuerza admirable en todos los juicios, y le concilia el favor
y la amistad, tanto de los hombres como de las mujeres. Es, además, un
singular socorro contra las fiebres cuartanas. También se puede tomar
bebida derramada encima del mismo; esta bebida actuará admirablemente
contra la peste, sobre todo contra aquélla que mata por un proceso interno.
Sirve también contra la inflamación de los ojos y para otros ardores del
cuerpo que nuestros excesos y nuestras inconstancias acostumbran a
provocar. En los casos de quemaduras, el sello debe ser impuesto contra la
parte dolorosa, y su admirable ayuda expulsará el dolor; es así como
nosotros hemos curado la quemadura de la esposa de Nicolás Scherer,
nuestro compatriota, en Villach. Cierta cantidad de materias metálicas en
ebullición habíanla quemado; no hemos utilizado ningún otro remedio, y
hemos actuado de forma tal que el lugar afectado no ha sufrido inflamación
ni supuración alguna. Añadamos también que ella ha llevado este sello hasta
el fu ial de su convalescencia.
VIRGO
El sello de Virgo se prepara con Cobre 3 j., Oro ., Plata 3 ij. y Estaño 3 B .
Esos metales requieren que sean fundidos (lurante los días 12, 13 y 14 de
agosto en la hora de la entrada del Sol en el signo de Virgo, y que scan
batidos con el martillo en lámina delgada a la misma hora, enseguida
después de la fusión. Si se da algún buen aspecto dc Mercurio con cualquier
otro de los Planetas y que, además, sea su hora según el índice de las horas
desiguales de los Planetas en el cielo, &abarás sobre el sello suso dicho estas
figuras y estos nombres, de forma tal que esto esté acabado a la misma hora.
Suspenderás este sello cuando el Planeta Mercurio esté en la primera Casa
del cielo, en tiempo agradable, puro y claro a fin de que posea toda su fuerza
(efectivamente, es preferible). Para suspenderlo, será preciso esperar la hora
de Mercurio, dado que el movimiento del cielo lo coloca en su primera Casa.
Si no es así, no hay otro momento favorable a la misma hora. Sería mucho
más ventajoso el hacer coincidir su suspensión con la hora de Mercurio.
LIBRA
He aquí la fórmula de Libra, con figuras y sellos. Se funde y se derrama
Cobre puro y escogido, a la hora en la que el Sol entra en Libra. Esta entrada
del Sol en Libra tiene lugar en el mes de septiembre, los días 12, 13 y 14
acordes con el principio del año. Pero andad con cuidado: si aquel año
Venus es dominante o la fuerza admirable de este sello desaparece pra
aquéllos que lo llevan grabado y preparado (sobre todo si son nativos de
Venus). Si Venus entra en el signo de Libra, estos caracteres, palabras y
signos deben ser grabados y suspendidos a la hora de Venus hacia la novena
o décima hora del mismo día (esas horas son dominadas por Venus). de la
siguiente forma:
Este sello es muy eficaz contra todos los encantamientos femeninos que
arrebatan a los hombres su virilidad. Sirve incluso contra toda clase de
enfermedades de las partes vergonzosas, etc...
ESCORPION
El sello de Escorpión se hace con hierro puro a la hora y en el día de la
entrada del Sol en Escorpión; todos los años ocurre hacia los dia 12, 13 y 14
de octubre. Una de las caras será marcada enseguida. Luego, al entrar el Sol
en Aries, graba la otra cara y suspéndelo cuando quieras.
Este remedio posee gran fuerza contra toda enfermedad venenosa(20)Tiene
virtudes admirables para todos aquéllos que lo llevan suspendido en el
cuello, para soldados, capitanes, y para aquéllos que están expuestos a
perpetuas guerras o querellas. En este aspecto, tiene un poder extraordinario.
Como ya he dicho, este sello está hecho de hierro y fabricado siguiendo la
fórmula más arriba expuesta, cuando Marte es el dominante del año y
cuando entra en el primer grado de Escorpión. Luego, al entrar Marte en su
propia Casa, la de Aries. graba como está indicado más arriba y suspéndelo
en la hora de Marte. Si se coloca este sello en tina casa, ningún escorpión
podrá vivir en la misma. También es un poderoso remedio contra la herida
del escorpión. A los militares les confiere una gran fuerza en los combates.
También es de gran utilidad para los leprosos que lo llevan, y más aún si
beben oro en el cual el sello haya sido sumergido. He aquí lo que se graba en
un lado:
Un anillo de oro puro debe ser fijado en la extremidad de la cola a fin de
suspenderlo, de manera que la cabeza quede mirando para abajo. También,
si se le fija en el bordé de la cama, resulta un excelente expediente contra las
chinches.
SAGITARIO
La preparación del sello de sagitario se hace en el momento de la entrada del
Sol en Sagitario (anualmente hacia el 12 ó 13 de noviembre) y en el primer
grado de dicho Sagitario. Márcalo en la hora de Júpiter y suspéndelo a la
misma hora, estando la Luna cn creciente. Este sello lo he descubierto
después de largos años y lo he experimentado siguiendo el arte.
A menudo me he servido de este sello para crear la confusión entre mis
enemigos: ante su poder, quedaron pasmados y estupefactos al igual que los
onagros; ni tan siquiera se atrevían a abrir la boca. Su anillo debe ser de
plata, pero el sello debe ser enteramente de estaño, sin mezcla alguna ni
aleación. Este sello quiere ser conservado y llevado en estado de pureza: ya
que si es llevado durante el tiempo del comercio... pierde su fuerza y su
eficacia.
CAPRICORNIO
Este signo nos pone en relación con Saturno, y su sello se hace con Oro. El
Plomo no confiere poder alguno de operación a los demás metales. El anillo
debe ser fabricado en Cobre. Prepáralo a la hora de la entrada del Sol en
Capricornio, cuando el Sol está a gran distancia de nosotros. Graba en el día
de Saturno y a la hora del mismo planeta. Luego, si por fortuna Saturno ha
llegado a ser influyente gracias a un buen aspecto con los demás astros,
suspóndelo en la hora de la conjunción y estando la Luna en decreciente.
