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“¿Alguna vez le ha prestado atención a la ciencia de la prueba?”, dijo el Sr. Grodman. “¿A
qué se refiere?”, preguntó el Ministro del Interior, un poco perplejo, pero con una sonrisa
melancólica. “Casi no debería hablar de ella como una ciencia. La veo como un asunto de
sentido común.”
Perdóneme, señor. Es la ciencia más sutil y difícil de todas. En efecto, es la ciencia de las
ciencias. ¿Qué es el todo de la lógica inductiva, como lo establecen (digamos) Bacon y
Mill, sino un intento de apreciar el valor de la prueba, siendo dicha prueba los rastros
dejados por el Creador, por así decirlo? El Creador ha (lo digo con toda reverencia)
dejado una miríada de arenques rojos a lo largo del camino. Pero el verdadero científico
rehúsa a ser confundido por apariencias superficiales al detectar los secretos de la
1
Naturaleza."
Todas las disciplinas, desde la arqueología hasta la zoología, desde la historia hasta la
astronomía, desde la estadística hasta la teoría de la decisión, han enfrentado, en gran
medida, el mismo tipo de problemas de prueba e inferencia (Twining y Hampsher-Monk, 2003).
Como Bentham dijo: “El campo de la prueba no es otro que el campo del conocimiento”
(Bentham 1810:1). Los abogados litigantes, los policías y los jueces, así como también los
contadores, los ingenieros aeronáuticos, los auditores, los analistas de inteligencia, y
1
Zangwill (1895) (citado por Wigmore como el frontispicio de The Principles of Judicial Proof).
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Quizás el estímulo más fuerte provino de los ataques terroristas del 9/11. En las
discusiones posteriores a los ataques al World Trade Center en la ciudad de Nueva York y el
Pentágono en Washington D.C., se ha sostenido reiteradamente que los eventos pudieron
haber sido predichos, ya que los servicios de inteligencia de Estados Unidos disponían de
varios trozos de información pero fallaron en “conectar los puntos” (o a lo que se refirió
4
Sherlock Holmes como los “minúsculos detalles” ). Tenían bastante información como para
haber predicho el evento, pero les faltó la capacidad de cotejar y analizar la información. No
tuvieron la capacidad de “conectar los puntos”, ni los métodos para identificar como
significativos algunos minúsculos detalles que se encontraban disponibles en los conjuntos de
datos que ingresaron a las diferentes agencias desde una variedad de fuentes. Este
diagnóstico ha llevado a una reorganización de los servicios de inteligencia, cambios en su
entrenamiento, y gastar (o malgastar) billones de dólares en el desarrollo de programas
computacionales destinados a auxiliar el proceso de análisis de los datos de inteligencia. Los
problemas se representan en la caricatura de la figura 2.1.
2
E.g. Nino (1996), Krog (1999), Amadiume y Na’im (2000).
3
Richard Leary (2003).
4
N. del T.: “trifles” ha sido traducido como “minúsculos detalles”, “pequeños detalles” o simplemente “detalles”. La
traducción exacta sería “minucias” o “nimiedades”, pero el significado castellano y el uso común de ambos términos se
asocia a algo de poco valor o insignificante, lo que altera claramente el sentido del texto. “Trifling” se ha traducido como
“minucioso”, palabra que no posee la carga emotiva negativa de “minucia”, sino más bien una positiva que se predica
de una persona detallista, meticulosa, diligente.
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[Nuestra nueva misión es encontrar los diez puntos más buscados y conectarlos…]
5
Un artículo del The New Yorker de febrero del 2003 reportó entrevistas con las
principales figuras de la CIA y el Pentágono que se encargan de mejorar el análisis de
inteligencia con posterioridad al 9/11. Incluían a Donald Rumsfeld, George Tenet y Robert
Gates. El punto inicial fue el juicio de que las agencias de inteligencia estadounidenses no
poseen la profundidad analítica ni los métodos correctos de análisis para evaluar con precisión
posibles amenazas. El diagnóstico y los remedios se expresaron, en gran medida, en términos
que son familiares para los estudiosos de la prueba y las inferencias: los peligros de
comprometerse con una sola hipótesis; la necesidad de distinguir entre generar una hipótesis y
probarla con los datos disponibles; los diferentes problemas que surgen de un exceso de
información y la ausencia de prueba relevante y creíble; la diferencia entre ambigüedades y
lagunas de información; el valor de las interpretaciones alternativas de la prueba ambigua; los
peligros de la “imagen reflejo”, esto es “la proyección de los valores y creencias
norteamericanos en los adversarios y rivales de Estados Unidos”; una tendencia a confundir lo
desconocido con lo improbable; la relación entre el cálculo de riesgos y los umbrales de
credibilidad; la probabilidad de que los prejuicios políticos ingresen a los juicios donde la
situación es incierta. Estos y otros problemas han sido documentados por la Comisión sobre el
Terrorismo y otras. Aunque el vocabulario es a veces diferente, todas estas ideas deberían ser
familiares a quienes estudian la prueba y la inferencia; algunas parecen ser derivadas, directa
o indirectamente, de Wigmore (1913, 1937) y Schum (1994).
La información que puede haber estado disponible antes del 9/11 ilustra algunas de las
dificultades asociadas a la tarea de “conectar los puntos”. Antes que los terroristas usaran
aviones como bombas voladoras para destruir el World Trade Center y dañar el Pentágono, el
FBI había recibido información de que varios ciudadanos extranjeros provenientes del Medio
Oriente, con poco o nada de experiencia o entrenamiento, se habían alistado en diferentes
escuelas civiles de vuelo para aprender a pilotar aviones comerciales de gran tamaño. Se
reportó extensamente que ellos querían aprender a maniobrar y navegar aviones comerciales
civiles, pero no cómo aterrizar o despegar estos aviones, como también que todos habían
6
pagado en efectivo las lecciones . Asumiendo que estos fueron los hechos reportados, ¿Cómo
pudo el FBI haber conectado los puntos?
5
Jeffrey Goldberg (2003) 40-47
6
Estos reportes son controvertidos. Investigadores de la Comisión Nacional de Ataques Terroristas en Estados Unidos
reportaron que: “De acuerdo a sus instructores de vuelo [en San Diego] Hamzi y Mihdhar [dos terroristas Al Qaeda]
dijeron que querían aprender a cómo controlar un avión en vuelo, pero no tenían ningún interés en despegues o
aterrizajes.” Declaración del personal Nº 16, “Esbozo del resumen del 9/11” (2004) en p.14. En una declaración previa,
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1. Identificando las razones para la sospecha. Esto parece sospechoso, ¿por qué? Respuesta:
porque:
c. Una persona que paga sumas sustanciales de dinero en efectivo, en vez de usar una tarjeta
de crédito, cheque, o transferencia bancaria, podría estar tratando de ocultar su identidad o
la fuente de sus fondos. Varias personas haciendo esto simultáneamente es incluso más
sospechoso. El analista pudo haber identificado razones adicionales para sospechar, pero
estas razones identificadas ya entregan una base suficiente para el siguiente paso.
2. Generando hipótesis. ¿Por qué alguien podría estar interesado en aprender a volar y navegar un
avión comercial, pero no a aterrizar ni a despegar?
a. Hipótesis inocente.
i Sus pretensiones son aprender a aterrizar y a despegar más adelante. Esto es parte de un
esquema inusual de entrenamiento;
iii Una línea aérea está entrenando a un personal no-piloto para aliviar a los pilotos durante
los vuelos largos.
b. Hipótesis siniestra.
iv Estas personas abordarán aviones para llevar drogas (u otro contrabando). Ellos no
quieren revelar el destino al piloto hasta que el avión esté casi en el lugar de destino:
v Los “estudiantes” planean secuestrar uno o más aviones civiles y los secuestradores
desean controlar el vuelo y la navegación previo al aterrizaje. Sin embargo, forzarán al (a
los) piloto(s) a aterrizar en el destino(s) elegido por ellos;
vi No se pretende que los aviones aterricen porque los harán explotar en el aire.
vii No se pretende que los aviones comerciales aterricen, porque los usarán como “bombas
voladoras” dirigida a objetivos específicos, operando de manera análoga a la de bombarderos
suicidas.
ellos insinuaron que el FBI no tenía esta información antes del 9/11. “Contrario a la creencia popular, Zacarias
Moussaoui [el presunto secuestrador nº 20] no dijo que no estaba interesado en aprender cómo despegar y aterrizar.
En cambio, llamó la atención porque, con poco conocimiento de vuelo, quería aprender a cómo despegar y aterrizar un
Boeing 747.” Declaración del personal Nº 10, “Amenazas y Respuesta en 2001” (2004). Para mayor información, ver
“Investigaciones post 9/11: un ejercicio”, más adelante en pp. 52-53.
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La lista requiere permanecer abierta a otras posibles hipótesis que puedan sugerirse a
medida que se desarrolla la investigación, pero las hipótesis ya identificadas son
suficientes para que el analista prosiga.
3. Eliminando algunas hipótesis. Las hipótesis i y ii son las menos plausibles, dado el número de
“estudiantes”, el secreto, y el distanciamiento de las regulaciones internacionales. Por otra parte,
las hipótesis i, ii, y iii podrían fácilmente ser revisadas. Hay preguntas bastante sencillas para
determinar la identidad y el entorno de los estudiantes, como también si algunas aerolíneas
comerciales domésticas o extranjeras han adoptado programas de entrenamiento, tales como
aquellos identificados en las hipótesis i y iii, lo que debiese permitir al analista determinar si estas
hipótesis podrían eliminarse en esta etapa. La identidad y entorno de los estudiantes permitiría al
analista determinar si la hipótesis ii podría ser eliminada.
4. Priorizando las hipótesis restante. Sobre la base de esta información, el analista pudo haber
clasificado provisionalmente las hipótesis iv-vii en términos de seriedad, plausibilidad y facilidad
para comprobarlas. Por ejemplo, la hipótesis vi es muy seria, pero es implausible pues es
innecesario para los secuestradores tomar el control de un avión que van a hacer estallar, a
menos que se planee hacerlo estallar cerca de un cierto objetivo (ver hipótesis vii). La hipótesis iv
7
amerita investigación, pero en términos de sus consecuencias es menos alarmante que el resto .
Por otra parte, esa hipótesis tuvo que haber sido relativamente fácil de evaluar (y quizás eliminar)
a través de la comprobación de la identidad de los “estudiantes” y de personas asociadas, como
también a través de información disponible en el FBI, aduana y agencias de lucha contra las
drogas, acerca del uso de aviones para el transporte de drogas (u otro contrabando).
El tamaño del grupo, la seriedad del peligro, y la relativa plausibilidad del escenario
imaginado, según la información disponible, deberían haber sugerido al analista que la
hipótesis vii merecía la más alta prioridad, aunque también la hipótesis v necesitaba ser
investigada con urgencia. Por supuesto, la posibilidad de hipótesis adicionales debe
mantenerse abierta. Al enfocarse en la hipótesis vii, habría unas primeras líneas de
investigación bastante obvias: por ejemplo, ¿A qué grupo(s) u organización(es) pertenecen
los estudiantes? ¿Hay algo de información sobre las capacidades e intenciones de este(os)
grupo(s) u organización(es)? ¿Cuáles pueden ser los objetivos de tales ataques? ¿Cuál
puede ser la sincronización entre ellos? Y así sucesivamente. La prueba descubierta al
seguir las dos primeras líneas de investigación debería haber permitido al analista reevaluar
la credibilidad de la hipótesis v. En el intertanto, se podrían haber tomado acciones
preventivas con respecto a estos “estudiantes” antes de que sus cursos de vuelo
terminaran.
N
Dado N cantidad de puntos/detalles, hay 2 -{N+1} combinaciones posibles de
dos o más de ellos.
7
En forma previa al 9/11, el FBI probablemente habría enfocado sus recursos en la hipótesis iv. A través de su historia,
el departamento se ha enfocado en investigaciones post-evento para desarrollar casos criminales. La estructura de
incentivos recompensaba a los agentes basado en estadísticas que reflejaban arrestos, acusaciones y enjuiciamientos.
El control de los casos estaba en las oficinas locales, no en el cuartel central del FBI. Éstas y otras prácticas habían
establecido una cultura de aplicación de la ley que coartaba la habilidad del departamento para relacionar y compartir
información, como también para usar esa información en un análisis estratégico destinado a la prevención del
terrorismo. Ver la Comisión Nacional sobre Ataques Terroristas sobre los Estados Unidos, Declaración de Personal nº
9, “Aplicación de la ley, Lucha Contra el Terrorismo, y Colección de Inteligencia en los Estados Unidos, previo al 9/11.”
Esa cultura se arraigó profundamente y se resistió a cambiar. Ver también la Declaración de Personal nº 12, “Reformas
en la Persecución Penal, Contraterrorismo y Recolección de Inteligencia en los Estados Unidos.”
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Combinaciones: 1013 33,554,406 1.13(10)15 1.27(10)
Hay tres problemas básicos que son inherentes a la tarea de “conectar los puntos”.
Primero, debemos decidir qué puntos conectar. El número de combinaciones posibles crece
exponencialmente con el aumento del número de puntos. La figura 2.2 ilustra las dificultades
encontradas al examinar las combinaciones de los puntos. Por ejemplo, si hubiese solo 50
15
puntos, habría más de un millón [1.13 (10) ] de combinaciones posibles de dos o más
puntos. En muchas instancias habrá mucho más que 50 puntos a conectar; en algunos
casos, habrá miles o incluso millones de puntos a considerar. Claramente, no tiene sentido
examinar todas estas posibles combinaciones, incluso si dispusiéramos del computador
más rápido concebible. Esta sería una estrategia de examinar todo con la esperanza de
encontrar algo. Lo que necesitamos son estrategias para usar mejor nuestra imaginación al
decidir qué puntos combinar. La pregunta planteada en el ejemplo anterior entrega un
ejemplo de tal estrategia.
1. La Administración Federal de la Aviación (FAA) tenía información que decía que, en la década de
los 90, personas asociadas a Usama Bin Ladin estaban interesados en secuestrar y usar un avión
como arma. Por otra parte, la FAA había considerado la potencialidad de secuestros terroristas
suicidas en Estados Unidos hasta no más allá de marzo de1998. No había, sin embargo, pruebas
que indicaran que la FAA poseía información creíble y específica que Usama Bin Ladin, Al Qaeda,
o cualquier otro grupo estaban realmente conspirando para secuestrar aviones comerciales y
usarlos como armas de destrucción masiva. La FAA descartó aquella amenaza en presentaciones
que hizo a las compañías aéreas en el 2000 y 2001 porque no “había una indicación de que un
grupo estuviese actualmente pensando en aquella dirección”. Declaración del personal nº 3 de 4.
2. El 10 de julio del 2001, la oficina del FBI de Phoenix envió un reporte de una investigación de
campo iniciada en abril del 2000 cuyo propósito era “aconsejar al Departamento y la Oficina de
Nueva York [la ‘Oficina de Origen’ para el programa Al Qaeda del FBI] sobre la posibilidad de un
intento coordinado por Usama Bin Ladin (UBL) de enviar estudiantes a los Estados Unidos para
que asistieran a universidades y escuelas de aviación civil”. El memorándum informaba que “un
excesivo número de individuos de interés investigativo” habían asistido a universidades y
escuelas de aviación civil en Arizona, incluyendo a Zakaria Soubra, un “duro extremista Islámico
que ve a Estados Unidos como un enemigo del Islam.” El memorándum de Phoenix hacía muchas
recomendaciones, incluyendo una recomendación de que el “FBIHQ debería discutir esta materia
con otros miembros de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos y encomendarle a la
8
comunidad cualquier información que respaldara las sospechas de Phoenix.”
3. El 15 de agosto del 2001, la oficina del FBI de Minneapolis inició una investigación acerca de
Zacarias Moussaoui. Había entrado al país en febrero y había tomado lecciones de vuelo en una
escuela en Oklahoma. El 13 de agosto, comenzó su instrucción en la escuela de entrenamiento
de vuelo de Pan American en Minneapolis. Se destacó porque, con poco conocimiento para volar,
quería aprender a despegar y aterrizar un Boeing 747. El 15 de agosto, fue detenido por el
Servicio de Inmigración y Naturalización (INS, Immigration and Naturalization Service) bajo la
excusa de que él era un ciudadano francés que había permanecido más tiempo en el país que el
que le permitía su visa, porque el agente del FBI que llevaba su caso en conjunto con el
representante del INS en la Fuerza de Misión Conjunta sobre el Terrorismo de Minneapolis
sospechaban que Moussaoui quería secuestrar aviones. La oficina de Minneapolis envió un
resumen de la investigación a las oficinas del FBI el 18 de agosto, con una petición al agregado
jurídico en Paris solicitando asistencia. El agregado jurídico respondió rápidamente. De acuerdo a
una carta enviada por el Agente Especial Rowley al director del FBI Robert Mueller después de
los ataques del 9/11, el agente informó que la Inteligencia Francesa había confirmado la afiliación
de Moussaoui con grupos radicales fundamentalistas Islámicos y a actividades conectadas a
Usama Bin Ladin. (“Reporte de la Comisión del 9/11”) (2204) (“Reporte del 9/11”) en 273.
8
Una copia redactada del memorándum de Phoenix es reproducida en un apéndice en el reporte conjunto del Senado
y el Comité Selecto de la Cámara de Inteligencia de Estados Unidos, que condujo una investigación conjunta en las
actividades de inteligencia antes y después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 (S. Rept. 107-351
y House Rept. Nº 107-792).
