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Derecho de Autor

El derecho de autor se aplica a las creaciones artísticas como los libros, las obras
musicales, las pinturas, las esculturas, las películas y las obras realizadas por
medios tecnológicos como los programas informáticos y las bases de datos
electrónicas.

La condición de autor tiene un carácter irrenunciable; no puede transmitirse "inter


vivos" ni "mortis causa", no se extingue con el transcurso del tiempo, así como
tampoco entra en el dominio público ni es susceptible de prescripción. El Art. 5,
Ley de Propiedad Intelectual establece que, se considera autor a la persona natural
que crea alguna obra literaria, artística o científica. Por consiguiente, el titular del
derecho de autor es originariamente el creador de la obra, y es quien goza de las
facultades que conlleva el derecho de autor.

De conformidad con lo dispuesto en el Art. 16, Ley de Propiedad Intelectual, se


considera autor de la obra aquel cuyo nombre aparezca en la obra, o firma o signo
o figura que lo identifique. Por otro lado, cabe señalar que no existe la obligación
de registrar o marcar la obra para que sea protegida por los derechos de autor, sino
que los derechos de autor nacen con la creación de esta.

El apartado 1 del Art. 10, Ley de Propiedad Intelectual establece que son objeto de
propiedad intelectual todas las creaciones originales, literarias, artísticas o
científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible,
actualmente conocido o que se invente en el futuro.

La obra es el objeto de los derechos de autor, ya sea una obra literaria, artística o
científica, desde el momento de su creación, siendo esta la definición legal de obra
protegida. Por consiguiente, la falta de alguno de estos elementos no se reconocerá
la existencia de una obra protegida.

Con carácter general, el Art. 10, Ley de Propiedad Intelectual viene a


referirse a aquellas obras que son objeto del derecho de autor:

1. Los libros, folletos, impresos, epistolarios, escritos, discursos y locuciones,


conferencias, informes forenses, explicaciones de cátedra y cualesquiera
otras obras de la misma naturaleza.
2. Las composiciones musicales, con o sin letra.
3. Las obras dramáticas y dramático-musicales, las coreografías, las
pantomimas y, en general, las obras teatrales.
4. Las obras cinematográficas y cualesquiera otras obras audiovisuales.
5. Las esculturas y las obras de pintura, dibujo, grabado, litografía y las
historietas gráficas, tebeos o comics, así como sus ensayos o bocetos y las
demás obras plásticas, sean o no aplicadas.
6. Los proyectos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas y de
ingeniería.
7. Los gráficos, mapas y diseños relativos a la topografía, la geografía y, en
general, a la ciencia.
8. Las obras fotográficas y las expresadas por procedimiento análogo a la
fotografía.
9. Los programas de ordenador.

Los requisitos y condiciones para la utilización de obras ajenas


situadas de forma permanente en el espacio público son los
siguientes:
• Se trataría de todas aquellas que expresan un contenido estético mediante líneas,
formas, volúmenes o colores, incluyendo las obras arquitectónicas y las llamadas
obras de arte aplicado, es decir, aquellas en las que el valor artístico va
incorporado a cualquier otro de carácter productivo.
• Situadas permanentemente en lugar público, a sensu contrario, esto significa que
se excluyen las obras situadas en un lugar público con un carácter puramente
ocasional.
• El lugar de ubicación ha de ser público: parques, calles plazas u otras vías
públicas. La enumeración del TRLPI no es exhaustiva ni excluyente sino
meramente ejemplificativa. Lo importante es que el lugar sea de libre acceso para
el público en general
• La utilización que puede hacerse: pueden ser reproducidas, distribuidas y
comunicadas libremente por medio de pinturas, dibujos, fotografías y
procedimientos audiovisuales.
• La utilización no puede ser con ánimo de lucro.

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