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Alimentación consciente y atención plena.

En la actualidad, cada vez es menor el tiempo que le dedicamos a elegir y


preparar los alimentos. Además, el estrés y el ritmo de vida acelerado nos
han llevado a comer de forma más rápida e inconsciente, con el piloto
automático puesto, disfrutando cada vez menos de la comida y al mismo
tiempo comiendo más.

Alimentación consciente también es tomar consciencia de cómo comemos

¿Somos conscientes del acto de comer? Por lo general no somos


conscientes de lo que comemos ni estamos presentes cuando lo hacemos.

Aunque el comer es una necesidad fisiológica, en nuestra sociedad lo

hemos hecho, además, un acto rutinario: comemos de pie, cualquier cosa,

en cualquier sitio, sin disfrutar del momento y a veces, tan deprisa que

casi ni masticamos, sino que engullimos los alimentos, sin pensar, ni si

quiera, en lo que estamos comiendo. Por lo general, comemos de forma

automática. El cuerpo come, pero la mente está ausente, lo que genera no

solo ansiedad sino también trastornos digestivos. Es fundamental estar en

el momento presente para que aquello que consumimos no se convierta

en toxina.

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness no es otra cosa que estar presente y consciente en un

momento determinado, con el cuerpo y la mente sincronizados en la

realidad, en el momento presente, observando y prestando atención sólo

a nuestra respiración, sin juicios, dejando tu diálogo interno.

El mindfulness o consciencia plena se tomo de la filosofía yoguica y era

realizada por los budistas para prevenir ansiedad y mantener el cuerpo

saludable.
¿Qué es el mindfulness eating? atención plena en la nutrición

El objetivo del mindfulness eating es aplicar las enseñanzas del

mindfulness a la nutrición, de forma que seas consciente de la manera en

la que te alimentas.

Su mensaje es muy claro: la sociedad contemporánea va demasiado

deprisa y si queremos dejar de sentir ansiedad y desequilibrio emocional

guiados por hábitos preestablecidos que no controlamos, debemos

prestar atención, de forma consciente, al momento presente. Esta

práctica es de gran ayuda, si quieres adelgazar o cambiar de hábitos, ya

que, es posible que si tienes unos kilos de más o unos malos hábitos, estés

comiendo en muchas ocasiones por aburrimiento, ansiedad, tristeza,

soledad. Esto puede deberse a que no estás en el momento presente y

sobre todo a que no estás haciendo una gestión adecuada de tus

emociones.

El mindfulness eating es capaz de transformar tu relación con la comida y

convertirla en una experiencia sana y satisfactoria.

Por eso es tan efectiva en los procesos de cambio de hábitos, ya que te

hace conectar con el alimento, con tu cuerpo y contigo.


¿Qué significa Comer Conscientemente?

Es aprender a disfrutar la comida y el acto de comer con una mente


relajada escuchando en todo momento al cuerpo.
Es centrarte en comer cuando lo estás haciendo, dirigir los cinco sentidos
para percibir las emociones que se generan en tu cuerpo y disfrutar de lo
que comes.
La práctica de comer con atención plena disminuye la ansiedad y los
problemas digestivos.
¿Cómo mantener la atención plena? muy simple, cada vez que te des
cuenta que tu mente volvió al pasado o al futuro, enfócate en tu
respiración.

Hambre física y hambre emocional

Hasta que no tengas conexión con tu cuerpo, percibirás ambos tipos de


hambre de una forma similar.
No hay duda que las emociones y el estrés influyen en la elección de los
alimentos que ingerimos.
Aprender a detectar esas emociones al igual que reconocer cuando
comemos por ansiedad, aburrimiento, costumbre, placer y cuando lo
hacemos por “hambre real “es fundamental.
La principal razón por la que comes, cuando no tienes hambre física, es

para tapar o llenar un vacío emocional. Por eso, a veces, por más que

comes, no te llenas, ya que no tienes hambre de comida.


Alimentación Consciente también es saber diferenciar entre hambre física

o emocional.

¿Qué es el hambre física y el hambre emocional?