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2
Preguntas
1. Colóquese en la posición del analista hipotético del FBI descrito arriba. Es agosto del 2001. Tiene
la información descrita en los párrafos 2 y 3. Asumiendo que la información gatilló sus sospechas,
¿cómo procedería? ¿Habrían sus hipótesis diferido de las planteadas más arriba? De ser así,
¿cómo y por qué? ¿Qué pasos adicionales inmediatos habría recomendado?
2. Durante el verano del 2001, la FAA, el FBI y la CIA estaban conscientes que había un riesgo
agudizado de que terroristas emprenderían ataques mayores en un futuro cercano. ¿Cómo habría
diseñado un sistema que uniese todos los puntos mostrados arriba en una sola base de datos? Si
usted fuese un analista con acceso a aquella base de datos, ¿qué preguntas habría hecho que
hubiesen conectado estos puntos?
3. Póngase en la posición de una analista de la CIA en el verano del 2001. Usted recordó y re-
estudió el reporte de la Biblioteca del Congreso y llegó a la conclusión que Al-Qaeda podría usar
un avión como bomba suicida. Usando la metodología de cuatro pasos usada por el agente
hipotético del FBI, ¿cómo habría procedido? ¿Qué preguntas habría enviado al FBI y FAA y otras
agencias de inteligencia para generar información que le permitiera eliminar o respaldar su(s)
hipótesis prioritaria(s)?
4. Ahora asuma que usted ha sido un agente supervisor en el FBI. Estaba consciente de la
preocupación agudizada sobre amenazas terroristas y había visto el memorando de Phoenix y el
resumen investigativo enviado por la oficina de Minneapolis. En su calidad de agente supervisor
recibió, a fines de agosto del 2001, la pregunta que presentó anteriormente en su condición de
analista de la CIA. ¿Cómo habría respondido? ¿Qué acciones adicionales del FBI u otras
agencias habría recomendado? Reconociendo que el FBI tenía recursos limitados y una cultura
que tendía a “pasar a segundo plano” peticiones investigativas que no tenían relación con la
cultura de resolver crímenes del departamento, ¿cómo habría priorizado estas peticiones? Si sus
superiores se negaran a entregarle a la situación la prioridad que usted consideró que ameritaba,
¿cuál, si es que algo hubiese hecho, cree que hubiese sido su actuar?
Los ejemplos precedentes basados en el 9/11 ilustran tres puntos que son centrales para
entender la prueba en general, así como también la prueba en contextos jurídicos.
i Los ingredientes para la comprobación en el ámbito del derecho y en otros contextos involucran
pruebas, hipótesis, proposiciones que tienen que ser probadas, posibles explicaciones, y
argumentos que unan las pruebas y las hipótesis. Todos estos ingredientes deben ser generados
como resultado del razonamiento imaginativo, también llamado razonamiento abductivo. La
generación de estos ingredientes es un elemento clave para la investigación fáctica. Pero las
formas lógicas más familiares de razonamiento, deductiva e inductiva, también son requeridas
para el testeo de hipótesis y la construcción de argumentos que unen las pruebas con las
hipótesis. Los computadores pueden ser de ayuda para localizar y clasificar información, pero no
se ha desarrollado ningún programa, ni es probable que se desarrolle, que sirva como sustituto
para el razonamiento imaginativo que poseen los seres humanos.
pueden ser tomadas provechosamente por personas de otras disciplinas, así como también por
abogados en su ejercicio profesional. Este legado se ha acumulado a través de los siglos, en
gran medida como resultado de repetidas experiencias en la encrucijada de encuentros
adversariales en nuestro sistema adversarial Anglo-Americano de resolución de disputas.
iii Las pruebas varían sustantivamente, o en términos de su contenido, de una forma casi infinita
y provienen de muchas fuentes diferentes. Hay un método, sin embargo, para clasificar distintas
pruebas que es ciego-en-sustancia. Este método nos permite estudiar y analizar la prueba sin
considerar su contenido.
Todos estos aspectos generales del estudio de la prueba son esenciales para su
comprensión en contextos jurídicos y no jurídicos. La siguiente parte lidia con la investigación
de los hechos, preservando la metáfora de la generación de puntos o pequeños detalles y
encontrando explicaciones potenciales para aquellos que son generadas durante la
investigación fáctica. La parte C identifica y explica las credenciales de las pruebas. La última
9
parte explica la importancia de usar la forma ciega-en-sustancia para examinar la prueba .
9
Una nota sobre terminología: Los abogados están familiarizados con términos tales como evidencia directa, evidencia
circunstancial, evidencia real, descubrimiento y corroboración, los que han adquirido significados jurídicos técnicos y
han sido algunas veces materia de controversia. Estos términos tienen significados diferentes cuando son usados por
especialistas en lógica, especialistas en probabilidad, periodistas de diarios y otros. Como este libro se trata de la
lógica de la prueba, hemos adoptado definiciones para pocos términos (directa, circunstancial, corroboración) que se
ajustan a este marco y que divergen del uso jurídico técnico. Para mayor precisión, hemos también usado unos pocos
términos que pueden no ser familiares, tales como evidencia auxiliar, probandum, y proferencia autóptica. Todos estos
términos están definidos en el Glosario.
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El término es tomado del título de un libro sobre investigación fáctica de Binder y Bergman (1984).
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En contraste, el análisis es estático. Resulta necesario en todas las etapas del proceso,
pero es episódico más que continuo. El investigador analiza la información e hipótesis que en
ese momento se encuentran disponibles para ir refinando las hipótesis (o generando nuevas) y
determinar si la investigación debería ser dirigida o redirigida y cómo. Una vez que el análisis
se ha realizado, ¿qué preguntas adicionales necesitan ser planteadas?
Las aplicaciones de estas distintas formas de lógica son descritas e ilustradas en los
materiales que siguen. Por ahora, es importante reconocer que en los contextos legales y en
muchos otros contextos prácticos una conclusión basada en pruebas solo admite ser justificada
como racional mediante el uso de una o más de estas formas de lógica.
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estaban anteriormente en nuestra mente; pero es la idea de juntar lo que nunca antes
habíamos soñado en juntar lo que destella la nueva sugerencia ante nuestra contemplación
El valor de una nueva hipótesis para un investigador radica no sólo en su utilidad para
explicar las pruebas ya disponibles; también contribuye a generar nuevas líneas de
investigación, aún no sugeridas por las otras hipótesis con las que se ha estado trabajando. El
proceso abductivo no es estático. Como resultado de explorar las líneas de investigación
sugeridas por H1, u otras hipótesis, el investigador podría descubrir nuevos hechos que
requieren que H1 sea revisada o eliminada. Por ejemplo, los ítems E2, E3 y E4, que tendrían que
haber existido si H1 fuese verdadera, pueden no existir (o no ser encontrados). En otras
palabras, puede fracasar el testeo de H1. En cambio, las investigaciones podrán conducir al
descubrimiento de nuevas pruebas que hacen necesario revisar H1. Así también, las nuevas
líneas de investigación sugeridas por H1 pueden llevar a observaciones que sugieran una
nueva hipótesis, H2, diferente de H1. Lo que tendremos que imaginar son secuencias de arcos
puestas una al lado de la otra, a medida que generamos más explicaciones posibles o
hipótesis.
Una segunda dificultad con la figura 2.3 involucra la naturaleza del enlace entre la
observación inicial y las hipótesis que el investigador generó para explicar esta observación. Si
se le pide al analista demostrar cómo una nueva hipótesis H1 explica E1, el fenómeno que le
permitió generarla, se encuentra con la necesidad de construir un argumento o una cadena de
razonamientos usualmente elaborados desde sus observaciones hasta esta nueva hipótesis
12
H1 . Por esa razón, las actividades de investigación fáctica siempre involucran mezclas de
razonamientos abductivo, inductivo y deductivo.
Hay una conexión directa entre los asuntos teóricos que hemos estado discutiendo y la
práctica de la investigación fáctica en el derecho. En la misma época en que Peirce estaba
desarrollando sus ideas sobre el razonamiento abductivo, al otro lado del Atlántico sir Arthur
Conan Doyle estaba desarrollando su personaje Sherlock Holmes. No hay antecedentes que
demuestren que Peirce y Conan Doyle conocieran los trabajos del otro. Aunque Holmes
11
El filósofo David Oldroyd (1986) desarrolló el arco original del conocimiento. Como aquí, él lo usó como metáfora
para describir el proceso de investigación y de descubrimiento. Lo hemos modificado para dejar claro cómo el arco
puede ser usado para describir el razonamiento implicado en la investigación de hechos y en el descubrimiento en
contextos jurídicos.
12
La construcción de argumentos complejos basados en pruebas es discutida y desarrollada en los capítulos 3 y 4.
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describe sus hazañas de razonamiento como “deducciones”, está claro que la forma de su
13
razonamiento era abductiva en su naturaleza .