Para la conjunción, importa muy poco el que sea la Luna o algún otro
planeta cualquiera. Esta pieza puede considerarse, con todo derecho,
favorable al pueblo. Cura tolalmenté -y ello es cierto- lo que se denomina un
lupus en las piern:is. Los antiguos lo han ignorado siempre: estaban seguros
dc que no había ningún remedio contra esta enfermedad, y sin cnibargo este
sello era muy seguro y eficaz, con exclusión de cualquier otro remedio.
ACUARIO
Al entrar el Sol en Acuario en el mes de enero, confeccionarás este sello con
la siguiente aleación: Oro Plata j.
Saturno 3 ij. Marte 3 j. Procura que, durante el tiempo que ya te he indicado,
sea éste fundido, grabado y cincelado. Al entrar el planeta Saturno en la
Novena Casa del cielo, graba rápidamente las figuras y las palabras en el
orden en el que aparecen. No lo suspenderás hasta que el Sol se haya
escondido bajo el horizonte. Es preciso observar también la hora de Saturno.
Este sello te servirá contra la parálisis, contra la podagra fría, para la tensión
(le los nervios y de los tendones. También sirve para conservar la
memoria y predispone a su favor cerca del resto de los hombres a todos
aquéllos que lo llevan. Sirve de antídoto para todos los venenos. Este
modelo es de gran utilidad contra las arañas. Si se pone el sello a su vera,
éstas se alejan rápidamente y ya no vuelven más.
PISCIS
El sello de Piscis se fabrica en el mes de febrero, cuando el Sol entra en el
signo de Piscis. Entra en su composición los metales siguientes: Oro 3 j.
Plata ij. Estaño 3 iiij. Hierro 3 j. Cobre 3 j. A la misma hora indicada, debe
estar todo fundido y preparado. Luego, cuando Júpiter esté favorable en la
Octava Casa del cielo, se suspenderá este sello en el día y a la hora de
Júpiter. Este objeto es de gran eficacia para reprimir y dominar la cólera, que
ocasiona las Parálisis, la Apoplejía, el Cólico y otras enfermedades. El hecho
de llevar este sello desvía todas esas cosas, tanto en el hombre como en la
mujer. Atempera la gota, el espasmo y otros dolores de los pies.
Este sello debe colocarse bastante abajo y adherirlo debajo del ombligo,
contra el vientre.
Y así termina el libro de los doce signos y de sus secretos.
LIBRO III
.
Luego, confecciona, con plomo puro, un collar para el cuello del ratón, y,
estando la Luna en creciente, el día de Saturno, en la primera hora nocturna
(que es la primera hora de Saturno), graba encima esos carácteres
Una vez esto realizado, pon al ratón el collar
durante la conjunción de Saturno y Marte como precedentemente. Coloca el
ratón más o menos en el centro de la casa: los ratones y los lirones se irán y
evitarán los edificios. Si alguna rata foránea se introduce furtivamente, no
permanecerá más de una hora en el interior de los edilicios. Si, mediante un
hilo, atas un ratón viviente a este ratón metálico, no vivirá éste más de unos
momentos, morirá súbitamente y se hinchará como si hubiese comido algo
venenoso.
De los Rebaños.
Por otro lado, no es preciso solamente enseñar a curar, sino que también hay
que enseñar a conservar y a adquirir. Hay que poner mucha atención y
observar con cuidado el tiempo durante el cual las ovejas mueren
masivamente, como por contagio. En este caso, fabricarás un cordero u
oveja en latón, tal como vamos a enseñártelo. Fuera de los límites de tu
hacienda o de tu tierra, coge tierra por tres veces y extrae arena de un curso
de agua vecino a tu hacienda o en el cual tu rebaño vaya a beber. Cuando la
Luna esté en menguante, adereza todos esos materiales, amasándolos. Con
esta tierra, con este barro, modela uná figura parecida a una oveja. En la
hora de la Luna menguante, graba a discreción y separadamente sobre la
oveja:
Coloca esta oveja en el establo, sazónala con sal, a fin deque las ovejas
acudan a lamer la sal esparcida. Como consecuencia, éstas llegarán a ser
refractarias al contagio y su mortalidad será mucho menor. Las que con
anterioridad estuvieren entermas, lamiendo la sal, entrarán en
convalescencia, en virtud de la poderosa naturaleza actuando sobre las cosas
de este orden! Pueden prepararse remedios del mismo tipo para los bueyes,
cerdos y demás animales, según las condiciones, tiempos y días para cada
uno de ellos. Silos bueyes aquejan una enfermedad de la sangre (como se
dice vulgarmente), esta enfermedad es tan funesta para ellos como para los
caballos la enfermedad denominada en alemán Feissel. Contra esta
enfermedad de la sangre. escribirás sobre un huevo recién puesto:
Abre la boca del animal y, en su interior, rompe el huevo a fin de que el
líquido permanezca en el gaznate cerrándolo con la lengua del animal. Con
el tiempo se restablecerá. Precaverse, no obstante, de hacerle beber durante
las doce horas que seguirán.
Haz lo mismo para el caballo afectado por la misma enfermedad. Rómpele
el huevo en su gaznate, con la salvedad, primeramente, que en lugar de la
palabra AMBRAMO de la cruz superior, pongas en su lugar,
substituyéndola, La palabra KUPFAMILON:
El caballo vomitará enseguida. Luego harás que tome forraje adicionado con
sal y vinagre y lo harás beber doce horas más tarde. Después de haber
comido, lleválo a pasear para facilitarle la transpiración, y luego que
descanse. Esto son arcanos de la Naturaleza que es poderosa según la época
y el día, y cuya acción está subordinada a la observación del tiempo
(astrológico).
