Está en la página 1de 7

PRACTICA NÚMERO 2

1. Introducción

El documento geográfico presentado nos acerca al estudio de la Geografía


que, según Pierre George, busca evaluar las relaciones que condicionan la vida de
los grupos humanos. Para ello, se ayuda de datos derivados de la naturaleza
(Geografía Física) y de la acción humana (Geografía Humana). En este caso, nos
encontramos con un diagrama ombrotérmico o climograma de Walter y Gaussen,
instrumento didáctico fundamental para la asignatura de Geografía de 2º de
Bachillerato, cuyo dominio forma parte de sus objetivos y estándares de aprendizaje,
como queda reflejado en el Real Decreto 1105/2014.

2. Clasificación

Este diagrama ombrotérmico es una gráfica de doble entrada en el que


aparecen representados sobre un eje de coordenadas las temperaturas y las
precipitaciones de una zona o lugar a lo largo del año.
A través de su representación, podemos identificar un clima determinado,
apareciendo recogidas en el eje de ordenadas izquierdo, los valores de las
temperaturas en °C, y, en el eje de ordenadas derecho, los valores de precipitaciones
en mm. En el eje de abscisas, se disponen los meses del año.

Como podemos observar, los intervalos de la temperatura y las precipitaciones


se distribuyen de forma que, ambos, siguen una relación, en este caso el índice de
Gaussen. De este modo, a un valor dado de temperatura (en el eje asignado para ello),
le corresponderá un valor doble de precipitaciones (en su correspondiente
ubicación).

Sabemos de la existencia de distintas posibilidades de clasificación climática,


como las de Martonne o Papadakis, pero nos vamos a centrar en la de Köppen, creada
inicialmente, en 1884. Su clasificación climática mundial identifica cada tipo de cima
con una serie de letras que indican el comportamiento de temperaturas y
precipitaciones que caracterizan dicho clima y que, a su vez, determinan una
vegetación similar en la región climática.

3. Análisis y comentario

Si analizamos los datos que nos plantea el climograma presentado podemos


apuntar varios aspectos.

En primer lugar, nos encontramos con unas temperaturas máximas de 26,4


°C en agosto, 25,7 °C en julio y 22,7 °C en junio; siendo, en contraposición, las
temperaturas mínimas registradas de 12,5 °C en enero, 13,2 °C en febrero y 13, 7 °C
en diciembre. Evidenciamos así que en esta zona, se sitúa en el hemisferio norte, y
que posee un verano caluroso y un invierno suave.

Además, estos datos, nos permiten calcular a su vez la amplitud u oscilación


térmica, que se calcula restando la temperatura máxima a la mínima, así, podemos
decir que es de 13,9 °C, siendo una oscilación térmica media.

Por otra parte, la temperatura media anual es alta, situándose en 18,71 °C.

Si atendemos ahora a las precipitaciones, y miramos brevemente los datos


aportados, enseguida nos percatamos de varios hechos. Para empezar, octubre y
noviembre se presentan como los meses más lluviosos, recogiéndose un volumen de
precipitación en ambos meses de 28 mm.; mientras que los meses en los que menos
registro de lluvias hay, son julio y agosto, en los que se apunta 1 mm Para ambos
meses. Estas son las precipitaciones máximas y mínimas, y de ellas podemos extraer
la existencia de un reparto estacional muy irregular.

La precipitación anual, por otra parte es de 196 mm. Lo que sitúa la región de
la que se recogen los datos como una ubicación con una precipitación anual muy
escasa, propia de climas subdesérticos o esteparios.

Teniendo estos datos en cuenta, podemos apuntar también una serie de


índices clásicos que nos ayudarán en la identificación del clima.

Así, el índice de evapotranspiración, que según Patton sirve para medir la


necesidad de agua estudiada (aunque para ser más específicos habría que tener en
cuenta otros datos que no tenemos, como la insolación, la duración de la luz diurna
el viento o la vegetación…), se presenta aquí con un resultado de 347,46. Lo que
equivale a decir que nos encontramos ante un clima seco o árido (un clima B), ya que
el resultado del índice este índice es muy superior a la precipitación total registrada.
Además, podemos decir que es estepario (y no desértico), ya que podemos tener en
cuenta que el valor de este índice no es el doble que el de la precipitación anual total.

En cuanto al índice de aridez mensual, aunque podemos intuir gráficamente


que esta existe prácticamente en todos los meses (puesto que la curva de lluvias que
conforma el diagrama de barras está por debajo de la curva de las temperaturas), si
aplicamos el índice de Gaussen (Ppm2T°C), confirmamos que la aridez se da en
todos ellos.

Podemos hablar también de la aridez general, aplicando el índice de


Lautensach-Meyer, que establece que si nos encontramos con más de siete meses
áridos, nos encontramos ante un clima semiárido extremado.

Mencionado esto, ya hemos dado por sentado que, en la clasificación térmica,


nos encontramos ante un clima B, es decir, un clima seco, en los que la evaporación
supera a la precipitación anual. Son los climas de las estepas y desiertos. En los
climas de tipo B, el principal factor que controla la vegetación no es la temperatura,
sino la sequedad. La evaporación excede a la precipitación anual.

En cuanto a la clasificación pluviométrica, también hemos sugerido con


anterioridad que nos encontramos ante un clima estepario, aunque el volumen de sus
precipitaciones no nos deja claro su caracterización esteparia o desértica, ya dijimos,
gracias al índice de evapotransporización de Patton, que nos encontrábamos ante un
clima estepario (S).