Los “minúsculos detalles” que Holmes mencionó se refieren a cualquier punto aislado o
dato obtenido durante la investigación de los hechos, ya sea si viene desde un testigo o desde
pruebas tangibles de algún tipo.
como se ilustra en la figura 2.4 más arriba, cuando el investigador comienza el proceso de
tratar de encontrarle un sentido a una colección de detalles que se van acumulando
rápidamente. En esta figura, cada punto representa un detalles que el investigador ha
recolectado.
Como ilustra la figura 2.4, en algunas ocasiones se puede tener la suerte de observar
un solo detalle que sugiera una nueva hipótesis – por ejemplo, en una investigación criminal de
huellas dactilares, muestra de ADN, huellas de zapatos u otros rastros que pueden apuntar a
un sospechoso en particular (hipótesis). En la mayoría de los casos, sin embargo, la
generación de una nueva hipótesis o posibilidad está basada en una combinación de varios
pequeños detalles. Aquí es donde surgen las dificultades. El número de combinaciones de
detalles aumenta exponencialmente a medida que aumenta también el número de detalles que
es reunido. El investigador, como analista, debe determinar qué combinaciones de detalles
habrá que examinar. Los métodos prescritos para analizar los detalles y para organizar los
pensamientos del investigador o analista se convierte en algo muy importante en esta etapa.
Los principios de la lógica y las formas en que éstos son aplicados al analizar las pruebas en
un contexto jurídico son presentados e ilustrados en el capítulo 3. Los métodos de análisis que
facilitan al analista, sea un investigador o un abogado, la preparación de un juicio son
14
presentados en el capítulo 4, 5 y 6 .
Hay tres características claves o credenciales de un dato probatorio que deben ser
establecidas para el análisis de su relación con una hipótesis: relevancia, credibilidad, y fuerza
o peso probatorio [inferencial]. Ningún detalle viene con estas credenciales establecidas de
manera previa; estas credenciales descansan sobre argumentos construidos por los analistas.
Por esta razón, debemos considerar primero los ingredientes principales de los argumentos.
14
Una reciente investigación sugiere que la habilidad que tengamos para organizar nuestros pensamientos y prueba
existente, influye en qué tan hábiles seremos en generar hipótesis nuevas y nuevas líneas de investigación y prueba.
(Tillers y Schum (1991); Schum (1999)).
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Mary estará sujeta a cuestionamientos. La misma idea aplica a otras formas de prueba. Por
ejemplo, la prueba E2* que consiste en una fotografía, supuestamente muestra el evento E2,
esto es, que Frank estaba en frente del banco poco después de que aquél fue robado el 4 de
marzo a las 3 p.m. La persona que toma la decisión deberá estar atenta a la autenticidad de
esta foto. Esta foto puede haber sido adulterada en varias formas; también pudo haber sido
tomada otro día o a otra hora. Los asuntos de credibilidad constituyen fuentes muy importantes
de duda, pero hay otras dudas que surgen cuando intentamos relacionar las pruebas a las
hipótesis o a los asuntos que tratamos de probar.
En derecho, una hipótesis es una proposición que tiene que ser probada (un
probandum). Las probanda [proposiciones a ser probadas] se presentan en diferentes niveles
de un argumento. Un probandum es siempre una proposición que, en principio, puede
mostrarse como verdadera o falsa. Los niveles en que se encuentran las probanda en un
argumento son ilustrados en la figura 2.5.
En los casos jurídicos, habrá un probandum básico o principal en cuestión al que nos
15
referiremos como el probandum final . La regla jurídica que será aplicada para determinar si el
demandante o el persecutor tienen derecho a ser indemnizados puede verse como la premisa
mayor. El probandum final sería la premisa menor. Si las pruebas establecen que el
probandum final es verdadero, en términos que resulten satisfactorios al grado de certeza
exigido, entonces la decisión deberá favorecer a la fiscalía o al demandante. En los casos
criminales, por ejemplo, un probandum final incluye todas las condiciones que la fiscalía debe
probar que son verdaderas más allá de toda duda razonable para justificar una condena.
Entonces, en un caso de asesinato, la fiscalía deberá probar más allá de duda razonable: que
la víctima está muerta; que fue un acto ilegal lo que causó la muerte de la víctima; que fue el
acusado quién cometió el acto; y que el acusado tuvo la intención requerida por la ley que
resulta aplicable en la jurisdicción en la que el asesinato ocurrió. En casos civiles, el
probandum final consiste en los hechos finales que el demandante debe alegar y probar para
poder ser victorioso.
PROBANDUM FINAL
15
N. de. T.: A lo largo del texto, las expresiones a) "ultimate probandum", b) "penultimate probanda", c) "interim
probanda" o "intermediate probanda" han sido traducidas, respectivamente, como a) "el probandum final", b) las
probanda penúltimas; c) "las probanda intermedias". Cabe advertir que, pese a que a primera vista pudiesen parecer
categorías temporales, en realidad se trata de una distinción lógica aplicable a las proposiciones que forman parte del
razonamiento probatorio (sea éste deductivo, inductivo o abductivo). Así las cosas, rigen respecto de las probanda las
exigencias de necesidad y suficiencia lógicas para dar por probado el probandum final (la proposición a ser probada).
Las categorías antes enunciadas van, algunas veces, acompañadas de calificativos como "provisional" –por ejemplo,
probandum final provisional– o "estratégicas" –por ejemplo, las probanda intermedia estratégicas– lo cual da cuenta de
algunas de las características (continuidad y reelaboración, pensamiento estratégico, anticipación de la teoría del
casode la contraparte) inherentes al razonamiento probatorio; esto es, dicho simplificadamente, al proceso de
formulación y reformulación de proposiciones sobre la base de la prueba disponible y de los eventuales ataques que
dichas proposiciones puedan sufrir.
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Capítulo
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PROBANDA
P1 P2 Pn PENULTIMAS
●●●
G4
G3
GENERALIZACIONES F PROBANDA
INTERMEDIAS
G2
G1
PRUEBA E*
En la figura 2.5, hay generalizaciones (etiquetadas G1 hasta G4) que se asocian con
cada eslabón de la cadena del razonamiento que relacionan la prueba E* con el probandum
penúltimo P1. Estas generalizaciones, también llamadas garantías (Toulmin, 1964), proveen de
justificación a cada eslabón de razonamiento. Las generalizaciones son comúnmente
enunciados “si… entonces” que son de naturaleza inductiva; es decir, están
probabilísticamente cubiertos de algún modo. Considere, por ejemplo, la generalización G2 en
la figura 2.5 que autoriza la inferencia de la proposición F desde la proposición E. Esta
generalización podría leerse: “si un evento como E ocurre, entonces (usualmente,
frecuentemente, a menudo) un evento como F ocurrirá.” Por ejemplo, asuma que un oficial de
policía en un caso de narcóticos E* declara que observó a una persona X pasándole un
paquete pequeño con polvo blanco a una persona Y en un cierto lugar y momento. Mediante
esta prueba, se le solicita al juzgador inferir que X sí le entregó un paquete pequeño con polvo
blanco a una persona Y, en un cierto lugar y momento. La generalización aplicable sobre la
cual se basa la inferencia puede ser expresada de la siguiente manera, “si un oficial de policía,
testificando bajo juramento, dice que ocurrió un cierto evento, entonces este evento ocurrió casi
con toda seguridad.” Algunas generalizaciones pueden basarse en lo que se conoce como
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Regla 401. Definición de “Prueba Relevante. “Prueba relevante” significa una prueba que tiene
cualquier tendencia para hacer que la existencia de cualquier hecho que sea de importancia para
la determinación de la acción sea más o menos probable de lo que sería sin dicha prueba.
Para ser relevante, la prueba debe hacer que un probandum penúltimo sea más o
menos probable (o debe ser relevante para la credibilidad de un testigo u otra prueba ofrecida
en el caso). En resumen, las probanda penúltimas proveen de las piedras de apoyo para los
efectos de establecer la relevancia de la prueba.
16
El significado de directamente relevante e indirectamente relevante no debe ser confundido con el significado jurídico
de evidencia directa e indirecta. Los términos evidencia directa e indirecta tienen diferentes significados en el derecho.
En el derecho, “la prueba directa es evidencia que, si es creída, resuelve una materia en cuestión”. McCormick (1999)
278. Toda otra prueba es indirecta o circunstancial porque “incluso si las circunstancias representadas son aceptadas
como verdaderas, se requiere de un razonamiento adicional para alcanzar la conclusión deseada.” Id. (Ver información
adicional en las pág. 76-77, más adelante).
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2
A*4
G Prueba auxiliar
(indirectamente
A*3 relevante) sobre las
generalizaciones en
cada etapa de
Probanda intermedias
F razonamiento. Tal
prueba puede bien
A*2 apoyar o bien socavar
una generalización.
A*1
Los otros cuatro ítems de prueba A*1, A*2, A*3, y A*4 también son relevantes, pero sólo
indirectamente. Aunque no están directamente enlazadas con el probandum penúltimo son, sin
embargo, relevantes porque cada una de ellas impacta en la fortaleza o debilidad de los
eslabones de la cadena de razonamiento determinada por un ítem de prueba directamente
relevante. Como resultado, estos cuatro ítems constituyen pruebas indirectamente relevantes o
prueba auxiliar.
creíble, sería un error equiparar E* y E. Tener prueba de que E ocurrió no supone que E de
hecho ocurrió.