Luego, desde la empuñadura a la punta, practica tres incisiones oblongas,
una de ellas en la Luna Nueva. Enseguida, cuando haya conjunción de b y C
graba estas palabras a todo lo largo de la frámea, tal como sigue:
LIBRO IV
LIBRO V
Plata “ ………………………………. 10
Cobre " . . . . . . . . . . . . . . . . . …… 5
Plomo “……………………………...... 2
Mercurio ,, ………………………… . 5
todos esos metales, una vez purificados, deberán ser guardados por separado
en un papel. Hasta ahí hablamos y nos referimos a un espejo. Efectivamente,
la cantidad de oro mencionada sirve para confeccionar un espejo cuyo
tamaño aproximado es el que ofrecemos a continuación:
Siempre debe haber tres de estos espejos. En uno de ellos se ven las
imágenes de los hombres, tales como ladrones, enemigos y. demás:
asímismo las formas y figuras de los rebaños, ejércitos, combates, sitios,
etc.; además, todas esas cosas humanas llevadas a cabo o a punto de
ejecutar. Día y noche, todo esto se refleja en el espejo. En el segundo,
pueden verse todos los discursos, palabras, consejos, manifestados
oralmente o escritos, dónde y cuándo han sido éstos registrados y
elaborados, con todo cuanto se ha decretado y concluido en esos consejos,
con sus causas, etc. Es indispensable, sin embargo, que esas cosas hayan
sido realizadas y pasadas u ocurridas, ya que en esta materia no puede ser
visto ni sabido nada perteneciente al futuro. En el tercer espejo cabrían todas
las cosas escritas y consignadas en los libros, todo cuanto la imaginación
humana ha dado a conocer a través de la escritura, por más secreto y
escondido que estuviere. Resumiendo, el hombre que mira en esta clase de
espejos, verá aparecer en los mismos todas las cosas que se hacen o se han
hecho bajo el horizonte, tanto distantes como próximas, tanto de día como
de noche, tanto a escondidas como en público. Estos espejos deben
fabricarse especial, única y exclusivamente para quienes tienen que
utilizarlos. Toda persona para quien no han sido construidos, no puede mirar
en ellos. Téngase en cuenta que, si se quieren hacer espejos más grandes,
habrá que tomar mas metal. Cuanto mayor es el espejo, más extendido será
su campo de reflexión. Efectivamente, si se quieren conocer y contemplar
las grandes asambleas que se hacen en tiempo de guerra, de conflictos o de
combates, un espacio estrecho no permitiría, ni a las personas, ni a los
caballos, ni a los rebaños ni a ótros espectáculos semejantes el reproducirse
tan clara y distintamente como en un gran espejo donde todas esas cosas se
ofrecen mucho más aumentadas. Y no obstante, tanto trabajo supone el
confeccionar un pequeño espejo que uno mayor. La única diferencia estriba
en que en un espejo pequeño hay menos metal y menos labor de pulimiento.
Los metales, una vez formados, purificados y trabajados, deben enseguida,
para esta obra, ser purgados convenientemente. Es de capital importancia
que cada metal sea purificado en la hora de su planeta correspondiente. Por
lo demás, para con este planeta. habrá que observar los aspectos buenos o
malos de las otras constelaciones favorables o desfavorables.
Oro.
Si el oro ha sido fundido tres veces en el antimonio, y luego pasado y
depurado por Saturno, la obra no tiene necesidad de ninguna otra
purificación. Además, batirlo muy delgado, hacerlo macerar 24 horas en
agua con sal, lavarlo con agua pura, secado muy cuidadosamente con un
lienzo de lino puro y conservarlo aparte para servirse del mismo cuando la
ocasión lo requiera.
Plata.
He aquí la manera de purificar la plata. Extenderla en lámina delgada, luego
hacerla cocer en agua adicionada con tártaro y sal, durante un cuarto de
hora. Retirar, lavar con agua pura, secár con un lienzo limpio y guardarla
aparte para servirse de la misma en el momento oportuno.
Cobre.
Colocar el cobre dentro de agua de vitriolo (alcohol alcanforado). mezclado
con vinagre, durante 6 u 8 horas. De esta forma, quedará purificado. Lavar
concienzudamente, secar y conservar aparte.
Hierro.
Limar. Lavar c&dadosamente las limaduras, y secar con precaución sobre
brasas.
Plomo.
Licuar el plomo en una cuchara de hierro. Echar en el mismo un pedazo de
cera del tamaño de una haba, la cual quedará consumida. Luego, verter en
agua pura.
Estaño.
Fundir estaño, echar en el mismo, sebo, cera o miel que se quemarán por
encima de él; verter el estaño en agua pura, secar y guardar aparte.
Plata viva (azogue).
Pasar tres veces por el tamiz en una vasija de madera limpia. Todo lo que ha
pasado es lo suficiente bueno y purificado para esta obra, yio que ha
permanecido en el tamiz es, sin duda alguna, sin valor. Guarda ahora aparte
todos los metales. Así estarán preparadas todas las cosas para empezar.
Una vez todo listo, es preciso conocer cuidadosamente y exactamente la
complexión de la persona, hombre o mujer, para quien este espejo ha sido
confeccionado: o sea, por el tema natal, tal como lo hemos muy claramente
mostrado más arriba; no como algunos lo hacen, levantando las coordenadas
del tema según la hora oficial del parto, sino remontando por el cálculo (de
la hora del parto al momento exacto de la concepción) a la hora y al punto
mismo en el que Dios todopoderoso envió un alma viviente al feto en el seno
de su madre, y en el primer instante a partir del cual ésta empezó a vivir.
Estas horas se presagian y se adivinan a partir de los fundamentos que yo,
Teofrasto, he dadó y establecido exacta y verdaderamente para todos los
hombres, sean éstos jóvenes o viejos. Una vez determinado el tema natal del
hombre, conocida su complexión, juntamente con los planetas y los signos,
éstos son los elementos suficientes para llevar a término esta obra. Ahí no se
trata de conocer su fortuna, su infortunio, su muerte, su vida, sus
enfermedades, etc.; no, ahí se trata solamente de saber la revolución del año
durante el cual la persona ha nacido.
Sigue ahora la tabla en donde aparece el prinéipio del espejo, pero no
importa para quien ni para cualquiera que sea su planeta.
