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EL ARTE BE CONOCER A SUS SEMEJANTES
t a s í’s a a a s E S T s a is is s s »

estractado de las mejores Obras de lavater ,

P O R « O S A K T O N IO R O T O X D O ;

Individuo de varias sociedades científicas y lite ra ria s , es


p añolas y e stra n g e ra s .

OBRA ADORNADA CON 6 2 LÁMINAS.

MADRID: 1847.

ESTABLECIMIENTO T1POGBAFÍCO DE MELLADO,


calle de S anta T e r e s a , núm . 8.
PROLOGO DEL PUBLICISTA ESPAÑOL.
-•-3-33<5£>

T um vero ardem us
s c ita r ie tq c e re re causas.
Virgilio.

E l artefisonómico, ó sea el de conocer

¿ sus semejantes por las formas esteno-


res, no se considera ya hoy dia como
una ciencia quimérica é ilusoria: y aun
mas diré; no es tampoco de tan dificil ad­
quisición como lo aseguran muchos de
los que, conociéndola superficialmente,
tratan de cubrir sus cortos conocimien-
— VII—

tos, con cierto barniz maravilloso y so­ persuadidos de que jam as nos engañara,
brenatural. pero guardémonos bien al mismo tiem­
po, de confundirla con un espíritu p re­
Voy á tratar de probar en pocas pa­
dispuesto, y convenzámonos de que, si
labras su existencia y utilidad, y para
bien á veces en la herm osura no reside
ello, solo invocaré á la naturaleza y al
instinto que adquiere el hom bre al na­ el templo de la virtud, tam bién en cam ­
bio suele acontecer que, bajo un esterior
cer, como los mas fuertes argum entos
poco halagüeño, se oculta un alma dota­
que en su favor puedan hacerse.
Nadie negará que la prim era entre, da de las mas sublimes prendas.
vista que tenemos con un desconocido, Es tan positivo y generalm ente reco­
no deja de producir en nosotros una im­ nocido que la fisonomía retrata siem pre
los afectos de nuestra alma, que hasta
presión sea la que quiera; unas veces, nos
sentimos como inclinados hacia el, y otras parece imposible que en ningún tiem po
se haya tratado de echar por tierra, la
casi desearíamos no volver á verle;
abandonémonos, pues, á esta voz secre­ ciencia fisonómica. ¿Habrá por ventura
quien se atreva á decir que las megillas
ta de la naturaleza, sigamos sin tem or
hundidas, la frente arrugada, los labios
la marcha que ella nos trace, y estemos
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pálidos y apretados, jamás movidos por
reuniones de tahúres, en donde suspen­
la risa, y por últim o los ojos clavados
didas sus almas entre el tem or y la es­
en la tierra puedan ser indicios que ca­ peranza, son presa de la inquietud mas
ractericen la alegría? devoradora:reparem osbien su fisonomía
Demos una vuelta por la mansión del énmediode sus descompuestas facciones,
crim en, entremos en esas cárceles en don­ leeremos sobre sus frentes ociosidad
de, abrum ado el m alhechor bajo el peso é imprudencia. Las fisonomías bonda­
de las cadenas, espia el h orror desús de­ dosas, felices, agasajadoras y agradables,
litos, y allí solo encontraremos un género las caras que parecen respirar virtud,
de fisonomías, que parecen pertenecer es- que prendan y captan los ¿mimos ásu fa­
clusivamente al vicio; la menor espresion vor, es inútil buscarlas en las zahúrdas
de un movimiento virtuoso, parecería delvicio; la frente serena, solo pertene­
estrana en aquellos rostros, cuyos con­ ce á la tranquilidad del alm a, y esta
traídos músculos y alteradas facciones tranquilidad, es incompatible con el cri­
no pueden espresar sino los mas viles men v con ninguno de los movimientos
sentimientos del alma, ó los escesos de la tumultuosos que escita en nosotros el
rabia y la desesperación. Entremos en esas juego y sus funestas consecuencias.
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Muchas son las pruebas que pudiéra­ existen entre ellas, es decir, que el len -
mos com pilar en favor de nuestro aser­ guagede los ojos, ayuda á conocer el de
to; pero no nos detendremos en enume­ la frente, boca, e tc ., y que es preci-
rarlas, por que todo el mundo está bien ciso recordar sobre todo, la impresión
convencido, de que la ciencia fisonómi- que produjo en nosotros, la prim era en­
ca es positiva, pues toda ella estriba so­ trevista que tuvimos con una persona,
brehechos naturales, y por lo mismo in­ antes de ponernos á analizar las faccio­
destructibles. nes, de que se compone su rostro.
Lavater no se lim ita como muchos lo Es cierto que Lavater parece haber
lian creido, á la forma aislada de la na­ suministrado arm as á sus detractores,
riz, boca, etc., sino que para formar un analizando las facciones por separado;
juicio recto y bien fundado acerca de pero es nuestro deber justificarle, y cree­
una persona, dice que, guardando to­ mos conseguirlo, comparándole á un
das nuestras facciones una perfecta ar­ maestro de dibujo que empieza por en­
m onía entre s í, y concurriendo todas á señar á sus discípulos ha hacer bocas,
form ar un conjunto homogéneo, es pre­ ojos, orejas, etc., para después hacer­
ciso exam inarlas mútuas relaciones que les copiar una cabeza, y sin cuyos rudi­
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m entos, nunca lo hubiese conseguido. gaciones menos tem erario y mas frió,
De la misma m anera obra el verdade­ no le hubiera sido tan fácil penetrar en
ro fisonómo, porque sabe muy bien, los profundos secretos de la naturaleza,
que las diversas facciones del rostro, con­ y ademas, le conceptuamos acreedor á
curren todas á form ar un solo y único nuestra indulgencia, aun cuando no fue­
carácter, y que descuidando una sola ra mas que en cambio de las muchas ver­
de ellas, seria incompleto el conocimien­ dades que nos ha revelado.
to de una fisonomía. Vista la buena aceptación que recibió
Cuando se reconviene á Lavater de del público el Resúmen analítico del doc­
entusiasta por las particularidades de su tor Gall, sóbrelos afectos del alm a, y fun­
ciencia, estamos m uy lejos de querer ciones del cerebro, que publicamos bace
justificarle: desde luego convenimos en algunos años, creemos que la presente
que concedió demasiada confianza á la obra, cuyo testo, sin serían profundo co­
espresion fisonómica de las orejas, dien­ mo la doctrina de Gall, es m ucho mas
tes, manos, etc.; pero al mismo tiempo curioso é interesante, recibirá del públi­
no podemos menos de confesar, que si co ilustrado, una acogida no menos li-
Lavater hubiera sido en sus investí- songera.
BIOGRAFIA DE LAVATER.

Nació Juan Gaspar Lavater en Zurich,


el 15 de noviembre de 1741. Sn infancia
prometió desde luego lo que había de lle­
gar á ser un dia, por el gusto decidido
que mostraba hácia todo lo estraordinario
y cuanto parecía sobrepujar á los conoci­
mientos humanos. Hasta la edad de 25
años jamás llamaron su atención Jas fiso­
nomías; si bien, al contemplar algunas de
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case. Los esfuerzos de Zummermann
ellas, solia de vez en cuando esperimenlat
no fueron por de pronto utilizados hasta
cierto género de impresión que él mismo
que algunos años después, debiendo t,a—
no podia esplicar. Tenia para el dibujo
vater presentar escrita una memoria á la
una afición muy decidida, y e n particular
Sociedad de ciencias de Zurich, escogió
para'el género de retratós¿dcbiendo á esta
por tema la fisonomía, y habiendo pasado
inclinación la causa primordial de sus ru-
este escrito por manos del médico la man­
dimientos fisonómicos. A fuerza de hacer
dó imprimir sin anuencia del autor; desde
retratos, compararlos y estudiar las fac­ aquel momento, como dice el rnismóT'hi-
ciones, consiguió distinguir los diversos
vater, se vió comprometido á ser el defen­
rasgos, á veces imperceptibles que los ca­
sor'de- la ciencia fisonómica.
racterizan; mas todo esto no hubiera sido
Casóse Lavater, y fué nombrado diáco­
suficiente para que Lavater se dedicase al
no de la casa de los huérfanos: de allí á
estudio profundo de las fisonomías, si Zum­
poco fué electo miembro del Consistorio y
mermann no le hubiese inducido á seguir pastor de la iglesia’de San Pedro, cuyo
aquella carrera. Sorprendido este célebre destino le proporcionó los medios de dedi­
médico por el dictamen de Lavater acerca carse al cumplimiento de su beneficencia,
de cierta fisonomía que le era desconocida, de modo que inspirados todos sus feligre­
hizo cuanto pudo para que multiplicase ses por sus raras virtudes, le amaban co -
sus observaciones y en seguida las publi­ 2
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mo á un padre y procuraban imitarle. go, aquella voz tan pronto enérgica como
Habiendo sido presa de las llamas cier­ tierna, aquellos gestos tan adecuados siem­
to pueblo católico, se estableció inmedia­ pre al sentido de las palabras, todo, todo
tamente una colecta en Zurich, y Lavater llevaba el convencimiento al corazón, se­
predicó con tal elocuencia y unción sobre duciendo mas y mas la suspensa atención
los deberes de la caridad, que movidos de sus oyentes. Hablando de la divinidad
por su discurso todos los oyentes se apre­ parecía como inspirado por cuanto la virtud
suraron á socorrer á los desgraciados que tiene de mas elevado y sublime; y el dis­
tanto les habia encomendado, hasta el es- curso que pronunció sobre la muerte de su
tremo de haberse llenado repetidas veces yerno, envuelto todo en la mas tierna resig­
la bandeja que el mismo Lavater tenia á nación, hizo correr las lágrimas del audi­
la puerta del templo, y de haber escedido torio.
aquella colecta al producto de suscricion La mayor parte de los sermones de La­
que se abrió en toda la ciudad. Casi todos vater han sido impresos, y lodos los escri­
los sermones deLavatereran improvisados, tos que publicó hasta el año de 1770 respi­
y hasta los forasteros emprendían con gusto raban la fuerza de la dulce moral unida al
un viage por oirle; ¡qué piedad! ¡qué fuer­ mas recto espíritu de tolerancia, si bien de
za! ¡qué energtabrillaban en sus discursos! allí en adelante se apartó algún tanto de
Aquellos ojos encendidos del religioso fue­ aquellos principios de dulzura para entre­
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garse á un celo menos compatible con la
Tuvo varios contratiempos desagradables,
moderación que profesaba.
y entre otros el siguiente: Ilabia sollado
Habiendo disgustado álos eclesiásticos
Lavater algunas espresiones relativas álas
de aquel tiempo la obra de Mr. Meister so­
fisonomías de los zapateros de Zurich, su­
bre el espíritu de las religiones, se ligaron
piéronlo los miembros de aquella corpora­
todos contra el autor, y Lavater fué uno de
ción ó gremio, y elevando una queja álas
los que tomaron parto en el destierro que
autoridades, obligaron á Lavater á pedir­
se fulminó contra aquel sabio: pero no acu­
les perdón por escrito.
semos á Lavater en esta ocasión sino de
Mas adelante se le acusó de ser bastan­
un celo indiscreto, pues el mismo autor no
te inclinado al catolicismo; y en efecto, el
pudo menos de justificar los medios que le
giro del talento de Labater era capaz de
motivaron.
inclinarle á una religión cuyas ceremonias
Lavater tuvo enemigos, pero es fuerza
y misterios causan profunda huella sobre
confesar que estos fueron todos del círculo
toda imaginación viva y exaltada; pero sea
de aquellos perversos que temían el golpe
como quiera, jamás se pronunció en tal sen­
certero de sus miradas, ó bien de aquellos
tido, pues siempre se conformó exacta­
orgullosos y exijentes que hubieran desea­
mente con los dogmas de su religión, y
do que Lavater abandonase sus deberes de
aunque tuvo por amigos algunos jesuí­
pastor para satisfacer su vana curiosidad.
tas, la acusación no pudo ser mas injusta.
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Cuando el emperador José II viajó por Su modestia aumentaba el brillo de sus co­
la Suiza, bajo el título de conde de Falkens- nocimientos; pues muchas veces confesa­
tein, mostró deseos de conocer á Lavater: ba la insuficiencia de su tacto fisonómico;
este le fué presentado y le hizo varias pre­ y aunque hay ciertas fisonomías, como él
guntas sobre la fisonomía, todas llenas de mismo dice en sus escritos, sobre las cua­
interés y beneplácito; igual acogida tuvo les decidía con unaseguridadigual á la que
de los grandes duques, y valiéndose Lava­ tenia de su propio ser, existían también al­
ter del ascendiente que tenia con tan altos gunos cuyo pronóstico era incierto y aun
personages, puso en movimiento su protec­ imposible de pronunciarse.
ción para que sacasen de la indigencia á Sus conocimientos eran el resultado de
cierta familia virtuosa. largas investigaciones, á cuyo logro estu­
Pero no podemos menos de confesar que vo por espacio de largos años reuniendo
Lavater debió su celebridad mas bien á sus multitudde dibujos; comparó unos con otros
vastos conocimientos tisonómicos que á sus los rostros de todas las clases y categorías,
raras virtudes: sin aquellos su nombre no y habiéndole puesto su destino en relación
hubiera salido nunca del polvo rutinario con un grande número de personas mas ó
para pasar á la posteridad, y las apacibles menos originales, sacó partido de esta cir­
virtudes de un venerable pastor permane­ cunstancia para promover y multiplicar sus
cerían aun envueltas en el caos del olvido. observaciones: por último nada omitió has-
— S i­ — as­
ta dejar sentados sus preceptos bajo bases no francés y del directorio helvético, opo­
sólidas, convirtiendo en una ciencia lo que niéndose directamente á los repetidos abu­
hasta entonces solo estribaba en vanas con­ sos de la democracia.
jeturas. Pasaríamos en silencio el relato del cri­
Lavaler mostró en varias ocasiones te­ men horroroso que causó la muerte de L a ­
ner una alma liberal y enérgica: escribió vater, si su publicación no fuese indispen­
en sus años juveniles un folleto bastante sable para la lijera reseña que de su vida
fuerte contra el juez ordinario por haberse nos hemos propuesto hacer. Después del
hecho culpable de ciertas vejaciones escan­ ataque de Zurich por los franceses, obser­
dalosas; dando á conocer por este solo atre­ vó Lavater al retirarse á casa , un soldado
vimiento el desprecio con que miraba el francés echado sobre un banco y herido en
peligro siempre que lo exijia el bien de su un brazo: apenas le hubo divisado, y no
patria. La época de la revolución fué em­ escuchando sino la voz de la humanidad,
pero en la que Lavater desplegó toda la se acercó á él y le dijo: «Estáis herido y
fuerza de su carácter: defendió á los insur­ voy a curaros si me lo perm itís,» y asi fué,
gentes del lago de Zurich en 1796, consi­ le lavó bien la herida, y rasgando su pa­
guiendo sustraer á sus gefes de una muer­ ñuelo, le vendó bien el brazo, prodigándo­
te segura. En 1798 y 99 se alzó con fuer­ le todo género de socorros: en este momen­
za contra las medidas opresivas del gobier- to pasa por allí un grupo del furioso po­
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pulacho, y lejos de enternecerse al con­ «amigos, fui testigo de la escena mas reli—
templar aquel acto de beneficencia comien­ «giosa y tierna que puede verse. Hace un
za á gritar: «.Es es el picaro de Lavater, el «año que nuestro querido Lavater no ha
aristócrata perro,» A tan infernales escla- «esperimenlado ni un dia, ni una hora, ni
maciones quebrantando el vil soldado to­ «un instante sin dolor; y en estos últimos
das las leyes del agradecimiento , amar­ «meses sus padecimientos han ido en au-
tilla su fusil, y descargándole despiadada­ «mento por habérsele abierto la herida que
mente sobre Lavater, le deja herido de «recibió en el malhadado ataque de Zurich.
muerte; refugiase este como pudo en su «Sin embargo, en medio de tanto padecer,
casa, donde se sustrajo por el momento á «ha conservado toda su presencia de espí-
la pérdida de su existencia, dilación que «ritu, toda su viveza, toda su serenidad; y
solo sirvió para mas acrecentar los padeci­ «en tan lastimoso estado tuvo el valor de
mientos del buen pastor. «hacerse conducir a la iglesia, donde con
Creemos complacer á nuestros lectores «una voz mas tierna que fuerte, pronunció
insertando aquí el estrado de una carta es­ «un discurso.... ¡Ay amigo mió! Si le h u -
crita en Zurich pocos meses antes de la «bieseis oido, hubierais creído ver á San
muerte de Lavater fechada en 21 vindema- «Juan pintado por Rafael y predicando al
rio del afio 9. «borde de su tumba: aquella religiosa ca-
«El domingo último, dice uno de sus «ridad que resplandecía en su alma, aque-
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«llas largas miradas que parecían brotar «aun estas serán pronunciadas por una mo-
«fuego, confianza y amor, penetrando al «ribunda voz. Mis males se aumentan de
«través de la palidez mortal que se pintaba «dia en dia, y la muerte pesa sobre mi des-
«en sus facciones, todo aquel conjunto pa- «pedazado pecho. Conozco que estas serán
«recia abrirse paso en los cielos dispuestos «las últimas palabras que oiréis de mi bo­
«á recibirle. No era ya el mortal que su- tica, escuchadlas os ruego cual si saliesen
«cumbe bajo el peso de sus angustias, no «de mi sepulcro.»
«ya el hombre temiendo el tránsito de es- El carácter de Lavater era naturalmente
«ta vida al oscuro centro del no ser, sino inclinado á la ternura y amistad: la profun­
«un ángel descendido de la morada celes- da melancolía en que le sumergió la muer­
«te, y próximo á regresar á la vida de los te de su amigo Hees, prueba de un modo
«beatificados; de modo que ninguna bcn- positivo su esceso de sensibilidad. Tam­
«dicion pontifical hizo jamás correr tantas bién estrechó amistad con Fuessli, cuyo
«y tan piadosas lágrimas como lo hiciera la carácter simpatizaba en estremo con el su­
«bendición estendida entre aquel auditorio, yo, pues todos los cuadros de aquel pintor,
«aunque dada por una mano descarnada y revelan la exaltación y amor á lo maravi­
«tocando ya la tumba que lia de sepullar- lloso y sobrenatural.
«le. Queridos hermanos mios, dijo, pocas Esta inclinación en Lavater se hallaba
«serán las palabras que pueda dirigiros, y mucho mas pronunciada que en Fuessli,
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pues no tan solo se la vé sobrenadar en la los retrataba por lo general, siendo de gran­
mayor parte de sus escritos, sino que llegó de utilidad para Lavater aquella colección
á creer de buena fé las operaciones miste­ de fisonomías bosquejadas.
riosas de Mesmer y las predicciones de Ca- Era sobrio en estremo; dormía poco, se
gliostro; haciendo á propósito un viagecon levantaba siempre á las cinco de la maña­
el objeto de conocer á este último á quien na, y dedicaba todo su tiempo al estudio y
miraba como un ayudante de Satanás. á los deberes de su estado. Su activa be­
Hallábase dotado de una imaginación vi­ neficencia no le permitió acumular rique­
va, anticipando siempre las sensaciones á zas, de modo que la única herencia que
la reflexión, y dejándose casi siempre guiar dejó á su familia fué una preciosa colección
por aquellas. de dibujos.
Lavater era alto y flaco; su rostro, lle­ Lavater dejó una esposa que amaba tier­
no de espresion, ostentaba el sello de todas namente, dos bijas y un hijo. La mayor dió
las virtudes. Su voz llegaba al corazón: era su mano á Mr. Gessner hijo del célebre au­
un conjunto de amabilidad y de dulzura; tor del mismo nombre,
era muy amante de los niños, y no dejaba Su hijo, que profesaba la medicina, es
de acariciarlos siempre que encontraba al­ editor del lomo i .° del tratado de la fisono-
guno: daba muy buena acojida á los foras­ mónia.
teros, y como su bija dibujaba muy bien,
Cierto padre al despedirse de un hijo
virtuoso que tenia, y que debía salir á via­
jar, le dijo: no te suplico mas, hijo mió, si­
no que « tu regreso traigas la misma cara.