Hay dos clases de prueba que pueden ser relevantes en una disputa jurídica: la prueba
tangible y la prueba testimonial. Los atributos que deben ser considerados al evaluar la
17
credibilidad de cada categoría difieren . La credibilidad involucra más de una dimensión o
atributo, independientemente de qué tipo de prueba se esté considerando, pero los atributos
específicos de la credibilidad dependen de qué tipo de prueba estemos considerando. Los
atributos de la credibilidad de la prueba testimonial son bastante diferentes de los atributos de
credibilidad de la prueba tangible.
Hay tres importantes fuentes de prueba auxiliar que pueden poner en tela de juicio la
autenticidad de la prueba tangible. La primera se refiere a la prueba que ha sido
deliberadamente ideada para engañar a otros, tal como ocurre con un documento falsificado.
Los errores en la grabación, transmisión, o procesamiento de la prueba es la segunda fuente.
La prueba tangible puede pasar por muchas manos antes de que sea ofrecida en el juicio. Las
oportunidades para procesar o manejar errores de variados tipos aumentan con el número de
manos por el que pase un ítem tangible. Las muestras de sangre pueden ser mal etiquetadas o
incluso sustituidas por otras. Esa es la razón para la exigencia de que debería haber pruebas
que establezcan la cadena de custodia durante el tiempo que transcurra entre que la prueba
fue descubierta (el guante ensangrentado) o generada (una partida en un registro comercial)
hasta el momento en que aquélla es presentada en el juicio. Si no estamos al tanto de todos
los eslabones de una cadena de custodia, no podemos responder por la autenticidad de un
17
En muchos contextos, incluyendo el del derecho, la palabra “fiabilidad” es a menudo usada como sinónimo de
“credibilidad”. La dificultad es que el término “fiabilidad” tiene un significado mucho más restringido que el término
“credibilidad”. Un proceso de algún tipo es fiable en la medida que sea consistente, repetible, o digno de confianza. Así,
usted cree que su auto es fiable en la medida en que continúe, en el futuro, llevándolo donde usted quiera dentro de
una cantidad de tiempo específica.
18
En muchos casos, la persona que toma la decisión debe depender de las opiniones de expertos que le digan qué
evento(s) es revelado por un ítem tangible. Por ejemplo, un experto en balística puede expresar una opinión
identificando el arma con la que una bala fue disparada y explicar cómo las marcas en la bala le permiten formar esa
opinión. Los expertos pueden estar equivocados en su interpretación de qué evento(s) es revelado por un ítem
tangible. La bala es la prueba tangible; la opinión del experto viene en la forma de afirmaciones testimoniales cuya
credibilidad solo puede ser evaluada con referencia a los atributos de credibilidad de la prueba testimonial. Ver más
adelante, pág. 65-67.
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ítem de prueba tangible. Por último, el testigo cuyo testimonio es ofrecido para establecer la
autenticidad de un ítem puede estar equivocado o bien mentir.
La segunda es que ella diga: “No observé el evento E yo misma, pero supe que ocurrió
por la persona Q.” En otras palabras, P obtuvo información sobre el acontecimiento del evento
E de segunda mano de otra persona Q. Más aún, la información obtenida por P puede haber
provenido de fuentes adicionales a la persona Q. Por ejemplo, podemos preguntarle a Q cómo
obtuvo ella la información sobre el evento E, y ella podría responder: “Lo supe por la persona
R.” Si no podemos preguntar a R o de otro modo descubrir la fuente primaria de información
sobre el evento E, entonces el testimonio de P no tiene un mejor estatus que el de un rumor o
de un chisme. El testimonio de P en este caso es un testimonio de oídas. Si esa prueba será
admitida en el juicio o no, depende de las reglas que regulen la admisibilidad y el uso del
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testimonio de oídas. Sin embargo, el testimonio de oídas es a menudo valioso para poder
avanzar en la investigación de hechos, incluso cuando tal prueba podría no ser admisible al
momento del juicio.
La tercera es que P diga: “No observé E yo misma. Sin embargo, observé otros dos
eventos, C y D, de los que inferí que el evento E también ocurrió.” Esto es prueba de opinión,
ya que no está basada en el conocimiento personal del evento E. El requerimiento legal de que
un testigo tenga un conocimiento personal de los eventos a los cuales su testimonio refiere
provoca la principal dificultad que afecta a esta prueba de opinión. La testigo tiene que decirle
al decisor que ella observó C y D para que así esta persona pueda decidir si aquellas
19
observaciones justifican la inferencia de que E ocurrió .
19
En algunas circunstancias, a un testigo puede estarle permitido expresar una opinión, lega o experta, porque esa es
la mejor o única forma que el decisor pueda entender la prueba. Un lego podría testificar, “Harold estaba triste cuando
el jefe lo despidió,” sin entregar una descripción detallada de la expresión facial y comportamiento que lo guió a concluir
que él estaba triste. Un experto calificado podría testificar, “Basado en una comparación del ADN de la sangre
encontrada en la escena y el ADN del acusado, es casi seguro que la sangre de la escena era la sangre del acusado,”
porque una persona que no es experta sería incapaz de entender o interpretar la información sobre la cual se basa la
opinión de un experto.
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capacidades sensoriales agudas y se encuentra bajo condiciones normales puede aun así
obtener prueba sensorial defectuosa.
SENSIBILIDAD OBSERVACIONAL
• Defectos sensoriales
• Condición física general
• Condiciones de observación • Conjuntos de instrucción
• Calidad/duración de la observación • Objetivos observacionales • Testimonio contradictorio con los de
otros testigos
• Experticia
• Testimonio incompatible con el de
• Foco de atención
otros testigos
• Sesgos sensoriales
• Algunas formas de declaraciones
previas inconsistentes
OBJETIVIDAD
• Participaciones, motivos, intereses
• Expectativas
• Auto-contradicciones
• Factores relacionados con la memoria
• Hipnosis [?]
• Sesgos de objetividad
VERACIDAD
Figura 2.7 Prueba auxiliar que se relaciona con los atributos de credibilidad de los testigos
Primero, considere la columna en la figura 2.7 etiquetada como “específica.” Aquí hay
clases de pruebas auxiliares que pueden ser asociadas específicamente con uno de los
atributos de credibilidad, esto es, veracidad, objetividad y sensibilidad observacional. Ya hemos
abordado algunas de estas formas de prueba, pero no todas. En el caso de la sensibilidad
observacional, debemos estar preocupados sobre la calidad y duración de la observación de un
testigo. ¿El testigo dio una mirada breve o tuvo una oportunidad de notar los detalles durante la
observación? ¿Tenía el testigo alguna característica personal, por ejemplo problemas de visión,
que pudieron haber afectado su habilidad para hacer una observación precisa? ¿Tenía el
testigo alguna experticia que le pudo haber permitido notar ciertos detalles importantes que no
habrían sido notados por testigos que no tuvieran esa experticia? ¿Fue el testigo capaz de
asignar una atención completa a lo que estaba observando, o se distrajo, de alguna manera,
durante la observación? Los sesgos sensoriales se refieren a las variadas formas en que
nuestra visión, audición, y otros sentidos pueden haber sido afectados por sesgos, quizás por
formas ingeniosas de engaño.
habilidad del testigo para recordar de manera precisa las observaciones sobre las cuales fue
llamado a testificar? Los sesgos de objetividad se refieren a instancias en las que un testigo
puede haber sido predispuesto a creer que un evento ocurrió, o no ocurrió, a pesar de la
prueba sensorial que obtuvo.
Finalmente, hay una tercera categoría de sesgo que hemos etiquetado como sesgo
testimonial. A pesar de lo que un testigo pueda creer sobre la existencia de un evento E, ella
puede tener una mayor preferencia por revelar o no lo que cree. Algunas personas pueden
disfrutar el ser portadoras de lo que ellas creen serán buenas noticias, ya sea para una parte o
para la otra. Otras personas pueden tener una clara aversión a ser portadoras de lo que
consideran como malas noticias para una de las partes del litigio.
La columna etiquetada como “no específica” identifica a dos de las más antiguas
formas de prueba que desafían la credibilidad: las pruebas contradictorias y las pruebas
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Capítulo
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incompatibles con las de otros testigos. El testimonio contradictorio involucra los eventos que
no pueden ocurrir conjuntamente; por ejemplo son mutuamente excluyentes. La prueba de
coartadas constituye un ejemplo. Joe testifica que el acusado Mike estaba en Boston, en la
escena del crimen en el momento en que éste se cometió. Más tarde, la testigo Mary testifica
que Mike estaba con ella en Nueva York en el momento del crimen. Mike no pudo haber estado
en ambos lugares al mismo tiempo.
2. La parte demandante presenta al testigo Joe, quien testifica indicando que el evento E
ocurrió. El defensor luego presenta otro testigo, Walter, que afirma que Joe estaba intoxicado al
momento de su observación. Pero luego la contraparte dice: “La declaración de Walter muestra
que Joe no fue honesto en su testimonio.” Hay varios problemas aquí, el más obvio es que la
supuesta intoxicación de Joe al momento de su observación, de ser verdad, habría influenciado
su sensibilidad observacional al momento del evento y no su veracidad al momento del
testimonio. Segundo, la contraparte aquí raramente podría reclamar acceso a la verdad ya que la
credibilidad de Walter también es cuestionable.
algunas situaciones en las que estos términos son usados como sinónimos. Esto induce a
catástrofes inferenciales ya que no todas las personas competentes son creíbles y no todas las
personas creíbles son competentes. La competencia y la credibilidad parecen ser
características independientes. Uno puede considerar, por ejemplo, que su tío Harold es la
persona más honesta, objetiva y aguda observacionalmente que ha conocido. Pero no
solicitaría una opinión del tío Harold sobre un problema gastrointestinal, que uno está
actualmente padeciendo, si él fuese un chofer de camiones o alguien que no tiene la
competencia técnica necesaria para responder aquella pregunta. Por otra parte, el Sr. Smith es
considerado como un auditor extremadamente competente; sus opiniones son a menudo
solicitadas por organizaciones industriales reconocidas. El problema es que el Sr. Smith tenía
20
conocimiento de que se estaban “cocinado los libros” en cierta organización, lo que más
tarde, deshonestamente, niega.
1. ¿Cómo se sitúa frente a un ítem de prueba quien lo usa o evalúa? Al responder esta
pregunta, se considera la forma o tipo de prueba de la que trata. ¿Puede el usuario recogerlo y
mirarlo u observarlo de alguna otra forma? ¿O proviene la prueba de alguien más que
supuestamente hizo algún tipo de observación? Las respuestas a tales preguntas sugieren cómo
establecemos la credibilidad de la prueba.
La forma en que se clasifica un ítem de prueba sobre una base inferencial siempre será
relativa a un contexto particular y a una situación problemática. Un ítem de prueba calificado
como relevante en una determinada tarea inferencial puede no ser calificado como tal en otra.
De la misma manera, la credibilidad de la prueba y de sus fuentes es dependiente del contexto.
Nuestra creencia sobre la credibilidad de un testigo puede cambiar a través de los diferentes
contextos en los cuales ese mismo testigo puede declarar. La relevancia y credibilidad, como
credenciales de una prueba, no son necesariamente estacionarias. Durante el curso de su
trabajo en relación a un asunto inferencial, un analista puede tener buena razones para
cambiar de opinión sobre la relevancia o la credibilidad de un ítem de prueba.
Cualquier esquema útil de clasificación de las pruebas debe tomar en cuenta estas dos
cuestiones. Puede ocurrir que un cierto tipo de ítem de prueba sea usado en más de una forma
en un argumento en particular. Además, uno puede usar este ítem de prueba de distintas
formas en las diferentes etapas del trabajo que se realiza respecto de un caso. Finalmente, la
construcción de un argumento es un acto creativo de parte del analista. Por ende, hay un
elemento subjetivo natural en cualquier clasificación que se haga de las pruebas. La manera en
que uno percibe un ítem de prueba en un contexto determinado puede no ser compartido por
otros, como, por ejemplo, su contraparte.
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INDIRECTAMENTE
DIRECTAMENTE RELEVANTE
RELEVANTE [AUXILIAR]
TANGIBLE • Objetos
(+ o -) • Documentos
• Imágenes
• Mediciones
• Tablas
• Mapas
• Observación directa
TESTIMONIO
• Segunda mano
INEQUÍVOCO
(+ o -) • Opinión
TESTIMONIO • Completo
EQUÍVOCO • Probabilístico
PRUEBAS TANGIBLES O
TESTIMONIOS QUE FALTAN
HECHOS ACEPTADOS
Las filas en la figura 2.8 surgen cuando se considera la posición que adopta quien usa
o evalúa un determinado ítem de prueba. Al examinar esta dimensión, debemos ocuparnos de
las propiedades físicas de la prueba, de la manera en que llegó a existir, y de la(s) fuente(s) de
la(s) que fue recibida.
revela. Hay, por supuesto, muchas clases de cosas diferentes que podemos examinar por
nosotros mismos incluyendo objetos, documentos, imágenes obtenidas de sensores,
dispositivos de medición, y una variedad de representaciones tales como mapas, tablas,
diagramas y así sucesivamente. Todos estos tipos de prueba tangible son susceptibles de
nuestro examen directo. Lo que realmente revelan en instancias particulares no es siempre
inmediatamente obvio.
Los signos más y menos de la figura 2.8 que se colocan bajo la prueba tangible y la
prueba testimonial inequívoca están ahí para mostrar que ambas formas de prueba tienen otra
propiedad que necesita ser reconocida. Tales pruebas pueden revelar ya sea la ocurrencia o
no-ocurrencia de algún evento. La prueba que revela la ocurrencia de algún evento se dice que
es prueba positiva (+); y la que revela la no-ocurrencia de los eventos se dice que es prueba
negativa (-). Hay algunos asuntos importantes aquí que se relacionan con el descubrimiento o
generación de pruebas, así como también con el uso inferencial de las pruebas.
Suponga que la prueba que recibe un usuario proviene de otra persona, en la forma de
una afirmación de que un evento de interés ocurrió o es verdadero. Es habitual llamar a tal
prueba “testimonial.” La credibilidad de la persona que hace la afirmación es siempre una
fuente posible de duda y por esa razón la prueba testimonial está al menos a dos pasos
inferenciales de la ocurrencia o no-ocurrencia del evento que está respaldando. Lo mismo es
verdad con respecto a la prueba tangible: sus atributos de credibilidad (autenticidad, precisión y
fiabilidad) son posibles fuentes de dudas.
Puede haber incluso más pasos inferenciales cuando la prueba es tangible. Suponga
que la prueba tangible es un documento que el usuario puede examinar, tal como el
memorándum del Agente Dawes en Unites States v. Able (pp.23-27), y que aquello que es de
interés en este documento es la afirmación del Agente Dawes de que el contador, Timothy
Cooper, le había dicho que se habían perdido papeles de los archivos de los clientes inactivos
durante su mudanza a nuevas oficinas en el año 2004. Lo que es tangible, por supuesto, es el
documento y no el evento al que se refiere. En aquella situación, hay incluso más pasos
inferenciales que el usuario debe considerar antes de llegar a una conclusión con respecto a
los eventos reportados.
Cuando una persona W declara sobre algún evento estamos autorizados para
investigar acerca de cómo esta persona obtuvo su información sobre dicho evento. Las
preguntas que surgen en tal investigación son tan variadas como interesantes. Entonces, la
prueba testimonial de una persona en particular puede en sí misma tener diferentes soportes.
¿La persona ha hecho una observación directa, obtuvo la información de segunda fuente, o se
trata meramente de una opinión basada en otras observaciones? Sin embargo, la prueba
testimonial tiene otras características que debemos reconocer. En algunas situaciones, el
testigo W dará un testimonio inequívoco de que un cierto evento E ocurrió; W afirma: “El evento
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Capítulo
2
E ocurrió.” Por supuesto que no tenemos certeza sobre si el evento E ocurrió o no aunque el
testimonio de W no sea equívoco, ni sea evasivo. Ya hemos examinado algunas de las fuentes
específicas de incertidumbre que enfrentamos en lo que a la credibilidad de W respecta
(veracidad, objetividad y sensibilidad testimonial).
En otras situaciones una persona puede dar un testimonio que es equívoco por
naturaleza. Hay al menos dos formas en las que tal equívoco puede producirse. En un caso,
podemos preguntar a W si ocurrió o no el evento E y éste responder diciendo cosas tales
como: “No podría decir”, “No recuerdo”, o “No sé”. Tal equívoco extremo puede dar lugar a un
acto de impugnación de honestidad respecto de W; él realmente no sabe o no recuerda si el
evento E ocurrió. Sin embargo, el equívoco extremo o completo de W también es consistente
con la posibilidad que W sabe o puede recordar si E pasó o no, pero, por variadas razones, se
rehúsa a decírnoslo. En otras situaciones, sin embargo, W puede evadir o expresarse
equívocamente en formas menos extremas. Él podría declarar, por ejemplo, “Creo muy
probable que E ocurriera.” En algunas situaciones, podría agregar números específicos para
calificar la fuerza de su creencia con respecto a E; W podría afirmar; “Estoy un 70% seguro de
que E ocurrió.”
