Está en la página 1de 2

COMENTARIO DE UNA CLISERIE (MÉTODO JULIÁN)

CLISERIE DE LA CORDILLERA CANTÁBRICA

1) INTRODUCCIÓN

Vamos a comentar la cliserie altitudinal de la Cordillera Cantábrica. En ella se representa la


vegetación de esta montaña por pisos y sus dos vertientes: sur o solana y norte o umbría. La
causa de este escalonamiento son las variaciones climáticas ocasionadas por el incremento de
la altitud (disminución de la temperatura y aumento de la humedad). La Cordillera Cantábrica
es una cordillera que pertenece a la región floral boreoalpina. Está enclavada en una zona de
clima oceánico.

2) PISO BASAL

Hasta los 800 m en la vertiente de la umbría, encontramos el roble. El roble (Quercus robur) es
el árbol típico del bosque oceánico. Este árbol presenta numerosas variaciones como carvallos,
melojos o roble albar. No soporta el frío extremo ni los veranos calurosos, exige menos
humedad que el haya, por lo que se sitúa a cotas más bajas. Su crecimiento es lento. Su
madera, dura, se emplea para la construcción y para fabricar muebles y barcos. Las áreas más
extensas de roble se encuentran en Galicia y en la Cordillera Cantábrica.

En la vertiente de la solana hasta los 1100 m, encontramos la carrasca. La carrasca,


corresponde a una derivación de la encina. Es resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de
suelos. Su madera, muy dura y resistente se adapta a todo tipo de suelos. Su existencia en esta
zona, confirma que es la ladera de sotavento, ya que requiere de poco agua para su
supervivencia.
3) PISO SUBALPINO

Desde los 1100 m hasta los 1500 m, en la vertiente de la solana, encontramos el melojo. El
melojo, es una especie de árbol del género de los robles. Su desarrollo es lento, aguanta bien
la sequía, soporta las heladas y es poco longevo. En suelos pobres se encuentra con frecuencia
en estado de arbolillo. Brota abundantemente de raíz, por lo que a veces se forman extensas
zonas de matas o arbustos (rebollos), o se rodean los ejemplares de mayor tamaño de
abundantes retoños, también cuando esto es provocado por el hombre, que lo poda
periódicamente para obtener leña, uno de sus principales usos.

A partir de los 800 m en la umbría y los 1500 m en la solana y ambos permanecen hasta los
1800 m, encontramos el haya. Es un árbol que no soporta el calor y es exigente en humedad,
por lo que es un árbol de montaña, que se adapta a suelos calizos y silíceos, aunque prefiere
los calcáreos. Su crecimiento es bastante lento. Su madera, dura y de buena calidad, se emplea
para elaborar muebles y utensilios. El haya forma bosques específicos o mixtos con el roble.
Puede vivir varios siglos.

Entre los 1800 y los 2400 m, en ambas vertientes encontramos la landa. La landa es una
formación vegetal cerrada a todos los niveles, a menudo espinosa y pobre en especies. Está
formada por matorrales como la retama, el tojo o el brezo, que puede llegar a alcanzar más de
tres metros de altura. Es propia de zonas de clima húmedo. En estas zonas de suelos pobres los
árboles fueron talados o quemados y su regeneración se impidió a causa del pastoreo o uso
regular del fuego.

4) PISO ALPINO

A partir de los 2400 m, en las dos vertientes encontramos los prados. En este piso no pueden
desarrollarse plantas de gran tamaño porque se pasa varios meses cubiertos por la nieve. A
estas alturas abundan los sectores de roca desnuda y los canchales donde crecen pequeñas
plantas rupícolas; es decir, adaptadas a vivir en rocas.

5) CONCLUSIÓN

Hemos comentado la cliserie de vegetación de la Cordillera Cantábrica en la que hemos podido


observar la gran variedad paisajística que contienen estas montañas. La acción humana está
plantando especies arbóreas foráneas de crecimiento rápido, talando bosques seculares y
urbanizando zonas que deberían conservarse salvajes.

También podría gustarte