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Dentro del derecho patrimonial se debe diferenciar entre los derechos reales y
derechos de crédito, siendo los primeros derechos subjetivos absolutos que
tienen eficacia erga omnes, ya que confieren a su titular un poder directo
sobre la cosa que puede hacer valer frente a todos (propiedad, servidumbres,
usufructo), mientras que los derechos personales o de crédito son derechos
relativos con eficacia inter partes, ya que otorgan a su titular la facultad de
exigir una determinada conducta a una persona concreta (contrato de
arrendamiento, de compraventa…).
Requerimiento por parte del acreedor al deudor del pago, ya sea judicial o
extrajudicial.
Supuestos:
1. La ejecución de la prestación no se ajusta a las exigencias de la buena fe, el
uso y la ley (art. 1258 CC).
2. El deudor no realiza alguna de las prestaciones accesorias que son
imprescindibles para que la obligación principal surta plenos efectos.
3. La prestación realizada por el deudor no se ajusta al programa prestacional.
Inexactitud de la prestación.
La inexactitud puede afectar a cualquiera de los elementos de la relación
obligatoria.
Sujetos.
Su regulación, dentro del Código Civil, se encuentra dentro de la normativa
sobre el pago o cumplimiento de los arts. 1158, 1160, 1162, 1163.1, 1163.2 y
1164 CC.
Objeto.
Falta de conformidad de la prestación, ya sea por la falta de identidad o
integridad de la prestación (arts. 1166 y 1169 CC) o por la existencia de vicios
ocultos (arts. 1484, 1553, 1591 CC).
Circunstancias.
Inexactitud relativa al lugar del cumplimiento o a la fecha de cumplimiento
(mora del deudor).
Efectos:
El acreedor puede rechazar la prestación defectuosa, por no satisfacer su
derecho de crédito y reclamar la corrección de los defectos o la realización
de una nueva prestación que se ajuste a lo estipulado (arts. 1166 y 1167
CC).
Si la prestación adolece de vicios ocultos, el acreedor puede rehusar la
prestación y solicitar su corrección (reparación de defectos o vicios), o pedir
la sustitución de la prestación defectuosa por una nueva que se ajuste a lo
pactado, también puede reclamar una rebaja proporcional de su prestación
(art. 1486.1 CC), y también puede ejercitar la pretensión indemnizatoria si
la falta de conformidad es imputable al deudor (art. 1101 CC). En el caso de
las obligaciones recíprocas, la jurisprudencia faculta al acreedor para
resolver el contrato por incumplimiento (art. 1124 CC), en el supuesto de
que el cumplimiento no sea grave puede ejercitar la excepción de
cumplimiento defectuoso, que permite enervar el cumplimiento de la
prestación a su cargo hasta que se subsanen los defectos.
Cesación de la mora.
Nuestro Código Civil no recoge las causas de finalización de la mora, por lo
que, aplicando los principios generales, podemos decir que la mora cesa:
Incumplimiento definitivo.
Son aquellos supuestos en los que el interés del acreedor queda
definitivamente insatisfecho, ya que, tras el vencimiento de la obligación, la
prestación debida ha devenido imposible, o porque, aun siendo posible, ya no
reporta utilidad al acreedor.
1. Imposibilidad sobrevenida.
Supuesto de incumplimiento definitivo en el que el deudor no cumple en el
momento debido y la prestación ha devenido imposible, ya sea por pérdida o
destrucción de la cosa debida (prestaciones de dar), o por imposibilidad legal o
física de realizar el servicio (prestaciones de hacer). La imposibilidad debe ser
sobrevenida, es decir, aparecer después del nacimiento de la obligación, y debe
ser objetiva, es decir, que la imposibilidad sea objetiva para cualquier persona.
Efectos:
Efectos: el acreedor puede utilizar todos los medios de defensa del derecho de
crédito correspondientes al incumplimiento total y definitivo de la obligación
(arts. 1224 y 702.2 CC).
4. Prestación inexacta por defectos insubsanables.
Equivale al incumplimiento definitivo cuando dicha prestación no sea apta
para satisfacer el interés del acreedor y el deudor no pueda subsanar la
inexactitud, o, pudiendo, no la subsane.
Efectos: el acreedor puede utilizar todos los medios de defensa del derecho de
crédito correspondientes al incumplimiento total y definitivo de la obligación.
Para Lacruz, esta acción se compone de dos fases. Primera, aumento del
patrimonio del deudor por haber ejercitado el acreedor un derecho del deudor,
que este tenía contra sus propios deudores. Segunda fase, el acreedor ejercita
su propio derecho contra el patrimonio del deudor que ya ha dejado de ser
insolvente, sin que se le conceda preferencia alguna para la satisfacción de su
crédito con respecto a otros acreedores del deudor.
Presupuestos:
Es una acción subsidiaria, ya que se exige que el acreedor previamente haya
perseguido bienes del deudor.