Usted lleva su auto para realizarle un mantenimiento y se asombra por la cantidad que
se le está cobrando. Uno de los ítems caros correspondió al reemplazo de la bomba de
combustible. Usted pide ver la bomba original que fue reemplazada y el mecánico le dice que
se deshizo de ella y no se la puede mostrar. Usted podría fácilmente considerar el fracaso de la
exhibición de esta prueba tangible con algo de sospecha. El fracaso en encontrar pruebas
donde esperamos encontrarlas o el fracaso de las personas para producirlas o dar un
testimonio puede, en muchos casos, ser considerado como una forma de prueba. Es
importante hacer notar que no tener prueba sobre un evento no es lo mismo que tener prueba
que este evento no ocurrió. No siempre se hace la distinción entre la prueba negativa y la
prueba faltante. La distinción es capturada por el viejo refrán: “La prueba de ausencia no es lo
mismo que ausencia de prueba.”
Finalmente, hay otros tipos de información que a menudo usamos como prueba que no
dependen de la observación directa de alguien. Hacemos un uso frecuente de registros que
consideramos como de autoridad y también damos ciertas cosas por sentadas sin prueba
adicional. En otras palabras, a menudo hacemos uso de lo que consideramos como hechos
aceptados. Una forma de registro autorizado es un almanaque que entrega información sobre
la hora del amanecer, las fases lunares o los momentos de marea baja o alta. Otros ejemplos
incluyen tablas de compuestos químicos, constantes físicas, fórmulas matemáticas y registros
históricos de marea. Si usara tal información en una tarea de inferencia, no estaría
normalmente obligado a probar que la información es fidedigna o que alguien realmente la
observó de alguna forma. Estaría, por supuesto, obligado a probar que extrajo la información
correcta de cualquier registro con autoridad. Otra información, a menudo usada en una
inferencia, es normalmente aceptada sin una prueba adicional. Por ejemplo, no estaría
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obligado a entregar una prueba adicional sobre materias como: la heroína es una sustancia
narcótica; la gasolina es una sustancia inflamable; o que la población de Nueva York excede a
la de Omaha.
La razón por la que no hemos hecho una distinción entre prueba directa y
21
circunstancial es que el término prueba directa tiene varias dificultades importantes . Para
ilustrar estas dificultades, primero hacemos uso de dos “reglas” que han sido propuestas por
Binder y Bergman (1948, 77-82). Sus dos reglas son:
21
Ver página 62 n.16 y el Glosario.
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3. Principios de la prueba
Dentro de la tradición del common law, ha habido una tendencia a equiparar el objeto de la
prueba con el derecho probatorio y a marginar o desatender otras dimensiones tales como la lógica
de la prueba, la psicología del testimonio, la importancia probatoria de la ciencia forense y el rol de
las estadísticas y de la narrativa al argumentar y decidir asuntos de hecho controvertidos en
contextos jurídicos. En la parte B, primero describimos las premisas compartidas sobre las cuales
los académicos han basado su trabajo durante dos siglos –la tradición racionalista– y su
importancia en la práctica contemporánea, para luego describir e ilustrar los principios que forman
las bases de la lógica de la prueba.
La parte C comienza con la explicación de la visión de Wigmore de que dominar los
principios de prueba es al menos tan importante como manejar las reglas que regulan la
admisibilidad y uso de la prueba. La parte D introduce una terminología básica para entender
aquellos principios. Los procesos probatorios y principios lógicos necesarios para analizar la
prueba e hilar argumentos en contextos jurídicos son presentados y desarrollados en la parte E.
B. La tradición racionalista22
23
El modelo del common law de adjudicación refleja algunas premisas básicas –supuestos
sobre la naturaleza y fines propios de la adjudicación, premisas acerca de la naturaleza del
conocimiento y la posibilidad de hacer juicios actuales precisos sobre sucesos pasados, y
supuestos acerca de qué es lo que envuelve razonar sobre cuestiones de hecho controvertidas en
contextos forenses. Las premisas que subyacen a la teoría y práctica contemporáneas, al menos
como se aprecia en los escritos de quienes se han especializado en el campo de la prueba, se han
mantenido casi sin cambio desde el siglo dieciocho. Desde entonces, los supuestos aceptados han
conformado un tipo ideal que ha sido caracterizado como “la tradición racionalista.”
Comprender estas premisas es importante tanto para los profesionales como para los
académicos. Ellas proveen el marco dentro del cual las reglas de procedimiento y prueba han
evolucionado y en el cual los argumentos acerca de la deseabilidad de los cambios propuestos
serán debatidos en el futuro. Ellas representan los “primeros principios” que pueden ser empleados
útilmente por un abogado al instar que una regla de procedimiento o de prueba específica debiese
ser interpretada de un modo que favorezca el resultado que busca –es decir, entregan una base
para construir argumentos que logren persuadir a una corte que la posición del abogado es
consistente con los supuestos sobre los cuales se basa el sistema, a diferencia de la de su
contraparte.
22
Para una relación completa con referencias, véase Rethinking 32-91.
23
N. de. T.: se emplea el término “adjudicación” como traducción de “adjudication”, siendo un uso que se ha ido instalando
en el habla hispana durante las últimas décadas y que, actualmente, es relativamente estándar. Este término jurídico –que
proviene vocablo latino adjudicare– se refiere, en un sentido amplio, a diversas acciones que realiza un juez dentro de un
proceso, tales como declarar, imputar, atribuir o adscribir. En sentido restringido, puede referise tanto al procedimiento o al
acto de decidir o resolver judicialmente el asunto controvertido, como a la decisión o resolución resultante de tal
procedimiento o acto.
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2
Comprender estas premisas cumple otros propósitos para los estudiantes de derecho.
Ellas les entregan un marco para entender cómo los principios de la lógica y su aplicación en
procesos judiciales se insertan dentro de contextos más amplios de litigación y ejercicio de la
abogacía en general, y de prácticas judiciales de manera específica. Aquel marco también
establece una base para entender cómo las actuales reglas de la prueba y procedimientos han
evolucionado. También facilita la comprensión de las relaciones entre las reglas formales de la
prueba, que regulan su admisibilidad y uso, y los principios de la lógica, que entregan la base para
argumentos prácticos y justificaciones racionales.
1. La tradición descrita
27
De hecho Bentham, cuyo Rationale of Judicial Evidence (1827) es la principal fuente del modelo, hizo de su teoría de la
adjudicación la base para una crítica radical y de largo alcance del proceso inglés (y, en una menor medida, del escocés y
el continental), de la práctica, y de las reglas de la prueba de su época. Véase Rethinking 71-92.
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considera una aspiración factible del sistema; no involucra necesariamente un compromiso con la
idea que esta aspiración es siempre, generalmente, o incluso a veces, lograda en la práctica. Es un
lugar común dentro de la tradición racionalista criticar las prácticas existentes, los procedimientos,
reglas e instituciones en término de su fracaso para satisfacer los estándares de este modelo
aspiracional.
También es útil diferenciar una tercera categoría, que puede ser llamada racionalismo
optimista. Al invocar estándares prescriptivos, uno suele hacer algunos juicios sobre las
posibilidades de alcanzar o aproximarse a tales estándares en la práctica en un contexto dado. En
el caso de muchos autores que escriben sobre prueba y procesos judiciales, que aceptaron alguna
variante de la Parte A del modelo de adjudicación, es razonable atribuirles que sus estándares
representan, para ellos, una aspiración factible en lugar de un ideal utópico remoto o inalcanzable.
Incluso respecto de escritores virulentamente críticos tales como Bentham y Frank puede
mostrarse que ellos creyeron que sus propias recomendaciones de mejora conducirían, en la
práctica, a aumentos significativos en el nivel de racionalidad en la adjudicación. Ellos fueron
racionalistas optimistas. En resumen, casi todos los académicos que forman parte de la corriente
angloamericana dominante en materia de prueba fueron racionalistas aspiracionales; la mayoría
fueron racionalistas optimistas la mayor parte del tiempo; y muchos, pero de ninguna manera
todos, fueron bastante complacientes acerca de la operatividad general, en su día, del sistema
28
adversarial dentro de sus propias jurisdicciones.
Las reglas contemporáneas de procedimiento y prueba dejan claro que los presupuestos
identificados en la tradición racionalista siguen dominando hoy en día. Aunque un análisis detallado
está más allá del objetivo de este libro, la importancia de esas premisas en la comprensión de las
reglas contemporáneas puede ser útilmente ilustrada aquí. Ofrecemos las tablas que siguen por
dos razones –para sugerir perspectivas que los estudiantes pueden desear considerar al estudiar
las reglas formales que regulan el procedimiento y la admisibilidad y uso de prueba en los
tribunales, y para ayudar a los estudiantes a entender el rol que los principios que rigen la prueba
juegan en la práctica judicial contemporánea.
28
Para una descripción más completa, véase Rethinking 70-82.
29
N. del T.: “Principles of Proof” se traduce indistintamente como “principios que rigen la prueba” y “principios de la prueba”.
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Capítulo
2
30
Fed. R. Civ. P. 1.
31
Fed. R. Crim. P. 2.