En cuanto a las características térmicas podemos catalogarlo como un clima


BSh: estepario cálido, ya que los inviernos parecen ser suaves y los veranos cálidos.
Además las precipitaciones son escasas. Es probable que la vegetación en este
entorno sea propia a la vegetación natural de la estepa. Este tipo de clima suele darse
en los trópicos y subtrópicos, en el limite de los desiertos subtropicales: Extremo
sudeste de la península ibérica, Marruecos, costa del sur de California, Kalahari,
zonas del interior de Australia.

Si tenemos en cuenta que nos situamos entonces en el extremo sudeste de la


Península Ibérica, entonces tenemos que tener en cuenta los factores astronómicos,
ya que este territorio se localiza entre el paralelo 36° y el 43°47’ latitud norte, lo que
la sitúa dentro del área de los climas templados mediterráneo y oceánico y por lo que
tiene dos estaciones contrastadas que alternan con otras dos inmediatas.

Los factores geográficos, por otra parte, también son importantes para
comentarlos. Así, la situación entre dos mares, el mar Mediterráneo (cerrado y con
una temperatura que no baja de los 13° C) y el océano Atlántico (Más frío). Hacen
que las temperaturas, por efecto del agua, se suavicen y sean más moderadas en la
costa que en el interior.

Asimismo, la situación de la Península entre dos continentes, el europeo y el


africano, condiciona la entrada de masas de aire frías y cálidas procedentes de cada
uno de ellos, que extreman las temperaturas. Las islas Canarias, por su parte, se
ubican en una zona de transición y, sobre ellas, actúan tanto los mecanismos de los
climas templados como los de la zona tropical.

La altura. Los más de 650 m de altura media sobre el nivel del mar de la
Península son los responsables de que disminuyan las temperaturas en 6° por cada
1000 m de ascenso (grandiente térmico) aproximadamente. La temperatura
disminuye en las montañas, pero también en las dos submesetas, pues se encuentran
a 600-800 metros sobre el nivel del mar

El relieve. Circundante en la mayor parte de la Península, evita la entrada de


aire cargado de humedad. Por el contrario, la disposición este-oeste de algunos
sistemas montañosos facilita la entrada de masas de aire marítimo procedentes del
oeste, aunque, a veces, en las cuencas interiores, el grado de aridez es extremo.
Igualmente influye la orientación del relieve. Así, se observan notables diferencias
entre la vertiente de la solana (al sur), que recibe más horas de insolación y por tanto
es más cálida, y la de la umbría (al norte), que es más fría. También hay notables
disimetrías entre las vertientes de barlovento, más húmedas, pues son las laderas por
las que ascienden las masas de aire húmedo que provocan gran cantidad de
precipitaciones, y las de sotavento, por las que desciende el aire ya seco, que se va
calentando al bajar y reseca el territorio.

Por todo ello, en la Península Ibérica hay una amplia variedad de climas
locales, dada la elevada altitud media y la compleja orografía del territorio.

Los factores termodinámicos son los causantes de la circulación de las masas


de aire de características distintas: térmicas (frías y cálidas), de humedad (húmedas
y secas) y de presión (alta o baja), que generan estabilidad o inestabilidad atmosférica
y que determinan los tipos de tiempo.

La circulación general de la atmósfera que afecta directamente a nuestros


climas se da fundamentalmente en las dos primeras capas de la atmósfera. Los
factores termodinámicos que actúan en la troposfera son tres: los centros de acción,
las masas de aire y los frentes.

4. Localización geográfica del clima

Así pues, casi con total seguridad nos atrevemos a mencionar que nos
encontramos ante un clima característico de Almería y Murcia, ya que es un clima
BSh.

5. Conclusión

A modo de conclusión, decir que con la realización de diagramas climáticos se


adquiere una visión completa de lo que es el clima, los elementos que lo forman y los
factores que lo modifican. Además obtenemos una información rigurosa del lugar con
el que se corresponde la serie. Tie uan enorme utilidad en divesos campos como la
biología, la zoología, y como no, la geografía, la cual se nos presenta en este siglo XXI
como una disciplina en la que sigue sin existir unanimidad en lo que concierne a su
naturaleza científica, aunque, como opina Ortega Valcárcel, la geografía puede ser
una disciplina para el siglo XXI.
Enfocado a la educación tenemos que decir que, en base al Real Decreo
1105/2014, que establece el currículo básico de Bachillerato y ESO, el análisis de los
climogramas se llevaría a cabo en el citado curso de 2º de Bachillerato, como ya
adelantábamos en la introducción.
OPERACIONES:

• AMPLITUD U OSCILACIÓN TÉRMICA:

26,4 − 12,5 = 13,9

• TEMPERATURA MEDIA ANUAL:

12,5 + 13,2 + 14,7 + 16,4 + 19,1 + 22,7 + 25,7 + 26,4 + 24 + 20 + 16,2 + 13,7
12

• PRECIPITACIÓN ANUAL:

23 + 21 + 15 + 20 + 14 + 10 + 1 + 1 + 12 + 28 + 28 + 23 = 196

• ÍNDICE DE EVAPOTRANSPIRACIÓN

141 × 100
20 × 18,71 + 490 − 7 × ( ) = 347,46
196

También podría gustarte