Una vez todas esas cosas llevadas a término, hay que prestu mucha atención
al tiempo astrológico. Que el dominante de la natividad esté de la parte de
acá de la tierra, es decir, en las. 1,2, 3, 4, 5 0 6 Casa del cielo, que la Luna
esté en la Casa 10 del dominante de la natividad y que, además, no haya
algún otro aspecto desfavorable tales como y o ; entonces, vierte
debidamente en nombre del Señor, los metales que han sido todos mezclados
conjuntamente en la vasija de barro. El primer espejo es aquél en el cual se
ven todas las cosas que tienen que reflejarse corporal y substancialmente,
tales como hombres, imágenes, edificios, animales, etc. Procura que la
fusión tenga lugar en el punto y en el momento en el que la Luna alcanza el
décimo grado. Importa poco que esto ocurra durante el día o durante la
noche. Luego, retira convenientemente el espejo de la horma y ponlo aparte.
En una vasija de barro funde los granos, recortaduras y desperdicios
restantes, no antes de la conjunción del Dominante de la Natividad y de la
Luna. En la hora de esta conjunción, funde de nuevo los. metales en una sola
masa. Una vez fundidos conjuntamente, déjalo en la vasija de barro y
prepara el molde. Estando el Dominante de la Natividad en la décima Casa
del cielo, es decir, en medio del cielo o en el cénit, funde el segundo espejo.
En este momento la Luna debe colocarse o situarse en la segunda Casa o
signo del Planeta dominante de la Natividad. Así como la Luna estaba
anteriormente en el grado 10 de Capricornio, ahora ella debe estar en el
grado 10 de Acuario. Si el dominante de la Natividad fuese Saturno, tendría
dos domicilios, a saber Capricornio y Acuario. Si el Sol y la Luna presiden
el tema natal, tienen por lo menos una Casa: Leo para eL Sol y Cáncer para
la Luna. De esta manera, los tres espejos están dispuestos para ser fundidos,
si la Luna transcurre por el grado 10 de Leo y el 10 de Cáncer. El espejo se
confecciona de la forma ya indicada; con éste, se pueden conocer toda suerte
de discursos, palabras, cantos ya pasados en el tiempo y, por añadidura, los
días, tiempos y horas en los cuales esas cosas han tenido lugar.
Finalmente refunde los metales en el momento de una conjunción directa en
la que esté comprendido el Dominante de la natividad. Igualmente vale si es
la Luna la que está en conjunción con cualquier otro planeta. El espejo
conseguido se guarda aparte, y nuevamente recibe su forma como se ha
dicho antes. Cuando el Planeta penetra en la 7, 8, 9, l0, 11 o 12a Casa, está
ya por encima de la Tierra. Por lo demás, cuando la Luna esté de nuevo en el
primer signo o Casa, el Planeta esté en el décimo grado, y ningún aspecto
desfavorable se produzca, se opera la fundición del tercer espejo. En éste se
pueden ver todas las cosas escritas, dibujadas pintadas, en las letras y en los
libros, y mayormente todas las cosas escondidas que viven y que han sido
hechas por los vivientes. Después de todas estas operaciones, si todavía
queda metal, podrás emplearlo en todo cuanto quieras. Los espejos deben ser
guardados en el orden de sus números 1, 2, 3.
Cuando el Sol haya entrado en el signo o en la Casa del tema natal
dominante, hay que alisar los espejos y pulimentarlos finamente de un lado
con piedra de esmeril, de forma que no pueda descubrirse ni aspereza ni
mancha alguna, ya que esto representaría un gran obstáculo para el éxito de
la operación. Hecho esto, no ponerlos en absoluto los unos encima de los
otros, sino que hay que separarlos y guardarlos cada uno de ellos aparte: la
pulimentación debe ser emprendida a tenor del tiempo astrológico. Aunque
los tres no hayan sido fundidos conjuntamente, ello no presenta ningún
inconveniente, pero hay que apresurarse. Una vez los espejos limpios, habrá
que prestar atención a la futura Nueva Luna posterior a la pulimentación.
Entonces se los bruñirá. En el momentodel Novilunio, se pone un poco de
polvo de esmeril encima de madera blanda y se frota muy suavemente el
primer espejo; éste quedará claro y brillante. En el punto del Novilunio
siguiente, será preciso pulimentar los espejos segundo y tercero, de los
cuales hasta ahora se había aplazado su pulimentación, de forma tal que en
modo alguno estén éstos juntos o reunidos, sino que, al contrario, sean
guardados por separado. Si, además, el Dominante de la Natividad se
encuentra en la cuarta Casa, es decir, en la Casa de todos los secretos y cosas
escondidas, si el Sol y la Luna habitan durante y hasta ese tiempo en las
Casas del Dominante de la Natividad, y que se produzca una conjunción de
dos planetas importantes, entonces estos tres espejos deben ser colocados
juntos dentro de agua clara de fuente, pura y fluida, de tal manera que se
encuentren finalmente de nuevo bajo el agua. Se los dejará alli cerca de dos
horas hasta el final de la conjunción; luego se retiran y se guardan enrollados
en un lienzo de lino puro.
Así pues este Instrumento real puede ser hecho en trece meses, si la
operación se empieza en el tiempo requerido y se observen exactamente las
épocas (astrológicas). Se puede hacer todos los años. No obstante, los hay
más favorables que otros, sobre todo cuando el Dominante de la Natividad
gobierna el año o es Dominante de la Parte de la Fortuna.
LIBRO VI
Nadie puede negar que las aleaciones de metales no operen cosas admirables
en las esferas sobrenaturales: lo cual puede ser demostrado mediante
numerosas pruebas, tal como será dicho más claramente a continuación. Haz
una composición conveniente de los siete metales en serie y en tiempo
propicio, fúndelos en una sola masa, y lograrás así un tal metal en el que
encontrarás todas las cualidades de los siete metales unidos íntimamente.