32
Fed. R. Evid. 102. La posición en Inglaterra es similar. Por ejemplo, el profesor Ian Dennis escribe: “Parte de los objetivos
del derecho de probatorio es, por tanto, articular las limitaciones al principio de la prueba libre que estaría lógicamente
implicado en un modelo racionalista de adjudicación. Algunos de los criterios para esas limitaciones y sus fundamentos son
un asunto de considerable y continua controversia, pero ciertos puntos parecen razonablemente uniformes” (Dennis (2002)
27). Dennis, entonces, útilmente considera estas limitaciones bajos cuatro encabezados: (a) gasto y retraso; (b)
imparcialidad en el procedimiento; (c) evitar el error; (d) búsqueda de otros valores (id. 23-29).
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(2°
ed.)
Anderson-‐Schum-‐Twining.
Capítulo
2
Regla 1 (1) Estas reglas establecen un nuevo código de procedimiento con el principal
objetivo de permitirle al tribunal resolver casos de manera justa.
Regla 1.1 (2) Resolver un caso de manera justa incluye, tanto como sea practicable: (a)
asegurar que las partes estén en pie de igualdad; (b) ahorrar gastos; (c) enfrentar el caso
de formas proporcionales (i) al monto de dinero involucrado; (ii) a la importancia del caso;
(iii) a la complejidad de los asuntos; (iv) a la posición financiera de cada partes; (d)
asegurando que se haga de una manera expedita y justa; y (e) asignándole una cuota
apropiada de los recursos del tribunal, tomando en cuenta la necesidad de asignar
33
recursos a otros casos.
33
Para un reporte y evaluación de las reformas Woolf véase Zander (2003) y Jacob (2001).
34
N. del T.: “Plea bargains” son acuerdos entre la defensa y la acusación, por medio de los cuales la defensa se declara
culpable de algunos o todos los cargos en su contra, a cambio de ciertas concesiones por parte de la acusación o fiscalía.
Algunos de estos acuerdos consisten en la disminución del tiempo de condena, rebaja de la pena, o reducción del número o
severidad de los cargos en contra del acusado. Otros consisten en la aceptación, por parte del acusado, de testificar en
otras causas de la fiscalía en contra de otros acusados. Estas explicaciones están tomadas de:
https://www.law.cornell.edu/wex/plea_bargain. En el sistema estadounidense, existen reglas sobre los “Plea agreements” en
el Federal Rules of Criminal Procedure: https://www.law.cornell.edu/rules/frcrmp/rule_11
35
Los procedimientos que llevaron a la adopción de las Reglas Federales de la Prueba son descritos en el Reporte del
Comité de la Judicatura del Senado que acompañó el proyecto de ley propuesto para promulgar las reglas. S. Rep. Nº 1277,
93d Cong., 2d Sess., reimpreso en 1974 Código de U.S, Cong. & Admin. News 7051-7052, 7054-7055. El aspecto político
de la historia de las Reglas Federales de la Prueba es enfatizado en Wright & Graham (1977) §§ 5001-5006. La sección
5006 versa directamente sobre historia de la redacción de las reglas. La historia legislativa, incluyendo las declaraciones de
aquellos que comparecieron en las audiencias en la Cámara y el Senado, es reproducida en Bailey y Trelles (1980). Las
enmiendas a las reglas, desde su adopción, están enumeradas en los documentos de las Reglas Federales de la Prueba
(Impreso del Comité de Judicatura de la Cámara 2003) pp.v-x, disponible en
http://www.house.gov/judiciary/committee_documents.
Analysis
of
Evidence
(2°
ed.)
Anderson-‐Schum-‐Twining.
Capítulo
2
36
Para una visión general, véase Zander (2003) 413-61.
37
Véase Rethinking 77-82.
38
N. del T.: Como explican las “Notes of Advisory Committee on Proposed Rules” referidas a la Regla 401, la regla usa la
frase “fact that is of consequence to the determination of the action” –lenguaje que proviene del California Evidence Code
§210– para describir el tipo de hecho al que la prueba debiese dirigirse. También se indica en dichas notas que esta frase
tiene la ventaja de evitar la palabra “material” –hechos materiales– que es a la vez ambigua y de usos imprecisos. Así las
cosas, la expresión “facts of consequence” puede bien traducirse como “hechos de importancia”, es decir, aquellos hacia los
cuales debe dirigirse la prueba para permitir la determinación de la acción. La regla y las notas pueden consultarse en
https://www.law.cornell.edu/rules/fre/rule_401.
39
Fed. R. Evid. 401. Sobre el significado de “hecho de importancia”, véase más adelante, n.¡Error! Marcador no definido.
N. de. T.: Con posterioridad a la fecha de edición de este libro, las Reglas Federales de la Prueba han sido modificadas. El
último compendio oficial de las mismas data de diciembre del 2014 (que puede consultarse online:
http://www.uscourts.gov/uscourts/rules/rules-evidence.pdf). El año 2011 (Apr. 26, 2011, eff. Dec. 1, 2011.), fue modificada la
redacción de la Regla 401, de la manera que sigue:
Rule 401. Test for Relevant Evidence
Evidence is relevant if:
(a) it has any tendency to make a fact more or less probable than it would be without the evidence; and
(b) the fact is of consequence in determining the action.
Analysis
of
Evidence
(2°
ed.)
Anderson-‐Schum-‐Twining.
Capítulo
2
puede ser vista como ordenando una demostración, que exige la aplicación de los principios de
lógica inductiva para persuadir al juez de que la prueba que se considera, sola o en combinación
con otra prueba, apoya una inferencia o cadena de inferencias que aumenta o disminuye la
probabilidad de que un hecho de importancia sea verdad. La regla que ordena la admisión de
prueba relevante a menos que existan fundamentos específicos para su exclusión, asume que la
verdad es un objetivo que puede ser alcanzado a través de medios racionales y establece una
40
base para evaluar su prioridad en situaciones particulares.
Desde esta perspectiva, muchas de las reglas de prueba restantes pueden ser vistas como
parte de tres categorías –reglas que justifican la exclusión de prueba sobre la base de que tiene
41
efectos perjudiciales impropios que superan su valor probatorio, reglas que ordenan o reflejan un
42
análisis costo-beneficio para prevenir un retraso o consumo de tiempo indebido, y reglas que
43
reflejan políticas extrínsecas que invalidan el objetivo de la comprobación de la verdad. Debería
estar claro que las reglas de las primeras dos categorías también requieren, normalmente, una
aplicación de los principios de razonamiento inductivo para identificar el específico e impropio
perjuicio que la prueba puede generar y para formular los argumentos que comparen el valor
probatorio legítimo y los efectos perjudiciales ilegítimos en el caso particular.
Más adelante, desarrollaremos los usos específicos de los principios en la construcción de
tales argumentos. Por el momento, debería bastar con notar que los principios del razonamiento
práctico, y los presupuestos sobre los cuales ellos se basan, seguirán siendo centrales al modelo
de adjudicación del common law, a pesar de los cambios que se puedan hacer en las reglas
formales. Por esa razón, la habilidad para aplicarlos en el análisis y la argumentación es y seguirá
siendo una habilidad esencial de la abogacía.
La Committee Notes sobre esta modificación señalan que se trató sólo de un cambio de redacción, para facilitar su
comprensión y para asegurar la consistencia estilística y terminológica de las reglas, sin que exista intención de cambiar el
resultado de las decisiones sobre admisibilidad de la prueba: “The language of Rule 401 has been amended as part of the
restyling of the Evidence Rules to make them more easily understood and to make style and terminology consistent
throughout the rules. These changes are intended to be stylistic only. There is no intent to change any result in any ruling on
evidence admissibility”. Ver referencias en nota inmediatamente anterior.
40
Fed. R. Evid. 402.
41
El principio general está expresado en la Regla Federal de la Prueba N°403. Las reglas a menudo tienen características
que reflejan justificaciones de más de una categoría. Las reglas 404 y 609, por ejemplo, bien pueden ser vistas como
codificaciones que cubren situaciones recurrentes en que los efectos perjudiciales impropios presumiblemente superan el
valor probatorio legítimo, pero estas reglas también reflejan valores que no están relacionados con la búsqueda pura de la
verdad, tales como los valores expresados en la idea de juzgar “el acto y no al actor”. Véase Old Chief v. United States, 519
U.S. 172 (1997); R. v. Sang [1980] A.C. 402 (Eng.).
42
Véase la regla 403 (el principio general); véase también, por ejemplo, las reglas 405 (métodos para probar el carácter),
701-704 (opiniones y testimonio de experto), 902 (auto-autentificando de documentos).
43
Los ejemplos más claros son las reglas que protegen comunicaciones privilegiadas, ahora reflejadas en la regla 501, y las
reglas constitucionales de exclusión de prueba adoptadas para regular conductas impropias por parte de los funcionarios
que ejecutan la ley sin tener en cuenta el frecuente valor probatorio dispositivo de la prueba que es, de esta forma, excluida.