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El LÍDER COMO COACH

Nureya Abarca
Profesora
Escuela de Administración
Pontificia Universidad Católica de Chile

CLASE 8

La Sabiduría del Líder

Los líderes necesitan la sabiduría


Por más creativa e inteligente que sea una persona, si no alcanza la sabiduría no puede
llegar a ser líder. Podemos definir la sabiduría como el uso exitoso de la inteligencia, la
creatividad y el conocimiento para alcanzar el bien común, equilibrar los diversos
intereses (propios, interpersonales y extra-personales) en el corto y largo plazo y
adaptarse, moldear y seleccionar los ambientes (Sternberg, 2003). Por lo anterior, la
sabiduría no sólo implica tener las habilidades para usar correctamente los elementos
aludidos, sino también el tener la disposición para usarlos en pos de un bien común. Los
líderes que muestran sabiduría equilibran en forma magistral los intereses de todos los
actores involucrados, incluyendo los propios, los de sus seguidores y los de su
organización. Reconocen también que necesitan alinear los intereses de su grupo u
organización con los de otros grupos u organizaciones. Se dan cuenta que lo que aparece
como un curso de acción prudente en el corto plazo no lo es tanto a largo plazo. Al ignorar
alguno de estos intereses, los líderes fallan en su desempeño. Por ejemplo, tanto Richard
Nixon como Bill Clinton creyeron hacer lo mejor al encubrir sus errores. Como resultado,
fallaron a los intereses del país y paradójicamente, se auto-provocaron daño ya que
terminaron por ser impugnados políticamente por el congreso.

Sin embargo, la inteligencia y la creatividad no garantizan per se la sabiduría. Aquellos


líderes que se destacaron por su sabiduría, incluyendo a Abraham Lincoln, Nelson
Mandela, Mahatma Ghandi y Sor Teresa de Calcuta, dejaron una huella imborrable en las
personas que lideraron y pasaron a la historia universal.
Por el contrario, los líderes que no son exitosos muestran ciertos estereotipos en su
pensamiento que revelan falta de sabiduría. Algunas de estas falacias son:
 un optimismo irreal, que ocurre cuando piensan que son tan vivos y exitosos que
pueden hacer lo que se les ocurra;
 el egocentrismo, que ocurre cuando los líderes piensan que ellos son los únicos
importantes y no las personas que los siguen;
 la omnisciencia, cuando los líderes creen que lo saben todo y pierden de vista las
limitaciones de su propio conocimiento;
 la omnipotencia, que ocurre cuando los líderes piensan que son todopoderosos y
por ende pueden hacer lo que quieran;
 la invulnerabilidad, cuando piensan que nada les puede ocurrir, que se pueden
salir con la suya, simplemente por ser quienes son;
 la falta de compromiso moral, cuando el líder deja de considerar la moral en su
desempeño y toma decisiones basadas en la conveniencia inmediata.

Crear espacios sociales


Una prueba tangible de la sabiduría del líder es su capacidad de generar espacios
sociales de confianza donde se desarrollen al máximo los talentos de sus seguidores.

Todos los gerentes saben que los negocios funcionan mejor cuando las personas en la
organización se conocen y confían unas en otras. Ellos coinciden en que el compromiso y
los vínculos fuertes entre las personas son el alma de una organización. Esto es lo que
los académicos denominan el capital social de una organización. Este término captura
muy bien la idea que las inversiones en las relaciones interpersonales tienen retornos
gananciales. Dicho en forma más general, el bienestar de las personas en la empresa
rinde dividendos. Todo esto suena muy bien, pero también debemos tener en cuenta que
en tiempos difíciles, el capital social se ve amenazado. Generar un capital social en
tiempos turbulentos es muy duro y saber como hacerlo es más difícil aun. El saber que las
relaciones sanas ayudan al éxito de una empresa es una cosa, hacer que estas
relaciones ocurran es otra cosa. Este es el desafío del líder.

Las organizaciones son comunidades de seres humanos, y como tales tienen por
definición en su esencia las relaciones interpersonales. Es así que podemos considerar el
liderazgo como la capacidad de una comunidad humana para crear su futuro (Peter
Senge, 2004). Básicamente esto nos dice que el liderazgo no lo podemos centrar en los
talentos y atributos de una persona en particular sino en una relación entre personas. Es
por lo tanto un proceso social, en el que el líder interviene para establecer conexiones
entre personas y lograr objetivos y metas. Por lo mismo se debe invertir en lazos que
unan a las personas positivamente y en profundidad. En un ambiente de confianza somos
capaces de resolver diferencias, generar puentes de acercamiento y se despierta la
creatividad, en una palabra nos permitimos ser personas. Muchas de las grandes ideas
en una firma se logran en estos espacios, en que nos sentimos simplemente humanos.

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