El hambre física o de estómago, implica una compleja interacción entre el

sistema digestivo, el sistema endocrino y el cerebro. Cuando tu cuerpo

necesita repostar, comienzas a sentir cansancio y debilidad y te parece

más difícil concentrarte y trabajar. El estómago, que se encuentra justo

debajo de la caja torácica, empieza a doler y a hacer ruidos. Esto es

hambre estomacal. Cuando empiezas a comer, en respuesta a esta

sensación, empiezas a sentirte mejor porque se estás satisfaciendo una

necesidad fisiológica.

El hambre emocional te provoca dolor y vacío en tu interior debido a

necesidades emocionales y espirituales insatisfechas. Este tipo de hambre

se produce cuando en lugar de reconocer tus sentimientos y conflictos

para sanar, tratas de llenar ese vacío con la comida.

Hambre emocional es comer cuando sentís ansia o estrés, cuando te

sientes mal emocionalmente, cuando buscas consuelo en la comida.


La respiración y la atención plena.

La gran herramienta para lograr plena atención al momento presente es la

respiración, tan utilizada en las clases de yoga. La respiración nos trae al

aquí y ahora, aquieta la mente, relaja el cuerpo y nos prepara para estar

de la mejor manera en el momento de alimentarnos.

Como vimos en el desarrollo del taller, alimentarnos de manera

consciente también implica estar en un lugar agradable y sobre todo estar

tranquilos.
De nada sirve comer sano si la mente está acelerada y el cuerpo tenso.

Cuando la mente piensa en demasía la energía se concentra en el cerebro

y es consumida por el proceso de los pensamientos, esto hace que el

aparato digestivo no tenga la energía necesaria para el proceso de digerir.

Es por eso que en períodos de estrés haya desórdenes digestivos. Es

fundamental para una buena absorción de nutrientes estar relajados tanto

física como mentalmente.

Antes de las comidas es importante que dediquemos al menos cinco

minutos a concentrarnos en nuestra respiración, esto ayudará a que

nuestra mente se libere de esa larga lista de cosas por hacer, de

pensamientos rumiantes, de la tensión que podamos estar acumulando en

el estómago y así evitar sentirnos con inflamación después de comer. Esta

incomodidad es muy común hoy día y en muchos casos se puede mejorar

haciendo un par de respiraciones antes de alimentarnos.

La respiración es la herramienta que trae a la mente al momento

presente, y solo así con la mente en el aquí y ahora es posible disfrutar del

acto de alimentarse, observando textura, color y sabor de cada alimento.

Cuando la mente está en el momento presente, la ansiedad disminuye, los

niveles de cortisol (hormona del estrés) comienzan a nivelarse y se


recupera la calma (si querés profundizar sobre éste tema podes leer más

en mi nuevo taller “Recupera tu estado de calma interior”).

En momentos estresantes, la respiración consciente nos permite liberar la

energía negativa en lugar de almacenarla en el cuerpo.

Respiración diafragmática o abdominal

Consiste en llevar el aire a la zona abdominal (a la parte baja del pulmón)

Es una excelente técnica para de reducir tensiones y relajar cuerpo-mente

Con ésta respiración el diafragma (órgano respiratorio) produce un masaje


y lleva la orden al sistema nervioso de aquietar y entrar en un estado de
atención plena o Mindfulness.

Si estás pasando por momentos de mucha ansiedad y estrés es

sumamente importante realizar esta práctica antes de comer.


Intenta hacer el ejercicio que describo a continuación.

 Ponte en una posición cómoda, cierra los ojos y coloca las manos en el

abdomen.

 Inhalá lento profundo por la nariz, sentí como el abdomen comienza a

expandirse, imaginá que es un globo que se llena de aire.

 Al exhalar sentí como el aire sale lento por la nariz produciendo relax en

todo el cuerpo.

 Y así la mente sigue atenta a ese aire que entra y sale cada vez más sutil.

Puede pasar que venga algún pensamiento, si es así enfócate nuevamente


en cada inhalar y cada exhalar. Y así muy sutil seguí respirando hasta que

sientas calma y relax en cuerpo y mente.

Los beneficios de la respiración profunda van más allá del alivio de

tensiones Muchos estudios han descubierto que la respiración profunda

del yoga ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo, lo que regula

las funciones corporales involuntarias.