Cierta joven que habia vivido casi siem­


pre en el campo, y en cuyo rostro brilla­
ban la inocencia y la piedad, se vió por
casualidad en un espejo al coger la Biblia
yla luz. Sorprendida do su propia imagen,
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bajó los ojos, y sus megillas se cubrieron
El diablo me lleve si ese hombre no es
de un noble carmín. Pasó el invierno en la
un tunante, decia Tito hablando del sacer­
capital, donde cercada de adoradores y
dote Tácito. Le he visto llorar y sollozar
arrastrada en el torbellino de los placeres,
tres veces en la tribuna cuando nada de­
olvidó su Biblia y sus ejercicios devotos:
bía escitar sus lágrimas, y cubrir diez^ye-
llegada la primavera volvió al campo, y ha­
ces con disimulo su rostro para ocultar una
llándose en su cuarto se acercó á la mesa
sonrisa cuando se trataba de vicios y cala­
donde estaba el santo libro, se mira en el
midades.
mismo espejo y palidece al contemplarse:
en este estado, se echa sobre un sofá y de
allí cae postrada de rodillas esclamando:
¡me desconozco, Dios mió! ¡cuán demuda­
¿En cuánto valúa V. mi cara? decia un
da estoy, mi rostro manifiesta bien á las
desconocido á cierto fisonomista: á lo que
claras las señales dem i loca vanidad! ¿Es
aquel le respondió y con razón, que eso no
posible que no lo haya echado de ver an­
era fácil de decir— Pues vale 500 escudos
tes? ¡ah! ahora quiero, en el seno de un
le repuso el desconocido, porque ahora mis­
apacible retiro y en el grato ejercicio de
la piedad y beneficencia, borrar hasta el mo acaba de prestarme esa cantidad solo
poi mi linda cara un sugeto que no me co­
menor trazo de tan necio defecto.
noce.
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su cara un cierto no sé qué, que parecía
Queriendo Lavater examinar las obras
querer aparentar una falsa serenidad: lue­
de cierto pintor, se presentó en su casa, y
go que hubo terminado su comisión, quiso
viendo los cuadros, se quedó parado de­
retirarse, pero el conde le dijo:— No os de­
lante de un retrato, y habiéndole pedido
jaré salir por cierto.— Os aseguro, conde,
parecer sobre aquella fisonomía y su be­
que me están esperando y es fuerza mar­
lleza,— En efecto, repuso Lavater, es una
charme.— Y yo os repito que no saldréis
cara muy bella, pero también le digo á V.
de mi cuarto: y diciendo y haciendo el
que si el original es como el retrato, debe
conde echó la llave á la puerta.— Por Dios,
tener una alma muy negra y una índole
decidme al menos á que viene lodo esto.—
perversa.
Porque leo en vuestra cara, repuso el con­
Era el retrato de la Brinvilliers, cé­
de, que estáis meditando alguna maldad.—
lebre envenenadora, tan conocida por su
¿Quién yo? ¿es posible que así lo penséis?
belleza como por los muchos crímenes que
— Si por cierto, estáis premeditando un
terminaron conduciéndola al suplicio de la
asesinato, ó mucho me engano yo. Enton­
hoguera. ces perdió el amigo el color y le confesó
que tenia razón, entregándole al mismo
tiempo un cachorrillo que llevaba cargado,
Un amigo del conde de T .... entró cier­
y esplicándole el motivo de su atroz resolu-
to dia en casa de este señor, y llevaba en
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cion. Luego que le hubo escuchado con deme V. dos reales.— Tómalos, dijo Lava­
mucha atención el conde, fue tal su gene­
ter dándoselos, y has de saber que si me
rosidad que entregó á su amigo la cantidad hubieras pedido dos onzas lo mismo te las
que necesitaba para no volver á pensar en hubiera dado.
semejante atentado.

Presentaron á Lavater cierto caballero


sueco dotado de brillante figura: al verle
Pasando Lavater cierto dia por la calle, esperimentó el fisonomista cierta impresión
se le aproximó un pobre y le pidió limosna\
desagradable que se renovaba cada vez que
— ¿Cuánto necesitas? le preguntó el buen
volvía á verle. De allí á algún tiempo supo
sacerdote examinando la honradez de su que aquel caballero era nada menos que
fisonomía.— ¡Cómo quiere V . que le diga
uno de los asesinos de Gustavo I II .
yo eso! repuso con modestia el mendigo;
recibiré lo que me dé, y sea cual fuere la
limosna, se lo agradeceré mucho y rogaré
á Dios por su vida— No quiero yo eso, dijo
Presentóse en Zurich cierto abate jóven
el fisonomista, quiero que me digas cuánto
cuya fina y elegante figura liabia llegado á
te hace falta, sea poco ó seamucho.— Pues
ser conocida y admirada en toda la ciudad.
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Lavater por su parle, sin dejarse seducir os diré que sois escritor.— Verdad es, pero
por aquel esterior tan brillante, hizo sobre ¿en qué género?— Si no me engaño sois fi­
el carácter del abate el juicio mas desven­ lósofo, analizador y aficionado á manejar
tajoso que pueda figurarse, llegando al es- la sátira; debe de brillar la originalidad en
tremo de ser criticado por algunos cínicos; vuestros escritos, y muchos rasgos de in­
pero el juicio de Lavater no tardó en ser genio; en una palabra, pudierais muy bien
justificado, pues el afeminado abate asesi­ ser el autor de Le tablean de P a rís, cuya
nó á un conductor de diligencias para ro­ lectura acabé el otro dia.
barle después.

La siguiente anécdota prueba, que si


Mr. Mercier (autor de la obra Le tablean bien Lavater no era médico, sabia discer­
de París} llegó á Zurich y se presentó de nir como el primero sobre ciertas afeccio­
repente en casa de Lavater diciéndole:— nes orgánicas é interiores que á veces sue­
Miradme bien, porque vengo desde París len ocultarse álos ojos mas diestros, y que
con el solo objeto de abandonar mi rostro tarde ó temprano cortan el hilo de nuestra
á vuestras observaciones: decidme quien existencia.
soy.— En primer lugar, contestó Lavater, Cierta señora fué á Zurich con su hija
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pava que Lavater viese á esta; presentóse ciéndole que se hallaba sin trabajo, y que,
en casa del fisonomista, y no habiendo que­ conociendo sus vastas relaciones con los
rido contestar sobre el estado de salud de impresores de Alemania, le rogaba tuviese
la joven, le instó la madre para que lo lú­ á bien darle una carta de recomendación
cese: entonces Lavater muy conmovido es­ para alguno de ellos. Lavater le escuchó
cribió una carta, y se la entregó cerrada á con mucha atención, examinó bien todassus
la madre con orden espresa de que no ha­ facciones y en seguida le contestó: «Ami-
bía de abrirla hasta seis meses después. «guito, vuelva V . al seno de su familia,
En este intérvalo murió la joven, y ha­ «pórtese bien con sus padres, y no volve-
biéndose terminado el plazo, abrió la ma­ «ráV. á salir de Zurich.» Estas palabras
dre la carta y leyó lo siguiente: «Junto mi cuadraban perfectamente á la situación de
«llanto al vuestro por la pérdida de la niña: aquel jóven que, agriado por las correccio­
«cuando abrais este billete sereis la mas nes de un padre acaso demasiado severo,
«desgraciada de las madres.» concibió la idea de abandonar la casa pa­
terna como lo verificó.

Cierto jóven a quien no conocia Lava-


ter se presentò un dia en casa de este, di-
LA FISONOMÓNIA.
Est natura hominum novitatis avida.
P unio
PRECEPTOS Y LECCIONES DE LAVATER.

Uno de los principios de la sabiduría es el

de no juzgar por las apariencias.