Todas estas cualidades las verás solamente en un único metal denominado
por nosotros Electrum. No solamente posee en sí mismo las fuerzas
naturales de los siete metales, sino que, además, recibe otras fuerzas
sobrenaturales. Efectivamente, los metales puros y simples no tienen en ellos
más virtudes que las que Dios y la Naturaleza les ha atribuído, las cuales, en
verdad, existen todas en tanto que son naturales. Así, pues, se sabe, por
ejemplo, que el oro, el más noble, el más admirable, el más excelente de los
metales, cura la Lepra con todos sus síntomas; que el cobre y el mercurio
fortalecen y cicatrizan toda clase de llagas y heridas exteriores. Asímismo
todos esos metales tienen fuerzas particulares de las cuales no hablaremos
aquí; mas, no obstante, aportamos pruebas de las virtudes de los metales.
Y, sin embargo, esta indisoluble e inalterada Esencia metálica no posee
ninguna fuerza o utilidad en medicina, a no ser nociva. Es completamente
indispensable que, para mostrar, sus virtudes médicas, pierdan los metales
primeramente su estado metálico y estén ellos mismos cambiados y
mostrando otra apariencia, en una constitución misteriosa tal como
bálsamos, aceites, quintaesencias, tinturas y demás parecidos, y que sean por
fin administrados al paciente. Al margen de esta preparación, sus cualidades
naturales no son de socorro alguno para operaciones sobrenaturales, al
contrario de lo que ocurre con nuestro Electrum, compuesto y conjuntado
según el curso del cielo, como, a continuación, lo divulgamos en la práctica
Ello es el porqué no alabamos porque sí, inmerecidamente, a nuestro
Electrum. Su virtud es grande y muy grande.
Pienso que es completamente necesario el describir las fuerzas y facultades
de nuestro Electrum; habiendo omitido el tratado sobre los metales, nos
proponemos comentar esto solamente. Por nada del mundo estos metales
pueden compararse al Electrum, cosa que resplandece más claramente que la
misma luz del pleno mediodía. Si, con este Electrum, se fabrica una copa o
un plato, nadie podrá beber ni comer de los mismos veneno alguno, ni
ingerir cosas nocivas por intoxicacjón o por encantamiento, siguiendo las
prescripciones requeridas.
Nuestro Electrum posee, en efecto, una simpatía o afinidad extraordinarias
para con el hombre; los siete Planetas y los Astros superiores colaboran ahí
de tal manera que, mediante un entente o consentimiento singular, que,
cuando uno transpira, el otro ya está contaminado, apenas el hombre ha
tocado o asido con la mano el recipiente fabricado con el Electrum. Es por
eso que los antiguos atribulan muchas cualidades a nuestro Electrum;
confeccionaron una ingente cantidad de recipientes para comer y beber; en
nuestro siglo, algunos de ellos han sido desprendidos y extraídos del seno de
la tierra, en donde se los había escondido. Con este mismo Electrum se
fabricaron en otros tiempos algunos ornamentos y clínodostales como
anillos, brazaletes, medallas, sellos, imágenes, figuras, campanas, espejos,
monedas, etc.; algunos han sido chapados con oro y plata, a fin de no
traicionar el secreto. Pero esta costumbre ha desparecido hoy en día, y la
misma cosa ha caldo en desuso y en el olvido.
A fin de no dejar por más tiempo en la sombra ese misterio de la Naturaleza
y las poderosas grandezas de Dios, sino para darlas a conocer por el público
y destacarlas a plena luz, hoy en día no he podido impedir a mi ciencia
vulgarizadora el que describa y publique estas cosas que las tinieblas de los
sofistas habían ya por tanto tiempo mantenido en secreto y en la obscuridad.
No parece muy oportuno el revelar ahora la universalidad de las fuerzas y
virtudes de nuestroElectrum; puesto que si lo hiciera, el sofista calumniarla
nuestro trabajo, el ignorante lo atacaría, el pobre de espíritu lo ridiculizaría,
el pérfido y el impío lo deshonrarían. Frente a todos ellos, el silencio parece
la defensa más segura.
No obstante, me es imposible el no mostrar algunas fuerzas y admirables
virtudes de nuestro Electrum. En su momento y en nombre de la verdad,
podemos poner a la luz del día y testimoniar esas fuerzas y esas virtudes que
nuestros ojos han visto producirse. Anillos fabricados con esta materia y
puestos en el dedo impiden a quien los lleva -eso lo hemos visto- el sufrir
convulsiones espasmódicas, acometidas de la parálisis, y toda suerte de
dolores, así como soportar ataques de apoplejía y crisis de epilepsia. Si se
pone un anillo de esta materia en el dedo anular de un epiléptico, incluso en
el momento culminante de la más violenta crisis, será calmado
inmediatamente y en estado de levantarse. Hemos visto y descubierto el
hecho de que, si alguna enfermedad secreta está a punto de pillar a
quienquiera que lleve este anillo en el dedo anular, el anillo transpirará, se
manchará y se deformará, por razón misma de su gran simpatía: lo hemos
diáfanamente demostrado en el Libro de las Simpatías.
Igualmente hay que saber que nuestro Electrum ahuyenta a los malos
espíritus; tiene incluidas dentro de sí la facultad de las operaciones celestes y
la influencia de los siete Planetas. Y he aquí porqué los antiguos magos de
Persia ylos caldeos han demostrado y puesto a la luz toda su fuerza. Si os
contara en detalle todas sus maravillas, os escribirla una crónica prodigiosa;
la omito solamente para evitar escándalos mayores, puesto que, a lo mejor,
sería proclamado, por el sofista, muy grande y muy alto mago y hechicero.