La respiración abdominal ayuda a aliviar los síntomas de trastornos y

afecciones mentales en relación con el estrés, como la ansiedad, el

insomnio, la depresión y el trastorno por estrés postraumático.

Estar en calma antes de alimentarnos nos permite comer a un ritmo

moderado masticando lentamente disfrutando del más de las comidas.

¿Cómo puedes empezar a ser más conscientes de lo que comes?

Aprende a escuchar a tu cuerpo, a saber qué le apetece, qué le sienta bien

o mal, cuándo tienes hambre real y no ansiedad por la comida y

especialmente, infórmate sobre qué es lo que estás comiendo. Otras

pautas como comer sin estar viendo la televisión o dedicar al menos

veinte minutos a cada comida serán de gran utilidad para alcanzar tu

propósito de consciencia y presencia.


Los beneficios de comer con consciencia son muy amplios; desde cambios

positivos en tu estado de ánimo y un aumento de los niveles de energía

hasta una mejora general de la salud: buenas digestiones, conseguir tu

peso saludable, más vitalidad, más energía… Cada vez que vayas a comer…

pregúntate: ¿Para qué cómo? y si la respuesta es que te aburres, sientes

enfado, cansancio, estrés... no comas. Trata de resolver el problema de

otra forma. Escucha el mensaje que te trae la emoción (tristeza, enfado,

alegría, miedo). Conecta con tu cuerpo y sintoniza con tus emociones.

Aprende a diferenciar entre hambre física y emocional. Para ello, debes

conectar con tu cuerpo, con tu ser y con tus emociones. Debes adquirir

conciencia de cómo te sientes, cómo es tu estado de ánimo, qué es lo que

ocurre en ese momento, cuál es tu nivel de energía… Eres lo que comes y

lo que piensas. Si cambias tu forma de pensar, cambiarás tu forma de

relacionarte con la comida.

Tisanas para relajar

Es importante señalar que los tés, las tisanas, las hierbas y las
infusiones no son medicamentos ni pretenden serlo. Simplemente
son bebidas con beneficios y propiedades saludables para el cuerpo
del ser humano. Antes de tomar, de tener alguna condición, siempre
consulta a tu médico
Té de valeriana.
La valeriana es una planta que se recomienda a las personas que sufren
ansiedad, porque tiene un efecto sedante y relaja el sistema nervioso y el
cerebro.

Té de manzanilla
Produce relajación a nivel muscular.

Té de lavanda
La lavanda se ha empleado durante siglos para tratar a personas con
trastornos del sistema nervioso. No solamente es un antiinflamatorio, sino
que también reduce la ansiedad y tiene un efecto calmante.

En resumidas cuentas, esta planta es buena para el intestino y para tu


mente.

Tisanas que aumentan las defensas

Cuando se habla de alimentación uno de los principales consejos para


fortalecer el sistema inmunitario es consumir ciertos tés e infusiones.
Estas bebidas pueden ayudar al sistema inmunológico a funcionar mejor y
proporcionan un bienestar extra, haciendo más fácil afrontar los días
venideros.

El té verde
Es una poderosa infusión natural, que protegerá de la mejor manera a tu
sistema inmune, evitando así que contraigas cualquier tipo de
enfermedad.

Limón, jengibre y menta

Esta clásica mezcla es perfecta para nuestro organismo.

Conocido por su alto contenido en vitamina C, el limón es un antibiótico


natural y fortalece el sistema inmunitario. Fortalece las defensas del
organismo y tiene un alto contenido de antioxidantes.

A su vez, el jengibre, además de ayudar a la digestión, es excelente para


reducir los niveles de inflamación en el cuerpo, actuando contra las
infecciones causadas por hongos, bacterias y virus.

La menta, por otro lado, es rica en vitaminas, Calcio y Hierro. Estimula


el sistema digestivo y también está indicado para combatir resfriados y
gripes, dolores abdominales y dolores de cabeza.

Tisanas para eliminar toxinas

Las infusiones depurativas que nos ayudan a eliminar de forma natural

las toxinas son té verde, diente de león, tomillo, cola de caballo entre
otras.
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Shanti Armonía mi espacio vital

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