Pero este principio no debe ser conside­
rado absoluta y generalmente, porque com­
poniéndose este mundo solo de apariencias,
la certeza solo se adquiere cuando nuestros
sentidos han examinado un objeto bajo
todos sus aspectos.
Por este precepto deberá entenderse que
— 48 -
— 49—
el observador no se limitará á un pequeño
tes vemos que las formas estertores están
número de apariencias, y mucho menos á
en relación con ciertas inclinaciones y cier­
las primeras que se le presenten.
tas costumbres ó hábitos.
Pero un profundo examen no es siempre
¿Se hallará, pues, sujeto el hombre á es­
practicable, y aun mas diré, no es nece­
ta ley?
sario.
En todo lo terrestre habrá de someterse
La esperiencia nos demuestra que en la
á las leyes del universo, y en todo aquello
naturaleza toda está perfectamente equili­
que dice relación con la vida, en el senti­
brado, y quelas cualidades estertores guar­
do mas lato, dependerá de las leyes que
dan siempre relación con las interiores.
gobiernan á los seres animados.
Las ciencias naturales están todas fun­
Como los demas animales, nació el hom­
dadas en estas relaciones.
bre con la necesidad de conservar su exis­
A la simple vista de un mineral dirá el
tencia y propagar su especie, y como ellos
naturalista cuales son sus propiedades y
está formado de órganos propios para sa­
elementos de que se componga.
tisfacer estos deberes, de donde se sigue
A l examinar una planta reconocerá, se­
una multitud de relaciones, tanto mas mul­
gún su forma, muchas de las cualidades que
tiplicadas cuanto mas complicada se halle
la acompañan. Lo mismo acontece en el
su organización. Y no hay duda que si solo
reino animal: de modo que por todas par­
consideramos esta organización de un mo-
4
__________

— go­ -in ­

do superficial, juzgaremos al contemplar justo y razonable, no es difícil consiga su


el hombre el mas perfecto de todos los objeto.
animales. A la verdad que son infinitas las formas
Ahora bien: singularizado el hombre por del hombre; pero también es cierto que
medio de un rayo celestial, ¿deberá ofre­ siendo comunes muchas de estas formas á
cer alguna analogía entre su conformación un gran número de individuos, reúnen di­
física y sus facultades intelectuales? gámoslo así, en secciones que se diferen­
Cuando se observa que el desarrollo y cian unas de otras, y que se distinguen por
declinación del espíritu siguen á todos los aquella misma variación.
cambios correspondientes que esperimen- ¿Y por qué habremos de dudar que por
ta el cuerpo, fuerza es convencerse de que medio de estas secciones divisorias han
un lazo invisible pero real, anuda los sen­ llegado los naturalistas á justipreciar las
timientos físicos á los morales. maravillosas relaciones que presentan los
El hombre debe tratar de conocer estas infinitos objetos que componen la natu­
relaciones, mas no su íntima naturaleza. raleza ?
Las muchas diferencias que distinguen No se hallan diversificados los caractéres
á los hombres dificultan en alto grado el co­ délos hombres: pero los naturalistas han
nocimiento de estas relaciones; pero cir­ tenido á bien reasumirlos en un pequeño
cunscribiéndose el hombre á un análisis número de tipos en los que cada individuo
— 52—
-5 5 —
reconoce por lo menos el retrato de su se­
mejante. mismos que se observan en la infancia, y
Por poco que fijemos nuestra vista sobre es digno de notarse que las demas edades
estas secciones ó grupos de hombres cuyas de la vida ofrecen relaciones con las formas
facciones los caracterizan, echaremos de del rostro, tan constante y marcadas como
ver que siempre coinciden otras facciones la que dejamos espuesta.
El carácter moral del hombre difiere
comunes que constituyen sus caracteres
morales. tanto mas del de la muger, cuanto mayor
Toda cara que presente cierta molicie y sea la diferencia que exista entre sus for­
pequenez de formas, contornos redondea­ mas fisonómicas y sus contornos.
dos, poco pronunciados, y aun si se quiere Los hombres presentan otras relaciones
inciertos; bastante frescura, mucha movi­ justificadas por los viageros y reconocidas
lidad y lijereza y hasta irregularidad en por los naturalistas, según las diversas ra­
zas á que pertenezcan; las naciones, en lo
sus movimientos, demuestra desde luego
una débil y poco desarrollada inteligencia, general, tienen ciertas facciones que las
inclinaciones que mas bien puede llamarse distinguen, y cierto carácter que les es pro­
gustos que pasiones, sencillez natural y pio. En todas las naciones en que hay pue­
cierta curiosidad viva é indiscreta. Todos blos distinguibles por su aspecto, gozan to­
estos caractères físicos y morales, son los das estos de cierto carácter moral particu­
lar, habiéndose observado análogas reía-
— Sit­
—Sí—
iarse que de sus respectivas modificacio­
cionesenlos pueblos en donde hay castas.
nes nacen nuevas clases.
Y por último en las familias mismas cuyos
Llegado el hombre á la edad viril, por
individuos presentan cierta semejanza fí­
lo general sus facciones distan mucho de las
sica marcada, siempre existen ciertas
que tuvo en la infancia; pero la muger cu­
disposiciones comunes en su carácter
ya fisonomía suele recordar las facciones
moral. de la niñez, vemos que conserva tanto en
A estas relaciones vienen á unirse las
sus gustos como en sus disposiciones una
que fueron observadas por los médicos des­
semejanza muy íntima con aquella edad
de la mas remota antigüedad: tales como
feliz.
el color de la piel, el de los ojos y cabe­
Cuanto mas parecidas sean las facciones
llos, y los diversos grados de robustez que
de ambos sexos, tanto mas se asemejarán
ocultan ó demuestran la forma muscular,
en el carácter y disposiciones, es decir, la
indicios todos que anuncian ciertas disposi­
muger será varonil y el hombre afeminado.
ciones del alma y cierta facilidad en con­
Y en efecto, las naciones mismas nos
traer enfermedades, á cuyo conjunto han
sirven de modelo, porque los pueblos del
dado los médicos el nombre de tempera­
Norte de Europa, vemos que conservan
mento. todos cierta analogía unos con otros, no tan
Tales son los tipos fundamentales esta­
solo en el aspecto, sino también en el genio
blecidos entre los hombres, siendo de no-
— 56—
— 57—
y talento; y existiendo igual analogía entre
será la marcada por la espresion de aque­
los pueblos meridionales, vemos que, colo­ lla facción distinta.
cada la Francia en medio de estos opues­ Si en la conformación física de varios
tos climas, presenta, tanto en lo físico como
individuos se notase que lodos ellos tenían
en lo moral, todos los matices intermedia­
la misma forma de una sola facción, desde
rios que separan ambos estrenaos de tem­ luego se podrá asegurar que todos se pa-
peratura.
leceránen el carácter que demuestre aque­
Hasta ahora solo liemos considerado las
lla semejanza parcial.
facciones en conjunto y la espresion gene­
Por las comparaciones que han hecho
ral que en su totalidad resulta.
los naturalistas de las distintas razas, se
Pero cada una de las facciones tiene su
ha observado que la diferencia mas nota­
espresion particular; si no que la dificul­ ble consiste en la inclinación de la línea fa­
tad de distinguir ésta en medio de la es­
cial: esta en el europeo es casi vertical; en
presion común, hace que por lo general no el asiático, inclinada, y mucho mas obli­
se advierta.
cua en el africano; correspondiendo todas
He aquí el modo de conseguirlo: estas diferencias á las mismas que los dis­
Si dos personas se pareciesen en todas tinguen en las disposiciones intelectuales
las facciones ménos una, deberá inferirse y talentos.
que la diferencia moral entre una y otra Esta circunstancia ha dado lugar á la in­
—38— —Síi-
geniosa idea del ángulo facial de Cam- Tales son los diversos medios que pue­
per (1). den emplearse para lograr distinguir la es-
presion particular de las facciones; pero es
(1) Camper ha imaginado una línea vertical
que baja desde la frente á la barba y cae perpen­ fácil echar de ver, que para llegar á con-
dicularmente sobre otra línea horizontal trazada
Si la línea facial se incliua hácia atras, enton­
en dirección de la base del cráneo. Ha llamado
ces forma con la palatina un ángulo mas ó menos
facial á la primera de estas líneas, y palatina de
agudo y saliente hácia adelante.
la barba á la segunda.
Aumentada la inclinación, el sino del ángulo
Se concibe fácilmente que, estando determi­
disminuye; y si se pasa de la raza caucasiana
nada la elevación de la frente por la magnitud
á la calmuca, después á los negros, á los monos,
del cráneo, cuanto mayor estension tiene este,
y después á los cuadrúpedos, pájaros, reptiles
tanto mas abierto debe ser el ángulo que for­
y pescados, se ve que esta línea facial se inclina
me la línea facial con la base del cráneo.
cada vez mas, y por fin viene d parar en hacerse
En la cabeza de un europeo bien conformado,
casi paralela á la línea de la barba como en los
lalínea facial encuentra esta última formando casi
reptiles y en los pescados de cabeza complanada.
un ángulo recto de 80 á SO grados.
Si por el contrario se sube á los dioses del pa­
Cuando el ángulo es recto y la línea que mide
ganismo, según las estátuas que nos quedan de la
la altura de la cara perfectamente vertical, la ca­
antigüedad, se ve que la línea facial se inclina en
beza tiene la forma mas hermosa posible, y es la
sentido contrario, el ángulo recto se agranda ha­
inas próxima á este grado convencional de per­
ciéndose mas ó ménos obtuso.
fección que se llama el bello ideal.
Resulta de esta inclinación de la línea facial
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seguir con perfección estos conocimientos, raímente somos inclinados á atribuir á la


fueran precisos ciertos estudios largos y frente cierta espresion análoga á su inteli­
penosos, mientras que la espresion general gencia, mientras que negamos esta espre­
de la fisonomía puede adquirirse por me­ sion á las demas partes del rostro.
dios mucho mas sencillos, como lo es una En el hombre, así como en el mundo, to­
ligera atención, y aun si se quiere super­ do guarda una perfecta armonía: sus fac­
ciones no pueden considerarse como fruto
ficial observación.
Sabido es que la frente es una de las de la casualidad, sino como relacionadas
partes del rostro que mas constituyen el unas con otras, pues hallándose en mútua
talento del hombre (1), de modo que, gene- dependencia ninguna de ellas carece de es­
presion.
hácia adelante, que la cabeza tiene un aire de gran­
Esta es una verdad muy reconocida por
deza y de magnitud: una frente elevada indica-
todos aquellos sugetos que se han distin­
un cerebro voluminoso, y una inteligencia divina.
Para que este medio indique con precisión las guido en las artes, y especialmente en el
dimensiones respectivas del cráneo y de la cara, dibujo.
es necesario no solo medir lo estertor, sino tam­ Los antiguos escultores que tenían por
bién trazar las tangentes sobre las superficies in­ principio el evitar todo lo posible la espre­
ternas, hecho un corte vertical de la cabeza. sion nacida del movimiento, hicieron un
(1) Sobre este particular conviene leer al doc­
estudio profundo de la que resulta de la
tor Gall mas bien que al pastor Lavater.
— 62—
— 63—
configuración de las facciones ¡y con qué estado presente del alma, sino nuestras in­
verdad lo supieron espresar en los caracte­ clinaciones, nuestras disposiciones natura­
res variados de sus divinidades! les y nuestras facultades morales.
El artista calcula estos defectos, y los La alteración de las facciones produci­
hombres en general los juzgan por pasión, da por un movimiento voluntario ó invo­
pero esta resulta á veces de causas tan luntario, da á conocer el estado actual y
complicadas, que no es de estrañar se trate pasagero de nuestra alma.
tan pocas veces de analizailos. 1' puesto que el estado actual de nues­
En el mundo se forman estos juicios ge­ tra alma puede representarse por medio de
neralmente por las apariencias, pero estos ciertos movimientos, sometidos las mas de
son tan rápidos que tienen todo el aspecto las veces á nuestra voluntad, resulta que
de determinaciones instintivas; y si ti ata­ imitando estos gestos ó movimientos, pode­
mos de inquirir su origen, pronto veremos mos fingir pasiones que están muy lejos de
que fueron formados porla configuración de agitar á nuestra alma.
las facciones, su color y sus movimientos. Pero no hallándose bajo el dominio de la
Estos diversos modos de espresion varían voluntad, la espresion que nace de la confi­
entre sí hasta lo infinito. La configura­ guración de las facciones, resulta que esta
ción de las facciones no demuestra, ni la espresion se halla siempre de acuerdo con
existencia actual de una pasión j ni ningún la verdad.
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Esta espresion sin embargo es muy limi­ La segunda clase es mucho mas nume­
tada, porque el número de las inclinacio­ rosa, pues en ella se comprenden todas
nes y facultades naturales del hombre son aquellas fisonomías cuyas facciones poco
muy pocas. pronunciadas no presentan á primera vista
El hombre tiene facultades y gérmen de ningún carácter principal, y exigen , di­
pasiones, cuyo desarrollo llevado al estre- gámoslo así, un exámen analítico y pe­
mo se escluye naturalmente, como son, por culiar.
egemplo, la ambición y el amor. A esta última clase pertenecen casi todas
Las fisonomías pueden dividirse en dos las fisonomías de las mugeres y niños,
clases particulares: las unas nos chocan al constituyéndose ambas la parte mas difícil
primer golpe de vista, bien sea por sus fac­ de la ciencia fisonómica. Guando la sonrisa
ciones fuertemente pronunciadas, bien por inocente de una linda joven nos encanta,
una impresión tan natural y clara que no cuando sus ojos, su boca y sus facciones,
puede engañarnos: hállanse comprendi­ todas en perfecta armonía, nos ofrecen la
dos en esta categoría los caractères som­ imagen de la franqueza é inocencia, enton­
bríos cuyas facciones ofrecen á primera vis­ ces podemos suponer en ella tan aprecia­
ta el sello de la bajeza y del crimen, como bles cualidades; pero si aquella misma
así mismo los rostros francos y abiertos, cu­ sonrisa tiene algo de afectado ó violento,
yo primer aspecto nos inspira confianza. si algunas de sus facciones presentan , por
3
-6 6 - — 67—
decirlo a sí, cierta disonancia de espresion, Igualmente reclama nuestra atención la
ó bien indicasen cualquier sentimiento se­ linea que describe el párpado superior so­
creto que en vano procurase la persona bre la pupila , como también el corte de la
ocultar, en ese caso cesa todo el encanto, boca : estas dos facciones son, según dice
y cierta impresión indefinible parece de­ Lavater, suficientes de por sí solas para
tener el impulso de nuestra estimación y descifrar las cualidades intelectuales de
confianza. Pero es muy difícil de apreciar una persona.
tan delicados matices , y sin embargo el Debemos tener muy presente que hay
fisónomo está en deber de apreciarlos, momentos en que el hombre se manifiesta
compararlos y formar un juicio exacto de tal como es en s í : á veces un encuentro
todos ellos. imprevisto, un movimiento de cólera , de
La forma general de la cabeza debe fijar piedad ó de ternura, bastan para formar el
en primer lugar nuestra atención , y for­ juicio de su carácter.
mar la causa de nuestro primer examen, Es preciso no confundir la espresion de
y pasando en seguida al análisis de las fac­ ciertos movimientos del alma : hay muchas
ciones, observaremos con atención la fren­ personas en cuya fisonomía se ve pintado
te , las cejas, la boca, la barba, etc. , de­ el mal genio , y á pesar de todo no es así.
teniéndonos algún tiempo en el paso de la El influjo de las pasiones del alma sobre
rente á la nariz, y en el de esta á la boca. las facciones nos ofrece vasto campo : por­
69—
—68—
cualidades parecen como secundarias y re­
que la envidia, los celos, la cólera y to­ lativas á la educación que se recibió, mien­
das las demas pasiones imprimen á la tras que el genio , el talento , la energía
larga sobre ellas ciertas señales indele­ .a flaqueza é imbecilidad que dependen de
bles. la forma huesosa , son innatas en el hom­
Y finalmente, la marcha , la voz, los bre , esceptuándose , empero , las altera­
ademanes y basta el trage puede propor­ ciones orgánicas del cerebro, resultadas
cionarnos vastos materiales para fundar por cualquier enfermedad ó por la vejez.
nuestros juicios. La educación no ejerce influjo alguno
Las partes sólidas de la cabeza deben sobre las formas huesosas, ni menos varía
escitar particularmente nuestra atención; su progresión natural, porque el genio ó
su forma, tamaño y posición pueden ser­ la energía no pueden de modo alguno de­
virnos de base para los principios genera­ pender de aquellas.
les que la esperiencia ha confirmado. La La educación solo puede acelerar ó de­
espresion de ciertas prendas morales y de tener el desarrollo del genio, y á esto de­
ciertos vicios , como son la franqueza, la bemos atribuir ciertas anomalías chocantes
probidad , la mala fé , la hipocresía , etc. que vemos en el carácter de algunos hom­
no pertenecen á las partes sólidas, sino bres : los hay que en la primavera de su
q u e , para lograr su conocimiento, es pre­ vida parecen dotados de todas las virtudes;
ciso consultar las facciones movibles. Estas
-7 0 - -7 1 -

pero, á penas se ven libres del freno que ter moral: he aquí lo que constituye la ver­
los sujetaba, se les ve abandonarse por de­ dadera ciencia fisonómica,
bilidad y sin que nada los detenga, al tor­ Para determinar si Lavater fundó su
rente de la disipación y del vicio. ciencia sobre principios sólidos, no dire­
Otros por el contrario en sus años ju ­ mos como él dijo: Leed y decidid, sino
veniles parecen exentos del fuego creador observad tanto como él y después juzgad.
que todo lo vivifica , y á veces una peque­
ña circunstancia, un solo instante basta
para encender en ellos el rayo del fuego, y
hacer que den en fruto las mas brillantes
producciones.
El valor de la espresion instintiva dedu­
cido por la configuración de las facciones,
es muy difícil de determinar , y así es que
muy pocas personas se han dedicado con
asiduidad á tan profundo estudio. Lavater
le consignó en un tratado que contiene las
diversas relaciones que existen entre la
apariencia esterior del hombre y su carác­
PRINCIPIOS GENERALES
DE LA C IEN CIA EISDNOMICA.

