Carlos Grande Hermenéutica. Comentario 2 Prof.

Miguel Fernández

Dilthey: Hermenéutica como base de las Geisteswissenschaften

La directriz que nos concierne es la influencia de Dilthey en la gestación, propiamente, de una
hermenéutica filosófica y, por lo tanto, de sus aportes a ésta. Primero habría que hablar,
entonces, que Dilthey parte del proyecto inacabado de la búsqueda de una hermenéutica general
(o una teoría general de la comprensión) elaborado por Schleiermacher, proyecto que, sin
embargo, cayó en un psicologismo y del cual Dilthey trataría de salir con su búsqueda de
interpretaciones «objetivamente» válidas para las expresiones de la vida interna.
Lo anterior implica ya un supuesto: el estudio de las ciencias del espíritu debe ser diferente
que el de las ciencias naturales, puesto que las últimas no expresan la vida interna. La filosofía
de Dilthey es una filosofía de la vida en toda la extensión de la palabra. La elaboración de una
metodología de las ciencias del espíritu, además de proporcionar las bases y cimientos necesarios
para su desarrollo y su separación explícita del estudio de las ciencias naturales, implica la
pregunta por las expresiones en la que la vida interior se manifiesta y, por ello mismo, una salida
al psicologismo de Schleiermacher, una vida interna no meramente subjetiva, sino una
explicación del origen de estas expresiones de la vida que son previas al esquema canónico de la
tradición de sujeto-objeto. La palabra fundamental, que adquiere relevancia con la filosofía de
Dilthey, para expresar el énfasis de estas vivencias internas será Erlebnis.
¿Cómo, pues, cimentar un nuevo proyecto filosófico que dé cuenta del carácter propio de las
ciencias del espíritu? ¿Cuál sería ese germen tan importante para la hermenéutica filosófica que
será desarrollada después por Heidegger y Gadamer? Propongo, sin más, la cita que
probablemente podría ser el inicio de varias aserciones que traten de dar luz al asunto:
El «significado» de un «hecho captado objetivamente» viene implícito en el
propio hecho, y el significado es intrínsecamente temporal […] La experiencias es
intrínsecamente temporal (y esto significa histórica en el sentido más profundo de la
palabra) y, por tanto la comprensión de la experiencia también debe de estar en
categorías de pensamiento acordes temporalmente (históricamente).1
Notamos enseguida que el significado nunca puede entenderse de manera atemporal. La
experiencia de la vida humana es, ya ella misma —inmanentemente—, sujeción a la
temporalidad —y, por ende, a la historicidad—; un significado nunca puede estar dicho del todo,
por el entramado relacional de pasado y futuro en el que se ve envuelto. De este modo, el
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Palmer, R. «Dilthey, hermenéutica como base de las Geisteswissenschaften», en ¿Qué es la hermenéutica?.
Arco: Madrid, 2002, p. 142. Podemos ver la influencia de Dilthey en la conciencia histórico-efectual de
Gadamer.

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fenómeno de la comprensión sale completamente del psicologismo, ya que un significado es,

intrínsecamente, inacabo y sujeto a las condiciones contextuales de la temporalidad, e implica la
participación de los otros y del mundo mismo, de la historia, de lo que en términos más propios
podríamos empezar a llamar círculo hermenéutico. En Dilthey estas objetivaciones de la vida, ya
expuesta en los términos hasta ahora elucidados, serán el comienzo de una nueva tradición.
Como podemos ver, la noción de horizonte ya empieza a gestarse de una manera importante y
con claras repercusiones para pensadores posteriores, no solamente los que continuarán la
tradición hermenéutica “en el sentido fuerte”, como Heidegger y Gadamer, sino también en
Husserl para quien la noción de horizonte será, de mismo modo, primordial.