Sin embargo, no puedo pasar por alto un milagro muy grande que vi realizar
en España por cierto nigromante. Éste tenía una campana que no pesaría más
allá de dos libras. Cada vez que la hacía sonar, podía evocar y atraer
espectros y visiones de espíritus numerosos y variados. Cuando le placía,
inscribía en la superficie interna de dicha campana algunas palabras y
caráçteres; luego la ponía al voleo y en repique, y hacia que apareciese un
espíritu de la forma y apariencia deseadas. Mediante el sonido de esta misma
campana, podía atraer o rechazar otras numerosas visiones de espíritus, en
particular, las de los hombres y las de los rebaños; con mis propios ojos, le
he visto como producía muchos de esos fenómenos. Con todo, cada vez que
hacía algo nuevo, cambiaba las palabras y los carácteres. No quería
revelarme el secreto que conllevaban dichas palabras y dichos carácteres;
aunque yo examinaba y sondaba la cuestión por mí mismó, y, finalmente, la
descubrí de forma fortuita. Estos medios y estos procedimientos voy a
disimularlos cuidadosamente ahora. Tened en cuenta que había mucha más
virtud en la misma campana que en las palabras y carácteres. Seguramente
que esta campana habría sido enteramente fabricada con Electrum.
Así debió ser también fabricada la campana de Virgilio, el sonido de la cual
aterrorizaba a los adúlteros de ambos sexos que llegaban a la corte del rey
Arturo; hasta tal punto que eran presos de un gran desvanecimiento;
completamente trastornados y como fulminados por el rayo, caían desde el
puente hacia el riachuelo que corría debajo de ellos. No es esto una fábula,
sino algo verdadero y digno de la Crónica. No menospreciéis, pues, el creer
como posibles semejantes cosas. Supuesto que, efectivamente, el hombre
visible (el hombre material) puede llamar a otro hombre y, por la entonación
de su voz, forzarlo a hacer lo que le habrá ordenado mediante una simple
palabra, incluso un vacuo sonido desprovisto de palabra- fuera de toda
intervención por la fuerza y fuera de toda violencia; el poder la misma cosa
es mucho más fácil al hombre invisible (el hombre espiritual) quien puede
dominar conjuntamente lo visible y lo invisible no solamente por la palabra,
sino también por el pensamiento de la palabra. Es cosa siempre muy
razonable que lo que está abajo obedezca a lo que está arriba y que, además,
le sea sometido. El hombre invisible, no será otra cosa más ni menos que el
Astro mismo refugiado invisiblemente en él alma y en los pensamientos del
hombre, quien aparece y sale a través de su imaginación. Si el astro del
hombre puede ya existir y por el Espíritu Olímpico ser llevado a actuar sobre
el prójimo, podrá entonces asimismo existir en los metales y producir su
impresión para exaltarlos más fuertemente que su propia naturaleza, y ello
por la fuerza y la operatividad de los astros; lo hemos enseñado en los demás
libros de la Árchidoxia Mágica. Ejemplo:
Con el Oro y el Mercurio, haced una amalgama, una composición, una
aleación de ambos metales en el momento de la conjunción del Sol con
Mercurio, sobre todo si en esta conjunción el Sol domina a Mercurio.
Enseguida se les podrá fijar o coagular conjuntamente, de forma que
devuelvan su tintura en forma de Mercurio vivo. Que en una conjunción
como ésta se pueda más ampliamente aumentarla con el Mercurio vivo: ello
es un importante y gran secreto de la Naturaleza.
Asimismo, y fuera de toda conjunción, se pueden hacer composiciones y
aleaciones entre el oro y la plata y el mercurio vulgar de la siguiente manera:
Mantener el oro por encima del Mercurio vulgar el cual, bajo las apariencias
del humo, subirá enteramente hacia el oro ylo volverá blanco, frágil y fusible
como la cera. A la Plata se la puede tratar de la misma manera.
Acostumbramos denominarla Magnesia de los Filósofos: para encontrarla,
muchos filósofos, entre los cuales caben destacar Tomás de Aquino y
Rupescissa y sus alumnos, han trabajado con sumo cuidado, aunque en vano.
Este secreto es muy notable y singular el Mercurio vivo se alea en el fuego
con los metales difícilmente fusibles, tales como la plata, el cobre, el hierro,
acero, de manera que fundan conjuntamente y corran más fácilmente. Así es
como se preparan muchas Tinturas y Elixires para la trasmutación de los
metales: lo hemos mostrado de forma más desarrollada en el libro sobre la
Transmutación de los Metales.
Los filósofos nos han dicho mucho acerca de esta cuestión; aunque sus ojos
han visto muy raramente, si no jamás, producirse estos hechos; es preciso
mantener eso como un muy alto y muy noble arcano de la Naturaleza, que es
preciso esconder muy cuidadosamente y no ponerlo temerariamente en
mano de mis adversarios, quienes son indignos de poseerlo. ¿Para qué le
servirían a una oca una gema o una perla? Esta no las conoce, no puede
disfrutarlas, y preferirá un nabo cualquiera Así ocurre con el espíritu de los
sofistas. Por la misma razón, son indignos de conocer estos arcanos. No hay
que echar perlas a los cerdos ni objetos sagrados a los perros. Dios ha
prohibido muy en serio que esto se hiciéra.
Volvamos a la puesta en obra de nuestro Electrum, del cual más arriba
hemos empezado a hablar: es necesario componerlo y trabajarlo según el
movimiento del cielo y la conjunción de los siete Planetas. He aquí su
proceso:
Aguarda a la conjunción de Saturno y de Mercurio, en el principio de la cual
todos los instrumentos deberán estar preparados -tales como el fuego, el
crisol, el plomo puro y reducido finamente a granos y en láminas- a fin de
evitar toda traba e impedimento. Al principio de la conjunción, hacer que
corra el plomo en pequeña cantidad; esto para que el Mercurio esparcido por
encima del Plomo no se evapore ni se escape. Durante el primer punto de la
conjunción, retira del fuego el crisol con el plomo licuado, y echa el
Mercurio; déjalos enfriar conjuntamente; luego aguarda la conjunción de
Júpiter y de Saturno o de Mercurio; y, una vez todo aportado y preparado
como se indica más arriba, vierte por separado en una vasija particular los
dos metales, el puro estaño inglés y el plomo unido al Mercurio; los
retirarás, los coagularás en el frío y los dejarás hasta que se hayan enfriado
conjuntamente. De esta forma, habrás reunido en una sola masa los tres
metales más fusibles y que conviene unir primeramente. Espera ahora que se
produzca otra conjunción entre cualquiera de los otros Planetas, Sol, Luna,
Venus o Marte y otro de los planetas Mercurio, Saturno o Júpiter. Entonces
reúnelos de nuevo corno más arriba hemos dicho, viórtelos por separado,
mézclalos en el momento de la conjunción y dójalos aparte. Harás lo mismo
con todos los demás metales hasta que hayas fundido y unido en uno solo los
siete metales siguiendo la requerida conjunción de los Planetas. Así habrás
preparado el Electrum. Habiendo comprendido esto, cerramos este libro.