1.

De la cabeza.

Siendo la cabeza grande y la frente pe­


queña y triangular, denota talentos muy
escasos.
Si se halla comprimido el hueso occipi­
tal , ó sea la parte posterior del cráneo ,
indica un talento mediano, mucha obstina­
ción , terquedad y frialdad en las pasiones.
Cuanto mas desarrollada se halle la parte
occipital, tanto mas inclinada al amor será
la persona y tanto mas fogosas sus pasio-
=>74— ■73—

nes: habrá amor á los hijos y muchas ve­ de inteligencia que posea el individúo.
ces valor, aunque este depende mas bien Cuando la frente es algo arqueada y no
de la anchura de aquella parte que no de presenta protuberancia alguna , anuncia
su desarrollo posterior. dulzura : y á veces denota poca energía.
La cabeza ancha por la parte superior [Lámina 54/
de las orejas, indica el instinto carnívoro La frente abierta y lisa indica la 7702 del
y deseo de destrucción : así es que todos alma: pero si tiene arrugas y surcos, en
los animales sanguinarios tienen esta forma este caso manifiesta el desorden de las pa­
de cabeza, mientras que los pacíficos la siones , perturbación del alma y vejez , es-
tienen muy estrecha. cepto que en este último caso las arrugas
La cabeza puntiaguda en su parle supe­ presentan mucha regularidad , menos in­
rior , demuestra orgullo, ambición y al­ terrupción y se hallan mas próximas á los
gunas veces espíritu religioso. ojos.
Cuando las arrugas ocupan solo la parte
2.
superior de la frente , imprimen á la fiso­
De la frente. nomía cierto aire de asombro ó pasmo que
tiene mucho de imbecilidad. Son caras que
Por la forma y capacidad de la fren­ siempre parece que están diciendo: «Yo no
te puede juzgarse con acierto del grado lo entiendo.» Las arrugas perpendiculares
-7 6 -
—n—
prometen mucha energía y aplicación: pero Cuando el perfil de la frente se halla
cuando estas se hallan cruzadas por otras, bastante inclinado hacia atras y forma línea
en este caso denotan todo lo contrario. recta con la nariz , puede asegurarse que
La frente llena de nudos y protuberan­ la persona se halla dotada de conocimien­
cias irregulares caracteriza al temperamen­ tos escasos; pero en cambio será apasiona­
to colérico. (Lámina 52). da y justa. (Lámina 39 y 54).
Cuando en la juntura de la nariz con la Si esta misma perpendicular de la frente
frente hay arrugas horizontales, debemos
es algo cóncava en su parte superior, pro­
suponer un carácter duro é insensible. (Lá mete talento profundo, reflexivo y frío.
mina 38).
(Lámina h'óf.
Los surcos profundos y perpendiculares Cuando la frente es redonda y promi­
entre las dos cejas , pertenecen á personas nente , como acontece á la mayor parte de
de talento , siempre que aquellos no estén los niños , es indicio de un espíritu débil:
acompañados de otros surcos positivamente y si es muy prominente denota el cúmulo
contradictorios. de la estupidez. (Lámina I .“ figura 3. J
Cuando la vena frontal se manifiesta Si la frente se halla redondeada por su
muy clara en medio de una frente espa­ parle superior , algo saliente , y que des­
ciosa y bien formada , anuncia talentos es- cienda en línea recta, promete mucho ju i­
traordinarios. cio , espíritu irritable y corazón de hielo:
-7 8 — -7 9 —

á veces suele caracterizar al melancólico.


(Lámina 1 .a figura 3.
La frente chica y estrecha denota nuli­
dad de talento , y ademas indocilidad. De las cejas.
Cuando está muy inclinada atrás deno­
ta carácter fogoso y poco reflexivo , sobre Las cejas delgadas indican fiema y pa­
todo si los arcos superciliares no son muy ciencia. ( Lámina 38j .
salientes. (Lámina 55J. Si son horizontales descubren un carác­
Las frentes altas demuestran un «afora/ ter masculino y vigoroso. (Lámina 31).
caprichoso. Cuando son en parte horizontales y en
Cuando son muy salientes los arcos su­ parte curbas , anuncian energía é inge­
perciliares indican mucha memoria y apti­ nuidad.
tud para las artes , y si se observau sola­ Si las cejas están colocadas muy altas,
mente dos bultos simétricos en la juntura denotan casi siempre un alma incapaz de
de las cejas, y formando un ángulo sobre reflexión.
la nariz, en este caso puede asegurarse Habiendo mucha distancia de una á otra
que la persona tiene deseos de viajar. ceja , demuestra concepción fácil y genio
pacífico.
Cuanto mas se aproximan las cejas hácia
-8 0 - — 81—
los ojos, tanto mas sólido y reflexionado á las personas flem áticas, y anuncian por
será el carácter de la persona. lo regular debilidad y molicie.
Las cejas desiguales é irregulares indi­ Los ojos negros denotan energía.
can un entendimiento productivo. Si son verdosos indican un temperamen­
Cuando son ásperas y desordenadas de­ to colérico , en cuyo caso los párpados son
claran la mucha viveza del sugeto. rojos , retirados y sesgados. (Lámina 52).
Las cejas espesas , compactas , bien ar­ Cuando forman un ángulo agudo por el
regladas , y como liradas á cordel, casi lado de la nariz prometen entendimiento y
siempre indican un juicio recto y un sen­ agudeza.
tido sólido , reposado y sereno. Los ojos cuyo párpado superior corla
diamelralmente á la pupila , anuncia as­
A. tucia y agudeza. (Véase la lámina I .’ fi­
gura 10/
De los ojos. Los ojos pequeñuelos anuncian por lo
regular un carácter astuto, ingenioso y de
Los ojos demuestran siempre los movi­ discurso.
mientos de nuestra alma, al mismo tiempo Los ojos grandes, por el contrario, rara
que denotan los afectos de nuestro corazón. vez anuncian astucia , pero son una de las
Los ojos azules pertenecen casi siempre señales características de la dulzura y bon~
c
-8 2 - — 83—

dad. Todos aquellos animales que se dis­ nariz conserva su inmovilidad. Muda é im­
tinguen por tan bellas cualidades, como pasible espectadora en medio de unaescena
los carneros, los ciervos , la gacela , etc., apasionada y rodeada de actores espresi-
todos tienen ojos grandes ; mientras que vos, los presta su fria asistencia para el
los animales feroces y carnívoros los tienen efecto que desean , su energía para reali­
pequeños, como los tigres, galos , hie­ zarle , ó su beneplácito para consentirle ;
nas , etc. pero sin desempeñar nunca un papel acti­
5. vo. Que la pieza sea trágica ó cómica, ja ­
más varía ni de aspecto ni de posición.
De la naris. Siempre conserva el puesto del orden , la
inmovilidad de la indolencia ó el descuido
Hay facciones en el rostro humano que de la superioridad.
á cada paso varían según el estado del al­ ¿ Habrá de deducirse por esto que la
ma , y otras que permanecen inalterables nariz sea una facción insignificante para
cualesquiera que sean las emociones del juzgar á primera vista del carácter de las
corazón : á esta última especie pertenece personas ? Todo lo contrario : si por alguna
ia nariz Que los labios demuestren la ale­ causa se da mas importancia á los indicios
gría por medio de la sonrisa , la burla ó el que proporciona, es justamente porque no
desprecio por un gracioso fruncimiento, la participa de aquellas emociones fugaces
— 85—
—8Í—
especie de efigie del alma, y como un pro­
que hacen del rostro humano un cuadro
grama del carácter. La nariz y la frente
tan diversificado y movible.
están casi siempre en una armonía perfec­
La nariz no indica , es verdad , las emo­
ta , lo que la una anuncia la otra lo con­
ciones pasageras, pero marca la propen­
firma, sus decisiones son unánimes. Es muy
sión natural y constante del espíritu , la
raro que una nariz innoble se halle unida
energía de la constitución, y la clase do
á una hermosa frente. Tal nariz , tal fren­
temperamento. Por ella se descubre la de­
te , tal alma. Esta regla admite pocas es-
bilidad ó la energía, la nobleza ó la abyec­
cepciones.
ción , una sensualidad escesiva, ó la su­
A los quince años el pecho se ensancha,
jeción de las pasiones á una razón mas fuer­
la voz cambia y los sexos se caracterizan.
te que ellas. Es decir , que demuestra las
Hasta esta edad es imposible preveer la
inclinaciones primitivas que resultan de la
forma y dimensiones de la nariz. La época
organización material, aun mas que las
en que se perfecciona es la misma en que
propensiones variables nacidas de la edu­
los sexos se demarcan , en que el tempe­
cación ó del egemplo.
ramento se forma , y en que las facultades
Hasta la edad de 13 á 1i años, época de
físicas adquieren fortaleza ó permanecen
la pubertad , la nariz toma el desarrollo y
para siempre en la debilidad. De forma
la forma que debe conservar sin variación
que, la nariz es contemporánea de las in­
alguna , y ofrece , así como la frente , una
— 87—
— 86—
servando la arrogante esperanza de supe­
clinaciones, de las pasiones y del tempe­
rarlos, miraban la nariz en cuestión como
ramento, así como de aquella energía cor­
la única compatible con la magostad de los
poral que, según su grado, conserva cons­
dioses y de los héroes.
tantemente una poderosa iníluencia sobre
Muy raro es encontrar en nuestros tiem­
la conducta del individuo. ¿ Por qué pues
pos aquellas narices perpendiculares que
liemos de admirarnos de las preciosas in ­
los artistas griegos acostumbraban dar á
dicaciones que la nariz suministra al fi­
sus estatuas, y esto seria una perfección,
siólogo ?
una felicidad si hubiésemos de creer á La-
Las mas felices organizaciones se hacen
vater ; afirma este autor que una naris no
comunmente notables por aquellas narices
es fisonómicamente buena , grande ó espre-
grandes, sean ó no aguileñas, que ocupan
siva, sino cuando presenta inflexiones sua­
la tercera parte de la elevación del rostro
ves , leves ondulaciones ó muescas mas ó
y la cuarta parte de la cabeza. El hermoso
menos marcadas. Y añade : donde no se
cielo de Atenas y de Roma, las costumbres
encuentra una pequeña inclinación, una
republicanas, la vida campestre , el gim -
especie de rebaja en el tránsito de la frente
násio , y el circo formaban aquel carácte-
á la nariz , á menos que esta no esté muy
tan familiar en las fisonomías griegas y
encorbada , no hay que prometerse el mas
romanas ; y aun aquellos grandes pueblos
mínimo carácter de nobleza ni elevación.
que elegimos por modelos, bien que con­
-8 8 — —89—
Tal era el prestigio que los persas con­ píritu es' flojo , la voluntad vacilante , y
cedían al carácter de que tratamos , á la nula la razón.
nariz aguileña ó muy prolongada , que no La nariz que sube en dirección continua
hubieran admitido ningún rey ó príncipe hasta la frente sin ondulación ni depresión
que no la hubiese tenido : por eso los eu­ intermedia , es casi siempre el indicio de
nucos estaban especialmente encargados caprichos pueriles, de una escesiva vani­
de componer las narices de los jóvenes a l­ dad , y á veces de vicios y bajeza. No hay
tezas persas. cosa que mas envilezca al hombre , que la
Una gran nariz, superada por una frente irresistible necesidad de un poder que pol­
ancha y eminente y separada de ella por si mismo no puede conquistar. Tal era la
una leve hendidura , indica viva codicia nariz de Narciso.
del poder , firme resolución en superar los Una nariz aguileña anuncia por lo co­
obstáculos, y la perseverancia necesaria mún altanería y ambición ; esta es la de
para combatirlos ; pero no la circunspec­ los biliosos y melancólicos. (Làmina 55/
ción que los elude, ni la previsión que los Con una gran nariz la barba suele ser
conjura. La de Napoleón era de esta última espesa, los ojos negros ó pardos, los ca­
especie. bellos negros y toscos. La mayor parte de
Cuando los ojos se hallan casi nivelados los grandes políticos , de los mas célebres
con la nariz, podría asegurarse que el es­ ambiciosos, y muchos de los grandes poe­
-9 0 — — 91—
tas y otros ilustres escritores, se lian he­ Una nariz mediana y afilada es el indicio
cho notar por una nariz de grandes dimen- de una viva sensibilidad, de imaginación,

Narciso . Napoleon .

