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Unidad 1
Unidad 1
Si buscamos rastrear los orígenes de los modos y técnicas que componen la comunicación
corporativa (institucional y de marketing) en las organizaciones, debemos retrotraernos a
comienzos del siglo XX, en los albores de la I Guerra Mundial.
Fue justamente en ese momento histórico cuando en los EE. UU., un grupo de personalidades
diversas se juntaron y dieron los primeros pasos a la sistematización de la comunicación
persuasiva o propaganda, como se la denominó en un principio. Debemos recordar que, a
comienzos del siglo XX, la población rural comenzó a migrar a las ciudades y se consolidaron
las primeras grandes corporaciones industriales. El petróleo y los motores de combustión
trajeron aparejados la segunda gran revolución industrial y la mecanización se potenció
notablemente, permitiendo que, por ejemplo, Henry Ford desarrollara la línea de montaje para
su fábrica de automóviles, modelo que fue copiado por todas las áreas de la industria
norteamericana y mundial.
Al estallar la Gran Guerra en Europa, los EE. UU. estaban temerosos de que los con ictos
entre los diversos países europeos se trasladaran a sus tierras. No olvidemos que, a nes del
siglo XIX y comienzos del XX, millones de europeos migraron a América, y los EE. UU. fueron
uno de los grandes polos de atracción de población. Por esa razón, a n de generar un
consenso interno que les permitiera entrar en la Guerra a favor de los aliados, el presidente
Woodrow Wilson decidió crear el Committee on Public Information, conocido comúnmente
como la Comisión Creel —en referencia a su director, el periodista George Creel—, primera
organización estatal de propaganda de los Estados Unidos.
El U.S. Committee on Public Information fue una organización sin precedentes en la historia de
los Estados Unidos que constituyó la primera utilización organizada de la propaganda por
parte del gobierno y su labor sentó las bases de la guerra psicológica moderna. Más
importante aún, contribuyó decididamente a la evolución de las relaciones públicas, al haber
aplicado los principios básicos de la comunicación efectiva, incluyendo técnicas como la
unidad de voz, la fuente de credibilidad y la simpli cación del mensaje.
La labor desarrollada por este comité representó un gran avance para la profesión de
relaciones públicas. En primer lugar, signi có la creación de un departamento de relaciones
públicas a gran escala. Su acción demostró que, con objetivos claros, recursos humanos
apropiados, un presupuesto adecuado y un cronograma prudente, las relaciones públicas
pueden tomar la iniciativa, lograr in uir en la opinión pública y conseguir un cambio de
actitud en la sociedad.
Es interesante constatar cómo lo que estaba sucediendo en los EE. UU. —el descubrimiento
de la comunicación persuasiva como herramienta para el manejo de las masas— ocurrió
igualmente en la caída de la Rusia zarista con la revolución bolchevique de octubre y casi dos
décadas después, con el advenimiento del fascismo en Italia y el nacional socialismo alemán.
Las guras de Lenin y Trotsky, por un lado, así como las de Hitler y Goebbels, por el otro,
aplicaron sin ningún reparo moral las técnicas de la persuasión y la manipulación masiva para
obtener sus objetivos de poder político. Estas herramientas desarrolladas por estos líderes
políticos pasaron al ámbito comercial y constituyeron la base de lo que hoy conocemos como
comunicación institucional y de marketing.
Durante la II Guerra Mundial, se produjeron nuevos cambios que repercutirán aún más en el
ámbito de las corporaciones empresarias, profundizando la importancia de la comunicación
en el management.
En primer lugar, debemos destacar la arrolladora campaña de propaganda desde los EE. UU., a
la que muchos autores denominan como el primer programa de comunicaciones integradas
de marketing jamás concebido. Los EE. UU. repitieron una vez más el éxito obtenido por el
Comité Creel en los albores del siglo XX. Pero esta vez contaban con dos potentes nuevas
tecnologías: la radiofonía y el cine sonoro, cuyo impacto fue demoledor. Recordemos que,
anteriormente, los bolcheviques habían utilizado el cine de la mano de Sergei Eisenstein
(aunque no era aún sonoro) y que Goebbels había llevado al cine propagandístico a niveles de
altísima calidad de la mano de la cineasta Leni Riefhensthal.