LIBRO VII
Los sellos de los Planetas, y ello es cierto, poseen gran fuerza y virtud,
cuando son preparados y llevados en tiempos convenientes según el curso
del Cielo. Nadie puede negar el gran poder de los astros superiores y de las
influencias celestes sobre las cosas perecederas y mortales. En efecto, si los
astros superiores y los Planetas pueden, a su voluntad, moderar, dirigir y
forzar al hombre animal hecho sin embargo a imagen de Dios y dotado de
vida y de razón, cuánto más podrán regir aquéllos a mínimas cosas tales
como metales, piedras, imágenes, etc.; según su propiedad, los astros
superiores y los Planetas se imprimen en estas cosas o las ocupan con todas
sus fuerzas, de la misma manera que si estuviesen en ellas con toda su
substancia como están en el firmamento. Pues bien, al hombre le es posible
reunirlos y fijarlos en un medio cualquiera a fin de que operen con eficacia,
sea este medio el metal, la piedra, la imagen o cualquier otro objeto similar.
Mas, y ello es muy digno de ser conocido, los siete Planetas no poseen
mayores fuerzas de las que tienen en sus propios metales, a saber el Sol en el
oro, la Luna en la plata, Venus en el cobre, Júpiter en el estáño, Mercurio en
el hidrargirio, Marte en el hierro, Saturno en el plomo. Reuniremos ahora
sus sellos y enseñaremos la fabricación del que conviene a cada Planeta, en
su propio metal.
Sello de Saturno.
Este sello debe ser hecho de plomo de Villach puro y refinado, y encerrar
dentro de su circunferencia el cuadrado dibujado (por la figura). Este
cuadrado será dividido en tres filetes y la suma (quince) estará inscrita sobre
cada filete en una serie de tres números. En el otro lado del sello, habrá que
grabar en relieve la imagen del Planeta: a saber, un hombre ya anciano,
barbudo, con una guadaña en la actitud del sepulturero. Una estrella domina
por encima de su cabeza, y más por encima viene escrito su nombre:
Saturno. Para forjar este sello, te preocuparás por fabricar unos hierros
grabados dobles, a fin de imprimir el sello por medio de la forja, tal como se
hace para con las monedas, y en activar de esta forma la obra lo más
rápidamente posible. Luego aguarda el día de Saturno y en el que la Luna
entre en el primer grado de Tauro o de Capricornio, y el Planeta Saturno
permaneciendo en buen curso y en aspecto favorable o bienhechor. Entonces
funde el sello y aderézalo por la forja con los dos punzones. Guarda
cuidadosamente este sello dentro de un paño limpio de seda negra.
Ante todo, este sello sirve para Las mujeres encinta. Llevándolo encima, no
tendrán dificultad alguna en sus partos. Luego, todo lo que tocará a este
sello, multiplicará y crecerá. Si un caballero lo lleva en su canillera o polaina
izquierda, nadie podrá herir a su caballo. Pero, si por el contrario, se fabrica
este sello, estando Saturno retrogradante con respecto al día y a la hora de
Saturno, se opondrá al éxito de toda buena empresa, y si se le coloca encima
de alguien, esta perdona perderá sus fuerzas y perecerá. Asimismo, si en
tiempo de guerra, se le mete en un lugar donde habiten soldados, éstos no
tendrán ningún azar dichoso, sino que rápidamente levantarán el campo y se
batirán en retirada.
Sello de Júpiter.
Este sello ha de ser fabricado con puro estaño inglés. En su círculo, por un
lado, se establecerá un cuadrado dividido cada lado en cuatro cuadritos, y
cualquier línea resultante debe formar el número 34 su adición. En el otro
lado del sello será dibujada una imagen, la de un hombre, sacerdote y
letrado, leyendo en un libro mantenido en la mano, y sobre la cabeza del
cual se encuentran la estrella y el nombre de Júpiter. Para el sello, prepara
dos punzones como los más arriba indicados. Entonces, en el día de Júpiter,
la Luna entrando en el primer grado de Libra y el Planeta Júpiter en aspecto
favorable, abre los punzones y foija el sello que guardarás dentro de seda
azul.
Este sello asegura a quien lo lleva la gracia, el amor y el favor de todo el
mundo. Multiplicará y aumentará los días de aquél a quien se le imponga, y
su portador será feliz en todos sus negocios y apartará de sí las
preocupaciones y los temores.
Sello de Marte.
Este sello requiere ser forjado con excelente y muy duro hierro de Carintia,
en forma circular, y guardado para un tiempo oportuno; en unos de los lados
debe haber un cuadrado multiplicado por el número 5, de manera que
cualquier línea o columna forme la suma 65. En el otro lado, hay que grabar
la imagen del Planeta, a saber un soldado armado, blandiendo a su izquierda
un escudo y a su derecha una espada. Por encima de su cabeza, la estrellíy el
nombre de Marte. Para este sello, hay que fabricar especialmente dos
punzones muy duros; una vez éstos preparados, espera el día de la Luna,
cuando ésta entre en el primer grado o punto de Aries o de Sagitario, estando
este Planeta en buen movimiento, lugar y aspecto favorable. Entonces, antes
de que este aspecto cambie, enrojece al fuego el hierro a forjar, para que éste
quede mejor marcado; una vez marcado y enfriado, guárdalo dentro de seda
encamada.