El acreedor puede ejercitar todos los derechos excepto los que sean
inherentes a la persona del deudor, es decir, los derechos de naturaleza
extrapatrimonial (por ejemplo, derechos de la personalidad, acción
impugnatoria de filiación), los derechos patrimoniales de carácter personal
(por ejemplo, alimentos entre parientes), los derechos que según la ley son
inembargables (art. 605 CC) y los derechos patrimoniales que procedan de
una situación jurídica extrapatrimonial (por ejemplo, indemnización por
lesiones de accidente).
El acreedor ejercita el mismo derecho que compete al deudor, por lo que el
tercero podrá oponerle las mismas excepciones que hubiera podido oponer
al deudor.
La acción directa.
Es aquella por la que el acreedor utiliza un derecho propio contra los deudores
de su deudor, de tal manera que lo obtenido mediante el ejercicio de esta
acción ingrese directamente en el patrimonio del acreedor.
Ejercicio de la acción:
El art. 1299 del Código Civil establece para la acción pauliana un plazo de
caducidad de cuatro años. La jurisprudencia considera que el cómputo del
plazo comienza en el momento en que el acreedor perjudicado haya tenido
conocimiento completo del acto fraudulento.
Efectos.
La acción pauliana deja sin efecto el acto impugnado, provocando la ineficacia
relativa y limitada del negocio fraudulento. Relativa, porque solo beneficia al
acreedor que ha ejercitado la acción, manteniendo los efectos para el resto, y
limitada, porque solo declara la ineficacia del negocio en la medida
cuantitativa necesaria para reparar el perjuicio del acreedor.
El del criterio y orden en que han de efectuarse los pagos entre los distintos
acreedores; a esta cuestión responden el principio de igualdad de los
acreedores y la institución de los créditos privilegiados.
El procedimiento para liquidar de forma ordenada el patrimonio del deudor,
evitando que los acreedores más diligentes consigan cobrar antes que el
resto. Esta ordenación da lugar al procedimiento de ejecución y liquidación
colectiva que recibe el nombre de «concurso» de acreedores.
Así se deduce del art. 1929.3 CC: «Los créditos comunes se satisfarán sin
consideración a sus fechas».
La regulación del Código Civil permite distinguir entre dos tipos de privilegios:
los denominados privilegios especiales, que atribuyen preferencia a
determinados créditos en caso de ejecución forzosa que recaiga sobre
determinados bienes muebles (art. 1922 CC) o inmuebles (art. 1923 CC), y
otros a los que los autores califican como privilegios generales, que atribuyen
a ciertos créditos preferencias sobre todos los bienes del deudor (art. 1924 CC).
Las normas que regulan la prelación de créditos tienen carácter de ius cogens
(derecho común obligatorio, derecho impositivo o derecho necesario).
1.4.1. Novación.
El artículo 1156 CC recoge la novación como una de las causas de extinción de
las obligaciones. La regulación de esta figura se encuentra en los artículos
1203 a 1213 de nuestro Código Civil, correspondientes a la sección sexta del
capítulo de extinción de las obligaciones. Sin embargo, a pesar de encontrarse
dentro de este capítulo, la misma normativa la describe también como causa
de modificación de las obligaciones, al mezclar constantemente los
conceptos de modificación y extinción de las obligaciones.
Efectos:
La insolvencia del nuevo deudor, que hubiese sido aceptado por el acreedor, no
hará revivir la acción de este contra el deudor primitivo, salvo que dicha
insolvencia hubiese sido anterior y pública o conocida del deudor al delegar su
deuda (art. 1206 CC).
Mutuo disenso.
Se puede aplicar a toda clase de obligaciones.
Convenio extintivo por el que las partes, de común acuerdo, ponen fin a una
relación obligatoria. En su caso, estipulará las reglas para su liquidación.
El convenio que pone fin a la relación obligatoria debe reunir todos los
requisitos exigidos para la validez de los contratos.
Decisión unilateral o desistimiento.
Facultad de cualquiera de las partes de extinguir la relación obligatoria
mediante un acto libre y voluntario sin ser necesario que alegue ninguna
causa.
Requisitos:
Características:
Confusión de derechos.
Requisitos:
Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que el
acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su
obligación (art. 1100 CC).
Efectos de la mora:
Cesación de la mora:
Supuestos:
Imposibilidad sobrevenida;
Retraso con frustración del fin del negocio;
Voluntad inequívoca de incumplimiento y,
Prestación inexacta por defectos insubsanables.
Supuestos:
Inexactitud de la prestación e,
Incumplimiento de los deberes accesorios o instrumentales.
Responsabilidad por dolo: se considera dolosa toda acción u omisión que, con
conciencia y voluntad de producir un resultado antijurídico, impide el
cumplimiento normal de una obligación. El dolo aparece en el cumplimiento de
las obligaciones como causa de agravación de la responsabilidad del deudor.