Luego, podemos analizar cómo el titánico esfuerzo de producción de los EE. UU., para poder
proveer a sus tropas en corto tiempo de material bélico, provocó el advenimiento del llamado
héroe manufacturero, donde el diseño no importaba y la calidad era relativa, lo importante era
producir más bienes en menos tiempo. Lo que ya se había experimentado en las primeras
décadas del siglo se perfeccionó de tal forma que todo el país se transformó en una gigantesca
línea de montaje.
Una producción de productos durables realizados con materiales durables. No se tenía tan
claro el concepto de sociedad de consumo y la necesidad de generar productos perecederos
que impliquen una nueva compra en un plazo reducido (obsolescencia programada).
Es interesante observar cómo una de las grandes enseñanzas que dejó la II Guerra Mundial
para las organizaciones empresarias fue el modelo militar de línea de abastecimiento que dio
origen al de los grandes sistemas de distribución. Esto permitió acelerar la exportación de
bienes hacia Europa y los mercados emergentes, ampliando el auge económico de los EE. UU.
Es durante estos años cuando las empresas norteamericanas ven la necesidad de implementar
estrategias de marketing para aumentar sus alicaídas ventas. La demanda interna ya no era la
de los años 50. Había que competir por el dinero del bolsillo del consumidor. Además, Europa
y Japón ya habían recompuesto sus economías y sus fábricas comenzaban a desarrollar
productos que competían con los de los EE. UU.
Comienza, entonces, la era del marketing masivo (años sesenta y setenta) y de las famosas 4P
de McCarty: producto, precio, place (plaza o lugar) y promoción, que si bien reinaron en el mundo
del marketing durante más de 30 años, ponían mayor énfasis en el producto que en el
consumidor.
¿En qué consistía este marketing masivo? Podemos sintetizarlo en la siguiente expresión: la
esencia del marketing masivo era vender productos estandarizados a una masa de
consumidores estandarizada.
Su losofía operativa era que el consumidor se cuide. Nos encontraremos por más de 20 años
con un gran vacío en lo que es el cuidado del consumidor o en el servicio de posventa. El
centro de esta etapa del marketing estaba puesto en diseñar nuevos productos y atraer la
atención del consumidor sobre ellos. Productos que envejecían rápidamente y que debían ser
sustituidos en el corto plazo.
Fuente: Dulatina.; [Usuario]. (9 de abril de 2010). PUBLICIDADES ARGENTINAS. Década del '60.;
Los años sesentas fueron un periodo de cambio profundo en los esquemas de pensamiento de
Occidente. Principalmente en lo que se re ere a la juventud, protagonista indiscutido de todos
los con ictos que se generaron en esos años.
Se puede decir que uno de los antecedentes de este cambio se encuentra en los movimientos
por la paz de nales de los años cincuenta, donde los jóvenes se enfrentan al inicio de la
Guerra Fría agitados por el peligro de una guerra nuclear.
Esto es lo que plantea el siguiente artículo de Xavier Araiza (2011), que puede consultar
haciendo clic aquí.
Y, nuevamente, podemos encontrar las voces de cambio que se levantaron en el ámbito del
management y del marketing.
Pocos años después, en 1972, dos jóvenes norteamericanos, Jack Trout y Al Ries, escribieron
un libro fundamental para el marketing, "Posicionamiento", en el cual desarrollaron este
concepto innovador. El posicionamiento no es otra cosa que la respuesta inteligente del
marketing a la desmasi cación de la sociedad que señalaba To er.
En ese libro señalaban enfáticamente que no son las agencias de publicidad las que
posicionan los productos, sino los mismos consumidores. Es decir que Ries y Trout nos
recuerdan que lo que piensa la gente es más importante que lo que se dice en las reuniones o
en los libros de marketing.
Estos cambios se profundizaron en las dos últimas décadas del siglo XX y, como veremos en
el punto 2, se consolidan en el nuevo siglo acompañados por los desarrollos de la tecnología
informática.
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El siguiente video le dará una rápida visión del cambio de paradigma comunicativo tradicional
al que nos enfrentan hoy: las redes sociales online.
YOUTUBE
v=DPV_UJZlYko&feature=youtu.be