Cuando hablamos de renuncia a la sucesión, hacemos referencia al
acto por el cual una persona abandona su derecho sobre un bien o conjunto de bienes. Esto nos hace entender que el heredero no está obligado a recibir la sucesión, nadie está obligado a aceptar una herencia, de manera que esta puede ser repudiada. ART. 784 La renuncia a una sucesión no se presume, sino que debe suplirse un procedimiento, el cual se inicia ante la secretaria del tribunal de primera instancia del distrito en el que se haya abierto la sucesión, previa inscripción en el registro que para esos fines sea llevado. En ese sentido, la renuncia es la situación jurídica que se produce cuando el sucesible no acepta la sucesión que le ha sido deferida. El sucesible que renuncia a la sucesión se considera como un extraño a ella, como si nunca hubiera sido heredero. Asi lo establece el art.785.
¿Cuáles efectos tiene la renuncia?
El efecto fundamental es la irrevocabilidad de la repudiación, de forma que si se renuncia no cabe después "arrepentirse. Art. 785.- Se reputa como si nunca hubiera sido heredero al que renunciare. En consecuencia, el renunciante no puede retener parte alguna del activo ni queda comprometido con las cargas de la herencia. De conformidad con el artículo 786 del código civil, la parte del renunciante acrece a sus coherederos y si no los hay, al grado subsiguiente. Art. 786.- La parte del renunciante acrece a sus coherederos; y si no los hubiere, corresponderá al grado subsecuente. En realidad, la renuncia aprovecha, en su acrecentamiento, únicamente a los herederos llamados a recibir la sucesión, a los cuales perjudica la presencia del renunciante. Para comprender mejor lo que acabamos de expresar veamos estos tres casos. 1. La partición se hace no por cabezas sino por estirpes. Por ejemplo, si el difunto tenía dos hijos, de los cuales uno muere primero que él, dejando a su vez dos hijos, de los cuales uno muere primero que él, dejando a su vez dos hijos que lo representaran en la sucesión. Uno de estos nietos renuncia. Es evidente que su parte acrecienta únicamente al coheredero de la misma estirpe, pero no al otro, que como quiera tocara la mitad de la herencia. 2. La sucesión se divide entre las dos líneas. La parte del heredero representante de una de estas líneas que luego renuncia, no acrecienta a los herederos de la otra línea, sino que es devuelta a los herederos de la misma línea a la cual pertenece el renunciante. 3. La sucesión recae concurrentemente en el padre y la madre y en los colaterales privilegiados. Sabemos que en este caso el padre y la madre reciben cada uno un cuarto. A los colaterales privilegiados les corresponde la otra mitad. Si el padre o la madre renuncian, la parte del renunciante solo acrece a los colaterales, que entonces tocan las tres cuartas partes. Un último efecto de la renuncia: si el renunciante está solo, es decir, es el único llamado a recibir la sucesión conforme al orden sucesorio, su parte es devuelta al grado subsiguiente, de conformidad con el artículo 786 del código civil. Por ejemplo, si al difunto le sobreviven su padre y su madre y un hijo y esta última renuncia y tiene a su vez otros hijos, es a estos últimos, y no ni al padre ni a la madre del de cujus que la herencia es devuelta a pesar de que ellos son parientes en segundo grado, mientras el padre y la madre lo son en primer grado, todo ello como consecuencia de que el orden de los descendientes prevalece sobre el de los ascendientes.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales