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Manuela Barile.
Introducción.
Cualquiera en Europa y quizás yendo más allá, cualquiera que este interesado en el
registro de campo escuchará acerca del programa residencial en Nodar, en una zona rural
de Portugal, y sobre sus publicaciones y lanzamientos. Amigos y colegas que han
trabajado allí elevan alabanzas para Manuela y su esposo Luis. Yo estoy interesada en la
multifacética práctica perfomadora de Manuela; pero es dificultoso acceder a esa
geografía y al lenguaje, incluso vía internet. He tratado de tentarla para una presentación
de su trabajo en Londres, pero ella esta ocupada y tiene una familia y la cosa no camina.
Yo odio Skype, y eso nunca se mencionó, así que posiblemente ella también lo haga.
Disfruto escuchar su rica voz y las inflexiones de su risa cuando se esfuerza para registrar
sus respuestas a mis preguntas en el que pudiera ser un tercer lenguaje. He visto videos de
sus trabajos y he oído como los describe. Los registros en medios son una cosa
maravillosa, pero no es lo mismo estar allí. Yo busco entrevistarme con ella cara a cara.
El registro de campo es uno de los primeros significados que he utilizado para hacer arte.
Mi experiencia es musical, es en libre improvisación. Soy cantante. Al comienzo de mi
carrera artística utilicé mi voz para improvisar con el ambiente; los sonidos, objetos y
elementos arquitectónicos que encontraba en los espacios: paredes, pisos, escaleras,
ventanas, sillas, cajones, puertas, botellas, cualquier cosa que encontrara. Lo que era
importante para mi en aquel tiempo fue compartir mi particular punto de vista acerca de la
vida con la audiencia, pero nunca me sentía totalmente confortable con la total “anarquía”
de la libre improvisación ¡Había demasiada libertad! Yo sin embargo lo hacia, como un
autentico contacto con la gente que asistían a mis perfomances en vivo y con los músicos
que trabajaban conmigo.
Cuando vine a Portugal en 2006 estaba en una crisis artística. Sentía que cantar no era
suficiente para expresarme y necesitaba encontrar otra vía para comunicar mi visión del
mundo y poder compartirlo con otros. También estaba en proceso de enraizarme en un
nuevo país. Un día tuve la revelación que el registro de campo (combinado con otros
medios) podía conectar mis prácticas artísticas con el espacio y el territorio, y arranqué a
interesarme en el significado de “sentir un lugar”. Con eso en mente, comencé a trabajar en
diferentes significados de “raíces” como una subjetiva búsqueda de la niñez, del hogar,
tradición y tierra. Comencé a desarrollar proyectos que tomaran mi voz como punto de
partida y combinarla con voces de gente de las localidades que había escogido para
desarrollar mis obras. Me gustó el hecho de que los registros de campo me daban la
oportunidad de capturar, y entonces trabajar con, material que venia directamente de la
realidad que fue parte de mi experiencia así como la experiencia de las personas
involucradas en mis trabajos.
Es probablemente algo que sentiría como único y que me daría la posibilidad de trasmitir
algo de mi percepción acerca del mundo; algo que se siente coherente y fiel a lo que deseo
representar. Mi trabajo toma en cuenta las especificidades de los lugares, los cuales no
escojo a la suerte. Por lo que un buen registro para mi es el que respeta y valora los
elementos característicos de un sitio en especifico. Un buen registro es como un rayo de luz
que aparece en la oscuridad y balancea algo entre la vida y la muerte. Algo único e
irrepetible.
Cuando arranqué a usar el registro de campo como una parte de mi práctica artística, se
sintió como si mi hubiese reconectado con la experiencia desde el pasado. Gracias a esos
inocentes y espontáneos registros, pienso que probablemente desarrollé una profunda
consciencia que me ha influenciado en la aproximación al sonido y la escucha en mi trabajo
actual. Cuando registro, no son solamente bellos sonidos, no los considero que son solo
“cosas buenas” para usarlas en hacer “un buen trabajo artístico” que será entregado en
charlas al público., pero como parte para hacer una pieza que “robo” de la vida real. Cada
registro que hago es, en mi opinión, como una entidad aparte, que pertenece a la realidad,
hecho por el tiempo y el espacio, y tiene dentro su información especifica, como un código
secreto que espera por mi, para encontrar la mejor manera de revelarlo. Eso no es fácil
porque debes decidir el destino de todos esos sonidos. Para hacer eso debes trabajar con “la
esencia intima” del mundo, con algo que no depende solo nosotros y que eso no justamente
representa el interior del mundo del artista. Siento una gran responsabilidad no solo en
términos del trabajo final y del usuario final, pero también acerca de la entidad que he
registrado.