siones : Ciro, Constantino, Ovidio , Cice­


rón, Maquiavelo , Catilina , Cervantes, de entusiasmo , aveces de finura , de in­
Moliere , Schiller, Goete , etc., etc. teligencia, de astucia : tal es la de las per­
Una nariz cuyo caballete es ancho pro­ sonas nerviosas. Sin embargo se han visto
mete cualidades superiores. (Lámina 37). narices gruesas conciliarse con una astucia
•?*rír¿
a
— 92— — 93—
tan estreraada que parecía había de estar La nariz suele inclinarse hácia la dere­
reñida con la probidad. cha pero esto ninguna importancia tiene
Una nariz corla , recojida , gruesa en en cuanto al carácter : es el simple resul­
sus caídas, pálida y campanuda , es el in­ tado de la preferencia que cuasi todos da­
dicio y á veces el signo de un temperamen­ mos al lado derecho para el ejercicio de la
to linfático. Estas narices gruesas y cortas acción. Los zurdos suelen tener !a nariz in­
se ven generalmente asociadas á ojos azu­ clinada á la izquierda.
les , lábios gruesos y cabellos rubios, la Las grandes pasiones como las enferme­
barba entonces es débil y lampiña. Seme­ dades adelgazan el rostro y hacen resaltar
jantes narices prometen poca energía, poca mas la nariz : así suele decirse de aquel
constancia , menos discernimiento : pero cuyos proyectos fallaron, ó cuya ambición
no son incompatibles con cierto grado de no está satisfecha, «Se ha quedado con una
memoria , de imaginación ; y aun , como cuarta de narices.» Una cuarta es demasia­
los sugetos así formados están casi siempre do , pero la nariz en efecto se prolonga con
ociosos , enfermos y sedentarios , adquie­ las pesadumbres.
ren á veces una esperiencia doméstica La nariz cuya ternilla central se dilata
bastante madura para hacerse pasar en­ ostensiblemente prolongándose hácia la bo­
tre los suyos como una especie de fenó­ ca , indica cuasi siempre un egoísmo ó una
meno. sensualidad tan desordenadas que no es
— 94— -o s­

necesario dar otra señal para huir y mal­ l a nariz puntiaguda pertenece á las per­
decir á los que la llevan. sonas coléricas fiLámina 52).
Una nariz cuyo nacimiento es hundido y Los pliegues paralelos que se advierten
la punta gruesa y arremangada , anuncia sobre los costados de la nariz designan
poca sagacidad , poca elevación, pero en cuasi siempre hipocondría, terquedad, mi­
desquite mucha terquedad y una gran p ro ­ santropía , y á veces una tímida propen­
pensión á los celos. sión á la burla , que , no atreviéndose á
Si la nariz pende hacia la boca, y se in­ hablar, se venga por los gestos.
clina (como diría Mr. Chateaubriand) hacia Las gentes tímidas , los maniáticos ó los
el sepulcro , denota , no resignación como que se hallan preocupados por vivas sensa­
cree el autor de la Atala , sino ideas esen­ ciones, ó por meditaciones profundas, con­
cialmente terrestres , interesadas y mez­ traen á veces la costumbre de fruncir el es-
quinas. tremo de la nariz de un modo singular ,
La nariz recta y cuya raiz se halla algo otras levantan al mismo tiempo la cabeza
encorvada , demuestra un carácter impe­ y el lábio del mismo lado , y otras hacen
rioso , dominante y firme en sus resolucio­ oir maquinalmente un corto ruido sin sig­
nes ( Lámina 41). nificación ni consecuencia, pero empalago­
Cuando las ventanas de la nariz son pe­ so para los oyentes.
queñas indican genio corto. Muchas mugeres suelen tener las dos
— 96— -9 7 -

alas do la nariz escesivamente movibles. lada y reconquistada por los ilustres ca­
La célebre actriz francesa Mademoiselle pitanes sus tiranos.
Duchesnois , saca un gran partido de esta Las narices aplastadas y chatas denotan
ventaja en los papeles de Fedray Hermio­ graves achaques, á no ser que provengan
ne , y para aumentar el carácter de ver­ de algún accidente ó enfermedad. Esta es­
dad de la pasión que representa, se vale tructura de nariz se considera como her­
del medio de respirar solo con la nariz co­ mosa entre los hotentoles, y llegan hasta
mo en los sollozos. el estremo de emplear medios artificiales
Una nariz arremangada que no discorda para producir semejante deformidad que
con la boca ni con los ojos, es el indicio en su sentir es un adorno.
bastante fiel de un carácter apasionado. Otros pueblos han pensado de distinto
Sócrates y Gall las tenian a s í, y estos fi­ modo. Los hebreos escluian del sacerdocio
lósofos á quienes la naturaleza habia pro­ á los que tenian la nariz contrahecha, y los
digado sus dones, no desmentían el presa­ egipcios condenaban á las mugeres adúlte­
gio que se deducia de uno de sus defectos. ras á la pérdida de la suya.
Los tártaros tienen la nariz en estremo
corta y el humor hostil. Tal vez sea esta la
causa de que la fértil llanura en que tienen
su morada haya sido tantas veces conquis-
7
-9 8 - — 99—

La boca apretada y cuyo borde de lábios


6.
apenas se distingue, promete un genio apli­
cado , amigo del orden y de la limpieza
De la boca.
(Lámina 3 4 /
La boca dá todo el carácter á la fisono­ Si esta misma forma de boca sobresale
mía, y espresa casi siempre el estado inte­ por sus estreñios es afectación, pretensión,
vanidad , y malicia.
rior de nuestra alma : es la facción mas es-
presiva del rostro y por lo mismo la mas di­ Grande distancia entre las narices y la
fícil de apreciar en sus muchos y delicados boca denota falta de prudencia.
Los labios gruesos , pronunciados, pero
matices.
bien formados designan un carácter in­
La boca cuyos labios son carnosos, grue­
compatible con la falsedad ¿bajeza ó mal­
sos y muy deformes indica sensualidad y
dad , pero inclinado á la voluptuosidad.
pereza : á veces caracteriza al flemático
(Lámina 43/ 7.
La boca cuyos labios están casi siempre
De los dientes.
cerrados, apretados y recogidos pertenecen
al avaro. (Lámina 49/
La significación característica de los
Cuando sobresale el labio inferior anun­
dientes, bien sea considerados por su for­
cia fria bondad. ( Lámina 44/
— 1 0 0 -r
-1 0 1 -
ma bien por el modo que tengan de pre­ go talento amable y cortés unido á un co­
sentarse , es una de las observaciones mas
razón bueno y generoso.
positivas , sorprendentes y comprobadas Esto no quiere decir que sea imposible
que se conocen. de hallarse un carácter estimable en per­
Los dientes pequeños ó cortos , que los sonas que tienen dentadura cariada , fea
antiguos fisonomistas consideraban como ó desigual; pero está observado que esta
señal de una complexión déb il, son en los conformidad física depende casi siempre
adultos, por el contrario, el atributo de de enfermedades ó de alguna mezcla de
una fuerza corpórea estraordinaria. imperfección moral.
También suelen bailarse de esta forma Las personas que no cuidan su den­
en personas dotadas de bastante penetra­ tadura , ó que por lo menos no procuran
ción; mas en ambos casos ni son muy her­ conservarla en buen estado, anuncian
mosos ni de blanco esmalte. por solo este descuido sentimientos poco
Los dientes largos son siempre el indicio
nobles.
cierto de debilidad y miedo. La forma de los dientes, su situación y
Toda dentadura limpia , blanca y bien aseo (en cuanto este depende de nosotros)
colocada, que á una ligera sonrisa se ma­ indica mas de lo que parece nuestros gus­
nifiesta sin ostentación , y nunca se de­
tos é inclinaciones.
muestra enteramente , anuncia desde lue­
Cuando al hacer un ligero movimiento
—1 0 3 -
— 102—
{ La anatomía comparada nos suministra
para levantarse el labio superior descubri­ preciosas luces acerca de la espresion fiso-
mos toda la encia hasta el arco alveolar , nómica de la barba.
es decir, toda la eminencia de la quijada, Cuanto mas se aproximan los animales
solo debemos esperar mucha frialdad en el al hombre por sus formas físicas y por su
sugeto , cachaza y poca profundidad de inteligencia , tanto mas se desarrolla su
talento. mandíbula inferior formando lo que cons­
tituye la barba.
8. Estas son observaciones fijas que pue­
den hacerse en el orangután , en el gibon
y en los pitecos; pero , á medida que los
De la barba. animales se alejan en su conformación del
hombre , esta parte del rostro viene á ser
La barba muy saliente por su parte in­ menos pronunciada, y concluye por desa­
ferior indica siempre energía. (Lám i­ parecer en todos los que forman la última
na 50 ) . clase de los mamíferos.
Cuando es puntiaguda denota casi siem­ Cuando la forma de la barba es angular
pre astucia. (Lámina 31). promete un entendimiento justo, y corazón
Si por el contrario se halla recogida,
compasivo.
indica tener un carácter débil.
-1 0 4 — to s ­

La barba chala anuncia frialdad de


temperamento. (Lámina 57) ió .
Cuando es blanda , carnosa y tiene so­
bre barba, indica la sensualidad. De los cabellos.
La barba pequeña denota timidez,
La que es redonda y tiene hoyito anun­ Los cabellos cortos, negros , ásperos y
cia bondad. crespos suponen un carácter poco irritable
y á veces insensible.
9.
Los cabellos rubios y suaves anuncian
De las megillas. todo lo contrario: pues casi siempre deno­
tan dulzura.
Las megillas carnosas denotan por lo re­ Cuando existe una contraposición muy
gular apetito sensual. notable entre el color de las cejas y el del
Cuando tienen una hendidura en medio pelo es indicio que inspira desconfianza.
indican coquetisino y afian de figurar. Los cabellos rojos indican mal genio.
Las megillas flacas , hundidas y con el
hueso pomo muy pronunciado, demuestran
envidia y cierta gracia postiza que les
sienta muy mal.
— 106—
— 107—

carácter de un sugeto por ninguna de sus


T I.
facciones aislada, sino que comparen es­
tas unas con otras, facilitando de este mo­
D el cuello.
do el conocimiento que se tenga de las
unas para descubrir el de las quejse ignora.
El cuello largo denota un carácter lento
Hemos creído que para el logro de este
y cachazudo.
fui sería suficiente la reunión de 60 retra­
Cuando es grueso y corto caracteriza á
tos que se hallan todos diseminados en los
la persona colérica, sobre todo si las venas
diversos lomos de las obras de Lavater que
son muy aparentes. ( Lamina 52).
existen en otras naciones, Para ello ha si­
No nos estenderemos mas acerca de la
do necesario suprimir mucha parte del tes­
espresiou particular de las facciones, por­
to; y no hemos titubeado un momento en
que, uniendo el egemplo á los preceptos,
hacerlo, pues no dudamos que nuestros lec­
trataremos de amalgamar en la parte si­
tores se complacerán al ver un tomo donde
guiente los diversos caractéres de todas las
se halle toda la parte mas interesante de
facciones.
tan célebre escritor, despojada al mis­
Daremos empero un consejo á todas las
mo tiempo de todo aquello que puede mi­
personas que gusten dedicarse al estudio
rarse como superabundante ó poco digno
íisonómico, y es que jamás juzguen del
de llamar nuestra atención.
— 108—r

¥ puesto q u e , como dejamos dicho, to­


das las facciones del rostro concurren de
consuno á solo formar una facción homo­
génea, de aquí resulta que todas vienen á
manifestar un solo y único carácter.
Así pues,el conocimiento de la espresion
total de las facciones proporcionará una
dosis de probabilidades mayor que la que
pueda manifestar una sola facción.
Léase con atención la parte siguiente, y
multiplicando después las observaciones,
se conseguirán , no lo dudamos , conoci­
mientos mas que regulares en la ciencia
fisonómica.
— 109—

LÁMINA I .

F ig . I .a y 2 .a Un rostro cuya parle in­


ferior , es decir, desde la parle baja de la
nariz hasta la barba , sea tan larga como
las otras dos partes restantes, anuncia
mucha estupidez.
F ig. 3 .a Frente de un tonto : la frente
algo saliente y redonda parecida á las de
los niños; anuncia siempre poco talento ,
aunque sí mucha observación.
F ig . 4 .a Cúmulo de la estupidez.
F ig . 5 .a Esta frente indica au juicio rec­
to, corazón frió , pero irritable : á veces
suele caracterizar al melancólico.
F ig . 6 .a Talento profundo , frió y refle­
xivo.
F ig . 7 .a La frente arrugada oblicua-
— n o -e ­

mente , descubre un carácter sospechoso y


apeno de talento.
F ig . 8 .a Carácter d éb il, desnudo de
talento; y que , á pesar de todo , quiere
ostentar cierto aire de importancia.
F ig . 9 .a Cuando la frente está surcada
de rayas confusas y bastante salientes, del
nota un carácter enredador, chismoso,
colérico y difícil de manejar.
F ig . 10.a Los ojos cuyo párpado supe­
rior corta diametralinenle á la pupila, indi­
can un talento astuto , malicioso y diestro.
F ig . 11.a Los ojos de esta forma son
coléricos , los párpados se hallan retirados
liácia atras y sesgados, y el globo del ojo
es muy saliente.
F ig . 12.a Cuando los ojos, vistos de
perfil, parecen hallarse casi al nivel con la
raíz de la nariz á pesar de no ser salientes,
— 111—

anuncian siempre una débil organización,


y á veces cierto grado de imbecilidad.
F ig. 43. Los ojos saltones y que descu­
bren toda la pupila, caracterizan á los
hombres inquietos, sin energía reflexiva, y
que solo obran por capricho. También in­
dican facilidad para pronunciar y apren­
der idiomas estrangeros , mucha memoria
de nombres , y verbosidad en el decir.
F ig . Mt. Los ojos que distan uno de
otro mas que la medida de uno de ellos ,
manifiestan poca disposición intelectual.
Esta configuración es también señal de Zo?z-
gevidad, sin duda por indicar la fuerza
corporal; los animales mas fuertes como el
loro y otros, todos tienen los ojos muy se­
parados.
— 112—

LÁM INA I I .

F ig . 15.a Esta clase de cejas demuestra


cierta viveza que suele rayar en insocial.
F ig . 16.a La nariz que se inclina consi­
derablemente liácia la boca, indica las mas
de las veces cierto talento frió y reserva­
do : y si la punta de esta misma nariz se
halla algo encorbada ó aplastada, demues­
tra avaricia y deseo de atesorar it trueque
de privaciones.
F ig . 17.a Esta clase de nariz cuya for­
ma irregular es cóncava en su parte media
y angular en sus contornos, pocas veces
pertenecerá á persona de carácter noble y
grande , sino que mas bien indica cierto
talento grosero.
F ig . 18.a La nariz sin inflexión alguna,
y que mas bien que una nariz parece un
— 113—

pedazo de carne pegado á la cara , nunca


se verá que pertenezca á un 'hombre de
ingenio superior. . .
F ig . 19.a Una nariz prolongada , á cu­
yos lados se notan algunas arrugas oblicuas
y movibles, indica por lo general un genio
pertinaz , pesado , malicioso y aficionado
á los placeres sensuales.
F ig . 20.a La nariz remangada , y muy
distante de ta boca, nunca pertenecerá á
la cabeza de un grande hombre.
F ig . %\d Grosería , avaricia.
F ig . 22/ insulsa p o lítica , malicia g
sórdida avaricia. ■
F ig . 23.a Carácter despreciativo.
F ig . 24. E xa c titu d , espíritu de orden,
frialdad.
F ig , 25.a Bondad aparente y .fr ia ,
F ig . 26.a Bondad y simpleza.
8
, I
— 1 )4 —

LÁMINA I I I .

