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LAS FALACIAS

Se considera que una falacia es un argumento incorrecto pero


psicológicamente persuasivo. También es definida como una maniobra verbal
destinada a conseguir que alguien acepte una afirmación u obedezca una orden por
motivos que no son buenas razones.

Clasificación:

1. Apelación a la ignorancia: consiste en tratar de que el otro acepte una conclusión


porque no hay pruebas en contra de la misma. Por ejemplo: “Tenemos que aceptar
que hay fenómenos telepáticos porque hasta ahora nadie ha podido probar que no
existen.”

2. Causa falsa: se produce cuando se unen mediante vínculos dos circunstancias


simultáneas que a veces, pero no siempre, tienen correlación estadística, o bien dos
circunstancias que se dan en forma inmediatamente sucesiva una de la otra. Por
ejemplo: “Verónica tuvo un día terrible: la retó el jefe, discutió con su novio y se
desgarró un tobillo; todo esto se debe sin duda a que es nativa de Acuario y estaba
fijado por el horóscopo que los de ese signo iban a tener hoy un día terrible.”

3.1 Composición: reside en atribuir las características propias de un elemento al todo


en el que se integra. Por ejemplo: “Juan es un excelente jugador de rugby; luego, el
equipo que él integre tendrá una actuación brillante.”

3.2 División: es el caso inverso de lo anterior; consiste en atribuir las características


propias de un todo a cualquiera de sus elementos. Por ejemplo: “Me pareció
sobresaliente el coro NN; con seguridad María, que integra el coro, debe tener una voz
hermosísima.”

4. Apelación a la fuerza: se da cuando se recurre a amenazas más o menos sutiles para


llevar al otro a aceptar una determinada conclusión. Por ejemplo: en un gobierno
autoritario se le dice al director de un periódico: “Sr. Pérez, el intendente se siente
muy molesto por la investigación que está llevando a cabo su periódico para aclarar
qué ocurrió con la instalación del parque de diversiones PARQUEMAR, de modo que
esa investigación no conducirá a ningún resultado positivo.”

5. Ataque al hombre. Admite dos variantes:


a) Ofensivo: consiste en señalar aspectos negativos de la persona que propone una
afirmación o argumentación en lugar de atacar la afirmación o el argumento mismo.
Por ejemplo: “No tenemos por qué aceptar la ética kantiana ya que Kant fue un
solterón amargado y aburrido, enfermizamente metódico.”
b) Circunstancial: reside en señalar a quien propone una afirmación o argumento que
aquella o la conclusión de este es falsa por la circunstancia especial en que se halla la
persona que habla. Por ejemplo: “Todo lo que el Sr. Estevanez pueda decir sobre el
origen de las estancias en nuestro país debe ser ignorado porque al haber sido
administrador de campos seguramente defenderá a la burguesía terrateniente.”
6. Falacia del “tú también”: a menudo usada para rechazar un argumento del tipo
anterior –ataque al hombre- consiste en devolver la acusación recibida mostrando que
quien habla comparte alguna de las características cuestionadas. Por ejemplo: A:”No
se debería tener en cuenta lo que dice ese testigo porque es un bebedor
empedernido”. B: “¿Y qué? Ud. Ha sido encontrado más de una vez a la salida de un
bar en total estado de ebriedad.”

7. Apelación a la piedad: se produce cuando se busca la compasión de alguien para que


acepte como verdadera una conclusión determinada. Por ejemplo: un defensor, para
probar la inocencia de su defendido, alude al hecho de que este tiene hijos pequeños
que quedarán desprotegidos si se lo condena.

8. Apelación a la autoridad: consiste en invocar a alguien prestigioso, o simplemente


conocido por ser exitoso en algún ámbito, para apoyar la verdad de una conclusión.
Por ejemplo: “Raúl Matera fue un excelente neurocirujano y perteneció siempre al
partido justicialista; de esto se infiere que el justicialismo es la posición política que
mejores soluciones ha ofrecido desde su aparición.”

9. Apelación al pueblo: reside en hacer referencia a lo que hace todo el mundo o la


mayoría o “el pueblo” para llevar al otro a aceptar como verdadera una conclusión. Es
el recurso favorito de demagogos y de publicitarios. Por ejemplo: “Use los jeans NN;
son los mejores ya que toda la gente joven los lleva.”

10. Falacia del falso dilema (o de blanco o negro): consiste en proponer dos
alternativas como si fueran las únicas posibles. Por ejemplo: “En el momento actual
tenemos dos posibilidades: votar a Haldedu o caer en el caos. Supongo que nadie
quiere que caigamos en el caos. Por lo tanto, vamos a apoyar a Haldedu.”

11. Falacia de generalización inadecuada: se produce cuando el número de


observaciones recogidas en las premisas es insuficiente para apoyar la conclusión. Es la
falacia sobre la que se apoyan la mayor parte de los prejuicios asociados con la
discriminación. Por ejemplo: “Estoy de acuerdo con los que sostienen que todos los
judíos son avaros. Conocí a una familia Mandelbaum en la que por lo menos tres de
sus miembros eran muy avaros.”

12. Falacia de conclusión irrelevante: consiste en presentar alguna afirmación


verdadera que generalmente es aceptable pero que no es atinente a la conclusión, es
decir, que no aporta pruebas a favor de ella. Por ejemplo: “De todos los proyectos para
construir viviendas populares, el del arquitecto Pérez es el mejor ya que todos los
pobres deberían tener viviendas dignas.”

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