¿Podrías hablarme un poco como podrías trabajar con la composionabilidad del registro
de campo?
Yo hago registros de campo para trabajos específicos. Ellos siempre son el resultado de
escogencias hechas tanto de antemano y en el campo. Mis registros consisten en mi voz
cantando, registrada en el lugar donde el proyecto se esta desarrollando; las voces de las
personas con las cuales trabajo; los sonidos de la locación; mi interacción con objetos
sonoros que he encontrado en el sitio y mi interacción de mi cuerpo con el lugar.
Posteriormente al haber hecho los registros, escojo los sonidos y los combino de acuerdo a
las diferentes tipos de relaciones entre ellos. Mis composiciones siempre son el resultado de
la urgencia. No tengo una especifica forma de trabajar; cada proyecto tiene una historia y
esta conectada con mi experiencia y la experiencia de las personas con las que trabajo.
Como cantante, en 2001, arranque una jornada personal de experimentación vocal basada
en técnicas de extensión vocal, incluyendo libre improvisación, enfocada en las relaciones
entre voz, cuerpo, y los sonidos y las propiedades acústicas y energéticas de los lugares.
Desde el 2006, he vivido y trabajado en la región rural de las montañas Gralheira, en el
centro de Portugal, en el desarrollo de proyectos basados en locaciones conectadas muy
cercanamente a comunidades locales; yo tomo en cuenta los aspectos específicos del
territorio, como tradiciones, memorias, rituales y simbología.
Desde el año pasado he estado trabajando en una serie de proyectos audiovisuales llamado
De volta ao trabalho (De vuelta al trabajo) el cual combina todos mis intereses (arte sónico,
filmaciones experimentales, video artístico, perfomance de arte y sonido y video
antropológico), con un interés de alcance único, irrepetible aspectos de la vida de algunos
habitantes de mi región. Mi aproximación al tema de “trabajo” desde un punto de vista
antropológico-filosófico, entre necesidad y deseo, en relación a nuestra habilidad para
existir en el mundo. Yo quiero entrar dentro del significado del arte, y cavar profundamente
dentro de las relaciones que existen entre el artista-poeta y el mundo real donde ella vive y
trabaja.
Yo respeto el trabajo de mucha gente, por ejemplo: Jason Kahn, Steve Peters, Steve Roden,
Alvin Curran, Annea Lockwood, Aaron Ximn, Duncan Wheatley, Marc Behrens, Jez Riley
French, Lasser-Marc Riek y Vivian Corringham, para nombrar algunos que llegan directo a
mi mente.
¿Tu conoces mucha gente usando el registro de campo en tu trabajo con Nodar. Puedes
decir algo acerca de la variedad de trabajo que has encontrado? ¿Has notado cambios en
los tipos de trabajo que la gente esta haciendo durante este tiempo?
He conocido mucha gente utilizando el registro de campo en los últimos 7 años. Binaural
Nodar es una organización cultural que dirige un programa de residencias en nuestra
región, el área rural de del norte de Gralheira, de rango montañoso, en la municipalidad de
San Pedro del Sur, en el centro de Portugal. Hemos recibido artistas de todas partes dl
mundo que escogen el registro de campo como base para sus trabajos. Nosotros también
organizamos proyectos educacionales para gente joven o adulta basada en el registro de
campo y una escuela de verano para artistas, como también conciertos, talleres, y charlas
artísticas basadas en la promoción del sonido y multi-media en un contexto rural.
Desde abril del 2006 más de una centena de artistas internacionales han desarrollado
proyectos en nuestra región en una cerrada conexión con las comunidades locales, asuntos
como vida y muerte, mitos y tradición, geografía y topología, agricultura y oficios, y han
estado usándolas como experiencias temáticas para las piezas de artes creadas. En el
comienzo de nuestras residencias nosotros mayormente recibíamos artistas que hacían solo
registros de campo, pero en los últimos años hemos residenciado más proyectos que
combinan el registro de campo con otros medios.