Hay ciertas fisonomías cuyas facciones


forman un conjunto desagradable , y e n
las que ninguna facción en particular con­
tribuye á mejorar la fealdad que en ellas
se notan. Esos ojos pequeños, redondos y
salientes , esa frente estrecha y ovalada ,
esa nariz corta y en cuya raiz se observa
bastante cavidad, todo indica poco talento,
carácter inclinado á la avaricia y no dire­
mos al egoísmo, porque tan detestable vi­
cio supone siempre un alma insensible. A
pesar de que la boca no presenta gracia
alguna sino que por el contrario tiene cier­
ta sequedad , á pesar de esto no diremos
que indique mal corazón, pero si podemos
asegurar que una muger de esta cara es
incapaz de hacer nada sublime.
—115—

LÁ M IN A IV .

Carácter reflexivo y aun profundo, viva­


cidad de talento y travesura , tales son las
dotes que caracterizan á esta fisonomia : el
trazo longitudinal que se nota en el entre­
cejo anuncia cualidades superiores y dis­
posiciones generales , pero el indicio mas
cierto de todas estas circunstancias es la
hechura de la frente , ancha , espaciosa,
elevada y prominente. La forma de la boca
indica cierta propensión á la burla y sar­
casmo , porque el labio inferior está algo
partido, y la nariz se inclina un poco liácia
la boca.
-1 1 6 -

LÁMINA V .

La piedad mas tierna y la mas dulce re­


signación reinan en esta fisonomia feliz: es
cara que admite todo género de virtudes y
promete talentos naturales , pero con me­
nos energia y menos dulzura que la del
número 12. No conoce el disimulo ni la
falsedad , y preferirá el estudio y los pla­
ceres de un asilo solitario, á las vanas dis­
tracciones del gran tono y al insulso ma­
nejo del coquetisino. Podrá dividir un amor
tierno y delicado , pero de vez en cuando
se le presentará la idea de retirarse á un
claustro.
¡Hombres insensatos é incrédulos! Com­
parad esta fisonomía con la del número 8, 1
y decid después á cual de ellas confiaríais
vuestra felicidad.
—117—

LÁM INA V I.

Una fisonomía puede muy bien tener


buenas formas y estas no ser seductoras :
las facciones de esta cara , si bien se nota
en ellas cierta dureza , fuera difícil negar­
les el talento natural y hasta cierta nobleza
incompatible con la avilantez : pero no
abrigará en su pecho los delicados senti­
mientos que constituyen el encanto de un
alma sensible : sino que, alejada de las
dulces emociones de la ternura y piedad,
rara vez se verá asomarla risa á sus labios.
Esta fisonomia parece haber sido forma­
da para pasiones violentas, como son el
odio y la cólera, á pesar de que anuncia
un carácter enérgico, resuelto y capaz de
sobrellevar con firmeza el peso de las des­
gracias.

*
—118—

LÁMINA V i l .

Anunciase el temperamento flemático por


los contornos gruesos y redondeados, cejas
delgadas, tez blanca , cabellos rubios, for­
mas huesosas poco aparentes , y ojos bas­
tante distantes y azules: estas señales ca­
racterísticas son acaso menos pronunciadas
en el bello sexo, porque las mugeres en
general se aproximan mas á este género
de temperamento que los hombres. Sea
como quiera, fácilmente se concederán á
la figura 7 .a indicios marcados de flema,
al mismo tiempo que retrata el rostro de
una muger aplicada á sus deberes y á los
de su casa , arreglada y económica hasta
el estremo de ser miserable y ruin. Es mu­
ger de pocas palabras, y de corazón tierno
— 119—

aunque frío ; su boca, perfectamente cer­


rada, es el indicio del orden económico que
dejamos espuesto, pero si sus lábios fuesen
mas recogidos produciendo lo que vulgar­
mente se llama boca de bolsillo , en ese
caso se la pudiera tachar de avarienta.
Todo el aspecto de esta fisonomía parece
ser de una holandesa.
— 120—

LÁ JIIN A V III .

En la obra grande de Lavater se lee el


párrafo siguiente : (1),
«Si la anchura de la cabeza escede á su
«longitud, resulta un contorno duro , muy
«pronunciado y angular, indicios todos de
«la mayor inflexibilidad en el carácter,
«acompañada de la mas horrenda maldad.»
Muy lamentable seria que este aserto ,
demasiado general, se justificase siempre
por la observación ; pero, á pesar de esto,
puede asegurarse que cuando , ademas de
esta conformación , se notan en las faccio­
nes las señales nada equívocas de la mal­
dad , desde luego puede suponerse que
existe esta en la rouger. De esta clase es la

(1 ) E ssa is p liy s io n o m o n iq u e s , 4 v o l. ¡n 40.


—1 2 1 -
fisonomla de la lámina 8 .a : sus contornos
son en efecto duros y pronunciados , y la
distancia de la boca á la parte posterior de
la cabeza es mas ancha que la de la frente
á la barba ; pero , si observárnoslas arru­
gas de los ojos , la forma de la boca , y
sobre todo la de las alas de la nariz, no
titubearemos en atribuirle un carácter du­
ro , malo , desdeñoso , lleno de amor pro­
pio y de invencible obstinación.
La nariz puntiaguda é inclinada hacia la
boca cuadra perfectamente con esta cara:
pero la facción que mas la caractei iza es
la contracción de las alas de la nariz re­
mangadas ; indicio cierto del caractei des­
preciativo, sobre todo inclinándose hacia
abajo los estreñios de la boca y adelantán­
dose el lábio superior.
Sin embargo , es preciso no confundir
— 122—

con este tipo constante la espresion mo­


mentánea del desprecio en una fisonomía
bondadosa.

LÁMINA IX .

Ingenuidad, confianza y franqueza-, tales


son los principales caractéres de esta fiso­
nomía , la frente conserva aun algo de
infantil para anunciar cualidades superio­
res; pero lo demas de la cara, y sobre lo­
do la barba , prometen cierta energía que
se desarrollará con la edad.
El conjunto de esta fisonomía, escluyen-
do la frente, ofrece mucha vivacidad y
cierto talento natural.
— 125—

LAMINA X .

No es necesario ser fisonomista para co­


nocer que en esta cara domina un tempe­
ramento melancólico : esa forma de rostro
prolongada , esos ojos hundidos, esa na­
riz remangada, ese color pálido y esa fren­
te arrugada, todo contribuye á corroborar
esta idea.
Esta fisonomía ofrece toda ella un con­
junto desagradable , pues ninguna de sus
facciones recuerda la bondad : esa boca
cuya dirección es oblicua , denota un ca­
rácter áspero y agrio , y su complemento
denota cierto humor negro que harto se
manifiesta al esterior.
Esta muger demuestra también cierta
firmeza que puede degenerar en obstina­
ción y terquedad.
-1 2 4 —

LAMINA X I.

Existen en la naturaleza ciertas fisono­


mías que, á pesar de ser bien formadas, no
ofrecen ni grandeza ni sublimidad ; fisono­
mías que parece no debieran esperimentar
los delicados goces y elevadas sensaciones
que forman el atributo de un alma verda­
deramente grande y animada por el ejer­
cicio de la virtud.
Pero, si muchas de estas sensaciones
son estrañas á este género de fisonomías,
liállanse dotadas en cambio de pasiones
susceptibles de llegar al mayor grado de
vehemencia , porque l.i volubilidad de su
lengua no las permite espresarse sino á
torrentes de palabras,
La cara del número 11 no puede dudarse
— 125—
que pertenece á esta especie, en ella se ve
pintado el espíritu, la viveza, la animación
y cierto grado de bondad acaso un poco
simple, pero la escasa prominencia del
hueso orbitario anuncia que aquel carácter
no se hizo para la reflexión , y aun indica
algo de testarudez.
Como el mejor medio de hacer adelan­
tos en la ciencia fisonómica consiste en
comparar y aproximar los estreñios opues­
tos , comparemos una por una todas las
facciones de esta cabeza con la de la si­
guiente , y hallaremos una diferencia bien
notable.
— 126—

LAM INA X II.

Siempre que veamos unirse el estilo


grande y noble que caracteriza las cabezas
griegas á la serenidad de una bella alma,
desde luego por estos solos indicios pode­
mos juzgar bien de la persona ; y así es en
efecto, porque bailándose rasgada de re­
mordimientos el alma del culpable, no pue­
de imitar la tranquilidad de la virtud , ni
menos afectar la sensibilidad cuando el
corazón es frió.
Grandeza de alma , bondad, dulzura y
sensibilidad, tales son las dotes de esta fi­
sonomía. Cuando el conjunto de las faccio­
nes guarda perfecta regularidad, es decir;
que se divida el rostro en tres partes igua­
les , á saber : la frente, la nariz y la parte
inferior, desde luego puede asegurarse que
— 127—

semejante rostro os incapaz de una bajeza.


La boca de esta fignra está denotando
bondad y compasión, y la barba revela la
energía de la persona.

LAM INA X III .

Descúbrese en el conjunto de estas fac­


ciones cierto carácter masculino y enérgico
muy pronunciado : las cejas horizontales,
la barba saliente y los ojos negros, anun­
cian cierta fuerza interior ; la nariz, cuyas
alas están algo dilatadas , así como la for­
ma de la boca, denotan prudencia. En
vano se buscará en este rostro una facción
débil; porque la forma de la frente es per­
fecta , y la elevación de los arcos superci­
liares anuncian mucha reflexión.
En las lecciones de Lavater dejamos ya
—128—
dicho que, cuando una facción principal
es característica , lo son igualmente todas
las (¡ue de ella dependen. La fisonomía del
número 13 prueba hasta la evidencia que
todas las facciones del rostro contribuyen á
formar un conjunto homogéneo: claro está
que una nariz de la forma que nos presenta
esta figura debía precisamente asociarse
con una frente tal como la que vemos, ele­
vada, prominente , voluminosa y capaz de
concebir grandes ideas; pero es fuerza
confesar quo esta forma de fisonomía es
muy rara , sobre lodo en el bello sexo.
— 129

LÁMINA X IV .

El hombre menos conocedor en fisono­


mías no dejará de ver que en esta cara
falta energía y actividad, pero sí que reina
en ella mucha sensibilidad : en efecto , la
barba echada hacia atrás denota siempre
un carácter déb il, sobre lodo si el perfil
de la nariz es cóncavo.
Esta fisonomía anuncia mucha inclina­
ción á las pasiones tiernas, pero domina en
ella el temperamento ílemático-melancólico
con mayor vigor que en la figura 27.

9
— 130—

LAMINA X V .

Muger sabia, que piensa profundamen­


te, discute, examina los pormenores, los
analiza y no admite nada sin haberlo so­
metido de antemano alas luces de su razón:
obsérvase en esta fisonomia gran penetra­
ción , pero cierta obstinación y reserva en
su carácter ; es una cara que por sus con­
tornos y la posición de su frente hace es-
cepcion á la regla general de que el aná­
lisis exacto y matemático no pertenece al
juzgado de las muyeres, pues su cargo se
limita al ejercicio de la razón y de los
afectos.
■m n
—151—

LAMINA X V I.

Esta fisonomía anuncia un carácter dis­


tinguido y capaz de ejecutar grandes de­
signios, pues para persuadirse de ello ,
basta solo examinar esa nariz y esos ojos:
es cara que manifiesta grandeza de alma:
sus facciones indican noble tranquilidad,
at
y sus miradas penetrantes mucha inteligen­
cia y discreción.
La rnuger que ostenta una cara como es­
ta , es imposible que sea un ser vulgar ó
limitado ; bien puede ser , sin embargo,
que un ser vulgar ó limitado tenga algu­
nas facciones parecidas á esta cara, lo que
parecerá una paradoja; pero no es así,
porque pueden muy bien asemejarse algu­
nas personas un poco, y haber mucha di­
ferencia en sus caracteres.
-1 3 2 —

No queremos dejar pasar esta ocasión


sin observar que existen en la naturaleza
diversas especies de semejanzas que es
preciso no confundir, como por ejemplo, á
veces vemos dos hermanos cuyos genios
son diferentes y, sin tener ninguna facción
ig u a l, existe entre ellos cierto aire de fa­
milia que nadie puede definir.
En otros vemos , por el contrario , que
esta semejanza es producida por la confor­
midad de humor y carácter : hay personas
coléricas que se parecen á otras de igual
propensión tan solo porque en todas ellas
el hábito de la cólera ha modificado de
igual modo su fisonomía, á pesar de que
en el fondo todas sus facciones sean dis­
tintas.
— 155—

LAM INA X V II.

Un carácter á la par que violento y re­


flexivo , sombrío , celoso y disimulado, se
halla impreso sobre esta fisonomía , la que
descubre igualmente á la muger altiva, sos-
pochosa y vengativa; sin embargo, es pre­
ciso concederle la prudencia y compren­
sión. La posición de la frente echada hácia
atrás caracteriza al carácter arrebatado, y
y su altura indica un natural caprichoso.
Las berrugas que se observan en el car­
rillo y barba de esta cara anuncian, según
algunos fisonónomos , un temperamento
sanguíneo é inclinación al amor ; pero es
un indicio muy equívoco , según las ob­
servaciones que tenemos hechas.
— 134—

LAMINA X V III.

Bondad, alegría é inocencia son los ca­


ractères que nos ofrece esta fisonomía , en
la que se ve brillar el feliz conjunto de los
temperamentos flemático-sanguíneos. Esta
joven tiene un carácter bueno y cándido;
se contenta con placeres sencillos , no gus­
ta de adornos ni boato, la mas pequeña
pena hace correr sus lágrimas , aunque se
consuela con facilidad , y á veces antes de
enjugarse su llanto, asoma la sonrisa á sus
lábios.
Estas facciones no anuncian en verdad
gran talento, pero sí una muger arreglada
y constante ; de buena salud y larga vida
por la separación que tienen sus ojos.
B U
— 155—

LÁMINA X IX .

Este carácter lleva consigo el sello de


una dulce melancolía : naturalmente incli­
nado á la reflexión , sabrá bastarse a si
misma y hallar en la soledad recursos con­
tra el fastidio. La boca , y sobre toda la
forma de los lábios, indican un esquisito
gusto , y hasta parecen caracterizar al ge­
nio poético. La frente es bien formada ,
pero en particular la salida de los huesos
orbitarios caracteriza á los seres dolados
de la facultad de pensar profundamente.
El conjunto de las facciones denota un
alma grande y noble, pero la escesiva lon­
gitud del cuello pudiera acaso manifes­
tarnos un carácter algo indolente.
La fisonomía en general parece ser de
una inglesa.
— 156—

IÁMINA XX.

Esta fisonomía tiene todo el carácter de


la frialdad y el orgullo, si bien anuncia al
mismo tiempo ciertas bellas prendas, como
son: generosidad, grandeza de alma y
bondad ; todas sus facciones, y en particu­
lar la nariz, la barba y la boca , indican
mucha energía , y la primera , sobre todo
demuestra talento y astucia.
AI primer golpe de vista parece obser­
varse en esta cara cierta ligera tinta de in­
dolencia ó indiferencia; pero deberemos
mas bien atribuir esta indicación al orgu­
llo , que parece arrostrarlo todo , ó al es­
tudio filosófico de que esta fisonomía se
halla revestida.
— 157—-

LÁMINA XXI.