Este sello confiere a quien lo lleva gran fuerza y victoria en todos sus
combates y luchas, y le hace triunfar, sin herida alguna, en todos sus
encuentros. Si el susodicho sello se le esconde en algún castillo fortificado o
en una ciudadela, todos los enemigos serán confundidos al querer sitiarla,
tan grande es el poder conferido a este sello por su Planeta. Si se preparc
este sello estando Marte retrogradante, bajo su aspecto férvido, maligno y
desgraciado, entonces ocurre lo contrario. Por doquier donde se coloque,
genéranse puras guerras, disensiones, odios, celos, en fin, toda suerte de
calamidades y desdichas.
Sello del Sol.
Se fabrica este sello con oro de Arabia o de Hungría, escogido y muy bueno.
En un lado disponer un cuadrado cuya cuadratura será multiplicada por el
número 6, de tal forma que en cada línea, tanto de través como en cruz, se
cuente 111. Sabed que los números secretos y escondidos en cualquiera de
estos signos son los números de todas las demás estrellas de estos planetas y
a ellos atribuídas por Dios, tal como lo hemos manifestado en el Libro de las
Estrellas. Al Planeta se le denomina precursor, o Estrella primera. Conviene,
pues, que éste tenga bajo el mismo a las estrellas que dirige, etc.
En el otro lado del sello, hay que esculpir la imagen del Planeta, a saber un
rey coronado, sentado en trono real, reluciente de la real majestad, asiendo
con su mano derecha el cetro, el Sol y el nombre del Sol por encima de su
cabeza, y mostrando a sus pies la figura de un León. Estas dos imágenes son
indispensables para este signo. Luego, presta atención a cuando entre la
Luna en el primer grado de Leo, en el día del Sol. Si, en este momento, el
Planeta está en buen movimiento, imprime la imaúen sobre el sello.
Guárdalo, finalmente, dentro de fino tejido de lino amarillo.
Es preciso saber que la forja de los sellos no está solamente instituida en
forma tal que ningún impedimento llegue por razón del tiempo astrológico,
sino que también para que todas esas cosas se hagan de repente y en un
momento. Esta impresión es concomitante de la de las virtudes celestes.
Tales como las impresiones celestes y las influencias astrales que se hacen
sobrenaturalmente, muy rápido y en un momento, con tanta rapidez como la
fecha lanzada por el arco, o la bala por la máquina de guerra, así es esta
impresión, que quiere ser hecha lo más rápidamente posible.
Quien lleva este sello, está adornado por una gracia admirable e insigne; se
atrae el amor, tanto de los hombres como de las mujeres. El sello mismo
rechaza toda clase de odios y envidias. Si a tu enemigo irritado le haces
beber un brebaje en el que se habrá mojado este sello, se convertirá en el
amigo más seguro, no mostrará mala intención alguna, sino que te hará todo
el bien de que será capaz. Este sello concede también buenas disposiciones
para la música y asegura el éxito en ese arte.
Sello de Mercurio.
Este sello debe ser fundido con Mercurio coagulado. Ningún metal puede ser
forjado si éste no es maleable. Así el Mercurio no coagulado por nuestro
procedimiento no puede ser martilleado. Es necesario un molde bipartido; en
una de las partes, se ve el número; en la otra, la imagen, tal como lo hemos
dicho a propósito de la forja de los demás metales. Por un lado, este sello es
cuadrangular; este cuadrado está multiplicado por el número 8 y cada línea
forma la suma 260. El otro lado muestra la imagen del mismo Planeta, que
es un ángel alado en el dorso y en los pies, y que lleva en la mano derecha
un bastón barrado con dos serpientes enroscadas; por encima de su cabeza,
serán grabados la estrella y el nombre de Mercurio.
Fijarás o coagularás el mercurio con plomo. Ningún otro metal tiene más
afinidad con el mercurio que el plomo.. La fijación se lleva a término de la
siguiente manera: Toma: plomo refinado ij. Fundirlo en un crisol de tierra
refractaria. Retirar del fuego y dejar enfriar un poco. Cuando estará próximo
a la condensación, verter mercurio vivo ij. Aguardar el día de Mercurio,
cuando el Planeta esté en buen aspecto, y la Ltina entrando en el primer
grado de Géminis y de Escorpión. Deja al Mercurio vivo correr poco a poco,
viértelo en el molde, el cual sacudirás para que se deslice más sutilmente.
Dejar enfriar cuidadosamente. Procurar que nada se adhiera al Mercurio
vivo, pero que corra hacia fuera de forma fluida y rápida. Si en la fundición,
por cualquier azar, el sello no se despega lo bastante netamente, podrás
recortarlo a tu gusto y fantasía. Lo conservarás en lienzo de lino de color
púrpura.
Este sello confiere a quien lo lleva gran facilidad e inteligencia en el estudio
de la Filosofia y la universalidad de las demás artes naturales. Si alguien
fraga algún brebaje en el que se habrá mojado este sello, conservará una
memoria prodigiosa y quedará curado de la fiebre. Colocado debajo de la
cabeza de un durmiente, permitirá el ver y el constatar todo cuanto este
durmiente pida a Dios de ver o conocer.
Sello de la Luna.
Se fabrica este sello con plata pura. La cuadratura se multiplica por 9, de tal
forma que cualquier línea nos dé el número 369. En el otro lado del sello, se
verá la imagen del Planeta, la cual es una mujer vestida con ropa suelta y
flotante, sosteniendo en la mano derecha la mitad de una Luna y de pie
encima de otra mitad de una Luna. Sobre su cabeza, una estrella y su
nombre: Luna. Para este sello se necesitan igualmente dos punzones.
Finalmente, estando la Luna en buen aspecto, habrá que esperar a que,
durante el día de la Luna, ésta esté entrando en el punto de Capricornio o de
Virgo. Entonces marca el sello y consérvalo en un paño de lino blanco.
Este sello preserva de muchas enfermedades a quien lo lleva. Sirve para
viajeros y agricultores, protegiéndolos de los ladrones y bergantes. Los
objetos encima de los cuales éste será colocado, conservarán su integridad y
tendrán larga duración.
Fin