Afectación , pretensiones, vanidad i


malicia , tales son los indicios de esta fiso
nomia: una boca cuyos lábios se hallan re­
cogidos y apretados y su abertura recta y
algo remangada en sus estreñios , son sé-
nales ciertas del amor propio degenerado
en afectación ; la nariz afilada y sus alas
contraídas y estrechas denotan muchas
veces el desprecio. Es cierto que la frente
de esta cabeza indica algunas disposiciones
intelectuales, pero está muy distante de
denotar ingenio.
-1 5 8 —

lámina X X II.

Existe una diferencia muy notable entre


las facciones de una coqueta y las de una
muger modesta y recatada : en las prime­
ras no se encuentra aquella tranquilidad ,
aquel reposo y sencillez que caracterizan a
las fisonomías del número 12 , ni la can­
didez que anuncia el número 4 , sino que
ñor el contrario se observa en ellas el de­
seo de agradar en lodos sus movimientos,
siéndoles habitual el aire de ligereza y la
intempestiva sonrisa.
Es muy difícil el asignar al coquelism)
caractéres fisonómicos positivos y particu­
lares ; pero es digno de observarse que
toda muger de talento superficial, con al­
gunos atractivos y mucho amor propio,
será siempre inclinada al coquetisino.
—159—

LÁMINA X X III.

Hay fisonomías que consigo llevan el


sello de la bondad natural. Esta es una de
ellas , y ¡ ojalá fuesen mas comunes! Ob­
sérvase en ella cierta bondad mezclada con
viveza , mucha alegría y franqueza, y ade­
mas talento natural.
En esta fisonomía no se echa de ver la
menor señal de avaricia , sino que , por el
contrario, demuestra un corazón generoso
y un alma tierna y compasiva. Verdad es
que la altura de la frente desigua un ca­
rácter caprichoso; pero este ligero defecto
se halla eclipsado por la mucha energía que
demuestra la altura de la nariz.
_140—

lámina XXIV.

Asegurar de qué será capaz esta cara,


es cosa bastante difícil, solo sí podremos
decir que es incapaz de efectuar acciones
verdaderamente grandes.
Esta fisonomía, á decir verdad , no de­
muestra maldad ; pero puede asegurarse
que carece de grandeza y de v id a . tan
cierto es que cuando el rostro llega a to­
mar esta posición , rara vez será capaz de
producir una grande acción.
El contorno de la frente indica mas bien
talento que ignorancia, observándose igua
carácter en la nariz y el ojo; pero esto solo
acontece si consideramos estas facciones
aisladas. La espresion de la boca, así como
el tránsito de la frente á la nariz, la general
-1 4 1 -

languidez y abandono que en ella se obser­


van, no prometan mucho juicio. Lamuger
que tenga un rostro semejante á este, solo
podrá captar almas débiles, y solo hará
resistencia por capricho ó por fingimiento.
CLavater.}

LAMINA X XV.

Esta es una fisonomía que gustará y sa­


brá hacerse amar : sus contornos son gra­
ciosos y redondeados, y aunque menos
lánguida que las láminas 1í y 27 , prome­
te mucha rectitud en su juicio, y sobre todo
una fidelidad á prueba. Escucha con sen­
cillez, sin disimulo ni malicia, abandonán­
dose tranquilamente á las ideas agradables
que la ocupan y que sabe muy bien relie-
— 142—

xionar á sus solas. Su actitud es también


la del amor atento que, desconoce todo gé­
nero de proyectos intrigantes, y que nada
es capaz de disminuir su afecto.
('Lavater.)

L h lIN A X X V I.

¡ Olí vil interés, cuán odioso eres á los


ojos de la razón, sobre todo si das origen al
egoísmo é insensibilidad 1 y sin embaígo
este es casi siempre el fin de tus designios!
¿Habremos de reconocer un tipo de fiso­
nomía marcado para los avaros, ó mas bien
convendremos en que el mismo vicio es el
que degrada á tal punto las facciones hu­
manas?
Sin embargo, observaremos que pocas
-1 4 3 -

íisonomias hay tan características como la


del avaro ; ojos pequeños y ocultos en sus
órbitas, nariz puntiaguda : boca sumida,
delgada y apretada , y barba saliente, ta­
les son las facciones que por lo general ca­
racterizan el rostro del avaro.
No queremos decir con esto que todos
loa avaros reúnan precisamente el conjun­
to de todas estas facciones; pero siempre
se hallará marcado en sus fisonomías el
carácter de apocamiento y minuciosidad
que escluye la grandeza de alma y nobleza
de sentimientos.
— 144—

LAMINA X X V II.

Un temperamento sanguíneo unido á una


ligera tinta flemática domina en esta fi­
sonomía, en la que ademas se observa
cierta bondad y escesiva sensibilidad. El
conjunto de todas estas faetones anuncia un
corazón inclinado á la ternura , y un ca­
rácter sin fuerza para resistir á este im­
pulso ; todo en esta cara anuncia molicie é
indiferencia ; pero, aunque ninguna de sus
facciones demuestra energía, reina por lo
menos en ellas mucha docilidad , dulzura
y amenidad.
r~!'r.vs
- tío -

LAMINA X X V III.

Viveza, bondad y cierto talento poco re­


flexivo y ligero , aunque imprudente , ta­
les son los atributos de esta fisonomía ; á
estos se puede añadir la dulzura que indi­
can sus contornos redondeados.
Ni las cejas, ni el paso de la nariz á la
frente denotan carácter reflexivo : esta lá­
mina , como la anterior, anuncia ser in­
clinada la persona á la ternura ; pero será
quizá menos constante en sus afectos.

10
— 146—

LÁMINA X X IX .

Lavater en su última obra, hablando de


esta clase de fisonomías, se esplica en estos
términos (1).
«Toda muger que tenga la raíz de la na-
«riz muy hundida, mucho pecho y los dien-
«tes caninos algo salientes , por muy fea
«que sea , no dejará de tener para los li-
«berlinos y viciosos mas atractivos y en-
«cantos que una muger verdaderamente
hermosa; Las mas temibles prostitutas que
«vemos comparecer en los tribunales se
«distinguen todas por estás circunstancias.»
«Huyamos como de la peste de estas mu-
«geres que la naturaleza señaló con tales

(1) Regles phisionom iques, ou observations sur


q u e lq u e s tra its c a r a e lé r isliq n e s, par J . G. L a v a ter.
-1 4 7 —

«facciones, y no formemos con ellas vín-


«culos de ningún género , aun cuando g o -
«cen de la reputación mas pura.»
Si solo estuviese fundada la ciencia fiso-
nómica sobre semejantes bases, fuera pre­
ciso quemar todos los libros que tratasen
de la materia ¡ De cuántos desórdenes se
cubriría la sociedad si tan absurdas reglas
se adoptasen!
i Y qué seria de las ¡nocentes victimas
que arrastrasen tan precipitados juicios!
Aborrecidas, despreciadas, separadas del
seno de la sociedad , se verían obligadas á
abandonarse efectivamente á todo género
de desórdenes y vicios.
De la fisonomía número 29 puede con
mayor certeza y menos exaltación, decirse
lo siguiente :
La cavidad de ¡a raíz de la nariz contri-
—148—
buye siempre á darála fisonomía cierto aire
común : les dientes caninos muy adelanta­
dos suponen siempre una quijada saliente:
estos indicios denotan un carácter arisco,
indigesto, impaciente, y mordacidad sin ta­
lento en el decir. El conjunto de estas fac­
ciones promete poca ó ninguna energía re­
flexiva.

LAMINA XXX.

El carácter violento , arrebatado é irre­


flexivo se halla impreso en esta fisonomia:
esa frente echada atrás y de forma pirami­
dal, indica disposición parala música: esos
ojos negros y centellantes anuncian un ca­
rácter fogoso.
La poca salida de losarcos superciliares,
denota un carácter poco reflexivo; sin em-
— 149—

bargo, el conjunto de estas facciones, y


en particular la barba, anuncian mucha
energía.
Este género de fisonomías es mas raro
entre el bello sexo que entre los hombres,
porque el carácter fogoso á la par que
enérgico parece mas bien pertenecer á es­
tos últimos, mientras que las pasiones dul­
ces son por lo general el patrimonio del
sexo hermoso , y así es que las facciones
de este último, mas delicadas y menos
pronunciadas, son incompatibles con la
demostración de las pasiones violentas.
Existe la misma proporción , ha dicho
cierto autor, entre la cara del hombre y
la de la muger, que entre la edad viril y la
adolescencia: pero este aserto carece de
exactitud, porque la cara de la muger dice
siempre mas que la del adolescente, y las
— ISO—

sublimidades y delicadas sensaciones siem­


pre fueron el atributo de la muger.

LAM INA X X X I.

En vano se buscará en esta fisonomia la


espresion de la franqueza : siempre que la
barba puntiaguda se asocia con ojos pe­
queños , es indicio cierto de poca sinceri­
dad. La oblicuidad de la boca no ofrece
bondad de ninguna especie , y los lábios
recogidos y apretados descubren al avaro;
finalmente, el conjunto de todas estas fac­
ciones constituyen la fisonomía de un viejo
astuto , malicioso, embustero , avariento y
de carácter tan firme que casi rayará en
terquedad.
La marcha de este hombre será viva,
pero hablará con lentitud y circunspección,
—1S1-

porque la desconfianza es el alma de todo


su carácter.

LAMINA X X X ll.

Esta es la fisonomía de un hombre muy


apto para los negocios : la parte superior
de la cabeza tiene mucha elevación , señal
característica y siempre cierta del calcu­
lista , del hombre profundo ; brillará en
todas las ciencias que exijen precisión,
profundidad y sostenida aplicación. Podrá
ser buen geómetra , pero nunca será poe­
ta : esta fisonomía, sin embargo, care­
ce de la firmeza y severidad que se obser­
va en la del número 45, y ademas domina
mas en ella el temperamento sanguíneo y
afición á los placeres, razón por la que se
le verá de vez en cuando descuidar sus
negocios para correr en pos de las diver­
siones.

LAMINA X X X III.

Nótase á primera vista en esta fisonomía


cierto carácter de probidad , porque á la
par que la boca demuestra bondad y dul­
zura , indica astucia y esperiencia , y por
otro lado la barba sacada y triangular ca­
racteriza un genio resuelto sin terquedad,
y un corazón bienhechor. Es muy grande
la distancia que separa la frente de la na­
riz, para que ofrezcan algo de sublimidad,
a pesar de que denotan una concepción fá­
cil. La boca cuya hendidura es recta y los
labios poco aparentes, manifiesta siempre
ser de un hombre aplicado , amigo del or­
den y de la limpieza.
— 1 So-

lamina xxxiv.

Inclinación al orden y espíritu melódi­


co , tales son los caracteres que indican
esta fisonomía: la boca apretada cuyos bor­
des de labios apenas aparecen , anuncian
siempre un genio aplicado y amigo del or­
den : la parte inferior de la cara algo re­
cogida , promete un hombre discreto, mo­
desto , grave y reservado, y no le gustará
una obra á no ser clara y metódica. Es
hombre que con dificultad hará un verso,
ni pasará los límites de la mas rigorosa
exactitud.
La forma de su letra será pequeña y
recta , su marcha lenta y grave, sus dis­
cursos carecerán de fuego, pero serán
claros, sucintos y razonables.
-1 S 4 —

LAMINA X X X V .

Entendimiento pesado, corto, rudo, ig­


norante y grosero , es cuanto manifiesta
esta fisonomía. Es digno de notarse que
siempre que á esta forma de nariz se unan
labios muy gruesos y deformes , reinará en
el sujeto un carácter obstinado y pertinaz,
y este será mas marcado s i , como en esta
cara, existe ademas la frente perpendicu­
lar y cóncavo el occipucio ó sean las ele­
vaciones ocipitales. Aquí podemos aplicar
un principio general y es : que toda conca­
vidad notable , indica la falta del órgano
que corresponde al sitio.
—1 5 5 -

LAM INA X X X V I.

La embriaguez lia desfigurado este ros­


tro ; cada una de sus facciones descubre el
rastro de tan bajo vicio : esa nariz y esa
boca indican una grande alteración en sus
primitivas formas, ese mirar ha perdido
toda su fuerza , y todas sus facciones res­
piran el indicio de una sed insaciable.
El hombre que se entrega á la bebida
tiene casi siempre encarnada la nariz y ¡as
megillas, y á veces los párpados se ven
rodeados de este color: su piel es en ge­
neral blanda , fofa y arrugada, sobre todo
debajo de la barba.
-1 5 1 3 -

LAMINA X X X V II.

El original de este retrato sabe gozar de


la vida con prudencia , y si no usa de los
placeres con demasiada delicadeza , sabe
por lo menos huir de los escesos. El giro
de su entendimiento supone mas molicie
que dureza , mas dignidad que elevación,
carácter firme mas bien que pasiones vio­
lentas , y una viveza pasagera mas bien
que un resentimiento de larga duración.
La ceja indica lo bastante cuanto tiene
de colérico este sugeto : el ojo es un com­
puesto de melancolía y paciencia, obser­
vándose igual mezcla en el contorno de la
oreja á la barba ; pero en todo el perfil se
nota cierto fondo sanguíneo apoyado por
cierta dosis de cólera.
— 157—

LAMINA X X X V III.

La dureza se ve marcada en todas las


facciones de esta cara: esas arrugas que se
aproximan á los ojos, las que hay junto á
la nariz, el ángulo saliente que forma la
parte inferior de los carrillos , todos son
indicios de un carácter duro y ageno de
toda sensibilidad. La prominencia de la
barba manifiesta cierta energía, y la forma
de la frente anuncia un entendimiento frió
y reflexivo , pero de ningún modo prome­
te docilidad.
Este sugeto será preciado del talento que
no tiene , y su conversación será molesta,
porque , queriéndose elevar á lo sublime,
no dirá sino disparates.
El temperamento melancólico domina
bastante en esta fisonomía.
— 188—

LAMINA X X X IX .

El ojo de esta fisonomía tiene mucha


animación, la boca declara la inclinación
á los placeros y las cejas suavemente ar­
queadas caracterizan al hombre sanguíneo.
Los hombres de este temperamento tie­
nen por lo regular la cara muy animada,
espresiva , y los ojos azules y vivos : pa­
rece que la naturaleza los haya privado
de fuerzas físicas, tan solo para colmarlos
con las mas preciosas dotes del entendi­
miento. Se conmueven con facilidad, un
nada los aflige y al instante se consuelan;
y como sus facciones demuestran siempre
lo que pasa en su interior , resulta que no
saben fingir: la venganza no encuentra
abrigo en su pecho, y su alma se deja
•ISO—

siempre llevar por las dulces emociones de


la conmiseración y humanidad. El amor
los domina fácilmente , y pueden ser mi­
rados como inconstantes.

LAM INA X L .

Esta frente indica el paso rápido del gé-


nio á la demencia, y obsérvase en toda
ella cierta tensión ó sea contracción inte­
rior. Esta es una observación que se con­
solida siempre que el seno frontal termina
en punta , señal evidente de locura.
El hombre que tenga esta fisonomía ha­
blará con velocidad , sus discursos carece­
rán de ilación, y á veces después de una
distracción quedará absorta en la mas pro­
funda reflexión.
— 160—

LAM INA X L I.

Esta fisonomía se distingue por un ca­


rácter capaz de grandes cosas , un patrio­
tismo digno de la antigua Roma y un valor
heroico; pero también se observa en ella
que , á pesar de prometer tanto , indica al
hombre sujeto al yugo de las pasiones y
que lleva el punto de honor mas allá de la
razón.
Esa nariz aguileña encorvada en su raiz,
indica un natural imperioso y fuerte , y la
poca salida de sus arcos superciliares de­
muestra que rara vez podrá la reflexión
volverle al buen camino de que se apartó.
LAMINA XLII.

No habrá un observador que niegue á


esta fisonomía el carácter filosófico : inútil
es exijir de ella valor, ni menos aquel
heroísmo que da origen a acciones grandes,
nobles ó caballeras, porque la forma de la
nariz que nos presenta, y la hendidura
que se observa á su nacimiento se oponen
directamente á estos efectos ; pero se nota
en ella cierto genio delicado y susceptible,
que se resiente con facilidad , y ademas
un profundo espíritu filosófico.

11
LAMINA X L III.

Contornos carnosos, redondos y sin ten­


sión de niguna especie : cejas delgadas y
altas, y labios gruesos y deformes, pue­
de decirse que son todas las facciones que
constituyen la cara del flemático ; estos
tienen los ojos pequeños , hundidos , azu­
les y apagados: suelen tener buena esta­
tura y ser robustos : la naturaleza parece
haber formado su cuerpo á espensas de sus
facultades intelectuales, porque estas son
muy limitadas y se ejercen con lentitud.
— 163—

l a m in a x l iv .

Esta frente cuadrada promete mucha


memoria y sentido común , pero su posi­
ción perpendicular anuncia cierta inflexi­
bilidad de carácter que suele degenerar
en porfía : el labio inferior algo saliente y
la barba chata son indicios de fría pero
sincera bondad.
Esta es fisonomía de un hombre pru­
dente y perspicaz: sus producciones no
serán sublimes, ni menos poéticas , pero
tendrá un carácter resuelto y capaz de
hacer frente á todo : dará buenos consejos,
y se ocupará con buen éxito en trabajos
queexigan laboriosidad.
—164-

LAM1NA XLV.

Esta es la fisonomía del hombre de ne­


gocios : su frente no demuestra ninguna
inspiración poética , ni aquella fogosa ima­
ginación que sobrepasa los límites de a
fria razón : pero la eminencia redondeada
que se observa en la parte superior , pro­
mete un entendimiento sentado , frió 5, re­
flexivo. La nariz anuncia viveza, y la boca
bondad ; pero los labios algo pronuncia­
dos demuestran temperamento colérico,
y la barba inspira desconfianza. Semejan­
te hombre parece haber sido formado para
ser ú til, porque así en la abogacía como
en los negocios , dará siempre pruebas de
su disposición y hombría de bien.
— 16'j-

LÁMINA X LV I.

Firmeza , juicio y profundidad son los


caractéres mas notables de esta fisonomía:
la constitución honrosa de esta cabeza
anuncia un ánimo firme é inexorable. Lo
que comprenda una sola vez quedará gra­
bado en su imaginación : sus pensamien­
tos irán rectos al hecho , y dispondrá sus
materiales con esmero y reflexión , pero
sin gusto. La concavidad que se observa
en la frente perjudica sobremanera á la
fisonomía.
Es rostro que conviene particularmente
á todo hombre que maneja negocios intrin­
cados, como son los abogados , y sobre
todo los escribanos.
—166—

LÁMINA XLVII.

Esta fisonomía retrata perfectamente al


rígido censor : desconoce todo género de
indulgencia para con sus iguales , tendrá
lástima de los hombres siempre que hagan
una locura ó se separen de la buena senda:
sabrá interiorizar su severa vista hasta lo
mas recóndito de sus semejantes , y no se
detendrá en decirles la verdad. Su boca
indica ser un hombre pensador y de pocas
palabras , su frente está dotada de brillan­
tes facultades intelectuales , si bien su en­
tendimiento será metódico y guiado tan
solo por la razón. Las cejas indican lo mis­
mo que la boca , y la forma algo irregular
de su fisonomía promete un discurso ori­
ginal.
LAMINA XLVIIl.

En esta fisonomía se ven marcadas la


bondad y rectitud : no la bondad del
hombre social sometida á las leyes de la
etiqueta y política, porque esta cara, que
está respirando franqueza , parece per­
tenecer á la clase inferior del pueblo
las facciones de que se compone anun­
cian aquella especie de fuerza muscu­
lar que rara vez es el atributo de los
que habitan ciudades populosas , y menos
los almibarados petimetres, cuyo único
placer se concreta al bullicio de los salo­
nes. Sin embargo , tal cual es , manifiesta
bien á las claras que las bellas prendas
del alma, lo mismo se indican en la cara
de un artesano que en la del hombre su­
jeto á las etiquetas del gran mundo.
—168—
Si este hombre desconoce efectivamente
la delicadeza de los pensamientos y las
fórmulas de la buena sociedad, sabrá por
lo menos sustituirlas con una bondad fran­
ca y cordial.
El conjunto de esta fisonomía anuncia
un carácter intrépido y dotado de una se­
renidad imperturbable.

LAMINA IL .

¡ Cuán odioso es el carácter del avaro y


usurero ! Egoísta , duro y desconfiado , le
vemos afligirse por la pérdida mas insig­
nificante ; un desasosiego del ánimo le roe
49
de continuo , sus miradas recelosas , y to­
do hasta su gesto , indican desconfianza.
Los avaros tienen por lo general los
—169—
ojos pequeños y hundidos, sus labios son
delgados y fuertemente apretados, y sus
dientes son feos, circunstancia nacida aca­
so de la costumbre de tener la boca cer­
rada , lo que da lugar á que los vapores
del estómago corroan mas ó menos el es­
malte dental.
Es digno de notarse que los avaros por
lo regular todos escriben muy mal, y esto
no debe sorprendernos, porque de ha­
cerlo mejor , perderían el tiempo que tan
necesario les es para acumular tesoros.

i____
—170—

LÁMINA L.

Ñútanse en esta fisonomía todas las fac­


ciones que pueden caracterizar al genio
del mal. Esas formas angulares y esas fac­
ciones duras y decididas anuncian una
energía que rayará en obstinación : nada
es capaz de ablandar su voluntad de hier­
ro , es fisonomía que desconoce todo gé­
nero de emociones tiernas y virtuosas; la
ambición es únicamente la que guiará sus
acciones, y esto será á lalestremo, que,
á trueque de satisfacerla, no se detendrá
en causar la ruina de cualquiera, aun
cuando él mismo hubiera de sucumbir.
l á m in a u .

Esta cara es de buen fondo , pero cuyo


temperamento es difícil clasificar: en ella
se nota un sano juicio, sin poder decir que
sea talento ; una tierna sensibilidad agena
de toda afectación , cierta viveza que sabe
muy bien aprovecharse de las lecciones de
la esperiencia , claridad en las ideas , no­
bleza en el modo de espresarse , sereni­
dad y firmeza para llevar á cabo su objeto,
y por último mucha modestia sin pusilani­
midad.
Hemos dicho que su temperamento es
difícil de fijar, porque la frente es flemá­
tico sanguínea, los ojos y narices colérico-
sanguíneos-,1a boca sanguíneo-melancólica
y la parte inferior de la cara flemático-san-
guínea.
¿72—

LAMINA L l í .

Este semblante encierra todas las fac­


ciones del temperamento colérico, pues
este casi siempre se distingue por grandes
y pobladas cejas, ojos verdes y vivos, pár­
pados rojos , ojos salientes, las ventanas
de la nariz anchas , indicio de una respi­
ración fuerte , y la frente cubierta de pro­
tuberancias irregulares.
Sus vasos sanguíneos son muy superfi­
ciales , y el color de su piel varia desde el
amarillo al rojo : suele tener por lo regu­
lar el cuello muy corto , y esta es la señal
mas positiva del temperamento indicado.
— 173—

LAMINA L i l i .

Inútil será buscar en esta fisonomía nada


que indique el talento ; porque en ella solo
se bailará paciencia , frialdad , y , si se
quiere , algo de terquedad ; carácter firme
y difícil de manejar, juicio bastante recto
pero de poca penetración ; bondad sin ca­
lor , y fidelidad sin ternura , ó , por me­
jor decir, fidelidad por costumbre.
La redondez de su frente es el indicio de
la paciencia , y la corta distancia que me­
dia entre el ojo y la nariz nos ofrece una
mente limitada.
l á m in a l iv .

Candidez, ingenuidad, franqueza y rec­


titud , tales son los caractéres de esta fiso­
nomía, y puede asegurarse que jamás los
vicios , pasiones , ni intrigas imprimirán
la mas ligera huella en esta cara.
El talento de este sugeto será escaso,
porque la frente está demasiado inclinada’
hacia atrás para contener un entendimiento
regular, y ademas carece de energía,
pero demuestadulzura, bondad, toleran­
cia y afecto particular.
La barba indica cierta timidez, y la boca
promete mucha tranquilidad y amor al
orden.
LÁMINA LV.

Esa frente inclinada, esos ojos negros


llenos de fuego, su forma particular, y
sobre todo la del párpado superior ; esa
nariz aguileña, y esa barba ancha y pro­
minente son indicios todos del hombre fo­
goso y apasionado.
La barba denota intrepidez, la nariz
imaginación ardiente, y tal vez viveza de
pasiones que nada podrá atemperar.
Khk

Guando los arcos superciliares están un


poco salientes debemos siempre , esperar
carácter imperioso y de poca reflexión.
-—176—

LAM INA L V I.

En esta fisonomía se retrata el carácter


mas odioso: la mas astuta artimaña, bella­
quería , sórdida avaricia y refinada picar­
día han desfigurado este rostro: verdad es
que los músculos de esta cara jamás pue­
den haber espresado bondad ni dulzura,
y mucho menos sensibilidad. En vano
tratará este hombre de ocultar los senti­
mientos de su alma bajo el velo de la hi­
pocresía , su cara dirá siempre que es un
mal sugeto , y en vano imitarán sus labios
la sonrisa , cuando todas las demas fac­
ciones lo desmienten.
'______
— 177—

LAM INA LV 1I.

Obsérvase en esta fisonomía cierto amor


propio degenerado en pedantería, y cierta
presunción y vivacidad que la edad no
pudo atemperar, y se exaltarán tan luego
como hieran su amor propio. Sin embargo,
hay en esta cara un carácter de sana razón
y entendimiento justo, porque la frente no
deja de tener capacidad, y la pedantería
solo se ve marcada en la forma de los ojos.,
alas de la nariz y boca.

12
— 178—

LÁMINA LV11I.

La cara dice que este hombre es un bri­


bón , á pesar de que la forma y capacidad
de la frente prometen talento; pero quiere
decir que lo empleará para mejor realizar
sus pérfidos planes.
La nariz saliente y la barba sacada y
puntiaguda, caracterizan al hombro astuto;
pero el conjunto de todas estas facciones
forman un compuesto repugnante, y que
inspira poca ó ninguna confianza.
— 179—

LÁMINA L1X.

La sensibilidad, finura y esquisilo gusto


brillan en esta fisonomía. Si este hombre
abraza la carrera literaria, para la que
nació , brillará por su estilo florido y ele­
gante, sabrá pintar las bellezas de la na­
turaleza , escribirá con fuego , y emitirá
sus ideas con todo el calor de una imagi­
nación viva y ordenada. Huirá empero de
discusiones científicas y raciocinios filosó­
ficos , pues todas estas materias se le
presentarán bajo un carácter árido.
La forma de sus lábios parece caracte­
rizar al genio poético, y la salida de los
arcos superciliares anuncia grandes dis­
posiciones para todo lo que sea trabajo de
espíritu. La barba indica un carácter firme
180—

y enérgico, y por último, es una fisono­


mía , que no solo pertenece á un hombre
dotado de superiores cualidades, sino que
lleva sobre sí todos los caractéres del genio.

LAMINA LX .

Esas miradas clavadas en la tierra, esas


arrugas longitudinales en las megillas,
esos labios cerrados y esos ojos sobrios,
todo retrata la fisonomía de un melancólico.
Las personas de este temperamento tienen
por lo regular la boca hundida, la tez algo
biliosa y la piel enjuta. Es digno de ob­
servarse que estos sugetos suelen tener
los ojos pardos y los dientes feos , circuns­
tancia debida á la costumbre de tener
siempre cerrada la boca.
LAMINA LXI.

Este perfil no es de un hombre ordina­


rio ni aun de medianas luces , sino el de
un pensador profundo que gusta de lo be­
llo y perfecto , y se adhiere á ello por ins­
tinto. No está dotado de mucha sensibili­
dad , pero puede decirse que mira las co­
sas según su raciocinio, y las mira bien:
es el reverso de ciertas almas débiles y
delicadas , de ciertos espíritus románticos
y eléctricos cuyos pensamientos siempre
son hijos de sus pasiones.
Obsérvase ademas en esta cabeza cierta
fuerza productiva que no obra por impulso
de ninguna especie, sino que para tratar
con orden una materia , necesita fijar con­
cienzudamente su atención, y trabajar con
ahinco en el objeto.
182-

LAMINA L X It.

Echase de ver en esta fisonomía un coii-


gunto melancólico y un humor triste y
lento. Los ojos azules, las cejas delgadas
v los lábios gruesos denotan que á la me­
lancolía se une algo de temperamento fle­
mático. La nariz inclinada y la forma de
esta frente,anuncian mucho discernimien­
to ; pero también caracterizan á la fiso­
nomía y le imprimen el aire taciturno que
en ella se observa. El conjunto de todas
sus facciones prometen un ánimo tranquilo,
mucha afición al orden y sobre todo al so­
siego, El estado eclesiástico es el que mas
le conviene.
1 IW 1 C K .

PA G .

Prólogo del publicista español . . . V.


Biografía de Lavater..................................... 15
Anécdotas fiso n ó m ica s................................ 33
Lecciones de Lavater . . . . . . . . í l
Principios generales de la ciencia fi-
so n o m ica ..................................................... 73
De la cabeza.....................................................id.
De la fre n te ..................................................... 74
De las ceja s..................................................... 79
De los ojos. . . . . . . . . . . . . 80
De la nariz . . . . , ............................. 82
De la b o c a . 98
De los d ie n te s ................... ........................... 99
De la b a rb a ......................................................... 402
De las m e g illa s...............................................104
De los cabellos.................................................... 105
Del c u e llo ..........................................................106
JEsplicacion de las lá m in a s..................109

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